Hola, hola, Luna de Acero reportándose... Bien, finalmente y después de taaanto tiempo (por cierto, sepan disculparme), viene el último y final capítulo. Saben que siempre accedo a hacerles un extra, pero este fic no lo tendrá. No es que no lo merezca, pero tal vez lo termine arruinando, así está bien, no tengo más nada que agregarle. El capítulo anterior de por si, fue un cierre parcial de la historia. Por eso considero éste casi como el final y el extra.
Antes que nada GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, a todos, a los que leyeron, a los que agregaron la historia a favoritos, a los que me siguieron, a los que se animaron a dejar sus hermosos reviews, me hacen muuuuy, pero que muuuuy feliz. Gracias por acompañarme de nuevo en este ¿one shot?, que se transformó en esta historia.
Recomendación de la autora: Si pueden escuchen Cruel Youth de Hatefuck, o Broken de Lund, ése tema aparece al final del fic, son muy especiales para este capítulo.
Si quieren comentarme algo o charlar conmigo, pueden encontrarme en Faceboook como: Luna de Acero, Salta, Argentina.
Si gustan pueden pasarse por la plataforma Wattpad en donde estoy como LunadeAcero7
Ahora sí, los dejo disfrutar, espero que sea el broche de oro que estaban esperando... y si no lo es... lo siento... pero así es como son las cosas... no siempre todos terminan comiendo perdices, pero eso no significa que no sea un final feliz también.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad intelectual de Isayama Hajime.
Advertencia: Lemon, muerte de personajes, angs en la medida justa (creo), ya están advertidos, leer bajo su responsabilidad.
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"Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo...
No sea que te consumas a tí mismo..."
William Shakeapeare
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Se despertó sobresaltado el pecho latiéndole frenético, miró a todos lados y se dio cuenta que estaba en su habitación, la frente perlada de sudor. Se giró, Eren dormía a su lado muy profundamente, enseguida sus latidos comenzaron a calmarse.
Miró la hora, cuatro de la mañana, bueno, al menos las pastillas lo estaban ayudando a dormir un poco más. Se fue a dar una ducha se sentía asquerosamente sucio. Sentía que estaba roto por dentro, ahora que al fin había juntado todas las partes que le faltaban, no podía pegarlas, intentaba unirlas y se desmoronaban igual.
¿De qué servía intentar? Siempre que encontraba un lugar donde estar tranquilo todo terminaba roto en pedazos. Si él no hubiera conocido a Erwin, él estaría vivo, sus padres no lo hubieran echado de su casa, si Jean no se hubiera enamorado de él no hubiera terminado con el corazón destrozado, si Eren no lo hubiera conocido se hubiera casado con Mikasa, hubieran sido felices, si él no lo hubiera tentado, si hubiera sido un chico bueno… si hubiera sido un chico bueno… su madre no se hubiera suicidado… su hermana no hubiera sufrido tanto… Cerró el grifo y salió. Se miró al espejo y pensó que tal vez Ilse no estaba tan loca, tal vez… hubiera sido mejor morir.
Eren se despertó y se desperezó, se asustó al no ver a Levi a su lado, por lo que de inmediato se puso de pie y salió a buscarlo. Estaba en el balcón, y por el cenicero llevaría al menos más de una hora ahí, el horizonte apenas se estaba aclarando.
-: ¿Levi? ¿Qué haces?
-: Necesitaba fumar…
A Mikasa la habían operado el día anterior, si bien habían podido llevar a cabo la operación con éxito, había tenido un paro al finalizar y les había costado estabilizarla, con lo que ahora estaba con diagnóstico reservado. Levi quería quedarse, pero el doctor lo obligó a tomar unos sedantes y le pidió a Eren que lo llevara a descansar. No habían pasado ni dos semanas desde que había escapado de su captura, sus nervios estaban destrozados, y de todas maneras no podría verla, estaba en terapia intensiva y no se permitía el acceso.
-: Lo había olvidado, te compré un regalo, espera aquí – dijo Eren. Se volvió a la sala, revolvió una de sus maletas y luego volvió con algo envuelto en un brillante papel azul eléctrico con un moño blanco – Toma – le dijo sonriendo.
Levi abrió la envoltura y se echó a reír con tristeza, luego inspiró para que no se le salieran las lágrimas, ya tenía una buena técnica a través de los años.
Un libro, de Corazón Gótico, el título rezaba: "Elegirte siempre".
-: Oye, ya sé que no te gusta el autor, pero… éste en particular… es muy especial.
Levi abrió la tapa y se sorprendió de encontrar una dedicatoria, malditamente irónico, pensó.
