Capítulo 13.- Monstruos.


Parte 3.- Duelo de cazadores.


(En el capítulo anterior de Miraculous Spider-Man)


- ¡Esa cosa se llevó a mi sobrino! ¡Por favor, ayúdeme! - Gritó May Parker.

- Descuide, señora Parker, le ayudaremos a rescatar a Peter. - Respondió Virginia Potts.


- ¡Si lastimas a mi hijo, te arrepentirás de haber existido! - Rugió Hawk Moth. - Vuela, mi pequeño akuma y encuentra a alguien que me ayude a salvar a Adrien.


- Enviaré a Ojo de Halcón a que les lleve el antídoto a Spider-Man y sus amigos. Sólo espero que llegue antes de que su mutación sea irreversible. - Dijo Iron Man.


- ¡¿Quién crees que eres?! - Demandó Morbius.

- Soy Black Cat. - Dijo una chica de cabello rubio casi blanco.


- Llámame Blade. - Dijo un hombre de piel oscura con un atuendo de piel negra.


- Bien, capturaré al raro sin matarlo, entren a la camioneta, esto se va a poner feo... - Dijo un hombre que vestía un chaleco antibalas negro con un cráneo pintado.


Spider-Man, Ladybug y Chat Noir sintieron que el dolor regresó a sus cuerpos, haciéndolos caer sobre el techo de la Garde du Nord, el cual estalló momentos después y los hizo caer dentro de la estación.


Los héroes de París se retorcieron en el suelo y gritaron de dolor mientras sus cuerpos mutaban de forma monstruosa.


Punisher, Blade, Black Cat, American Son y el grupo que estaba buscando a los adolescentes perdidos miraban con horror a tres monstruosas criaturas, las cuales rugieron y los miraban con ira, mientras un duendecillo y un akuma se acercaban a la camioneta de Punisher.


(De vuelta en el presente)


Clint Barton, mejor conocido como Ojo de Halcón, se hallaba sobrevolando la ciudad de París en su ya conocida motoneta voladora, tratando de buscar rastro del trepamuros que lo fastidiaba y de sus amigos, pues según los datos de Stark, lo más probable era que ahora fueran monstruos o algo así, y si algo o alguien llegaba a siquiera lastimarlos antes que él les disparara el antídoto que T'Challa, Richards y Stark habían hecho, jamás volvería a tener un momento de paz gracias a sus compañeros Vengadores, quienes nunca se lo perdonarían.

Y para ser sinceros, ni él mismo se perdonaría que algo malo le pasara al niño o a sus coloridos amigos.

Él no quería admitirlo, pero a pesar de que no le agradaba el chico, sí se preocupaba por él. Después de todo, su historia le recordaba un poco a la suya: Ambos habían iniciado como delincuentes, él como parte de un circo itinerante de ladrones y el chico robando un cajero automático; cuando comenzaron sus carreras heróicas, a ambos los confundieron con criminales, y ambos tenían un muy pequeño grupo de personas que los admiraban mientras el resto los despreciaba, aunque por razones distintas. Mientras a él lo despreciaban porque creían que era un completo inútil en un equipo con un súpersoldado, un dios, un genio con una mortífera armadura, dos personas que podían cambiar su tamaño a voluntad, un súper robot y una masa de músculos casi imparable; al niño lo despreciaban básicamente porque un neurótico con bigote argumentaba de forma bastante estúpida que era una amenaza para la ciudad, y la gente de alguna forma le creía sin dudarlo.

Y mientras seguía sobrevolando la ciudad, él esperaba que los amigos de la araña que no estaban infectados se mantuvieran al margen, ya que sería difícil cuidar a tres adolescentes, por lo que él no podría cuidar ni a uno más, en especial teniendo en cuenta al tal Michael Morbius.

En ese momento, el arquero de los Vengadores escuchó un estruendo, el cual lo hizo girar y ver una nube de polvo levantándose sobre la Garde du Nord.

- "¿Por qué presiento que allá es donde está el trepamuros?" - Se preguntó Ojo de Halcón.

El Vengador giró su moto voladora y se dirigió velozmente a la Garde du Nord, esperando que el chico no estuviera en muchos problemas.


(Entre tanto)


Dentro de un paisaje mental, encontramos tres figuras discutiendo airadamente sobre la actual situación de Spider-Man, Ladybug y Chat Noir, o al menos el anciano de la camisa roja y el hombre de la capa roja lo hacían, pues la anciana del vestido negro-rojizo simplemente los veía con una expresión estoica.

- Esto está terriblemente mal, Madame Web. - Dijo el Maestro Fu desesperadamente. - Ya no podemos esperar más.

- Por primera vez concuerdo con Fu, tenemos que darles los Miraculous a la señorita Césaire, la señorita Bourgeois y al señor Lahiffe. - Añadió el Doctor Strange.

- Como ya les he dicho, no será necesario hacer eso aún, todo está procediendo como lo he visto cientos de veces. - Explicó Madame Web. - Darles los Miraculous a los chicos sólo los pondrá en peligro, además, ya he expresado mi opinión acerca de darle la Peineta de la Abeja a la señorita Bourgeois, hay una candidata mucho más calificada para el poder que le entregaremos.

- ¡No importa a quién se la demos, tenemos que entregar los Miraculous antes que algo malo les pase a los chicos!

- Cálmate, joven Strange, como ya te dije, todo está saliendo como debe.

- No entiendo su tranquilidad con toda esta situación, Madame Web, usted más que nadie debería estar preocupada por el joven Parker. - Dijo el Maestro Fu, completamente atónito.

- Se equivoca, Maestro Fu, yo no estoy nada tranquila pues puedo ver que Peter, Marinette y Adrien están en peligro. - Dijo Madame Web en un tono más serio. - Pero también veo que hay altas probabilidades de que todo salga bien, todo gracias a Mary Jane Watson.

- ¿O sea que ella arreglará todo aún sin tener poderes? Encuentro eso difícil de creer, Webb. - Soltó Strange.

- Encuéntralo difícil de creer todo lo que quieras, Strange, las cosas no cambiarán, los Miraculous no deben ser entregados esta noche. En caso contrario, todos ellos estarán bajo grave peligro ante el Duende Verde.

- Ya están en grave peligro, con la aparición de Blade y el Punisher.

En ese momento, la expresión calmada de Madame Web se vió reemplazada por una de sorpresa y preocupación.

- Bien... eso sí es preocupante. - Dijo Madame Web mientras ponía una mano sobre su sien. - Tengo que consultar la Telaraña de la Vida y el Destino, esto nunca lo preví.

- ¡Qué consultar la Telaraña ni qué nada! ¡Si debo entregarle los Miraculous a los otros chicos en persona, lo haré! - Dijo Strange.

- ¡Strange! ¡Hasta ahora he sido demasiado paciente contigo porque me parece hilarante el que creas que sabes más que Fu y yo!

- ¡Tal vez no pero sí me preocupo mucho más por esos niños que ustedes dos juntos! - Rugió Strange.

- ¡Si eso es lo que crees, eres un estúpido, Strange! - Dijo Fu.

- ¡Demuestren que me equivoco! ¡Entreguen los Miraculous a sus portadores ahora!

- Lo haríamos pero no entiendes el panorama. - Espetó Fu. - Aún no está decidido quiénes deben portarlos.

- ¿A qué rayos te refieres?

- Si bien estaba destinado el que Peter, Marinette y Adrien tuvieran los Miraculous de la Araña, la Catarina y el Gato, aún es incierto quiénes deben portar los demás Miraculous. - Dijo Madame Web mientras suspiraba. - Y peor aún, el destino de los chicos es incierto, el hecho de que Harold Osborn se haya convertido en American Son y la aparición de esa misteriosa chica han alterado el curso de la historia y todo lo que creía que podía pasar.

- A lo que quieres llegar es que no sabes qué pasará, ¿cierto?

- Sí...

En ese momento, Strange soltó un suspiro de exasperación, luego le dio la espalda a los dos ancianos frente a él.

- Si ustedes no los ayudarán, yo sí. - Dijo Strange.

Con eso dicho, el Hechicero Supremo salió del paisaje mental y abrió los ojos en el mundo físico, encontrándose en el Sanctum Sanctorum, con Wong mirándolo fijamente.

- ¿Qué ha ocurrido, maestro? - Preguntó Wong.

- Ellos no intervendrán, así que lo haré yo mismo. ¿Sabes dónde está el escondite del Maestro Fu? - Preguntó Strange.

- Me temo que no, maestro.

- Tendré que usar el Ojo de Agamotto, entonces...

- Maestro, no es por llevarle la contraria, pero si sigue usando la Gema del Tiempo tan indiscriminadamente, podría destruir la línea temporal.

- No la uso tan indiscriminadamente, Wong, sólo la he usado cuatro veces.

- Cinco.

- Son pocas, descuida, no la usaré más a menos que no tenga otra opción.

Con eso dicho, Strange hizo un par de ademanes, con los cuales abrió el Ojo de Agamotto. Tras esto, los ojos del Hechicero Supremo se iluminaron con un brillo verdoso, el cual le permitió ver a través del tiempo y encontrar su objetivo. Una vez que lo hizo, los ojos de Strange regresaron a la normalidad y éste hizo otro ademán, formando una serie de sellos luminosos de color verde en su mano y alrededor de su antebrazo, luego el hechicero giró su mano a contrasentido de las manecillas del reloj, creando un portal verde el cual atravesó, encontrándose en un cuarto humilde, con decoración de origen chino, donde un pequeño kwami verde y un hombre de edad avanzada, se encontraban sobre el futon en el centro de la habitación, ambos con los ojos cerrados, dentro de un trance profundo.

Strange sonrió y dirigió su mano, la cual tenía un sello mágico verde, hacia el extraño tocadiscos sobre la cómoda junto al futon, haciendo que una imagen borrosa del Maestro Fu y la habitación, apareciera en el lugar.

La imagen etérea presionó los ojos de los dragones, haciendo que una especie de teclado apareciera entre ellos, luego el Maestro Fu del pasado presionó tres botones en un orden específico y liberó la Caja de los Miraculous.

