Pequeña

-Capítulo IV-

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Akane sintió el sabor extremadamente amargo, luego terminó de tragarla, al instante todo le dio vueltas y perdió la conciencia.

Abrió los ojos y Mouse estaba sosteniéndola, al parecer solo se había "perdido" unos segundos

- ¿estas bien?- pregunto el chico

- eso creo...-

- tu cuerpo se esta acostumbrando, dale algunos minutos... y tú...- Shampoo se dirigió Mouse - ven aquí, ella ya esta bien...- dijo mientras alargaba su mano, lo tomaba de la manga de la tunica y lo jalaba a su lado bruscamente; Akane sonrió, a todas luces parecían celos - ayuda si Akane se levanta a caminar- ella lo hizo, algunos momentos después sintió como si estuviera lista para correr un maratón, se sorprendió y sonrió casi con ganas de saltar de la alegría

- funciona... ¡esto en verdad funciona!-

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Ranma después de la escuela de donde no se pudo escapar, regresaba a casa presuroso, no había visto a Akane en todo el día, por lo menos no tenía ningún presentimiento extraño, lo cual significaba que ella estaba bien; por un lado estaba enfadado, pero por el otro, tal vez y solo tal vez, ella estaba sin muchas ganas o energía porque finalmente necesitaba de él, como él de... la cama... claro. Un punto extra a su humor era que Sato le había dado muy buena información.

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El chico de ojos azules llegó al dojo, ni siquiera se molestó en ir hasta la puerta de entrada, solamente saltó la barda, quedando de pie justo frente al salón de entrenamiento, de donde salía sonido

- ¡iyaaa!, ¡haaaaa!- Ranma caminó lento hasta asomarse por la puerta corrediza del lugar, desde donde pudo ver como Akane entrenaba arduamente, lanzaba golpes a diestra y siniestra.

El muchacho quedo estático por un memento, él, que había estado quebrándose la cabeza durante toda la mañana, tratando de resolver todos los problemas y ella allí, entrenando, mientras él se quedaba encerrado en la escuela.

- hola A-KA-Ne- deletreó a propósito para llamar su atención

- ¡oh! ¡hola Ranma!- dijo ella con fingido buen humor deteniendo su entrenamiento - ¿qué te trae por aquí?- puso su mejor cara

- es lo mismo que te pregunto yo a ti ¡¿porque no fuiste a la escuela?!-

- bueno...- dijo ella manteniendo la sonrisa en cara, balanceando la toalla en la mano- pensé que sería bueno un... cambio...- inventó

- ¿un cambio? ¿acaso estas loca?-

- claro que no- su expresión perdió un poco de humor - como sea Ranma no es tu asunto, no seas entrometido-

- ¿entrometido? ¡¿entrometido?! ¡yo he estado como loco tratando de arreglar los problemas que tenemos para que tu estés de "vacaciones" aquí en casa!-

- ¡problemas en los que TÚ me metiste!, ¡no trates de hacerme culpable!- le gritó exasperada por fin, saliendo del lugar mientras él la seguía de cerca

- ¡Akane! ¡Akane regresa aquí! ¡no he terminado de hablar contigo!-

- ¡pues yo si!-

- ¡niña boba! ¡no me des la espalda! ¡no puedes escapar de esto solo evitándome!- estirándose tomó el brazo de la muchacha para que volteara a verlo, la familia salió de diferentes lugares de la casa para ver que pasaba

- ¡Exacto! ¡no puedo escapar! ¡todos en la escuela me llaman de esa manera tan estúpida! ¡¿y gracias a quien?! ¡a Ukyo! ¡a quien le diste la forma para burlarse de mi! ¡y no conforme con eso le contaste sobre mi problema de sueños! ¡no! ¡claro que no puedo escapar! ¡por más que quiera hacerlo no puedo! ¡así que solo espero que ella no intente meterse conmigo de nuevo sobre esto! ¡porque de ser así no me va a importar lo MUCHO que te "preocupe" o cuanto quieras interferir porque ella se enterará de lo que es capaz Akane Tendo!- gritó exasperada

- yo... Akane yo...-

- ¡tú! ¡tú! ¡tú!... siempre se trata de ti...- terminó decepcionada - al parecer tampoco puedo escapar de ti... ¿verdad?... solo déjame en paz ¿quieres? ya hiciste suficiente- terminó yéndose y perdiéndose lentamente escaleras arriba.

Ranma se quedó sorprendido sin poder moverse de su lugar.

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El chico de trenza estaba sobre el tejado sintiéndose enojado (como últimamente sucedía) ya que Akane parecía mucho mejor que él, y desde su puesto sobre el tejado podía ver como ella reanudó y terminó su entrenamiento, sin agotarse. También anímicamente Akane lucía mejor que él, dejando fuera el altercado de hace algunas horas, ella se notaba como si nada hubiese sucedido, sonreía al moverse e incluso después de asearse se ofreció con Kasumi para ayudar con la limpieza, luego de eso se puso a disposición de Nodoka como asistente para hacer unas postales que enviaría a su pequeña ciudad, y antes de la cena salió a caminar con Soun y Genma. Ranma, durante todo lo anterior, se la pasó dándole vueltas a la posibilidad de que Akane ya no lo necesitara ni un poco, y de ser así, ¿sería necesario que resolviera los problemas que tenían?, ¡al carajo!, ¡por supuesto que si!

- ¡como que soy el mejor artista marcial que voy a arreglar todo y esa niña tendrá que admitir que me necesita! ¡será una lección para su orgullo cuando regresemos a la normalidad y tenga que regresarme mi pedazo de cama!- se levantó de las tejas y saltó para cenar con la familia.

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Akane después de la cena (donde ignoró a Ranma), subió a su habitación, se puso cómoda y se preparó con una nueva lectura sobre una chica que veía espíritus, parecía algo terrorífica, pero la verdad era que estaba bastante preocupada por la disminución de energía y tenía la esperanza que un buen susto le quitara el sueño, tendría que esperar y ver que pasaba, según sus cuentas cerca de las dos de la madrugada terminaba el efecto.

Faltaban cerca de veinte minutos para las dos, Akane aun tenía la esperanza de que el efecto no cediera, sin embargo y para su mala suerte, tan repentinamente como había llegado la energía se le fue del cuerpo. Fue una suerte que hubiese estado sentada en la cama, de otra forma se abría golpeado, por otro lado también casi al instante comenzó a perder la conciencia.

No podía mover su cuerpo, tampoco su cabeza, ni siquiera podía abrir sus parpados, y entro en un estado de dormitación.

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[- Akane- dijo una voz con fingida dulzura

- ¿quien... quien es?- dijo volteando a su alrededor, tratando de ver entre todo el vapor que se esparcía por todos lados

- ¿no lo sabes?- preguntó con burla- soy tú- contestó, justo en ese momento ella dejó de tener control de su cuerpo; sintió una rigidez total de si misma y unas manos que la tomaban de las costillas y la pegaban a un gran cuerpo, el cuerpo que la portaba se movió, el vapor se dispersó y el camino se empezó a hacer más y más claro, caminaban por un pasillo de madera largo, donde un espejo grande que colgaba de una pared le dio una vista fugaz de lo que pasaba: ella solo era una muñeca, y una ajena Akane la cargaba contra su cuerpo, como cualquier niña cargaría a un juguete...]

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Fuera de la habitación, esperando en la fría noche, Ranma había esperado el momento adecuado para intentar colarse a la habitación de su prometida, irónicamente se había quedado dormido, cuando abrió los ojos, no tenía ni idea de que hora era, pero la lámpara de escritorio de Akane seguía encendida, ¿sería que ella aun estaba despierta?, un pequeño rayo de emoción cruzó su cuerpo.

- "No es que ella no me necesite, ¡ella solo esta evitando su problema! ¡ja! ¡lo sabía! ¡aun me necesita!"- pensó mientras colgaba de la cornisa, se balanceó un poco para entrar, sin importarle el no haber revisado si la ventana tenía seguro o no; para su suerte no, la ventana estaba destrabada, y de un solo movimiento abrió y coló su cuerpo, sin importarle el ruido que originó con eso.

La escena que encontró lo desmotivó a sobre manera.

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[-y bien, pequeña Akane...- la que llevaba el control de su cuerpo la puso a la altura de sus ojos - ¿con quien será bueno empezar?- Akane sabía a que se refería ella con eso.

Respiró profundo buscando moverse, aun así su mente gritaba

- "¡esto es un sueño! ¡yo estoy en mi habitación!"]

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- "¡esto es un sueño! ¡yo estoy en mi habitación!"- repitió su mente, la muchacha estaba dormitando, su fuerza de voluntad era lo único que le impedía caer completamente en la inconciencia, el problema era que su cuerpo en la realidad tampoco tenía el más mínimo movimiento, lo cual hacía difícil espabilarse

- "¿qué es eso?, ¿qué fue ese sonido?, ¿hay alguien conmigo?"-

- ella... ella... esta dormida... de lo más tranquila...- dijo el muchacho - solo estaba leyendo... antes de... quedarse dormida...-

- "¡Ranma!"- gritaba en su mente

- ella solo esta ahí...-

- "Ranma..."- dejó de oír- "Ran...ma..."- todo se volvía menos claro...- "Ra... Ran... ma..."- estaba perdiendo el sentido

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[-¡Ranma!- su voz por un instante salió

- ¿estas segura?... bueno, si tu insistes...- dijo sonriendo, con ese brillo malévolo en sus ojos

- no...- se quedó pasmada, ella no estaba eligiendo a Ranma, ella lo estaba llamando, no aquí, allá... ¿allá?... ¿allá donde?... ¿Dónde estaba Ranma?, ¿a dónde esa Akane que no era ella se dirigía?... no... no era ahí...

La muchacha puso a la muñeca sobre una mesa en el pasillo, y dándole la espalda comenzó a avanzar contoneando las caderas, luego se detuvo, volteó la cabeza, y le guiño el ojo. Ella termino de andar hasta el final del pasillo, donde la esperaba una puerta, cuando ella entró a la habitación dejó abierto, para que la pequeña Akane que reposaba sobre la mesa pudiera "admirar" lo que pasaba.

- ¿Akane?, ¿que haces por aquí?, ¿pensé que nos veríamos en la cena?- alcanzó a oír la voz del muchacho de ojos azules dentro del cuarto

- Ranma... ¡Ranma no soy yo! ¡huye! - las lagrimas cayeron de sus ojos - ¡No! ¡por favor! ¡te lo ruego! ¡no le hagas daño! ¡Por favor!- rogó en vano, al parecer nadie la oía

- vine para darte una sorpresa- dijo con una modulación de voz casi felina

- ¡no! ¡no!- siguió pidiendo desesperada sin ser oida

- ¿sorpresa?... ¿qué...- no terminó la frase, aquella chica solo extendió su mano con extrema velocidad; ella había atravesado el cuello masculino con sus uñas.

Akane desde su sitió quedo muda, quería moverse, pero no podía, fue cuando sintió algo; un ligero toque en sus pequeñas manos...]