"Para mi gran amor… Porque te elegiría una y mil veces… en esta vida y las miles que sigan… siempre, siempre únicamente a ti… Con amor... Eren"
-: Eres una mierda para escribir dedicatorias – soltó Levi cuando pudo hablar.
-: ¿Lo dice mi novio o el profesor de literatura?
El pelinegro cerró el libro, prendió un cigarro y miró al hermoso hombre frente a él.
-: Lo he leído… no lo sé, unas doscientas veces tal vez.
-: Vaya, que impresionante, sí que te gusta este autor.
-: Fue la historia, no sé por qué, siempre encontré en sus libros… fragmentos con los que me sentía muy identificado, era como si por momentos pudiera leer en la profundidad de mi alma… aunque sé que son novelas rosas, simplemente me llegaron al corazón… Sabes, hay una parte, en la que el protagonista Rener se tiene que despedir de Victorik, y están en una estación de trenes… Yo… fue como revivir ese día en el aeropuerto, y cuando terminaba de leer lo que el hombre decía, simplemente lloré… mucho… por días enteros… solo entonces me di cuenta que… debería haber regresado, debería haber vuelto sobre mis pasos y haberte llevado conmigo…
-: Voy a vomitar caramelos – dijo Levi suspirando y Eren sonrió, luego acercó su silla a la de Levi y le acarició la mejilla con delicadeza, de la forma en que solía hacerlo hacía muchos, muchos años.
-: "Sé que es difícil… sé que un abismo se interpone entre nuestros mundos…
-: Pero no me importa en absoluto, así supiera que mañana te irás con otro, así supiera que vas a degollarme apenas me gire, o que dejarás de amarme… nada importa más que quedarme a tu lado – Eren estaba perplejo – porque pase lo que pase, te elegiré hoy, mañana, y el día después de mañana, y todos los días que le sigan, hasta que deje de respirar… hoy y siempre… esa es la promesa que hago para ti…"
-: Wow… - dijo Eren muy conmovido – pensé que no leías a Corazón Gótico.
-: No lo hago… nunca lo hice… - dijo Levi suspirando de nuevo, levantó la mirada hacia Eren y le habló con su profunda voz – porque yo soy Corazón Gótico… yo escribí todo esto…
A Eren le llevó varios minutos procesar eso, mientras sentía que el corazón se le aceleraba, sus pómulos se colorearon, y bajó la mirada sin saber qué decir.
-: ¿Quieres saber más? Esto era lo que yo esperaba ese día, me quedé estúpidamente ahí parado un par de horas… mi corazón no podía aceptarlo, aunque mi mente lo hubiera hecho. No quería girarme, estúpidamente me repetía, volverá, me abrazará por la espalda y me pedirá perdón, o tal vez, sólo tal vez me diga que fue una cruel broma… pero tú no bromeas con estas cosas, ¿cierto?
A Eren se le deslizaron un par de lágrimas, y Levi sintió que esa herida estaba más abierta que nunca.
-: Pensé… que me amabas con la misma intensidad que yo… luego durante mucho tiempo sobreviví a base excusas, era un menos de edad, o hubiera metido en problemas, Mikasa hubiera sufrido, era algo prohibido, malo…yo nunca podría haber sido un niño bueno, aunque te lo dije, aunque pensé que podría, no hay manera que escape a mi propia obscuridad.
-: Perdóname… perdóname, Levi… - eren tomó una de sus frías manos y la apretó con las suyas, mientras las lágrimas seguían cayendo.
-: No te arrepientas, Eren… está bien, de todas maneras hubiéramos terminando odiándonos, ¿qué podía ofrecerte un crío? Caprichoso y altanero. Estuve pensando… mucho… yo creo… creo que sería mejor tomarnos un tiempo.
Eren lo miró preocupado, mientras las lágrimas silenciosas continuaban fluyendo.
-: No puedo hacer esto… realmente no tengo ni las ganas, ni las fuerzas, yo, no estoy seguro de lo que siento. Sólo puedo pensar en Mikasa y en su recuperación, luego… hay un enorme vacío en mí. Lo siento, pero no quiero mentirte, no a ti.
-: Está bien… - dijo Eren con un nudo en la garganta – Te daré tu espacio, pero esta vez no me iré. Y lamento decirte que vendré a dormir por las noches, no me siento para nada tranquilo con esa mujer por ahí suelta.
-: Supongo que está bien…
-: Y otra cosa – dijo Eren mirándolo con seguridad, las lágrimas ya secas – Te amo, Levi. Nunca dejé de hacerlo, tampoco creo que lo haga, y puede ser irremediablemente tarde, pero tenía que decírtelo… aunque no me creas, nunca dejé de pensar en ti, y sí, me arrepentí y me sigo arrepintiendo de no haber regresado a buscarte… - Eren se puso de pie y salió.
