CAPITULO III. That girl is poison

- ¿A dónde te llevo? -

Mimi llevaba callada desde que la encontró, no había intentado nada, no se había movido, ni siquiera había sonreído, por algún motivo el rubio sentía que esto estaba peor de lo que el imaginaba, recordó la escena de hace algunos minutos, la chica llorando desconsoladamente, la voz de algún hombre en el teléfono gritándole groserías en inglés, ni siquiera sabía que la castaña sabía hablar inglés.

Permaneció callada, a pesar de la pregunta que el rubio había hecho, no sabía que decir, no sabía cómo había terminado en esta situación, quería bajarse de la moto y correr, no podía ir a su casa Yolei iba a hacer un escándalo y no cargaba con suficiente dinero en la cartera como para ir a un hotel, necesitaba escapar y pronto.

- ¿Mimi? - Comenzó a disminuir la velocidad y se acercó a una banqueta para esperar la respuesta de la castaña.

Sin previo aviso la chica bajó de la motocicleta.

- Me quedaré aquí - Su voz era apenas audible, esta no era la chica que había conocido antes

-¿Acaso sabes dónde te encuentras? - El tono de su voz había sonado más severo de lo que él hubiera deseado, nunca había sido bueno para sobrellevar estas situaciones.

La castaña se encogió en su lugar, subió su mirada hacia la de él, no sabiendo que responder, no sabiendo que hacer, comenzó a jugar nerviosa con la orilla del suéter del rubio, hasta que decidió quitárselo, cuando estaba por sacárselo de la cabeza Matt la detuvo, no entendía a la castaña.

- ¿Qué haces? - Tomó el suéter a medio sacar y volvió a ponérselo - No puedes quedarte aquí, es peligroso y no puedes quitarte el suéter, es muy tarde y esta frío. -

-No puedo ir a casa - Soltó con un hilo de voz.

¿Por qué no podía calmarse y actuar de manera sensata? Comenzó a temblar, un ataque de nervios se acercaba, pensaba que todo esto estaba en el pasado, pero no, aquí estaba, con un chico que apenas conocía actuando de manera irracional, ¿Qué iba a pensar de ella?, ¿Cómo iba a verlo en la escuela de ahora en adelante? Sintió algo frio recorrer su rostro, estaba llorando, no podía detenerse, las lágrimas habían decidido salir sin su permiso y rodaban libremente por sus mejillas, sin importar cuanta vergüenza sintiera.

- Calma - Habló sereno. Ni siquiera quería voltear a verlo.

Mucha fue su sorpresa al sentir los brazos fuertes del chico rodeándola, también lo era para él, había actuado de manera instintiva, verla tan mal producía un desagradable efecto en él y sólo quería ser de ayuda, quería calmarla, lo primero que pensó fue en abrazarla y su cerebro no le dio tiempo de procesarlo, simplemente envío la orden y lo hizo. Alzo su cabeza para encontrar ojos azules intensos sobre ella. Por algún motivo desconocido, logro moderar su respiración y su llanto. La soltó lentamente sin dejar de observarla, como temiendo que si desviara su mirada, la persona que tenía enfrente iba a derrumbarse.

- ¿Quieres ir a mi casa? -

- Si -

ooo

Taichi estaba en la cocina buscando algo que comer, había bebido demasiado, ocupaba algo grasoso como una pizza o un hot dog, pero no había nada en esa casa, ¿Por qué nunca iban al mandado?, iba ya en dirección a su cuarto cuando escucho la puerta de la entrada.

- Venías en una tortuga o ¿Qué te hizo demorar tanto, Mattie? - Dejo de lado su tono burlesco cuando vió entrar al rubio con una castaña en su brazo, normalmente su sonrisa se hubiera ensanchado y no hubiera desaprovechado la oportunidad de hacer una broma, pero incluso Tai sabía cuándo algo estaba mal. - ¿Pasó algo? - Posó su mirada en la chica haciendo un rápido escaneo, se veía terrible, ojos rojos e inflamados, pálida, su mirada no tenía el brillo habitual, era más que obvio que había llorado.

