Título.- Rey De Las Serpientes.

Crossfic: High School DxD y Campione.

Resumen: Destinado a las batallas, con el reencuentro de un viejo enemigo, el rey Japones, tras una larga década, ha llegado a una nueva vida y un nuevo futuro, con el nombre de rey demonio, cambiara el mundo como lo había hecho antes, con el poder de la victoria junto a grandes personas.

Desligue: Ni Campioni ni High School DxD no me pertenecen, únicamente me pertenecen los Oc's que haga.

Clasificación M por si las situaciones llevan a un tema de violencia en extremo o Lemon.


Capítulo 1.- El Rey Demonio y El Rey Victorioso.

Su larga vida fue llenada por diversas acciones, todas y cada una de ellas por sus ejemplares y grandiosas habilidades, con el poder de ganar cada batalla, con el poder de salir eternamente victorioso, sin conocer la derrota, sin ser superado en ningún momento, así es como era su vida.

Ya había pasado una década desde que se volvió un Campione, una década desde que había asesinado a Verethragna, el Dios persa que representaba la victoria.

Aburrido y tras su vacía vida en la que estaba.

Hacía ya un largo tiempo que las mujeres que amo, habían muerto, su vida era muy larga, más de la que hubiera deseado, pase a todo eso, continuaba con una apariencia juvenil de no más 18 años, un alborotado cabello negro y una tez morena, unos ojos chocolates algo cansados, su rostro que no mostraba mucho de su anterior yo, pero aun era Él.

El 7mo rey del mundo, el rey Japones, Kusanagi Godou.

El rey que gobierna Japón estaba en la ventada de su hogar mirando el estrellado cielo nocturno, rodeado de múltiples y hermosas estrellas, todas y cada una de ellas, brillando con un hermoso brillo plateado/blanco, dejando ver a su vez, la gran luna que iluminaba el cielo nocturno, entonces 2 brazos rodearon su cuello, sintiendo 2 suaves, aunque algo pequeños, pesos en su espalda, entonces una delicada voz habló.

- Pasa algo, Godou - Pregunto con preocupación, pero era obvio, la persona a la cual abrazaba, era su amante.

Ella quien poseía una belleza de 20 o 25 años, de un, actualmente, largo y rojizo cabello, el cual llegaba a la espalda, una tez clara como el melocotón, unos ojos azules oscuros, no estaba usando sus gafas/lentes y estaba desnuda, de pies a cabeza, ella era la 5ta Campione, Annie Charlton o mejor conocida como John Poluto Smith.

- Te desperté, lo siento - Dijo Godou a su joven amante, la cual, estaba negando con su cabeza.

- Más o menos - Dijo ella juguetonamente, usualmente cuando era en público, no era muy social, pero cuando estaba con su amado, era diferente, era abierta y mostraba su verdadero yo, tras años y años de verse y amarse, la hicieron abrirse a él y mostrarla a ella de verdad - No te sentí a mi lado y eso provocó que despertara y te vi muy lejos mirando la luna... pasa algo - Volvió a preguntar.

- Una simple pesadilla - Dijo Godou a Annie - Ya han pasado cerca de 500 años desde que se fueron para siempre - Dijo recordando a sus 1ras esposas - Me preguntaba... acaso hice lo correcto al final - Dijo con una débil sonrisa.

- Lo hiciste, salvaste a muchas personas y ellas dieron su vida por ti, incluso yo, lamento la perdida de esas 6 personas, pero no hay manera de regresar en el tiempo - Dijo Annie - Yo, Madam Aisha y Luo Ciliam, creíamos en ti, incluso cuando la Princesa Alice no - Dijo Annie apretando su abrazo - Eres Kusanagi Godou, el Kusanagi Godou que ellas amaban y tanto respetaban, incluso después de su muerte sigues siendo Kusanagi Godou - Dijo Annie a su amante - Debo ir a dormir, mañana regreso a Los Ángeles, regresa a la cama - Pidió ella dulcemente.

Godou se paro y miro a su amante, su blanca piel brillante, con residuos de su encuentro nocturno, sus pechos aunque algo pequeños, muy lindos expuestos y con sus pezones duros, su intimidad sin nada que la cubriera, totalmente expuesta y donde salía rastro de algo blanco viscoso.

Godou camino al lado de Annie y se fueron a la cama matrimonial que compartían, mañana debería llevarla al aeropuerto para que tomara su avión a los Ángeles.


