EL ULTIMO VALS

CAPITULO 7

Itachi se dijo mentalmente que esperaría cinco minutos mas. La noche ya había cubierto a la ciudad entera y los postes de luz ya se habían encendido. Las personas transitaban calmadamente frente a el. Por suerte usaba una bufanda para protegerse del frio. Se metio las manos en los bolsillos de su saco.

"¿Donde esta?"

Se preguntaba, sintiendose ansioso, donde estaba su hermano. Ya eran mas de las ocho y Sasuke aún no aparecía. ¿Quizas debió haberse arrepentido? ¿Era mejor haberlo esperado en la casa? Pero no podía. Antes tuvo que ir a la tintorería para recoger su traje y el tiempo no le alcanzaba para volver a casa y vestirse para la ocasión. A parte, debía dejar un permiso en la Universidad por el motivo de su ausencia de hoy. Por eso le había encargado a Ino que por favor le dijera a su hermano que lo estaría esperando cerca de la cafeteria del distrito 8, frente al centro comercial.

Iban a llegar tarde y Madara pensaria que era alguna artimaña en su contra. Los planes que tenia para desenmascarar a su abuelo se retrasaria un poco. Primero tenia que saber que quería Madara con Sasuke. Era un asunto complicado. En el cual, tenia que estar alerta para cualquier eventualidad. No dejaría que Madara se acercara tanto a su Sasuke. Conociendo al mayor, podía estar casi seguro de que pretendía poner a Sasuke en su contra. Podria hacerlo y después lo ultilizaria para sus sucios juegos. Mas adelante hablaria con Shisui. Debía hacerle saber los motivos por los que el abuelo siempre se ausentaba por largos periodos de tiempo. En un principio tuvo la intención de involucrar a la policia, pero recordó la pocision de su abuelo. La policia hacia tratos con cualquiera que tuviera el billete. Y Madara tenia lo suficiente como para comprar a todos los policías y políticos de Japon. Debía actuar con cautela, para que esto sea juzgado por la corte internacional. Solo talvez asi, a pesar de la corrupción, se podria hacer algo.

Harto de seguir esperando, saco las manos de sus bolsillos.

—Ire a buscarlo.—era mejor ir a buscar a su hermano. Antes de que se hiciera mas tarde.

Tomó un taxi en la avenida justo cuando el semáforo cambio a pasó peatonal.

"Rayos"

.

.

.

.

Sasuke se desesperó. Miraba la hora en su reloj de mano constantemente. Los segundos pasaban e Itachi aún no había llegado. Se sentía furioso por tener que esperar. Su padre ya se había ido a la reunión. Se lo dijo una de las sirvientas. ¿Que pasaba con Itachi? ¿donde rayos se había metido?

Ya estaba listo y más que eso. Se había preparado mentalmente para tener una charla con su abuelo. Quería dar una buena impresion. Era alguien influyente, al igual que su padre. Era algo así como el 'padrino de los Uchiha". Era el que se tomaba las atribuciones de las decisiones que se tomaban para el beneficio de todos los Uchiha. Todos respetaban sus decisiones y sus ideas, pues siempre hacia que las ganancias de la familia se reprodujeran y se incrementaran para seguir manteniendo su gran calidad de vida. Se podria decir que gracias a Madara habían sido grandes protagonistas en el país. Su padre era jefe de la policía. Su madre era una modelo que trabajaba en el exterior. Era muy reconocida en la moda de hoy y las obras de beneficencia para niños con cancer. Su hermano mayor ya tenia la carrera terminada. Solo tenia que hacer su tesis para graduarse como médico especialista cirujano. Toda su familia gozaba de grandes pocisiones en la sociedad. Y al final seguía él. Un estudiante de preparatoria. Le faltaba unos meses para concluir su año escolar. Después haría su curso preuniversitario. Para decidir que carrera estudiaria. Aunque por alguna razón, sentía que no quería la ayuda de Fugaku. El quería lograr sus metas independientemente. Quería demostrarse a si mismo y a los demás, que aún siendo joven, todavía siendo menor de edad, podria llegar a ser alguien importante. Pero para eso, tenia que charlar con Madara. Ya lo había máquinado todo. Cuando se terminaran las presentaciones, las largas charlas sobre quien tenia la mas alta pocision social en el lugar, trataria de acercarse a Madara. Entablar una conversación con el no deberia ser tan dificil.