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- *Kyoukai no Rinne*... que título tan más ridículo...- dijo Ranma al observar el libro que acaba de quitar de las manos de su "durmiente" prometida - mírate... tú ahí descansando mientras yo... yo... ~pfff~- soltó un bufido para arrojar el libro sobre el escritorio, no se molestó en ser cuidadoso, Akane en realidad no tenía el sueño tan ligero; con los pies colgando de la cama, el torso recostado a lo ancho, su cara tranquila, todo parecía indicar que ella estaba de maravilla; el muchacho nunca lo atribuyó a una falta de energía, y al caer rendida, no pudo cambiar siquiera su expresión, pero para él, ella solo estaba teniendo un sueño pacifico, de lo contrario toda ella se notaría turbada como siempre pasaba, o eso pensaba él

- "Ranma... con él... aquí es la realidad"- su cuerpo seguía sin responder - "él tocó mis manos... ayúdame... no puedo moverme... has que me quede... Ranma has que me quede... Ranma"- nada... solo silencio

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[Enfocó sus ojos de nuevo, veía como la sangre escurría por el cuerpo de Ranma hasta llegar a la duela, que cada vez se pintaba más de rojo. Aquella mujer sacó sus largas uñas del cuello masculino, y veía con curiosidad como los ojos de él se ponían en blanco para después caer al suelo

- oh... que pena... - dijo con burla, luego volteó a verla - casi me olvido de ti- sonrió de lado y se encaminó a donde la había dejado sentada - ¿quieres ver más de cerca?- no esperó para cargarla y llevarla con ella, con cada paso, estaba más y más cerca del cuerpo de Ranma.

Akane estaba aterrada, ¿qué podía hacer?

- Ranma...- susurró - no quiero esto... él no... él no puede... ¿Ranma? ¿donde? ¿allá? ¿mi habitación?, eso... mi habitación- Akane cerró los ojos con fuerza, en parte porque no quería ver aquel desastroso cuadro, en parte porque su cerebro gritara que lo llamara- Ranma, ¡Ranma!- gritó - ¡Ranma!- fue cuando sintió un calor agradable en su cuerpo]

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- eres tan bruta- dijo él mientras cargaba el cuerpo de aquella muchacha - no tienes gracia- maniobrando logró destender las cobijas de la cama - pareces un gorila cuando caminas - y con cuidado la acomodó en el colchón - eres fea- tomó las cobijas y las acomodo sobre ella - tienes un carácter de los mil demonios- despejó su cara que tenía algunos mechones rebeldes - nunca me escuchas...- tristemente contorneó con su dedo índice aquella cara- a veces solo quisiera... que no estuvieras en mi vida...- con eso último se apartó de ella, apagó la lámpara y salió de la habitación

- Ra... Ran... Rann... ma...- sus labios, por fin pudieron pronunciar aquel nombre, además sus ojos habían empezado a gotear sin control aun cerrados.

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Akane se levantó de la cama, sentía que en cualquier momento sus piernas se doblarían, le dolía mucho la cabeza, volvió a sentarse y descartó completamente la idea de leer, ni siquiera podía enfocar su vista, menos su cerebro. El reloj de la mesa marcaba las tres de la madrugada, a penas hasta ahora tenía la fuerza para moverse, lento, pero al menos había podido sentarse, y con mucha voluntad se había mantenido con la fuerza mental para no volver a dormir; Mouse había tenido razón, era mucho más difícil recuperarse después de haber terminado el efecto de lo que sea que fuese lo que había tomado.

Después de media hora más logró por fin ponerse en pie apoyándose de su escritorio, un mareo intenso se apoderó de su cuerpo, se mantuvo algunos momentos aguantando, luego cuando pudo mover los pies, se dirigió poco a poco al baño, una ducha de agua helada la ayudaría, posiblemente este sería el día más difícil de su vida, ella siguió pensando en ello mientras reposaba en la bañera y el agua fría camuflaba el liquido cálido de sus ojos, signo de su herido corazón.

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Horas más tarde Ranma bajaba desganado la escalera, estos últimos días no había dormido bien, y precisamente hoy no tenía los mejores ánimos.

- buenos días...- dijo dejándose caer en su sitio de siempre

- ¿no se supone que deberías ir escuela?- mencionó Soun llevándose más arroz a la boca

- eres tan holgazán... me pregunto porque serás así...- Genma siguió comiendo

- y yo me pregunto de quien lo habré heredado...- respondió con ironía; en la entrada de la casa pudieron escuchar las voces de Nodoka y Kasumi que habían salido temprano de compras

- es que es tan terca- decía Kasumi al entrar en la sala

- pienso lo mismo, aunque...- Nodoka calló en seco al ver a su primogénito en el comedor aun en prendas de dormir - ¡¿pero que haces?!- dijo dirigiéndose a él

- bueno... ayer Akane se tomó el día no veo porque no puedo hacerlo yo, más aun en Sábado, solo es día de clubes-

- ¡pues en este momento te arreglas y te vas!-

- madre...- Ranma apeló a toda su paciencia para no exasperarse con ella- yo... pfff... no iré a la escuela...- diciendo esto último se levantó, saltó hacía el jardín, y con un nuevo salto se perdió en algún lado de la propiedad Tendo.

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-Akane necesito hablar contigo- la interceptó a algunos metros del portón del instituto donde la esperaba desde temprano

- ¿qué quieres ahora?- preguntó deteniendo su camino, apoyándose en un poste cercano, sin muchos ánimos de hablar, trató de enfocar su vista, pero al momento tuvo que apretar sus ojos, pues todo parecía borroso, algunos momentos después lo logró

- sé lo que pasa entre Ranma y tú- a Akane le pareció que le estaba casi gritando, y aunque a Ukyo no le faltaban ganas de hacerlo, la realidad era que aun estaba relativamente tranquila, gracias a lo anterior Akane por instinto puso un pie adelante y otro atrás "lista" para un ataque, al hacer esto perdió el equilibrio y tuvo que sostenerse de nuevo.

- no me importa lo que sepas, ya no importa- dijo con la intención de cortar la conversación e irse, no había hecho un esfuerzo sobre humano para llegar hasta ahí solo para hablar con ella.

- pues a mi si, creo que jugaste sucio...-

- yo no hice nada... déjame en paz- dicho esto se irguió lo más posible y retomó su camino, ya estaba muy retrasada, pero así se le fuera la vida en ello, llegaría a la escuela (aunque claro la chica había olvidado que era Sábado y no un día de escuela regular, ni siquiera llevaba lo necesario para los clubes en los que participaba) gracias al cielo esta vez no se había perdido.

- siempre es así ¿no Akane?, siempre haciéndote la mustia, una cobarde que solo se da media vuelta esperando que aparezca Ranma para salvarla, ya me cansé, estos días estuve pensando si debía solo cancelar mi compromiso, pero me dí cuenta que estaría actuando igual a ti si lo hiciera, una pobre blandengue que deja que otros le resuelvan la vida- Akane de espaldas a ella la oyó hablar y antes de voltear la sombra de un pájaro pasó sobre ella, espantada, giró rápido cruzando los brazos en bloqueo de un ataque, solo para descubrir a la chica aun a una distancia prudente - ¿qué rayos te pasa?- la cuestiono la cocinera ante la actitud tan rara

- nada- respondió casi híper ventilando - ¡solo aléjate de mi! ¡si tienes algo que decir ve con alguien que le interese!- gritó enfadada, Ukyo dio dos pasos hacia delante, Akane podría haber jurado que la cocinera avanzaba en un ataque, así que ella también lanzó un golpe al aire, pero... estaba a METROS de su objetivo

- ¡¿estas demente?! ¡¿o es acaso que lo que quieres es pelear ahora?! tenía pensado retarte para dentro de unos días y que fuera formal, pero si lo que quieres es que sea ahora yo no tengo inconveniente, créeme después de lo que me hiciste lo que más deseo es arrancarte la cabeza- dijo con rabia

- ¿lo que yo te hice? ¡yo no te hice nada!-

- ¡has estado manipulando a Ranma!, ¡¿te parece poco?! ¡eres una traidora! ¡jugaste sucio! ¡te aprovechaste de toda la ventaja que tenías!- le gritó acercándose peligrosamente, Akane intentó ir hacía atrás pero tropezó con sus propios pies y cayó al suelo, además gracias a su condición y al sol dejó de ver claramente y solo veía como un bulto borroso se acercaba, retrocedía como podía - ¡incluso llegué a considerarte mi amiga! ¡¿y tú que hiciste!? ¡solo jugar con...-

- ¡basta! ¡yo no hice tal cosa!- le gritó intentando huir - ¡y si eso es lo que piensas! ¡¿sabes que?! ¡no me importa! ¡lo que si quiero que sepas es que...-

- ¿¡qué?!- la interrumpió tomándola del cuello del uniforme y levantándola del suelo - ¡dime! ¡¿que quieres que sepa?! ¡dímelo!- al ver que ella no hablaba la dejó caer al suelo, Akane asustada trató de encontrar sus cosas por el asfalto pero no las vio - ¿no me digas ahora que tienes miedo?- dijo con sarna

- no... nunca- pronunció con orgullo, al diablo sus cosas luego regresaría por ellas, se levantó lentamente, débil - por mi puedes hacer lo que quieras, puedes quedarte con Ranma, puedes volverte su prometida oficial, casarte, ¡yo no quiero nada de él!-

- claro, ¿para que al primer apuro él tenga que ir en tu auxilio?, no me...-

- ¡no necesito de él!- gritó con rabia cansada de que Ranma le fuera indispensable - ni su ayuda, ni su tiempo, ni sus noches ¡ni nada! ¡nada! ¡me oíste!- algunas lagrimas se comenzaron a acumular en sus ojos, por otro lado Ukyo quedó estática - ¡así como a él no le importa a mi tampoco! ¡ojala no estuviera en mi vida!- dijo más fuerte, recordando las duras palabras que él había dicho la noche anterior pensándola en la inconsciencia, la otra muchacha intentó alargar el brazo hacía ella en un intento mudo de una explicación, Akane en su estado caótico volvió a la posición de bloqueo como si hubiera visto el golpe venir, justo con eso volvió a perder el equilibrio y cayó de nuevo al suelo, pero esta vez captando que la otra se había quedado en su lugar se levantó tambaleándose y a duras penas entró a la escuela.

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Ranma quien había terminado en el tejado, "casualmente" sobre la habitación de Akane, inconcientemente ahora entraba al cuarto de su prometida, le pareció un poco extraño que la cama estuviera desarreglada cuando Akane solía ser tan ordenada, dibujo una pequeña sonrisa en su rostro, y se sentó en ella; pensándolo mejor y viéndose solo, se recostó.