- Todo está bajo control - El rubio hizo un ademán con su cabeza indicándole que no era el momento de hablar, la castaña le brindó una débil sonrisa y dejó que su guía la llevara hasta la habitación. Taichi decidió que en otro momento haría las preguntas e hizo como ellos.

Quitó rápidamente algunas prendas que reposaban en su cama, además de algunos objetos que impedían a la castaña recostarse.

- Gracias por esto Yamato -

- Acaso ¿Hay alguien molestándote? - Su semblante se tornó sumamente serio. No quería ser tan directo, pero lo que vio hace rato no le había gustado en absoluto, pensó como se sentiría si en lugar de Mimi fuera Sora a la que alguien acosara de esa manera, no podía dejar que eso le ocurriera a alguien, al menos no sin intentar ayudar.

- No tienes que preocuparte por eso, sobre reaccioné - Mintió

- No lo parecía -

- Escucha, sé que todo se ve muy mal, pero no es lo que piensas, Michael... - hizo una pequeña pausa y desvió la mirada - es mi ex novio, todo lo que presenciaste no fue más que una vergonzosa escena, digamos que no me ha superado y yo estoy un poco más alcoholizada de lo normal - fingió una sonrisa - Es todo, no hay de qué preocuparse - Sonrió más ampliamente aún.

Yamato no respondió nada, la historia que la castaña le decía era bastante convincente, sabía que ese tipo de cosas sucedían muy seguido, aun así tenía una mala sensación. Sin embargo no era nadie para meterse en la privacidad de la castaña y su sonrisa parecía genuina.

- Cambia esa cara - Su tono de voz cambio al habitual - No es la más atractiva que tienes -

La expresión del ojiazul cambió rápidamente, bueno, esa sí parecía ser la chica que había conocido hacía algunas semanas.

- No sabía que te parecía atractivo - Contestó arrogante, sabiendo perfectamente que lo era.

Se levantó de la cama y se acercó al rubio, este permanecía estático en la silla de su escritorio.

- ¿Quién dijo que eras atractivo? - aproximó su rostro al del rubio sin obtener reacción alguna de él, cuando ella se acercó aún más haciendo que sus narices rozaran, el intentó besarla, pero ella retrocedió riendo.

- ¿No lo soy? - No había rastro de humildad en su pregunta, él sabía que ella lo consideraba atractivo, pero quería escucharlo de su voz.

- Deberías darme algo con que dormir, no creerás que voy a dormir cómoda con esto, ¿verdad? - Se paró derecha estirando su falda para hacer énfasis en lo que decía, el rubio rió volteando hacía otro lado, ella no iba a decirle lo que quería escuchar, decidió no continuar con el tema.

- ¿Te sirve esto? - Extendió una camiseta grande que sacó de un cajón, tenía la palabra "Metallica" impresa en el frente, era de su pila de playeras que ya nunca utilizaba pero guardaba para dormir o estar en su casa.

- Perfecta - La tomó y le regaló una gran sonrisa. Le devolvió media sonrisa y se devolvió a su cajón para buscar algún short o pantalón deportivo que prestarle - No te preocupes, con esto será suficiente, gracias. - Se puso de espalda al rubio y se quitó su propia camiseta.

El joven la observo en silencio y sintió el deseo subir por su columna, eso sí que no lo esperaba, ¿Pretendía desnudarse frente a él y que se mantuviera quieto en donde se encontraba?, agitó su cabeza como si con eso ahuyentara los pensamientos que estaban invadiendo su mente. Mimi se vistió con su prenda, le quedaba bastante floja y por encima de la mitad de los muslos, cualquier movimiento en falso y su ropa interior quedaba al descubierto, mala idea, esto se iba a salir de control, pero a la chica parecía no importarle.

Y no era que a Matt le pareciera una mala idea, por el contrario, es sólo que aún tenía en la cabeza la escena de hace unos momentos y no estaba seguro como debía reaccionar. Lanzó una mirada fugaz a la chica que se encontraba agachándose para tomar su ropa y doblarla. Desde la posición que él estaba podía ver a la perfección como su ahora gloriosa playera de Metallica se subía por los muslos de la castaña, dejando ver su perfecta ropa interior negra y no sólo eso.