Alzo la mirada cuando creyó escuchar que la puerta de entrada se abria. Rápidamente se levanto del sillón en el que estaba sentado, y se encaminó hacia allí.

—¿Se puede saber donde rayos te metiste, Itachi? —se planto frente al mas alto, cruzando sus brazos, aparentando estar muy enojado por la tardanza del mayor. Este se había girado cuando escucho la voz de Sasuke. Al parecer, esperandolo.

—Eso tendría que decirlo yo. ¿Porque no fuiste al lugar donde te estaba esperando?

Sasuke hizo un gesto de desconcierto.

—Eres idiota. ¿De que lugar me estas hablando? ¡Llevo media hora esperando a que llegaras!—mascullo Sasuke. Deshizo sus brazos cruzados.

—¿Ino no te dijo...?

—Ya me lo diras después. Vamos antes de que se haga mas tarde—Sasuke interrumpió. No quería saber que había pasado. Solo sabia que él tampoco quería llegar tarde.

—Ok.—El mayor presentia lo que había pasado. Pero mejor lo dejaba para después. Ese no era el momento para discutir sobre la tardanza de ambos.

Los hermanos Uchiha salieron de su hogar, y se encaminaron afuera para subirse al automóvil negro de Itachi. Pronto, partieron al lugar de encuentro.

.

.

Ruborizada, Kushina trato de jalar su saco color beige hacia abajo para tratar de que no se viera la mancha oscura de su falda.

—Minato, vamonos—le susurro a su marido que estaba a un lado suyo, sosteniendo dos botes de pipocas y refrescos. La película a penas iba a empezar y ya quería irse a casa. Ademas, estaba empezando a temblar.

—¿Que? ¿Porque?

Minato preguntó, mientras pagaba a la dependienta por las golosinas. La fila era muy larga, por eso tardaron mucho en comprarlas.

Otra vez Kushina trato de ignorar la molesta sensación entre sus piernas, pero fue imposible. A cada momento sentía como si las personas se detuvieran solo para mirarle el trasero. Maldijo mentalmente.

El rubio no sabia que le inquietaba a Kushina. Parecia muy nerviosa y no dejaba de morderse los labios, que ya estaban rojos de tanta fricción.

—¿Te duele algo?—pregunto preocupado. Al tiempo en que salian de la fila, notando que Kushina caminaba como un pingüino.

Azorada, la pelirroja miro a todos lados para verificar que no hubiera nadie lo suficientemente cerca para escucharle. Se aferro al bolso que cargaba, al tiempo que miraba a su esposo.

—Me bajo la regla...

Minato tardo un poco en procesar la información. El no era experto en cosas de mujeres, pero sabia que Kushina estaba muy avergonzada por ello. Le puso una mano en el hombro.

—¿Estas segura?

—Si.

Esta vez, Minato suspiro resignadamente. Esa noche iba a ser su noche de amor, pero la suerte no estaba consigo. Muy pocas veces podían salir de casa para pasar tiempo juntos, como también, era extraño ver a su esposa tan nerviosa y azorada. Seguramente era porque había mucha gente en el centro comercial. A Kushina tampoco le gustaba la situación. Hacia todo lo posible para caminar normalmente. Se sintio muy mal porque la noche se había arruinado.

El rubio tomo una decisión.

—Bien. Tranquila. Vamos al coche. Nos iremos a casa—Le susurro cerca de su oído. Mientras que la pelirroja solo a sentía. Sintiendo alivio por estar casada con alguien como Minato. Cualquier otro hombre se habría enfurecido. Sobretodo si ya tenían planeado ciertas cosas luego de salir del cine.

Bueno. No había de otra. Regresarian a casa, y pospondrian la ocasión para otro día.

—Gracias, Minato.

.

.

.

.

Veía borroso.

El piso se movía como si se hubiera subido a un bote. Trataba de enfocar las siluetas que se movian a su alrededor. Un momento estaba lucido, y al siguiente sentía como si le hubieran inyectado cocaína en la sangre. Era una sensacion muy rara.¿Que le estaba pasando?

