Hola a todos! Les traigo un two o three-shot para deleite de ustedes de ésta parejita que a todos nos encanta. XD Y me imagino cómo podría ser una forma en que descubrieran sus identidades. Espero les guste, gracias por pasarse a leer y… COMENZAMOS!

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Cumpleaños.

Capítulo 1.

Félix.

Un año más de vida, hoy era uno de esos días que todos celebraban con pequeños regalos y detalles que le parecían absurdos, su cumpleaños. No, no es que Félix Agreste nunca hubo celebrado su cumpleaños antes, claro que sí, con sus padres, unos pocos amigos y una enorme tarta de cumpleaños y regalos. Pero después de que su madre desapareciera, aquellas cosas desaparecieron con ella, y ahora le parecían detalles sin importancia. Solo era un día más, un día como otros. Y todo en ese día transcurrió normal, las clases, su amigo Allan intentando levantar su ánimo y la molesta de Bridgette que no dejaba de seguirle. Al terminar las clases fue a los casilleros para tomar sus cosas y al abrir el casillero se llevó una sorpresa.

-Feliz cumpleaños Félix.- Plagg tenía un pedazo de queso con un moño encima en sus manitas, se hubiese sentido halagado de no haber sido por el penetrante olor.

-Plagg, aleja ese queso de mí.- dijo tapándose la naríz.

-¡No seas amargado! Es tu cumpleaños.

-Para mí es un día como cualquier otro. Así que déjalo. Vamos, es hora de ir a casa. Y no apestes mi mochila.- Plagg se ocultó pero cuando iba a salir de la escuela se topa con un chico moreno que lo mira con una enorme sonrisa.

-¡Fééééélix! Mi queridísimo amigo.

-Allan, no te voy a prestar mis apuntes otra vez.

-No, no necesito tus apuntes…por hoy.- Félix rodó los ojos.

-Lo que pasa es que necesito tu ayuda con algo en el salón. ¿Me echas una mano?

-¿No te puede ayudar nadie más? Claude por ejemplo.

-Por favor…- junto las manos en modo de súplica y Félix bajó los hombros.

-Está bien, vamos.

-¡Genial!- ambos regresaron al salón, Allan entró primero y Félix entró tras de él.

-Qué es lo que debo…

-¡SORPRESAAAAA!- todos sus compañeros le echaron confeti y aplaudieron, Félix aún no salía de su asombro.

-Feliz cumpleaños hermano.- le dijo Allan que palmeó su espalda.

-¿Cómo?- preguntó confundido sin saber qué decir, entonces se acerca una chica rubia y se ríe, Allegra era de las pocas personas con las que hablaba.

-Fue Bridgette, ella organizó todo esto y el pastel corre por su cuenta.- dijo señalando en el escritorio de la profesora un pastel de dos pisos con una cubierta blanca y con pedacitos de chocolate junto con otras comidas.

-Te quedaste mudo Agreste.- le dijo Claude de broma, aunque la verdad era que Félix no sabía que decir.- Vamos, hay que encender las velas para que las apagues.- Félix miró a todos lados, vio algunos regalos sobre una silla, los adornos que aunque simples eran coloridos, pero no vio a la chica de las coletas y Allan adivinando a quién buscaba puso su mano en su hombro.

-Bridgette dijo que vendría después, le costó horrores traer el pastel intacto que no quiso arriesgarse con tu regalo.- Félix no contestó, pero sintió algo agradable en su pecho y eso le hizo esbozar una leve sonrisa que se borró cuando algunos alumnos rodearon a Allegra que tenía su celular en un noticiero en vivo.

El incendio no ha avanzado gracias a los esfuerzos de Ladybug y los bomberos, pero nos acaban de dar una noticia, al parecer aún hay dos niños dentro del edificio en los pisos más altos, Ladybug ha entrado y…- se escucha una fuerte explosión.- ¡Hay aún gente ahí, y Ladybug no ha salido!

En ese momento Félix se fue sin que nadie se diera cuenta, al estar en los casilleros Plagg salió de su mochila.

-¡Plagg Transfórmame!- Chat Noir salió a toda prisa del lugar, no tardó mucho en llegar al gran edificio de departamentos y una nueva explosión se escucha. De inmediato uso su comunicador.- ¡Ladybug! ¿Me escuchas?- la imagen de su lady con ceniza en su rostro le hizo sentirse aliviado y preocupado a la vez.

