Nota: Un pequeño bonus de hermanos mayores con karaoso

Y gracias por las felicitaciones


Bonus:

–Oe, Karamatsu por qué caminas de esa forma -el chico con camisa verde de a cuadros le miraba de manera sospechosa al verle dar pasos- ¿Qué tienes? –Se cruzó de brazos levantando su ceja derecha-

–Me lastime en la práctica –respondió pero detrás de esa frase se ocultaba el hecho que tuvo una terapia especial con su doctor favorito.

–¿Por qué no lo dijiste antes? Así hubiera mandado al idiota por ti en su motoneta -se inclinó a revisarle- ¿No fuiste con el doctor de la escuela?

–Estoy bien, Ichimatsu-sensei me atendió -comentó con sonrojo recordando lo que paso.

–Es bueno saberlo -le sonrió acariciando su cabeza.

Más tarde al llegar ambos a su casa un chico vestido de overol naranja y casco de seguridad se abalanzo al más joven de sus hermanos con los brazos abiertos.

–¡Ah, Karamatsu! -restregó su cara contra la mejilla de él- ¡One-chan te extraño! ¡One-chan necesita amor y cariñitos especiales!

–¡Estúpido hermano mayor deja de hostigar sexualmente a nuestro hermano! -Lo golpeo en la cabeza con el maletín escolar de Karamatsu-

–¡Ja ja! ¡Sabía que ibas a estar celoso de que quiera el amor de Karamatsu antes que el tuyo así que me preparé! -golpeo su casco con su propia mano mientras reía para luego agarrarse su cadera.- No te preocupes, Choromatsu –con su brazo rodeo la cintura de Choromatsu tanteando su curva con los dedos haciendo que el otro se enfade.

–¡No confundas "proteger" con "celos"! -Le grito dándole un puñetazo en su estómago- Iré a preparar la cena. Karamatsu vigila que este pervertido no muera. Él tiene que morir en acción o no nos darán la manutención por el gobierno.

El de cejas pobladas afirmo con la cabeza. Tomo del tobillo a su hermano mayor para arrastrarlo hasta su habitación como era costumbre tras una pelea de ambos mayores.

Una hora después, Choromatsu se hallaba sirviendo la cena cuando escuchó un grito desgarrador.

–¡Choropajastovski! -Era el mayor que lo llamaba- ¡Karamatsu me violo mientras dormía!

El mediano solo negó con la cabeza ignorando los gritos del mayor. Sea lo que estaba haciendo no era su problema.

¿Karamatsu violador? Era obviamente una mentira.

Cuando bajaron a comer. Karamatsu se veía tan sonriente como siempre mientras Osomatsu se veía callado y rojo.

–¿Qué te sucede Osomatsu-niisan? -le preguntó el segundo hijo.

–Solo esta así porque recibió tratamiento médico -comentó Karamatsu mientras masticaba como lobo hambriento un gran pedazo de carne roja.

–¿Otra vez estas así por el proctólogo? -Negó con la cabeza con el arroz atrapado en sus palillos en el aire- Niisan, eso es por tu bien.

–Es lo que le dije -el tercer hijo agito sus manos para llamar la atención del verde- pero comenzó a gritar que lo estoy violando.

–No te preocupes Karamatsu, se pone así cuando alguien le dice que vaya a ver al proctólogo -le regalo una sonrisa a su hermanito para tranquilizarlo- ¡Ves lo que haces! –Le dio en la cabeza con su tazón- ¡Hiciste que Karamatsu, se sienta mal por sugerirte que vayas a tu revisión de rutina!

Osomatsu solo se quedó con la boca abierta porque no había como ganarle a la inocencia que aún conservaba el menor.

Ese pequeño frente a él comiendo su pieza de carne de forma tranquila ignorando los regaños de Choromatsu por comer tan rápido.

Ese niño que horas antes lo violo diciendo que es tratamiento para curarle el libido.

Eso de cambiar la posición de la cuchara, abrirle el pantalón, tocarle su pene e introducirle el suyo por su ano mientras lo besuquea y lo mordía.

Fue una gran sorpresa cuando el menor lo giró desabrochando su pantalón para acariciarle el pene. Fingió que estaba dormido para mirar lo que le hacía. Noto como quedo duro entre los dedos del menor.

Esperaba que Karamatsu se sentada en su miembro…

¡Pero no!

¡El desgraciado se acomodó entre sus piernas para penetrarle!

Eso hizo que abriera los ojos de espanto pero era tarde el más joven le robo su virginidad para tranquilizar su libido.

¿El libido de quién?

Porque Karamatsu parecía perro en celo montado en él.

Sus gemidos escapaban sobretodo porque Karamatsu hacía gestos adorables para pedirle que aparte su mano ya que era parte del tratamiento.

Eso definitivamente, no era tratamiento.

Cuando averigüe quien fue el autoproclamado proctólogo que le enseño eso, lo matará a palos.

Por el momento…

Dejará que Karamatsu lo siga tratando.