- No había notado eso - La castaña volteó confundida por unos segundos, entonces se puso de pie y se acercó a él.

- Bueno, nunca habías llegado tan lejos, ¿O sí? - Le brindó un gesto que el considero de lo más sensual. - ¿Te gusta? - Se acercó de nuevo a él y levantó un extremo de la camiseta dejando al descubierto toda su cadera y parte de su abdomen.

Era un tatuaje relativamente grande, se encontraba ubicado en un costado de su cadera, desde el hueso de la pelvis hasta unos centímetros antes de donde comienzan los muslos. Se trataba de una flor de cinco pétalos rosas con el centro de color amarillo, de éste surgían algunos pistilos pero uno en especial era más grande que los demás y terminaba en una espiral.

- Nunca había visto una flor así - Mordió su labio, estaba intentando con todas sus fuerzas comportarse y no irse encima de ella. - ¿Realmente existe? - preguntó sintiendo algo de nerviosismo por la cercanía de la joven.

- No, en realidad la soñé cuando era niña - Sus ojos azules se mostraron confundidos con lo que la chica acababa de comentarle - Si, suena extraño, pero cuando niña, tenía un sueño recurrente, donde viajaba a un mundo diferente al nuestro, ahí me encontraba con ella, era una especie de monstruo, en fin, era sólo un sueño pero me daba sensación de paz y seguridad cada vez que despertaba - Soltó la camiseta que cayó con gracia por su cuerpo, por un momento Matt deseó haber observado con más atención mientras tuvo la oportunidad.

- Me parece algo interesante - La joven castaña rodo los ojos - ¿Qué más sorpresas tienes para mi Tachikawa? - El joven la veía intensamente, sus ojos turbulentos el deseo se asomaba por ellos. La veía como cuando un lobo observa su presa.

- Podría preguntarte lo mismo - Dirigió la mirada a su antebrazo - Tengo algo con los chicos tatuados, ¿Sabías? - Estiró su mano para rozar con sus dedos el tatuaje del rubio - ¿Tienes más? -

- Unos pocos - media sonrisa adornó su rostro - ¿Quieres buscarlos? -

- Esa propuesta me agrada - Se acercó un poco al rostro del chico, examinándolo con detenimiento por primera vez.

Nariz recta, sus labios eran lo que ella consideraba perfectos, no eran gruesos, tampoco eran delgados, su mandíbula fuerte y sus ojos intensos, no habría una palabra que los describiera mejor, a pesar de ser una persona muy reservada no podía ocultar sus emociones, jamás comprendió cuando las personas decían que los ojos eran el reflejo del alma, pero era porque nunca conoció ojos así, tan expresivos, su mirada podía perforarla, sin duda existían pocas personas con tanto atractivo como el que Yamato Ishida poseía, aunque jamás admitiría eso frente a él, había corrido con suerte.

Él era su tipo y quizás era por eso que no quería dejarlo ir tan pronto, no volvería a encontrar a alguien tan perfecto en mucho tiempo, creía que él tenía lo que se necesitaba para satisfacerla y planeaba sacarle todo el provecho que pudiera.

Se desplazó hacía el sin pensarlo y lo besó, el chico no dudó en corresponderle, puso su mano en la nuca de la castaña, profundizando el gesto, la joven dio un mordisco lento en su labio inferior y se separó de él, quién protestó con un gruñido, sentía su libido explotar.

- Aunque me encantaría quitarte toda la ropa y tirarte en tu cama, no puedo, no esta noche. - Contempló de nuevo sus ojos azules con un toque de confusión en ellos - Es demasiado tarde, tengo clases mañana y tú también. -

- Que importa - Intentó besarla de nuevo, ella retrocedió.

- Me importan mis clases, ¿De acuerdo? - Sonrió burlona

El rubio rodo los ojos y dejo salir un sonido de inconformidad - Que nerd - Paso por su lado y le sonrió burlonamente - ¿Te molesta si duermo aquí? - señaló su cama

- Estamos en tu habitación- Le pareció como si hablará a propósito de esa manera tan sugerente - La pregunta es si a ti te molesta que yo duerma aquí, aunque a juzgar por tu comportamiento no lo creo - de nuevo ese tono.