*-*-*-**-*EN LA MAÑANA SIGUIENTE*-*-*-*-*

En la estación o aeropuerto de Japón en Tokio, tanto el rey japonés como el rey de los Ángeles, se despidieron con un dulce y amoroso beso, aunque para algunos era desde tierno hasta algo raro, pues era el beso de una hermosa dama de unos 20 o 25 años con un joven de edad entre los 17 o 19 años, pero debido a la altura, era el chico quien miraba arriba de la joven y quien daba más control en el beso.

Separándose con una fina linea de saliva que salía de sus bocas a sus lenguas, ambos mirándose con ese gran amor que tenían por el otro, Annie suspiró.

- Y pensar que me volvería adicta a los besos de mi Kouhai - Dijo ella con una dulce y amorosa sonrisa - Eres un cruel rey demonio, un cruel y diabólico villano, enamorar y hacer adicta a tu presencia, a una reina como yo, no sé como debería castigarte, chico malo - Dijo Annie a Godou - Me tengo que ir, si continuamos con los besos, no me querer ir de tu lado - Dijo ella.

Godou se quedo a su lado, hasta que subió el avión y este despego, entonces cambió su destino.


*-*-*-*-*EN LA RESIDENCIA KUSANAGI*-*-*-*-*

En su hogar, el rey japonés, se quitó su chamarra y quedó únicamente en camisa y pantalón negro, acostándose en su sillón suspiro, el lugar era ridículamente solitario, por eso mismo deseaba estar con Annie, su vida era buena y divertida, aún era pacifista, pero retaba a Dioses cada tiempo, sin matarlos, de lo contrario se quedaría sin rivales.

- Pareces muy aburrido, Godou - Dijo una infantil voz, Godou abrió uno de sus ojos y la noto.

Una niña de no más 10 años, de un largo y lacio como hermoso y brillante cabello rosado, de una tez pálida y de unos ojos rojos como la sangre misma y con al pupila rasgada, quien estaba desnuda, esa era el ancestro divino, Asera.

- Que es lo que te trae a mi hogar, serpiente - Pregunto Godou a la joven y ex Leviathan - Acaso tienes hambre, o estás aburrida - Preguntaba Godou a la serpiente, ya que, en un inició la trataba como era, un viejo enemigo, pero entre más tiempo pasaban, más y más cercanos el uno con el otro, era lo que mataba su aburrimiento.

-Te ves muy aburrido y quiero hacer algo por ti, mi rey - Dijo aquella serpiente hereje de nombre Asera al Rey japones - Se como quitarte tu aburrimiento - Dijo ella con una sonrisa, mientras se acercaba al rostro de Godou - Dime, quieres tener la oportunidad de quitar tu aburrimiento y tener aventuras - Pregunto con una divina voz - Te puedo llevar a sentir esa diversión - Dijo ella.

Miro a la serpiente legendaria que era escrita en la Biblia, esa sonrisa en su bello e infantil rostro, esa demoníaca sonrisa que miraba en su ser, esos brillantes ojos que notaban la maldad en su alma, pero hablaba en serio con darle diversión al rey.

- Te escucho - Dijo Godou.


*-*-*-*-*EN UNA PARTE DE TOKIO*-*-*-*-*

En un bosque, donde Asera llevo a Godou, donde obtendría algo con que entretenerse, entonces de la nada, su piel y sus sentidos se aumentaron, lo que indicaba la llegada de un Dios... pero era algo diferente.

De la nada, un circulo mágico apareció frente a él, mostrando a una hermosa joven mujer, de una tez morena y un cabello castaño atado en un bollo en la espalda y con 4 ligeras trenzas. usaba unos lentes transparentes que dejaban ver sus 2 orbes azules eléctricos, usaba un ajustado vestido que resaltaba su generoso cuerpo, el cual, aunque no era tan divino como el de su hermana/amante Luo Ciliam, era bastante bueno como para competir contra el de Annie, pero Godou también noto lo débil que era, no era algo que llamara, oponente divertido.

- Asera, espero que sea una broma, yo he buscado un oponente que me traiga la derrota y me traes a un oponente que es incapaz de darle pelea a Salvatore Doni, acaso es esto un insulto - Pregunto Godou a la niña a su lado.

- Bastardo, acaso no sabes a quien le estas llamando débil o con quien estás hablando tan hipócritamente - Dijo la belleza castaña - No permitiré que le hables de esa forma a mi hermana mayor, después de todo, nosotras somos las descendientes directas de las bestia demoníaca, Leviathan - Dijo la, aparentemente, hermana menor de Asera.