-0-
El detective se retiraba del hospital, Levi estaba en la sala de espera, era el tercer día, la condición de Mikasa había mejorado muy poco, no lo suficiente, su sistema inmune estaba luchando, pero lo cierto es que estaba llevando más tiempo del esperado. Tomó un sorbo de su lata de café, mientras con su otra mano golpeaba la punta de una lapicera sobre un pequeño cuaderno rítmicamente. Su inspiración estaba completamente muerta. Las palabras del detective aún resonando: "Aún no tenemos novedades, aunque hemos dado con el lugar donde lo tenía cautivo, una cabaña que rentó a un hombre de campo, usó un nombre falso por supuesto. Pero seguimos trabajando en las demás pistas. Esto es así, señor Ackerman, lleva su tiempo, pero no dude que nos descansaremos hasta dar con su paradero".
Todo era un caos dentro de él. Quería llamar a Eren para que viniera y lo abrazara, luego quería patearlo fuerte, pero también quería besarlo, y luego tirarlo por el balcón de su departamento. Quería que Mikasa despertara, quería que Mikasa despertara ya mismo. Sintió que su nariz picaba, aviso de que pronto se largaría a llorar, chasqueó la lengua, estaba molesto, dolido, triste, necesitado. Se rindió, decidió ir a su departamento a tomar una ducha. Eren venía siempre por las mañanas y él por las tardes, de manera de cruzarse sólo lo suficiente.
Mientras conducía a su departamento, encendió la radio, justo Freddy Mercury cantaba Mamma. Se dejó llevar por la melodía, estacionó cerca de una plaza, se bajó, encendió un cigarrillo y caminó un poco, pensando. ¿Qué mierda quería? ¿Por qué no podía decidir como un adulto? Estaba claro que necesitaba a Eren… ese día cuando estaba hospitalizado… claro, estaba sensible, vulnerable, se había sentido como cuando era chico, cuando lo único que quería era estar en los brazos de Eren. Pero ahora estar cerca le recordaba su pasado, le recordaba a sus errores… ¿eso era lo que le molestaba? Tal vez… había llegado el momento de aceptarse, el momento de… perdonarse… Si Mikasa lo había hecho, ¿por qué él no? ¿Podía dejar todo atrás? ¿Podía empezar de nuevo? Después de haberse lastimado mutuamente con tanta crueldad, ¿todavía podían unir sus caminos? Ya n había edades que los comprometieran, ya no había personas a las cuales lastimar… ¿Y si estaba perdiendo una gran oportunidad?
El viento le despeinó el flequillo y levantó las hojarascas de la calle en sendos remolinos. Levantó la cabeza al cielo, ¿lo seguía amando? ¿O sólo había sido otro capricho? Cuando bajó la mirada se encontró con la respuesta. Eren estaba sentado en una mesa fuera de un café, justo al frente de él, estaba leyendo muy concentrado unas hojas que iba corrigiendo, tal vez algún discurso. Levi se quedó de piedra. ¿Una coincidencia? También se lo podía cruzar por la noche en su departamento. Pero justo ahora sólo quería que girara su cabeza, soltara todo y viniera a él.
-: Mírame… - susurró, como si luego de eso no fueran a verse nunca más – Voltéate y mírame… nótame… Eren…
Estuvo cerca de cinco minutos de pie, y cuando estaba por marcharse, cómo si sus súplicas hubieran sido escuchadas, Eren dejó las hojas sobre la mesa y giró su cabeza. Se puso de pie de inmediato y mirando a los costados cruzó la calle casi corriendo. Levi estaba pegado al suelo. Luego se acercó a pasos más tranquilos, entonces el pelinegro lo supo… al fin… lo aceptó.
-: Levi…
-: La… la última vez… - dijo casi temblando, por el frío, por la emoción, por todo – Probemos una última vez – dijo más recompuesto.
Eren le regaló la sonrisa más hermosa que había visto en su vida. Los últimos rayos de la tarde llenando sus pupilas verdes, tiñéndolas de un leve naranja. El hombre lo abrazó con calidez, Levi inspiró llenándose de su perfume y aferrando sus pálidas manos al cardigan gris.
-: Gracias… gracias de verdad… - susurró el castaño – Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo…
Leví sentía que con cada palabra su interior se iluminaba, su estómago se retorcía, era como si amaneciera dentro de su pecho. ¿Era real? ¿No era como aquellos sueños que tuvo años atrás? ¿No iba a despertarse y darse con la triste realidad? Se aferró como una garrapata a perfecto torso de Eren, y luego fueron a sentarse para tomar un nuevo café. Un café que sabía a paraíso.
