Hola mis ternuras!

Este es el último capítulo de esta historia, muchas gracias a todas las personas que han llegado hasta acá y me han apoyado con algún comentario.

Este capítulo es desde la perspectiva Ichimatsu.

Espero que les guste.


"Ichimatsu" En las primeras letras que sentenciaron nuestra historia "Te amo" El futuro lucía como algo tan brillante y prometedor "Más de lo que alguna vez podrás llegar a comprender e imaginar" Sin embargo, con cada latido de corazón que compartimos, la pasión se turbo; convirtiéndose en un lamento ennegrecido y tóxico. Letal.

"Lo sé" No me debería sorprender.

"Entonces" Porque incluso las miradas más hermosas, y las mentiras más tentadoras pueden llegar a matar "No me dejes jamás" En una lenta y asfixiante relación. Monstruosa.

Osomatsu se convirtió en una violenta ráfaga de frustración; cruel, cínica e hipócrita. Quien quemó un mundo sin sentido a mi alrededor mientras él jugaba a la indiferencia delante de mis desoladas lágrimas de dolor. Haciéndome sentir patético e inferior, tatuando bazofias entre mis alas con una navaja de metal. Podridos, inertes, sin un lugar al cual encajar. Basura, eso éramos. De eso él me convenció.

Y aunque él me arrastro hacia el averno y me hizo danzar con la locura, fui incapaz de dejarlo escapar porque era yo quien necesitaba de su amor. Estaba sediento. Ahora me resulta irónico y ridículo que él se haya convertido en mi soporte al mantenerme de pie.

¿No es curioso el giro que esto dio? La vida debería tener un guion.

"Debería" Musite en voz alta, bajando mis pies desde la modesta cama hacia la alfombra de mi habitación, con los informes de mis primeros pacientes a medio revisar encima de mi regazo.

Lleve mis manos hacia mi rostro, acomodando mis anteojos sobre aquel flequillo sin gracia, saboreando la atmósfera de novedad y realidad; con toques de amargura, con un cosquilleo resonando entre mi tráquea y mi vientre. Ridículo. Ni siquiera era el trabajo que deseaba en los primeros versos a escribir, esto no me debería emocionar de más, es estúpido e infantil.

Mi atención se centró en una de las pocas fotografías que había colgado en mi habitación, a un costado de mi única ventana; el gastado reflejo de un muchacho temeroso, al lado de la vandálica expresión de Osomatsu, de brillo especial y jovial. Yo lo era.

"Ichimatsu" Fue redundante el golpetear en mi puerta al haber irrumpido en mi espacio personal sin esperar una respuesta "¿Ya lo pensaste?" El más alto se adentró en mi cuarto, quedándose estático al frente de mi cama "¿Vas a ir?" Desearía que esto fuese tan sencillo para mí.

"No" Porque no lo era "No tengo razones para apoyarte en algo tan estúpido como eso" El de camisa roja esbozo un infantil puchero sobre sus labios antes de arrojarse sobre mi colchón y acomodar su nuca sobre mi regazo, encima de mis informes.

"Eres cruel" Arrugándolos.

"No me importa" Aunque trate de separar nuestro tacto él no me lo permitió, aferrándose a mi cintura sobre mi holgado suéter blanco con un estampado de gato "Aún tengo muchas cosas en las que debo trabajar" Él no se inmuto "Debo concentrarme" Avanzar.

"Es tú día libre" Su mirada se conectó con la mía en medio de la habitación "Quiero que estés allí" Ardiente, apasionada "Quiero que seas el primer cliente que atienda" Tan irresponsable como lo era él. Tonto.

"¿Por qué es algo tan importante para ti?" Me fue imposible ocultar un desagradable ardor sobre el rostro debajo de esa socarrona sonrisa y satisfecha mueca "La cafetería es un empleo temporal nada más, no te deberías encariñar" Él tomo mis manos para enredarlas sobre su cabello, repasando su nuca una y otra vez.

"Seamos realistas, Ichimatsu" Su voz se escuchó ajena y madura "Con mi reputación esto es lo mejor que podré conseguir" Un eco que en su personaje no estaba destinado a ser pronunciado.

"Yo" Sus pestañas descendieron cubriendo esas peligrosas escarlatas. Su respiración se relajó, la mía me rebalso, el aire pesaba. Lo lamentaba.

"Está bien para mí" Sentía no poderle expresar mi frustración al permitir que sus sueños se escapasen de nuestras palmas "Es un lugar en donde puedo empezar y progresar" Y las promesas se esfumasen con la caída del telón "Ni siquiera me gustaba tanto enseñar" Lamentaba no haber sido lo que él buscase jamás.

"Me alegro que así sea" Y no saber cómo apoyarlo ahora. Dándole caricias forzadas y palabras que se distorsionan para escaparse de mi realidad. Idiota.

"Solo mímame" Pasando saliva con dificultad en mi garganta, atorándome con mis emociones, continúe repasando las largas hebras de su cabello, dejando al descubierto sus masculinas y galantes facciones. Pudo funcionar.

"Osomatsu" Podría hacerlo "Yo" Con un suspiro nervioso tomé el valor para proseguir "Quiero ser el primer cliente al que atiendas" Sus ojos se abrieron atónitos ante mi confesión; una tierna e inocente sonrisa fue lo que él sostuvo entre sus mejillas "Iré" Fue algo pequeño y carente de toda importancia.

"¡Sabía que te convencería!" Aun así, lo hizo eternamente feliz. Él se sentó sobre mi cama, acomodando sus manos con nervios sobre sus piernas, cazándome con una mirada demasiado profunda como para tener final.

"En estos últimos días te he notado más feliz que de costumbre" Osomatsu torció la boca al intentar reprimir una arrogante risa "¿Pasó algo bueno?" Él no lo logró.

"¿Algo bueno?" No lo pudo hacer "Quizás" Sus manos se apoyaron de manera coqueta detrás de mi espalda, su aliento mi cuello acarició "No estoy seguro" Un aroma incendiado en plena nostalgia "Aun" embriagado en el amor.

"¿Sabes? Aunque nosotros hayamos sido pareja por diez años y" Las ansias comenzaron a inundar mi pecho "Y aun no nos logremos adaptar a la idea de ser amigos" Quemándolo. Ahogándome "Puedes confiar en mí" Esa traviesa mueca de diversión se desvaneció.