- Ella es tu hermana - Pregunto Godou a la niña.

- Es joven, ten paciencia - Dijo Asera a Godou - Katerea, esa no es la forma de hablarle a mi rey - Dijo Asera, pero Katerea se impresionó - Esta persona, es el rey de todo Japón, el es el rey demonio del este, el rey asesino de dioses, el 7mo Campione, Kusanagi Godou - Dijo Asera y Katerea noto la importante persona que acompañaba a su hermana mayor.

- Pe-Pero que hace Nee-san con un Campione - Pregunto Katerea con sorpresa ante las palabras de su hermana.

- No hay ninguna regla que impida que un Campione y un Dios Hereje o un Ancestro Divino no se puedan enamorar del otro - Dijo Asera a su hermana, la que se sorprendió aún más - Rey Kusanagi, vera, mi hermana, se a unido a un problemático grupo que busca una guerra que puede afectar al mundo y como se que usted ama este mundo... sería lo mejor, que detuviera a mi hermana - Dijo Asera al Rey, quien volteo a verla.

Esa serpentina y hasta traicionera sonrisa, esos brillosos y tramposos ojos, esa angelical sonrisa que mostraba engaños y mentiras, todo eso, era algo que Godou aprendió a notar, pero con un solo dedo rozando la mejilla de Asera, esta se sonrojo y puso una feliz sonrisa.

- Si la hermana de mi mujer esta en problemas, tendré que traerla al lado correcto, además de averiguar sobre ese grupo, si tiene lo que vale, para que yo, el rey Japones deba moverme o no - Dijo Godou con una sonrisa - No sera largo y sera sencillo, pero ruego que me diviertas, aún si es por unos simples segundos - Dijo Godou con una sonrisa arrogante en su rostro.

- Are que te arrepientas de tus palabras, asesino de dioses - Dijo Katerea quien aumentó su poder demoníaco.


*-*-*-*-*MEDIA HORA DESPUÉS*-*-*-*-*

Godou estaba sentado en una gran roca mirando el cuerpo tirado de Katerea, tras ser fácilmente vencida por Godou.

- Sabes, me impresiono, duro más de lo que esperaba - Sentada en las piernas de Godo, quien recibía sus mimos, Asera, mirando a su hermana caída en derrota, su honor roto y su gran orgullo dañado - Y que harás ahora que sabes que todo lo que esta por pasar, sucederá en Kouh - Pregunto Asera a Godou, con una sonrisa conociendo la respuesta.

- Veamos si alguien logra llamar mi diversión obviamente - Dijo el Rey de la eterna victoria, buscando la derrota como su 1er y más importante misión - Dentro de una semana, regresaré a la escuela y buscaré a ese rival que me de una batalla, como la de Son Wukong - Dijo Godou con una sonrisa en cara.

- Como se esperaba de mi rey - Dijo Asera - Y que harás con eso - Pregunto señalando una caja de ajedrez.

- Que se suponen son - Pregunto Godou a la serpiente derrotada tirada en el suelo.

- Se llaman [Evil Piece] y con ella, los demonios pueden convertir humano a Demonios - Explico la hermana de Asera a Godou.

- Ya veo - Dijo mirando las piezas - Bueno, veamos si funciona - Inyectando una gran cantidad de poder divino, las piezas de un color negro, se pasaron a unos amarillos como el oro, sonriendo se acercó a la serpiente marina - Me imagino unas palabras de poder o encantamiento... "En nombre de la justicia victoriosa, renace de la noche y toma el día, ante el nombre del rey Mitra" - Dijo un encantamiento mágico y la pieza de peón se convirtió en polvo dorado que entró en la hermana menor de la serpiente leviathan.

De la nada...

[Ahhhhhhh]

Un gran grito salio de la boca de la serpiente demoníaca de bajo nivel, pues el poder sagrado estaba dañando su cuerpo, sintiendo como era desgarrado internamente, aunque a Godou solo era una simple parte de una película que no era posible adelantar.

Tras un corto tiempo, la joven dejo de gritar, se encontraba Katerea tirada con saliva saliendo de su boca, sus ojos blancos y con su cuerpo tirado en la tierra, con leves convulsiones/espasmos, con la lengua fuera, cercana a una mirada de una pervertida tras un gran orgasmo.

