INTENSO AMOR…

Los personajes mencionados en esta historia no me pertenecen, son de la maravillosa Rumiko Takahahsi.

Capítulo 5. Solo bastaron Cinco días.

La verdad quisiera pedirles una disculpa por no actualizar "Desde antes de nacer"

Pero con Intenso amor me siento más relajada ¿Sera porque ya está terminado desde antes de nacer? ¿Sera que inconscientemente no quiero que termine? xD Rollos psicológicos míos xD

Lo que si prometo es: LA ESPERA VALDRA LA PENA.

Los quiero mucho y gracias por dejar sus Review.

Quiero aclarar que en este capítulo comienza Ranma :3 (Lo quiero hacer más rudo, siento que lo estaba afeminando mucho, a ver si les agrada el cambio)

¿Piensan que hecho a Akane una sumisa? Porque hay un trasfondo, no es así por mera casualidad, aunque no se preocupen por eso, ella tendrá ese empoderamiento conforme avance la fic.


¡Que estupidez, esconderse como colegiales!… pero no quería causarle problemas a Akane, sin más remedio accedí y Konatsu también poseía una cara de desagrado, pero ¿qué más podíamos hacer? Agarramos como pudimos todas las cosas que nos había traído Yuki, pero con cierto enojo veía esa puerta ¡El imbécil de Ryoga estaba detrás de ella! Y entonces sentí como Konatsu tiro de mi camisa y nos introdujimos al ropero, que la verdad era grande por dentro.

Pensé que Kenza y yo estaríamos apretados, pero fue todo lo contrario, la cosa en mis adentros se puso peor cuando escuche los pasos de ese imbécil, ya no podía seguir ocultándolo, ¡Sentía unos enormes celos! ¡Maldita impotencia! No entendía exactamente porque, pero escuchar ese "Akane mi princesa" me puso más colérico ¡Rayos! Pero me olvidaba que no estaba solo.

—Deberías tratar de tranquilizarte –me susurro Konatsu quien también estaba molesto por tener que hacer esto.

Asentí con mi cabeza, pero no podía dejar de escucharlos, el muy idiota se atrevió a decirle entre líneas que ella se veía fatal con el cabello corto, pero tipo más insoportable, desearía salir disparado de aquí y golpearlo en la cabeza. Y de repente esa frase «No, ahora no, debemos esperar hasta la boda» hizo que mi cuerpo comenzara a sobre cargarse de energía, tenía muy claro que Akane era pareja de ese idiota, pero no soportaba la idea de que el la tocase e intentara tener intimidad con ella. ¡Pero que carajos estoy diciendo! Lleve mi mano a la frente y la talle con gran fuerza. ¡Ella no es nada mío! Y esto que estoy sintiendo se me estaba saliendo de control, mi cuerpo estaba más ligero y caliente, quizá era la adrenalina.

Pero yo solo era el "amigo" de Akane, no tenía ningún maldito derecho de celarla ¿Celos? Pensé por un instante ¿Me estaré enamorando? Pero que mierda es esa, yo no soy de esos chicos, incluso después de haber pasado más de dos años al lado de Ukyo, en ningún maldito momento había sentido celos de ella, en pocas palabras, no sentía algo tan fuerte como lo que estoy experimentando ahora y tan solo llevaba ¡Cinco días! De tratarla. Trate de relajarme, pues estaba pensado de manera distinta.

— ¿Ranma? –me llamo Konatsu casi como susurro.

Gire para verlo y me tomo de los brazos, quizá para que no saliera pero ¿Por qué querría salir? Era obvio que Akane estaba tratando de no tener más problemas, pero de pronto escuche un gran estruendo en la habitación. ¿Akane le estaba pidiendo algo relacionado conmigo?

—Sé que puedes tener unas ganas inmensas de salir y romper cada hueso de ese idiota, pero mientras Akane no pida ayuda… debemos permanecer quietos.

Konatsu tenía razón, no debía echar a perder lo que mi peli azul quería hacer y más cuando escuche la firmeza de sus palabras, ella estaba diciéndole que se fuera, que no quería saber nada de él si no me pedía disculpas y el maldito imbécil accedió. Supuse que Akane hablaba enserio cuando el no dijo más.

Después de no escuchar más, supusimos que se había ido, poco a poco salimos del ropero. El muy estúpido arruino la habitación de Akane, todo estaba roto y había un sinfín de cosas regadas por todo el piso.

Konatsu salió vociferando «Cuando lo vea, juro que le partiré la cara» Ella no parecía prestarle atención, así que, me acerque a ella y de reojo vi como Konatsu salía de la habitación ¿Iría a buscarlo? Pero me correspondía decirle a ella que no debía arriesgarse por un poca cosa como yo, pues a los ojos de su padre eso era yo.

Cuando vi que ella estaba herida por recoger cristales, la lleve inmediatamente al baño, lave su brazo, y seque con cuidado, del botiquín vi un pequeño curita color rosa, me parecía apropiado para ella pero cuando quería colocarlo, de su dedo broto más sangre y casi por inercia hice lo mismo que hago con mis heridas, succione la sangre con mi boca. ¡Qué carajo haces Ranma! Me grite a mismo mientras observaba como un tono rojo aparecía en las mejillas de Akane.

—Disculpa, lo hice sin pensar –fue lo único que pude decir, me sentía realmente un idiota pero no olvidaba su herida, nuevamente la lave y coloque con mucho cuidado esa bandita.