Las malas noches anteriores empezaron a hacer mella y de pronto el sueño se apodero de si, eso hasta que escuchó una voz

- ¿qué?- preguntó sentándose en la cama de golpe

- dije que, no me refería a la escuela...- su madre lo miraba desde la puerta

- ¿qué?- repitió ahora confundido

- allá abajo te dije que fueras, yo no hablaba de la escuela, hablaba de tu prometida-

- mamá ¿sabes que...? - se puso de pie y por primera vez altanero con ella continuó - me tiene muy sin cuidado lo que haga o deje de hacer Akane- con eso intentó salir de la habitación pero ella no lo permitió

- te sientas Ranma- le ordenó con la katana en el cuello, maldita la hora en la que Akane le había enseñado a usarla correctamente, no le quedo de otra más que obedecer - tengo mis propias conclusiones sobre lo que pasó entre ustedes... deberías arreglarlo, no es de hombres honorables hacer sufrir a las mujeres...-

- disculpa madre... pero no pienso hablar de esto contigo...- finalizó volteando la cara

- no tienes que hablar, pero yo si... Akane esta mal y sé que tú también-

- ¡bahh! yo estoy perfectamente bien y ella también ¿que no la viste ayer? entrenaba y ayudaba a todos y...-

- cállate Ranma, dijiste que no hablarías, ahora te aguantas y me escuchas, desde hace tiempo sé que duermes en esa misma cama en la que estas sentado, y ahora que lo pienso parece que solo USASTE a la pobre muchacha para tu...- ella aclaró su garganta antes de hablar- conveniencia - terminó con un tono "sugerente", Ranma se convirtió completamente en una piedra - eso no es de caballeros Ranma, usar a una chica solo para...- se aclaró la garganta de nuevo - "eso", para luego tratarla mal-

- ¡no es lo que piensas!- gritó reaccionando completamente rojo ante tales pensamientos de su "santa" madre

- ¿no?- irónica levantó sus cejas y prosiguió si oír explicaciones - mira hijo... - ella tomó asiento junto a él quien sudaba copiosamente y parecía una chimenea encendida - sea lo que sea que hayas... "hecho" con Akane no es el problema, el problema es su incapacidad y su inmadurez para resolverlo, ahora mismo tu estas aquí dejando que tu orgullo te controle, en lugar de ir con ella, y arreglar las cosas de frente antes de que todo se ponga peor...-

- mamá... yo... - él suspiró sin mucho que alegar

- solo ve... ¿quieres? ahórranos la pena a todos lo miembros de esta casa el tener que aguantar tu mal genio Ranma...- señaló con gracia

- mamá...- "reclamó" - a veces creo que la quieres más a ella que a mi-

- no es eso cariño, es solo que para asuntos amorosos eres pésimo, tu padre debió haberte educado mejor...- se lamentó- además aunque tú tienes esa espantosa mala cara...- le acarició la mejilla- en comparación con Akane, ella no se veía para nada bien cuando salió de casa... no solo tenía grandes ojeras, tenía los ojos hinchados y rojos, como si hubiera llorado toda la noche, además parecía como... confundida... desorientada, Kasumi y yo estamos sumamente preocupadas por ella, la encontramos cuando veníamos de regreso del mercado, intentamos convencerla para que regresara, pero no quiso hacerlo-

- ¿y porque no empezaste por eso madre?- se levantó y salió del cuarto apresurado

- ¡ve con cuidado!- le alcanzó a gritar, momentos después una tímida mirada se asomo por la puerta - ¿pasa algo Kasumi?-

- yo... no fue mi intención... pero, bueno... es que... yo escuché que mi hermana y Ranma... ¿ellos duermen juntos?- preguntó algo acongojada

- pues si- respondió sin darle realmente importancia, la muchacha se sentó en la cama tragando saliva

- tía creo que, es decir, bueno, pienso que entonces hay que hacer, ya sabe... sutilmente, que mi padre y el tío Genma adelanten la boda, mmm, no queremos que vaya a haber algún "incidente"- dijo mientras miraba hacía un lado al momento que sus manos hacían una ligara onda sobre su estomago

- ¡oh! no te preocupes querida, ellos aun no tienen ese tipo de actividades nocturnas- le palmeo el hombro al tiempo que le guiñaba el ojo

- pero... pero usted le dijo a Ranma...-

- solo lo estaba presionando... el día que pase algo como eso... cariño, habrá que asegurarnos que Nabiki no este en casa- ella se levantó y salió del cuarto, Kasumi completamente roja siguió a la señora.

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►- el como obtuve una nueva cama- dijo Ranma

- tú no tienes cama tonto, eres un acoplado-◄

Recordaba Ukyo esas palabras que en ese momento no habían tenido sentido y ahora las entendía, Akane prácticamente se lo había restregado...

► ni sus noches ◄

- no se cansa de humillarme...- estaba parada en medio de la calle, pero eso no le preocupaba.

Su mandíbula temblaba, pensando en el "poco honor" de Tendo al hacer algo tan bajo como meterse en la cama con "su" prometido, lo habría creído de Shampoo, pero de Akane... al final, lo único en lo que no se había equivocado, era en haberla considerado la rival más fuerte.

Lentamente echó el brazo hacía atrás para alcanzar su espátula, Tendo se veía pésimo, y habría que estar ciego para no haber notado que ella no estaba en sus cabales, aun así pensó

- "¿y que importa si voy tras ella?"- empuño el metal con fuerza - "¿honor? ¿para ella? por supuesto que no..."- estaba lista para por fin desenvainar su arma, cuando alcanzo a divisar a lo lejos una silueta conocida - perfecto - sonrió, dejó por completo de lado utilizar su pala, hoy la suerte la favorecía sin haberlo planeado, definitivamente el destino estaba de su lado, y sin mover ni un solo dedo, solo los hilos correctos.

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Ranma llegó corriendo a la escuela, algo andaba mal, justo cuando estaba poniéndose la camisa para salir de casa, una punzada en el pecho se había hecho presente, eso solo significaba algo: Akane estaba en problemas; habría entrado en la institución de no ser porque algo que yacía sobre el pavimento llamó su atención, un maletín. Primero simplemente le dio igual, pero una fracción de segundo después ya estaba parado observándolo. Vaya, que había cientos de maletines iguales en todo el instituto, tampoco era que el objeto tuviera algo distintivo en especial, pero el solo verlo, algo en el gritaba Akane, ¿cómo lo sabía?, no tenía ni idea.

Lo levantó lentamente, y a sabiendas que era una muy mala señal, lo abrió para asegurarse; dejó de pensarlo cuando vio la lapicera amarilla con un colgante de cerdo; no había dudas, esas eran las cosas de Akane

- mierda...- masculló, con la maleta en mano saltó dentro de la escuela

- ¡superior! ¡superior!- escuchó a penas pisar el lugar

- ¡ahora no Sato!- le respondió a lo lejos

- ¡pero...- y Ranma se había ido - es importante...- termino en voz baja al verse solo

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- ¡Saotome! ¡pero que hace usted ahí!- gritó el maestro de literatura cuando lo vio asomar medio cuerpo por las ventanas buscando algo. Ranma buscaba a su prometida, ya la había buscado por la cancha de voley, el gimnasio, el salón de entrenamiento de kendo, y la pista de atletismo, solo le faltaba ese lugar; Akane asistía algunas veces al club de literatura solo por acompañar a sus amigas.

Al no encontrar a su prometida, entró al salón ante la mirada atónita de los alumnos que asistían a esas clases extracurriculares y los gritos del profesor

- ¿Akane?- preguntó seco a las amigas de la muchacha

- ¿qu... qué?- tartamudeo Yuka asustada

- ¡Akane! ¡¿dónde esta Akane?!-

- no... no... sé Saotome...- contestó hecha pequeña en su silla

- tú- señaló a otra en clara "solicitud" de información, la chica sacudió su cabeza de un lado a otro con ganas antes de contestar

- ella... no vino... no vino a la escuela-

- ¡¿Saotome qué diablos te pasa?! ¡¿qué clase de impertinencia es...-

- ¡silencio!- le gritó al maestro encargado, que viendo la llama en sus ojos se calló al instante, él regresó su mirada a Sayuri - ella si vino a la escuela, sus cosas estaban en la entrada-

- no... no la vimos... te lo juro Saotome... no hemos visto a Akane en todo el día- más alterado aun salió del salón sin dar ninguna clase de explicación.

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- ¡Superior! ¡Superior!-

- ¡que ahora no Sato! ¡¿no lo entiendes?! ¡ahora no tengo tiempo!- gritó al pobre chico quien primero se le había puesto en frente para después ser sacado con brusquedad del camino.

Ranma no sintió ni el mas mínimo remordimiento al dejar al chico en el suelo, ya había buscado por toda la escuela, y ni un minino rastro de Akane había encontrado, ahora estaba dispuesto a buscar por todo Nerima si fuese necesario.

- ¡es sobre su prometida!- alcanzó a gritar Sato desde el suelo aun al tiempo que lo veía desaparecer por la barda, por un momento pensó que no lo había escuchado, pero al contrario, segundos después sintió como era levantado del uniforme, Ranma había regresado.

- ¡habla!-

- bu... bueno yo...-

- ¡rápido!-

- es que yo estaba esperándolo desde temprano para darle más noticias del club de admiradores, así que aunque todos ya están en sus actividades yo me quede por si lo veía, se dice que siempre llega tarde y yo...-

- ¡ve al grano!-

- si, si... cuando ya estaba por irme, escuche que gritaban, eran voces de mujeres, fui a ver, y era la superior Tendo y discutía con esa otra chica de espátula-

- Ukyo... entonces está con ella- con eso se dio la vuelta y a punto de emprender carrera oyó

- ¡no! ¡espere!-

- ¡¿ahora qué?!-

- después de que la señorita Tendo se levantara del suelo entró a duras penas a la escuela-

- es el suelo... ¿porqué? ¡¿Ukyo la golpeó?!-

- no... bueno casi... la tenía tomada de...

- ¡Sato ve al punto!- lo zarandeó de nuevo

- cu... cuando la superior entró llegó hasta el área de casillas y estuvo sentada en el suelo, desde aquí podía verla, yo estaba escondido detrás de ese árbol...-

- ¡Sato!-

- si, si... emm... ¡ah si!, estuvo sentada allí, se veía muy débil, muy mal-

- ¿qué tan mal?-

- pues, antes de llegar hasta allá, se cayó dos veces más-

- ¿caerse?-

- y parecía llorar- pronunció con cuidado

- ¡¿llorando?!- analizó Ranma, luego sacudió la cabeza y preguntó - bueno ¿que pasó después de eso?-

- escuche de nuevo voces fuera de la escuela-

- ¿de quienes?-

- eran la cocinera, y otra chica, una que también a venido a pelear, no es de la escuela, ellas hablaron, no mucho, luego ella... ¿Ukyo se llama?- Ranma asistió - se fue, la otra chica pareció pensarlo un poco, entró a la escuela, encontró a la superior aun sentada, no sé que hizo pero de pronto pareciera que la señorita Akane se hubiera dormido y ella se la llevó-

- ¡¿qué?! ¡¿cómo qué se la llevo?! ¡dime quien era!- le exigió dándose cuenta que no tenía ni un segundo que desperdiciar - ¡dímelo Sato! ¡¿quien?!-

- no... no lo sé... no sé su nombre...- susurró encogiéndose

- ¡entonces dime algo! ¡lo que sea sobre ella!-

- e... ella aventaba flores al aire...- antes de terminar la frase, Ranma ya se había ido - bueno... por lo menos... alguien que arroja flores, no puede ser tan mala... ¿o si?- con eso último se acomodó el uniforme de deportes y decidió regresar a su casa, el entrenador de futbol no lo dejaría ya participar en la practica, además siendo sincero consigo mismo, no era tan bueno en ello.

