Hola, ok aquí esta me bello fics, nació en , pero como ya aprendi a usar Fanfiction decididi publicarlo aquí también XD, disfrutenlo :'3..
Despertó sonriente ante la alarma de su despertador, estiró su mano y presionó el boton para que parará, se sentó en la cama y estiro sus brazos, le sonrió vivasmente al día.
- Hoy será diferente- Se animó esperanzada, miró a su lado el lugar vacío, no se preocupó sabia que a él le gustaba levantarse muy temprano. Se levantó de la cama dejando de cubrir con las sabanas su voluptuoso cuerpo cubierto con aquel sensual camisón rosa con detalles de encaje negro en los extremos y escote del mismo, para tener 25 años ella se conservaba muy bien, o eso le decian siempre sus amigas y compañeras de trabajo, y ¿Por qué no?, bastantes hombres también.
Caminó por la amplia habitación y se dirigió al baño, hoy debía ser diferente, tenia esperanza.
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Suspiró desepcionada, su esperanza se había destruido en trocitos, otra vez él había sido frio e indiferente con ella, eso la ponían tan triste, estacionó su auto en el aparcamiento, en el lugar que era exclusivamente para ella y bajo de su BMW, tomo sus carpetas y bolso del asiento trasero y se dirigió aun con su aire triste al establecimiento que se encontraba a unos metros de ella, a pesar de ser tan joven, era una de las más exitosas diseñadoras de ropa del país, tenia su propio taller de ropa al cual en este momento se dirigía, la construcción de su lugar de trabajo le parecía magnifica, aquel edificio de tres plantas, elegantemente pintado por fuera de un verde obscuro intenso, su color favorito, con grandes ventanales al frente y rodeado de aquel impecable estacionamento, simplemente estaba en casa.
Pero aun así la perfección de su ámbito laboral no mejoraba su humor, suspiró nuevamente forzando una sonrisa y cruzó la puerta de grueso cristal frente a ella, de inmediato sus compañeros de teabajo la recibieron sonrientes, a pesar de ser la jefa de todos ellos ella los llamaba así, pues sino se sentiría incomoda al ser tratada como alguien superior. Sonrió más animadamente al ver a su amiga y secretaria personal Sango Taijiya acercarse, camino junto con ella hacía el ascensor.
- Buenos días Kagome- Saludó la castaña amablemente, ella devolvió el saludo gustosa. - El señor Taishi Kaoru llamo, quiere saber si ya hay algun avance con la nueva linea de ropa por el invierno- Informo al subir a la instalación mecánica y precionar el boton que las llevaría al tercer piso el cual era oficina y taller de su jefa y mejor amiga.
- Dile que mañana le estare enviando por la carpeta con los nuevos diseños, o mejor citalo aquí así podremos discutir la fecha de lanzamiento y publicidad- Explicó con calma, luego las puertas del ascensor se abrieron y ambas salieron hacia la gran habitación ahí presente. En el fondo frente el ventanal se encontraba un fino escritorio de caoba pulcramente limpio y ordenado, acompañándolo estaba un sillón obscuro y cómodo tras él y frentebal mismo dos pero no tan comodos como el primero, eran un poco más pequeños. A unod metros del escritorio se encontraba otro escritorio pero este era diferente, ese tenia la estructura de arriba más alzada y con detalles de madera arriba y abajo con una hoja blanca preparada, aun lado de el se encontraba un lapicero con varios lapices de diferentes texturas y otros de colores, ahí era donde Kagome diseñaba y gráficaba sus modelos. Y al otro lado de la habitación se situaba una puerta pintada con fino barniz rojo, ahí se encontraba la oficina de Sango la cual no se quedaba atrás, pues ella había arreglado su amplia oficina de manera elegante.
- Perfecto, entonces debo suponer que esa carita se debe a cierto idiota- Cambió de tema radicalmente como su amiga y la vio algo seria.
Kagome suspiro, no podía engañarla, ella la conocia bien, y que bueno que Kikyo no estaba, sino ya estaría escuchando sus incoherencias que la divertian tanto, diría algo como "Voy a matar al desgraciado" o "¿No te molesta si le corto el pene verdad?", era tan tierna y loca a la vez, por suerte ella estaba en su trabajo ahora y no podía venir a decir maldades.
- Aah, si pero.. Él es así- Dijo al sonreír tristemente para difigirse a su escritorio y sentarse tras este en su comodo sillón.
- Ay Kag, no sé como resistes tanto, yo ya lo hubiera mandado al demonio- Dijo algo triste por su amiga, admiraba su resistencia y como se mantenía firme y cariñosa con su esposo, para ella era un cretino insensible, pero nada podía hacer, ella lo amaba.
- No digas esas cosas, a mi me gusta tal y como es- Dijo para no preocuparla al abrir unos documentos ydistraerse un poco.