La musica seguía escuchandola. Podía percibir un aroma floral cerca, muy cerca. Dezlizo su mano por el lugar de donde provenia, pudiendo distinguir algo sedoso y largo. Estaba demasiado aturdido para reparar en todo lo demás.

—¡Idiota! ¡Sueltala!

Y de repente, sintió que algo le tomaba del brazo, o mas bien le sujetaba como garras filosas. Y le alejaba del calor que hace un momento le envolvia el pecho. El olor tambien desapareció. No se detuvo a averiguarlo. Lo que sintió después, fue tan doloroso y potente, que no pudo sostenerse de pie e irremediablemente cayo al suelo.

—¡Neji, dejalo!

Era la voz de Kiba. La reconocio. Y también la voz de Neji. Otro viejo amigo. Sintió que lo voltearon porque se había precipitado boca abajo. Pronto distinguió muchos pares de ojos viendo lo con preocupación.

—¡Ya basta, Neji! ¡No ves que no puede defenderse!—kiba gritó, sujetando como podía al moreno que quería seguir golpeando al pobre rubio semiinconsciente. Ahora bien. ¿Que había sucedido para que Naruto estuviera en esa situación?

—¡Sueltame, Kiba! ¡Trato de besar MI PRIMA! ¡La estaba abrazando!—bramo el moreno que trataba de safarse del agarre del castaño. Todos los demás estaban tratando de ayudar al rubio para que se reincorporase.

—¡Debes calmarte! ¡Fue un accidente!

Kiba trato de hacer entender y calmar a Neji, pero este parecia como poseído por los mismos demonios. Ahora Shikamaru y Chouji, se habían unido para retener a un furioso Hyuga.

Por otro lado, Hinata estaba llorando. Estaba siendo abrazada por una de sus compañeras, tratando de consolarla. (XD Por dios. Si a Naruto fue al que le dieron la piña) No entendía la actitud de Neji. ¡Si solo estaban bailando! ¡No la había besado! Solo fue un pequeño roce en los labios que fue accidental. ¡Pero su primo estaba demasiado furioso por que Naruto se había recargado en su hombro! Pero no era suficiente razón para haberlo golpeado tan brutalmente. ¡No lo era!

—¡Ya fue suficiente!— Gaara salio al rescate del rubio, que nisiquiera tenia la fuerza para poder ponerse se pie. Se puso delante del moreno, enfrentando lo con la mirada—Naruto no esta en sus cinco sentidos. Yo... Le puse algo en su bebida... ¡Por eso él esta así!

Todos los presentes se petrificaron en su lugar. Solo Naruto cabeceaba de vez de vez, pero parecia como si no hubiera entendido lo que un bizarro Gaara había dicho. Ahora fue turno de Kiba para explotar.

—¿!QUE HICISTE QUE!?

El castaño soltó a Neji, quien ahora tenia un gesto contrariado, se abalanzo sobre el pelirrojo que puso sus brazos al frente para defenderse del ataque del Inuzuka. Él no quería que pasara eso. Jamas imagino ni estuvo en sus planes el que alguien golpeara a Naruto. Solo lo hizo para que Naruto se divirtiera más. Ya que no quería que trajera ningún tipo de bebida alcohólica. Bien, pues nada de alcohol. Pero no dijo nada de drogas. Así que mientras estuvo distraído charlando con la chica Hyuga, le puso algo de polvo blanco en su bebida. Sabia que no era la mejor excusa. Tampoco trataba de excusarse con nadie. Pero al menos seria bueno disculparse con Naruto. Quien fue el mas perjudicado.

—¿¡Como pudiste!? ¡Eres imbécil! ¡Naruto no es un drogadicto como tu! ¡Esta me las vas a pagar...!— El castaño gritaba escandalosamente. Sacudia a Gaara por la camiseta que tenia puesta. Este solo se defendia. Ya que Kiba estaba por propinarle algunos golpes.

Kiba también estaba pasando por un lapso de furia intensa. Nisiquiera Neji, que habia comprendido la situación, podía detener al castaño. Inuzuka estaba enojado porque Gaara había drogado a Naruto. El rubio tonto no tenia la culpa se nada. No obstante, el problema recaia en las acciones de Gaara.