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[ - ¡No! ¡No por favor! ¡te lo ruego! ¡déjala!- gritó desesperada sin poder moverse, su pequeño cuerpo que yacía en un rincón de la habitación, estaba completamente inmóvil, lo único que podía hacer era gritar sin control y llorar sin consuelo, al ver como aquella mujer que NO era ella pero PARECÍA ella, rodeaba sin piedad con sus manos el blanco cuello de Kasumi, cuyos rasgos ya de un color casi azul, se vaciaban de vida.

Aquella mujer por fin la "escuchó", ya no valía la pena seguir, ¿para qué?, ya había cumplido su propósito, se puso de pie, y se movió a paso lento y triunfante hacía la pequeña muñeca que lloraba sin tregua.

Akane veía casi sin parpadear los cuerpos estáticos de sus dos hermanas, si pudiese moverse, si tan solo hubiera podido ayudarlas, pero no, ella seguía sin poder hacer nada mientras su kimono seguía empapándose de sus propias lagrimas, incluso cuando la otra Akane la cargó y se la llevó de ahí.

- nos estamos divirtiendo ¿no?- le dijo mientras caminaban por un pasillo obscuro

- por favor... - fue lo único que pudo susurrar entre sollozos

- ¿has escuchado eso?- preguntó de pronto - parece que tenemos más compañía- soltó una risita y siguió caminando

- ¿Akane qué haces aquí sola?- cuestionó Ranma al verla en la obscuridad de aquel pasaje

- jugando- respondió

- ¡No! ¡No! ¡vete Ranma! ¡vete!- gritó pero al parecer por más que desgarraba sus cuerdas vocales él no la oía... ]

.

- plebeya...- canturreo la gimnasta - fea plebeya...- volvió a repetir.

Akane sintió como la zarandeaban, sentía como una mano la tomaba de la barbilla hablándole, de no ser por eso, su cabeza caería laxa, intento abrir los ojos pero sus parpados los sentía extremadamente pesados aun así sentía como si todo girara.

- ¿plebeya me escuchas?- repitió la voz,

- ¿Ko...Koda...chi?- pronunció casi en susurro sin abrir aun los ojos

- ¡vaya! ¡ya era hora!- Akane intentó de nuevo abrir sus ojos ante el movimiento que Kodachi le proporcionaba para que terminara de reaccionar - ¿sabes? eres bastante grosera, no deberías dormir cuando eres la invitada

- pero si tu fuiste quien... me lanzó un...- intentó protestar

- el punto es...- la interrumpió- que te he hecho una pequeña sorpresa

- ¿sorpresa?- intentó moverse, pero no lo logro, algo rodeaba sus muñecas

- ¡vamos! ¡abre los ojos!- comenzó a hacerlo con dificultad, le ardían horrores, lo que vio cuando por fin lo logró, la dejó en shock, ya no sabía si estaba en una pesadilla o era la realidad.

- solo...- susurró quedo - quiero ir a casa- sus ojos se inundaron de lagrimas mientras apretaba de nuevo los ojos tratando de "despertar", también comenzó a tratar de zafar sus manos

- ¿no te encanta?- Akane empezó a hiperventilar - ¡te dejaré conocer mi gran colección! eso si, no te vayas a robar nada jo jo jo jo jo jo- dio media vuelta, salió por la puerta doble y cerro con llave la gran habitación llena de estantes de arriba a abajo, exhibiendo las finas, delicadas y caras muñecas de colección de Tatewaki Kodachi.

Akane, con la respiración agitada, empezó a poner toda su fuerza para romper las ataduras, y con sus bruscos movimientos, cayó de la silla donde se encontraba, con sus pies, impulsó sus cuerpo hasta tocar con la pared, sus lagrimas caían sin detenerse.

- No... no... por favor no...- dijo llorando más fuerte, miró a su alrededor, solo para darse cuenta que por sobre su cabeza, un estante sostenía a la muñeca más grande - ¡Ahhh! -

.-.

- señorita Kodachi... ¿esta segura que esto es una buena idea?- el pobre sirviente retorcía sus manos con pena ante los gritos de terror de la jovencita dentro de la habitación

- ¡claro que si!- se secó las lagrimas de la risa - créeme lo merece, me lo dijo la cocinera, ha intentado seducir a mi Ranma, ella tiene que aprender su lección, tenía que hacer algo para defender a mi prometido jo jo jo jo jo-

- pe... pero señorita... ella... ella... esta sufriendo...- intentó acercarse a la puerta, pero la chica se lo impidió con su cinta de gimnasia

- ¡ni se te ocurra Sasuke!-

- pero... si el señor se entera... se enojará-

- ¿acaso ves a mi hermano por aquí?, no, aun esta de viaje de negocios, y ultimadamente tampoco me importa lo que piense- el pobre hombrecillo tragó saliva ante la mirada de advertencia y prefirió salir de la casa - jo jo jo jo jo si hubiera sabido que era tan fácil acabar con ella lo hubiera hecho desde hace mucho, la cocinera decía la verdad jo jo jo jo, miedo a las muñecas ¡pero que patética! jo jo jo jo -

.-.

Akane vio la puerta y corrió tropezando varias veces, aun con las manos atadas, pero en su desesperación no coordinaba bien sus movimientos, aun todo le daba vueltas, y a pesar de golpear repetidas veces el acceso no consiguió absolutamente nada, tal fuese la debilidad de su cuerpo o la desesperación que le jugaba en contra.

Empezó a faltarle el aire, y cuando se recargó contra la puerta lo primero que vio fue una muñeca que "custodiaba" la entrada, volvió a gritar por enésima vez, intentó escapar y gracias a eso su pie movió la pequeña mesa donde descansaba el objeto, haciendo que esta cayera, lo anterior desató aun más el caos, ya que aunque la muñeca se rompió en varios lugares, Akane lo único que pudo "apreciar" fue que la muñeca había empezado a moverse.

- ¡no! ¡no! ¡aléjate de mi! ¡aléjate! - gritó a todo lo que le dieron sus pulmones, retrocedió y volvió a chocar contra un estante, varias muñecas cayeron sobre su cuerpo -¡ahh!-

Akane intentaba huir lo más que podía, refundiéndose más en el lugar irónicamente, pero estaba "rodeada", era su propio infierno, terminó rezagada contra una repisa que también cayó sobre ella haciéndole una herida en la cabeza, su sangre escurría rápido; las múltiples manos estaban a punto de "atraparla".

.-.-.-.

Ranma ingresó a la propiedad Kuno tratando de divisar alguna pista de su prometida, pero no había nada, a lo lejos escuchó el chapoteo de Don Pestillo, fue cuando vio a Sasuke suspirando sobre el puente con melancolía

- ¡oye tú!- gritó dirigiéndose al ninja, quien miedoso, lanzó un gritillo e intento huir - ¡¿porqué huyes zopenco!? ¡¿sabes a lo que vengo verdad?! ¡dime lo que quiero saber antes de que te haga papilla!- le gritó a la cara sosteniéndolo de cerca

- yo... yo...- tartamudeó pensándolo aun, sabía exactamente que buscaba el muchacho, habría que ser estúpido para no saberlo.

- ¡habla enano!- lo agitó fúrico

- ¡ahh!, si... si... están en el sotano de la casa ahí esta la colección de la señorita Kodachi- Ranma corrió a más no poder.

.-.-.-.

Ranma nada más entrar a la casa tuvo una punzada aun más fuerte, además un grito ahogado se oía a lo lejos, entró en el sótano de los Kuno donde los gritos ya sonaban nítidos, aunada, la risa desquiciada de Kodachi

- ¡Akane! ¡Akane!- gritó desesperado por hallarla, el lugar parecía un laberinto lleno de bodegas aun siguiendo los sonidos

- armas...- descubrió en una - kimonos...- vio en otra habitación

- ¡Ranma mi amor! ¡estas aquí! ¡que emoción!- se lanzó sobre él al encontrarlo en algún punto del lugar

- ¡¿dónde esta Kodachi?!-

- ¿de que hablas mi amor?- fingió demencia

- ¡dime donde esta Akane!- le gritó a la cara estrujándola de los hombros

- ¡Ranma! ¿pero porqué te pones así?- le contestó llorosa

- o me lo dices o te vas a arrepentir- la levantó de los brazos y la puso contra una pared

- me estas lastimando mi amor- lloró aun más

- ¡responde!- golpeó su espalda contra el muro sin cuidado

- ¡ahh!- quejosa pero renuente solo bajó la mirada, fue cuando un ligero aclaramiento de garganta se oyó, y el pequeño hombrecillo lo único que hizo fue señalar en una dirección, inmediatamente el muchacho soltó a Kodachi y corrió como si la vida dependiera de ello.

El pasillo más largo del sotano terminó, sin pensarlo abrió con un solo golpe la puerta doble de roble, por un momento se quedó estático al ver lo que allí había, luego le tomó varios segundos ubicar a su prometida; ella estaba más blanca que el papel, con la sangre cayendo sobre su rostro y ropa, cerrando los ojos con fuerza, sus piernas y brazos tratando de "defenderse"

- ¡Akane!- la tomó de los hombros y la sacudió tratando de hacerla reaccionar, mala idea, el contacto físico la altero aun más

- ¡suéltame! ¡aléjate de mi! ¡aléjate!- tratando de defenderse sus manos aun juntas con un lazo ya flojo y sus piernas moviéndose frenéticamente, impedían que Ranma la cargara

- ¡Akane! ¡escúchame! ¡soy yo! ¡Ranma!- trató de tomarla por la cara, hacer que lo mirara pero sus ojos permanecían apretados con fuerza y seguía pateando a su "agresor" quien ya se había llevado buenos golpes.

Ranma desesperado por ayudarla, haciendo acopió de toda su fuerza la tomó ignorando las múltiples patadas y manotazos que Akane lanzaba, en este lapso el mismo quedo impregnado de la sangre que había sobre ella; la muchacha al sentir esto aun más caótica que antes, puso más fuerza en liberarse, cayendo a mitad de la sala rodeada de todas las muñecas, algunas aun en sus estantes, otras a su lado en el suelo.

- ¡¿porqué no me dejas en paz!? ¡déjame! ¡ya no! ¡ya no!- gritaba desde el suelo restregándose la cara en su desesperación encogiéndose sobre si misma, el joven se hincó a su lado

- vamos Akane tienes que mirarme- le tomó de nuevo la cara con ternura tratando de no asustarla más - pequeña- le susurró acariciando sus facciones - pequeña...- volvió a decir

- no, ya no, por favor... por favor...- contestó bajo llorando desconsolada

- soy Ranma pequeña, abre los ojos, me escuchas, soy Ranma- le dijo con el corazón acongojado por ella

- Ranma...- repitió

- si, vamos pequeña abre tus ojos soy yo, todos estará bien- ella lo hizo lentamente, solo para trastornarse más

- ¡No! ¡No! ¡Déjalo!- rompiendo por fin el amarre de sus manos, se lanzó sobre él tomándole la cabeza con fuerza creyéndolo herido - ¡él no! ¡él no! ¡Ranma! ¡Ranma!- ahora palpando en varias zonas de su cuerpo buscando heridas

- ¡pequeña! ¡pequeña! ¡estoy bien! ¡estoy bien! ¡no es mi sangre! ¡vamos tenemos que salir de aquí!- intentó cargarla de nuevo, pero ella en su "locura" esquivaba sus manos tratando de revisarlo, además de empezar a patear todo a su alrededor

- ¡No le harás daño! ¡No lo harás!- gritaba al aire

- ¡Akane!- le gritó lo más fuerte que pudo, agarrándola de los hombros con fuerza para que no continuara moviéndose pero ella seguía intentando liberarse aun cuando lo miraba a la cara - pequeña, esto no es real, todo esta bien, ¡vamos Akane!-

- ¡Ranma! ¡ella esta aquí !ella...- su frese quedo suspendida en aire cuando unos labios desesperados habían cubierto los suyos.