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El celular de Levi comenzó a sonar estridentemente, se despertó con algo de pesadez y finalmente lo agarró para atender, se despabiló en dos segundos al saber que era del hospital.
-: ¿Señor Ackerman? – Dijo el doctor Pixis con voz apenada – Venga de inmediato por favor, es urgente, es imperioso que esté aquí.
Eren tuvo que conducir porque Levi estaba muy nervioso, eran las dos de la mañana.
Levi estaba como atontado, solo veía los labios del doctor moverse y moverse, pero aún no asimilaba del todo la información. Las palabras entraban lentas en su cabeza… "Infección generalizada… defensas bajas… dificultades respiratorias… estabilización… respiración asistida… imprevisto… descompensación general… causa desconocida…"
-: Quiero verla – dijo Levi mirando con insistencia al galeno. Eren apretando sus hombros.
Le dieron un ambo verde y lo prepararon para ingresar en la zona más vulnerable del hospicio. Cuando la vió, conectada a tantas máquinas que hacían ruidos diferentes, sus blancos brazos inyectados con varios sueros, su piel casi traslúcida, le cayó el peso de la realidad. Se sentó a su lado y tomó su mano delicadamente, estaba fría, sus uñas algo moradas y en la base muy obscuras.
-: Ey, Mika… - le susurró, como venía haciendo todos esos días – Te estoy esperando, no te des por vencida por favor… compraremos una casa, a ti te gustan los patios llenos de flores, ¿cierto? Iremos de viaje a Australia, como siempre quisiste, así que… no seas terca y regresa pronto…
Esa noche… cuando la luna besaba la cima de las montañas nevadas a lo lejos… Mikasa Ackerman de 33 años, dejó de existir a las 4:05 de la madrugada…
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Levi no lloró ni una sola vez, se encargó personalmente de todos los arreglos, con Eren pegado como si fuera su sombra. Jean estuvo en el entierro y lo acompañó silenciosamente. El pelinegro estuvo de pie hasta que todos se retiraron. Eren condujo al departamento.
Levi no dijo nada, solo se sentó a fumar en su balcón, mientras Eren juntaba las cosas de la mujer, no quería que Levi tuviera que encargarse de eso también. Luego preparó un té relajante y llevó las tazas, se sentó al lado del ojiazul, no le dijo nada, simplemente lo abrazó por la espalda reposando su cabeza en su hombro. Cuando empezó a hacer demasiado frío llevó a Levi a la cama, le dio las pastillas para poder dormir y volvió a abrazarlo contra su cuerpo, hasta que sintió su respiración calmarse más y más.
Los médicos informaron que el deceso de Mikasa, si bien su estado era crítico, no se debió a causas naturales, había sido envenenada con arsénico. Y ahora se llevaba a cabo una profunda investigación en el Hospital. Eren les hizo saber que serían demandados.
-: La encontraré – dijo Levi con una fría y mortal voz, sus ojos llenos de obscuros deseos – Y cuando la encuentre… la destruiré por completo…
Eren lo miró preocupado, pero creyó conveniente no contradecirlo, era obvio que estaba afectado, y lo que menos necesitaba en esos momentos era una discusión. Trataría luego de hacerlo entrar en razón.
-: Eren debes irte, esconderte – le dijo el pelinegro – Ella te atacará, estoy seguro.
-: No iré a ninguna parte, no te dejaré solo – fue lo único que respondió el ojiverde con calma.
-: Eres todo lo que me queda… ella está cumpliendo con lo que me dijo… poco a poco lo va logrando – las manos de Levi temblaban de rabia – La masacraré, no quedará ni una sola gota de su sucia sangre… la aplastaré como un insecto… la encontraré antes que ellos, estoy seguro.
Eren se levantó y lo abrazó por la espalda, no podía siquiera dimensionar el profundo dolor que sentiría su novio en ese momento, y por supuesto eso también lo destrozaba a él.
A partir de ese momento, no volvieron a despegarse ni un solo segundo. Levi no quería perder de vista a Eren, ni siquiera si debía ir al almacén de la esquina.
Aun así se las arregló para conseguir un detective privado a través de la red. Investigó a la familia de Ilse y aunque fuera algo bastante obvio, descubrió que le seguían girando dinero de manera mensual a una cuenta que no estaba a su nombre, sino de uno de sus hermanos. Lo único que necesitaba era saber de qué terminales iba a retirar el dinero, seguro a través de una tarjeta de débito. Recordó que Jean tenía un novio banquero, Marco, si o recordaba mal. Tal vez él podría saber.
