Hola a todos, éste es un fic que se me ocurrió después de una experiencia de apoyo, los que no saben lo que es, es cuando a un amigo le rompen el corazón y hay que curarlo con litros de alcohol o helados y películas. Como sea, en ésta historia introduciré a Bridgette como hermana mayor y anterior portadora del miraculous de la buena suerte, a Félix igualmente antiguo portador y hermano mayor, y a quienes me siguen en mi historia de Esperanza en Paris a Juliet y Claude. Y los que no han leído pues Juliet es de cabello rizado color miel hasta media espalda y ojos grises claros, y Claude de cabello castaño y ojos azul oscuro. Tendrá sólo tres capítulos…creo y un poco de hot, si piden más me lo pensaré. Y sin más preámbulos… Comenzamos!

…..

Abajo el amor.

Capítulo 1.

El día de San Valentín es el día donde los enamorados se declaran su amor, el día donde hasta los pequeños detalles son apreciados, y el día donde más corazones rotos hay en el año. Y tres chicas se encontraban en la última opción. Bridgette, Marinette y Juliet habían bebido esa noche sin parar en el nuevo pequeño departamento de Juliet y todo por culpa de sus novios. Las tres se encontraban sentadas alrededor de una mesa circular de la sala comedor.

-¡Ya estoy…harta!- gritó Bridgette con una lata en mano, vestía con un vestido negro de tirantes, con escote de corazón y la falda tenía vuelo.- Ese infeliz…insensible, ¡maaaaaldito gato come cuando hay me tiene harta!- intentó pararse pero se tambaleó y se volvió a sentar.-Pero se acabó… ¡se acabó! Ya no seré su burla nunca más, ¡ésta ha sido la última de Félix Agreste!

-¡Bien dicho!- le siguió Marinette con un vaso en mano, igual de ebria que la primera, vestía un vestido sencillo rojo de manga corta, y escote en V.- Yo nunca pensé que Adrien…que Adrien…-las lágrimas salieron de sus ojos.- No puedo creer que se olvidara de esa forma… ¡justo hoy! ¡HOY! ¡Hoy de todos los días! Y todavía por teléfono él…él me pregunta que ¿qué día es hoy? Y yo como una idiota haciendo esa cena y ese quiche que tanto le gustan, ¡su quiche!-gritó antes de volverse un mar de lágrimas.- Y por teléfono…la voz de esa mujer… ¡Y me dice que ésta trabajando! ¿TRABAJO? ¿Era en serio?- una botella se azota en la mesa y Juliet deja caer la cabeza en la mesa regando sus rizos y así su cara no fuera vista, Juliet vestía un sencillo vestido floral blanco y rosa.

-Y yo… ¿yo? Me lo prometió, me mandó mensajes recordándomelo por días a mí, ¡A MÍ! Y ven esa maldita canasta…- su mano señaló en la barra de la cocina.- Mi suegra…o la que iba a ser mi futura suegra me dijo qué le gustaba comer a ese maldito bastar…no, no, no, la madre no tiene la culpa, es una santa, ¡es la mejor suegra que cualquiera hubiera gustado tener!- se puso a llorar también.- ¡SUEGRAAAAA!- las tres se pusieron a llorar, y todo comenzó horas antes.

Bridgette miró la hora por undécima vez, la reservación en aquel restaurante había sido hecha a las siete en punto, pensó que llegaría tarde por culpa del tacón que se le rompió al correr a medio camino y que pegó gracias a un alma caritativa que se apiadó de ella, porque, ¿cuántas personas conoces que llevan consigo pegamento? Cuando llegó al restaurante apenas habían pasado un par de minutos de las siete pero sabía que Félix le reñiría por eso, su sorpresa fue grande cuando vio que no había llegado, aun así la pasaron a su mesa, cerca de una ventana con una hermosa vista de la Torre Eiffel, solo pidió un vaso de agua para esperar a su novio. A sus 24 años Bridgette se sentía como la mujer más feliz de la Tierra, tenía un buen trabajo en las industrias Agreste como protegida de su amadísimo suegro, tenía buenos compañeros de trabajo que se ganó a pulso y sabía que esa noche su adorado Félix le propondría matrimonio, ¿cómo lo sabía? Fue una casualidad, compraba materiales extras para hacer una blusa cuando lo vio entrar a la joyería más prestigiosa de Paris y como ex acosadora de Félix Agreste puso en práctica sus habilidades de espionaje, allí pudo ver cuando compraba el más precioso anillo que jamás había visto y escuchaba a su novio.