-Chat, estoy en el quinto piso, tengo un par de niños conmigo y… ¡ah!- corta la comunicación y Chat Noir no dudo en lanzarse al edificio gracias a su bastón. Entró por una ventana y el calor le dio de golpe haciendo que por un momento se mareara.

-¡Ladybug!- salió del departamento en que estaba y escuchó gracias a sus orejas unos llantos, de inmediato entró en otro departamento rompiendo la puerta de una patada y su corazón se detuvo al ver a su lady levantarse del suelo con dificultad quitándose escombros ardientes de encima y un par de niños pequeños a lado llorando.- ¡Ladybug!- le quita el resto y ella al verlo sonríe pero tenía una herida en su frente que hacía que cayera un hilo de sangre que se dividía en su nariz y una cortada en su mejilla derecha que estaba llena de cenizas.

-Chat viniste.

-Siempre my lady, ¿puedes levantarte?

-Sí, sí chaton.- los gritos de los niños fue mayor al ver que el techo estaba a punto de colapsar, cada uno tomó a un niño y salió de allí pero apenas salieron el techo del pasillo colapsó y Chat Noir con un brazo hizo girar su bastón haciendo que no les cayera nada encima.

-¡Por aquí!- Chat Noir tomó la mano de su lady mientras bajaban al piso de abajo, y el felino rompió una ventana haciendo que las llamas se avivaran por momentos y los niños se abrazaron más a los héroes chillando.- ¡Salta!- gritó Chat al escuchar que pronto una explosión iba a suceder, ambos saltaron y gracias al bastón y al yoyo cayeron al suelo donde los paramédicos tomaron a los dos niños, otra explosión en aquel piso donde escaparon hizo que todos voltearan. Cuando los reporteros iban a acercarse a los héroes ambos de inmediato escaparon por las azoteas de Paris.- Ladybug, debiste quedarte.- le reprendió Chat Noir al ver a su lady toser por culpa del humo que inhaló.

-Estoy bien Chat…no pasa nada.

-¡No estás bien! Estás herida, de haber llegado a tiempo…

-Pero llegaste a tiempo Chat.- ella le sonrió.- Siempre llegas a tiempo.- Chat Noir suspiró y bajó sus orejas.

-No lo siento así. Pero podrías usar tu Lucky Charm y luego tu Miraculous…

-Solo lo utilizó en casos de akumas Chat, pero en fin…- otro ataque de tos hace que se tome el pecho y Chat la ayude poniendo su mano en su espalda, cuando pasa ella mira que Chat Noir en verdad estaba preocupado, por lo que le sonríe y acaricia su mejilla.- Ya estoy mejor, gracias.

-Ladybug…

-¡Oh! Qué bueno que estas aquí. Chat, ¿puedes esperar unos minutos? Ya vuelvo.

-¡My lady!- la vio irse a toda prisa por los tejados.- ¿Esperar?- suspiró y se sentó, no pasaron ni cinco minutos y ya se estaba aburriendo, quería regresar a su fiesta pronto, de seguro Allan le estaba buscando por todas partes, de repente frente suyo una caja rectangular envuelta en papel verde y un enorme moño blanco estaba frente a él balanceándose, sus ojos se iluminaron y tomó el regalo para voltear a ver a Ladybug que le sonrió ampliamente.

-¡Feliz cumpleaños Chat Noir!

-My lady…cómo… ¿cómo supo?

-Chat me lo recordaste todo el mes. Y cumples el mismo día que alguien que conozco, pero anda, ábrelo. Espero que te guste, yo la hice.- Chat Noir hizo pedazos la caja y el papel y se encontró con un bonito pañuelo de color verde.- Creo que el verde es tu color, aunque si no te gusta…

-¿Gustarme? ¡Es purrfecta! ¡Tanto como tu servidor!- le dijo con una enorme sonrisa y ella rodó los ojos y suspiró.

-Bueno, veamos cómo se te ve.- él se puso el pañuelo alrededor del cuello, y sonrió posando para su lady.

-¿Cómo me veo?

-Te queda muy bien, pareces un modelo.- Chat Noir se ríe un poco forzado por aquel comentario pero después se acerca y abraza a Ladybug.