"¿A qué viene eso?" Mis manos se aferraron a la orilla de mi suéter, mi nuca se centró en la mancha de café que yacía sobre mi alfombra beige.

"Qué si llegases a tener pareja o te volvieses a enamorar" Mi boca fue inundada por un agridulce sabor "No" El alma me trepito "Si te llegases a enamorar por primera vez" Ningún orgullo valía el camuflar la sinceridad "Me lo puedes contar" Con sus dedos él me acaricio el mentón, desviando mis focos hacia sus intensos y culpables ojos. Rojos; sádicos, pero cálidos.

"¿No nos haríamos más daño?" Una divergente sonrisa fue lo que pinte "Recién estamos dejando que las cosas caigan en su lugar" Acercándome a él con el crujir del colchón.

"Quizás" Tomando su palma entre la mía, justo sobre mi mejilla "Pero me gusta ser la persona que te conoce mejor" Intoxicándonos "Me agrada ser tu confidente y a quien recurres cuando tienes problemas" Un poco más.

"Ichimatsu" No fui capaz de interpretar aquella mirada "Gracias" Tan solo me deje llevar "Supongo que esto de ser como mejores amigos podría funcionar" Ardiendo entre las llamas que era él.

"Supongo que sí" Por un instante; diminuto y fugaz "Entonces" Imborrable "¿Lo estás?" Él lució completamente vulnerable. Transparente.

"Sí" Una parte de él que nunca pude llegar a alcanzar "Estoy completamente enamorado de alguien a quien le trato de demostrar que valgo la pena" De esa manera estaba bien.

"Entonces" Prosperar "Te deberías esforzar más para que él no vea tu lado más vago" Ambos lo estaríamos "Ahora" Extraño "¿No nos deberíamos ir?" Esquivando la satisfecha expresión del más alto me levante de la cama, provocando que los resortes crujieran una vez más y mis manos sudaran; ansiosas "Sería una verdadera mierda que te despidieran en tu primer día solo porque fuiste incapaz de llegar a tiempo" Osomatsu imito mis movimientos, con gracia.

"¿No me vas a decir que me veo bien con mi uniforme?" El rostro me ardió cuando él se aliso de manera descarada la camisa, marcando su abdomen "Creo que el rojo es realmente mi color"

"Eres insoportable" Las manos del diablo apretaron mis mejillas divertido "Me siento realmente mal por la persona a la que estas persiguiendo"

"¿Por qué no solo me puedes decir que me veo guapo?" Osomatsu me quito los lentes para depositarlos sobre el velador.

"¿E inflar tu narcisismo?" Crucé mis brazos sobre mi pecho, chasqueando la lengua con indignación "Preferiría morir" Un rompecabezas destinado a encajar; de puntas disparejas y colores ya difusos.

"Supongo que tendremos que trabajar en esa parte tuya si quieres que nos convirtamos en buenos amigos" Él no me dejo reclamar "Pero ya me encargaré de quitarle las garras al gato huraño" Rodando los ojos, con un torpe caminar, ambos salimos de nuestro apartamento. Tomando apurados un bus en la calle principal.

El maltrecho vehículo se hallaba repleto; con personas reclamando por el calor, peleando, con miles de preocupaciones escritas en una pupila carente de sensación. Cuando Osomatsu se acomodó al frente mío, protegiéndome con ambos brazos a mis costados, sabiendo que me incomodaban las multitudes, lo pude ver por primera vez. Con el cabello desastrosamente peinado hacia atrás, con una corbata blanca mal amarrada sobre una sucia camisa escarlata, de expresión despreocupada y socarrona, no obstante, en él había algo más; él estaba tratando de progresar. Me estaba dejando atrás.

"Te la pusiste mal" Mis manos tiraron del nudo de su corbata para acomodarla y cubrir los rastros de suciedad impregnados en su camisa "Ahora si darás una buena impresión" Mis palmas repasaron sus hombros con orgullo "Te ves bien" Su rostro fue una oda hacia desconcierto.

"Esa es una linda actitud" Musito intentando mantenerse firme a pesar del endeble camino y la desenfrenada velocidad del conductor.

"Solo quiero que des lo mejor en tu primer día" Era verdad "Y mientras pueda te ayudaré" Quería que él me dejará atrás.

Era lo correcto a hacer.

Osomatsu me arrastro hacia un humilde negocio familiar; con pisos de madera, con paredes de un cálido matiz y pequeñas mesas con actitud hogareña. El más alto me sentó en un rincón de la parte delantera mientras me iba a preparar un sencillo café con una sonrisa que desprendía vida e ilusión. Él era un maldito pesimista, un vago cuyo futuro hace mucho botó. Me agrado verlo de esta manera. De seguro Choromatsu valía la pena.

"Harían bonita pareja" Musite para mí mismo, observando como él regresaba para depositar dos tazas de café con crema sobre mi mesa "¿Tan malo eres para tomar pedidos?" Un escalofrío recorrió hasta el último de mis poros bajo esa segura y dominante mirada "Osomatsu ¿Por qué hay dos tazas?" Con un lento y lascivo movimiento de lengua sobre sus labios él suspiro.

"Ya verás" Antes de que le pudiese reclamar, la campanilla de la puerta del local resonó interrumpiendo la música de jazz, deteniendo mi respirar.

"Ichiko" Balbuceé estático, perdido en el mar de complicidad en el que se había transformado su rostro. Melancólico y arrepentido, de manos huesudas, ya no traía el anillo.

"Yo debo regresar a la cocina" Fue lo que el de camisa roja me murmuro antes de golpearme en el hombro y llamar la atención de la chica. No quería.

Con ella fui cruel y distante, rompí nuestra relación de hermandad sin escuchar sus razones o darle alguna señal, tan solo desaparecí, sabiendo que le dolería, que estaría traicionando a quien entre sus brazos me acogió mientras dejaba caer una personalidad de cristal, pero no me importo, nada lo hacía mientras logrará mantener los reflectores de Osomatsu sobre la farsa que yo era. Fui basura, la herí, corrí y nos enterré, con una lápida cuyas flores jamás coloqué. Era un asqueroso ser.