Una vez que la proyección del pasado terminó, Strange bajó su mano e imitó las acciones de la imagen pasada del Maestro Fu, liberando la Caja de los Miraculous real. El Hechicero Supremo la abrió rápidamente y tomó los Miraculous del Zorro y la Abeja, luego devolvió la caja a su escondite.

En ese momento, Strange oyó que el Maestro Fu estaba despertando de su trance, por lo que prácticamente se lanzó por el portal que había conjurado, justo antes que Fu pudiera abrir los ojos.

De regreso al presente en el Sanctum Sanctorum, Wong miró a su maestro con algo de preocupación, pues si bien apoyaba la decisión de Strange, él se sentía mal dado que robarle los Miraculous al Maestro Fu no era correcto.

- Los tengo, ahora sólo debo entregarlos a quien debe tenerlos. - Dijo Strange.

- Supongo que volverá a usar el Ojo de Agamotto para ver el futuro y saber quién debe tener los Miraculous. - Soltó Wong.

- Eso lo hice hace tiempo, fue durante una de las cinco veces que mencionaste, sólo le seguía el juego a Webb y Fu haciéndoles creer que no sé quiénes deben tenerlos.

- ¿Está seguro de lo que hará, Maestro?

- No, ví catorce millones, seiscientos cinco futuros posibles, y cada uno era más perturbador que el anterior, sin embargo, he sopesado la decisión y creo que sé quiénes deben portar estos dos Miraculous, con ellas habrá más posibilidades de vencer todos los males que vienen en el futuro.

- ¿Y qué hay de los otros Miraculous? - Preguntó Wong. - Si su intención era entregarlos, ¿no hubiera sido mejor tomar todos y entregárselos a sus portadores?

- No, los demás no deben ser entregados por mí, esa es una tarea que le corresponde a Ladybug y Spider-Man, de hacerlo yo, hay lazos de amistad que no se formarán y eso causará problemas a largo plazo.

- Ya veo, espero que tenga la razón, Maestro.

- Lo mismo digo.


(Mientras tanto)


Punisher, American Son, Blade, Black Cat y el grupo que buscaba a los adolescentes supuestamente secuestrados por Morbius, estaban aterrados y atónitos.

Los tres monstruos que se habían levantado de entre los escombros rugieron y los miraron con lo que parecía ser ira.

Pero lo peor era que parecían estar usando los restos de los trajes rasgados de Spider-Man, Ladybug y Chat Noir.

- No puede ser... - Dijo American Son.

- ¿Qué son esas cosas...? - Preguntó Black Cat.

En ese momento, Blade y Punisher apuntaron sus armas a los monstruos frente a ellos, sólo para que éstos rugieran ante la amenaza. Luego, el monstruo arácnido y el monstruo mariquita escupieron un líquido verdoso, el cual fue esquivado por Blade y Punisher, quienes soltaron un grito ahogado al notar que el líquido era un potente ácido.

Sin embargo, Blade y Punisher fueron rápidamente atacados por el monstruoso Chat Noir, quien los levantó por el cuello y para luego arrojarlos contra la camioneta.

Mientras tanto, dentro de la camioneta, Alya Césaire, Nino Lahiffe, Mary Jane Watson, May Parker, Tom y Sabine Dupain-Cheng, y Eddie Brock miraban con horror a los monstruos que habían salido de entre los escombros, los cuales estaban atacando a Blade y Punisher, no pudiendo creer lo que veían, aún a pesar de haber vivido ciertas cosas bastante extrañas.

- Esas cosas... - Dijo MJ. - No puede ser...

- Por favor díganme que estoy loca y esos monstruos no están usando versiones rasgadas de los trajes de Ladybug, Chat Noir y Spider-Man... - Dijo Alya mientras comenzaba a grabar.

- Son más bien... ¡Man-Spider, Panthèr Noir y Bug-Lady! - Espetó Nino, causando que Alya y MJ lo miraran de mala manera. - Lo siento... sólo se me ocurrió...

- ¿Dónde está el vampiro? - Preguntó May.

- ¡Tiene que estar cerca! ¡No pudo haber escapado! - Espetó Sabine.

- ¡Tenemos que encontrarlo pero ya! ¡Aunque tengamos que robar está camioneta! - Espetó Eddie.

De repente, el akuma y el duendecillo atravesaron la pared de la camioneta y se acercaron a Sabine Cheng y Eddie Brock, fusionándose con el reloj del ex-pasante y el anillo de la repostera, haciendo que sus ojos se oscurecieran y un par de figuras luminosas aparecieran enfrente de sus ojos.

- ¡Eddie/Sabine! - Gritaron MJ y Tom.

- Alquimista, yo soy el Duende Verde, te aterra el perder a tus amigos y te frustra el no poder ayudarlos, pero descuida, ahora yo te doy a tí el poder de cambiar todo lo que veas a tu conveniencia y gusto. - Dijo la voz del Duende Verde dentro de la mente de Eddie Brock. - A cambio, debes capturar a Michael Morbius y traerme los Miraculous de Spider-Man, Ladybug y Chat Noir.

- Matrona, yo soy Hawk Moth, tienes miedo de que a tu hija le pase algo, y como padre, entiendo perfectamente tu miedo, por eso te otorgo el poder de hacer que todo obedezca tus órdenes con tan sólo tocarlo. - Dijo la voz de Hawk Moth en la mente de Sabine. - A cambio, debes salvar al joven Agreste y regresarlo a su hogar, así como deshacerte del vampiro e intentar traerme los Miraculous de Ladybug, Spider-Man y Chat Noir.

- ¡No crean nada de lo que les digan! ¡Peleen contra su control! - Espetó MJ.

- Gracias, Duende Verde/Hawk Moth... - Respondieron Eddie y Sabine con siniestras sonrisas.

El resto del grupo de búsqueda soltó un grito ahogado al ver a Eddie y Sabine siendo envueltos en un aura oscura, la cual cambió sus apariencias.

Ahora Eddie llevaba una túnica roja con reborde de color amarillo y una máscara de la peste de color negro, además de que su piel se había vuelto enfermizamente blanca; mientras que Sabine estaba usando una especie de uniforme militar de color verde oscuro, con un kepi que ocultaba sus ojos bajo una sombra y su piel había tomado un color azulado.

Justo cuando terminó la transformación de ambos, Punisher y Blade fueron estrellados contra la camioneta, astillando el parabrisas y haciendo que todos salieran despavoridos del vehículo, excepto los villanos bajo el control del Duende Verde y Hawk Moth.

Tras eso, el Alquimista movió su mano y tocó la camioneta, convirtiéndola en polvo, cosa que molestó bastante a Punisher.

- ¡¿Quién diablos crees que eres para destruir mi camioneta?! - Rugió Punisher.

- Llámame Alquimista, y ya que eres un completo inútil, tendré que capturar a Michael yo mismo. - Dijo el Alquimista.

- Ni lo sueñes, esa cosa es mía y pagará caro si se atrevió a lastimar a mi pequeña Marinette. - Dijo la Matrona.

- Esta noche se pone cada vez peor... - Dijeron American Son y Black Cat.

Antes que cualquiera pudiera hacer algo, Man-Spider, Bug-Lady y Panthère Noir soltaron un rugido de nuevo y se abalanzaran sobre el Alquimista y la Matrona, quienes se los quitaron de encima con un movimiento ágil. Sin embargo, Bug-Lady desplegó sus alas y rugió, para luego lanzarse en picada y tomar a Blade para arrojarlo con fuerza contra la Matrona; mientras que Chat Noir hizo un giro acrobático y aterrizó para inmediatamente tomar impulso y lanzarse contra Punisher, tacleándolo y dejándolo sofocado por el impacto. El monstruoso gato intentó clavarle las garras a Punisher, pero American Son lo detuvo y comenzó a forcejear con él, mientras intentaba hacerlo entrar en razón. Entre tanto, Spider-Man saltó al techo y miró fijamente al grupo de búsqueda, poniendo especial énfasis en la pelirroja y la mujer que la acompañaba, sin embargo, pronto la monstruosa araña se movió instintivamente de donde estaba, pues una ráfaga de escombros fue lanzada contra él por la Matrona, seguido por una nube de un gas invisible e inodoro que comenzó a hacer que el héroe convertido en monstruo cayera al suelo y tuviera dificultad para respirar.

- ¿Te gusta ese olor, Spider-Man? Es cloroetano. - Dijo el Alquimista. - Me sorprende que absolutamente nadie haya tenido el conocimiento de que usar pesticidas específicos contra ustedes.

Spider-Man tosió y fulminó con la mirada al Alquimista, luego le lanzó un chorro de ácido, pero el Alquimista simplemente lo tocó y lo convirtió en agua.

- ¡No puedes ganar, puedo convertir la materia en lo que sea que yo desee! - Rió el Alquimista mientras cambiaba el agua en vapor.

- ¡Entonces inténtalo con estas! - Espetó una voz.

Antes que el Alquimista se diera cuenta de lo que había pasado, una flecha de descargas le dió en la espalda, aturdiendo y dejando fuera de combate momentáneamente al villano malignizado.

La nube de cloroetano que rodeaba a Spider-Man de disipó gracias al viento, lo que permitió que el arácnido se pusiera de pie y rugiera, para luego levantar al Alquimista por el cuello y acercarlo a sus mandíbulas. Sin embargo, una flecha de descarga le dio en el pecho y el monstruo soltó al Alquimista, girándose y rugiéndole al recién llegado miembro de los Vengadores.

- Oh, demonios... veo que llegué muy tarde. - Dijo Ojo de Halcón al notar las rasgadas vestimentas de los monstruos. - Espero que el antídoto de Stark aún funcione.

Ojo de Halcón tomó tres flechas, cuyas puntas mostraban viales con un líquido púrpura dentro de ellos, y las apuntó contra los monstruos, pero el monstruo araña le disparó telaraña a los ojos y lo cegó el tiempo suficiente para saltarle encima y rugirle en la cara.

- ¡Ugh, por todos los cielos, niño, lávate los dientes! - Espetó Ojo de Halcón al sentir el hálito del monstruo araña en su cara.