—No te preocupes –dijo apenada, sus mejillas podrían iluminar el cuarto, pues se encontraban muy rojas y cuando mire sus labios, ellos me regalaron una hermosa sonrisa, la más hermosa que había visto hasta el momento.

—Te vez más linda de lo normal cuando sonríes –Después de escucharlo sonó muy tonto, en mi mente se escuchaba mejor.

Pero mis palabras produjeron algo más en ella, comenzó a acercarse a mí lentamente, el calor de su cuerpo me llamo y me aproxime también. Cuando estábamos lo suficientemente cerca, se me ocurrió deslizar mi mano por su espalda pero por debajo de su ropa, su piel era muy suave, extremadamente tersa y por instinto me acerque mucho más a ella, nuestros rostros estaban a escasos milímetros de juntarse, sus labios parecían desearlo también. Pero una voz me saco de ese sueño

— ¡Y así quieres que le pida disculpas! – el tono de voz parecía colérico, de todo creo que nunca pensó encontrar a Akane en esas condiciones.

Escuche a Akane mencionar que las cosas no eran lo que parecía, pero ¿entonces que era? No podía enojarme por su reacción ya que ese imbécil era su novio, el aprobado por su padre.

Pero ese idiota no dejaba de verme lleno de ira, por un instante disfrute esa mirada, pues hasta ahora sabía que podía llegar a perderla y ante mí, un mísero becado. Yo lo miraba con más rabia, me enfurecía que Akane le tuviera que dar explicaciones a él.

— ¿Ryoga? –ella tenía un tono asustado, yo tuve la culpa… No quiera causarle más problemas a mi peli azul.

El desgraciado se atrevió a sonreír maquiavélicamente y sin más giro hacia Akane, yo no podía entender que le causaba risa, pero después comprendí al verlo tomarla de la nuca y la jalo hacia el para plantarle un beso, Akane en un reflejo intento detenerlo poniendo su mano derecha en el pecho de Ryoga, a lo que él en un sutil movimiento y retirando la mano de Akane con su mano izquierda y logro juntar sus labios con los de ella, ante esa escena no podía hacer nada, cerré fuertemente mis puños, pero no quería mostrar debilidad.

Lo que me altero un poco fue ver a Akane forcejeando por liberarse, para cuando pudo hacerlo le propicio tremenda bofetada y lo empujó hacia afuera, camino molesta, parecía realmente estar enojada. Ryoga giro a verme, con una mirada triunfal, que parecía estar diciendo «Gane imbécil» Yo apretaba más fuerte mis puños, no es que estuvieramos compitiendo, pero el robo el beso que venía dirigido hacia mí y era algo que le haría pagar con creces, me estaba conteniendo para no abalanzarme hacia él y borrarle esa maldita sonrisa.

— ¡Eres un imbécil Ryoga! –grito Akane desde afuera del baño. Pero el camino calmadamente hacia afuera del baño y cuando Akane nos veía hablo.

—Por cierto Ranma, debo pedirte una disculpa por lo del partido –me miro sonriente, era más que obvio que se trataba de un maldito sarcasmo o una indirecta ¡Me pagaras esta y con creces! Me dije a mi mismo.

—Ok –dije en un tono muy serio.

—Vez Akane, lo hice –se acercó a ella pero Akane lo aparto.

— ¡No tenías derecho a hacer eso! –Dijo en un tono muy furioso —Eres un imbécil.

No entendí nada, pero en eso Konatsu entro a la habitación.

—Hice lo que cualquier novio hace, solo fue un beso, un poco violento pero un beso –dijo molesto.

—Así que regresaste, tremendo imbécil –dijo lleno de furia Kenza.

— ¿De qué se trata eso? Ahora todos comienzan a reclamarme –dijo muy despreocupado aquel idiota.

Vi como Konatsu coloco a Akane de atrás de el —Arreglaras el desorden que has hecho, sino, yo no dejare que te acerques a Akane –sus palabras eran muy serias, no podría estar jugando y en sus manos soltó una escoba y un bote de basura.

— ¿De qué mierda hablas imbécil? –Cuestiono muy enfadado —A mí nadie me niega ver a mi novia.

Konatsu me hizo señas para que caminara hacia él y lo hice, pase de largo y me puse al lado de Akane —Toma a Akane entre tus brazos y llévala abajo –dijo en un tono más suave.

Asentí con la cabeza y tome a Akane en mis brazos, ella parecía no entender nada y yo solo quería hacer rabiar al idiota de su novio.

—Sé que tu hiciste ese desorden en la habitación de Akane, por celos o no sé qué mierda, pero ahora actuaras como el hombrecito maduro que eres y lo arreglaras –Konatsu estaba totalmente serio y con una mirada amenazadora. Me hizo señas para salirme pero mire a Ryoga con una ligera sonrisa dibujada en mi rostro, era evidente que estaba furioso pero no me importo y salí.

Konatsu salió de tras mío y cerró la puerta con llave.

—Sabes que solo complicaras las cosas –le dije un poco desanimado.

—Ese imbécil no es capaz de hacer algo en mi contra, aparte él sabe que puedo decirle esto al padre de Akane –sonrió triunfal.

Lo que me llamo la atención es ve a Akane totalmente muda, no pronunciaba palabra y tampoco hacia algún gesto, me pregunto si se sentirá incomoda al ir en mis brazos, pero tampoco deseaba soltarla. Seguí a Kenza hasta el salón de baile y nos encerramos en ese lugar.