—¡Eres un maldito! ¡Naruto es un tonto por ser amigo de alguien como tu!—señalo con su dedo a Naruto, que ya estaba sentado en uno de los sillones de la sala. Una chica le estaba dando de beber un vaso de agua—¡Miralo! ¡¿Te divierte verlo así!? ¡Por eso lo drogaste!

—¡Escucha!— interrumpió casi gritando, el pelirrojo. —¡No era mi intención! ¡Solo fue un error! ¡Me disculpare con él cuando este mejor!

—¿!Error dices!? ¡Maldito cabrón!—el castaño se enojo aún más, ya que a Gaara no parecia importarle el estado de su amigo. Su voz salio amenazadoramente aterradora— ¡Yo me encargare de que Naruto no se vuelva a acercar a alguien como tu, basura! ¿¡Me haz oído!?

De su cuenta corria que ese malnacido no se acercara a Naruto. Era una pesima influencia para el rubio. Ademas, Gaara era una basura que no se merecia ni que le mirasen. Cuando quiso decir algo mas, el silencio se apodero del lugar cuando la puerta se abrió de pronto. Dos adultos cruzaron el umbral de la puerta.

—¿Que esta... pasando?

Los señores Namikaze estaban plantados en la entrada, con el gesto incrédulo y confuso. Las llaves que Minato sostenía aún, se cayeron al suelo por la impresionante escena.

El rubio mayor tenso la mandíbula mientras dirigia su mirada a todos los recovecos de su casa. El sillón estaba volcado, a un se podía oir algún tipo de musica de rock, algunos vasos estaban tirados en el suelo, como algunas bolsas de frituras. No podía entender que había pasado en su casa. Habían muchos jóvenes en su sala, viendolo como si fuera un león hambriento. Se fijo en un muchacho castaño que se le hizo familiar, sobre otro chico pelirrojo que también se le hacia familiar.

—¿Mamá?... ¿Papá?...

Y por fin, pudo ver a su hijo. Sentado, casi acostado en el sillón, con dos chicas a su lado. Y estas lo estaban casi abrazando. OK. Que alguien le explicara que estaba pasando. No entendía nada de nada.

En vista de que Minato aún procesaba la información, la pelirroja se apresuro a tomar la palabra.

—¡Naruto! ¿¡Se puede saber que están haciendo!?

Fue Kiba quien, luego de escuchar la voz demandante de la madre de su amigo, se levantó como un resorte y se dispuso a responder. Ya que Naruto no estaba en condiciones.

—Señora Kushina. ¿Como debo decirlo...? ¿Solo es una reunión de amigos? ¡Si! ¡Naruto nos invito...porque!—ideó rápidamente un plan — ¡Nos organizaremos para un viaje!

—¿Y se puede saber porque no me lo dijiste Naruto?— su madre cuestiono. Miraba el semblante de su bebe, pareciendo muy relajado a pesar de estar en una situacion incomoda. Pero Naruto no respondió. Empezaba a cerrar los ojos porque sentía mucho sueño. —¡Naruto!

—Em. Señora Kushina —kiba llamo a la mujer. Ésta le mando una mirada afilada. Se llevo las dos manos a la cintura, aparentando estar enojada.— Lo que sucede es que... Naruto quería decirles... Pero... Iba a ser una sorpresa. Ya que... queríamos incluir a los padres... No como se hacia cuando eramos niños... Pero...

—¡Me duele la cabeza!

Ante la voz cargada de dolor, todos prestaron atención al muchacho rubio que se sujetaba la cabeza porque le estaba doliendo. Su rostro estaba un poco pálido. Y su respiración se había vuelto un poco agitada.

Kushina no tardo en ir donde Naruto, apartando bruscamente el lugar de las dos señoritas para revisarlo. Minato no tardo en imitarla. Ambos adultos tratando de ayudar a su hijo.

—¿Que tienes hijo? ¿Donde te duele?—preguntó Kushina, con voz preocupada. Hasta ese momento no había reparado en la palidez de su hijo. Ni en la desestabilidad de su respiración. Tomo la mano del rubio, que estaba temblando un poco

—¿Naruto, que tienes?— Minato también pregunto, al darse cuenta del estado de su hijo. Este tenia los ojos cerrados. De pronto, Naruto los abrió de sobremanera, se encorvo hacia adelante y vomitó.