- Entonces, creo que ya lo sabes - Le dio una palmada a la cama, mostrándole que no tenía problema alguno con eso.

Se acostó dándole la espalda al rubio en posición fetal. El chico mantuvo su mirada sobre ella por unos instantes, su playera se resbalaba hasta su pequeña cintura que contrastaba de una manera impresionante con sus caderas, no podía creer que la tenía en su cuarto, había fantaseado anteriormente con esto, pero no era así como lo imaginaba.

- ¿Acaso lo haces a propósito? -

- No sé de qué hablas - Volteó su cuerpo para quedar frente a frente con el rubio, le encantaba aparentar inocencia.

- Claro que lo sabes - Intensos ojos azules la observaban con detenimiento - Esto te encanta, ¿Verdad? -

- No tiene caso mentir - Le guiñó un ojo

Desvió su vista, paso por cada parte visible de su cuerpo hasta llegar a su cadera. - Realmente me agrada ese tatuaje - Estiró su mano hasta alcanzar su cadera, acariciando su piel, bajando a su muslo que estrujo con deseo. Mimi se arqueo levemente.

- Es hora de dormir chico malo, hasta mañana - Dicho esto quito la mano del rubio de su pierna y se dio la vuelta de nuevo.

ooo

Había tenido la peor noche del mundo, no había logrado dormir ni un minuto, ¿Cómo podía hacerlo? Toda la noche estuvo soportando la tentación de voltear y actuar como bestia con la chica que tenía en su costado, bastaba con verla de reojo y apreciar su figura, su ropa interior negra y su tatuaje para volver loco a su "amiguito" ahí abajo, ahora por su culpa tenía las ojeras más grandes que había visto en meses y podía apostar que no había estado así de desesperado en mucho tiempo. En cuanto la chica se fue, entro a la ducha y abrió la llave de agua helada, la abstinencia lo estaba matando, podría ir con cualquier otra chica pero, ¿Por qué no lo hacía? Sacudió su cabeza, no era bueno pensar en esos temas tan temprano. Sólo sabía que esa chica iba a acabar con él.

Rodó los ojos cuando escuchó el sonido de la puerta azotando en el mismo cuarto.

- ¿Me puedes decir qué demonios pasó anoche? - Era Tai.

- ¿Me podrías decir por qué nunca tocas la puerta? Deberías saber que no es lo más agradable del mundo estar desnudo en el mismo cuarto que tú -

- Deja de llorar - Habló el moreno mientras se acomodaba en la taza del baño - Y no evadas mi pregunta, ¿Qué pasó anoche? -

Soltó el aire resignado, Tai no respetaba la privacidad de nadie y no se iría - No lo sé, Tai - Contestó confundido, Tai frunció el ceño - Estábamos ocupados - inventó para evitar mencionar que todo el asunto sucedió mientras estaban encerrados en un baño - Su celular comenzó a sonar, lo tomó, salió corriendo, salí a buscarla y ya no estaba. -

- ¿Sólo así? -

- Sólo así - La preocupación marcada en la voz de ambos - Sin embargo - Taichi esperó curioso - Cuando vio el nombre de quien le marcaba su expresión cambio completamente a una de miedo, cuando decidí irme la encontré en un parque, en muy mal estado y la traje a casa, dijo que no podía ir a la suya - Cerró la llave de la regadera y sacó su mano para buscar la toalla que su amigo ya se encontraba extendiéndole. Rodó los ojos de nuevo resignado.

- ¿Deberíamos hablar con ella? -

- No lo sé, dijo que sólo era un malentendido - Se enrolló la toalla en la cintura y salió de la regadera.

- No se veía como un malentendido - volteó a ver al rubio con marcada preocupación en el rostro.

- Lo sé - Devolvió la mirada - Pero a penas la conocemos, no podemos obligarla a que nos diga si algo está pasando realmente -

- Tal vez tengas razón - Contestó Tai mientras el rubio abría la puerta del baño para irse a su cuarto.