El monstruo araña entrecerró los ojos y abrió sus mandíbulas, dejando caer un poco de baba sobre el rostro del inmovilizado Ojo de Halcón, quien luchaba fútilmente para liberarse del poderoso agarre del monstruo.

- ¡No lo hagas, Spider-Man! - Espetó la voz de una chica.

El monstruo se detuvo en seco, luego cerró sus mandíbulas y fulminó con la mirada a quien había hablado, justo antes de abrir sus ojos de par en par y quedarse viendo a la aterrada chica pelirroja frente a él.

El monstruo miró fijamente a Mary Jane, quien lo veía con apenas un dejo de valentía, pues la chica estaba aterrada después de ver el combate entre el grupo de vigilantes y los héroes convertidos en monstruos.

Sin embargo, ella se sentía obligada a ayudar a Spider-Man, al menos a evitar que se convirtiera en un verdadero monstruo, por todo lo que el trepamuros había hecho por la gente.

Mientras tanto, en la mente del monstruo arácnido, algo le hizo detenerse al ver la preocupación en el rostro de la pelirroja, algo que no le gustó y que le hizo sentirse raro, pues la chica le era familiar.

Vagos recuerdos de su risa, su sonrisa y ciertas memorias de ella invadieron su mente, haciéndolo gemir y soltar al Vengador de traje morado y dejar que se levantara, mientras el monstruo gemía y se agarraba la cabeza con sus seis garras.

Mientras tanto, la Matrona usó sus poderes para comandar a varias pilas de escombros a lanzarse contra los héroes y retenerlos contra el muro más cercano, haciendo que los monstruos rugieran y sisearan.

Una figura luminosa se formó frente a los ojos de la Matrona, haciendo que ella pudiera escuchar la voz de Hawk Moth.

- Bien hecho, Matrona, ahora, quítales los Miraculous y ve tras el vampiro. - Dijo Hawk Moth.

- No dijiste la palabra mágica, Hawk Moth... - Rió la Matrona.

- ¿Por favor?

- Mucho mejor.

Mientras tanto, el Alquimista vio cómo una figura luminosa aparecía frente a sus ojos, haciéndole escuchar la voz del Duende Verde, la cual sonaba molesta.

- ¡Cumple con tu misión, Alquimista! ¡No dejes que Hawk Moth se lleve mis Miraculous, si es que quieres salvar al imbécil de Morbius! - Demandó el Duende Verde.

El Alquimista gruñó y alzó la mirada, viendo cómo la Matrona se acercaba peligrosamente a los héroes convertidos en monstruo para tomar sus Miraculous, sólo logrando caer dentro de un charco de una sustancia espesa y negra que había aparecido de la nada.

Una vez que la Matrona notó que se hundía en la sustancia, ésta tocó una parte del piso y ésta se levantó, sacándola del alquitrán donde estaba, luego se giró y fulminó con la mirada al Alquimista, para inmediatamente taclearlo y comenzar una lucha con él. El Alquimista se defendió ferozmente y logró arrojar a la Matrona fuera de la estación, pero para su desgracia, un auto fue lanzado contra él y lo sacó del otro lado de la Garde du Nord.

Mientras tanto, Ojo de Halcón gruñó y se puso de pie, tomando su arco y una de las flechas con el antídoto, para regresar a cualquiera de los niños a la normalidad, pero los monstruos aprovecharon la distracción de la Matrona y el hecho de que ya no estuviera reteniéndolos para que Bug-Lady y Panthèr Noir saltar sobre American Son y Black Cat, logrando dejarlos fuera de combate, luego salieron de la Garde du Nord de un salto junto a Man-Spider, mientras Punisher y Blade se ponían de pie.

- Genial, ahora debo perseguirlos... - Dijo Ojo de Halcón.

- Ni lo sueñes, imbécil, esos tres se mueren esta noche. - Espetó Punisher.

- ¡No! ¡No puede matarlos! ¡Ellos son héroes! - Espetó Mary Jane.

- Dejaron escapar a ese chupasangre y trataron de matarnos, yo creo que no. - Dijo Blade.

- Esos niños no me agradan, pero si les tocan un solo pelo, acabaré con ambos. - Advirtió Ojo de Halcón. - No se metan en mi camino.

- Como si de verdad un Vengador pudiera ensuciarse las manos de esa forma. - Dijo Castle mientras levantaba su rifle de asalto. - Hazte un favor y sólo quédate aquí...

En menos de un parpadeo, Ojo de Halcón tomó una flecha con punta de acero y la disparó contra Punisher, cortándole uno de los extremos de su bandana y causándole una pequeña herida en su mejilla.

- No me retes, Castle... - Dijo Ojo de Halcón antes de guardar sus armas.

- La próxima flecha que siquiera apuntes contra mí, te la responderé con una lluvia de balas. - Amenazó Punisher.

En ese momento, Blade y Punisher salieron de la estación por lados opuestos, mientras el Vengador miraba a American Son y Black Cat, quienes sólo veían la interacción entre los vigilantes y el héroe.

- Ustedes dos, no se metan en problemas, preferiblemente lleven a estos civiles a sus hogares y váyanse a sus casas.

- Con todo gusto, ya hice más de lo que había planeado. - Dijo Black Cat.

- No puedo hacer eso, Ojo de Halcón, Spider-Man, Ladybug y Chat Noir no me dejaron solo cuando me convirtieron en el Nuevo Duende, no puedo abandonarlos ahora, y menos sabiendo que estos lunáticos quieren matarlos. - Dijo American Son con su distorsionador de voz.

El Vengador sólo atinó a suspirar profundamente en ese instante.

- Bien, sólo trata de no entorpecer mi trabajo, vámonos, niño. - Espetó Ojo de Halcón.

American Son levantó el vuelo y Ojo de Halcón subió a su moto voladora, luego ambos salieron de la Garde Du Norde, dejando a MJ, Alya, Nino, Tom y May con Black Cat.

- Muy bien, hora de... - Dijo Black Cat.

- No, no volveremos a nuestras casas hasta que Peter, Marinette y Adrien vuelvan con nosotros. - Espetó MJ.

- Niña, ya hay un Vengador encargándose de eso.

- Sí, y dos lunáticos que podrían matar a Ladybug, Chat Noir y Spider-Man, y en el proceso, lastimar a nuestros amigos o peor. - Dijo Alya.

- Ok, en primera, ninguno de ustedes tiene poderes, en segunda, la araña, el imitador y la insecta son monstruos, y tres, tienen más de 90% de posibilidades de que los maten.

- Correremos el riesgo. - Espetó la tía May. - Mi sobrino y sus amigos siguen desaparecidos, así que no voy a descansar hasta encontrarlos.

Black Cat soltó un gruñido de frustración al escuchar a las dos adolescentes y a la anciana, luego las mira con cara de pocos amigos y suspira.

- Allá ustedes, yo me voy de aquí. - Dijo Black Cat.

Con eso dicho, la chica se dio la vuelta para irse, pero MJ la agarró del brazo y la detuvo, cosa que no le sentó bien a Black Cat.

- Suéltame antes que te rompa el brazo. - Amenazó la rubia platinada.

- Por favor... - Pidió MJ. - Necesitamos toda la ayuda posible...

- No soy una heroína, Roja, soy sólo una chica con poderes. Me cae bien la araña y no tengo nada contra mi imitador y la insecta, pero eso está fuera de mi liga.

- Por favor...

Black Cat suspiró profundamente, luego le dio la espalda a MJ y saltó por el agujero en el techo, dejando a la pelirroja con una expresión de decepción. Segundos después, Mary Jane suspiró pesadamente y miró al suelo, logrando notar algo negro sobresaliendo entre los escombros.

La joven modelo caminó hacia el objeto que vió y soltó un gritito ahogado al notar que era el antifaz de Chat Noir, el cual tomó rápidamente. Esta acción llamó la atención de Alya y Nino, quienes se le acercaron y soltaron un gritito ahogado al ver el objeto en las manos de la pelirroja.

Momentos después, Nino notó los antifaces de Ladybug y Spider-Man no muy lejos de ahí, por lo que le hizo saber a Alya de su descubrimiento con un ademán y un par de segundos después, Nino y Alya se guardaron los antifaces de Spider-Man y Ladybug en el bolsillo, mientras Mary Jane aún miraba con tristeza el antifaz de Chat Noir, recordando la promesa que el héroe le había hecho y cómo la había reconfortado tras el ataque del vampiro a su madre, pensando que debería encontrar la manera de pagarle por eso, ya que muy seguramente el querer cumplir esa promesa había sido una de las causas de la transformación de Chat Noir y los otros.

Mientras tanto, American Son y Ojo de Halcón estaban sobrevolando la ciudad, rastreando a Man-Spider, Bug-Lady y Panthèr Noir.

- Aún no entiendo esto. - Dijo Ojo de Halcón. - ¿Cómo es posible que tú puedas rastrear a los mocosos y yo no?

- Spider-Man me mencionó que probablemente sea una protección mágica que sólo deja aquellos en los que confían, no tienen que enfrentar. - Dijo American Son. - Aún si tú usaras mi armadura, no podrías ver sus posiciones.

- Esas joyas mágicas sí que son especiales, ahora veo porqué el cara-verde y el mariposón las quieren.

- Eso supongo... ok, tengo la señal del comunicador de Spider-Man, no está lejos, pero tenemos que tener cuidado, Blade y Punisher no deben llegar a ellos antes que nosotros.

- Tranquilo, niño, yo puedo con todo lo que me lancen, si pude vencer a Hulk con únicamente ayuda de la Viuda y salvar al resto del equipo dos veces, un vampiro a prueba de luz solar y un lunático con muchas armas no van a lograr tomarme desprevenido.

Para desgracia de Barton y Harry, Blade no estaba muy lejos de ellos, pues gracias a sus sentidos aumentados, él podía seguir el rastro del aroma de Man-Spider, Bug-Lady y Panthèr Noir, a quienes esperaba eliminar pronto para seguir cazando a Michael Morbius. Y viendo lo que le había pasado a los héroes de París, Blade estaba más que seguro a que lo que fuera que hubiera cambiado a Morbius estaba relacionado a lo la transformación de los héroes, lo cual era aún más preocupante de lo que creyó en un principio.