-Gracias my lady, también eres un gran regalo de cumpleaños.- ella se sonrojó ligeramente pero correspondió al abrazo.

-El próximo año te haré una fiesta con pastel incluido.

-¿Fiesta? ¡Fiesta! ¡Ladybug debo irme pero…!

-Está bien, te veré mañana en la patrulla, disfruta tu día cumpleañero.- él se fue rápidamente y al llegar Allan lo regañó por haberse desaparecido así. Sopló las velas del pastel, comió y todos comenzaron a darle algunos regalos, como un nuevo estuche de plumas, un libro, un disco de música entre otras cosas. Pusieron música para bailar y Félix se sentó con Allan para hablar, o mejor dicho, escuchar a su amigo, cuando ven a Allegra discutir con alguien en la puerta, la rubia parecía asustada y molesta y al final la persona con la que discutía le tendió una caja rectangular de papel rosa y moño morado. Allegra suspiró y fue con Félix para tenderle el regalo.

-De parte de Bridgette, no se pudo quedar.

-¿Pasó algo Allegra? Te veías algo…ofuscada.- dijo Allan y ella suspiró.

-Bridgette se volvió a lastimar, no me quiso decir qué pero olía a quemado y tenía un feo corte en la cara. A veces no sé qué hace para lastimarse así.

-¿Un corte?- preguntó Félix y ella asintió.

-Sí, justo aquí, en la mejilla. Me dijo que te desea…- pero antes de terminar Félix tomó el regalo y salió del salón.- ¡No me dejaste terminar!- salió fuera y vio a Bridgette bajar las escaleras con un leve ataque de tos antes de respirar profundo y seguir su camino.

-Bridgette.- la vio tensarse hasta el punto que su mechón parecía una antena, ella se volteó y Félix abrió un poco más los ojos al verla.

-¡Fé-Félix! Deberías estar en tu fiesta.- Bridgette tenía una mano vendada, una pomada en el corte de la mejilla y en la frente tenía un parche.

-¿Cómo te lastimaste?

-Ah…bueno.- rió nerviosa.- Me caí por las escaleras de mi casa. No pasó nada.- volvió a reír y se interrumpió por una tos leve pero vuelve a sonreír y ve que él tiene su regalo en la mano.- Ammm, Félix…

-Ten.- le tendió el regalo y ella lo tomó, de inmediato su ánimo decayó.

-Oh… ¿no te gustó?

-No, no es eso.- éste baja los hombros.- Me gusta que me digan las cosas directamente, no que manden a otros a decírmelas.- Bridgette tardó un poco en reaccionar y al final se pone derecha y sonríe.

-¡E-Entiendo!- le tiende el regalo.- ¡Feliz cumpleaños Félix!- él tomó el regalo de vuelta y deshizo el moño para ver su interior.- Esto…no sé si te guste, yo lo hice, no es tan bueno como lo que hace tu padre pero espero que sea de tu agrado y…- Félix se quedó estático al ver un pañuelo de color azul. Lo tomó y Bridgette parecía nerviosa y esperando cualquier contestación negativa.- Si no te gusta puedes hacer lo que quieras, no es necesario que te lo pongas, puedes regalarlo a alguien más o…

-Me gusta.- ella le miró casi desnucándose con los ojos de platos.- Gracias.- se puso el pañuelo y Bridgette se sonrojó.

-De-De-De nada…yo, tú, debes volver a la escuela, te está esperando tu fiesta. Yo te veré mañana Félix, ¡adiós!- antes de poder detenerla ella se fue corriendo chillando de felicidad por aquel gran paso. Félix miró el pañuelo y sonrió.

-Maldita ironía. ¿Quién lo diría?

-¡Félix!- le llamó Allan desde la puerta del colegio.- ¡Trae tu trasero aquí, te van a dar más regalos!- Félix regresó con su amigo, pero él ya había recibido el regalo más grande que jamás hubiera deseado, pensó en su madre y creyó que tal vez, en alguna forma, aquello era un regalo de su parte. Sonrió y agradeció en silencio por aquel inesperado regalo.

…..

Y… espero les haya gustado, el próximo será de Bridgette, ojala les guste. No acepto tomatazos, ni golpes, por favor, no. Dejen review que me encanta leerlos, un abrazo a todos, un gustazo, y hasta la siguiente!