-Ésta es su medida de dedo, tiene los dedos delgados y finos así que sea perfecta por favor.

Sus finos y delgados dedos, casi se muere al escuchar aquello, pero esperó, esperó…vio su reloj, las 8:30, tomó su teléfono y marcó a su celular, estaba apagado, se comenzó a preocupar por él, llamó a su suegro y éste le contestó al cuarto tono.

-¿Diga?

-Buenas noches señor Agreste.

-¿Bridgette? Qué agradable sorpresa, ¿qué puedo hacer por ti?

-Disculpe que lo llame justamente hoy, que debe estar con su esposa pero… ¿sabe dónde puede estar Félix?- hubo un silencio del otro lado de la línea, unas voces haciendo preguntas y al final el señor Agreste volvió a contestar.

-Al parecer sigue en la oficina.- Bridgette sintió un golpe en el estómago.- ¿Todo está bien?

-S-Sí, no se preocupe, y en serio disculpe las molestias, salúdeme a la señora Agreste, gracias.- colgó, miró su teléfono un momento y frunció el ceño, llamó a la oficina donde al primer tono fue contestado por la secretaria de su novio, odiaba a esa chica, nunca le cayó bien.

-Oficinas ejecutivas Agreste, ¿en qué puedo servirle?

-Hola, buenas noches, ¿puedo hablar con Félix por favor?

-Claro, ¿a nombre de quién?

-Bridgette Dupain-Cheng.

-Un momento…- la dejo en espero con aquella melodía que parecía de ascensor hasta que volvió a responder después de cinco minutos o más.- Lo siento mucho pero el señor Agreste no le puede atender en éstos momentos.

-Pero necesito en serio hablar con él.

-El señor me pidió que no importando quién no pasara la llamada.- Bridgette sintió otro golpe en la boca del estómago.

-¿Podría por favor intentarlo una vez más? Y dígale por favor quién soy.- escucho un suspiro del otro lado de la línea.

-Está bien, un momento por favor.-de nuevo la puso en espera, esa melodía comenzó a fastidiarle, pasó más tiempo al teléfono hasta que vuelven a responder.- El señor Agreste se encuentra muy ocupado, pidió de favor que si puede llamar el día de mañana.

-Pero es que…

-Lo siento mucho, ya di su nombre pero el señor Agreste no va a responder hoy, por favor comuníquese mañana para cualquier cosa.

Bridgette apretó los dientes y colgó, miró el reloj, eran las nueve en punto y notó algunas miradas sobre ella, ¿qué tenía de malo? Vestía con un elegante vestido que resaltaba su delgada cintura, su cabello suelto y liso apenas llegando al hombro, su delicado maquillaje haciendo resaltar sus rasgos, era una mujer hermosa, envidia de muchas, pero…sola. Unas lágrimas asomaron sus ojos, se levantó, pidió la cuenta por el vaso de agua y le dejó una generosa propina al mesero, antes de salir de allí a punto de llorar.

…..

Marinette agradecía que sus padres hubiesen salido a su segunda luna de miel, así tenía más libertad en su casa, tenía 20 años y su noviazgo con Adrien no podía estar mejor, miró el reloj, 7:35 de la noche, pronto llegaría, revisó su vestido, su peinado alto, y hasta las zapatillas, todo perfecto, sonrió y se sentó a esperar a Adrien, encendió las velas de la mesa a las 7:55 y al dar las 8:00…nada. Esperó de nuevo, cinco minutos, diez, quince, media hora y tomó su teléfono.

-Espero no le haya pasado nada.- dijo preocupada, esperó los tono de llamada, la envió al buzón de voz, llamó otra vez y hasta el tercer tono contestó.

-¿Hola?

-Adrien, ¿éstas bien?

-Oh Marinette, sí estoy bien, ¿pasa algo?

-Bueno…como no venías.

-¿Qué? ¿A dónde?- Marinette abrió los ojos más.

-Pues a mi casa, recuerda que hoy es…

-Ah, espera un momento.- se escucharon voces en el fondo y volvió a responder.- Lo siento Marinette, es que estoy en una sesión de fotos y…

-Pe-pero, ¿una sesión?