Uno... dos... tres... cuatro... cinco segundos, y la tibieza de aquellos labios agitados hizo que cerrara los ojos llenos de lagrimas, por fin había dejado de moverse, lo que permitió que él aun en ese contacto de labios la tomara en brazos y la sacara de la habitación.

- ¡Esa sucia plebeya!- gritó Kodachi al verlos salir por la gran puerta, se lanzó sobre ellos, tumbándolos al suelo, el beso se rompió y como pudo Ranma separó a su prometida de aquella pelea, tomó a Kodachi del brazo, quien inmediatamente se había ido contra Akane

- ahh...- se quejo la chica- Ranma mi amor... - pidió viendo los ojos enfurecidos del chico - me lastimas...- susurró cuando literalmente sentía que su brazo se rompería

- le vuelves a tocar un solo cabello, y créeme, esto...- le advirtió apretando aun más el brazo femenino,

- ¡ahh!- gritó, Sasuke incluso a un lado, pudo jurar que había escuchado un crujido...

- será una caricia en comparación con le que te haré, ¿entendiste?- preguntó furioso, ella solo pudo asistir, Kodachi en ese momento conoció el miedo en los ojos azules, momentos después había sido lanzada dentro de la habitación, estrellándose contra sus preciadas muñecas, ella solo quedo en la inconciencia.

Ranma regresó su atención a su prometida quien ante este último altercado había quedado sentada en el suelo, había empezado a temblar de nuevo, ante la escena de Kodachi desmayada entre sus muñecas

- pequeña- pronunció cuando se acuclilló a su lado

- Ranma...- contestó aun observando dentro de la habitación, él lo notó

- pequeña- repitió al tomarla del rostro y volvió a besarla, ella pareció tranquilizarse de nuevo.

Ranma la cargó sin separar sus labios; cuando salían de la casa él interrumpió el beso solo para decir

- es hora de irnos- y con eso último dejaron el lugar de salto en salto.

.-.-.-.-.

- ¿como esta mi hermana doctor?- preguntó Kasumi, el doctor aclaro su garganta preparándose mentalmente para hablar frente a ella sin parecer un tonto, Nabiki volteó los ojos

- supere eso Doctor, llevan saliendo meses- comentó asertiva, ambos involucrados se pusieron rojos, entonces él habló.

- estuve revisándola, tiene raspones y heridas menores en varias partes del cuerpo, también tiene una herida en la cabeza que aunque es relativamente superficial necesitó dos puntos de sutura, quiero agregar que si ven su ropa no se vayan a alarmar- mencionó mirando directamente a Soun que entraba en crisis si se trataba de sus hijas - las heridas en la cabeza son así de escandalosas- dijo refiriéndose a la sangre en la ropa, él acomodó mejor sus gafas y continuó - por otro lado Akane parece presentar un estado de extenuación física, probablemente debido a una mala alimentación, hay que tratar eso antes de que agrave; sin embargo, lo que más me preocupa es su estado emocional, esperemos que descanse suficiente y luego veremos que podemos hacer sobre eso- dijo sin agregar más detalles de como había llegado Akane a la clinica

- ¿Ranma esta con ella verdad?-

- no se ha separado de ella ni un instante- le confirmó a la señora Nodoka

- ¿esta despierta?- preguntó Nabiki

- completamente dormida-

- ¿y Ranma?- insistió

- emm... bueno... eso no lo sé... - se rascó la cabeza, por ahora no mencionaría que él estaba recostado junto a ella

- habrá que investigar- y diciendo esto preparó su cámara fotográfica

- ¿podemos entrar a verla?- Soun le tomó las manos al medico en suplica

- mmm... siempre y cuando no la despierten, supongo que está bien... pero déjenme ir primero- los detuvo y él se adelantó, Nabiki bufo molesta

.-.-.

- Ranma... Ranma...- el doctor agitó un poco el hombro del chico, quien solo emitió sonidos roncos, se aferró más fuerte a la cintura de Akane - Ranma... despierta, vaya pareciera que Nabiki lo sabe todo... oye Ranma levántate la familia quiere ver a Akane...- en ese momento oyó el sonido del obturador de la cámara

- no pierden el tiempo estos niños- dijo picara Nabiki

- ¡Ranma!- grito Soun, ante esto el muchacho cayó de la cama asustado

- ¡ese es mi muchacho!- cuando Genma exclamó su amigo lo miro feo - es decir... no, no, muy mal jovencito, hablaremos más tarde sobre esto

- tal vez habrá que sacar a Nabiki muy pronto de casa- susurró a su tía Kasumi

- y a estos dos también- respondió señalando a los hombres

- no... ¿es lo que parece?- contestó no muy convencido Ranma

- ¿papá?- Akane desde la cama abría lentamente los ojos y sin saberlo salvó a su pobre prometido que no pudo explicarse.

.-.-.-.

Ranma entro a la casa cargando a Akane, no la había dejado caminar por más que ella insistió que podía hacerlo. Habían pasado desde medio día hasta casi las seis de la tarde en la clínica y la familia los esperaba con buen animo. Nodoka estaba en los preparativos de la cena y mientras todo quedaba listo los prometidos subieron a que la joven descansara un poco más.

Entraron en la habitación de ella y Ranma la dejo sobre la cama, ambos quedaron en un largo silencio había muchas cosas que resolver, y no sabían como empezar.

- lo siento...- Ranma primero se sentó a su lado luego se dejo caer recostado con los pies colgando y tapó sus ojos con su antebrazo - en verdad lo siento... a veces solo... no entiendo como puedo ser tan bocotas y tan co... co... cobarde en algunos asuntos...-

- sé que... a veces no puedes evitarlo... - ella también se dejo caer recostada junto a él

- ¡oye!- le reclamó

- me refiero a que... creo que no piensas antes de hablar... y supongo que a veces no quieres lastimar a nadie...-

- el problema es que siempre termino lastimándote a ti- ella no contestó, porque eso era verdad y ambos lo sabían, por ejemplo si Ranma hubiera enfrentado a Ukyo desde el principio nada hubiese pasado; el silencio los volvió a rodear un tiempo.

- tal vez... deberíamos dejar todo esto de lado... ya sabes, pasar la hoja- volteó a verlo pero él seguía con el antebrazo tapando su cara

- no... ya no... no podemos evitar esto siempre... hay que aclararlo de una buena vez-

- esta bien Ranma, sé que no era tu intención que pasaran tantas cosas, y tampoco te puedes culpar por todo, no es así-

- es que...-

- no, ya, es todo, sigamos a partir de aquí, esta bien si...-

- ¡que no! ¡como eres terca! ¡estoy tratando de disculparme y no me dejas hacerlo correctamente!-

- ¡y yo estoy tratando de decir que te perdono y tú no me escuchas!- de pronto los dos estaban sentados y mirándose con desafío

- ¿sabes qué Akane?, mejor guarda silencio...-

- ¿me estas callando?- pregunto entre incrédula y enojada

- shhh-

- ¡contigo no se puede Ranma! ¿porqué mejor no vas por ahí? te veo en la cena- le ordenó poniéndose de pie haciendo acopió de su orgullo para no demostrar que aun estaba mareada, él también lo hizo, y se puso frente a ella mirándola a los ojos igual de enojado - ¡¿qué estas espe...- el repentino beso cortó sus palabras

- siento no haberte defendido de Ukyo y no haberle dicho que no podía llamarte pequeña-le dijo cuando se separó de ella

- lamentó solo enojarme y no escucharte- él volvió a besarla

- perdón por decirle lo que había pasado con las gemelas y sobre todo lo demás, tus pesadillas y...- ahora ella fue quien lo jaló de la camisa y lo abrazó lo más fuerte que pudo

- te creo... te mintió... te orilló... y lamento haberte dicho idiota manipulable- ella dejó caer un beso sobre su cuello

- siento que toda la escuela te llame de esa manera- se separó y la miró a los ojos - en verdad pienso arreglarlo- ella hizo una mueca en señal de que lo creía poco posible

- ¿no me crees?-

- no es eso... bueno, no por ti... pero ¿como vas a hacer para detener algo que traen de boca en boca?-

- creas o no, ya estoy trabajando en ello- le aclaró con orgullo - solo yo puedo llamarte así- una sonrisa se posó sobre la cara de ella - pequeña-

- lamento haberte mentido cuando dije que prefería morir antes de necesitar de ti- él se sorprendió

- ¿aun me necesitas?-

- Ranma... no he dormido desde el lunes... de hecho gracias a eso fue que esta última crisis fue tan poderosa, no podía distinguir la realidad de las alucinaciones, todo por la falta de sueño- mencionó mirando el suelo avergonzada de si misma

- parecías estar bien, hasta te habías puesto a entrenar, incluso ayer vine a verte y parecía que dormías tranquila, debí de haberlo notado...-

- ah... si... viniste...- susurró y se soltó del todo de él

- ¿qué.. pasa?-

- ¿enserio quisieras que no estuviera en tu vida?- preguntó dándole la espalda

- ¿estabas despierta?- confundido buscó su rostro

- no, estaba dormitando, aun así escuchaba... pero no podía moverme, estaba bajo las secuelas de... "algo"-

- ¿qué secuelas? ¡¿quien fue?! iré y...-

- fue decisión mía- aclaró

- ¿pero porqué?-

- para tener energía- dijo encogiendo los hombros - estaba desesperada- Ranma analizó el peso de las palabras anteriores y ato cabos, después de pensarlo un poco, solo fue y la tomó de las manos

- no, nunca desearía eso, también estaba desesperado... pensé que...- lo pensó antes de agregar con una sonrisa - me dejarías sin mi cama- dijo riendo al igual que ella, evitando así hablar claramente de sus sentimientos

- ya te dije que tu no tienes cama, eres un acoplado- le dio un ligero manotazo en el brazo, luego volviendo a sostenerse las manos con cariño, solo disfrutando de la compañía mutua, en algún punto uno de los dos volvió a iniciar con un beso, no se separaron hasta que alguien tocó la puerta y les avisó que la cena estaba lista

Antes de bajar él pregunto

- entonces... ¿ya tengo cama de nuevo?-la retuvo unos segundos más

- estas a prueba Saotome- ella se encaminó a la puerta para bajar con la familia

- pequeña...- la llamó serio

- ¿qué pasa?-

- ¿estas conciente que abajo nuestros padres están planeando de nuevo nuestra boda?- ella pareció pensarlo

- no te preocupes... seguro se les pasa pronto, cuando no encuentren que hacer con tanto loco- sonrió y ambos bajaron a cenar.