- Creo que inyecte demasiado poder divino en ella - Dijo Godou mirando a la hermana de Asera torada en el piso - Aunque su expresión me recuerda a la tuya después de una noche, si que son hermanas - Dijo con una sonrisa algo pervertida Godou a Asera, quien se sonrojo.

- Calla - Dijo ella mirando a otro lado.

Asera tomó a su hermana y se fue junto con Kusanagi a su hogar, a esa biblioteca de la 2da guerra mundial.


*-*-*-*-*EN LA RESIDENCIA KUSANAGI*-*-*-*-*

Tras un tiempo, Godou término todo lo necesario para la mudanza a Kouh, tenía cosas que llevaría a su nuevo hogar, el dinero no era mucho problema, incluso con una vida solitaria o una con una gran cantidad de personas, estaría bien.

Afuera, despidiéndose de la casa donde vivió toda su vida, Kusanagi Godou, recordando a sus padres, su abuelo y a su temible, pero adorada hermana sanguínea, en su espalda, se encontraban las 2 descendientes de la serpiente sagrada demoníaca de la biblia, pues Katerea había recuperado la conciencia, aunque no le gustara su destino de servir a un Campione, como su hermana se lo ordeno, no tenía más opciones.

- Ha pasado un largo tiempo, hoy me despido, pero volveré... probablemente - Dijo al querer ser derrotado, pero hay enemigos que lo matarían de ser posible.

- Y adonde te ibas sin decir palabra - Pregunto una voz ajena a la de los 3, entonces Godou, quien reconoció la voz, miro a la persona que estaba hablando con una divina voz.

Una belleza que rompía toda posibilidad de ser superada, con un bello y radiante cabello color negro, atado en 2 bollos a su lado, una piel tan blanca como el melocotón más hermosa del milenio, sus verdes ojos como el jade más puro del mundo, su rostro que llevaba la belleza a un nivel que ni las diosas han logrado igualar y menos superar, su cuerpo, que no tenía ningún solo rival, era tapado por un traje chino de color rosado y dorado, que hacía juego con su incomparable belleza, su mirada seria pero cautivadora a la vez, y con una voz digna de la melodía de una sirena, ella era la 3ra reina del mundo, su apellido familiar era Luo, su nombre era Ciliam y su nombre formal era Hao, ella era la persona que llegó al pináculo de las artes marciales, la hermana jurada de Kusanagi Godou quien había ayudado a vencer a Sun Wukong en tiempos pasados.

- Pensar que el honorable tío se iría sin decir una sola palabra - Dijo una voz alado de la de Luo Hao.

Del lado derecho de Luo, un joven adulto de unos 22 años, de un cabello negro-morado, con una expresión algo aburrida, en su elegante rostro, una tez morena clara y unos ojos negros brillantes, usando un traje negro algo formal para su gusto, llevando una sonrisa agradable, a su vez, llevando consigo una enorme maleta, que era claro, le pertenecía a su eminencia Luo Hao, él pobre sobrino político y discípulo directo de Luo Hao, Lu Yinghua, el heredero de la familia Lu y dueño de un restaurante de Maid chino.

- ¿Nee-san?, que hace en Japón - Pregunto Godou sorprendido de ver a la reina demonio que estaba en el pináculo de las artes marciales.

- Hoy era el día que Annie volvía a Los Ángeles, por eso, he venido para que mi hermano menor no estuviera solo, pero veo que no estarás presente - Dijo al observar las maletas - Acaso es un viejo rival, un nuevo enemigo... acaso vas a ver a Annie a los Ángeles o es que piensas ir a ver a Aisha - Pregunto Luo Hao a su pequeño hermano al ver la maleta que llevaba, junto con otras cosas, pero entonces, en un pensamiento, su mirada cambio a una un tanto aterradora como su aura, aterrando a Lu y a Godou en el proceso - No me irás a decir que vas a ver a la princesa Alice ¿verdad? - Pregunto Luo Hao.

Desde el evento ocurrido hace 500 años, donde las vidas de las mujeres que más amo desaparecieron, era el día donde la princesa Alice, culpo a Godou por lo sucedido en aquel día y se viera al Príncipe negro Alec como un héroe, cosa que enojó a las personas cercanas a Godou y más aún a su hermana jurada, quien obtuvo un gran odio hacia Alice.