Si bien era malo que Drácula supiera del método en el que Michael Morbius había sido creado, el hecho de que hubiera un químico o aparato que pudiera alterar el ADN al nivel en el que habían sido afectados Spider-Man, Ladybug y Chat Noir era mucho peor, ya que pondría a tal químico o aparato en la mira de grupos como Ideas Mecánicas Avanzadas, HYDRA y la Mano, o a sujetos como el Doctor Doom y Magneto, y sabiendo que I.M.A., HYDRA, la Mano, Doom y Magneto eran unos malditos genios, algunos de los cuales superaban con creces a Stark, ellos podrían modificarlo para cualquiera de sus malévolos fines.

Y ahora menos que nunca, Blade iba a dejar que algo así existiera, por lo que el plan, a pesar de haber cambiado, seguía siendo simple: Capturar a Morbius y los héroes transformados, sacarle la información al chupasangre sobre cómo se convirtió en vampiro, destruir lo que sea que lo convirtió, matar a Morbius, Spider-Man, Ladybug y Chat Noir, y finalmente, destruir todo rastro de sus cuerpos.

Blade ciertamente no era un héroe, sin embargo, él no permitía que monstruos como los vampiros lastimaran inocentes.

Por otro lado, Punisher iba corriendo por las calles, sosteniendo un pequeño radar y siguiendo la señal del rastreador que le había puesto a Blade, esperando no tener que toparse con los criminales que Hawk Moth y el Duende Verde habían creado, porque sólo se interpondrían y tendría que terminar matando a ambos. Cosa que no le gustaría para nada, puesto que sabía de antemano que no eran sino civiles inocentes convertidos en marionetas con superpoderes.

Matar a Ojo de Halcón, American Son y los monstruos que se habían hecho llamar héroes no le importaría ni le fastidiaría el día en ningún sentido, pero él no quería verse obligado a defenderse ante civiles que eran controlados por dos lunáticos.

Pero por otro lado, tampoco podía permitir que esos dos lastimaran a otros, así que se encontraba en una encrucijada con su brújula moral.

Una que tendría que resolver sobre la marcha.


(Entre tanto)


Confusión, miedo, duda...

Esas eran las emociones que estaban desarrollándose en las mentes de las criaturas.

Confusión porque no sabían qué estaba pasando, miedo porque todos querían hacerles daño, y duda porque se preguntaban qué había causado todo y si había alguna forma de resolverlo.

Pero en todo eso, ellos tenían un sentimiento que les producía familiaridad y confianza, y eso era el permanecer juntos.

A pesar de pensar el uno en el otro como si fueran presas, ellos se sentían seguros estando en grupo.

- "¿Qué pasar? ¿Qué buscar?" - Preguntó Bug-Lady en una serie de gruñidos y chillidos.

- "Ayuda." - Dijo Panthèr Noir. - "Poder olernos aquí, poder hallar respuestas."

- "No equivocarte, o tipos raros lastimarnos." - Dijo Man-Spider. - "Tipo máscara ser peligroso."

Los tres monstruos siguieron saltando por los techos de los edificios, tratando de mantenerse en las sombras tanto como podían.

Una vez que estuvieron cerca de las instalaciones de Laboratorios Horizon, ellos vieron un trío de científicos jóvenes, los cuales eran una pelirroja caucásica, una morena de cabello rojizo y un chico moreno de gafas, recorriendo los jardines botánicos. Al verlos, el trío de monstruos tuvieron un sentimiento de familiaridad, un sentimiento de confianza el cual los incitó a saltar hacia ellos, rompiendo el cristal que protegía el jardín.

Al escuchar el estruendo tanto de las alarmas como del cristal rompiéndose, el trío de científicos se giró y soltó un grito de terror al ver a los héroes convertidos en monstruo.

La cosa empeoró pronto, ya que los monstruos, al verlos más detenidamente, soltaron un rugido ya que sus rostros no coincidían con una memoria primaria en el fondo de sus mentes.

Los científicos salieron corriendo y los monstruos volvieron a su tarea, con Panthèr Noir olfateando el lugar, buscando el rastro que los había guiado al complejo de Laboratorios Horizon.

Dentro de los laboratorios, Hank McCoy y Mariah Crawford seguían charlando animadamente, hasta que las alarmas se dispararon en el complejo, haciendo que Mariah se levantara de golpe y se acercó a una consola de control, para revisar de dónde venía la alerta.

Mariah Crawford soltó un grito ahogado al ver lo que las cámaras habían captado en el jardín botánico del complejo.

- No puede ser... - Dijo Bestia. - Esos son...

- Sí, y por lo visto pasó justo lo que me temía. - Dijo la Doctora Crawford. - El limpia-genes no curó la mutación sino que la aceleró.

- Tenemos que hacer algo.

- Sólo podemos tratar de contenerlos y avisar a Tony Stark, él estaba trabajando en una cura para ellos.

- Iré a ver qué es lo que puedo hacer, tú quédate aquí y espera a que lleguen ellos.

- ¿Ellos?

Bestia se limitó a señalar a la ventana y salir por ella, dirigiéndose hacia los jardines botánicos mientras la Doctora Crawford soltaba un jadeo al ver a la lejanía a dos puntos de luz acercándose.

Entre tanto, Bestia usó varios saltos y acrobacias, en conjunto con sus sentidos aumentados para encontrar a Man-Spider, Panthèr Noir y Bug-Lady.

Tras unos momentos, Bestia aterrizó en el jardín botánico, pudiendo olfatear al grupo de héroes mutados cerca. En ese momento, Panthèr Noir, Bug-Lady y Man-Spider rodearon a Bestia, quien adoptó una posición defensiva en caso de que el lado animal de los chicos los incitara a atacarlo. Bestia miró detenidamente a los monstruosos héroes frente a él, luego fijó sus ojos en Man-Spider, quien parecía mirarlo con incertidumbre e intriga.

- Spider-Man, sé que estás ahí dentro, debes calmarte, pronto te ayudaremos a regresar a la normalidad. - Dijo Bestia sin bajar la guardia.

Man-Spider entrecerró los ojos y chasqueó sus mandíbulas, mientras en su mente podía recordar un sentimiento de familiaridad con la criatura azul frente a él, algo le decía que podía confiar en él.

Sin embargo, Panthèr Noir y Bug-Lady soltaron un rugido y se abalanzaron sobre el X-Man, alarmando tanto al monstruo arácnido como al mutante.

Man-Spider soltó un rugido mientras Bestia esquivaba y desviaba los ataques de Bug-Lady y Panthèr Noir, luego el monstruo arácnido disparó dos líneas de telaraña con sus patas superiores, atrapando a los otros dos héroes mutados, quienes lo miraron con furia.

- "¡No atacar! ¡Él amigo!" - Espetó Man-Spider entre gruñidos y gorjeos.

- "¿Seguro? Verse raro." - Dijo Bug-Lady con un gorjeo.

- "Sí, poder recordarlo..."

Bug-Lady y Panthèr Noir entrecerraron sus ojos y miraron a Bestia, luego se calmaron un poco mientras Man-Spider se giraba para ver al X-Man, mostrándole al mutante que no iba a atacarlo.

- Tranquilos... les prometo que todo estará bien, pronto los curaremos. - Dijo Bestia.

En ese momento, el domo de vidrio que cubría el jardín botánico comenzó a vibrar justo antes de convertirse en arena y caer sobre todo el jardín, haciendo que los monstruos y el mutante tuvieran que cubrir sus ojos.

- Por poco se me escapan, pero no lo harán. - Dijo el Alquimista. - Y tú, mutante, no tengo nada contra los de tu clase, pero no intervengas en esto.

- No sé quién eres, sólo sé que eres una víctima bajo el contro de Hawk Moth o el Duende Verde, así que te pido que reconsideres lo que harás. - Dijo Hank mientras adoptaba una posición de combate. - Seguramente eres sólo una persona inocente usada como títere.

- Consigue los Miraculous si quieres salvar a tu amigo. - Dijo la voz del Duende Verde en la mente del Alquimista.

- Estoy en ello...

- Si crees que vas a poder conseguir esos Miraculous, estás muy equivocado, jovencito. - Dijo la Matrona detrás de él.

- Ah, veo que incluso el adamantium fue incapaz de retenerla...

- Sólo tuve que tocarlo con un dedo y ordenarle quitarse de encima, no fue tan difícil.

- Esto sí que es problemático... - Suspiró Bestia.

Man-Spider rugió y adoptó una posición de combate, junto a Bug-Lady, pero Panthèr Noir olfateó el aire mientras sus orejas se movían, captando el rugir del motor de una motocicleta.

No pasó mucho tiempo antes que Panthèr Noir rugiera algo a sus compañeros y éstos asintieran, luego Bug-Lady y Man-Spider escupieron dos chorros de ácido contra la Matrona y el Alquimista.

El Alquimista convirtió uno de los chorros de ácido en vapor de agua, mientras la Matrona tocó el suelo y levantó un muro de piedra para cubrirse, pero para su mala fortuna, los héroes monstruo habían aprovechado la oportunidad para irse.

Al notar esto, tanto la Matrona como el Alquimista se marcharon tras los héroes, dejando a Bestia algo confundido.

A un par de calles de Laboratorios Horizon, el Alquimista y la Matrona alcanzaron a ver cómo los héroes mutados entraron a un callejón, cosa que los hizo sonreír socarronamente, pues podrían acorralarlos. Pero para su desgracia, al entrar al callejón, ambos descubrieron que todo había sido nada más que una trampa tendida por los monstruos. Tan pronto estuvieron lo suficientemente cerca, Bug-Lady y Man-Spider saltaron sobre los villanos y los inmovilizaron, inadvertidamente destruyendo el anillo de la Matrona y el reloj del Alquimista, mientras acercaban sus fauces a sus cabezas.