- ¿Qué significa esto? -

Sora acababa de entrar al departamento con bolsas del súper en sus manos y casi tira todo al piso cuando vio a un desnudo Matt salir del baño seguido por Tai.

- ¿Sora? - Yamato abrió sus ojos con sorpresa para después voltear en dirección contraria, el color rojo apoderándose de su rostro.

Taichi solo atinó a reír a carcajadas e intentó pasar un brazo por los hombros del rubio, el chico lo detuvo antes y le dedicó una mirada bastante molesta. Sora soltó una levé risa, a Taichi no le importaba nada.

- No sabía que tenían esa clase de...- Hizo una mueca algo extraña - costumbres - volteó a ver con risa al rubio. Taichi explotó en risas aún más, el rubio era una persona excesivamente fácil de molestar. Sólo escucharon la puerta de su cuarto azotarse y voltearon a verse serios para después reventar en risas de nuevo.

- Fui a comprar cosas para hacer waffles, ¿Quieres? - La pelirroja levantó las bolsas.

- ¡Eres la mejor Sora! - El moreno tomó los ingredientes y caminaron hacía la cocina.

ooo

Había perdido la mitad de sus clases, pero tenía que volver a su casa a cambiarse, Yamato se había ofrecido a llevarla pero logró zafarse diciendo que tenía algunas cosas que hacer antes de llegar. A pesar de haber explicado la situación, sabía que en el fondo no había terminado de convencerlo, y eso era lo último que Mimi quería, nadie tenía por qué preocuparse con los problemas que eran exclusivamente suyos, era obvio que el rubio no había creído ni media palabra de lo que le dijo, sin embargo ella no dejo de comportarse como si no tuviera importancia, obtuvo algunas miradas de incredulidad por parte de Yamato e incluso de Taichi, pero logró salir de ahí sin tener que explicar nada, después pensaría alguna manera de compensar al chico por lo que hizo por ella, después de todo ella quería que todo volviera a la normalidad pronto, a pesar de haber actuado normal la noche anterior, aún no se sentía del todo bien.

También sentía un poco de culpabilidad por haber dejado al chico con las ganas, no es como que no lo hubiera hecho antes pero era diferente en esa ocasión, todo era perfecto hasta que Michael llamó, incluso después tuvo la oportunidad de estar en su habitación y la desperdició por completo sólo porque no podía sacarse de la cabeza la estúpida llamada.

Tomó el resto de sus clases como debía, este día no le tocaba la clase de tronco común que era donde compartía asiento con el rubio. Ahora que lo pensaba no tenía idea de cómo localizarlo, solo tenían esa clase en común, en realidad no sabía de qué carrera era, no sabía que le gustaba hacer, realmente era un desconocido, sólo se veían por medio de las fiestas, aunque ahora sabía dónde vivía, tal vez mas tarde pasaría por su casa a devolver la playera que se llevó cuando se fue.

Iba caminando por el campus en dirección a la parada de autobuses, los entrenamientos de las porristas comenzarían hasta la próxima semana así como el resto de los deportes así que, no tenía mucho que hacer. Esperó alrededor de 15 minutos por el camión cuando un carro negro se acercó a la acera donde estaba, llevaba los vidrios abajo, ¡Era Tai!

- Sube, te debo un raite - Asomó la cabeza por la ventana, riendo como solía hacerlo, siempre con un toque sensual. La chica rió y no lo pensó dos veces, se subió al asiento del copiloto.

- Vaya, que suerte tengo, ¿Cuántas veces alguien tan sexy te ofrece un aventón? - El castaño rió seductor

- Mira nada más, te llevaste un rubio a la cama la noche pasada y ahora estas intentando seducir a un castaño - Bromeo

- Claro, si con llevar a la cama te refieres a realmente solo dormir en ella - Rodó los ojos, no estaba muy orgullosa de lo que pasó anoche.

- ¿Quieres un helado? - El cambio de conversación súbito le pareció algo extraño, pero como no tenía nada mejor que hacer aceptó.

