Una gran familia


Cuando los colores fueron revelados, Yuka abrazó a Yuuto ya que había acertado, él correspondió de igual forma ya que tendría un hijo a quien heredarle sus técnicas.

Akane quedó sorprendida ya que Takuto había atinado al igual que Sakuma, fue muy contenta a abrazar a Shindo.

Los suéteres fueron entregados a los futuros padres. Todos estaban celebrando y algunos habían fallado a sus pronósticos, pero de igual forma se alegraron.

Haruna en ese momento fue a felicitarlos y darles un fuerte abrazo- No imaginan las ganas que tenía de poder soltarles la noticia de que serán padres de un niño.

- No solo de este bebé, sino que también hoy he decidido junto con Hitomiko presentarles a los nuevos miembros de la familia, estos dos niños de acá. – Kidou los hace acercarse. – Masao y su pequeña hermana Kiyomi.

Las miradas fueron para ambos y todos se acercaron para darles la bienvenida, luego de eso Kidou los presentó con Anzu y luego con Yuka la cual no sabía por dónde iniciar ya que todo había sido tan repentino y sabía que no sería fácil que se acostumbraran a ella.

Se acercó a ambos. – Estaba impaciente de poder conocerlos en persona. Masao, Kiyomi.

Yuka pidió permiso para abrazarlos ya que sintió que estaban algo dudosos con respecto a ella ya que no la conocían, ambos concedieron ese permiso.

Mientras Kidou le dijo a Anzu. – No será una niña.

- No importa, tengo a Kiyomi ahora.

- Me alegro de que pienses así.

Haruna le entregó a su hermano el suéter que decía "futuro papá de un niño" a lo que él se lo puso y fue con los otros. Yuka fue con sus familiares para que los niños conocieran a sus abuelos y su tía.

Aoi y Midori estaban felices por Akane y Shindo. – Bienvenidos al team girl. Su hija será como mi Kaori. – dijo la peli azul emocionada.

- Dios no quiera. – dijo Shindo sonriendo y despreocupado por la reacción de su amiga.

- ¡¿Qué dices?! Pero si mi hija es un ángel.

- Si, pero un ángel inquieto.

Ellos comenzaron a discutir. Tenma no se iba a meter pues su amigo tenía razón. Akane hizo una reverencia a algunos y fue directo a la mesa para tomar un poco de comida y algún refresco, estaba feliz portando su playera que decía "Futura mamá de una niña". Mientras estaba en la mesa Yuzuki se acercó junto al señor Kidou.

- Shindo Akane. – pronunció su nombre mientras sonreía. – Felicidades por su futura hija.

- Gracias. – Akane solo sonrió por amabilidad ya que nunca tuvieron una relación muy cercana y siempre trató de perjudicarla en el instituto.

- Mis felicitaciones señora Shindo, además es usted un encanto seguro la niña es igual de hermosa como la madre.

Esas palabras la hicieron ruborizar un poco. Yuzuki preguntó cuánto llevaba con su embarazo, Akane dijo que tenía seis meses y solo faltaban tres. La castaña sonrió pues se vengaría de su exalumna que nunca quiso cooperar con una foto de Yuka.

Sakuma se acercó a la mesa. - ¿Interrumpo?

- ¡Sakuma! – pronunció el señor Kidou sorprendido por llegar ahí con ellos y acercarse de forma tan familiar y atrevida a la chica. - Claro que no interrumpes.

- Con permiso, pero me llevo a este encanto. – Sakuma besó a Akane descaradamente en la mejilla haciéndola sonrojar aún más.

Después que se fueron de ahí, el señor Kidou se preguntaba por qué Sakuma estaba actuando como si fuera muy cercano a Akane; ignorando que ellos alguna vez tuvieron una relación corta.

Se la llevó a una banca para poder hacerle cariños a la bebé, hablarle y acariciar su panza con amor, haciendo que Shindo se enfadara y fuese allá a armarle un numerito de celos, pegándole con sus puños en la espalda sin hacer mucho daño, pero este lo ignoraba felizmente.

Natsumi estaba muy feliz por Akane ya que tendría una niña, porque ella anhelaba una desde antes que nacieran sus dos hijos. Viendo que sus amigas si tenían niñas a las cuales podían llevar de compras o enseñarles a comportarse como damas. Pero luego miró que las niñas más grandes no tenían aquella educación y se comportaban salvajemente a su parecer.