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Eren durmió tan profundamente esa noche, que incluso hasta le costó despertarse, algo que era bastante inusual en él. Le dolía la cabeza, como si hubiera bebido la noche anterior, miró el reloj, eran más de las once de la mañana.
-: ¿Qué? – dijo tomando el despertador con sus manos, Levi brillaba por su ausencia. Con un mal presentimiento en la boca del estómago se levantó, intentado que los rayos solares no lo marearan.
Caminó por el departamento, pero no estaba allí. Lo llamó varias veces y nada. Llamó a su celular y el pelinegro atendió de inmediato.
-: ¿Levi? ¿Dónde estás?
-: Salí a correr un poco – le dijo de lo más natural, incluso hasta se lo notaba ligeramente alegre – Luego aproveché para venir al supermercado. Date un baño hasta que llegue.
-: Está bien…
Eren estaba algo aturdido, todo le parecía muy extraño. Decidió que definitivamente un baño le haría bien.
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Cuando salió de la ducha, Levi estaba desnudo con una toalla en la cintura esperando su turno.
-: Es bueno verte – dijo Eren acercándose, Levi le dio apenas un sutil beso sobre los labios.
-: Espera, estoy todo mugroso, me bañaré. ¿Puedes ir guardando las cosas que compré, por favor?
-: Sí, claro. ¿Qué te sucedió? – dijo tocando su mejilla donde dos marcas rojas se notaban, como si lo hubieran arañado.
-: ¿Esto? Una gata maldita – Eren lo miró desconcertado – Estaba en un charco de lodo la muy estúpida, me metí para sacarla, quién me manda a hacerme el héroe, terminé todo embarrado y arañado… por algo odio las mascotas.
-: ¿Y fuiste embarrado al supermercado?
-: ¿Qué eres el FBI? ¿Rompí alguna ley oficial? – dijo Levi coqueto restándole importancia – Ahora, si no vas a ponerme unas esposas y castigarme con tu cachiporra, me iré a bañar.
Eren suspiró y se fue a la cocina, Levi pidiendo las cosas por favor, definitivamente era un día demasiado raro.
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Pidieron comida a domicilio. Una pizza de cuatro quesos fantástica. Levi comió con muchas ganas, como hacía bastante no lo hacía, como si se le hubiera abierto el apetito.
-: ¿Estás bien? – preguntó el castaño intrigado.
-: Sí, ¿por qué?
-: No lo sé, estás comiendo bastante, no me malinterpretes, eso me pone feliz, pero…
-: Eren, corrí tres malditos kilómetros, no desayuné, es obvio que iba a venir famélico. Además no tengo problemas de peso, en cambio tu… bueno, no sé, deberías preocuparte un poco.
-: ¿Estoy gordo? – preguntó inocentemente el ojiverde.
-: Ja, ja, ja, tan ingenuo… Bobo, estás bien, sólo bromeo.
Luego de comer bastante, se fueron al dormitorio a ver una película, era domingo y ninguno tenía muchas ganas de salir. Levi se acurrucó sobre Eren, y luego de diez minutos de una sosa película sobre la segunda guerra mundial, Levi comenzó a besar el cuello de su ahora novio.
-: ¿Sabes? – Decía entre los besos – Nos olvidamos del postre… y ahora tengo muchísimas ganas de uno…
Eren cooperó de inmediato, desde que todo se había tornado tan dramático y confuso no habían tenido tiempo para dedicarse a ellos mismos. Levi estaba increíblemente fogoso, casi apresurado, lo desnudó rápidamente para besar y lamer cada rincón del cuerpo de su pareja.
El castaño rememoró, no pudo evitarlo, como cuando era un estudiante, siempre urgido, siempre necesitado de él. Apenas Mikasa se iba lo buscaba de inmediato. Los ojos de Levi brillaban, centelleaban, casi como si fuera un puma, un león hambriento.
Hacía calor en el cuarto, normalmente Levi se hubiera quejado y hubiera prendido el aire acondicionado, pero hoy no le parecía dar importancia. Se desnudó lentamente para Eren, que no dejaba de mirarlo embobado. Luego se deslizó entre sus largas piernas, besándolas con esmero, mordisqueándolas, hasta llegar a la entrepierna del castaño. Lamió como un perro sediento, sin vergüenzas, sin miramientos, arrancándole largos gemidos al más alto. Lo succionó con esmero, mientras sus manos acariciaban el vientre del moreno, arañándolo sutilmente.