"¿Ichimatsu?" ¿Por qué el maldito pasado no se podía quedar atrás? "¿Eres tú?" ¿Por qué mierda me seguía torturando?

No pude hacer más que encogerme con vergüenza sobre la silla al escuchar un acelerado taconear sobre el suelo de la cafetería, la chica tomó mi rostro entre sus manos, con las cejas fruncidas y la mandíbula desfigurada a causa de la cólera y del rencor. Una de sus palmas se extendió, mis ojos se cerraron esperando la estruendosa bofeteada que merecía, sin embargo, está no llegó. Ichiko tan solo se aferró a mi cuerpo acariciando los cabellos más cortos de mi nuca, dejándome estático con la calidez de su piel y alcoholizado por el mismo perfume que hace años uso. Ajeno.

"Eres tú" Musito convencida recargando su delgada silueta sobre mi pecho, encerrando un desquiciado palpitar "No lo puedo creer" Mis manos; temblorosas, correspondieron aquel contacto, mi mentón se acomodó sobre su hombro; restregándose en contra de su vestido, y unas inexplicables y vacías ganas por llorar amenazaron con despertar.

De esta manera dolía más.

¿Venganza?

"Pensé que estarías enfadada" Fue la idiotez que liberé al apartarme de ella; analizando sus facciones; lindas, femeninas, aun así, con su característico toque de oscuridad. Realmente quise llorar.

"Lo estoy" Aunque no lo hice "Estoy furiosa contigo" De todas maneras ella me sonrió al tomar asiento al frente de mi silla "Sin embargo, estaba muerta de preocupación" Mis hombros se bajaron como una patética manera de pedir perdón. Redención.

"Han pasado muchos años desde la última vez" Ichiko acomodó uno de sus largos y lacios cabellos negros detrás de su oreja; de una manera naturalmente coqueta "¿Cómo has estado?" Ella rio delante de mis evidentes nervios tomando su taza de café, bebiéndola con lentitud.

"Bien" Un fantasma de fina cintura y largas piernas "Me aburrí de trabajar para incompetentes así que comencé mi propia editorial de poesía" Una extraña calidez inundo mis sentidos cuando nuestras miradas se conectaron al son del saxofón.

"Es en lo que siempre te imagine" Mis manos apretaron la taza que tenía al frente mío "Felicidades" Ella con sus palmas me acuno.

"Siempre has tenido las manos frías" Se mofo inclinándose sobre la mesa "Escuche que tú comenzaste a trabajar en un hospital" Rozando con una impropia delicadeza mis yemas "¿Es lo que imaginaste que sería cuando entraste en la universidad?" Que bella sátira era mi vida. Una grandiosa actuación.

"No" Ya no estaba dormido "Este es un hospital pequeño y olvidado, con falta de personal y recursos, dirigido por un incompetente con dinero de sobra" Tampoco huiría más "No es a donde me imagine que terminaría, pero es algo que me gusta hacer" Una extraña mueca se enmarco sobre sus delgados labios "Me gusta mucho" Con un toque de morado.

"Es extraño" La atmósfera cambio "Desde que éramos niños pensé que yo te protegería como si fuese tu hermana mayor" El estómago se me inundo de una sensación cuyo nombre en algún punto de mi garganta pereció.

"Lamento haberte cortado" Ichiko negó, volviéndose a acomodar aquel largo mechón detrás de su oreja. Una extraña belleza.

"No es por eso" Sus manos soltaron las mías, arrastrándose por la superficie de la mesa con cautela y lentitud "Lo que pasa es que tú has cambiado" No pude disimular mi mueca de incertidumbre al ladear la nuca "Te has vuelto más seguro e independiente" Ni mi sorpresa al dejar la mandíbula caer "Has crecido"

"Tengo más de veinticinco años" Ichiko se adecuó sobre la silla con la espalda recta y el pecho inflado "No corresponde que me trates como un niño" Extrañaba esas ridículas muestras de superioridad y confianza, me hacían falta.

"Cuando estabas con Osomatsu eso parecías" Sus orbes; amatistas con toques de cielo, se centraron en el mostraron, sobre el de camisa escarlata "Eras como la muñeca con la que nadie quería jugar, rogando por un poco cariño" Sus palabras fueron como una filosa daga rasgando mi orgullo, plasmándose en el dolor "Te veías tan solo" Goteando, quemando y sangrando "Tan triste"

"Puedes decirlo" Sin nada en su interior "Adelante, dime que tenías la razón y que Osomatsu acabo haciéndome todo lo que dijiste que él me haría" Ella no me miro "Que nunca me amo" No fue necesario con aquel amargo suspiro pereciendo en su boca.

"Yo tenía razón" Hasta los ángeles más ingenuos tienen planes escritos a base de orgullo y maldad "Yo sabía que él te acabaría convirtiendo en un dependiente sumiso, que te aislaría hasta que no te quedase nada más que él" Ella se mordió con lentitud el labio inferior; procesando el daño "Pensé que serías un mártir incapaz de valerse por sí mismo" Sus dedos juguetearon con los bordes de la mesa "Pero con eso último me equivoque"

"¿Qué?" ¿Lo había hecho?

"Sí" Quizás.

"¿Por qué?" Tal vez no. No importaba.

"He escuchado muchas cosas acerca de ti en este último tiempo, primo" Ichiko bebió un último sorbo de café antes de dejar de lado la taza "Como que tuviste un amorío con un estudiante, que renunciaste a un empleo que conseguiste con la ayuda de tu pareja, y que además ahora vives con el patán" Ella apoyo con una mirada cansada su rostro sobre su mano "Aun así debo confesar que lo has manejado mucho mejor de lo que yo hubiese podido llegar a imaginar" Electricidad en armonía "Felicidades" Sin máscaras ni guion.

"Gracias" Musite probando el líquido; ahora frío "Supongo" Aligerando la tensión. Dejando de preocuparme por las cadenas en mis muñecas, aprendiendo a con ellas caminar.

"Me gustaría mucho quedarme más tiempo contigo" La chica sacó un pequeño y sencillo teléfono de su cartera escudándose bajo una neutra expresión "Pero tengo un escritor petulante al cual debo entrevistar" Ella se levantó de su asiento, encerrándome entre sus femeninos brazos "No hemos terminado acá, quiero que este viernes volvamos a hablar" Ya no tuve miedo para corresponder aquel agradable tacto.