- Solo esperaba que la hija de Touko tuviese la fortuna de tener una buena educación, pero luego miró a Tsunami y eso hizo que perdiera las esperanzas.

Ryo estaba con todos los niños en el castillo mientras saltaban, pero su mirada estaba en Anzu ya que en algunas ocasiones su vestido dejaba ver más de lo que debía.

- Se te cae la baba, cierra la boca.

- No es cierto, Nao-chan.

- Te estuve analizando toda la semana y te ponías enfadado con el nuevo amigo de Anzu. ¿Te gusta ella?

- Claro que no, solo es que ella es… muy bonita.

- ¿Y yo qué? También lo soy.

- Si lo eres, solo cuando eres amable.

- Pero si yo soy amable y cariñosa. Bueno la cuestión es que si no se lo dices en el futuro cuando vayas a otro instituto ella tendrá a muchos admiradores que la querrán invitar a salir. Además, tu irás al Raimon y tanto ella como yo iremos al Teikoku.

- ¡¿Qué?! ¿por qué?

- Porque así lo decidieron nuestros padres y parece que el gusto por las niñas de la familia Kidou está también en tu hermano ya que no deja a Kiyomi-chan y parece que se llevan muy bien.

Yuzuki estaba con algunas personas amigos y amigas que había hecho ya que algunas eran amistades de su marido, las mujeres que asistieron estaban enamoradas de Yuuto. Solo que él jamás las miró por estar en una relación con Touko.

Las miradas que lanzaban a la pelirroja y a la actual esposa solo eran para compararse ya que estaban seguras de que ellas eran la mejor opción.

- ¿Y saben qué? No sé para qué hacen esta fiesta si la esposa de Kidou ha tenido embarazos fallidos ¿quién garantiza que este llegue a término? - Las risas comenzaron a sonar. Yuka en ese momento dejó caer su plato de comida y derramó una que otra lagrima ya que lo había escuchado.

Aquel grupo volteó mirándola con desprecio. Akane se acercó ya que había visto el incidente. – Yuka ¿Qué ocurre?

- Nada, solo se me calló esto. – Intenta recogerlo, pero en eso llega Touko.

- No lo hagas, yo me encargo.

Una vez que se alejaron de ahí, Yuka tomó asiento pensando en lo que dijo Yuzuki. – Ella tiene razón, tal vez no debí celebrar esta fiesta ¿qué tal si a mi bebé le pasa algo antes de nacer?

- ¿Entonces eso fue lo que escuchaste? Pero es que Yuzuki siempre te va a querer hacer daño.

- No hagas caso a estúpidas como ella, mira que tu bebé hasta ahora ha…

Yuka miró a Touko y puso una mano en su brazo para que no dijera más de lo que pensaba decir sobre haber estado en el hospital así que ella rectificó.

- Tu bebé va a estar bien. Además, siéntete feliz de que esta noche estarás rodeada de otros dos pequeños, necesitan a una madre que esté llena de felicidad.

- Así es. Son tan dulces y me imagino su rostro lleno de felicidad con solo estar en una casa y que se les dé mucho amor. Vamos Yuka ánimos y demuéstrales que puedes contra todo. - dijo Akane mientras le daba una caricia en la cabeza.

- Tienen razón. Gracias a las dos. – Yuka se pone de pie. – Voy a adelantarme.

Akane y Touko quedan ahí. – Así que te gusta Yuka. - Eso hizo que Akane se sonrojara. - Lo sé, no tienes que negármelo si lo ibas a hacer.

- No todos lo saben.

- Descuida, no se lo diré a nadie. - en eso llega Chester con la correa puesta ya que se había escapado de Tsunami por descuidado. – Ah cielos ¿Y si te pierdes? – Touko toma la correa.

- ¡Ay que lindo! - Akane lo acaricia y el cachorro mueve la cola de felicidad. – Quisiera uno más adelante, es que a mi marido le encantan los gatos, pero siempre he querido un perro, no es que me disgusten los gatos, pero creo que tener ambos es un buen equilibrio.