Después de manejar por algunos minutos llegaron a un parque cercano donde compraron helados y se sentaron en una de las mesas a charlar. Comenzó a sospechar el motivo de la invitación después de haber desviado unas tres veces el tema de la conversación, era obvio que Taichi quería hablar de lo que sucedió anoche.

- Ya basta - La voz de Tai se tornó en una más seria - Deja de evadir el tema, no quiero atacarte, sólo quiero saber si estás bien.

- ¿Por qué no habría de estarlo? - Se hizo la desentendida. Taichi soltó un bufido.

- Mira, yo sé que apenas te conozco, pero hay algo de ti que me agrada, no sé cómo describirlo sin parecer un acosador pero estoy algo preocupado por ti. Yamato me comentó lo sucedido anoche, sé que eres nueva aquí, he escuchado que vienes de los Estados Unidos - Mimi bajo la mirada, realmente no quería involucrar a nadie en este asunto

-Taichi no hay de qué preocuparse, mira... -

- Déjame terminar - Tomó la cara de la chica por la barbilla, para hacerla voltear a sus ojos. - No importa si no te conozco lo suficiente, estoy dispuesto a ayudar a cualquier persona que esté en dificultades, puedes hablarme de lo que sea, no estoy en posición de juzgar. -

Mimi se encontraba un poco asombrada, Taichi era realmente una buena persona, no entendía el porqué de su amabilidad, si ella era una completa extraña para él, pero por alguna razón, se sentía cómoda, si había alguna clase de malicia en su comportamiento, realmente ella no podía percibirlo, sin embargo no podía simplemente hablar de sus problemas con un extraño.

- Gracias Taichi - Levantó la mirada y le sonrió sinceramente, el chico se descoloco por un segundo, nunca había visto a la castaña sonreír sin intentar seducir a alguien, realmente tenía una bella sonrisa. - Eres una gran persona, pero de verdad, no tienes que preocuparte por esto. - Tomó la grande mano del moreno que se encontraba aun en su rostro y el tomo en sus manos. - Estoy bien, es solo un ex novio, que sigue molestándome, no es gran cosa, todo fue culpa del alcohol - Le habló suavemente intentando convencerlo de que nada malo ocurría

Taichi nunca se imaginó que ella específicamente podía ser tan dulce, sintió como algo dentro de él se derretía, no estaba seguro del porqué, pero quería proteger a esta chica.

- Si necesitas algo, sabes donde vivo -

-Si -

Terminaron su helado hablando de cualquier tema y la llevó a su casa.

ooo

Era viernes, habían pasado dos semanas y media desde el día que la castaña había dormido en su habitación, todo había transcurrido de manera normal a excepción de algo, la chica estaba ignorándolo por completo, 18 días exactamente, pero ¿Quién cuenta? No sólo decidió ignorarlo, además, decidió volverlo loco, tenían clase juntos 3 días a la semana y además solía verla en las prácticas de las porristas cuando acompañaba a Tai mientras entrenaba. Cada vez que la veía, ella estaba con un chico diferente, hablando de una manera muy conocida para él. Todo frente a él, no era su imaginación, ella lo hacía a propósito.

Cuando estaban en clases hablaban muy poco y cuando salía la chica siempre encontraba algún chico con el cual hablar, luego volteaba a verlo y se reía. Pensando que era otro de sus juegos el rubio intentó acercarse a ella la siguiente clase, sin embargo ella lo evadió por completo y repitió el proceso. En algún punto el rubio comenzó a molestarse cuando la veía con alguien, así que ya no intentó nada de nuevo, aun así no podía dejar de verla. No entendía de dónde provenía la molestia, pero no le dio muchas vueltas al tema, se lo adjudicó a que nunca pudieron terminar lo que él quería, aún fantaseaba con eso y le molestaba pensar que quizás la chica no sentía el mismo deseo, definitivamente era un golpe fuerte para su ego.

En estos momentos se encontraba en las bancas del campo de soccer, esperando a que Tai terminara de entrenar y ahí estaba ella, radiante como siempre, sonriendo como siempre, hablando con todas las personas excepto con él, como siempre. Estaba esperando a ver que chico se le acercaría en esta ocasión, se sentía bastante tonto observándola pero no podía evitarlo. Si, ahí estaba, rodo los ojos con molestia, ¿Es que no podía escapársele ni un sólo día?