-Sí, necesitaban un modelo disponible hoy así que me ofrecí.- Marinette sintió un hueco en el estómago.

-¿Tú te…ofreciste?

-Sí, como hoy no tenía nada que hacer…- Marinette se levantó de su lugar y frunció el ceño.

-Adrien, ¿acaso no recuerdas qué día es hoy?

-¿Eh?- permaneció un momento en silencio antes de contestar.- Lo siento, pero ¿qué festejamos hoy?- y antes de que Marinette le contestara otra voz se introdujo en la llamada, la voz de una mujer que le llamó.

-Adrien, cariño nos llaman, la luz de la luna está en su punto.

-Ya voy Elizabeth, Marinette lo siento, te llamo mañana ¿está bien?

-S-Sí…que te vaya bien.- colgó antes de que Adrien se despidiera de ella, apretó los puños y apagó las velas de aquella cena romántica.

…..

Juliet miró su reloj, las siete en punto, el atardecer había pasado, miró los platos que había en aquel mantel color azul donde estaba sentada, se alisó la falda del vestido y acomodó su peinado, una media coleta dejando los demás rizos sueltos, después de un rato frunció el ceño, ¿cómo había sido posible que su novio no le había llamado? Miró su celular, ninguna llamada, volvió a llamarle por quinta ocasión pero era enviada al buzón de voz, suspiró, el cielo se había oscurecido y comenzó a recoger todo con lentitud, como si esperase que de un momento a otro apareciera y se disculpara, pero no fue así, cuando terminó tomó otra vez su teléfono y le llamó de nuevo, ésta vez hubo respuesta.

-¿Hola?

-Claude, hola.- sonrió sintiéndose aliviada de que estuviese bien.- Te estuve llamando, pero no contestabas, ¿estás bien?

-¿Yo? Claro.- su voz se escuchó cansada.- ¿Por qué?

-Bueno es que…como hoy no...

-Lo siento, tengo un proyecto que terminar y uno de mis compañeros de equipo se le ocurrió dejarnos con todo su trabajo.

-Oh…lo siento, y ¿para cuándo es el trabajo?

-Para el lunes.

-¿Lunes? Pero hoy es jueves. Bueno, ¿no puedes hacerlo este fin de semana?- un bufido se escuchó del otro lado de la línea.

-No puedo, esto es muy importante, si logramos terminar hoy una parte, el domingo tendré el día libre.

-Pero es que hoy…

-¿Qué pasa?

-Claude, es que hoy prometiste…- escucha un ruido en el fondo y Claude grita.

-¡Les dije que dejaran eso! Lo siento te veré luego, tal vez el lunes.- cuelga dejando a una Juliet desconcertada, intenta llamarle pero el teléfono la mandó al buzón de voz directamente, tuvo unas grandes ganas de llorar, pero tomó la canasta y se fue a paso rápido.

Bridgette prefirió ir a casa de sus padres, no quería ir para nada a su departamento, abrió y todo estaba oscuro, al encender las luces de la sala se llevó una sorpresa de ver a su hermana Marinette abrazada de sus rodillas llorando.

-¿Mari?- Marinette alzó la vista, su maquillaje se había corrido y de inmediato al ver a su hermana se levantó y la abrazó.

-¡Brid!- comenzó a llorar de nuevo y Bridgette al ver la comida en la mesa supo lo que había pasado y también no pudo contener las lágrimas.

-Son unos idiotas…

-¿Pero cómo pudo…?- la pregunta se corta entre sus sollozos y Bridgette la abraza con más fuerza.

-Son idiotas Mari, no llores.- de repente el teléfono de Marinette suena, ella se separa con lentitud de su hermana y contesta.

-B-Bueno…

-¿Marinette?- la voz del otro lado de la línea sonaba tan mal como la de ella.

-¿Juliet?

-Mari… ¿puedes venir a mi casa?

-C-Claro, iré con mi hermana, ¿estás en tu departamento?

-Sí…pero es el nuevo, te mando la dirección.

-Estaremos allá en diez minutos.- colgó y miró a Bridgette preocupada.

Después de juntarse las tres todas lloraron, gritaron, y al final todas fueron a comprar alcohol, ya que los chocolates no eran un remedio tan efectivo en ese momento.