- Claro, al principio me oponía a que estuviese, pero es que es muy lindo.

Todos los varones fueron al campo a jugar, Endou con sus dos hijos, luego miró a los que ya eran padres, estos eran Tachimukai, Kidou, Fudou y Genda que tenían a sus hijos ya crecidos.

Naoko sonrió- Destrozaré a quien se interponga en mi camino.

- Esa es mi pequeña. – dijo Fudo enorgullecido de su hija.

- Hijas enseñemos lo que hemos estado practicando. – dijo Tachimukai, ambas niñas se miraron y asintieron a su padre.

Kidou tomó las manos de Anzu y de Masao para que lo acompañaran a jugar, mientras Yuka cuidaba a Kiyomi, estaba muy feliz de poder tener a una nueva hija. Los demás jugaban Tsunami y Touko se acercaron llamando su atención, ella volteó a verlos, ambos dijeron que regresarían a Okinawa al día siguiente eso hizo que Yuka se entristeciera.

- Los voy a extrañar demasiado, me harás falta unnie. – Yuka abrazó a Touko impulsivamente, esta correspondió.

- Prométenos que irán a vacacionar a Okinawa.

Yuka le da su palabra a Tsunami de que irían en vacaciones con toda la familia, luego miran el partido como el resto. Cuando todo termina Hitomiko entrega los papeles a Kidou y se despide de los niños.

- Les deseo mucha felicidad a todos ustedes. – dice Hitomiko viendo los pequeños y felices rostros de los menores.

Todos se van despidiendo, Akane, Aoi y Midori fueron con Yuka para despedirse de ella, Masato se acercó a Kiyomi y le extendió un papel y le hizo señas de que lo llamara, pero ella aún no entendía de eso. Masao se llevó a su hermana, no permitiría que le hicieran daño.

Sakuma no podía evitar estar cerca de Akane haciendo que Shindo se enfureciera. – Tu marido arde desde hace rato. – dijo el platinado sonriendo, luego besó su mejilla haciéndola sonrojar. – Siempre pienso en ti, me arrepiento de haberte dejado ir. – dijo suavemente solo para ella, Akane se sorprendió por lo que de sus labios salía. – Pero, aunque sienta cosas por ti, en el fondo sé que a él lo amas, no hay lugar para mí.

- Jiro… Así debía ser no quiero que pienses que lo que hubo entre nosotros no fue importante, para mi sí lo fue, pero es que quiero mantener tu amistad.

- Ya lo sé, por eso consentiré a tus hijos cuando nazcan. ¿Has considerado una relación de poligamia? - dijo luego se marchó de ahí cambiando el tema y dirigiéndose ahora con Genda, Akane quedó perpleja y callaría lo que pensaba Sakuma para que no hubiese un cadáver esta noche.

Cuando los Kidou llegaron a casa, junto a Tsunami, Touko y la pequeña Kiyomi, los dos nuevos integrantes se sorprendieron por el tamaño de su nuevo hogar, los sirvientes que daban la bienvenida y el interior muy elegante, las mascotas.

- Bienvenidos. – dijo el mayordomo. – Ya hemos preparado la habitación de los niños.

- Perfecto. - dijo Kidou luego pidió que todos fuesen arriba para mostrarles donde dormirían.

Al abrir la puerta los niños se maravillaron de todas las cosas que tendrían de ahora en adelante, Masao se volteó y agradeció a sus nuevos padres todo lo que habían hecho por ellos. Anzu guio a Kiyomi hasta la casa de muñecas para jugar un rato.

Yuka se quedaría ahí un rato, Los otros bajaron ya que Kiyoko tenía que tomar un pequeño baño, Tsunami comenzó a hablar sobre lo del género del bebé. - Fallamos en adivinar, estaba seguro de que sería una niña.

- Yo igual, pero bueno estoy feliz de igual forma, tendré un hijo que supongo será igual a mí.

- Y bueno tal vez mi hija y tu hijo lleguen a tener algo en el futuro.

- ¿No te preocupa entregar a tu hija así?

- Confío que lo eduquen con valores.

Touko bañaba a su hija mientras ellos hablaban del futuro, giró un poco su cabeza y dijo. – No se ponen a pensar que habrá otra niña que nacerá pronto. Tal vez sus padres piensen lo mismo, después de todo Los Shindo tienen cercanía con ustedes.