"Así será" Con esos fantasmas acostumbraría a respirar.

"También deberías llamar de vez en cuando a tus padres, se escuchan muy preocupados" Sus manos descendieron por mi espalda para detenerse en mi cintura, su aliento; de toques dulces y gotas de tabaco, estremeció mi piel "Ellos se descargan conmigo, no seas desconsiderado"

"No lo haré" Ichiko se separó depositado un beso encima de mi frente de manera maternal.

"Ichimatsu"

"Realmente echaba de menos que hicieras eso" Una vergonzosa e involuntaria confesión que sola escapó "Me hacías falta" Descalza y despeinada.

"Tú también" Caminado hacia algún lugar. Ella delineo mis facciones, con una melancolía que destrozo mi ser; desgarradora y encantadora "Osomatsu" El nombrado trepito al estar parado a un costado, escuchando con una patética sutileza la conversación "Gracias por llamarme" Irónico y ridículo "Supongo que no eres tan malo" Sin nunca tocar el final.

"Espero que nos podamos conocer mejor más adelante, preciosa" Cuando él le guiño un ojo a mi prima, ella no pudo esconder su repulsión al bufar y darse vueltas sobre sus elegantes tacones negros.

"Nos veremos el viernes" Proclamo saliendo de la cafetería, dejando aquella silla vacía para que el de cabellos negros se sentará.

"Así que" El de rojo absorbió mi reacción con expectación, apoyando sus codos sobre la mesa "Tú buscaste a mi prima sin mi consentimiento" Un delincuente juvenil "Vaya amigo" Un ególatra que su propio mundo era incapaz de mirar.

"Era necesario que ustedes arreglaran su relación" Osomatsu tomó lo que quedaba de mi café para acabarlo de beber "Por fin las cosas están cayendo en su lugar gracias a mi trabajo" Chasqueé la lengua fastidiado.

"Con esa actitud te pareces a Todomatsu" Un hilo sensible sobre su cuello se ató "Yo" Idiota, inclemente "Lamento haberlo nombrado" Quien todo lo que toca lo acaba marchitando "Yo no" Él me dio la mano sobre la mesa. Un hermano mayor.

"No te pongas así" Era desabrido descubrir esa faceta de él "Totty y yo nos gritamos mierdas muy feas, no creo que podamos volver a ser amigos, las cosas no funcionan así" Madura "Pero estará bien" Confiada "Él conocerá nuevas personas que lo harán feliz" Valiente "Yo también" No "No es triste ni amargo" Quizás él siempre fue así "Solo es realista" Pero no lo quise ver.

"Nunca me dejas de sorprender ¿Cierto?" Su rostro fue un poema hacia el arrepentimiento "Yo tengo que regresar a nuestro apartamento, ya me quedé mucho rato y aún hay informes que debo acabar" El mío un orgullo que se trató de cortar. Suicida.

"Llevaré pizza cuando acabe mi turno" Fue lo que él tarareo consintiendo que me levantará "No" Él freno mis manos con un golpetear antes de que pudiese tomar mi billetera; yo era predecible "La casa invita por esta vez" El único al parecer.

En todo el transcurso de regreso a mi hogar no me pude dejar de atormentar con una intensa opresión en medio de mi pecho, ahorcando las palabras antes de que en mi mente pudiesen nacer, aplastando mi corazón. Algo andaba mal. Mi cabeza punzó, quise vomitar. Algo andaba muy mal.

Yo.

Al ingresar al apartamento, antes de que pudiese encerrarme en mi habitación para rellenar la forma de mis pacientes con prescripciones de medicamentos, mis pies se tropezaron con el viejo poleron de Osomatsu tirado en medio del suelo en el salón. Un tonto descuidado. Con un gruñido agobiado lo tomé del piso para llevarlo hacia el armario que teníamos en común, justo en el pasillo. Al abrirlo; un ropaje cayó desde la parte superior del closet chocando de manera estrepitosa en contra de las cajas del suelo, mi pecho ardió al percatarse de que aquella era la chaqueta de cuero de Karamatsu, jamás se la devolví.

Mis brazos acunaron la prenda, aspirando aquel varonil y exagerado perfume que él se solía poner, danzando con un doloroso retorcijo en medio de mi estómago y un ardor en la mirada; rozando con desesperación la textura como si con eso lo pudiese traer.

"Has acabado con todo lo que alguna vez sentí por ti, felicidades" Apoyé su chaqueta en contra de mi rostro, conteniendo el llanto, dejándome caer sobre mis rodillas, patético, desolado. Muy tarde.

"Ichimatsu" Me encogí aferrándome ahora al poleron de Osomatsu "Lo siento, pero no te puedo llegar a amar" Con un corazón completamente desgarrado y un alma que buscaba el desfallecer "Tengo a alguien más" Siempre "Perdón" Siempre. Mi culpa.

"¿Por qué?" Un pequeño rastro de tristeza descendió por mi mejilla cuando me levante, chocando con el gran espejo dentro del armario. Encontrándome a un muchacho pequeño y aterrado, en lugar de mi avejentado rostro sin ansias por la tortura de vivir.

"Eres una basura" No más "Un estorbo" Basta "Eres una mierda de persona, tan egoísta con los demás" Clavé mis uñas en medio de mi nuca, mordiendo mi labio hasta sangrar "Solo eres un estorbo para Osomatsu" Quería que se detuviera "Deberías morir" Pero no pasó.

Toda esa puta adolescencia que trate de dejar atrás regresó; las notas, el acoso, el maltrato, todo me golpeó, me hundió. Necesitaba ayuda, me estaba asfixiando en una muerte de la que no podía salir.

"Por favor" Mis ojos empañados se centraron en el reflejo de un frágil chico temblando, con las muñecas heridas y el rostro irritado, abrazándose a sí mismo en la soledad de su habitación "Ayuda" Y aunque su voz se quebró y las lágrimas no se contuvieron, nadie lo iba a hacer.

En la vida real no existen los héroes.

