Love Live!
Dhe pawar pushun!
Como ser maldecido por equivocación
Disclaimer: Love Live! Pertenece a su creadora Sakurako Kimino y a ASCII media works junto con Sunrise.
NdelA: Bueno aquí ya está, la introducción. Vamos a ir por partes, primero a plantear la historia disparatada que se me ocurrió después de leer un terrible fic clasificación M HonoMaki en Fanfiction, seguido de otro muy bueno aquí mismo pero que me dejó con ganas de más (estaba buscando variarle a sólo leer en Ao3). Me gustó la temática de las maldiciones de Nozomi y aprovechando el impulso que tengo con el HonoMaki me decanté por hacerlas el centro. Se que también soy mala escribiendo, pero tenía que hacer algo por el smut y he aquí que tengo esta basura.
Como comentario adicional, el título viene a ser lo que entiendo de lo que dice Kussun cuando se presenta como Nozomi. Me gusta oírla decir eso.
¡Ah! La historia ya está terminada pero la iré subiendo poco a poco siendo en total seis capítulos. En serio me enfrasque en este fic. Eli Kitsune tiene la culpa.
— o —
—Gracias por venir, sin ustedes no podría acabar pronto —Nozomi abrió la puerta hacia un gran cuarto lleno de polvo, cosas viejas, frascos con cosas extrañas en su interior, oscuro y enigmático hasta que prendió la luz—. Tengan cuidado con lo que hay aquí.
Miró al interior del lugar haciéndose a un lado para permitir que Eli y Nico entrarán también.
—¿Qué clase de lugar es este? —Eli se llevó la mano a la nariz debido al penetrante olor a polvo y humedad del ambiente.
—Esto es una mugrosa pocilga —la más pequeña de las tres no ocultó su desagrado por estar en ese sitio.
—¡Ara, ara, Nicochi! —Nozomi se rió de su reacción—. Es el viejo cuarto del anterior brujo del templo, ten más respeto, no sabes lo que podrías encontrar aquí —movió las cejas juguetonamente pero la chica no se inmutó con eso.
—Solo un montón de trastes sucios y viejos —caminó unos pasos al interior poniendo cara de asco—. ¿Algo se murió en este lugar? Huele terrible.
—No digas ese tipo de cosas Nico-chan —una muy precavida Eli se mantenía aún en la puerta sin entrar del todo.
—Por lo que se podría haber cosas peores —se giró para tomar la mano de Eli que tímidamente dio un paso dentro—, quizás hechizos misteriosos o pociones de amor y muerte —escuchar eso hizo temblar a la rubia que no toleraba muy bien ese tipo de cuestiones.
—¡Basta ya Nozomi! —le reclamo y la aludida la jaló llevándola consigo para alcanzar a Nico—. ¡Espera!
—Esto es un fraude —Nico comenzó a husmear entre los frasco de uno de los muchos estantes—. Dudo que algo de esto sirva realmente —tomó uno de los frascos y leyó la etiqueta—. ¿Poción de amor? —paso a otro frasco—. ¿Atracción incontrolable? —puso cara de ¿es en serio? Lo dejó y tomó otro más y otro después de ese—. ¿Piensa sólo en mi? ¿Sexo salvaje? ¿Nozomi que rayos es esto? —buscó a su amiga para una explicación.
—No lo sé —se acercó a ella para ver más a detalle conteniendo la risa al leer las etiquetas—. ¡Ara, ara! Ten cuidado con ellas Nicochi no vayas a caer embrujada por una de esas pociones o es que te gustaría tener una noche de sexo salvaje —se alejó riendo ante el rubor que la pequeña pintó en sus mejillas.
—Todo esto no son más que tonterías, ¡¿me oyes?! —le gritó dando énfasis a lo absurdo que era todo eso—. Puras tonterías —dijo más para sí, lejos de los oídos de Nozomi-chan—. Mucha risa —mascullo malhumorada.
Dejó los frascos en el estante pero una idea se le ocurrió. Tenía ganas de hacer una broma y aprovechó que Nozomi y Eli se habían ido al fondo del cuarto para ejecutar su malévolo plan.
—Jajaja, ya verás Nozomi —se frotó las manos y buscó a su alrededor algo donde meterlos.
Lo único que tenía a mano para guardarlos de contrabando era su contenedor de agua que usaba en las prácticas de Mu's. "¡Ah, demonios!" Se debatió entre usarlo o no, pero al final lo tomó.
Destapó el bote que contenía la mitad de jugo y agarrando rápido los frascos, con los nervios de ser descubierta, sin leer del todo las etiquetas, vacío el contenido de algunos de ellos.
Estaba sudando y de vez en cuando alzaba la vista para ver qué hacían Eli y Nozomi previniendo la fueran a atrapar.
"Poción de amor, atracción incontrolable, piensa sólo en mi, sexo salvaje. Jajaja esto va a ser genial. ¡Oh! este también, ¿sueños húmedos? ¿Animal interno? Esto es de locos. ¿Futa en acción? ¿Qué diablos es eso? Eso mejor no."