- O que tal que a tu hijo no le gusten las chicas. – comenta Tsunami. - Solo es una probabilidad, también lo he pensado de mi hija y si tal fuera el caso espero que sea feliz.

Kidou estaba pensando, no le molestaba. - No sé, solo quiero que sea un hombre de bien.

Cuando hubieron pasado varias horas y llegó el momento de dormir, Yuka se había sentado en el sofá abrazando a los niños, Kidou estaba con Anzu, Touko estaba sentada comiendo palomitas de maíz mientras Jousuke contaba leyendas y asustaba a todos menos a Yuuto ya que nunca se asustaba y Touko que mostraba interés en saber la continuación.

Cuando hubo terminado, Tusnami sonrió y se disculpó por asustar a Yuka. – Son solo leyendas.

- Descuida, me gusta sentir miedo, antes me desmayaría, pero desarrollé un gusto extraño por ver videos de terror para conciliar el sueño.

- Vaya si que eres única, bueno al menos eso pienso. - terminó Tsunami.

Yuka fue con los pequeños para acostarlos y desearles una buena noche, besó la frente de cada uno y los abrigó, Yuuto de igual forma lo hizo, luego fueron con Anzu para desearle una buena noche.

En casa Akane estaba viendo la habitación que sería para su hija, Shindo propuso un rosa pastel, pero Akane dijo que quería celeste. – Es que es un color tan delicado, tan calmo y puro como el cielo. – Takuto la abrazó.

- Lo que tu pidas se hará mi amor. Ahora ¿porqué Sakuma te besó numerosas veces en la fiesta?

- Amor no seas celoso, solo tengo ojos para ti.

- Ojos para mí y tengo que compartir a la mujer que amo con otras personas.

- Ellos saben que tienen un límite, pero yo no me involucraría con otro hombre que no fueses tú. – Akane lo acalla con un beso en los labios.

Yuzuki a la media noche se levantó de la cama mirando no despertar a su marido, de su mesita de noche saca un cofre y saca hilo rojo, empieza a hacer pequeños nudos mientras recitaba unas frases, seis nudos en específicos, luego de eso lo ocultó todo y volvió a descansar.

El tiempo iba transcurriendo, en ese lapso Akane siempre sentía que le faltaba aire, se le hinchaban los pies y su bebé dentro se movía con fuerza, algunas noches no podía conciliar el sueño, en su examen ecográfico se reveló que la bebé tenía el cordón umbilical alrededor del cuello. Eso hizo que la pareja sintiera un terror inmenso de que en el poco tiempo que quedaba la niña falleciera.

El embarazo de Akane no era sencillo de llevar ahora sabiendo que tenían altas probabilidades de que no llegara a término, tomó una decisión algo difícil para descansar e intentar llevarlo con calma, salirse de su último año de universidad.

- No es algo fácil, quería terminar y graduarme, pero es que prefiero la vida de mi hija antes que todo. – Dijo entre lágrimas.

- Tranquila, siempre tendrán mi apoyo y todo el cuidado que necesites. – dijo Yuka mientras le daba un vaso de jugo.

- Lo sé, por eso me quedaré contigo hasta que tenga mi bebé. Takuto tiene que trabajar y me quedo sola si se llega a romper la fuente.

A Shindo se le invitó a ser huésped para que no estuviera lejos de Akane, algunas veces tenía la visita de sus amigos que siempre estaban preocupados por ella y la bebé, Sakuma se encargaba de hacerle compañía, era época invernal así que Akane se ponía a tejer tranquila en su habitación siempre pendiente de su hija, la madre de ella iba constantemente para ayudarla en lo que necesitara.

Se acercaban las festividades, la nieve caía, Akane se sentó junto a la ventana y miró a través del cristal el manto blanco de nieve que cubría el suelo. Shindo se acercó y colocó una manta sobre sus hombros y besó su mejilla cálidamente.

-Akane, mañana tengo una presentación con mis alumnos ¿quisieras venir? Ya les he dicho a los Kidou y están encantados en poder asistir al recital navideño.

- Claro amor, escogeré un bello vestido para mañana.