"Hey" Yo solo era un humano "Ichimatsu" Uno cuyos traumas jamás supero "Estarás bien" Con una autoestima que daba lastima ajena "Ya lo veras" Pero que aun así estaba cansado de llorar y quedarse atrás.

Yo sería mi propio héroe. Yo tomaría el rol protagónico en mi vida.

No necesitaba que me amará Osomatsu; yo estaba feliz de que alguien más pudiese cuidar de él. No precisaba de las palabras dolorosas de Karamatsu; me conformaría con acariciar a la distancia un futuro prometedor. No necesitaba tampoco del desprecio de nombres cuyas letras hace años se esfumaron.

"Ichimatsu" Me levanté del suelo dejando ambas prendas sobre el piso, hablándole al niño sollozante del espejo "Estarás bien" Me repetí dándome un valor que nunca antes había sentido, erupcionando en mi sangre y calcinando mis músculos "Porque" Con el corazón acelerado en una embriagadora sensación "Yo te amaré"

Me acepté por primera vez.

"Con todos tus innumerables defectos" Mis manos tocaron el espejo, mirándome a los ojos; al alma "Con todos esos traumas y esa retorcida personalidad" Dejando caer esa densa mochila de pecados de mi espalda "Yo me amaré de manera incondicional" Lo superaba "Soy valiente por estar acá a pesar de todo lo que viví" Lo dejaba "Soy inteligente, soy astuto, soy una buena persona con quienes me necesitan" Ya podía cicatrizar "Yo" Mire al espejo con vergüenza otra vez "Me siento orgulloso de lo que soy" Tanto tiempo lo necesite "Realmente lo hago"

Esa noche, por primera vez me abrace.

Deje de luchar en contra de lo que era, aceptando mis errores como mis aciertos; en una hermosa gama de gris. Y fui libre de arrepentimientos, dejé caer las cadenas sobre mis muñecas para poder vivir. Era fuerte, lo podría superar. Me tenía a mí, y los tenía a ellos.

"Bien" Me calme sonriendo, llevando mi mano hacia mi pecho, mirando de diferente manera al chico en el espejo "Ahora sí estoy bien" Me animé, tiritando por el estruendoso golpetear en la puerta de entrada.

A pesar de todos sus intentos por mejorar Osomatsu seguía siendo el mismo torpe con aires de rebeldía que alguna vez conocí. Olvidando algo tan importante como las llaves. Golpeando mis mejillas abrí la puerta del apartamento, quedándome sin aire al chocar con un par de profundos ojos azules; tan iguales como diferentes a lo que alguna vez conocí.

"Karamatsu" El nombrado se enmascaro con indiferencia al tratar de sostener una mirada; vacía "¿Qué?" Él suspiro.

"Hace poco me di cuenta de que no me regresaste jamás mi chaqueta favorita" Él vacilo antes de mover la boca, apretando sus puños al costado de sus caderas "¿Puedo pasar?" Maquinando las palabras en lugar de dejarlas fluir.

"Seguro" Todo mi ser se estremeció cuando su aroma invadió mi hogar "¿Quieres algo de tomar?" Él se limitó a sentarse en el sofá, con la nuca gacha. No supe que sentir.

"No, thanks you" Él estaba más alto, tenía los hombros ligeramente más anchos ocultos bajo un poleron azul, las cejas aún más gruesas, el cabello perfectamente peinado.

¿No es tonto?

"Te la traigo enseguida" Yo estaba tan enamorado.

Con un marchar ansioso regresé hacia el pasillo, metiendo el desastre que había hecho a la fuerza en el closet, recogiendo la única prenda que él me dejo antes de mirarme en el espejo por última vez. Yo era mi héroe. Podía ser también el de él. Ya no había nada que temer.

"Aquí tienes" Con un trémulo movimiento le regresé la chaqueta al de ojos azules; sin tocarnos, quien abrió la boca incontables veces sin llegar a decir nada en realidad.

"Gracias" Él la acomodo sobre su regazo, moviendo ansioso sus piernas en contra del suelo. Vamos Ichimatsu.

"Karamatsu" Hazlo "¿Tú?" Por primera vez, se sinceró "¿En realidad viniste por la chaqueta?" Te lo mereces.

"¿Eh?" Él lució ligeramente confundido ante mi pregunta; con el ceño tenso y la mandíbula torcida. Yo no sabía lo dulce y doloroso que podría ser extrañar tanto a alguien más.

"¿En verdad esperas que me crea que viajaste dos horas solo para tener esto?" Con cautela me acomode al otro lado del sofá, dejando una distancia que pareció ser eterna entre pieles que con fervor se rozaron "Podrías haberme llamado para que te la enviará o habérsela pedido a Osomatsu" Yo ya no lucharía por algo que rompimos entre nosotros dos, no le quería hacer daño "Incluso se lo pudiste contar a Atsushi" Solamente buscaba tener un buen final. Mi redención. Mi rol principal.

"No" Sus ojos fueron estática y magnetismo en el lugar "No vine por la chaqueta en realidad" Su voz fue aterciopelada y embriagadora. Una triste rutina que yo perdí.

"¿Entonces?" Él esbozo una mueca extraña.

"Osomatsu me vino a ver hace varios días y me dejo con ideas falsas" Karamatsu se acarició detrás de la nuca, reclinándose en el sofá, encorvado "Mentiras que necesito que tú me aclares" Él no podía evitar el arte de la sinceridad. Es por eso que me gustaba, aunque no se lo diría, no más.

"Ese idiota" En realidad no me molesto "¿Qué fue lo que te dijo?" Se lo agradecía. Tan tóxico como enternecedor.

Mi buen hermano mayor.

"Él, solo" La segura y dominante mirada de Karamatsu se pareció quebrar "Solo dime otra vez lo que finalizó el juego entre nosotros dos" Él ya no lucía como aquel potente y petulante pilar "Dime que me odias y que me utilizaste" Pequeño y temeroso "Por favor, dímelo" Tiempo de sanar.

Se sinceró Ichimatsu.

"Lo hice porque no quería arruinarte la vida al amarrarte con mis decisiones" Sus ojos absorbieron mis emociones a través de un lento y silencioso tacto "No quería que pasaras por las burlas" Me aferre a mi muñeca izquierda llevándola hacia mi pecho, con un incesante latir "Ni que tuvieras que enfrentar a tus padres y armar una zona de guerra en tu familia" Mi mirada se centró en él "Que botaras tu futuro por alguien como yo" Siendo el dueño de mis reflectores.

