La siguiente obra, pretende cumplir con un reto personal denominado: Verano de parodia.

Me atrevo a declarar lo siguiente —y nadie en este mundo redondo negará— que este es el fanfic con más Ichiya que existe o que jamás existirá ¡y tampoco habrá limones! así que, ¿quién me acompañará en esta espeluznante aventura?

Verano de parodia presenta:

—ORGULLO + PREJUICIO + ICHIYAS—

Un fanfic de Fairy Tail 100% ~meeeeeeeeen, inspirado en el omake de Hiro Mashima, Fairy Tail de los muertos y la novela homónima de Seth Grahame-Smith, Orgullo, prejuicio y zombies (Austen, J. 1813, Orgullo y prejuicio)

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—ABOMINABLE PROLOGO NARRADO POR HAPPY—

Es una verdad multiversalmente reconocida, que un abominable ser ichiya poseedor de una nariz enorme, necesita humanos para olfatear

¡Aye!

Aquella verdad fue más que evidente, durante los desafortunados ataques acaecidos sobre Nappiefield Park, en los que una familia entera junto con todos sus sirvientes fueron olfateados y transformados en abominables seres ichiyas

Los pormenores de aquellos acontecimientos serán narrados a continuación…

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Aquel día era bastante frío, sombrío y tenebroso. El viento mecía las copas de los árboles, lo que para los habitantes de Fairyshire significaba la manifestación de fuerzas meeeeeeeeenstruosas.

A lo lejos se escuchaba a los que no deben ser nombrados, o vistos, y mucho menos admirados.

Su característico ~meeeeeeeeen, el castañeo de sus dientes y el movimiento de sus narices buscando con desesperación humanos que olfatear era una situación repulsiva y realmente abominable.

Abominable, es la palabra con la que las buenas personas de Earth Land se refieren a la extraña y misteriosa plaga que desde hacía medio siglo y de manera inexplicable —conformaos— comenzó a asolar los reinos libres del Continente del Este.

Aquellos seres que alguna vez fueron humanos y que tuvieron el infortunio de ser olfateados y convertidos en la peor abominación conocida… ¡Ichiya!

¡AHHH!

Se escuchó el final lamento de un ser humano siendo olfateado, proveniente del bosque del este, de donde una parvada de cuervos voló hacia el cielo lanzando un chillido estrepitoso, presagio de la desgracia.

El silencio fue reemplazado por una ráfaga de viento que transportaba el cántico abominable.

~meeeeeeeeen

Finalmente, salieron de entre los árboles del bosque hacia el espacioso prado, colindante con una lujosa casa señorial, decenas y decenas de aquellas criaturas nefastas, que coreaban al arrastrar sus pies en dirección de la mansión

~meeeeeeeeen

Elevaron al cielo sus narices y las fosas nasales les crecieron enormes. Con el viento golpeando directo a su órgano olfatorio, no tardaron en darse cuenta de la existencia de humanos dentro del edificio.

En aquel momento, sus movimientos naturales sufrieron un cambio radical, de autómatas y atontados, a torpes y frenéticos, impulsados por el deseo insaciable, poderoso e incontenible de olfatear seres humanos.

A gran velocidad y atropellándose entre sí, se acercaron corriendo hasta la mansión y trepando por el muro de metal, lograron sobrepasarlo solo para caer en lo profundo de una ancha fosa.

Tal era la cantidad de abominables que rápidamente se amontonaron unos sobre otros y formaron un cerro sobre el que trepaban con habilidad inaudita.

~meeeeeeeeen

Antes que el primero de ellos siquiera de un paso fuera de la fosa, una explosión proveniente de un proyectil del cañón Júpiter ubicado en una de las terrazas de la casa impactó con la enorme masa de ichiyas que se había acumulado dentro del agujero.

Al poco tiempo comenzaron a aparecer nuevamente. Sin lugar a dudas la gran mayoría de los olfateados logró sobrevivir y juntándose de nuevo se precipitaron hacia los jardines sobrepasando las alambradas que rodeaban la enorme edificación.

Los desesperados caseros se lamentaron mucho al entender que los abominables les darían alcance antes que Júpiter llegara a cargarse por completo.

Las mujeres que habían buscado refugio en las habitaciones, abrazaban a sus hijos temblando de miedo, mientras que los hombres más intrépidos, apostados en las ventanas y armados con espadas, lanzas y mosquetes Connell, se disponían a plantar pelea y defender su hogar.

Pero aquella defensa no duró mucho, aun cuando el cañón Júpiter fue exitosamente recargado, aquella horda abominable —como una corriente que no se puede detener— cayó sobre todos los habitantes de la casa sin dejar uno de ellos sin ser olfateado.

El humo de Nappiefield Park subió en una enorme columna que podía verse hasta Magnolia Town, como testimonio de los horrores que estaban para venir.

Al contemplar este funesto espectáculo, no faltó alguno entre los testigos que hubiese preferido que el peor mal de esta «era» fuese un ataque de dragones o una guerra entre continentes. No faltó quien desease un ejército de demonios o un hechicero oscuro.

Pero contra una invasión de abominables seres ichiyas… ¿por cuánto tiempo más resistirían?


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Gracias por leer

Las abominaciones continuaran en el Capítulo 1

Nos leemos…