Deposite suavemente a Akane en el suelo, ella pareció no importarle, estaba dándome un mal presentimiento esa seriedad en ella. Pero note que comenzó a temblar por el frio, ella no se había cambiado de ropa, me quite mi camisa y la coloque sobre ella para brindarle calor y abrigo, yo me quede en camiseta, pero no tenía frio.

Observe como ella me miraba con pena, se sonrojo y desvió la mirada, supuse que ella pensaría que la estaría juzgando por lo que paso, pero lo entiendo, ella es novia de él y yo no tengo ningún derecho a reclamar nada. Pero me hubiese gustado que ese beso hubiese encontrado lugar, aunque algo era seguro, si no fue en estos momentos, seria después, puedo jurarlo por mi vida.

—Konatsu –pronuncio con una leve voz — ¿Esto no traerá más problemas? –Akane hablo, pero no miraba a nadie.

Esa actitud fue como una daga que se clavaba en mi pecho, apreté mis puños fuertemente y me salí del lugar, azotando la puerta… camine hacia la cocina y me senté, como un vil niño regañado que hace pucheros por que no consiguió salirse con la suya.

Me quede meditando ¿Porque carajos me dolía tanto la actitud de Akane?, en esos años de noviazgo con Ukyo, ella podía hacerlo que fuera y a mí la verdad no me inquietaba tanto, pero ahora… con solo cinco días… ¡Cinco días! Como puede ser que en ese tiempo desarrolle ¿Amor?

Estaba tan sumergido en mis pensamientos, que no note cuando entro una mujer y se sentó cerca de mí.

— ¿Mal de amores? –pregunto esa voz. Yo gire a verla y no era más que Yuki, la mujer que cuido de Akane.

— ¿Por qué lo dice? –La mire extrañado

— ¿Sabes que es lo bueno de ser una persona ya de edad? –me sonrió y comenzó a hacer té.

—No le entiendo –me sentí nervioso, pues tampoco estaba dispuesto a decir lo que estaba pasando por mi mente.

—Puedo reconocer esa mirada, esa actitud e incluso tu respuesta me lo confirmo –Se acercó y me dio una taza de té mientras sonreía amablemente.

—Solo estoy preocupado, me imagino que se enteró de lo que pasó en la habitación de Akane –sorbí un poco de té, estaba realmente delicioso.

—Ryoga no es el chico indicado para mi niña, ese chico no la ama como ella lo merece –Yuki bajo la mirada —Pero déjame decirte que… tú podrías ser.

— ¡Si claro! –Dije sarcásticamente —El padre de Akane nunca lo aceptaría.

—Ahora no hay duda… lo tuyo es mal de amores –sonrió triunfal —Si no lo intentas… ¿Cómo lo sabrás? –con pasos calmados se retiró de la cocina y me dejo desarmado.

Esa señora… bueno lo que me dijo me dejo pensando ¿Cómo lo sabré? Pero yo mismo vi al padre de Akane, un señor frio que incluso no se acordó del aniversario de la mujer que amó… pero de pronto un idea surgió en mi cabeza, corrí hacia el salón de baile, no puse mucha atención a lo que estaban haciendo o diciendo.

—Konatsu… ¿Me prestarías un momento tu auto? –lo mire fijamente.

— ¡Claro! Pero ¿Qué harás? –Kenza y Akane me miraron con mucha curiosidad.

—Esto será rápido, no tardo –tome las lleves de su auto y salí a gran velocidad.

No tenía mucho tiempo, pues pudiera ser que ya no lo encontrara, me subí al auto y conduje hasta el cementerio que esa misma tarde visite en compañía de Konatsu. Ya era un poco tarde, creo que las 7 p.m. para ser más exacto. Me acerque con mucha cautela y ahí comprobé mi teoría.

Entre las penumbras de la noche se encontraba el Sr. Tendo, mirando fijamente la lápida de su esposa… Eso es, no tiene el corazón de piedra me dije para no perder la esperanza pero ¿Esperanza de qué? Aún no he resuelto mis problemas. Ukyo, fue el nombre que vino a mi mente al pensar en algún impedimento para "estar" con… Sacudí mi cabeza, ella aún tiene más problemas que yo, ¡está comprometida!

No me pareció muy apropiado seguir ahí, después de todo no era de mi incumbencia averiguar más, yo solo quería comprobar que el padre de Akane tenía sentimientos, salí de prisa y en menos de media hora me encontraba nuevamente en la casa de Akane, camine hacia el salón de baile.

—Listo, muchas gracias Konatsu –extendí la mano y le entregue las llaves de su auto. Me senté y suspiré profundamente.

— ¿Podemos saber que paso? –pregunto muy curioso.

—Akane… -dije en un tono suave, ella me miro con preocupación —Supuse que estarías pensando si tu padre fue a ver a tu madre.

Ella se sorprendió y me miro más insistente.

—Quise quitarte ese peso de encima, fui y lo encontré ahí Akane, no tienes por qué preocuparte, él tampoco la ha olvidado –después de pronunciar eso, me sentí más relajado.

Ella sonrió, se acercó a mí velozmente y me dio un gran abrazo, sentí su calor y me reconforte, tenerla así era lo que más quería en esos momentos, pero la lucha seria larga.

—Gracias Ranma –me dijo al oído, su cálido aliento estremeció mi alma.

—Bueno, iré a ver a Ryoga antes de irme, necesito asegurarme que se ha calmado –pronuncio Konatsu y salió del salón.