"¿Qué es lo que?" Su lengua, su mundo, su alma; su todo se pareció detener "I don't understand" Por supuesto que no lo hacías. No querías.

"Karamatsu" Me conferí de un misterioso valor al tomar sus manos entre las mías, acortando distancia en el sofá "Lo hice porque te amo" Al menos trataría "Yo quiero que seas feliz" Y estaría bien el fallar "Aunque sea con alguien más" Me levantaría.

"Yo" No pude evitar reír ante la maraña de problemas en la que él se había convertido. Mi estómago ardió cuando él apretó mi mano de regreso, el aire me escaseo, el corazón se me escapó para que mariposas se adueñasen de mis músculos, cosquilleando en mi boca.

"Lamento mucho todas las cosas crueles que te dije" Su calidez me envolvió en un último apretón de palmas; tan suave y melancólico "Desde que te conocí lo único que hiciste fue tratarme de animar y cuidar de mí" Destructivamente nostálgico "Y yo con lo único que te pague fue con agresión" Un beso a la distancia con sabor a adiós.

"Tú"

"Gracias" Nuestros ojos desprendieron estática "Gracias por demostrarme lo que es amar de verdad" Y pese al rechazo no me arrepentí de haber adquirido ese valor. Ichimatsu era fuerte.

"No es justo" Su mandíbula rechino, su ceño se tensó, su mano golpeo la mía "¡No es justo!" Solo para volverla a tomar, con la mirada enrojecida.

"¿Qué?" Mis piernas tiritaron al observar como él rompía en llanto.

"¡¿Sabes lo mucho que me ha costado llegar acá?!" Delante de él "Lo mucho que me he esforzado por olvidarte y hacer una vida con alguien más" Me profesé pequeño y tímido "Me puse una máscara y barreras" No más que él "Me convertí en lo que siempre quise ser" Ay, Karamatsu "No es justo que ahora me llegues con esto"

"Lo siento" Él más alto se aferró a mis brazos, robándome el aliento al apoyar su nuca sobre mi pecho, escuchando el trepitar de mi corazón.

"He pasado meses tratando de odiarte, atormentándome con tus palabras una y otra vez" Mis manos recorrieron su masculina espalda, intentando pegar las piezas que yo mismo rompí "Preguntándome que pude hacer mejor para haberte hecho feliz" Ingenuo, de traje plateado y armadura.

"Tú eras capaz de irte de tu casa por mí" Él se hundió con fuerza en mi suéter, como si se pudiese fusionar con mi esencia.

"Sí, yo lo habría hecho con orgullo y rebosante de felicidad" Un hipeo en su garganta se atoro "Yo habría confrontado a todo el resto del mundo por nuestro amor" Cuando una costilla me dolió no pude evitar sonreír "Pero tú me apartaste, y yo te quise detestar" El héroe de los dos.

"Karamatsu" Él alzó la mirada; enrojecida y cristalina.

"No es justo que ahora me estés enamorando más con esa clase de lindas palabras, no lo puedo soportar" Tan sincero que quemó "No puedo simplemente, yo"

"Está bien" ¿Lo estaba? "Lo estará"

"Ichimatsu yo" El de ojos azules intento recomponerse al sentarse con la espalda recta en el sofá, tomando un gran suspiro de aire "Nunca te pude odiar" Recobrando la expresión que en su rostro se grabó el instante en que lo conocí "Creo que eso era lo que más me frustraba, verte y quererte abrazar, pero saber que no me corresponderías" Lindo "Yo estaba frustrado" Nuestros dedos se buscaron "Enfadado conmigo mismo por no dejarte ir" Bufe cohibiéndome al recobrar el equilibrio de la habitación "Me odie tanto por amarte" Cuanta desesperación.

"¿No es tonto?" Karamatsu con la curiosidad escrita me miro.

"¿Qué?"

"El amor" Apoye mis codos sobre mis rodillas, encorvándome, con un sabor demasiado dulce en la boca "Sufrir tanto para que la otra persona sea feliz y acabar haciendo todo lo contrario" El de cabellos negros rio, relajado, pisando los trozos de esa barata actuación.

"La vida no tendría chiste sin esa emoción, my kitty" Alcé una ceja con desagrado ante la confianza con la que él me trato. Nuevamente en el punto de partida.

"¿Un apodo tan rápido?" Karamatsu lucio ligeramente apenado al acercarse "Ni siquiera sabemos qué hacer con lo que sea que tenemos ahora en la habitación" Acortando todo espacio "Solo tenemos un desastre de emociones y disculpas inútiles" Su aliento, mis labios acariciaron.

"Ichimatsu" Su voz me hipnotizo "¿Qué te parece comenzar otra vez?" Una memoria golpeo mi nuca frenando un impulso de ilusión.

"¿Y tu novia?" Con un lento movimiento él negó, alargando el tiempo en aquel perfecto instante.

"No es mi lady" No supe cómo reaccionar "Solo es una buena amiga a la que le gusta que crean que somos pareja por la fama que se hace" Aquella muchacha me desagrado "No podía salir con nadie más" Repugnante e hipócrita "No quería herir a alguien con un despecho" Mi viva imagen antes de conocerlo a él.

"Solo me quería asegurar" Debajo de su galante sonrisa el rostro me ardió "No es que me interese de verdad" Nuestros dedos se entrelazaron sobre mi muslo.

"¿Entonces?" Un nudo me nació en la tráquea "¿Comenzamos otra vez?" Una filosa navaja en contra de mi cuello. Peligroso y tentador.

"Será difícil" Ninguno se atrevió a entablar distancia "Los dos somos hombres, yo soy mayor, tengo una familia complicada, tú una carrera en juego, tengo una mochila muy pesada que me da miedo traspasarte" Antes de que él pudiese protestar lo interrumpí "Pero esta vez, tengo todo el valor para tratar de verdad" Era redundante decir más.

"Muy bien, entonces" Él más alto se levantó del sofá para inclinarse al frente mío, apoyando su rodilla derecha sobre la alfombra, tomando mi palma entre las suyas "Mi nombre es Karamatsu Matsuyo, un aspirante a jugador de basquetbol, quien nunca ha tenido una verdadera relación" Sus labios acariciaron mi mano "I´m enchanted to meet you" Tan vergonzoso que podría morir.