-: ¡Aaaah, Levi! ¡Sigue así! Mmm…
El pelinegro llevaba el falo muy profundo en su boca, con una de sus manos comenzó a darse placer a sí mismo, sintiendo que la piel le ardía, rápido necesitaba que Eren lo sometiera, ya, de inmediato. Liberó a su presa y se giró para dejar su retarguardia expuesta al ojiverde. Agachó su cabeza y metió uno de sus dedos en su entrada que ya estaba preparada y suave.
-: Vamos, Eren… - le dijo con la voz transfigurada por el deseo – fóllame duro…
Esas cuatro palabras fueron como un hechizo que transformó por completo al más alto. Era casi como revivir su relación años atrás, cuando Levi era tan descarado y dominante.
Eren no lo hizo esperar, tomó sus caderas y se refregó entre sus nalgas con fuerza. Levi lo miró por encima de su hombro afilando la mirada.
-: No seas suave… - fue lo último que dijo antes de que el ojiverde doblara uno de sus brazos por detrás de su espalda para luego enterrarse con firmeza en él. Levi gimió fuerte, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro, toda la piel de su espalda y piernas se había erizado. Eren sabía cómo lidiar con él, volvía a ser el caprichoso, altanero y lascivo que sólo sabía exigir, pero él estaba dispuesto a complacerlo.
Entraba y salía de él con mucha fuerza, Levi sentía escalofríos a lo largo de su columna, y las punzadas de dolor hacían que se excitara aún más, no quería tocarse o se vendría de inmediato. Luego de un rato en esa posición, Eren lo giró de espaldas en la cama, se introdujo en él de inmediato y tomó sus tobillos para abrir aún más sus piernas y apoyarse en ellas. Quería ver el rostro de Levi, estaba algo rosado por el esfuerzo y la boca brillante, pero sus ojos…eran diferentes, algo obscuro se había despertado en ellos.
Sintió un dolor ardoroso a su costado derecho, Levi lo había pellizcado.
-: ¿Es todo lo que puedes dar? – Dijo el pelinegro mirándolo casi enojado - ¡Más fuerte, cabrón!
Pero el ojiverde también podía ser siniestro si se lo proponía. Empujó casi con rabia haciendo que su miembro se incrustara hasta la base. Levi gritó de auténtico dolor y los ojos se le llenaron de lágrimas. Por supuesto, lo había provocado, pero siempre Eren iba aumentando las estocadas en forma gradual, ahora había sido algo brutal.
-: Es-espera… - dijo con la voz entrecortada, porque realmente le estaba costando aguantar eso.
-: ¡No! – le rugió Eren – Esto es lo que querías, ¿verdad mocoso chillón? Ahora te la vas a aguantar.
Levi lo miró con sorpresa, y luego se rió entre los surcos de lágrimas que brotaban a causa del dolor.
-: Tú… a ja ja ja… tú sí me conoces… - Y luego se relamió sugestivamente los labios.
Aguantaría todo, porque a sus 26 años ya nada podía quebrarlo, ya nada podía romper lo que indefectiblemente estaría roto por siempre.
Eren lo levantó por las axilas y lo levantó contra su cuerpo, se besaron, con la salinidad de las lágrimas mojando sus labios. Eren besó la base de su cuello, para después morder con bastante fuerza dejando sus dientes marcados.
-: ¡Ah, ah, ah! ¡Ouuuch, bastardo! – se quejó débilmente Levi, pero se crispó al sentir que se venía de inmediato, ese orgasmo lo había tomado por sorpresa.
-: Es… ah, increíble lo sensible que te pones… ah, cuando te trato así – se susurró Eren en su oído resoplando. Levi no abrazó por el cuello, mientras aún las oleadas de satisfacción lo atacaban.
-: No me dejes, Eren… prométeme… que pase lo que pase, esta vez no te irás…
El ojiverde se detuvo un momento y lo abrazó con fuerza, transmitiéndole seguridad.
-: Jamás, jamás volveré a dejarte, te lo juro, mi amor.
-: ¿Aunque sea un niño malo?
Eren lo tomó de los hombros y lo alejó un poco para ver que las lágrimas seguían saliendo, las corrió con sus pulgares.
-: Aunque seas el peor de los peores… te pertenezco, siempre fue así. No te librarás nunca de mí.
Luego lo giró para estampar el blanco cuerpo contra el respaldar de la cama, después tendrían tiempo de llorar y ponerse melancólicos, ahora quería hacerlo olvidar, todos sus dolores, todas las malas experiencias, con su cuerpo. Comenzó a embestirlo con ritmo pero sin ser tan sádico como hacía unos momentos y pronto tuvo al pelinegro excitado otra vez.