—Ranma –pronuncio suavemente y me dio un pequeño beso en mi mejilla —Han pasado cinco días –sonrió dulcemente y me soltó, se sentó a mi lado —Espero que…

Ella no decía nada, quizá no podía pronunciarlo, pero yo estaba a la expectativa… Incluso estaba muy sonrojada. Pero nuevamente nos interrumpieron, Konatsu entro acompañado de Ryoga.

—Akane –dijo el imbécil —No fue mi intención hacer ese desastre en tu habitación, Mañana nos vemos –se acercó a ella y le sonrió.

Ese estúpido planeaba algo, pero actuaba como el novio arrepentido, yo sabía que tramaba algo… ¿Pero qué? Le dio un beso en la frente a Akane.

—Te espero afuera Konatsu –Pronuncio Ryoga en un tono más serio.

—Tu habitación ha quedado arreglada Akane, disculpa que no pueda quedarme, pues llevare a estos chicos a sus respectivas casas –dijo Konatsu.

—No te preocupes, Nabiki dijo que llegaba en un rato –Akane sonrió y se levantó.

—Vámonos Ranma –dijo Konatsu.

No me quedaba más remedio que compartir vehículo con Ryoga, pero al menos Akane no se quedaría a solas con él.


Nervios, nervios y más nervios sentía en ese momento, no es que fuera a hacer algo malo ¿O sí? Mi mente se tornó confusa, pues estaba bastante molesta de que Ryoga llegara e interrumpiera ese momento. Me quede sin palabras, no sabía cómo explicar esa situación, pero ellos se miraban mutuamente, por un segundo mi piel se erizo, tenía miedo.

Estaba distraída, me sumergí en mis pensamientos y divague. Cuando me di cuenta Ryoga me tomo por la nuca con mucha fuerza, yo intente detenerlo con mi mano pero me beso violentamente, yo no… quería eso. Con sus manos me apretaba más contra él, sus labios buscaban abrirse paso entre los míos, pero con mucha brusquedad, yo los apretaba e intentaba zafarme de su agarre, pero el logro tomar un poco mi labio inferior y me mordió con rabia. En ese momento me solté y lo empuje y con mucha furia le dio una bofetada que hasta a mí me dolió.

Salí del baño, estaba realmente furiosa ¡Donde estaba Konatsu! Pero de repente recordé que Ranma estaba presente ahí, me vio… sentí una terrible pena, lo menos que deseaba en esos momentos era verlo a los ojos. De ahí en adelante, las cosas pasaron muy confusas… llego Konatsu a la habitación, me protegió e hizo que Ranma me cargara y llevase fuera de ese lugar. Yo me sonrojo un poco, pero seguía sin poder sostenerle la mirada.

Entramos al cuarto de baile, Ranma me dejo sentada en el suelo, pero lo hizo con mucho cuidado, y me maldije a mí misma ¿Por qué me resultaba tan penoso verlo? Intente hablarle a Konatsu para que naturalmente pudiese conversar con Ranma, pero él salió del salón de baile y azoto la puerta, seguramente estaría furioso.

—Yo no soy tonto Akane ¿Qué paso allá arriba? –dijo Konatsu muy preocupado.

—Ni yo misma encuentro palabras para decirlo –comente con una voz muy suave, abrace mis piernas y me envolví en la camisa de Ranma.

—Es obvio que fue algo que molesto bastante a Ranma, él no se había comportado así.

—Yo… no sé cómo decirlo –no encontraba las palabras exactas para describir mis sentimientos en ese momento.

— ¿Paso algo entre tú y Ranma? ¿Eso fue lo que molesto a Ryoga? –No podía guardarle secretos a mi mejor amigo.

Pero cuando me proponía a decirlo, entro Ranma rápidamente y le pidió un favor a Konatsu, la verdad no sabía de qué se trababa o que es lo que el haría, tampoco quisiera que se fuera sin haberle dirigido la palabra.

—Bueno Akane, dime que es lo que paso, ahora con esto entiendo menos que antes –agrego Konatsu cuando Ranma salió.

Mi corazón comenzó a latir fuerte, tenía una sensación rara en el estómago, pero debía decirlo, es el mi amigo y nunca le he guardado ningún secreto.

—Yo… me corte el dedo –le enseñe la bandita que me coloco Ranma —Pero algo paso, me sentí a traída por él, nuestros… cuerpos se acercaron mucho –me sonroje por estar contando eso —Creo que estuvimos a punto de besarnos… cuando llego Ryoga.

—Ya veo –Konatsu se quedó con el semblante muy serio y no dijo más, camino por el salón de baile, dando vueltas y supongo que pensando.

—Pero deberás saber que no pasó nada –le dije desesperada.

—A mí no necesitas convencerme de nada Akane, yo sé que te gusta, el problema es Ryoga.

—Su reacción no fueron los golpes, Ryoga… me beso frente a Ranma, pero de una manera muy brusca.

—Ahora entiendo –algo hizo clic en su cabeza, a lo mejor cosas de hombres.

Yo no entendía nada, lo peor es tener a Ryoga en mi habitación, supongo que estaría convertido en un león enjaulado, luchando por salir y destruir todo lo que se encuentre a su alrededor.

—Me podrías explicar Konatsu ¿Qué fue lo que entendiste?

—Lo que Ryoga hizo fue marcar su territorio… o sea le dijo a Ranma que tú eres de él y si Ranma siente algo por ti ahora entiendo el porqué de su enojo.

