Ahora que no estas, en mis sueños prevaleces, y en mis pesadillas revivo el momento en que te perdí.
¿Por qué lo hiciste? No debiste hacerlo.
¿Por qué diste la vida por mí? No valgo nada.
¿Por qué estabas sonriendo? Eso no era un buen momento para esbozar una sonrisa.
Recuerdo la sangre. Recuerdo mis lágrimas. Recuerdo mis gritos. Recuerdo mis zarandeos. Recuerdo tu nombre pronunciado por mis labios y también recuerdo que nunca respondiste.
Luego de aquello, la palabra "reemplazo" me atormento. Había que buscarlo, pero yo no quería. Entonces renuncie. Si, perdí a mi Kwami, pero fue más doloroso perderte a ti. No quería seguir luchando si tú no estabas.
Pero aun así... ¿Cómo se supone que viviré sin ti?
Pregunto, sin obtener respuesta.
Dime... Por favor...
Ruego, aunque sé que no dirás nada.
Lágrimas, gritos ahogados hacen eco en mi habitación.
Sin aviso, me abandonaste. Sin despedida, te fuiste.
Así que...
Dime... ¿Cómo se supone que viviré sin ti?
Si no me prepare para el día en que no estuvieras.