Sin embargo, cuando el duendecillo y el akuma salieron de los objetos rotos y volvieron a Eddie y Sabine a la normalidad, Bug-Lady y Man-Spider soltaron algo similar a un grito ahogado y se detuvieron, alejándose un poco mientras sentían cierta familiaridad al ver sus rostros.

Mientras Eddie Brock y Sabine Cheng se recuperaban de la experiencia de haber sido akumatizados, Blade y Punisher arribaron al lugar y arrojaron una especie de electro-redes contra los héroes, haciéndolos rugir y retorcerse de dolor, e incitando a Sabine y Eddie a volverse y ver con miedo a los monstruos frente a ellos.

- Esto no es personal... - Dijo Punisher. - Sólo que no puedo permitir que monstruos como ustedes sigan existiendo.

- Esto se acaba aquí... - Dijo Blade mientras desenfundaba su espada.

- Puedes matar a la catarina, pero el arácnido es mío...

- ¿Y el gato...?

Antes que alguno pudiera hacer algo, Panthèr Noir saltó sobre ellos y los pateó hacia las redes, electrocutándolos y aturdiéndolos el tiempo suficiente para arrojarlos contra una pared y dejarlos inconscientes, para luego usar su Gataclismo para destruir las redes que aprisionaban a Man-Spider y Bug-Lady.

Tras esto, Man-Spider y Bug-Lady levantaron a Blade y Punisher, y junto a Panthèr Noir, se alejaron del lugar, mientras Eddie y Sabine se quedaron confundidos ante lo que acababa de ocurrir.

Sin embargo, su confusión fue prontamente reemplazada por miedo al ver que el akuma y el duendecillo que los habían poseído se volvían a acercar a ellos, pero algunos centímetros antes que pudieran tocar otro objeto con el cual fusionarse, éstos fueron vaporizados de la existencia por dos rayos repulsores, los cuales pasaron a milímetros del ex-pasante de Curt Connors y la esposa de Tom Dupain, provocando que ambos se tropezaran y cayeran de nuevo, mientras American Son y Ojo de Halcón aterrizaban en el callejón para ayudar a Sabine y Eddie a ponerse de pie casi de inmediato.

- ¿Están bien? - Preguntó American Son.

- Sí... pero... ¿qué estamos haciendo aquí...? - Preguntó Sabine.

- ¿Y dónde están los demás...? - Preguntó Eddie.

- ¿Saben qué les pasó a los mutados o han visto al vampiro?

- No, sólo vimos que acaban de saltar y alejarse con el tal Punisher y el tipo de la espada...

- Demonios... - Suspiró Ojo de Halcón. - Perderemos más tiempo llevándolos a un lugar seguro...

- No es necesario. - Dijo una voz sobre ellos.

En ese momento, Bestia aterrizó frente a ellos con un movimiento acrobático y miró a Ojo de Halcón.

- Tú debes ser el Doctor McCoy, el X-Man que llaman Bestia. - Dijo Clint.

- El mismo, si lo desean, yo puedo poner a estas personas a salvo mientras ustedes persiguen a Spider-Man, Ladybug y Chat Noir. No podemos darnos el lujo de perder más tiempo.

- Gracias, Doctor McCoy. - Dijo American Son. - Vámonos, Ojo de Halcón, podríamos perderlos o llegar después que le hagan algo a esos tontos.

Ojo de Halcón asintió y a pesar de sentir molestia porque el niño de la armadura le estaba dando órdenes, su atención estaba centrada en encontrar a Spider-Man y sus amigos antes que pasara algo terrible.

Mientras el dúo de héroes se alejaba, Hank McCoy cargó sobre su espalda a la señora Cheng y a Eddie.

- Agárrense bien. - Dijo Bestia antes de dar un gran salto.

Eddie y Sabine soltaron un grito mientras el X-Man se las arreglaba para llegar al techo de un edificio cercano y comenzaba a saltar hacia los hogares de ambos.

- ¿Qué pasará con Peter y los otros dos chicos secuestrados? - Preguntó Eddie.

"Hmm, supongo que ninguno de ellos sabe que Spider-Man y Peter son la misma persona, y que probablemente los otros dos que menciona son Ladybug y Chat Noir." Pensó Bestia.

- American Son y Ojo de Halcón pueden resolverlo. - Dijo Bestia.

- ¿Y qué hay de la chica gata? - Preguntó Sabine.

- ¿Chica gata?

- Sí, hay una chica que tiene un traje similar al de Chat Noir.

- No sé nada sobre nadie como ella.

- Bueno, entonces tenemos que ir a encontrar a los demás y seguir buscando a Pete y los otros chicos. - Dijo Eddie.

- Dejen que Ojo de Halcón y American Son se encarguen.

- No, ellos dos quieren ir por Spider-Man, Ladybug y Chat Noir, no por Marinette y sus amigos. - Dijo Sabine.

- Tenemos que encontrar a Pete y sus amigos, y ayudar a Michael. - Espetó Eddie.

- No puedo arriesgarlos así.

- No es nada que ellos no harían por nosotros.

Bestia suspiró y frunció el ceño mientras pensaba en las palabras de Eddie, era obvio que ni la mujer ni él iban a descansar hasta que tuvieran noticias de sus seres queridos que creían secuestrados.

Así que al menos si iba con ellos, podría protegerlos, aunque no sabía bien cómo actuaba el llamado Vampiro Viviente.

- Bien, pero primero debemos encontrar a sus otros amigos primero, luego seguiremos con su búsqueda. - Dijo Bestia.

- La última vez que los vimos estaban en la Garde Du Nord, los llamaré para ver cómo y dónde están. - Dijo Sabine.

Mientras el X-Man seguía llevando a Eddie y Sabine en su espalda, Michael Morbius se encontraba en un callejón, sintiéndose como un pobre diablo porque se había visto rebajado a alimentarse de ratas en un callejón para poder curarse y sobrevivir.

- Rebajado a alimentarme como un vil animal... - Dijo Morbius tras succionar toda la sangre de la vigésima rata que había podido atrapar. - Spider-Man... todo esto es culpa de Spider-Man... y de Eddie... él envió a Punisher tras de mí...

Morbius arrojó el cadáver de la rata que había dejado sin sangre y jadeó pesadamente, si bien su reciente alimento había restaurado sus energías y su salud, aún tenía hambre y necesitaba más sangre.

En ese momento, su agudo sentido del olfato pudo detectar un atrayente aroma, pero a la vez era un aroma que pudo reconocer con facilidad.

Era el aroma de las sangres del cazador de vampiros, Blade, y el vigilante despiadado, Punisher.

Y acompañando a dicho aroma, pudo detectar a Spider-Man, Ladybug y Chat Noir cerca.

Esto lo hizo sonreír, pues podría obtener más alimento y vengarse al mismo tiempo.

Con eso en mente, Morbius levantó el vuelo y siguió el aroma de la sangre, relamiéndose los labios y riendo entre dientes ante la posibilidad de destruir a sus enemigos.


(Más tarde)


Tras varias horas de búsqueda, American Son y Ojo de Halcón aún no habían dado con el paradero de los héroes mutados, cosa que estaba empezando a preocuparlos, pues no sólo se acercaba el amanecer, sino que tenían en mente que cada segundo que pasaba, se acercaban más al límite de tiempo que tenían antes que las mutaciones de Spider-Man, Ladybug y Chat Noir se volvieran irreversibles.

- ¿Aún nada en tu radar? - Preguntó Ojo de Halcón.

- No, parece que conforme más avanza la mutación, menos confían en las personas y ahora no tengo ni una lectura esporádica de su paradero. - Dijo American Son.

- Tenemos que hallarlos pronto, tal vez si JARVIS accede a las cámaras de seguridad de la ciudad...

- Tardaría tiempo, tenemos que encontrarlos ya.

- ¿Tienes alguna mejor idea?

American Son suspiró y pensó.

Todo esto era sumamente problemático y si había algo que se le dificultaba a Harry Osborn era encontrar la manera de resolver un problema, lo malo era que aún si resolvía ese problema, aún quedaba otro, que era el capturar a Michael Morbius y salvar a sus amigos Marinette, Adrien y Peter.

Y al pensar en su mejor amigo, recordó un cierto evento en el cual él lo había aburrido bastante con su plática.

- Peter... - Murmuró American Son mientras sonreía.

- ¿Dijiste algo? - Dijo Ojo de Halcón.

- Sí. Es que tengo un amigo muy nerd que una vez me habló de arañas.

- Fascinante, pero creo que eso no nos ayuda.

- Todo lo contrario, ya que él me dijo que las arañas siempre buscan lugares oscuros o recónditos donde construir sus telarañas.

- No entiendo.

- La mutación lentamente lo va convirtiendo en araña, ¿no? Por lo que va a empezar a guiarse por el instinto más que por el pensamiento.

- Oh, ok, entonces hay que buscar un lugar cerrado y que sea idóneo como madriguera, y así encontraremos al cabeza de red. - Sonrió Ojo de Halcón. - Te juzgué mal, niño, eres bueno.

- Gracias, pero aún no terminamos, aunque creo que ya sé dónde están nuestros amigos mutados.

Con eso dicho, American Son dio un giro cerrado en el aire y se dirigió al Gran Palacio de Bellas Artes, siendo seguido por Ojo de Halcón.

Minutos después, ambos soltaron un jadeo al ver el Gran Palacio con la puerta principal rota y el interior lleno de telaraña.

Los héroes entraron al lugar en silencio, mientras Ojo de Halcón tomaba una de sus flechas con el suero y se preparaba para dispararla con su arco.

- Ellos deben estar aquí, y al menos Chat Noir ya debe saber que estamos aquí. - Dijo American Son por el comunicador del Vengador.

- Mejor nos callamos si queremos tener oportunidad, y no hay que separarnos, eso es una completa estupidez. - Replicó Ojo de Halcón.

- Lo sé, también he visto películas de horror.

American Son comandó mentalmente a sus repulsores a cambiar de golpear a aturdir y alzó una mano con la palma lista para disparar, mientras Ojo de Halcón y él miraban a todos lados, esperando no tener que lastimar a sus objetivos y poder salvar a Punisher y Blade antes que Spider-Man, Ladybug y Chat Noir hicieran algo de lo que se pudieran arrepentir.