- No, no me dirijo a ver a la princesa Alice, debido a ciertos asuntos, me ire durante un tiempo a una nueva ciudad, donde estudiare y veré de unos curiosos actos que pueden suceder - Dijo Godou a su hermana jurada con algo de miedo en caso de que no quisiera creerle.

- De acuerdo - Aceptó las palabras de su hermano menor con suma sencillez, cosa que sorprendió a Godou de su hermana jurada - Yo Luo Hao, iré contigo a esa ciudad y viviré contigo, si escucho una sola queja, entonces me forzare a hacer un berrinche, así que, qué me dices, hermanito - Pregunto Luo Hao con una dulce y bella sonrisa.

Godou palideció ante la amenaza de su hermana mayor, incluso él tuvo problemas deteniendo el 1ro, por lo cual solo existía una sola respuesta correcta.

- Hai Nee-san - Dijo Godou con bastante presión.

- Bien, entonces discípulo, puedes dejar mi maleta en este lugar y regresar a su trabajo, actualmente Godou y yo iremos solos - Informó Luo Hao a su aprendiz quien asintió y se retiró tras despedirse con el acto de un guerrero marcial, retirándose lentamente paro a una gran velocidad - Bueno, entonces vayamos al lugar donde viviremos, hermanito - Dijo Luo a Godou con una bella y suave sonrisa.

Godou como todo buen caballero, llevó la pesada maleta de la reina china, caminando hasta la estación de trenes para ir a Kouh, ignorando de gran manera a las 2 serpientes a sus espaldas.


*-*-*-*-*EN EL TREN RUMBO A KOUH*-*-*-*-*

En el tren indicado para ir al pueblo donde los eventos sucederán, sentados en 2 grupos, en una de las sillas estaba Godou y en su hombro durmiendo por el largo viaje, Luo Hao, quien en un inicio era algo torpe con la relación con Godou, pero siendo ella junto con Aisha y Annie, estuvieron todo el tiempo con Godou, poco a poco, se dio cuenta de que no quería perder a Godou, entonces se abrió más y más, hasta tener una relación tan profunda, como el mar mismo.

- Rey mió - Llamó la serpiente mayor quien estaba frente a Godou, quien al alzar su mirada miro a la diminuta belleza - Los eventos que están pasando en este instante, sin duda es algo que ha esperado... pero si puedo pedir algo sumamente egoísta - Dijo tímidamente la joven serpiente a Godou - Deseo que no muera en batalla y regrese vivo a nuestro lado - Pidió Asera a Godou.

- No deseo la muerte en realidad, si muero... ellas no dejaran de quejarse por no esperarlas en sus nuevas vidas, de reencontrar-las, de volver a conquistarlas, no moriré, yo no busco mi muerte, busco mi derrota, busco sentir la derrota absoluta... pero eso parece cada vez más y más lejano - Dijo Godou - Aunque hay cosas que quiero hacer... además, durante este tiempo... me he preguntado, qué se siente ser padre - Dijo Godou con una sonrisa.

Entonces la cara de la serpiente se volvió tan roja como el tomate, incluso, aun cuando estaba durmiendo, con una sonrisa, abrazó aún más fuerte a Godou, la poderosa reina, Luo Hao.

Katerea, quien estaba indiferente, no dijo nada, pero poco a poco, el rey trataba de que fuera más cercana y no fuera tan solitaria en ese viaje y ya que le pertenecía a él, pero eso era la paz en japón.


*-*-*-*-*EN INGLATERRA*-*-*-*-*

En un castillo gigante, oculto a muchas personas, donde vivía una de las personas más importantes del mundo mágico, quien nunca había tenido un solo fallo en ninguna de sus visiones, sentada en una silla, con sus ojos cerrados, con una piel pálida, como si el sol nunca la tocara, con un cabello rubio ondulado que llegaba al final de la espalda, sus ojos cerrados, con un divino y magistral rostro, que como su delgado y fino como a su vez, pareciendo que estaba aun en desarrollo, su infantil cuerpo, como el de una muñeca de tamaño real de una niña de no más 14 años, quien hablaba mientras mantenía los ojos cerrados.

- El oro que cubría al inmortal sol, con la oscura serpiente renacerá las llamas apagadas del indomable semental, la destrucción provocada por la madre tierra, será detenida por aquel que ha superado a todos los cielos, invicto y sin miedo, con sus fuertes manos, traerá consigo el inicio o el fin del mundo - Murmuró mientras observaba imágenes de la tierra siendo partido, de un caballo prendido en un abrasador y salvaje fuego, de seres reptiles muy poderosos y muchas cosas más, al final abrió levemente sus ojos, mostrando un bello color azul como el mismo cielo - Parece que te verás envuelto en muchos problemas, Godou - Dijo la joven niña mirando el cielo nocturno y sus estrellas.