Sin embargo, quise jugar con él.

"Yo" Sin sentido "Soy Ichimatsu Matsuno" Torpe e infantil "Trabaje menos de un año en una escuela, ahora lo hago de prueba en un hospital" Desquiciado "Tuve una única relación por diez años" Una locura en carnaval "Pero me enamore por primera vez de alguien más" Su sonrisa fue indescriptible "Alguien especial"

"You´re so cute" Cuando lo trate de golpear él me detuvo.

"¿Qué mierda pretendes con esto?" Demasiado penoso y ridículo. Dolía.

"Llevarte a conocer nuevos lugares, borrar los temores que tanto te atañen, enseñarte que todas las cosas tienen un lado bueno" No obstante, aquel dolor era embriagador "Amarte de la manera correcta, eso es lo que quiero" Hasta el final siendo masoquista. Tan tonto.

"¿Qué te parece comenzar con nuestra primera cita?" Él de ojos azules sonrió, acomodando sus manos sobre mis rodillas, inclinándose para que nuestros labios se rozaran.

El tacto me rebalso. Cerré los ojos aferrándome a su nuca, consintiendo que sus labios conocieran cada rincón de mi ser, mientras su fragancia nuevamente se impregnaba en mis pensamientos para plasmarse en un futuro cuya salida me ha dejado de importar. Su esencia a menta me embeleso. Magnético, ponzoñoso, adictivo, vicioso. Algo mágico, tan único.

Aquello era amor.

"My favorite Karamatsu boy" Fue lo que musito besándome de manera superficial "Lo haremos bien esta vez" En eso me permití creer.

Yo sabía que sería imposible el cicatrizar; ya nos habíamos dañado, jamás regresaríamos a nuestra comodidad, tenía la certeza de que enfrentaríamos momentos en que yo lo detestaría y trataría de escapar al impregnarlo con mi retorcida personalidad. Y sabía que nos odiaríamos, que lloraríamos, que nos incomodaríamos y una sociedad carente de rostro y empatía tendríamos que enfrentar. Pero nada de eso me importaba más. Quería intentar.

Amar a Karamatsu con el corazón ligero, goteando nuevos miedos en lugar de rencor, con un pasado aceptado y un futuro del cual ya no buscaría correr. Lo intentaría por él.

Y en aquel momento, mirándome otra vez, a través de los ojos de él, lo comprendí. Yo no solamente era el rol protagónico de mi historia, sino que también el autor. Mi destino estaba entre mis manos, y el de aquel niño aterrado también.

Escuchando los aplausos llenando un gigantesco escenario, con la sangre burbujeando de emoción y orgullo, apreciando como los focos se apagaban a mi alrededor, hice una reverencia, recogiendo las rosas cuyas espinas con tanto esmero evité, tomando de la mano a Karamatsu para observar como el telón de terciopelo se cerraba dándole pasó a una nueva actuación.

Mi acto final, y un nuevo comienzo como Ichimatsu.


Mil gracias por el apoyo!

Anonimo chan: Hola y muchas gracias!

Oww cosita, perdón es mi costumbre crear miles de escenarios post apocalípticos en mi mente. Muchas gracias! Me hace muy feliz que te haya gustado el capítulo y más lo que me has dicho acerca de Osomatsu. Le costo al hombre pero finalmente pudo cambiar aceptando que era lo mejor por Choromatsu.

Muy perspicaz mi querido anonimo chan, muy perspicaz, pero de hecho le acertaste en varias cosas. Ichiko es alguien realmente importante para Ichi y con eso quedan restablecidos todos los pilares que Oso logro derrumbar a base de inseguridad, y en Kara, bueno, él debe conocer los verdaderos sentimientos del enfermero, lo merecen.

Muchisimas gracias!

nomasrun: Hola y muchas gracias!

My love, te podías sentir feliz por Osomatsu, por mi lindo rompe hogares.

Awww porque eres tan amor? Me alegra muchísimo que pienses eso acerca de Choromatsu, bueno él tuvo que lidiar con muchas cosas que no le correspondían como tal pero de igual manera eligió acerse cargo para apoyar a su hermano, él también merecía de la sinceridad del de rojo, y ser libre de escoger a quien amar.

Nooo! Sabia que recordarías esa conversación, pero es mi forma sutil de arreglar todos mis fails XD

Kara pudo golpear a Oso, de hecho, entre nosotras querida, no le faltaron las ganas, pero como estaba Choro y sabe que su hermano esta loco por el de rojo (Aunque realmente lo odie admitir) pues se contuvo, por el bien de la estabilidad en aquel hogar. Kara esta realmente dolido con lo que pasó pero más que nada él esta frustrado, con él mismo, tiene muchas emociones que no es capaz de controlar y no lo dejan pensar con claridad, de verdad necesita hablar con Ichi. Jajaja cosita, me hiciste la noche con lo de Osomi, ya tenemos traumas con lo del rompe hogar, lo acepto.

Oww linda, yo también lo pensare de esa manera, o sino tendremos nuestro final con el hijo gato no más.

Coti! No digas eso, admiro de ti que puedas ser versátil en los estilos y mantener a la vez tu esencia, te puedes meter muy bien en la piel del personaje, comprender su mundo interior, sin perder los detalles más chocantes de la realidad, para mi es un verdadero honor que me hayas leído y no me arrepiento de nada si con eso tuve la oportunidad de conocer a alguien tan maravillosa como tú.

Mil gracias por todo el apoyo!

Te adoro.

Lizz972: Hola y muchas gracias!

Pero mi vida, es increíble que hayas sido tan dulce hasta el final, muchas gracias, me alegro que te gustara el OsoChoro.

Te dije que era cuestión de que le tuvieras paciencia a Osito, aunque más de alguna cana me sacó a mí y a los pobres personajes. Choro igual es como joven, pero me causa mucha ternura que actué como una mamá para muchos, y pues al menos Kara creció lo suficiente para confrontar a Oso y no dejarse pasar a llevar, no todo fue negativo viéndolo de esa manera, aunque mantén la fe en el KaraIchi por favor.