-0-
-: Tienes la resistencia de un titán… - dijo Levi con voz moribunda, mientras estaba boca abajo en la cama. Eren acariciaba su espalda y repartía besos cortos en su nuca y hombros. El ojiazul nunca iba a admitirlo, pero amaba esos momentos en que Eren se ponía cursi, nunca se dejaba acariciar después de una buena follada, sólo con él.
Se preguntaba si Eren sería capaz de mantener su promesa, si realmente supiera, si realmente se enterara de toda la verdad. Probablemente sí, fue su respuesta, porque después de todo él lo había contaminado, lo había hecho adicto a sus perversiones.
"-: ¿Ya despertaste? – dijo la masculina voz.
La mujer chilló, pero la mordaza sofocó su lamento. Tenía el cuerpo muy golpeado, las manos atadas detrás de su espalda y los pies también. Pero sus ojos lo miraron con odio.
-: Si algo valioso aprendí en esta vida, es que las circunstancias pueden cambiar en cualquier momento y que el cazador puede ser la presa de un dos por tres.
Le arañó la cara con saña, y sendas gotas rojas y calientes se deslizaron, mientras la joven se retorcía a más no poder.
-: Dime Ilse, ¿qué cara puso Erwin cuando lo matabas? No puedo imaginar la decepción y lo traicionado que se sintió. Pero ya sabes… el que a hierro mata… a hierro muere…
Sacó la afilada navaja y la clavo dos veces en su brazo derecho, pronto empezaron a formarse charcos de sangre sobre las hojas caídas de los árboles. Ella lloraba y se revolvía, pero no podía moverse mucho.
-: Poco me importa que seas una enferma mental, porque tal vez yo también lo sea, y entre locos nos entendemos, ¿verdad? ¿Pensaste que sería un indefenso conejito esperando por más dentelladas de tu parte? No tienes idea lo que has provocado.
Levantó su buzo y cortó con firmeza pero sin demasiada profundidad sobre su estómago, con lentitud, mientras su semblante seguía serio. El filo danzaba sobre la piel tensa, las lágrimas mojaron todo, los resoplidos cada vez más agudos, el piso cada vez más bordó.
-: Mi hermana tenía una oportunidad de vivir, y tú se la arrebataste, ahora yo te la arrebataré también. Nunca nadie tendrá donde llorarte, estarás sola y patética como te veo ahora, pudriéndote en el pantano.
El horizonte se aclaraba sobre el cuerpo bañado en sangre caliente y dolor. Sobre los ojos fríos y azules que no tenían piedad.
-: Adiós Ilse – dijo el hombre cuando ya había saciado su sed de venganza lo suficiente – Espérame en el infierno.
La cuchilla atravesó el ojo de iris obscura y se incrustó en su cerebro. Con lentitud quitó las cuerdas y la navaja, arrastrándola de los cabellos caminó hasta el pantano maloliente. Se quitó las zapatillas y se metió hasta la cintura, para ver como la fangosidad tragaba lentamente el cuerpo ya inerte.
Volvió se desnudó y quemó toda la ropa junto a las cuerdas. Se cambió con el nuevo joggin y volvió al auto. Arrancó y puso en la radio algo de pop que fue tarareando contento.
-: Falta… mmm… arroz, aceite, dentífrico… - fue repasando la lista mientras se dirigía al supermercado."
-0-
La noche estaba apacible y serena. Eren estaba en una de las reposeras y Levi entre sus piernas fumando, de fondo sonaba Lund, con su tema *Broken (*Roto).
Will you end my pain?
Will you take my life?
Will you bleed me out?
Will you hang me out to dry?
Will you take my soul in the midnight rain?
While I'm falling apart
While I'm going
¿Terminarás con mi dolor?
¿Tomarás mi vida?
¿Harás que me desangre?
¿Me colgarás afuera hasta secarme?
¿Tomarás mi alma en la lluvia nocturna?
Cuando me estoy desmoronando…
Cuando me estoy volviendo…
Eren suspiró y lo abrazó desde la espalda, por más que quería esquivarlo, por mucho que quería hacer de cuenta que nada había sucedido, no podía. Era como una espina que se clavaba más y más profundo en su alma.
-: Levi… - susurró sobre el pálido cuello, produciendo un escalofrío en el pelinegro.
Can you break my bones?
Will you tear my skin?
Can you taste my lust?
Can you feel my sin?
¿Puedes romper mis huesos?
¿Romperías mi piel?
¿Puedes saborear mi deseo?
¿Puedes sentir mi pecado?
-: Yo… necesito saber… - continuó Eren, con dolor en la voz.
