Puede sentir el frio calarle hasta los huesos, sus articulaciones adormecidas por el frio del agua, su rostro arde como si cada soplido del aire fueran cuchillas lanzadas contra él hiriendo su piel. Sabe que pronto no resistirá por más tiempo más lo que aguante será suficiente… aunque siendo sinceros ya había perdido la orientación, nadaba sin un rumbo fijo jalando de la cuerda atado a lo que se puede distinguir como la mitad de un bote salvavidas el cual trasportaba un valioso tesoro dentro.

Sigue nadando a pesar de sentirse cansado ¿Cuánto hace que no duerme? ¿Cuánto hace que no descansa? Muchas preguntas y hasta ahora de lo único que se siente aliviado es que ninguna criatura del mar halla parecido para devorarlo… sus ojos comienzan a cerrarse ¿Es ese el momento? Parece que si… sus pulmones poco a poco comienzan a llenarse de agua, y comienza a toser por la sensación; se acerca por última vez donde su tesoro más preciado esperando que los vientos le lleven a una embarcación cercana y que se den cuenta de su presciencia, le cubre bien por última vez con la manta negra que le protege del frio viento, sonríe, y sigue nadando sigue, hasta que sus ojos se cierran por completo.

Un par de manos pequeñas sostiene aquello que debería ser un bote, observando como una persona sin vida comienza hundirse en las profundidades del mar, siente curiosidad por lo que hay cubierto por la manta negra, más no se atreve a descubrirlo, le inspecciona dando vueltas a su alrededor además de aquel bulto negro encontró una botella con algo dentro. ¿Qué será? Se preguntaba inocentemente. El bote comenzó a moverse al mismo tiempo que la marea, el cielo gris anunciaba la llegada de una gran tormenta. No paso mucho cuando sus inocentes orbes azul cielo distinguieron la figura de un barco a lo lejos, muy lejos. Siguió nadando hasta pasado un rato que el barco fue haciéndose más grande.

La manta comenzó a moverse dejando a la vista una cabellera rubia la cual cobraba un poco más de altura.

-¿Papá?- pregunto mirando a todos lados, mas todo lo que sus orbes esmeraldas veían era agua y más agua. El sonido de algo caer al agua llamo su atención mirando tras de él, más no encontró nada.- ¡¿Papá?!

Su grito alerto a una persona del barco quien a lo lejos logro distinguir al infante en el mar.

-¡Capitán! ¡Capitán!

Solo fue cosa de minutos para que un bote salvavidas fuera arrojado con dos personas al mar y lograr dar alcance con el pequeño, uno de los hombres le detallo, su rostro estaba lleno de hollín, estaba descalzo y desalineado, el pequeño había logrado sobrevivir a un incendio por lo que se veía. Le envolvió con cuidado con la manta negra y lo ingreso con ellos al bote. Entre sus manitas sujetaba fuertemente la botella con una nota dentro.

Al subir nuevamente a la embarcación, todos quienes laboraban en el barco rodearon al pequeño como si de un bicho raro se tratara, este les miraba en silencio, asustado ¿Quiénes eran? ¿Dónde estaba su padre?

-Abran espacio, déjenlo respirar.- pidió amablemente un hombre. Todos abrieron paso dejando pasar a un señor de edad avanzada, algo canoso pero de sonrisa amable, el niño no dudo en entregarle la botella que sostenía.- que alguien le bañe, le vista y alimente.

Uno de los hombres que le había recogido en aquel bote le tomo de la mano intentando llevarlo, pero nuevamente le sonido de algo caer al agua llamo su atención, miro aduras penas sobre el barandal, pero no lograba ver más que el cielo gris. Dentro de lagua un par de ojos azules apenas lograba distinguir aquella cabellera rubia, una última mirada antes de sumergirse por completo.

El niño fue guiado al interior del barco. Un rato después ya que la noche había caído y el mar se movía inquieto por la lluvia, observo al pequeño dormir pesadamente sobre su cama, él no quería hablar, y no le forzaría hasta que el estuviese listo… fue hasta entonces que se atrevió a sacar la nota de la botella.

Seguramente alguien ha encontrado a este niño y yo no estaba con él.
Seré breve en lo siguiente, el nombre de ese niño es Adrien Agreste, mi hijo y yo fuimos secuestrados de nuestro hogar, un pueblo humilde y próspero.

El barco fue atacado por piratas, apenas solo nosotros logramos sobrevivir… pero sino eh estado yo para explicarlo, el único sobrevienta es mi hijo, le ruego por favor cuiden de él.

Gabriel Agreste.

Notas finales:

Mucho tiempo libre y sin nada que hacer… un fic más para el montón jajaja, desde hace tiempo que quiero escribir algo así xD

Espero les gustara el primer capítulo de esta nueva historia (yo espero no superar los 15 o 20 caps xD)

Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización n.n