Owww cosa hermosa! Yo te conocí con este fic y realmente agradezco mucho todo el apoyo que me has brindado, eres una personita especial en el corazón de esta acosadora que te quiere.

Muchas gracias y espero que el final haya sido de su agrado.

No Name: Hola y muchas gracias!

Aww me alegra que te gustara la actitud de Oso con Choro, es que hay que hacer sacrificios con lo que vale la pena. Kara más que nada esta frustrado, no tanto en papel de victima, pero no con Ichi, sino con el mismo, espero que eso quede más claro con este capítulo ;-;

Owww me siento muy especial! Espero haber sido digna de una lectora como tú, porque me siento realmente afortunada de todo el apoyo que le has dado a este fic.

Mil gracias.

jojo: Hola y muchas gracias!

Lo hiciste hasta el último capítulo mi querida jojo, subiéndome el ego con todas esas bonitas palabras. Muchas gracias, sabes que de ti de quien más lo apreció, eres una persona cuya opinión tiene mucho peso para mí. Gracias por haber apoyado tanto tiempo esta pequeña mutación, y a esta extraña autora, realmente espero que el final haya sido algo digno de tu lectura, porque te lo mereces, y sino lo fue pues te hago uno mejor! (Ese es mi nivel de love hacia ti)

Me anima mucho lo que piensas de Osomatsu, la verdad es que yo también lo odie en su momento por inmaduro, temeroso, habían cientos de razones para hacerlo, y pucha que le costo tomar su decisión para salir adelante, sin embargo, con esa caída más o menos brusca él se dio el espacio para madurar.

Jajaja awww no esta mal que te de risa eso, después de todo se le pudo pegar un poco de drama y dolor de su hermano.

Los planes que uno hace nunca funcionan, Choro no ira a la universidad que quería pero esta estudiando en lo que se imaginaba, ya más adelante le saldrán otras oportunidades, puede que con Oso las cosas se den difíciles también, sin embargo, si le tiene paciencia y el de rojo aprende a ser mejor por él, si fracasan podrán decir que lo intentaron de verdad.

Oww, igual sino la hubiera hecho siempre me la hubiese podido preguntar, que conste.

La relación con su prima es algo que Ichi hecha mucho de menos y que si bien no se dará como si el tiempo no hubiese pasado se puede retomar, tenle paciencia eso si sí quieres que se lleve con Oso XD.

Ichi se seguirá cayendo, sufriendo y creciendo, es parte de vivir, pero al menos lo hará con otra actitud.

(Me pareció la cosa más tierna del mundo que le pusieras dos partes, bella!)

Es que cosita ese fue como el mecanismo con el que Kara se aprendió a proteger, pero como veras no le sirvió para siempre. Te prometo tu extra lleno de dolor para compensar eso ;-;

Jojo, mi vida, siento que también te digo tantas veces lo mismo, pero es que tus palabras son tan importantes para mí, mil gracias, enserio, soy muy afortunada de que una persona como tú le haya dado una oportunidad a mi historia y mucho más por haberle conferido tanto apoyo, yo soy la que esta feliz de haber descubierto a alguien tan linda como tú.

Mil gracias por absolutamente todo!

Te loveo.

Azul Ackerman: Hola y muchas gracias!

Wow, primero que nada, aprecio mucho el hecho de que le hayas dado una oportunidad a esta historia a pesar de las parejas que tenía. Y no tienes idea de lo mucho que significa para mí que esto realmente te haya gustado. Gracias.

Osomatsu seguirá siendo infantil porque es parte de su esencia pero ahora afronta las consecuencias de sus actos, ya no rehuye de lo que lo aterra, sino que lo confronta, y parte de eso fue Choromatsu, él sigue siendo un niño dentro de todo esto, con sus sueños de ir a la universidad y pasar una vida con el de rojo, va a ser difícil para ambos, sin embargo, nada es imposible con la nueva actitud que le han conferido a la relación.

Aww cosita, muchas gracias por compartirme tus teorías, de hecho la primera me parece que es bastante acertada en alguna medida, y la segunda me parece muy interesante, solo espero que esta mutación no te acabe decepcionando o algo así.

Jajaja al final no pude y lo termine haciendo como a la semana, soy débil.

Cosita, muchísimas gracias a ti por escribirme, has sido un apoyo gigantesco para la historia y estoy bastante agradecida por eso.

Muchas gracias!

Taty Hyuuga: Hola y muchas gracias!

Mi maravillosa sensei, mil gracias por haber llegado hasta este punto en esta mutante historia, me es un gigantesco honor.

Espero que te estés cuidando, trata de no sobre esforzarte demasiado con todas las cosas que tienes que hacer, y recuerda que siempre tienes a esta extraña chica que te adora para lo que sea.

Sabes? Una de las cosas que más agradezco de esta historia es que me permitió hablar contigo y expresarte todo mi love de manera un tanto acosadora, muchas gracias por haber entrado a él en primer lugar, y ya te dije que te tomaré la palabra, eres alguien en quien confió.

Yo cumpli con mi parte del trato amor, espero la tuya, ya lo dijiste.

Pucha que le costo avanzar a Osomatsu, si, sé que fue frustrante varias veces pero por fin esta haciendo las cosas bien y sera un gran apoyo para Ichi, un hermano mayor se podría decir.

Con Kara, no te preocupes preciosa, tienes toda la razón, solo le falta ordenar sus ideas y darse cuenta de que con una máscara tampoco se puede llegar muy lejos.

Mil gracias por todo lo que me has dado, ha sido un honor y te quiero mucho.


Bueno, no estoy segura de que decir, solo muchas gracias por haberle dado una oportunidad a esta pequeña mutación que nació en mi cabeza hace medio año, para mí eso significo mucho, y este fic me dio oportunidades que nunca llegue a pensar que tendría, realmente disfrute el escribirlo.

Aunque la cosa no se acaba aquí, muchos me pidieron el punto de vista de Kara, pero yo lo hice con Ichi porque me parecía que era el correcto para cerrar, es por eso que uno de los extras sera de él. Esta historia tendrá tres sorpresas para el futuro. Las subiré en un par de meses.

Ahora sí! Mil gracias por haber leído!

Y espero que haya sido de su agrado.