Para su buena fortuna, ambos encontraron dos capullos con facilidad en el medio del laberinto de telaraña. Con ayuda de un par de láseres que American Son disparó y el cuchillo de combate de Clint, Blade y Punisher fueron liberados, luciendo ambos como si despertaran de un largo sueño.

- ¿Se encuentran bien? - Preguntó American Son mientras le ofrecía una mano a Punisher para ponerse de pie.

- Sí... pero ¿por qué nos ayudan? - Preguntó Punisher.

- Porque esa es la diferencia entre un héroe y un asesino, Castle. - Dijo Ojo de Halcón mientras ayudaba a Blade a levantarse. - Nosotros no buscamos acabar con la gente, sino ayudarla, en especial en casos como el de la araña y sus amigos, ellos no tienen la culpa de la mutación

- Bueno, tal vez sea así, pero son peligrosos. - Suspiró Blade.

- Viendo que ni ustedes ni nosotros tuvimos éxito al detenerlos, propongo que nos unamos y nos ayudemos, así podremos regresarlos a la normalidad. - Propuso American Son.

Blade y Ojo de Halcón asintieron sin mucho problema, pero Frank Castle sólo atinó a suspirar y decir:

- Bien, de todos modos, no puedo matarlos sin mis armas...

American Son suspiró y rodó los ojos, luego el cuarteto comenzó a caminar entre la telaraña, sabiendo que por lo menos, uno de sus objetivos los vigilaba.

De repente, al estar distraído buscando posibles amenazas, Ojo de Halcón se encontró con un hilo de telaraña, el cual se le pegó a la cara y lo hizo gruñir, mientras American Son se alertaba un poco. Al mismo tiempo, Blade y Punisher vieron sus armas atadas a una masa de telaraña, por lo que instintivamente pusieron sus manos sobre ellas para recuperarlas.

- Maldita porquería... - Dijo Ojo de Halcón mientras arrancaba el trozo de telaraña.

- ¡No toquen la telaraña! - Espetó American Son.

Antes que ambos supieran qué pasaba, Man-Spider, Bug-Lady y Panthèr Noir saltaron sobre American Son, Punisher y Ojo de Halcón, restringiendo sus movimientos y deshaciéndose del arco del Vengador.

Sin embargo, para infortunio de ambos bandos, Morbius entró rompiendo el domo del Gran Palacio y rápidamente se abalanzó sobre Man-Spider, quien rugió y lo arrojó lejos de él para luego escupirle un chorro de ácido, el cual fue esquivado por el vampiro por muy poco.

Mientras tanto, Blade abalanzó sobre Morbius, quien comenzó a forcejear con él hasta que Man-Spider disparó dos líneas de telaraña contra los vampiros y los azotó contra un muro.

Por otro lado, American Son se puso de pie con un par de maniobras rápidas y se disparó un par de rayos repulsores a Bug-Lady y Panthèr Noir, quienes recibieron el impacto en la espalda y los aturdió lo suficiente para que Ojo de Halcón y Punisher pudieran liberarse.

El Vengador inmediatamente trató de recuperar su arma, pero Bug-Lady tomó su yoyo y lo usó para atrapar a Clint y atraerlo a sí misma hasta que un rugido la distrajo lo suficiente para soltar al Vengador y que éste se liberara de la cuerda, mientras Bestia saltaba sobre Bug-Lady y trataba de someterla. Por otro lado, Clint rodó por el suelo para tomar su arco, pero antes que pudiera tomar la flecha con el antídoto, Panthèr Noir trató de usar su Cataclismo contra él, pero el arquero logró bloquear su ataque con su arco, teniendo que soltarlo y moverse a un lado para evitar ser destruido.

- ¡Tienen que calmarse! - Dijo American Son mientras forcejeaba con Man-Spider. - ¡Déjennos ayudarlos!

- ¡Mientes! ¡Sólo quieres que vuelva a ser el pelele de Michael Morbius! - Siseó Morbius mientras trataba de someter a Blade.

- ¡Están enfermos, rarito! ¡Stark me dio un antídoto para curarlos! - Dijo Ojo de Halcón mientras apenas lograba esquivar las arremetidas de Panthèr Noir.

- ¡Ustedes son los enfermos! ¡Creen que el ser un débil humano es bueno cuando se puede ser mucho más!

- ¡Pero en este caso, ustedes no están bien! ¡No tienen control y están lastimando a inocentes! - Dijo Bestia mientras luchaba con Bug-Lady.

- ¡Y eso es algo que no vamos a permitir! - Rugió Blade.

Mientras tanto, fuera del lugar, el pequeño grupo de búsqueda que trataba de encontrar a Marinette, Adrien y Peter, estaba mirando el combate entre héroes y monstruos, preguntándose sólo una cosa.

- ¿Por qué Bestia nos trajo aquí? Este parece ser el escondrijo de Man-Spider, no el del vampiro. - Soltó Tom.

- ¿Podría ser que Spider-Man y sus amigos hayan secuestrado a los chicos? - Preguntó la tía May.

- Lo dudo, ellos no eran monstruos hasta hace poco. - Dijo Alya.

- Quizás ellos los salvaron y los ocultaron aquí, por eso el vampiro llegó a atacarlos. - Dijo Mary Jane.

- Es posible, pero no podemos asegurarlo. - Dijo Eddie. - Además, les pedí que no lo llamaran vampiro, su nombre es Michael.

- Su apellido es Morbius, ¿no? - Preguntó Nino.

- Sí, ¿por?

- Por nada, es sólo que creo que le queda mejor.

- Morbius el Vampiro Viviente. - Dijo Alya. - Sí, queda mucho mejor.

- Qué buenas personas son...

- Estamos nerviosos, Eddie. - Dijo MJ en un tono inusualmente sombrío y serio. - Aún no encontramos a Pete, Adrien y Mari, y los únicos capaces de hacerlo están o convertidos en monstruos o tratando de regresar a la normalidad a los que se convirtieron.

Eddie miró a la joven pelirroja por un momento, sorprendiéndose grandemente al notar que entre todos, era la única que si bien estaba aterrada, estaba de pie y no alejaba la mirada de la pelea entre héroes y monstruos.

Mientras tanto, dentro de la cabeza de Mary Jane, un pensamiento estaba fijo y no la dejaba tener otra cosa en su mente, y eso era el averiguar si la hipótesis que se había planteado era correcta, y para ello sólo había un método para comprobarlo, pero era muy arriesgado, por lo que tendría que esperar al momento justo.

De regreso dentro del Gran Palacio, Blade sacó una cuchilla curva de plata que era similar a una "S" y se la arrojó a Morbius, quien la esquivó y lanzó un zarpazo contra el cazador de vampiros, el cual Blade bloqueó con su antebrazo y sonrió con satisfacción al oír a Morbius quejarse cuando la cuchilla que había lanzado, regresaba como bumerang y se clavaba en el hombro del Vampiro Viviente.

Por otro lado, Ojo de Halcón se encontraba en un predicamento, ya que sin su arma estaba bastante vulnerable. Clint era un buen combatiente en mano a mano, pero se encontraba en una seria desventaja ante Panthèr Noir, pues éste era más ágil, rápido y fuerte que el arquero. Como tal, el héroe mutado lo levantó por el cuello y lo estrelló contra el suelo, rompiendo el carcaj de flechas del Vengador, aturdiendo y sacándole el aire de los pulmones al mismo tiempo, antes de intentar morderlo en el rostro, pero para su fortuna, Bestia saltó y le quitó al felino gigante de encima con una tacleada, con la cual también logró esquivar un chorro de ácido que Bug-Lady le había escupido.

Entre tanto, American Son seguía tratando de someter a Man-Spider sin lastimarlo, pero debido a la diferencia en altura y la cantidad de extremidades del monstruo, el joven Osborn no lograba vencerlo, a pesar de estar bastante parejos en cuanto a fuerza.

Entre tanto, Punisher aprovechó el que Bestia estuviera distrayendo a Bug-Lady y Panthèr Noir para tomar su rifle de asalto y cambiarle la munición viva por rondas aturdidoras, pues según su código personal, dado que Barton y el imitador del Capitán América y Iron Man prácticamente le habían salvado la vida, él les debía un favor, por lo que había decidido que les ayudaría a capturar a los monstruos sin matarlos.

Una vez que su arma estuvo lista, Punisher disparó contra los cuatro monstruos, atrayendo la atención de éstos y haciendo que lo miraran con furia asesina.

- Vengan por mí... - Dijo Punisher.

Morbius, Man-Spider, Bug-Lady y Panthèr Noir rugieron y se abalanzaron contra Punisher, quien tomó cobertura tras una pared y disparó de nuevo antes de ser capturado por una línea de telaraña, la cual Man-Spider jaló para acercar a Frank Castle a sus mandíbulas, logrando que el vigilante perdiera su arma en el proceso.

Pero para fortuna de Castle, Blade le lanzó una de sus cuchillas a la telaraña y logró liberar al vigilante, quien rodó en el suelo para retomar su arma, mientras American Son intentaba calmar a Man-Spider modulando sus repulsores para emitir ondas sónicas. Pero para infortunio de Punisher, Morbius se había quitado la cuchilla en su hombro y le había devuelto el favor a Blade, pero clavándola en el lado frontal de su hombro, y tras incapacitar a Blade, se había abalanzado sobre Punisher, quien intentó dispararle al vampiro para defenderse, pero éste le arrebató el arma de las manos y trató de morderlo. Sin embargo, al ver esto y creer que el vampiro estaba débil, Mary Jane tuvo un arranque de valentía y corrió al interior del Gran Palacio, ignorando las advertencias y gritos del resto del grupo de búsqueda, y tomó una de las flechas con el antídoto para intentar clavársela a Morbius y acabar con esa pesadilla de una buena vez.