Kushina y Minato lo sostenieron, antes de que cayera arrodillado. Pero no fue suficiente, porque en cuando el muchacho termino por vomitar un liquido extraño y amarrillento, éste se desmayo.

—¡Hijo!

—¡Naruto!

—¡Hay que llamar a una ambulancia!

—¡Traere agua!

—¡Santo Cielo!

Los padres de Naruto y algunas muchachas exclamaron, teniendo el mal presentimiento de que la droga le estaba haciendo algo. Podrían ser efectos secundarios por ser su primera vez. Es lo que pensó Gaara. Lo que le dio, solo una idea. Inuzuka se apresuro a sacar el celular de su bolsillo para empezar a llamar a una ambulancia.

—¡Hijo! ¡Responde! ¿¡Que le pasa!?— Kushina gritaba escandalosamente. Su rostro estaba teñido por la preocupación. Minato trato de tomar el pulso de Naruto. Y lo encontro muy débil.

—¡Rapido Kushina! ¡Enciende el auto, nos llevaremos a Naruto al hospital!

Su esposa no tardo en obedecer la orden. Salio con tropiezos por la desordenada casa. Minato levanto el cuerpo inconciente de su hijo, mientras salia con él en brazos para llevarlo al hospital.

La noche lo recibió en cuando salio. El rostro de Naruto se ilumino por la luz de la luna, dándole un tinte fantasioso, por la palidez de su piel. Se dio cuenta del cardenal que tenia cerca de la frente. Y se preocupo aún mas. Corrió hasta al coche, en donde Kushina ya los estaba esperando.

—¡Rápido, Minato!

Minato puso a Naruto en el asiento trasero, en el regazo de su esposa, mientras se apresuraba en subir al coche y encender el coche.

—¡Sujetalo, Kushina!—el rubio mayor arranco el coche. Las ruedas chiriaron un poco por el brusco movimiento.

El automóvil partió y se perdió entre las calles de la zona. El mas preocupado de todos fue Kiba, que a penas se fueron los adultos y se llevaron a su hijo, se abalanzo nuevamente sobre Gaara, quien esta vez no hacia nada por defenderse.

—¿¡Mierda, que le diste!? ¿¡Que mierda le diste!?— ardia en deseos de golpearlo hasta matarlo. Pero se contuvo. Necesitaba saber que le había dado a Naruto para que se pusiera así. El no iba a quedarse con los brazos cruzados.—¡Responde!

—¡Ya, Kiba! ¡Sueltalo!— Shikamaru trato de apartar al castaño, siendo ayudado por Chouji, Rock Lee y Neji.

—¡No es momento para estar peleando! ¡Hay que ir al hospital!— grito el chico con sobrepeso, siendo apoyado por las chicas que también estaban preocupadas. Mas que nada la Hyuga, que no habia parado de llorar.

—¡BIEN! ¡PERO ÉSTE IMBECIL ME LAS VA A PAGAR!— rugió Kiba, apartandose voluntariamente del pelirrojo — ¡ESCUCHAME MIERDA! ¡SI ALGO LE PASA, TE MATO!

—Ya, ya. Tranquilo Kiba. Mejor vamos pronto por un taxi. Cielos, que problemático.

Luego de ello, todos los jóvenes que eran mas cercanos al rubio, se subieron a un Taxi con destino al hospital mas cercano. Menos Hinata, que obligada por su primo, no pudo acompañarlos.

.

.

.

Sasuke hizo un gesto asombrado. Su boca se abrió ligeramente, incrédulo ante la enorme estructura que se erguia impotente como el castillo de un rey. Era... idóneo.

La casa de Madara tenia por lo menos una muralla de diez metros. Los arboles se alzaban como si dentro de ese lugar habitara un bosque que rodeaba el camino por el que la gente pasaba. Pero no solo eso. Había algo luminoso y verde al fondo de la espesura de la vegetación. Como si fueran luciernagas o luces ópticas como en los cuentos de ficción.

El camino lo hicieron con el coche. Miro a todos lados, sintiendose maravillado por la perfección de esa casa sacada de un cuento de hadas.

