Una serie de oneshots cortitos que explorarán un final y futuro alternativo al de la saga. En principio no hay comienzo ni final en la trama, así que tampoco os frustréis demasiado; como el título dice, son simples ventanas a una historia.

En realidad la idea es tener algo que hacer cuando me apetezca escribir pero no tenga ganas de ponerme con un capítulo largo.

No seáis muy duros porque no pretendo gran cosa.


VENTANA AL OLVIDO

Si no se acordaban de la primera vez que habían estado juntos, esta desde luego había sido para olvidar.

No había habido deseo, ni cariño, ni amor; no había habido palabras, ni caricias; apenas unos cuantos besos tan huecos como insulsos. Solo pasión y desesperación. Desesperación por llenar, aunque fuese por unos instantes, ese vacío que ahora presidía sus vidas.

Solo dos personas tratando de olvidarse el uno en el otro.

Cuando habían acabado se separaron y se quedaron mirando al techo, todavía con la respiración entrecortada. Y entonces lloraron. Harry en silencio y Hermione con quedos sollozos.

Lloraron porque el alivio había sido solo momentáneo. Ahí estaba otra vez el vacío que ambos sentían. Enterrado en lo más profundo de su ser.

Al final Hermione se giró de lado dándole la espalda y siguió llorando hasta que se durmió. Entonces Harry no pudo evitar preguntarse si con la tontería que acababan de hacer quizás había perdido lo único que quedaba en su vida.

Porque había sido eso, una tontería. Una búsqueda fútil de un alivio temporal que al irse solo dejaba más dolor.

Se giró para observar la espalda de Hermione que se movía sutilmente con su respiración. Esto que habían hecho no era típico de ella. Él sí era impulsivo, él sí se dejaba llevar muchas veces por el momento sin pensar más allá. Pero Hermione, tan correcta y racional, seguro que había sabido, desde el principio, que solo iba a ser un alivio momentáneo, y que luego sería peor.

¿Cuánto le debía doler? ¿Cuán vacía, triste y sola se sentiría para haber permitido esto sabiendo cómo acabaría? ¿Cuánto había necesitado su amiga buscar esos míseros minutos de olvido teniendo la certeza de que luego dolería más?

Harry se agachó para tomar las sábanas que todavía estaban enredadas en las piernas de ambos y cubrió el cuerpo de Hermione con cuidado de no despertarla. Ahora parecía en paz y no quería perturbarla.

Dejando la sábana entre ambos se acercó y le pasó un brazo por la cintura. Al menos, todavía, se tenían el uno al otro. No se iba a engañar pensado que su amistad no se había visto afectada con lo que les había pasado, tampoco con lo que acababan de hacer. Pero ahí seguía. Al menos esa sí era una constante.

Y allí tumbado, a punto de caer en los brazos de Morfeo, acunado por el calor que le transmitía el cuerpo desnudo de su amiga a través de la sábana, se acordó de la tarde que habían pasado en el parque. De la sonrisa de Hermione cuando recibía en sus brazos a un alocado Teddy.

Del orgullo con el que sus preciosos ojos marrones miraban a su ahijado cuando intentaba pronunciar su difícil nombre. Y se acordó, sobre todo, de la cálida sensación que le había llevado a darle aquel beso, el que había ocasionado que se desatase la vorágine. Una sensación que había desplazado por unos instantes el dolor y llenado al menos en parte ese vacío.

Y justo antes de quedarse dormido estrechó en sus brazos más íntimamente a su amiga buscando otra vez aunque fuera una sombra de eso que había sentido antes de besarla.