Pero Morbius escuchó a la chica aproximándose a él desde el momento en que MJ había tomado la flecha, por lo que antes que estuviera lo suficientemente cerca para atacarlo, Morbius arrojó a Punisher contra Blade, quien trataba de reincorporarse para contraatacar, y se giró para rugir frente a Mary Jane, quien a su vez frenó en seco y cayó de espaldas, soltando la flecha y emitiendo un grito ahogado.

- ¡No volveré a ser un débil humano! Normalmente no lastimaría a una niña, ¡pero no permitiré que nadie intente convertirme en humano de nuevo! - Dijo Morbius.

- ¡MJ! - Gritó el grupo de búsqueda.

En ese momento, Morbius levantó a la pelirroja por la blusa y la acercó a sus fauces, mientras MJ trataba de liberarse en vano.

Al oír el grito, Panthèr Noir se giró y vio a Morbius sosteniendo a MJ muy cerca de sus colmillos, lo que hizo que una cierta memoria invadiera su mente. Él no sabía porqué, pero su mente se puso en alerta máxima y su ira creció al ver al vampiro a punto de lastimar a la chica.

Así pues, hizo a Bestia a un lado con fuerza y se abalanzó sobre Morbius, logrando que soltara a MJ al lanzar un zarpazo contra su brazo, luego de esto ambos comenzaron una lucha encarnizada, la cual Morbius logró ganar al lanzar a Panthèr Noir contra una pared de mala manera, aturdiéndolo lo suficiente para abalanzarse sobre él para beber su sangre mientras aún estaba fuera de combate.

Pero justo antes que pudiera cerrar sus fauces, una cuerda de saltar pasó frente a su rostro y parte de ésta se metió a su boca, para luego ser jalada mientras alguien hacía ruidos cual vaquero lazando ganado, logrando alejar al vampiro del monstruoso gato.

- "¡Yeehaw! ¡Atrapé un bronco bastante feo!" - Dijo Black Cat en inglés con un acento campirano.

- ¡Sí viniste! - Dijo MJ con una sonrisa.

- ¡La flecha, Roja, dame la flecha! - Espetó Ojo de Halcón.

MJ se sorprendió un momento, luego miró a su alrededor y tomó dos de las flechas con el antídoto, mientras Alya y Nino se acercaban para tomar las otras dos. Después, Mary Jane le arrojó una de las flechas a Barton, quien la giró entre sus dedos y se abalanzó sobre Morbius para clavarle la flecha en el pecho, mientras Black Cat seguía reteniéndolo.

Entre tanto, American Son aprovechó la distracción que Mary Jane había causado y logró aturdir a Man-Spider, luego él y Punisher se le echaron encima y lo sostuvieron mientras American Son silbaba fuertemente y llamó la atención de Nino, quien corrió hacia ellos y le clavó la flecha en su mano, al monstruo arácnido en el brazo, haciéndolo gemir.

Por otro lado, Bestia se las ingenió para derribar a Bug-Lady y, junto a Blade, logró retenerla contra el suelo, tras lo cual Alya corrió hacia ellos y le clavó la flecha con el antídoto a Bug-Lady.

Finalmente, Mary Jane se acercó a Panthèr Noir lentamente, cosa que molestó al monstruo por un segundo, luego se calmó al verla y la pelirroja pudo dar el último paso hacia él.

- Tranquilo, todo va a estar bien. - Dijo MJ mientras posaba su mano sobre la cabeza de Panthèr Noir. - Esto puede doler un poco, pero sabes que no te lastimaría si no fuera a ayudarte, ¿verdad?

Panthèr Noir no supo porqué, pero la voz de la chica le aseguró que estaría seguro pasara lo que pasara, así que para demostrarle a la chica que confiaba en ella, asintió y cerró los ojos.

Mary Jane suspiró profundamente y miró la flecha en su mano, escuchando cómo los demás se encargaban de inyectarles el antídoto a Bug-Lady, Morbius y Man-Spider, luego con cuidado le clavó la flecha en el brazo, haciéndolo soltar un gruñido de dolor.

Segundos después de todo esto, American Son, Punisher, Blade, Bestia, Black Cat, Ojo de Halcón, Alya, Nino y Mary Jane Se alejaron de los monstruos, quienes se contorsionaban y gemían de dolor, haciendo que todos sonrieran al ver cómo los héroes de París lentamente iban regresando a la normalidad.

Pero por otro lado, Morbius sólo mutó más de lo que ya estaba, convirtiéndose en una suerte de murciélago gigantesco, rasgando por completo sus raídas ropas para poder desplegar sus alas.

Morbius ya no tenía razonamiento humano, sin embargo, al verse rodeado de quienes lo habían lastimado anteriormente esa noche, se sintió acorralado y asustado, por lo que batió sus alas con fuerza y salió despegando con rapidez, escapando del lugar a través de la cúpula de cristal.

American Son creó un escudo deflector para cubrir a todos de los trozos de cristal que cayeron, luego todos centraron su atención en los jóvenes héroes frente a ellos.

Ninguno de los tres sabía qué había pasado, lo último que recordaban era haber caído dentro de la Garde Du Nord tras una explosión y luego todo estaba borroso. Sin embargo, lo que de verdad los preocupaba era que tenían sus trajes rasgados, estaban a gatas con la cabeza mirando al suelo y sus máscaras estaban perdidas, lo cual arriesgaba sus identidades secretas ante los que estaban frente a ellos.

Al ver a los tres héroes en esa posición y tan preocupados, Mary Jane sacó el antifaz de Chat Noir de su bolsillo y se quitó su chamarra, arrojándola sobre la cabeza del héroe gatuno.

- Alya, Nino, quítense sus abrigos y arrójenlos sobre ellos. - Dijo MJ mientras se acercaba a Chat Noir.

- ¿Qué? ¿Por qué? Es mi oportunidad de saber quiénes están bajo esas máscaras. - Dijo Alya.

- Tal vez, pero piénsalo, ¿de verdad quieres que te conozcan como la reportera que desenmascaró a Ladybug, Spider-Man y Chat Noir en un momento de debilidad?

Alya se mordió el labio inferior al razonar la pregunta de Mary Jane, luego suspiró y sacó la máscara de Ladybug de su bolsillo y se quitó su chamarra para ponerla sobre la cabeza de Ladybug, mientras Nino hacía lo mismo con Spider-Man.

Tras esto, los tres adolescentes se acercaron a los héroes y les entregaron sus respectivos antifaces, los cuales se pusieron casi de inmediato, para luego alzar la mirada y ver a los adolescentes que habían recuperado sus máscaras.

- G-gracias... - Dijo Chat Noir.

- No hay porqué agradecer, salvaste mi vida. - Dijo Mary Jane al héroe felino.

- ¿Ah sí?

- Sí, cuando eras un enorme gato, así que gracias a tí, gatito.

En ese momento, Mary Jane abrazó a Chat Noir y éste se sonrojó antes de instintiva y dubitativamente responder el gesto.

Por otro lado, Ladybug y Spider-Man vieron la interacción entre Chat Noir y MJ con confusión, la cual fue prontamente reemplazada por miedo y enojo al ver a Punisher y Blade, lo que hizo que se pusieran en alerta.

- Tranquilos, no los lastimarán. - Dijo American Son con su distorsionador de voz.

- Sí, o yo los lastimo a ellos. - Dijo Ojo de Halcón mientras levantaba un par de flechas.

- Cállate, Barton... - Suspiró Punisher.

- El vampiro se escapó y el antídoto no funcionó... - Suspiró Blade. - Tendré que encontrarlo.

- Déjalo, algo me dice que no lo veremos en un buen tiempo, aunque estaremos listos para cuando regrese. - Dijo American Son.

- Pero lo ayudarán, ¿verdad? - Preguntó Eddie mientras él y el resto del grupo se acercaban.

- Por supuesto, para eso estamos aquí.

- Pero hay algo que no me deja del todo tranquila, Doctor McCoy. - Soltó la tía May. - Usted dijo que Peter, Marinette y Adrien estaban aquí, que podía detectar su olor.

- Y es verdad. - Dijo Ojo de Halcón, tomando por sorpresa a todos. - ¿Por qué cree que el vampiro vino aquí si no fue para recuperar a sus presas?

- Confirmo, un vampiro tan nuevo normalmente acapara presas para alimentarse más tarde y las defiende ferozmente si alguien intenta rescatarlas. - Dijo Blade.

- ¿Y dónde están? - Preguntó Tom.

- Tranquilos, sea donde sea que estén, Ladybug hará que regresen a sus hogares sanos y salvos.

- ¿Qué?

- Claro, el Amuleto Encantado. - Dijo Spider-Man. - Eso regresará a Parker y los otros a sus casas como si nada hubiera pasado.

American Son alzó una ceja al oír las mentiras de Ojo de Halcón, y sabía que eran mentiras porque en ningún momento vieron alguna cosa de las que hablaba el Vengador, pero debido al cansancio y a todo lo que estaba en su mente, decidió no ahondar en el tema. Por otro lado, Spider-Man, Ladybug y Chat Noir finalmente se pusieron de pie y suspiraron profundamente.

- Puedo asegurar que los chicos están bien, tengo un vago recuerdo de haberlos puesto dentro de unos capullos de telaraña para que el vampiro no los encontrara. - Dijo Spider-Man.

- Sí, también yo... - Suspiró Ladybug. - Creo que es hora de reparar todo... ¡Amuleto Encantado!

Ladybug lanzó su yoyo hacia arriba y atrapó un objeto que ni siquiera se dignó en ver antes de lanzarlo hacia arriba mientras gritaba "¡Ladybug Milagrosa!", haciendo que la habitual horda de mariquitas se esparciera por la ciudad y reparara todos los daños que Man-Spider, Bug-Lady, Panthèr Noir, Morbius, Punisher y Blade habían causado.

Sin embargo, para desgracia de los héroes, sus trajes siguieron estando rotos, cosa que los hizo suspirar profundamente.

- Demonios... - Dijo Ladybug. - Al menos el resto de la ciudad está bien.

- Bien, sus amigos ya deberían estar en sus casas. - Dijo Spider-Man. - Les ayudaríamos a volver a sus hogares, pero por ahora tenemos que irnos, nuestros Miraculous deben recargarse.