Cuando llegaron al lugar donde Itachi, su hermano que también lucía un poco impresionado, se estaciono junto a otros autos que ya se habían aparcado en distintos lugares, se bajo ansioso por observar mejor el panorama que le regalaba la gran mansion. El suelo que pisaba, no parecia real, mas bien parecia artificial.

—¿Sasuke?

Volteo el rostro para ver a Itachi, quien también había salido del automóvil. Ambos se miraron un momento en silencio.

—¿Vamos?— Sasuke pregunto. Volviendo su vista al frente. A la imagen de ese castillo majestuoso. Itachi asintió, aunque Sasuke no lo viera. Recordó que cuando era tan solo un niño, y Sasuke a penas un bebe, la casa de su abuelo no se veía tan fantasiosa. Era como si en todos estos años, a Madara le hubiera dado por cambiar de aire o de estilo.

—Si. Ya es un poco tarde

Tomaron el camino pavimentado que tenia lineas segmentadas, comprendiendo que era la manera mas sencilla de no perderse por la gigantesca mansion.

El Uchiha mayor pudo divisar las luces de la casa por dentro. Algunas siluetas se movian por la transparencia de los grandes ventanales. Afuera, habían dos guardias que custodiaban la entrada. Eran hombres corpulentos y altos.

—Sasuke.

—Hn.

—No te separes de mi

—¿Que?

Itachi no respondió. Saco de su bolsillo una insignia con el simbolo Uchiha a manera de comprobar su invitación. Ambos guardias se miraron entre ello, asintiendo después.

—Entren.

Un guardia se aparto y dejo que los dos chicos entraran. Itachi espero a que le devolvieran la insignia. Pero estos solo esperaron a que pasaran.

—¿La insignia...?—Trato de hablar pero fue interrumpido por el mas grande.

—Se las darán cuando finalice la reunión.

Sin nada mas que añadir, los hermanos se miraron entre ellos y después se adentraron, descubriendo un largo pasillo oscuro, apenas iluminada por velas que se afilaban cada diez centímetro. Hasta ahora, la bienvenida habia sido extraordinaria. Los años parecían haber cambiado los gustos del abuelo. Mas adelante, cruzaron un enrejado de barras gruesas, descendiendo después por unas cuantas gradas.

—¿No te parece impresionante?— Sasuke pregunto, cuando al terminar de bajar, miraron en lo alto de la habitacion, tipo tinglado, un techo de vidrio que dejaba ver las millones de estrellas de la noche. Las paredes estaban pintadas de un color carmín, y el suelo era cemento puro. Mas a la izquierda, divisaron un pequeño jardin, en la que que se podía distinguir variadas especies de flores. Itachi pensó, que si Ino estuviera allí, le habría entrado ganas de arrancar algunas y llevarlas con ella.

Al no ver a ninguna persona rondando por ese lugar, decidieron subir las escaleras del fondo. Seguramente todos los invitados estaban en la planta alta, talvez, esperando a que Madara hiciera su aparición.

Con una mirada a su hermano pequeño, le dijo que subieran por las escaleras. Sasuke asintio, sin despegar los ojos de la espalda de Itachi. ¿A que se había referido cuando dijo, no te separes de mi? ¿Acaso había algún peligro en ese lugar? ¿Itachi estaba preocupado por otra cosa, o era el hecho de estar allí? Deseaba saber, porque tanto misterio. Ahora se arrepentia por no haber preguntado el motivo de esa fiesta.

Al llegar al final de las escaleras, una figura conocida los tomo por sorpresa. La única persona que estaba afuera, con una mano en el bolsillo de su saco,y la otra sosteniendo una copa de vino tinto.

—¿Puedo saber, porque te tardaste tanto?

—Shisui.

CONTINUARA.

Si. Gaara drogo a Naruto xD. No porque lo odia, sino porque quería hacerle ver la parte divertida de la vida.

Pobre Kushina. Le bajo la regla. No les ah pasado chicas? No es demasiado vergonzoso? En mi experiencia si lo es. Ya que, la primera vez que me paso, a penas sea una niña y como era normal, me asuste xD.

En fin, Madara tiene grandes planes. Dejenme un comentario sobre que les pareció este capítulo.

Actualizare lo mas pronto posible que se pueda.

Matta ne!