- Aaah, si tu lo dices, debo volver al trabajo pero ya sabes, en cuanto lo ordenes llamo a Kikyo y nos vamos a patearle el frio trasero a tu lindo esposo, ¿Eh?- Le guiño un ojo y se marchó a su oficina, dejando a su amiga de mejor humor, se sentía tan bien de tener esas amigas.
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Estiró sus brazos y cuerpo al por fin terminar su jornada de trabajo, luego de una sesión de dibujo diseñando y creando lo que tante le gustaba y apasionaba tuvo que seleccionar telas, colores, clasificar tallas y zapatos para terminar discutiendo el nombre de la nueva linea de ropa, estaba algo cansada pero aun así había sido un gran día.
Miró su reloj de muñeca el cual marcaba las 18:32 pm, no era tan tarde, además de que su amado llegaría tarde hoy. Sin más se montó en su auto y se dirigió al centro comercial, haría unas compras de algunas cosas que le faltaban de uso personal, unas libretas e hilos para coser q ir e usaba en casa, pues su pasión eran las prendas y no lo podía evitar, y no podía encargarle eso a la mucama de la casa, solo ella misma conocía sus gustos por los hilos y telas que quería y no podía encargarselo a nadie más.
Llegó al gran centro comercial de aquella zona y aparcó su auto antes de tomar solo su bolso salió del mismo, dirigiéndose con un mejor humor comparado de como salió de casa, el trabajo siempre la animaba. Cubierta en esa falda con vuelo a tablas azul y su camisa blanca con mangas hasta los codos, acompañados por una chaqueta azul y unos tacones de no tan altos negros a juego con su bolso, dejando su chaqueta abierta la cual dejaba ver el escote de la camisa la cual tenía desabrochada dos botones dejaba ver el inicio de sus pechos, que si bien no eran muy grandes tampoco eran pequeños, eran perfectos para ella pues le incomodaria si fueran muy grandes.
Entro al gran establecimiento, seguridad en la entrada solo la vio pasar sin incombenientes, su larga melena azabache se ondeo a causa del fresco aire que ahi habia, quizás por el aire acondicionado.
Una vez ya tenía todo lo que buscaba se dirigió a las escaleraa electricas con una sonrisa, sujetando sus bolsas livianas a causa de la ligeresa de sus compras, pues no era mucho lo que había necesitado. Al estar algo distraída no noto al joven que venía frente a ella y sin más choco contra el firme pecho del mismo.
- ¡Oh!, lo siento- Se disculpó apenada.
- Descuide no hay...- Su voz se acortó al ver a la ya mujer frente a él. - ¿Kagome?- Aun no se lo creía.
La nombrada levantó la mirada curiosa al oír su nombre de un supuesto desconocido, aun así se quedo sin habla al verlo con detenimiento.
- ¿K-Koga?- Cuestionó aun sorprendida, Había pasado tanto tiempo.
- ¡Oh Kagome!- La abrazó con efusividad, ya se había convertido en una bella mujer. - Cuanto tiempo que ha pasado, ¡Estoybtan feliz de verte!- Se separó por un momento de ella pero sin romper el abrazo.
- ¡No puedo creerlo, Koga!, ¡Te extrañe tanto!- Dijo al verlo con ojos brillosos, en verdad estaba muy feliz, hace ya Ocho años que no se veían, ¿Cómo olvidarlo?; el tierno chico que conoció en la secundaria y que siempre la trataba con dulzura y cariño, su mejor amigo del cual era inseparable, pero luego de que se enterará de su compromiso de cierta forma se fueron distanciando, hasta quebel se fue de la ciudad y no lo volvió a ver, hasta ahora. - ¿Donde te habías metido?, me hiciste falta- Dijo al soltar un par de lagrimas y hundirse en el pecho del moreno de cole ta a alta, el cual la miró enternecido y la apretó más a él, analizandola con sus penetrantes ojos azules, físicamente había cambiado, aun así la sentía como siempre, la dulce niña de la cual se enamoró.
- Lo siento, pero... ah es complicado- Le sonrió con ternura como en antaño. - ¿Pero qué te parece si te explicó tomando un café? - Propuso al volver a separarse para verla, secó sus lágrimas delicadamente y la vio sonreir.
- ¡Claro que sí!, Tenemos mucho de que hablar- Aceptó emocionada.
Ambos se encontraban ya en una cafetería de aquel centro comercial qye fue testigo de su reencuentro, riendo y charlando animadamente como solian hacerlo años atras.
Kagome dejo de reír y aun sin borrar su sonrisa, preguntó tristemente. - ¿Por qué te fuiste?-.
Koga ya se esperaba aquella pregunta, pero no tendría pelos en la lengua al responder.
