Capítulo Uno - La Lucha. (Prólogo)

"Tal vez deberías irte..." dijo Magnus, sonando muy cansado, apartando sus ojos de gato de Alec, y colocándolos en el suelo luciendo resignados.

Los ojos azules de Alec se abrieron y se congelaron mirándolo, sin poder creer lo que había oído. Sus manos comenzaron a temblar y las apretó en puños asi Magnus no iba a verlo reaccionar así.

De repente se sintió mareado, evocando en su mente esa escena en el metro de nuevo con todo detalle.

"Voy a estar fuera todo el día ..."

"Deja la llave ..."

Podía sentir su corazón roto de nuevo, y el fuerte sabor de su sangre en su labio inferior.

Luchando por mantener su voz, susurró; "Si eso es lo que quieres ..." Su visión se había vuelto borrosa por las lágrimas contenidas y a través de ellos creyó ver a Magnus acercándose a el. Su mente estaba a tope, llena de pensamientos de ese día, mientras las palabras del brujo resonaban en su cabeza de nuevo.

"No es que cambie nada ..."

Aunque los recuerdos eran insoportables, le pareció oír al presente Magnus diciendo su nombre, pero él lo rechazó.

"Es sólo mi imaginación ..." se dijo. "Finalmente llegó a su límite y me dijo que me fuera ... ¿Por qué me llamaría de regreso? Estoy imaginando cosas ya ...'

Así que el cazador de sombras se limitó a mover la cabeza en un intento de desactivarla y le dio la espalda. "Adiós entonces ..."

Susurró incapaz de evitar que su voz se rompiera, y se escapó antes de que el brujo pudiera ver sus lágrimas. 'Tanto por no ser capaz de dejar que me vaya ...' pensó oscuramente mientras corría, deteniéndose sólo por un momento para usar una runa glamour y ocultarse de los mundanos que le rodeaban.