Te quiero

—Te quiero.

Las palabras salieron de mis labios antes de que tuviera siquiera oportunidad de procesar lo que estaba haciendo. Por eso sentí mi corazón detenerse, saltarse un latido, cuando el sonido de mis propias palabras llegó a mis oídos.

La forma en que Astrid, la preciosa y tenaz chica que estaba apenas a unos centímetros de mí, abrió sus ojos celestes con sorpresa..., definitivamente no ayudó.

Me había dejado llevar por aquél estúpido juego en el césped, en el que acabamos rodando y con Astrid sobre mí. Llevaba muchísimo tiempo con ese sentimiento en el pecho, pero me lo había guardado para mí porque sentía que no era el momento, que debía esperar. Y no se me ocurría otra cosa que soltarlo en el momento menos oportuno, sin ninguna preparación romántica ni..., ningún plan en general.

Astrid no decía nada. Yo no decía nada. Era un silencio incómodo en el que nos mirábamos el uno al otro. Pero yo no quería mirar. Yo solo quería salir corriendo, buscar una piedra bajo la que esconderme y no salir de allí en cinco años.

Astrid me miraba con la sorpresa en la cara. Las finas cejas rubias enarcadas en dos arcos perfectos; los ojos abiertos de par en par, brillantes como dos hermosas joyas; la nariz enrojecida, ocultando sus pecas doradas; y la boca ligeramente entreabierta.

Me pareció que un milenio pasaba, cuando solo fue un latido, el que mi corazón decidió omitir. Una sonrisa, perezosa pero dulce, apareció en sus labios sonrosados, brillantes por el cacao. Antes de que me diera cuenta, había pasado las manos por el cuello de mi camisa verde y tirado de mí, hacia ella. Sus labios se juntaron con los míos, trayéndome el sabor de las fresas que habíamos tomado antes para merendar y el perfume a vainilla y almendras amargas de su pelo. El contacto fue casi casto, pero ni siquiera el beso más intenso y apasionado me habría llegado tan adentro. Podía sentir la sonrisa en sus labios.

Se separó de mí, pero, aún así, rodee su cintura, abrazándola a mi cuerpo.

—Yo también te quiero.


¡Hola a todos, lindas flores!

¿Os ha parecido muy romanticursi? No sé por qué se me antojo hacer una pequeña —y torpe— declaración. Muy al estilo Hiccup.

DragoViking, este ha sido fundamentalmente lindo —romanticursi, no nos engañemos—. Pero ya conoces mi estilo ñoño xD.

UnbreakableWarrior, voy variando entre textos largos y cortos. Según lo que mi imaginación me diga, realmente... Gracias por comentármelo, pero el "glacias" está escrito a posta porque es un niño que apenas sabe hablar ^^.

En fin, espero que os haya gustado.

Con un beso y un bizcocho, ¡nos leemos pronto!