Sin embargo ya había abierto ese frasco y al oír pasos que venían hacia ellas hecho parte del contenido en el bote cerrandolo a las prisas con dedos temblorosos.
—¡Nicochi! ¿Qué es lo que haces? —alcanzó a colocar el frasco en su lugar y se llevó a las espaldas su bote de agua con la mezcla de las pociones.
—Nada —dijo con evidente nerviosismo en su voz—. Solo aquí con esta bola de fantochadas —trato de desviar la atención poniéndose bravucona.
—Nicochi, es mejor no jugar con lo que desconocemos —la miró dudosa por sus acciones e iba a pedirle le enseñara lo que tenía en las manos pero fueron interrumpidas.
—¡Hey minas! —la cantarina y brillante voz de Honoka lleno el lugar.
Con ella venían el resto de las niñas de Mu's que se amontonaron en la puerta de entrada del cuarto.
—¿Qué hacen aquí chicas? —una asombrada Nozomi las vio, estaban todas sin falta, las de segundo y primer año.
Aprovechando la distracción de su amiga trató de esconder su bote, pero el destino le tenía deparado otros planes. Sintió una mano sobre su hombro y se paralizó totalmente. Eli se había acercado a ella y sin esperar mucho le arrebató el contenedor desaprobando con la cabeza lo que fuera que estuviera haciendo Nico.
La chica de coletas se crispó de terror al ser descubierta pero decidió no pelear cuando vio que la rubia sólo metió el bote dentro de una caja de cartón que llevaba en una mano. ¡Ella ignoraba totalmente lo que había en ese contenedor inocente!
Una saltarina Rin fue hasta su superior y le arrebató la caja para ayudarla mientras el resto de las chicas iban a recoger más de esas cajas al fondo del cuarto.
Muda y sin poder hacer nada por el momento, Nico dejó ir el bote sin saber las consecuencias que eso traería.
— o —
—Vaya que hace calor —una roja y sudada Honoka se quejó echándose al suelo acalorada y deshidratada—. Su playera se pegaba a su cuerpo de forma incómoda.
Había estado practicando esa mañana en las escaleras del templo donde Nozomi solía trabajar a medio tiempo y al enterarse que la mayor tenía la tarea de la limpieza de un gran cuarto decidieron ir a ayudarla. Sin embargo el sol del mediodía empezaba a pasarles factura y la sed sumado al cansancio de la actividad física las tenía agotadas.
La chica de cabello corto, Rin, reunió los contenedores de agua de todas sus amigas, que por cierto eran todos iguales, incluso el que estaba solitario en una de las muchas cajas que habían sacado y comenzó a repartirlos. Eli y Nico aún seguían acarreando más cajas por lo que la más pequeña del grupo no se dio cuenta de que su bote envenenado estaba en poder de alguna de ellas.
Honoka bebió con avidez del suyo y se lo acabó por completo, pero aún seguía teniendo sed. Vio a un lado y a otro a sus compañeras suplicando a alguna se apiadara y le diera un poco de su jugo. Solo que parecía todas habían terminado de beber el suyo.
—¡Agh! —la joven pianista exclamó asqueada al darle un gran trago al bote que le habían dado y lo dejo a un lado sin cerrar, tenía muy mal sabor.
Honoka fue hasta ella como un flash y apenas pidiéndole permiso lo agarró.
—¿No te lo vas a tomar? —Maki agitó la cabeza diciendo que no y fue toda la respuesta que la de segundo espero antes de beber hasta el fondo el contenido.
—¡Espera! —intentó detenerla pero fue muy tarde.
Honoka comenzó a toser descontroladamente al sentir el sabor amargo y terrible del jugo, se puso colorada del esfuerzo y Maki sólo se limitó a darle palmadas en la espalda para ayudarla.
—¡Maki eso sabe horrible! —dijo una vez recuperó un poco la calma después de toser tanto.
—Lo sé, pero no me dejaste advertirte, cuando ví ya lo habías bebido todo —dejó de pegarle en la espalda y poco a poco Honoka recuperó su color normal de piel.
—Jeje, lo siento, fue mi culpa —se sobo la nuca en vergüenza.
Por un instante se miraron a los ojos y algo extraño pasó. Fue como si se detuviera el mundo por unos segundos y todo quedará en silencio con nada más que el sonido de sus respiraciones.
—¡Aaaghh! ¿Qué demonios hicieron? —una alterada Nico dejó caer la caja que tenía entre manos al ver los botes con agua vacíos a un lado de cada chica.
—¿Qué sucede Nico? —Eli se apresuró a revisar la caja para ver que su contenido no hubiera sido roto, respiro aliviada al ver que sólo eran un montón de trajes guardados.
Nozomi llegó también y al ver el estado de Nico y los botes, relaciono todo y se llevó una mano a la cara golpeándose la frente.
—¿Qué es lo que has hecho Nicochi? —desaprobó las acciones de su amiga y Nico sólo se encogió con pena.
—Eto… lo siento… —dijo antes de salir corriendo con Nozomi persiguiendola detrás.
—Ven aquí Nicochi, vas a recibir tu castigo por tus maldades —salió tras la pequeña agitando las manos en su peculiar "washi, washi".
— o —