Disclaimer: los personajes no son de mi propiedad, solo la historia es mía.
Advertencia: contenido yaoi [chico x chico]
Disfruten~
El idiota integral, eso es lo que es. No hay mucho que añadirle, cientos y cientos de malas decisiones tomadas a lo largo de su vida. Un error tras otro, miles de sensaciones acerca del poco valor que él mismo se ha provocado. Ese hermoso espejo que fue ensuciando poco a poco hasta ser quebrado por obra de sus manos. Su utilidad ni siquiera llega a baratija, solo es un desecho inútil en una esquina.
Karamatsu ahoga un suspiro cuando la lengua del italiano da giros lentos alrededor de su pezón izquierdo, succiona un poco y un escalofrío recorre su cuerpo. La ropa ridícula está rota y olvidada en un rincón del auto, porque sí, ni siquiera lo harán en un motel sino que el del traje blanco le ordenó al chofer detenerse en un callejón y abandonar el vehículo. No es cómodo, pero sí caliente, el italiano masajea su trasero sobre la ropa interior. Karamatsu le araña un poco la espalda en respuesta.
Su actuar es salvaje, pero aun así cuenta con un erotismo increíble, sus ojos demuestran tanto deseo que incluso Karamatsu se ahoga en este. La lengua, del de traje, se pasea por el pecho desnudo de Matsuno mientras que una mano le aprieta la entrepierna y el de ojos azules ya se encuentra suspirando con pesadez.
―Gattina…―el hombre dice antes de besarlo. Sus labios se mueven entre los otros.
La ropa interior de Karamatsu ya se encuentra abajo y su pene ya se encuentra erecto. Prefiere mantener la menta dispersa y solo concentrarse en los jadeos y posibles palabras sucias en italiano. Es excitante y su pene responde a ello, cada estimulación es placentera, por lo menos hasta que empieza a doler. Es casi un virgen, solo ha follado con dos personas antes y las dos fueron sensaciones diferentes, activo y pasivo.
El de ojos purpura se baja los pantalones y se relame los labios por la imagen que le brinda el otro. Está respirando agitado y sus ojos están entrecerrados. Él también se encuentra excitado, normalmente no es alguien muy sexual, pero ese niño lo enciende. Le dan tantas ganas de cogérselo para guardar sus suspiros y esa imagen rota que ha de quedarle en el orgasmo. Toma uno de los condones del paquete y se lo pone. Pone algo de lubricante sobre este y se acomoda entre las piernas del otro. No es un ser muy sexual, no como los múltiples mafiosos que existen; sin embargo no es idiota.
―Dudo mucho que seas virgen, no con este trasero―aprieta con una mueca traviesa el lugar.
Karamatsu respinga por el movimiento―. No―traga algo de saliva cuando siente el pene rozando su trasero.
―¿Cuándo fue la última vez que lo hiciste, Incanto?―casi parece ronronear la pregunta en su oído.
―Ayer―declara con voz suave hundiéndose en ese ambiente.
El de ojos purpura asiente con suavidad y no espera mucho para empezar a penetrarlo con lentitud, se mueven entre la carne que lo aprieta un poco. Karamatsu está respirando con algo de dificultad, pero lo está llevando bien, es incómodo, pero nada del otro mundo. Cierra los ojos al sentir la lengua del italiano moviéndose por su garganta a la vez que deja pequeños mordiscos, Matsuno dirige su mano a su entrepierna para no perder la excitación.
Las penetraciones comienzan poco después y Karamatsu aruña un poco la espalda del otro cuando roza su próstata, su mano no detiene la masturbación. Cuando se da cuenta está casi sentado sobre el otro mientras el italiano embiste y él mismo se autopenetra. Algo de gruñidos se les escapan, además de que el automóvil se mueve un poco al ritmo de sus cuerpos. Se besan con deseo y se tocan con necesidad. Todo son jadeos y penetraciones.
Karamatsu acelera el ritmo de su masturbación cuando sabe qué su orgasmo está próximo, apoya su frente contra el hombro del otro y su cuerpo se tensa al sentir la deliciosa sensación. Respira agitado recomponiéndose de los escalofríos que lo invaden, el otro aun así no dejaba de embestirlo, pero ahora con mayor fuerza, seguro él también está a punto de tener un orgasmo. Los dientes, algo afilados, se hunden en su cuello y Karamatsu gime un poco por el dolor. Él del traje lo saca y se deja caer sobre el asiento y Matsuno imita su acción.