Aquel fin de semana transcurrió bastante pacifico, casi esta de más decir que volvieron a la rutina de antes y que las pesadillas volvieron a estar controladas, Akane incluso, por fin después de todo el tiempo que había transcurrido desde que se aplicara el hechizo, observo una mejoría, su esperanza se renovó, tal vez algún día llegara a curarse completamente, por el momento Ranma seguiría "con el sacrificio" (nótese el sarcasmo) de dormir con ella.

.-.-.-.-.-.-

El fin de semana termino dando paso a un nuevo lunes, aquel día parecía normal Akane jamás tocó el tema con ninguna persona y cuando la cuestionaron sobre su ausencia los días pasados alegó que se había sentido indispuesta.

.-.

La hora del receso llegó y Ranma caminaba a paso firme por uno de los pasillos más solitarios de Furinkan, lo acompañaba su "fiel escudero", Sato, quien llevaba un ojo morado gracias a que precisamente el Sábado alguien lo había descubierto como infiltrado de Saotome buscando información, aun a pesar de estar herido, en ningún momento abandonó a Ranma en la misión que estaban a punto de enfrentar.

El pasillo por donde caminaban cada vez se volvía más obscuro y más sucio, en algún punto le recordaba a Ranma la zona donde el señor Kobayakawa vendía sus productos, solo que ellos se encontraban en el lado opuesto del edificio.

- ¿estás seguro que es por aquí?-

- si superior, mire, allí, al final del pasillo esa luz que sale por esa puerta, ahí es-

- con que ahí es donde se esconden las ratas...- dijo con una sonrisa diabólica que hasta al muchacho de primer año le dio miedo - espera aquí un momento- dicho esto y sin esperar tiempo entró de forma brusca al lugar cerrando la puerta tras de él.

Sato escuchó un grito grupal desde el interior (bastante agudo en realidad); luego de eso, golpes, más gritos, y otras cosas más se oyeron, pero el muchacho nunca consideró siquiera asomar la nariz, varios minutos después por fin Ranma alzó la voz

- !Sato!-

- ¡si superior!- dijo entrando a tropezones de la sorpresa, al levantar la mirada vio a un grupo de unos veinte jóvenes bastante mallugados

- ¡eres un chismoso Sato!- gritó un chico al fondo, compañero de clases del muchacho

- yo... yo...- comenzó a tartamudear, Saotome levantó la mano en señal de que se callara, fue directo hasta el que había levantado la voz y de frente preguntó

- ¿algo que quieras decirme?-

- na... na... nada se... señor...- casi se orina en los pantalones del susto

- ¿alguien más que quiera "comentar" algo?- retó con sarcasmo mientras regresaba al frente, nadie habló

- muy bien, las cosas están así, a como lo veo podría seguir "entreteniéndome" con ustedes un rato como sacos de boxeo, como sabrán tengo suficientes motivos para hacerlo; las cartas de amor interminables, los regalos, los dulces, las fotografías tamaño natural mal escondidas en aquel rincón y seguramente las que tienen dentro de sus apestosas mochilas de MI PROMETIDA- recalcó - no conforme con eso este ridículo club siguiendo las "enseñanzas"- hizo comillas con sus dedos - del idiota de Kuno, a quien por cierto daré su merecido cuando lo vea, y podría seguir hasta cansarme...- dio un suspiro fingido- no sé ustedes, pero creo que quisiera golpearlos un poco más- un grito general se oyó - pero- habló levantando las manos para tranquilizarlos- estoy dispuesto a hacer un trato con ustedes- todos se miraron entre si, no dijeron nada, pero no les quedaba de otra- supongo eso es un si, ¡oh! ¡soy tan generoso!- se auto halagó - ¿pero que les parece si para que esto sea algo más formal su presidente pasa al frente?- dijo "alegre" - vamos sal del ahí no seas tímido - "animó"- ¡sal de ahí Gosunkugi!- gritó realmente enojado - ¡puedo ver su trasero asomado debajo de esa mesa!-

- Sa... Saotome... no es... no es lo que piensas... jeje...- se rascó la cabeza, luego se dio cuenta que tenía la cámara fotográfica en la mano y la escondió tras de si - amm... no... no es lo que piensas jeje...- tragó saliva mientras veía como Ranma avanzaba hacía él, en un gesto de camaradas lo abrazó y habló

- el trato es el siguiente- dijo como si fueran los mejores amigos - alguien sin mi autorización repartió que podían llamar a MI PROMETIDA "pequeña" - los del club volvieron a mirarse asustados - saben, ese es un apodo personal, exclusivamente entre ella y yo, ¡que gracioso que ahora lo usen todos!- rió un poco y comenzó a incitar a todos a que rieran - jaja... ¡vaya confusión!- rió aun más, fue cuando los otros empezaron a reír forzadamente aunque cada vez más relajados

- si... si... eso es Saotome... todo es una gran confusión...- apoyó el flaco "fetiches" con tonó carismático, a pesar de tener golpes en el cuerpo- ja ja ja... yo que soy tu amigo te lo digo... un mal entendido que...-

- ¡Pues no! ¡pedazos de estúpidos! ¡ya deberían tener bien claro que nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE se mete con AKANE! ¡NADIE!- le gritó a la cara al muchacho escuálido de ojeras

- si... si... Sa... Sao- tome... te pido mis más sinceras disculpas... no me mates- dijo con un hilo de voz

- lo que ustedes van a tener que hacer en los siguientes días es terminar con todo esto, si el miércoles yo llego a la escuela y escucho a alguien, quien sea, nombrando a Akane con algo diferente que no sea Tendo, cada uno de ustedes me va a servir para entrenar, ¡¿entendieron?!-

- ¡si señor!- contestaron casi al unísono

- muy bien, una cosa más; si me llegó a enterar que este club sigue en funcionamiento después del miércoles, ninguno de ustedes vivirá para contarlo, mismo castigo si me llego a enterar que algo de esta conversación salió de estas paredes- entonces volteó a ver directamente al presidente - están advertidos, en especial tú, gusano- dicho esto hizo un rápido ademán de invadir su espació, el chico gritó y cayó de sentón, aplastando su propia cámara.

Ranma caminó hacía la puerta con Sato siguiendo sus pasos - ah... por último...- agregó deteniéndose en la puerta sin mirarlos - espero no tener que recordarles que si se meten con mi discípulo - señaló al chico tras él con el pulgar - se meten conmigo- con eso dicho, ambos se retiraron del lugar, Sato queriendo llorar de la emoción.

.-.-.-.

- No te vi en todo el receso, ¿que estabas haciendo?- preguntó Akane cuando ya tomaban sus zapatos para ir a casa

- cosas... nada en especial...- la chica lo miro tratando de escudriñar su rostro, si, en definitiva le estaba mintiendo... iba a insistir cuando él habló de nuevo- oye... tengo algo que hacer, adelántate a casa- le soltó cuando ya iban saliendo de la de la preparatoria

- ¿Ranma que te propones?- el chico detuvo su marcha y abruptamente la tomó del brazo volteándola hacía él, entonces la abrazó, ella no tuvo tiempo de procesarlo cuando Ranma ya la había soltado y solo sostenía sus manos

- ve a casa, aun necesitas descansar-

- sabes bien que no tomo siestas si no...- la interrumpió

- lo sé... solo, recuéstate, come algún postre, ve alguna película ridícula de esas que te encantan, ¿si?, no voy a tardar mucho...-

- Ranma...- ella al ver su expresión completamente seria- ¿porqué...-

- solo ve a casa, espérame allá- antes de que Akane protestara de nuevo, el muchacho la jaló de la cabeza dándole un beso en la coronilla un poco brusco, luego se alejó brincando por los techos, tenía que hacer algo que pensó en realizar desde hace días, cuando vio a Akane en aquel estado catatónico.

.-.-.-.

- señorita, cuanto más voy a tener que esperar, hace más de veinte minutos que ordené y mi comida no esta lista- alzó la voz un hombre gordo de mediana edad desde la barra viendo como la cocinera estaba muy lenta ese día.

- si ya casi esta...- dijo sin muchas ganas, su mente divagaba en cierto chico de ojos azules, más en concreto en dos de sus prometidas, se moría de ganas por saber que había hecho Kodachi con la información que le había dado de Akane, a pesar de su curiosidad, no había salido de su local en todo el fin de semana, tampoco había ido a la escuela.

- ¡oiga! ¡oiga! ¡ya huele de nuevo a quemado!- gritó el señor, único cliente en ese momento

- ¡ah!... permítame un momento- con sus espátulas quitó la comida quemada de la plancha - en seguida le tendré un nuevo pan listo- se disculpó haciendo una reverencia

- es la tercera vez niña...- se quejó - si en dos minutos no tengo mi comida, yo me largo-

- si... claro- evitó poner cara de fastidio y volvió a lo suyo, de todas formas su mente seguía en otros asuntos.

Ukyo se preguntaba de vez en vez si había hecho lo correcto, en ese momento no lo pensó, se dejo cegar por su rabia y actuó despechada en contra de Tendo, un segundo después se recordó como esa niña había dormido con su amado y deseó con todas sus fuerzas que Kodachi la hubiera acabado.

Los noren de la entrada se movieron dejando paso a un joven con cara de pocos amigos, Ukyo se sorprendió tanto al verlo que dejó caer sus espátulas sobre el okonomiyaki

- ¡oiga! ¡mi comida! ¡que esta haciendo?!- reprochó el cliente

- váyase- dijo Ranma con su vista fija en Kuonji

- ¿de que hablas niño? ¡no me...- antes de que acabara de hablar Ranma le había dirigido una mirada tan gélida que el hombre se asustó y salio del lugar rápido

- Ra... Ran-chan... - trató de sonar segura- ¿lo de siempre? ¿uno mixto para empezar?- aludiendo a la comida

- no vine a comer, y estoy seguro que sabes muy bien porque estoy aquí- su expresión endurecida lo decía todo, pero la muchacha aun con el miedo que sentía trató de hacerse tonta

- no... no sé a que te refieres... pero ahora tengo que ir a la bodega, dame dos segundos y en un momento estoy contigo, hablaremos de lo que tu quieras- ella se dio la vuelta, pero antes de que diera un solo paso, Ranma había saltado la barra, posesionándose frente a ella, dejándola en medio de la plancha y su cuerpo

- no, vamos a hablar ahora, "amiga"- recalcó acercándose aun más ella

- Ran... Ranma...- un solo paso hacía atrás dio y al no tener opción y verse acorralada sus manos se apoyaron en el comal caliente- ¡ah! ¡Ranma no!- la muchacha gritó de dolor

- ¿no? ¿no qué?- dijo sin importarle que las manos de la chica se quemaban mirándola cara a cara.