-¡Le di a ese maldito gato los mejores años de mi vida!- gritó Bridgette.- Si fuera de nuevo Ladybug yo y mi Lucky Charm…

-Si Tikki estuviera aquí…- contestó Marinette.- Me transformaría y lo dejaría en la Torre Eiffel, ¡en la punta!

-Yo…yo le metería la cerbatana por el…- no pudo completar la oración, se levantó y miró la botella.- Ya no tengo… Mari ¿dónde quedó…? Ah, aquí está.- tomó otra botella y la abrió, Marinette recibe una notificación en su celular y la mira.

-Oh Alya…miren, ¡miren! Nino le hizo un cortometraje como regalo de San Valentín.- todas respondieron con un "Awww" y entonces Juliet es la siguiente en recibir la notificación.

-¡Awwww!

-¿Quién es?- preguntó Marinette.

-Es de Nath… le dio su regalo a Chloe y le encantó, un retrato suyo en toda la pared de la esquina del café cerca del Trocadero…tardó mucho pero lo terminó… ¡En qué mundo vivo si hasta Chloe tiene un feliz San Valentin! ¡NOOOOOOOOO!- gritó y se puso a llorar de nuevo.

-¿Saben qué?- se levantó Bridgette.- Son unos imbéciles…no necesitamos hombres, estamos mejor sin ellos.

-Tienes razón.- le apoyó Marinette también levantándose como pudo.- Si Adrien es…así ahora que somos novios no quiero imaginarme cuando…cuando nos casemos.- Juliet aspiró hondo sorbiendo la nariz y se levantó igual.

-Somos…somos mujeres exitosas, somos fuertes… ¿cuántas veces les salvamos el trasero? ¡Muchas!

-/SI/- dijeron al mismo tiempo Bridgette y Marinette.

-¡Está decidido!- gritó Bridgette.- ¡No más hombres!

-¡No hay que sufrir por esos…esos…idiotas!- grito Juliet y Marinette alzó su puño al cielo.

-¡Abajo el amor!

-/¡ABAJO!/- gritaron Bridgette y Juliet y alzaron sus puños al aire.

-/¡ABAJO EL AMOR!/- gritaron a la vez todas eufóricas.

La noche fue dedicada a olvidar y a divertirse bebiendo hasta vomitar y contando las intimidades o secretos de sus novios, aquello no lo olvidarían con todo el alcohol.

-A Adrien le gusta cuando…le beso el cuello, y sus orejas son su punto débil...y le gusta ronronear…-todas se rieron a más no poder.

-Yo a Félix…a Félix lo vuelvo loco cuando estoy encima de él, ¡es una bestia! Pero…pero… ¿Sabían que tiene un lunar en la espalda baja? Es endemoniadamente sexy.

-Yo nunca se lo vi cuando fuimos a la playa.

-Mari, lo tiene un poquito más abajo.- ambas hermanas se rieron fuerte.

-Oh…yo no tuve esa suerte… ¿saben? Hoy iba a ser el día.- dijo con una sonrisa.- ¡El dia! Hoy…hoy hubiese sido la primera vez. Incluso bajo éste vestido…tengo una lencería sexy que me costó mucho…

-¡¿Es en serio?!- gritó Bridgette y Juliet tomó un poco más antes de sonreír.

-¡Claro que sí! Hoy iba a ser el día…le dejaba quedarse a dormir y nos abrazábamos, y una vez lo vi desnudo en la ducha, está bien dotado…pero ahora, ¡SE LO PERDIO! Esta lencería la merece alguien más…

-No sabe lo que se perdía…- le dijo Marinette.

-Ese idiota…al menos tuviste suerte.- le dijo Bridgette.- Otro que sí se lo merezca estará feliz de compartir ese momento…tan especial…- lloró y la abrazó más.

-¡Los hombres son idiotas!- también lloró Marinette.

-¡Y nosotras más…!- las tres volvieron a llorar, después de unos tragos se quedaron dormidas, sin saber que sus desesperados novios intentaron localizarlas toda la noche.

…..

Y bien? En serio no me maten si no les gusto, acepto pizzas no tomatazos. Dejen reviews y gracias a todos los que leyeron, si desean más historias tengo muchas otras y todas de ésta magnífica serie. Ante todo…un abrazo! Y hasta la siguiente! XD