Shindo se arrodillo y acarició la pancita de su esposa y recostó su cabeza para hablarle a su hija, podía sentir que la bebé se movía con fuerza.

La mansión ya estaba decorada para Navidad, los menores estaban mirando cuales serían sus obsequios, Kidou como cada año había hecho donaciones a diferentes orfanatos, quizás el siguiente año los vestiría de elfos ayudantes de Santa para repartir obsequios en las plazas, este año su esposa estaba esperando a su primer hijo y no quería que nada le pasara como hace unos meses en que creyó que todo estaba perdido, pero para fortuna su hijo se mantuvo fuerte.

El día 24 de diciembre, Akane estaba sentada en el sofá de la mansión tejiendo un hermoso abrigo, aún faltaba ya que espera a su hija para principios de enero. Yuka se sentó con algo de dificultad a su lado.

- Como pesa y aún falta unos meses. – dijo Yuka suspirando mientras se acomodaba para tomar un poco de chocolate caliente.

- Yo espero que mi bebé esté bien, me preocupa su salud y la mía, algunas veces me quedo sin aire y siento mareos, es horrible y pienso que a mi bebé le pasa igual.

- Tranquila, a tu hija no le pasará nada.

- Eso espero. – Akane comenzó a sobar su espalda ya que sentía algo de dolor. - desde la madrugada he tenido este dolor y ha ido en aumento, pensé que se pasaría, pero no.

- ¿Por qué no dijiste nada? Hubiésemos ido al médico más temprano.

- Estoy que me falta el aire de nuevo.

La peli ceniza tenía dificultad para respirar estaba agitada y el dolor iba en aumento, al intentar pararse nota como bajaba agua por sus piernas haciendo que la otra abriera los ojos y gritara llamando a su esposo y al personal.

- ¡¿Qué ocurre?! – dijo el castaño, a su vez los niños decidieron venir a ver que pasaba y una de las mucamas se los llevó a otro sitio.

- Mi amor, creo que Akane va a tener al bebé.

Kidou entró en pánico ya que no sabía qué hacer, primeramente. La mucama tenía en sus manos la maleta preparada para la chica, el mayordomo el teléfono y el chofer fue avisado para que estuviese listo el auto, Akane trató de mantenerse firme en todo momento y no demostrar su miedo a lo que pasaba, Yuka se levantó y la ayudó junto a Kidou para llegar al auto.

Los niños estaban felices. - tendremos a una nueva amiga o una prima, es que mamá y Akane-chi son como hermanas. – comenta Anzu.

- Tal vez tendrán una media hermana. – comenta la mucama ya que llevaba tiempo en la mansión y sabía demasiados secretos. Los tres la miraron- No me hagan caso. Con permiso.

Camino al hospital Kidou hizo una llamada para que cuando llegaran tuviesen preparados para recibirla. Yuka intentaba localizar a Shindo pero este lo tenía apagado.

- Será inútil por ahora, tenía cosas que hacer para hoy en la noche.

- No digas nada, solo respira. - Yuka sostenía su mano y secaba su frente, pero como siempre era demasiada la fuerza que una embarazada ejercía y terminaba por desfallecer al sentir dolor en su mano.

- Lo siento, es que duele demasiado.

- Me enteraré el día que dé a luz. - respondió Yuka mientras veía su mano.

Al llegar la recibieron y fue llevada a sala de maternidad, Kidou se encargó del papeleo, Akane fue preparada en cuanto estuvo en cama, entró un doctor.

- ¿Papá?

- Hola cielo, atenderé a tu amiga hasta que llegue su doctor que acaban de llamar ya que tenía otro asunto que atender. Haré los estudios necesarios.

- Es bueno ser atendida por mi suegro. – dijo Akane, Yuka intentó que guardase silencio, el hombre giró la cabeza, su rostro mostraba algo de confusión. – Digo que Kidou tiene un buen suegro.

Yuka dejó que hicieran los análisis y que la prepararan así que salió para llamar a sus amigas, Sakuma llamó a casa de Kidou para preguntar por ella, pero dijeron que no estaba, así que dejó caer la taza de té que estaba bebiendo y cerró el teléfono sin que el mayordomo pudiese decir algo más de información.