- Ranma... por favor...- suplicante al ver que no podría levantarse si él no se alejaba de ella

- ¿por favor? ¡¿por favor?!- él perdió la aparente calma ante esas palabras, las manos de la cocinera dejaron la plancha solo por el hecho de que ahora el de trenza la había levantado por el cuello y la había puesto contra una pared - ¡¿sabes cuantas veces Akane pidió por favor a Kodachi?! ¡¿sabes cuanto suplicó?! ¡SABES CUANTO GRITÓ DESESPERADA!- la chica sin poder respirar, movía en el aire las piernas intentando escapar, sus manos intentando liberar aunque sea un poco la presión de su cuello y sus ojos llenos de lagrimas - ¡No! ¡No tienes ni idea de lo que ella sufrió! ¡¿y ahora tú pones esa cara estúpida pidiendo "por favor"?! ¡vete al carajo! ¡ahora yo voy a...-

- Ranma... - se oyó el nombre susurrado de aquella muchacha de cabellera azul, sus dedos soltaron el maletín de la impresión, nunca había visto a su prometido en ese estado

- ¡te dije que fueras a casa!- le gritó sin moverse

- tenía una corazonada...- explicó sencillo viendo como la cocinera se empezaba a poner azul - Ranma-

- ¡vete Akane!- le gritó desesperado, no quería que lo viera en ese estado colérico, donde estaba sacando lo peor de él

- Ranma... cálmate...- dijo acercándose poco a poco a ellos- suéltala...-

- ¡no! ¡que sufra! ¡que sufra un poco de lo que tú has sufrido!- el agarre en el cuello de Ukyo se intensifico y sus ojos empezaron a irse, la fuerza de sus manos a desvanecerse

- ¡la estas matando!- corrió el último pedazo que le quedaba por rodear antes de llegar a ellos y puso sus manos sobre las de él - por favor Ranma, tú no eres un acecino- el toque calido de las manos delicadas, comenzó a hacer que él redujera la presión

- Akane... ella...- Ranma no despegó su vista de aquella muchacha que tenía entre sus manos

- no importa eso ahora... Ranma... no puedes dejar que los sentimientos negativos te controlen, porque tú eres más que eso- los dedos del chico se aflojaron un poco más - eres valiente, apasionado, calido, amigo de quien lo necesita... eres bueno...- él dejó incluso de recargar su peso en la chica de la espátula - y tienes muchísimas más cualidades que están dentro de tu alma- con esa frase toco el lugar donde latía su corazón - y por eso... te amo...- el cuerpo de Ukyo cayó por fin al suelo, la muchacha dio una gran inspiración para toser sin consuelo alguno

Ranma miró a su prometida, sus profundas lagunas cafés con destellos olivos, sus mejillas ligeramente coloreadas, sus labios rosados mostrando una pequeña sonrisa; tomó su rostro entre sus manos, sintiendo la calidez de la joven, quería besarla, de verdad que quería, cuando los tosidos constantes lo regresaron a la realidad, miro hacía abajo a la chica que apenas recuperaba color, por un momento tentado a atacarla de nuevo, pero Akane, se adelantó tomando su mano y jalándolo para salir de ahí, el muchacho terminó por aceptarlo así que solo pronunció antes de irse

- no vuelvas a acercarte a nosotros- Ukyo siguió llorando.

.-.-.-.

Algunas calles más adelante ambos prometidos caminaban en silencio, Akane no había soltado la mano del artemarcialista, y él no iba a alejarse de ella, no tenía ganas de hablar de lo que había pasado, porque una parte de él sentía vergüenza, su mente le gritaba repetidamente la visión que de ahora en adelante ella tendría de él, un demente sin control, así que en su necesidad decidió frenar la caminata y explicar por fin.

- ella... - Akane lo miró confundida, pensaba en que lo primero que Ranma diría sería algo a cerca de su reciente declaración, pero no, al parecer de nuevo hablarían de la cocinera - ella era mi amiga... o eso pensé... nunca creí que nos traicionaría de esa manera-

- uno nunca espera que las cosas malas vengan de quien queremos... Ranma... ya déjalo por la paz...-

- Akane tu no lo entiendes... - le soltó la mano y se puso a dar vueltas - si yo no hubiera...-

- si, ya lo sé... y si yo hubiera ignorado a Ukyo tal vez ella no se hubiera enojado más, no le habría contado nada a Kodachi y no me hubiera llevado, o si no hubiera sido tan orgullosa los días anteriores hubiera dormido contigo y al final de la semana no hubiera entrado en esa crisis, o si no hubiera dejado que me atraparan las gemelas todo sería muy diferente, la vida esta llena de hubieras pero no podemos cambiar nada, ¿lo entiendes?- lo tomó de los hombros intentando calmarlo, el la observo largamente antes de hablar de nuevo

- tú no tienes idea de lo que es ver a la persona que amas en una de las situaciones en las que tú has estado- Akane se sonrojó - y todas has sido por mi culpa

- ¡eso no es cierto!-

- ¡claro que si!- se liberó de ella y caminó hasta bajar al canal, donde aquella vez Akane le había gritado ►lo que pasa es que te gusto◄ - piénsalo Akane, el día de las gemelas, estabas enojada conmigo, por eso saliste esa mañana...-

- Ranma...-

- y yo fui el bocón que le dio toda la información a Ukyo-

- Ranma...-

- ¡carajo! ¡incluso fue mi culpa aquella vez que casi mueres en Jusenkyo!-

- ¡ya! ¡basta! ¡escúchame bien!- ella tomó el rostro del joven en sus manos para que la viera a la cara y dejarle todo en claro y a pesar de la resistencia de él lo logró- todo en esta vida pasa por algo, si no hubiera sido por las gemelas, nuestra relación no hubiera avanzado, lo sabes, si no hubiera sido por Ukyo y Kodachi, aun no nos habríamos besado; y si me dices que después de lo que pasó en Jusenkyo no has sentido nuestra conexión mucho más fuerte estonces yo soy la idiota más grande del planeta-

- Akane...-

- ¡dímelo Ranma! ¡dime que no es así y yo me doy media vuelta y te dejo en paz!- Ranma inmediatamente la jaló y abrazó fuertemente

- es solo que entro en pánico... esta última vez, no sabes la desesperación que sentí al ver tus ojos perdidos, sin ningún gramo de cordura en tus palabras, por un momento pensé que te perdería... eso es lo que no tolero...- susurró por último sobre la pequeña oreja femenina.

La tarde cayó sobre aquel canal mientras aquel par de prometidos seguían enfrascados en lo suyo, aclarando las últimas dudas para poder seguir con su vida.

.-.-.-.

- ¿tienes idea de que hora es?- dijo ella mirando como sus manos seguían unidas

- nop-

- no te importa que nuestros padres vayan a castigarnos ¿verdad?-

- naaa... que lo intenten de todas formas tengo que dormir contigo ¿no?- se burló el muchacho

- siempre igual de cínico...- rodó los ojos, siguieron caminando a paso lento, abstractos en lo suyo solo hasta que observaron como en la calle que atravesaba frente a ellos, una bicicleta pasaba a toda velocidad sin que la conductora reparara en su presencia

- sabes Ranma... lo creas o no, Shampoo me ayudó bastante, quisiera que pudiéramos ayudarla- dijo con pena

- ¿y quien dijo que no podemos ayudarla?- contestó recordando la petición que la misma Akane le había llevado de parte de la amazona hace días

- Ranma, Cologne regresó este fin de semana...-

- lo sé... pero aun podemos hacer algo- con una sonrisa hizo que Akane corriera a su lado rumbo al Neko Haten, él no era un hombre de hacer favores, pero el día anterior Akane le había contado su versión de la historia, e incluso aunque hubiera querido ocultarlo Ranma había terminado sacándole hasta los más mínimos detalles, entre los que estaban "el extravío por la ciudad, un camión y una amazona", por donde lo viera, Ranma estaba más que agradecido con Shampoo, y estaba dispuesto a regresarle el favor.

.-.-.

- ¿qué vas a hacer?- preguntó confusa cuando llegaron a las puertas del local

- ya veras, tú sígueme el juego o lo vas a arruinar- le dijo guiñándole el ojo

- pues si no me dices lo que vas a hacer como quieres que te siga- enojada le sacó la lengua

- no seas amargada- y con eso irrumpió de manera brusca en el local

- ¡Mouse! ¡Mouse!- gritó a todo pulmón

- ¿pero que pretendes yerno?- sorprendida la anciana salió de la cocina y Shampoo se quedo congelada en la mesa que limpiaba

- ¡¿donde esta el cegatón?! ¡tengo que hablar con él!- reclamó

- pero niño, a ti que te pasa, primero tener que andar cuidando a mis nietas menores de ti ¿y ahora vienes a buscar problemas contra Mouse?- luego pareció pensarlo un poco - bueno si van a pelear, solo llévatelo lejos de mi negocio- intentó regresar a la cocina pero Ranma volvió a gritar

- ¡vengo a hacerle una advertencia! ¡si no vine antes es porqué no había tenido tiempo! ¡pero ahora estoy aquí! ¡que salga de donde se encuentre!-

- ¿qué? ¿pero de que hablas yerno?-

- no se haga la que no sabe anciana, seguro su nieta ya le habrá dicho-

- ¿Shampoo?- la mirada de la abuela cayó sobre su nieta buscando respuestas

- aaaa... yo...- sin saber que decir

- si le vas a dar tantas vueltas, será mejor que yo lo diga- interrumpió a la chica - hace cuatro días me tope con el ciego, comenzamos a pelear, y por pura suerte...- hizo una pausa dramática, Akane lo miraba desde a tras expectante- me venció- dijo casi en susurro

- ¿qué?- Cologne estaba muy impresionada

- ¡qué me venció! ¡de acuardo! ¡ya! ¡lo dije! ¡me venció! ¡¿está feliz?!-

- pero... pero como ocurrió eso... es imposible...-

- él... pues verá... él- Ranma se quedó sin ninguna idea creíble, estaba por echar todo a perder cuando Akane intervino

- el cobarde de Ranma huyó-

- ¡¿qué?! ¡oye!- gritó realmente indignado, de todo lo que pudo haber inventado Akane, ¿tenía que decir que huyó?

- ¿como qué huyó?- la vieja cada vez más confundida insistió

- justo cuando el duelo empezó, salió un gato, Ranma solo huyó, no le importó el combate y Mouse ganó, lo sé, es patético, pero ya sabe como es- dijo señalando a Ranma sin mucho interés, Cologne dio vuelta para observar a Shampoo y que ella confirmara los hechos, detrás de ella Ranma estaba a punto de contradecir a Akane por decirle patético, pero Akane saltó sobre él y le tapó la boca.

- ¿nieta?-

- lo sé abuela, por una vez Tendo tiene razón, Ranma fue patético...- dijo en un suspiro y volviendo a limpiar para que su abuela no notara que estaba nerviosa

- ¿porqué no me lo dijiste?-

- es...- paro un momento con su labor y puso una cara y pose de inconformismo total - es humillante abuela...- termino con un puño cerrado.

Cologne por un momento descolocada, miró de nuevo a Ranma y Akane, quienes se separaron de inmediato haciendo como si nada hubiera pasado

- eso, eso quiere decir entonces... que...- ella soltó un bufido- aunque me duela decirlo, Ranma Saotome... estas libre del compromiso con mi nieta... es una lastima... hubieran tenido gran descendencia-

- como sea, a mi lo que me importa es que el pato sepa que tuvo suerte, pero con el gran Ranma Saotome no se juega, que no vuelva a provocarme o le va a pesar- justó en ese momento Mouse entró al restaurante por la puerta trasera de la casa

- ya termine abuela...- dijo de mal humor - acomode todas las latas por caducidad y tiré todo lo que no servía- antes de que la abuela alcanzara a ver, Shampoo le tiro un vaso de agua que había aun sobre la mesa, convirtiéndolo instantáneamente en pato

- se tropezó- fue lo único que dijo la joven amazona

- bueno... será mejor que termine con la cocina- y sin darle más importancia la vieja Cologne se retiró

- ¿tú te encargas?- preguntó Akane refiriéndose a las explicaciones para Mouse, Shampoo asistió con la cabeza

- genial, vayamos a casa- Ranma se dio media vuelta para salir de ahí, su prometida hizo una despedida con la mano y también lo siguió

- yo...- salió de repente de los labios de la amazona, ambos prometidos voltearon a verla, ella no dijo nada, solo gesticulo con los labios un gracias, Ranma no le dio importancia y salió, la chica hizo una inclinación de cabeza, sonrió y se fue.