Del otro lado del campo se encontraba Mimi, hablando animadamente con uno de los compañeros de equipo de Tai, se notaba a leguas que el chico buscaba algo más que una simple conversación, lo peor de todo, según el rubio era que la castaña no parecía negarse a nada, ¿Cómo podía hacer eso? Aunque si lo pensaba bien, hace dos semanas era el quién estaba en esa posición, soltó un sonoro bufido con enfado y volteo su cara en cualquier dirección que no fuera la castaña, para su mala suerte Tai venía hacía el con una gran sonrisa burlona cubriendo su rostro.

- Podrías ser más disimulado -

- ¿Terminaste? -

- Deberías hablar con ella - volteó a ver a Mimi - Claro, si tiene tiempo para ti - comentó a sabiendas de que el rubio se molestaría.

- ¿Quién quiere hablar con ella? - soltó molesto

- Supongo que el rubio que no dejo de acosarla durante toda la práctica -

- ¡Yo no estaba acosándola! - Respondió un poco más alterado de lo que hubiera querido.

- Si tú lo dices - Burlándose de nuevo - ¿Sólo la veías con intensidad? -

- No estoy de humor para esto -

- Si fuera Mimi estarías de humor - El rubio quiso asesinarlo con la mirada, cuando se lo proponía Taichi podría ser muy molesto.

- No es como piensas, sólo está extraña -

- Pues a mí no me parece - Voltearon en su dirección - ¿Ves? Todo normal - La chica estaba muy cerca del amigo de Tai, parecía que en cualquier momento se besarían - Eso es lo que hace todo el tiempo, ¿o no? - Yamato no respondió - Más bien, creo que te molesta que no seas tú el que está allá con ella -

- Basta Tai, no me importa lo que haga o deje de hacer, no me importa si es conmigo o con cualquiera, te lo dije antes, solo quería una noche con ella - contestó ya bastante agitado.

- Entonces, ¿El problema es que no la tuviste? - rió burlón - O que esta normal con todos menos contigo, digo, a mí me ha hablado a la perfección ¿Quieres ver? -

- ¡¿Que?! Tai no, espera...- Pero el moreno ni siquiera dejó que terminara de hablar, giró su cuerpo y saludó a Mimi con entusiasmo, la chica volteó a verlo y sonrió ampliamente, se separó del chico con el que estaba y comenzó a caminar en su dirección.

- Voy a matarte, lo juro no sobrevivirás para mañana - Susurro con odio cosa que solo hizo reír al castaño, le encantaba hacer enojar a Matt.

- Me agradeces en la casa - Le guiñó un ojo, el rubio quiso contestarle pero la castaña ya estaba demasiado cerca.

- Hola chicos - Saludo jovial - ¿Sucede algo Yamato? - Volteo a verlo fijamente y sonrió con burla, el castaño no pudo reprimir la pequeña sonrisa burlona que salía de su rostro.

- No, ¿Por qué lo dices? -

- Por nada, te ves un poco agitado -

- Bueno, pues no lo estoy - rodo los ojos - Y si no te molesta, estábamos a punto de irnos, Taichi ¿Estás listo? -

- Lo siento Yama, aún debo ir por mis cosas - Contestó apuntando a la otra punta del campo donde estaban los casilleros - No tardo - Le guiño un ojo antes de comenzar a correr.

Un silencio incomodo se formó entre ellos, iba a matar a Taichi, lo último que quería era estar ahí con ella, después de su desaparición y estarla viendo con todos los chicos. Si Tai no se apresuraba no sabía cuánto podía soportar siendo una persona cordial.

- Ya no he visto a Sora por aquí - Comentó Mimi

- Ha estado ocupada con sus prácticas de tenis - contestó desinteresado

- No sabía que jugaba - le respondió emocionada, el chico rodo los ojos, era suficiente.