Con las palabras de mi amigo me hundí más en la pena, no podía mirar a los ojos a Ranma… ¿Él está interesado en mí? Pero solo han pasado cinco días ¿Sera posible que en tan poco tiempo? Pero ahora ¿Qué siento yo por él? ¿Es posible que yo sienta algo por él?

— ¿Qué puedo hacer? –le pregunte muy preocupada a Konatsu.

—Habla con él, exprésale tu sentir –dijo mi amigo tan tranquilamente.

Una sensación extraña comenzó a inundar mi estómago ¿Mariposas? Cuando era una pequeña mi madre solía decirme que cuando sintiera maripositas en mi estómago, eso quiere decir que estoy enamorada ¿Enamorada?

—Creo que puedo hacerlo –lo mire con un poco de vergüenza.

De un momento a otro Ranma volvió a entrar por la puerta del salón de baile, no sabía que pensar y mi corazón comenzó a moverse con más rapidez, mi respiración se agito y mis manos comenzaron a sudar, yo deseaba poder hablar con él, pero mi timidez se apoderaba de mí.

Después paso lo impensable, de su voz escuche decir lo que mi corazón venia anhelando, el saber que mi padre aún no ha olvidado a mi madre, no sé porque hizo eso, pero me alegro. No sabía cómo corresponder a tal gesto de amabilidad y cariño, solo pude abrazarlo con gran fuerza y darle un beso en la mejilla.

Ellos se fueron, me quede nuevamente sola, camine hacia la enorme sala de la casa, tire unos cojines en la alfombra y me recosté a ver T.V. aunque la verdad no la veía, la deje en un canal sobre cocina extranjera y me dedique a pensar.

Las cosas habían salido bien hasta cierto punto, sin querer pensé en ese momento en el que estábamos a punto de besarnos, sus cálidos labios, su respiración agitada y su mano recorriendo mi piel. Me sonroje totalmente a recordar ese momento, aunque una voz me saco de mis Pensamientos.

—Hermanita, no sabía que estaba tan enamorada –dijo Nabiki en un tono burlón.

— ¿Por qué lo dices? Yo solo estoy viendo la T.V. – mi hermana es demasiado intuitiva, de seguro ya se habrá hecho hipótesis en su mente.

—Solo ves programas de cocina cuando estas en la nubes, por cierto me topé con Konatsu, Ryoga y ese chico que no conozco –Ella aún seguía vestida con su traje ejecutivo y me observaba con determinación, pero cuando menciono a Ranma no puede evitar volverme a sonrojar.

—Es un nuevo compañero de clase y amigo mío –trate de no sonar nerviosa, ella tiene un don para leer a la gente, por eso es tan buena en los negocios.

Ella se acercó a mí y se dejó caer en el mueble —Deberías decirle a Ryoga que te gusta ese chico –sin más soltó esa afirmación.

— ¡Que! –me exalte un poco, pero ella estaba tan tranquila — ¿De dónde sacas semejante cosa?

Ella me miro como queriéndome decir algo, pero se quitó sus zapatillas y la falda, saco de su bolsa una mallas deportivas y volvió a mirarme —Bien sabes que puedo leer a la gente, como si fueran un libro abierto esperando ser leído por mí – y soltó una carcajada.

—Odio cuanto te pones así de presumida –A ella no le podía ocultar nada, me sentía atraída por Ranma.

Ella termino de colocarse la mallas y me sonrió —Podemos hacer una reunión de hermanas, le llamare a Kasumi y nos reuniremos con ella mañana por la tarde ¿Te parece? –Ante tal propuesta mis ojos se iluminaron, hace mucho que no podíamos reunirnos.

—Hace mucho que no estamos las tres juntas –No podía ocultar mi felicidad.

—Una ocasión especial lo amerita, no todos los días mi hermanita se enamora –Cuando dijo esto me miro detenidamente y guiño el ojo.

Me sonroje a un nuevo nivel, pero no me salían palabras para negar su afirmación —Yo… no estoy –me interrumpió y me tomo por el hombro.

—Me tomare unos días de descanso, ¿Te parece si hacemos unos movimiento? Ahora en el salón de baile.

—Pero dices que estás cansada –la mire con asombro, no parecía Nabiki.

—Cansada de ese mundo empresarial.

— ¿Te tomaras vacaciones? –pregunte con gran asombro.

—Algo así, pero ahora vayamos al salón de baile –me tomo de la mano y fuimos corriendo hasta el salón.

Cuando ambas éramos pequeñas solíamos bailar junto a nuestra madre, aunque Nabiki se olvidó completamente de ello cuando ella murió. Me sentía tan bien con mi hermana que mis pesares quedaron en el olvido.

Al día siguiente debía levantarme muy temprano, como de costumbre me bañe y vestí rápidamente, ya no me importaba tanto que me vieran con el cabello corto, me sentía a gusto conmigo.

Llegue muy temprano al salón, y me atreví a enviarle un mensaje.

«Buenos días, espero que hayas amanecido bien. Nos vemos en clase»

Me sonroje un poco pero era algo que deseaba desde el fondo de mi corazón, me entretuve garabateando en mi libreta, sin razón aparente comenzaba a dibujar corazones y su inicial adentro de cada uno. Como esa mañana estaba fría, llevaba un suéter muy ligero de mangas muy largas que servían para calentar mis manos.

Muchos compañeros comenzaron a llegar, pero no veía a Konatsu ni a Ranma, de repente mi celular vibro y pensé que era un mensaje de él.