- Sin mencionar que lo que nos queda de ropa va a terminar de romperse si nos tardamos más... - Suspiró Chat Noir. - Y ninguno aquí quiere que eso pase.

- No estaría tan segura, gatito, apuesto que a los fans del Ladyblog y a mí sí nos gustaría. - Rió MJ, haciendo que Chat Noir, Ladybug y Spider-Man se sonrojaran.

- B-bueno, pero no podemos arriesgarnos a revelar nuestras identidades, al menos no más de lo que ya nos arriesgamos gracias a lo que pasó... - Espetó Ladybug mientras tomaba su yoyo. - Lamentamos no poder ayudarlos más.

- Descuiden, lo entendemos. - Dijo Sabine. - Tuvieron una larga noche.

- Y no son los únicos, ya está saliendo el sol. - Soltó Black Cat.

Con eso dicho, los tres héroes salieron por el agujero que Morbius había hecho, dejando a los demás solos, mientras cada uno se dirigía a sus respectivos hogares.

Entre tanto, en el centro del Gran Palacio, Ojo de Halcón, Punisher y Blade estaban levantando sus armas, y una vez que terminaron, los tres suspiraron pesadamente.

- "Supongo que con eso, yo marco mi salida." - Dijo Blade.

- "Yo no, aún tengo que buscar pruebas de que la araña y los otros dos no son malos." - Dijo Punisher. - "Pero por ahora les daré el beneficio de la duda, por salvar a la pelirroja de ese vampiro... Dios, suena más estúpido que en mi cabeza..."

- "Estúpido o no, los vampiros son reales." - Dijo Blade. - Y mientras existan, yo seguiré cazándolos."

- "Si alguna vez me topo con uno de nuevo, probablemente te llame."

- "Yo estaré esperando."

Prácticamente a regañadientes, Blade y Punisher se dieron la mano mientras Ojo de Halcón miraba a American Son.

- Tengo que admitirlo, niño, no lo hiciste nada mal. - Soltó Clint. - Digo, no eres tan bueno con la armadura como Stark, pero tienes potencial.

- Gracias, tú tampoco eres tan lerdo como dice la gente. - Rió American Son.

- Tienes el mismo pésimo sentido del humor que el cabeza de red.

- Supongo que algo debía de aprender de él.

- Pues debió ser cualquier cosa menos eso.

- Nah, yo creo que eso también es importante.

- Como sea, ya fue suficiente charla, hay que escoltar a estos civiles a sus casas.

American Son asintió y soltó un suspiro, luego, junto a Bestia, los tres se volvieron hacia el grupo de búsqueda, mientras MJ, Alya y Nino estaban frente a Black Cat.

- Gracias por volver, Black Cat. - Dijo MJ.

- Como dije, no tengo nada contra esos tres, además, eso fue culpa de tus ojitos de perro regañado... - Espetó Black Cat.

- Yo creo que tienes más madera de héroe de lo que crees. - Dijo Alya.

- No estés tan segura, niña, también lo he dicho antes, yo no soy una heroína y nunca lo seré, así que no lo digas de nuevo.

La chica suspiró pesadamente y se giró hacia la puerta del Gran Palacio, cuya cerradura abrió sin problemas.

- No olviden poner el cerrojo cuando se vayan. - Dijo Black Cat antes de saltar y perderse de vista.

- Ya está amaneciendo, así que es hora de que vuelvan a sus casas, sus amigos ya están esperándolos ahí. - Dijo Bestia mientras caminaba hacia el grupo de búsqueda.

- Por esta vez no lo debatiré, Doctor McCoy. - Dijo Sabine.

- Síganme, entonces. - Dijo Ojo de Halcón.

El grupo de búsqueda y el trío de héroes se las ingenió para salir del Gran Palacio y vieron a Ojo de Halcón subiendo a su moto voladora, cosa que extrañó a todos.

- ¿No es algo pequeña para todos nosotros? - Preguntó Tom.

- ¿Qué? No, sólo estoy llamando al verdadero transporte. - Dijo el Vengador.

La confusión entre los presentes creció, hasta que el rugido de unos motores los tomó por sorpresa. Todos miraron al cielo y soltaron un jadeo al ver aterrizando frente a ellos un Quinjet, el transporte por excelencia de los Vengadores.

- Lo bueno es que Stark actualizó el piloto automático del Quinjet hace una semana. - Dijo Ojo de Halcón. - Bueno, entren, antes que la policía los encuentre.


(Varios minutos más tarde)


Tras haber esquivado a la policía y haber sido llevados a sus respectivos hogares por Ojo de Halcón, e informarle a Nathalie Sancoeur y el guardaespaldas de los Agreste que Adrien estaba a salvo, Alya, Mary Jane, Harry, Nino, Peter, Marinette y Adrien estaban en otro de sus usuales chats de video, y para fortuna de los adolescentes, era domingo, así que podrían reponer sus energías perdidas la noche anterior sin problemas.

- Nos dieron un susto tremebundo. - Espetó MJ.

- Oye, lo dices como si fuera nuestra culpa el que el tal Morbius nos secuestrara. - Dijo Adrien.

- Además, ¿qué hay contigo y tu afán de usar palabras que sólo los escritores más estrafalarios usan? - Preguntó Peter.

- No me critiques, Parker, que no estoy de humor y tú fuiste quien me enseñó esas palabras elegantes. - Dijo la pelirroja antes de suspirar pesadamente. - Tengo suerte que estos eventos hayan provocado que el señor Agreste cambiara la fecha de la sesión fotográfica de hoy, estoy exhausta...

- También yo, ser buenos amigos de ustedes tres es muy agotador. - Soltó Alya.

- Lo sentimos. - Dijo Marinette.

- Nah, descuiden, para eso están los amigos. - Dijo Nino. - Para salvarse mutuamente cuando son secuestrados por vampiros.

- Claro que sí... - Suspiró Harry. - Vaya noche la suya, lamento no haber estado ahí.

- Ni te imaginas, bueno, tengo que dormir, tía Anna vendrá en unas horas para llevarme a visitar a mi mamá. - Dijo MJ.

- Y sobre el no estar ahí, descuida, Harry, sabemos que tu padre te tiene muy vigilado, incluso más que el señor Agreste vigila a Adrien. - Dijo Alya con un bostezo.

- Mejor los dejamos descansar, gracias por ser tan buenos amigos... Pero la próxima no hagan algo tan suicida, ¿ok? - Pidió Peter.

- Oye, MJ Watson no se deja avasallar por nada. - Dijo MJ.

- Como digas, Roja, duerme bien.

MJ suspiró y todos cortaron la videollamada, luego los adolescentes se echaron sobre sus camas y se dispusieron a dormir un poco.

Sin embargo, Alya y Mary Jane sintieron algo bajo sus almohadas al meter el brazo bajo ellas.

Este hecho les llamó la atención, pues sus celulares estaban junto a ellas, así que levantaron sus almohadas y se confundieron un poco al encontrar una cajita hexagonal de color negro con detalles de color rojo bajo sus respectivas almohadas.

Las chicas se confundieron ante los objetos, ya que podrían jurar que jamás habían visto esas cajitas, sin embargo, al sentir una punzada de curiosidad, ambas las tomaron y las abrieron, siendo inmediatamente cegadas por un destello que emanó del contenido de la caja.

Tras algunos momentos, el destello desapareció, las pelirrojas soltaron un grito ahogado al ver a dos criaturas flotantes frente a ellas, un zorro en el caso de Alya y una abeja en el caso de Mary Jane.

- Hola, me llamo Trixx y soy tu kwami. - Dijo la criatura que asemejaba un zorro.

- Salutaciones, su majestad, mi nombre es Pollen y yo soy su kwami. - Dijo la criatura con forma de abeja.

Mientras tanto, muy lejos de ahí, Morbius aterrizó dentro de una cueva, cayendo exhausto y buscando refugio del naciente sol. Una vez que se recuperó un poco de toda la energía que había perdido, Morbius se colgó del techo cual murciélago y se cubrió con sus alas, cayendo en un profundo sueño.


Bueno, ha pasado un tiempo de nuevo, he tenido altibajos y ciertas vivencias, así como un gran bloqueo de escritor que he tenido en los últimos meses, y gracias a eso he tenido mucho tiempo para pensar en cosas que quiero hacer, aunque también estoy algo molesto porque esto se supone que fuera publicado en Halloween, principalmente debido al universo alterno que publiqué en los Archivos Secretos a la par con éste capítulo.

Principalmente con esta serie, y no, no significa que la abandonaré ni la reescribiré como ha pasado antes, al contrario, significa que la ampliaré a sobremanera, añadiendo un par de universos que me gustan y haciendo spin-offs y series hermanas a esta, concretando un sueño mío desde hace años, el de crear un universo fanficticio, y en este vaso, lo bauticé como Universo Marvelous.

Como tal, he aquí una lista de lo que conformará este universo fanficticio en orden cronológico, más no en el orden que serán publicados, ya que por ciertas razones, probablemente termine adelantando algunos proyectos. Pero para que se den una idea, Spider-Man será como Iron Man en el UCM (Por cierto, en paz descanse Tony Stark :'c), sólo que él no creará a los villanos de los demás y sus apariciones, si bien tendrán relevancia, sólo serán recurrentes en su serie.

En fin, he aquí la lista, la cual probablemente aún estará incompleta.-

-Historias Maravillosas (Marvelous Tales)

-Miraculous Spider-Man: Archivos Secretos

-Star vs las Fuerzas del Mal: La Guerra Mística - Relatos Mágicos

-Miraculous Spider-Man

-Mi Niñera es una Vampira: Epílogo

-The Marvelous House

-Equestria Girls: El Fin de la Armonía

-Power Rangers: El Cubo Cósmico

-Star vs las Fuerzas del Mal: La Guerra Mística

-Miraculous: Runaways

-*Spin-off de nombre desconocido*

-Star vs las Fuerzas del Mal: Mewnarok

-*Secuela de "Miraculous Spider-Man" y posible fin del Universo Marvelous*

Bueno, eso sería todo, por ahora me despido, esperando que les guste.