- Mamá, mamá, tenemos una carta de papá - Llamó una infantil voz llena de mucha ilusión.

- Haces mucho ruido - Dijo otra voz, esta, un poco más grande, como la de una adolescente.

La joven muñeca, de nombre Alice, miro a las 2 personas que hablaron.

La 1ra un joven niño de no más 5 años, de un cabello negro corto peinado, de una tez blanca, nos ojos azules como el mar, su rostro era infantil y muy delicado, casi parecido al de una niña,usando un traje negro que le quedaba muy bien pase a su edad, ese niño era Nicolás Gascoigne, hijo de la princesa Alice y del Príncipe negro Alec o Alexander Gascoigne, el verdadero nombre del 5to Campione.

La adolescente de unos 16 años, tenía un bello y largo cabello rubio como el oro, que llegaba hasta la espalda, de una piel algo morena, no tan intenso, pero que lograba definir los bellos ojos marrones que portaba, su rostro era muy hermoso, como si hubiera sido tallada por los más hábiles artesanos, su voz que era como el sonido de la lluvia cayendo suavemente en las hojas, su cuerpo que estaba bien proporcionado, usando un vestido de una sola pieza de un color rojo, una obra de arte que no lograría ser vuelta a pintar o crearla nuevamente, ella era Sora, ella era hija de Alice, pero ella no usaba el apellido paterno, pues Alexander no era su padre y su madre nunca le dijo el nombre del hombre con quien la hicieron.

- De verdad, eso es bueno y qué dice la carta - Pregunto dulcemente al más pequeño de sus hijos.

- Que es posible que vuelva pronto - Dijo con gran alegría en su voz, ya que deseaba volver a jugar con su padre.

- Qué tontería - Dijo Sora con gran disgusto, molestando a Nicolás - Me voy a mi cuarto - Dijo sin oír una respuesta o algo.

Alice suspiró con tristeza, desde que su padre, el 1er hombre con quien estaba, se fue, la relación entre ella y su hija, habían empeorado y no ha podido cambiar eso.


*-*-*-*-*EN ALGUNA PARTE DEL MUNDO*-*-*-*-*

Oculta en la oscuridad, en un intento de acechar, una sombra vigilaba el movimiento de 3 personas que se habían reunido en un solo lugar, 3 personas que eran claro indicio de problemas para sus planes y más.

Esas 3 personas eran, 2 Campiones y un aprendiz de mago, mientras que la sombra, se dirigía a reportar esto con sus superiores.


Y con esto llegamos a un nuevo fic, aunque no el único, un Crossover de Campione y DxD, la cual llevo planeando desde hace mucho tiempo, pero como tengo una gran imaginación, es muy probable que no sea el único que cree.

La verdad, ya estoy creando otras versiones, todas y cada una de ellas diferentes entre sí.

Como pueden notar, la historia de Kusanagi Godou hace 500 años ha marcado algo en el mundo, por lo que la vida de Erika, Liliana, Ena, Yuri, Hikari y la 6ta, qui mantendré en secreto por ahora, han sido tomadas.

A su vez, a la hora de pensar sobre este fic, la personaje cuya finalidad fue hecha, será la relación de Godou con las serpientes y más con Leviathan y me imagino que muchos ya sabrán que personas se relacionara más con Godou verdad.

Sobre los sucesos de DxD, Issei será el dueño de la Boosted Gear y será parte de la nobleza de Rias, pero no por eso, la historia continuará como debe, ya diré que la historia cambiara y tanto Godou como Issei, tendrán su propio Harem, quienes están dentro, eso será un secreto.

Pero eso sí, no solo serán personajes de DxD y Campione, sino también de otros animes.

Y antes de que digan, lo sé, esa no es la usual actitud de Asera y se que ella murió cuando el Gran Sabio que Iguala al Cielo se la comió para reponer energías en la batalla contra los 3 Campiones, pero como esto es un fic, decidí cambiar esa parte.

Más adelante hablaré sobre que pasó hace 500 años y las relaciones que avanzaron entre Godou y las Campeonas, incluso con algunas mujeres que no he nombrado.

Sin más que decir...

Nos leemos luego...

Dejen un Review.