«Buenos días Akane, amanecí de lo mejor al leer tu mensaje, ansioso por verte»

Y Entonces lo vi entrar al salón junto a Konatsu, llevaba una camisa azul sin mangas, un pantalón negro y su característica trenza ah y ni hablar de esos ojos azules. Cuando me miro le sonreí y se sentó atrás de mí y susurro cerca de mi oído.

—Te vez muy linda este día –su voz recorrió todo mi cuerpo y cada poro de mi piel.

—Tú no te quedas atrás –gire mi cabeza y dije lo más tonto del día.

Al poco tiempo llego la profesora y comenzó a impartir su clase, nada fuera de lo normal, reviso una tarea que estaba pendiente y de ahí todo era tan cotidiano. Cuando cambiamos de profesor no hay mucho tiempo por que cumplen con sus horarios a la perfección. Cuando menos los esperaba ya habían transcurrido todas las clases. Justo cuando me disponía a hablar con Ranma, mi corazón latía a gran velocidad.

— ¿Qué harán esta tarde? –pregunte con mucha curiosidad.

—Ayer con tanto ajetreo se me olvido decirte que Ranma ahora me ayudara en mi empresa –interrumpió Konatsu.

—Oh ya veo –dije en un tono un poco apagado.

—Pero si quieres podemos vernos después –agrego Ranma con una leve sonrisa.

—Si Ranma, saliendo del trabajo podemos ir a ver a Akane –dijo mi amigo en un tono un poco raro.

Los mire detenidamente y supuse que algo estaría mal, gire para ver atrás de mí y era Ryoga el que se encontraba con nosotros.

—Vamos Akane, quisiera invitarte a comer –me tomo de la cintura y agarro mi mochila.

—Hoy no puedo –lo interrumpí con una voz un poco insegura.

— ¿Qué es más impórtate que lo nuestro? –pregunto Ryoga bastante molesto.

— ¡Su familia, idiota! –dijo una voz muy familiar, lo sabía era ella.

Ryoga la observo y un poco molesto dijo — ¿A dónde irán?

—Eso es algo que a ti no te importa, me llevo a mi hermana y ya –pronuncio Nabiki con mucha determinación y camino hacia Konatsu y Ranma —Adiós chicos –sonrió burlonamente y me tomo de la mano y salimos del salón.

Me sentía intranquila pues Ryoga y Nabiki nunca se han llevado bien, caminamos hasta el estacionamiento y me subí a su camioneta, a ella le gusta lo más llamativo, su camioneta era roja y muy lujosa. Me di cuenta que Kasumi ya estaba ahí.

— ¡Hola Kasumi! –dije con gran emoción.

—Akane, hermanita –me sonrió con mucha amabilidad, ella se veía tan hermosa, tenía un vestido de maternidad color azul pastel y su cabello marrón amarrado en una coleta que acomodaba de lado.

—Ahora, las llevare a un lindo lugar –complemento Nabiki.

Yo me sentía tan bien con esa situación que se me olvido todo, bueno casi todo, se me ocurrió enviarle otro mensaje a Ranma.

«Fue tan poco el tiempo, pero ojala podamos vernos más tarde»

Me sonroje al momento de escribir el mensaje, sabía que esta situación no iba a pasar desapercibida por mi hermana, pero debía hacerlo. Nabiki nos llevó a una cafetería nueva, era amplia, nos estacionamos y bajamos. Caminamos hacia la entrada y nos fuimos a una zona más privada, en la mesa había un plato de degustación con muchos panecillos que se veían exquisitos.

—Esto se ve delicioso –pronuncio Kasumi con mucha amabilidad, pero sus ojos brillaban bastante.

—Sabía que esto sería un paraíso para ti –dijo Nabiki con una sonrisa triunfal.

En eso se acercó una señorita a tomar nuestra orden — ¿Qué desean para tomar?

—Una gran malteada de fresa, por favor –ordeno con una gran sonrisa mi hermana mayor.

—Yo deseo lo mismo –dije emocionada y mire a Kasumi, la maternidad le sentaba tan bien.

—Bueno, entonces que sean tres –complemento Nabiki. Y la señorita se fue de la mesa.

— ¿A qué se debe esta reunión Nabiki? –pregunto muy inocente mi hermana mayor.

—Pues que nuestra hermanita se ha enamorado y no es de su actual prometido –Nabiki soltó semejante afirmación sin temor.

—Eso… ¿es verdad Akane? –Kasumi me miro muy interesada. Pero yo no sabía cómo responder, desde que conocí a Ranma, muchas cosas han pasado y he sentido un sinfín de nuevas sensaciones.

—Bueno… creo que Nabiki está exagerando –les dije con un fuerte rubor en mis mejillas.

—No te hagas tonta, es más Akane, tengo una gran idea de cómo podrías aclarar tus sentimientos –comento Nabiki con una mirada calculadora.

—Yo quisiera saber cual –dijo muy emocionada Kasumi

—El viernes se hará un baile de beneficencia, deberías invitarlo, aparte sé de buena fuente que Ryoga se ira el miércoles a Dubái.

—Eso es Akane, es más llámalo ahora –Kasumi complemento la idea loca de Nabiki.

Mi cuerpo comenzó a temblar, no sabía si las locas eran ellas o yo, que estaba tomando el teléfono con gran fuerza y me estaba contiendo en marcar ese número.

—Ya no pierdas más el tiempo hermanita ¡Llámalo! –nuevamente Nabiki intentaba hacerme reaccionar.