La muchacha de cabellos violetas se quedo varios segundos asimilando la situación, volviendo al mundo real solo cuando los graznidos del pato se hicieron insoportables

- ¡uyyy! ¡¿quieres callarte?!- le gritó, el pato volvió a hacer dos "cuac" más pero esta vez lastimeros al haber sido regañado, ella lo miró un poco antes de agacharse y levantarlo entre sus brazos - eres tan feo y sin chiste, hasta en tu forma maldita das pena...- el ave bajó la cabeza ante esto con otro pequeño graznido- o te quedas callado, o voy a reconsiderar seriamente ser tu prometida- con eso al animal le brillaron los ojos de felicidad, Shampoo pensó que tal vez explicarle sería más fácil de lo que había pensado; mientras tanto en la cocina Cologne cavilaba

- /que malos son para mentir/- siguió lavando los platos - /si Shampoo hubiera hablado conmigo, yo podría haber accedido a darles mi bendición/- y con eso último rió escandalosamente en aquella soledad.

- abuela... ¿pasa algo?- Shampoo asomó la cabeza confundida ante esas carcajadas aun con el pato en brazos

- amm... no nada... un viejo chiste...- su nieta la miró confundida pero prefirió no preguntar

.-.-.-.

- ¿estas enojado?- dijo Akane tratando de verle la cara mientras caminaban hacía el dojo, él se detuvo y la miró con el seño fruncido

- ¿de todos los adjetivos que hay, tenías que decir patético?- la acusó

- ¿estas así por eso? supéralo Ranma- le sacó la lengua y siguió la caminata

- ¡oye! que sepas que yo no soy patético-

- no, claro que no- le respondió con sarcasmo - solo eres muy infantil-

- ¡no soy infantil!-

- yo creo que si...- canturreó

- ¡no lo soy!

- ¿entonces por que no lo olvidas?... infantil-

- Akane...- advirtió - retráctate-

- no- ni siquiera lo miró

- ¡hazlo!-

- ¡no!

- pe-que-ña- deletreó a posta

- si me lo estas diciendo como insulto, sabes que no funciona ¡infantil!- le grito de nuevo, ahora un poco molesta

- ¡que no lo soy!-

- ¡pues entonces demuéstralo!- le gritó metros más adelante de él, Ranma, molesto, caminó hasta ella decidido y al estar cara a cara pronunció

- te amo- sin adornos, sin rodeos, solo confirmando el sentimiento que no había dicho directamente

- Ranma...- ella quedo sin palabras, tenía muchas emociones encontradas, una cosa era que él lo dijera camuflado con indirectas, o con acciones que si bien lo demostraban, siempre sentía que había un pequeño hoyito en su corazón por llenar; y otra cosa era que se lo dijera directamente

- Akane... sabes que este fin de semana nuestros padres acordaron que tentativamente la fecha de nuestro matrimonio será a final del año escolar y yo... bueno... no sé como decirte esto...- ella por fin reaccionó, creyendo de lo que él hablaba

- lo sé... somos muy jóvenes... pero ya te lo había dicho... con tanto loco no creo que...- el chico la cortó por la mitad

- no entiendes...- él tomó las manos - te lo dije hace días, basta de darle vueltas, hay que acabar con esto de una vez...- el cerebro de Akane entro en crisis existencial, ¿no acababa de decirle que la amaba? ¿se estaba retractando? ¿estaba terminando con ella?

- Ranma... yo...- bajó la cabeza al borde de las lagrimas

- de todas maneras, va a pasar, así que es mejor tajar el problema...- ella no contestó, toda la felicidad que habían sentido por la frase que había esperado durante años se había trasmutado a pura tristeza - que sea lo más pronto posible-

- ¿qué?- preguntó en shock levantando la cabeza

- ¿porqué estas llorando?- preguntó preocupado sin entender

- pensé... pensé... que tú... - y ahora, de nuevo, sus sentimientos volvían a ser como una montaña rusa - ¿de... de qué estas hablando?-

- de la boda- ahora el confundido era él

- ¿quieres... casarte?-

- te lo acabo de decir, ¿es que acaso no me estas poniendo atención?- su última pregunta la lanzó molesto

- ¿no estas terminando el compromiso?-

- ¿qué? ¿pero de que demonios hablas?- le soltó las manos y le empezó a picar la frente con un dedo - a ver si ahora si me entiendes Akane, estoy hablando de la boda, basta con tanto lío- la muchacha trataba de procesar toda la información- ¿para que rayos necesitan tanto tiempo? solo hay que ir con un monje o sacerdote o alguna persona por el estilo, que nos de su bendición y luego vamos al ayuntamiento y al registro; y listo, no sé porque se hacen tanto problema con buscar una fecha, así nos ahorramos problemas de prometidas y pretendientes desquiciados-

- ¿quieres... casarte?- repitió la pregunta más para ella misma que para él

- ¿de nuevo Akane? si lo que estas tratando de hacer es decirme que no quieres, pues dímelo sin rodeos, ¡no te estés haciendo la tonta!-

- ¡es que me confundes! ¡pasas pasmosamente de un tema a otro! ¡acababas de decirme que me amas y al siguiente segundo me dices que "hay que acabar con esto"-

- lo que pasa es que tú no me sigues el ritmo, y no es que yo te confunda, tú lo haces todo complicado, ¿porqué carajos terminaría contigo si acababa de decirte que te amaba?, no tiene ninguna lógica que yo...- Akane solo se había lanzado a besarlo, él no se quejó solo la sostuvo de la cintura, como si fuera lo más natural besarse en medio de una discusión, bueno... pensándolo bien, ellos siempre hacían las cosas así.

- ¿eso es un si?- preguntó cuando por fin se separaron, ella asistió feliz, entonces se encerraron en un abrazo a mitad de la calle, a la luz de una farola

- ¿como crees que reaccione la familia?- dijo ella sin soltarlo, sin importarle que sus pies no tocaran el suelo

- felices supongo...- Ranma tomó una fuerte inspiración para captar lo más posible el aroma de ella antes de soltarla del todo - de todas maneras, eso no me importa-

- ¿ah no?- Akane lo veía con la ceja levantada

- naaa, aquí solo hay una cosa importante-

- ¿que cosa?-

- que oficialmente tomaré como mía algo que desde hace tiempo deseo-

- estas loco, aunque duermas toda una vida ahí, SIEMPRE será mi cama, pero soy buena y la compartiré contigo- dijo risueña, Ranma bajó la cara queriendo escapársele una risa ¿nerviosa?, pensó ella, él levantó el rostro y sus mejillas estaban muy rojas, entonces juguetón le dio un beso rápido en los labios para después huir

- ¡yo no hablaba de la cama pequeña!- le gritó a lo lejos mientras corría. Akane lo pensó lentamente antes de que su rostro se volviera un tomate al entender completamente

- ¡pervertido!-

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FIN

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Aclaraciones

- "Kyukai no Rinne" es otro manga de Takahashi Rumiko que habla sobre una chica que ve fantasmas además de ayudar a un Shinigami con su trabajo.

- En las escuelas japonesas (según el caso), especialmente a partir de la secundaria los alumnos suelen ir los Sábados a practicar a sus respectivos clubes, ya sean académicos o deportivos, sobre todo el último año.

- Sobre Nodoka y la katana, en algunas escenas se muestra lo torpe que es con el arma, pero supuse que era cuestión de tiempo para que aprendiera a usarla, en especial con un esposo como Genma.

- En una parte Kasumi hace una ligera onda sobre su abdomen en una conversación con Nodoka, por si no lo entendieron, si, ella se estaba refiriendo a un embarazo.

- Sobre Kodachi y las muñecas, en la serie se puede observar varias veces que ella efectivamente tiene muñecas de porcelana, incluso pelea con Shiratori Asusa por ellas, he ahí la idea de que ella fuese quien torturara a la pobre Akane.

- Don pestillo, es la mascota de Kodachi, es el cocodrilo gigante que habita en el estanque de los Kuno.

- Kobayakawa Toramasa es un personaje de la serie que tiene un negocio en Furinkan, su primera aparición fue en el capítulo "Aparece el otro Director"

- Los noren, son las cortinas que cuelgan en la entrada de los negocios, regularmente con el nombre del local

- Sobre los matrimonios japoneses, la verdad es que si es un proceso bastante sencillo y rápido.

.-.-.-.-.

Notas de la Autora

Y por fin hemos llegado al final. Espero que no les haya parecido demasiado largo, pero como podrán haber notado transcurrió toda una semana en esta historia y necesitaba esos días para presentar el conflicto de Akane.

Según estudios sobre el sueño, en los primeros días hay varios síntomas que fueron mencionados en el fic, después del quinto día se empiezan a presentar alucinaciones, es por eso que la crisis que Akane tiene en casa de Kodachi se vuelve tan fuerte; en verdad deseaba justificar con un motivo valido que Akane estuviera tan vulnerable en ese momento. Espero haber dado a entender correctamente la situación.

Otra cosa que espero no los haya confundido, es la interacción de las pesadillas de Akane con la realidad, que por cierto, espero poder haber expresado el porque Akane sufría tanto con esos sueños.

A lo largo de esta historia quise poner el humor característico de este universo, pero también mezclarlo un poco con toques obscuros, como las pesadillas de Akane e incluso lo que puede llegar a hacer Ranma si se meten con su prometida, espero haberlo logrado.

Espero que no les haya parecido demasiado largo, pero creo que aquí tenía que terminar todo, cortarlo en dos habría sido un poco feo; otra cosa importante sobre la edición es que espero que esta vez no haya tenido muchos errores de ortografía, de verdad que me esfuerzo, pero como ya he dicho antes... soy bastante torpe jeje.

Lamento mucho que haya tardado tanto (siglos en realidad u.u!) terminar esta historia, pero que puedo decir, soy un "poquito" distraída, a mi favor está el que cumplí (aunque después de mucho tiempo) mi promesa, y espero regresar pronto.

Ojala me puedan dejar por ahí que tal les pareció este final, de todas maneras ya saben que agradezco infinitamente su apoyo a lo largo de esta historia, en especial a:
-Guest (No.1)
-Haruhi Saotome
-chalupitabonita
-harmonystar
-Akai27
-Lenna0813
-Andy-Saotome-Tendo
-Guest (No.2) (por si son diferentes personas)
-Kris de Andromeda
-nancyriny
-Guest (No.3) (por si las dudas xD)
-Aurora
-SARITANIMELOVE
¡waa! espero no se me haya pasado ninguno.

Y bueno, por el momento eso sería todo, de nuevo gracias, de este lado del ciber mundo
AkaneMiiya.