-: Dicen que la curiosidad mata más relaciones que gatos… - dijo Levi mientras fumaba de nuevo, se giró un poco y le dedicó una sonrisa extraña – Pregunta, Eren… pero pregunta sólo si estás seguro que podrás afrontar la respuesta…
See I'm a waste of life
I should just kill myself
Yeah, I could slit my wrists
But it really wouldn't help
Wouldn't fix my issues
Or change your mind
Cause I broke your heart
And you buried mine
Now I'm 6 feet deep and I can't breathe
I got dirt in my eyes
And blood on my sleeves
But I dig my way up
Through these roots and leaves
So I can get some air
So I can finally breathe
And now I'm on my knees
Oh baby begging please
Will you
Will you
Mira, soy un desperdicio de vida.
Debería suicidarme…
Sí, podría cortarme las muñecas.
Pero eso realmente no ayudaría.
No solucionaría mis problemas,
Ni cambiaría tu forma de pensar.
Porque rompí tu corazón
Y tú enterraste el mío.
Ahora estoy a seis pies de profundidad,
Y no puedo respirar
Tengo suciedad en mis ojos
Y sangre en mis mangas
Pero cavo mi camino, a través
De estas raíces y hojas
Así puedo obtener un poco de aire,
Así puedo finalmente respirar.
Y ahora estoy arrodillado,
Bebé, rogando por favor
¿Podrías…?
¿Podrías…?
Eren lo pensó, no se tomó a la ligera sus palabras. ¿Realmente quería saber? ¿Realmente necesitaba saber? Y aún si se lo confirmaba, ¿cambiaría en algo las cosas? Y entonces se dio cuenta que sí, cambiaría completamente todo… ¿estaba preparado para eso?
-: Hay… hay una sola cosa que necesito saber… - dijo al fin el castaño.
Levi apagó el cigarro y se giró para quedar de cara a Eren, quien acarició su pálida mejilla. El más alto detalló los enmarcados ojos azules, brillantes, unos ojos que lo llevaban a la perdición.
Will you end my pain?
Will you take my life?
Will you bleed me out?
Will you hang me out to dry?
Will you take my soul in the midnight rain?
While I'm falling apart
While I'm going
Insane
¿Terminarás con mi dolor?
¿Tomarás mi vida?
¿Harás que me desangre?
¿Me colgarás afuera hasta secarme?
¿Tomarás mi alma en la lluvia nocturna?
Cuando me estoy desmoronando…
Cuando me estoy volviendo…
Demente…
-: ¿Me amas Levi?
El pelinegro sonrió complacido, se acercó lentamente y lo besó de manera sensual, mordisqueando sus labios y deslizando su atrevida lengua entre ellos, sin dejar de devorarlo con la mirada.
-: Te amo más que a mí mismo, Eren…
Y eso era suficiente para el castaño, no pediría más, no saltaría al abismo, porque si lo hacía… probablemente no podría cumplir su promesa.
Goodbye
Don't you miss me when I'm gone
Goodbye
Cause you're the fucking reason that I'm not around
Goodbye
Don't you miss me when I'm, miss me when I'm gone
Goodbye
Cause you're the fucking reason that I'm not around
Fucking reason that I'm not around
Bitch you're the fucking reason that I'm not around
Adiós…
No me extrañes cuando me vaya
Adiós…
Porque tú eres la jodida razón
Por la que no estoy cerca.
Adiós…
No me extrañes cuando…
Extrañes cuando…
Adiós…
Porque tú eres la jodida razón
Por la que no estoy cerca.
Jodida razón por la que no estoy cerca.
Perra, tú eres la jodida razón
Por la que no estoy cerca.
-: ¿Alas de Fuego? – se rió Eren mientras dejaba el manuscrito sobre su escritorio. Levi le dedicó una mirada rencorosa e hizo una especie de puchero.
-: No soy bueno eligiendo los alias.
-: ¿Debería elegírtelo yo?
-: ¿Podría hacerlo un bobo cerebro de maní, como tú?
-: Cerebro de maní pero polla de titán.
Levi se comenzó a carcajear, se giró en su silla ergonómica y lo miró levantando una ceja, luego se puso de pie y le echó los brazos al cuello para besarlo.
-: ¿Follamos? – dijo Levi mordiéndose el labio inferior. Eren lo abrazó por la cintura.
-: No necesitas preguntar para saber mi respuesta… Oye, antes de que la sangre se vaya de mi pequeño cerebro a otros lugares más importantes… La historia es grandiosa como todo lo que escribes, me gustó mucho, pero… ¿no es algo triste?
-: Irónicamente ahora sólo puedo escribir cosas como esas, te llevaste mi alegría Jeager.
-: ¿Puedo intentar que vuelva?
-: Me gustan esos desafíos… vamos…
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By Luna de Acero… suspirando… y fumando el último cigarrillo…