—Creo que no es buena idea –no podía ocultar el miedo que sentía, pero ¿miedo a que? ¿Ser rechazada? ¿Descubrir algo nuevo? Pero había algo de lo cual no tenía miedo, y eso es el amor.

—Debes de averiguar qué es lo que sientes, solo será una cena, llámalo y dile que necesitas verlo, dale la dirección de la casa de Kasumi y listo.

—Si Akane, él puede venir a mi casa y ahí tu hablaras con él, lo invitaras a esa cena y listo –Kasumi sonrió de una manera muy linda.

No encontraba más excusas para no hacerlo, así que tome mi celular, aunque me temblaba un poco la mano, los nervios hacían de las suyas y en mi estómago sentía una explosión que se expandía por todo mi cuerpo. Pero aun así, marque su número y lo coloque en mi oído, cada tono hacia que mis nervios aumentaran.

—¿Akane? –pronuncio mi nombre con entusiasmo y curiosidad.

—Hola Ranma, quería saber si ¿Podemos vernos? –apenas termine de decirlo, mis manos sudaron y mis hermanas solo miraban como si fuese un circo.

—Claro, pero en una hora pero ¿En tu casa?

—Solo serán poco tiempo, y no, ahora te mando la dirección.

—Oh ya veo, entonces mándame la dirección y te veo ahí –su voz sonó un poco apagada.

—No te tardes –colgué por mi pequeño tono juguetón.

Apenas colgué mis hermanas comenzaron a reír, yo me puse de mil colores pero aun así envié la dirección.

—Entonces, hermanita, ¡Vámonos! No queremos hacerlo esperar –Nabiki se retiró para pagar la cuenta.

—Akane, recuerda que nosotras siempre te apoyaremos –Kasumi sonrió con tanta dulzura y esa pancita la hacía aún más bella.

Nos salimos del lugar y fuimos directamente al auto de Nabiki, hace muchos ayeres que no nos reuníamos así, me llevo un gran recuerdo de este momento, apenas subió Nabiki al auto, ella arranco y fuimos a casa de Kasumi. Nabiki se retiró y me dejo dinero para un taxi, no sin antes desearme mucha suerte.

Kasumi fue a preparar unas galletas, en ese estado a ella se le antojan mucho las cosas dulces. Mis nervios eran bastantes, no sabía exactamente que decirle, tampoco sabía cómo el reaccionaria. Tengo un miedo enorme ¿Y si me estoy equivocando? ¿Si solo cometo más errores? Nada respondía estas preguntas, solo el simple hecho de averiguarlo de una manera más riesgosa. Me perdí en mis pensamientos, y el tiempo paso un poco más rápido. Una de las señoritas de servicio me informo que un chico me esperaba en la sala de estar.

Mi corazón se aceleró a mil, comencé a sentir mucho frio, mis piernas no me respondían y no sabía si podría caminar hasta allá, dude de mí. Pero eso es algo que jamás debo hacer, tomé mucho aire y camine hacia ese lugar, quizá temblaba, pero estaba decidida.

Cuando lo vi, mis malditas ansias no se calmaron ¡Porque provocas eso en mí!, intente disimular con una sonrisa nerviosa.

— ¿Sucede algo malo Akane? –pregunto un poco nervioso.

— ¡SI! Bueno ¡no! –mis nervios hacían nudos mis pensamientos

—Bueno… entonces dime que sucede –me miro desconcertado y se sentó frente a mí, esperando mi respuesta.

Sus ojos azules clavados en mi… me hacían dudar… ese azul ponía nerviosa mi mente. —Dentro de una semana se celebrara una fiesta, de caridad –el me miraba bastante confundido — ¿Quisiera sabes… si me podrías acompañar? –apenas y pude pronunciar esa pregunta, desvié la mirada y la fije en mis pies.

— ¿Quieres ir conmigo? Y ¿Ryoga? –Su voz sonaba bastante curiosa, pero entonces se acercó más a mí y con su mano alzo mi mirada — ¿Qué pretendes con esto?

Mis ojos se abrieron tanto, me sorprendió tanto verlo hablarme de esa manera, quizá pensaba que me quiero divertir con sus sentimientos, meterlo en problemas, pero él no quita la vista de encima, desvié la mirada y trate de responder de la mejor manera —Lo haces sonar como algo malo, yo solo quiero salir contigo, ¿Hay algo de malo en ello?

Me tomo nuevamente de las mejillas y me hizo mirarlo fijamente —Claro que no tiene nada de malo, pero no quiero causarte más problemas, si por mi fuera…

Se detuvo al hablar, me soltó suavemente y cuando estaba por irse de mi lado, no lo pensé mucho y lo detuve, sostuve su brazo, me aferre a él… como si me hubiese dicho que no volvería jamás —Ranma… quisiera salir de dudas, cuando estoy contigo siento algo que antes no había sentido.

Ranma se detuvo y giro su cuerpo para quedar frente a mí —Entonces ¿Quieres salir de dudas? –mi miro tiernamente y acaricio mi cabello —Puedo ayudarte en eso –sonrió y se acercó lentamente a mis labios.

Todo mi cuerpo temblaba, si este sería nuestro primer beso, y en el se definiría lo que siento… No vi mejor manera. Cerré los ojos y me dispuse a aceptarlo.