- Basta de eso -

- ¿De qué? - Fingió demencia

- Eso no funciona Mimi, no conmigo - La veía fijamente - ¿Por qué has estado evadiéndome? -

Le sostuvo la mirada por algunos segundos considerando las posibilidades, pensando cuál de todas las respuestas que tenía para darle sería la indicada, no podía decirle que seguía afectada por lo de Michael.

- No he lavado tu camiseta - sonrió

- Es suficiente - Se levantó molesto de las gradas, no iba a quedarse a ver como se burlaba de el en sus narices.

- No - Lo tomo del antebrazo - Lo siento - El rubio detuvo su andar y volteo a verla, esperando que dijera algo, pero no lo hacía.

- Olvídalo Mimi, no tiene importancia -

- ¿Estás enojado? -

- No -

- ¿Voy a tener que quitarte lo enojado como la última vez? - Rió mientras jugaba con un mechón de su cabello.

- De verdad - Esta vez suavizo su mirada - No estoy molesto, solo fue algo repentino que dejaras de hablarme. -

- No fue a propósito, solo he estado distraída -

- Mira, si ya no querías seguir... mmm - Dudo un poco antes de continuar, ¿Cómo podía describirse a lo que hacían? - Haciendo lo que sea que hacíamos - rodo los ojos - Podrías haberlo dicho y sólo seguir hablando normal -

- No - Lo interrumpió - Realmente no es eso, confía en mi ¿Si? - Se acercó a su oído, ya era momento de dejar lo de Michael atrás - Esto no ha terminado - susurró con el mismo tono que solía utilizar y su piel se puso de punta. - A menos que tú ya no quieras nada -

- Acaso ¿Quieres volverme loco? - La chica volteó a verlo divertida

- No tiene caso negarlo -

Yamato suavizó su mirada y la observó fijamente, ¿A quién quería engañar?, esa chica ya lo había vuelto loco y sólo quería cumplir su meta. Se acercó cautelosamente a ella, no iba a soportar si era rechazado después de haberse tragado su orgullo.

- Tienes razón, no tiene caso negarlo - Cortó toda la distancia entre ellos y comenzó a besarla ferozmente, fuck, sólo el cielo sabía cuánto había ansiado besarla de nuevo.


Hola a todos los que me leen! Primero que nada quiero desearles un feliz año nuevo y espero que hayan pasado una navidad muy muy feliz, que este año se superen en todos los aspectos y sean muy felices 3

Me tarde un poco en subir este capítulo, tarde un poco escribiéndolo ya que era importante que los detalles quedaran bien establecidos para lo que se viene en el futuro, pero bueno, aquí lo tienen y espero que les siga gustando tanto como a mi me esta gustando escribir esta historia.

Muchisimas gracias a todos los que me leen, aunque no dejen review se que algunas personitas por ahi me leen y espero que les agrade lo que hago y por supuesto muchísimas gracias a todos los que han dejado Reviews, son muy importantes para mi, me animan a seguir y al menos asi estoy segura si a alguien le gusta o no esto c:

Para los que dejaron REVIEW SIN CUENTA:

Taishou: Me da mucho gusto que te haya gustado este capítulo, la verdad tenía un poco de miedo de subirlo, pensé que no iban a darle una oportunidad por ver a Mimi de esa manera, se que no es la forma en la que estamos acostumbrados a verla, pero quería hacer algo un poco diferente, no quería que todo fuera color de rosa como siempre, que bueno que le diste una oportunidad a mi ff y espero que te siga gustando!, mil besos y abrazos, espero que te guste este capítulo también 3

Sarah: Yo lo se, a todos les cuesta ver a Mimi de esa manera, pero esperen un poco todo tiene su razón de ser, además me parece divertido escribirla así, espero que ustedes lo disfruten también, besos y abrazos 3

Lyca: Holaaaaa, mil gracias por seguir leyendome y volver a dejarme un review, que bueno que ames a Matt, yo también estoy amando escribirlo, no te preocupes, no se quedaran asi las cosas, la historia se desarrollara pero todo a su tiempo, hay que ser pacientes, perdon por no actualizar tan pronto como me hubiera gustado pero al menos aqui estoy intentando cumplir un poco, espero que te guste este capítulo y dejes otro review con tu opinión, espero saber de ti pronto mil gracias 3