- Porque tu te canarias con Taisho y ya no me necesitarías, además tenia más cosas que hacer- Explico al también sonreír trsitemente viendo el anillo de matrimonio en la mano de aquella mujer la cual seguía siendo tan importante en su corazón, confirmando así que tal compromuso informado al irse se desarrolló con bien, cómo detestaba a Sesshomaru Taisho, el siempre tuvo lobque él tanro anhelaba y parecía no importarle, el corazón de Kahome estaba en sus manos y a ese sujeto; parecía no importarle, como lo detestaba por eso. Apenas supo de su compromiso temprano su corazón se partió en mil pedazos, y los pedazos se incendiaron al saber que Kagome lo amaba y estaba de acuerdo con aquella unión, fue simplemente demoledor para él. Por eso en un arranque de furia termino por empacar y largarse lo más lejos posible de ella, solo lo eria más y más con vos tan solo verla. Él la amaba tanto y ella parecía no notarlo.
Bajobla mirada para apartar aquellos recuerdos, no creyó que al volver se la encontraría tan pronto.
- Y.. ¿Ya tienes hijos?- Cuestionó con cierto pesar estando seguro de que así sería, pues Kagome amaba los niños y su mayor sueño era ser madre, él lo sabia bien, pero dolía que esos pequeños jo fueran suyos también.
- No- Respondió con cierta tristeza, sorprendiendo ligeramente al moreno. - Sesshomaru decidió esperar un poco sobre eso- Con algo de decepción miro el h u meante liquido obscuro en su tasa.
- Que raro, pensé que lo convenserias- Dijo con cierto alivio, sonraria tonto, pero había venido a ver si tenía la oportunidad de recuperarla, saber si era feliz y de no ser así, arrevatarsela a Taisho, estaba seguro de que no la merecia. - ¿Cómo te trata Taisho?- Cuestionó conteniendose de llamarlo por un insulto en vez de por su apellido.
- Pues.. Él no ha cambiado, pero sabes que lo amo tal y como es- Dijo Al sonreir casi forzadamente.
- Osea que sigue siendo un imbécil- Frunció el ceño, ahora lo detestaba más, Sesshomaru siempre rra frio y distante con todos, igual con Kagome, jamás lo vio ser cariñoso o atento con ella, al menos no frente a él ni frente a nadie, y quizás ni frente a ella, jamás entendió porqué era así, pero eso ahora le daba una ventaja. - ¿Eres feliz?- La miró seriamente esperando su respuesta.
- Apesar de su indiferencia él fue cariñoso conmigo en ciertas ocasiones, y con estar a su lado yo me conformo, así que sí, soy feliz- Aceptó, aunque Sesshomaru no fuera tan atento o tierno con ella, lo amaba y demasiado, además él había aceptado sin objeción casarse con ella cuando sus familiar lo propusieron, no sabía si la amaba, pero estaba segura de que la quería.
- Por lobque veo no del todo- Él no había olvidado las expresiones de ella, sabía que no era del todo feliz, antes irradiaba vida y felicidad, y aunqye ahora también lo hiciera, no era tan intenso como antes, el brillo de sus ojos era más opaco, y eso lo entristecia a él también. - Ven, te llevaré a un lugar qte te gustara- Quería hacerla feliz, aunqye sea solo por unas horas.
- Pero... Debo ir a casa y mi auto esta..- Trató de explicarle.
- Sin excusas, anda esta cerca de aquí, prometo traerte luego de nuevo por tu auto- La miró suplicante y ella no tuvo más opción que aceptar.
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Estaba aburrido en su amplia oficina decorada elegantemente, corrió uno de sus largos mechones de cabello plateado tras su espalda para que no le molestara, miró sin emoción aparente como una de las ele d antes puertas de roble de su oficina se habrían con lentitud.
- La secretaria ya se fue- Oyó una sensual voz femenina la cual se acercaba insinuante, una mujer de cuerpo exuberante y ropas insinuosas rodeo su escritorio y agilmente se sentó sobre sus piernas. - Digame, Señor Sesshomaru, ¿Tiene un tiempito para mi?- Su voz sensual le susurro al oído, y aunque no obtuvo ninguna expresión de su rostro sabia que su respuesta era Sí, así había sido desde hace un par de meses.
No dijo nada y poso sus grandes manos en las caderas femeninas, admitía que se sentía de cierta forma culpable de tener una amante, ver el dulce rostro de Kagome al llegar a casa y recibirlo con amor le sacaba factura con un gran peso de culpabilidad, y aunque no lo dejara ver la quería demasiado, pero simplemente no podía resistir sus deseos masculinos, menos con aquella mujer que prometía mucho placer.
- Espero que hayas cerrado bien la pueta, Kagura- Dijo con su voz firme y carente de sentimiento, no sentia nada por esa mujer que no fuera deseo y cuando se cansará la desecharia sin piedad, así era él, pues en el amanecer a su lado solo quería a Kagome, y a nadie más...
¡Bien!, espero que les haya gustado, dejad su comentario please XD, bey n.n