No sé cómo poder expresar de la manera más clara, que estaba más que molesto, un sentimiento de querer matar al imbécil que caminaba frente a mí, se apoderaba de mi mente. Apretaba fuertemente mis puños, mi quijada y todo mi cuerpo, solo deseaba que aquel idiota, me provocara, para poder darle su merecido.

—Los llevare a sus casas, espero que no haya más problemas –dijo Konatsu, mirando a Ryoga.

A lo cual aquel imbécil me miró de reojo y sonrió sarcásticamente —Solo debo dejar en claro, que Akane es mi novia, ¡ella es mía!.

—¡Una persona no puede ser de tu propiedad! –no pude evitarlo y le respondí de la misma manera que él dijo aquella frase.

¡Lo sabía! Con eso me bastó para provocar a aquel idiota, pues giro a verme con gran furia.

—Parece que tu prefieres que ella sea tu propiedad –me miro y se acercó a mí —Pero sobre mi cadáver.

—Creo que ya te lo dije, ¡Una persona no puede ser propiedad! –lo miré desafiante y estaba listo para partirle la cara en cualquier momento.

Y así fue, ese idiota no soporto que lo desafiara de esa manera. Y apenas me tomo por la camisa, lo enfrente, quizá forcejeamos, pero de pronto sentí como los guardias de seguridad nos separaban.

— ¡Ustedes que sí que son unos tremendos idiotas! –grito molesto Konatsu.

— ¡Empezó ese tipo, yo sé que quiere robarme a Akane!

— ¡No se puede robar algo que no se tiene! –solté una enorme carcajada que solo hizo enfadar más aquel imbécil.

Nuevamente se vino hacia mí, con una mirada colérica, lo disfrute, porque sabía que podía ganarle fácilmente y dejarlo como se merece. Pero Konatsu intervino nuevamente.

— ¡Basta, esto no ayudará a Akane! –nos miró con enorme molestia.

Entendí a la perfección y solo me metí al auto de mi amigo, lo menos que deseaba era causarle más problemas a ella, mi hermosa peli azul.

El camino hacia la mansión de Ryoga fue bastante incomodo, un silencio absoluto reinaba en el auto de Kenza. Después cuando nos dirigíamos hacia mi casa, Konatsu solo me dijo una cosa.

—Si tú de verdad ibas a besarla, debes estar dispuesto a todo por ella –Kenza hablo con total seriedad.

Y es verdad no debo actuar por impulso, si deseo besarla, acariciarla… pero eso podría tener muchas consecuencias negativas en la vida de Akane. No debatí la idea con Konatsu, me quede en silencio hasta llegar a mi casa.

—Muchas gracias por traerme, nos vemos mañana en la universidad –sonreí por cortesía y Salí del auto.

—Paso por ti amigo y piensa en lo que te dije.

Afirme con la cabeza y entre a mi hogar, era un poco tarde, mis padres ya estaban dormidos. Pero algo me llamo la atención, encima de la mesa del comedor estaba un foto, la tome por curiosidad y era ella.

Es inconfundible, cabellos rojos como el fuego, una hermosura única que la distinguía por completo de las demás chicas, no pude seguir mirando y la coloque en el mismo lugar. Eso quiere decir que ella está cerca y en cualquier momento podrá presentarse en esta casa.

No quise dar más vueltas a ese asunto, pues le compete más que nada a mi padre, solo me di un baño rápido y caí rendido en mi cama.

A la mañana siguiente la misma rutina, Konatsu paso y nos fuimos directo a la universidad, las clases son muy buenas, pero no dan tiempo de hablar con Akane, yo quisiera saber que piensa. Afortunadamente ella no se fue con Ryoga. Yo me fui a la oficina central, Konatsu me dejo unos trabajos, y eso ayudaba a distraer mi mente, hasta que ella me llamo. ¿Qué es lo que pretende? Ayer actuó de una manera muy diferente pero deseaba averiguar de una u otra manera lo que piensa esa pequeña chica. Konatsu me presto su auto y salí a verla.

Durante el camino comencé a pensar que para mí fortuna no había visto a Ukyo y supongo que estará bastante furiosa.

Era una mansión un poco más pequeña que la de Akane, no había mucha seguridad y todos parecían bastante amables, por lo que escuche pertenece a un doctor muy reconocido.

Los nervios hacían de las suyas en mi estómago, poseía mucha curiosidad en saber que era lo que Akane tenía entre manos. Pero en cuanto ella llego, mi corazón latió con más fuerza ¿Estaré dispuesto a todo por ella?

Akane quiere que asista a un baile con ella, justo cuando no quería causarle más problemas, pero solo hay una manera de saberlo.

Me acerque lentamente a sus labios, eran de un color rosa, se veían carnosos y moría de ansias por probarlos, inhale lentamente y me acerque más, ella por su parte cerro los ojos y entonces estaba a mi merced.

Este era el momento que había estado deseando desde que la conocí, pero algo me detenía, y no era la preocupación de que alguien nos viera, sino no poder corresponder correctamente a lo que ella se está arriesgando.

—Si, me arriesgare a todo por ti –dije en un tono muy calmado justo antes de besarla

Tocar sus dulces labios, exploto muchas nuevas sensaciones en mi cuerpo, en mi estómago un hormigueo que nunca había sentido, mi piel se erizaba con el simple hecho de acariciar sus mejillas, ella me correspondió con total naturalidad.

CONTINUARA…


Disculpen la demora, pero he estado muy seca de ideas, y anuncio que tardare en actualizar estas historias. No sé cómo seguir "Desde antes de nacer". Espero su total comprensión.