―¿Cigarro?―le ofrece el otro con una sonrisa algo afilada.
El de ojos azules le sonríe―. Yes, thanks― su mal inglés no parece molestar al otro que se encuentra fumando con tranquilidad. Karamatsu mira un poco el cielo oscuro, la luna se ve un poco más grande ese día.
La casa Matsuno tiene un ambiente algo pesado, Todomatsu está sentado en la habitación que comparte con sus demás hermanos con una expresión cansada. No ha dormido bien desde que Karamatsu desapareció. Simplemente una noche estaba y al día siguiente no. Siendo sinceros nadie le dio importancia, no al menos hasta que llego el segundo día y no había sombra de Karamatsu. Cuando el tercer día llegó nadie lo soportó, todos salieron a buscar en lugares diferentes.
Sus hermanos se habían separado, excepto Todomatsu que aunque no lo aceptará no le gustaba vagar por ahí de noche por lo decidió ir con Osomatsu. Sin darse cuenta habían terminado por un lugar alejado de su casa, mero instinto tal vez, pero… tal vez fue por una fracción de segundos, pero le pareció ver a su hermano con una ropa ridícula, fuera del ridículo habitual que encerraba el concepto Karamatsu. Osomatsu no lo vio, así que lo único que queda es un recuerdo borroso.
Matsuyo está preocupada, todos está preocupados. Osomatsu está fumando más de lo usual, se queda cerca de la ventana con una cajetilla casi vacía de cigarros. Choromatsu está algo irritable, además que no ha buscado nada de Nyaa-chan, Jyushimatsu no ha jugado baseball e Ichimatsu no deja de ver el lugar donde normalmente se encuentra Karamatsu.
―Esto es estúpido…―Todomatsu se muerde el labio al no poder concentrarse en su celular.
Osomatsu le da una mirada de soslayo apoyado en la ventana, toma otro cigarro, las colillas aumentan en el cenicero―¿Qué es estúpido, Todomatsu?―la voz del de rojo es pesada, puede ser el resultado de fumar tanto en poco tiempo.
El de rosa abre la boca y la cierra nuevamente cuando siente el nudo en la garganta, Choromatsu le da una mirada comprensiva, él también tiene ojeras.
―Es el cuarto día en el que Mierdamatsu no aparece―Ichimatsu rompe el silencio.
Jyushimatsu baja la mirada y su sonrisa flaquea un poco―. Nii-san regresará, ¿no?―pregunta a nadie en particular.
Osomatsu desvía la mirada a la luna y suelta el humo―. Quién sabe…
El mayor de los Matsuno aprieta el cigarro, el recuerdo del que tal vez era su hermano menor junto al otro sujeto se repite en su mente. Hace oídos sordos a la reprimenda de Choromatsu por su vaga respuesta, prefiere hacerse el idiota un poco más. Por lo menos hasta que logre calmarse.
Karamatsu se sonroja furiosamente al regresar al lugar donde ha estado viviendo, son tal vez las cuatro de la madrugada, solo está vistiendo una camisa de vestir y su ropa interior. A su lado sin vergüenza alguna, solo en pantalones está el italiano con una sonrisa feliz.
―Nos veremos después, gattina―le quiña un ojo de manera traviesa y lo despide.
Matsuno se sonroja más si es posible, ignorando por unos momentos la mirada de Cordelia. El olor del italiano lo atonta un poco.
¡Gracias por haber leído! También por sus reviews, son un amor 3 ¿quién más se lo va a follar? Hagan sus apuestas (? Oh, dato curioso (? aunque ustedes no lo crean, no es necesario estar haciendo lo de la preparación con los dedos, a menos que el chico en cuestión sea virgen o no tenga sexo normalmente, pero Kara no es ese caso. So... además no es muy recomendable (? tener sexo seguido después de un orgasmo, hay que esperarse un poco, porque u know, el cuerpo queda algo sensible después de un orgasmo, así que no es una sensación placentera como tal uvu well es todo (? para que no piensen que Don Ichi le partió el culo a Kara (? xDDD gracias de nuevo uvu
Nanami Off~