- Akane está de parto…- Se levantó y casi se resbala, pero logró componerse. – Genda, iré al hospital. - Tomó su abrigo y las llaves del auto para ir.

Los padre de Akane llegaron a verla, Midori estaba en su trabajo y solo podía chatearse con Yuka y Aoi para estar al tanto de todo ya que más tarde irían al hospital.

Akane estaba cada vez más próxima a dar a luz, ahora estaba su doctor con el equipo Yuka ya había dejado varios mensajes de voz, Sakuma estaba ahí ahora en la habitación.

- Jiro, te agradezco por venir, mi marido aún no se da cuenta de estoy casi que doy a luz. Tengo la esperanza de que se entere que va a ser papá hoy.

- Descuida, aún hay tiempo y es víspera de navidad, un milagro sucederá.

La sala casi se estaba llenando Akane estaba casi lista así que Yuka tuvo una idea a ultimo momento, solo chasqueó sus dedos. Shindo se encontraba saliendo de la escuela de música directo para tomar el metro y llegar a tiempo para arreglarse, su móvil se prendió y empezaron a sonar los mensajes, extrañado ya que estaba seguro de que su móvil hasta ese momento estaba apagado, lo miró y no sabía si sentir angustia por los cientos de mensajes de Yuka y de alguno de sus amigos, escuchó uno tras otro y de inmediato cambió su camino al hospital.

Akane ya había ingresado a dar a luz, el dolor era intenso, dejaba escapar lágrimas desesperada porque quería que su esposo estuviera en ese momento tan importante, estaba dándolo todo, pero en ese momento su presión iba bajando. Los doctores y auxiliares empezaron a luchar por ella y que se mantuviera despierta y no desfalleciera en el intento.

Shindo llegó corriendo por la acera del hospital, entró tratando de recuperarse, luego preguntó por ella, le dijeron que estaba en sala de parto, al llegar se encontró con todos ahí esperando, justo una enfermera sale y lo hace pasar.

- Por favor póngase esto y entre con ella.

En lo que se iba poniendo la ropa adecuada para estar con Akane preguntó por ella. La habían estabilizado. Una vez dentro la vio rodeada.

- No creo poder resis…tir. – dijo entre lágrimas ya que estaba cansada de tanto pujar.

El se acercó, tomó su mano a la vez que besaba su frente. – Mi amor ya estoy aquí.

- Cariño, por fin, pero es que me está costando demasiado.

- Señora un poco más. – dijo el doctor.

Akane al cabo de unos minutos dio a luz a su hija, desenredaron el cordón umbilical de la niña, el doctor le dio palmadas para que sus pulmones empezaran a expandirse y por fin se escuchó el llanto tanto dentro de la sala y fuera.

- Lo hiciste bien mi amor.

- Si… Pero cuida de ella…- fue lo ultimo que dijo Akane, Shindo al verla desfallecer en sus brazos recurre a pedir ayuda. Rápidamente se encargan de ella y el va a ver a su pequeña.

Una enfermera se acerca y dice. – Su esposa es fuerte, solo se ha desmayado debido al agotamiento extremo. Felicidades por su hija.

Suspiró de alivio ya que Akane estaba viva y cuando despertara conocería a su hija.

Akane abrió los ojos y se vio rodeada de obsequios y flores en toda la habitación, Takuto estaba esperando a que ella abriera los ojos y al ver que ya estaba consciente la besó dulcemente.

- Amor… pensé que me había ido, no imaginas lo difícil que fue.

- Lo sé solo te desmayaste, pero estás aquí mi amor, mi tesoro.

- ¿Y la niña?

- Ya la traerán, está en los cuneros, le he puesto Kimi, como querías.

Al rato la habitación se llenó de sus amistades que venían a felicitarlos a ambos, la enfermera dejó a la pequeña en brazos de su madre. – No puedo creer que soy mamá y esta es mi pequeña.

- Akane, que linda es. Muero por cargar a mi sobrina. - dijo Midori.

Aoi tomó fotos, Sakuma había comprado varios regalos. – Creo que mi presencia en su casa será mucho más común de lo que creen.

- Ah no. – respondió Shindo.

- Claro que sí.

Yuka se acercó. – Akane supongo que es difícil. Tengo Miedo.

- Descuida, después de todo lo que pasé veo las cosas de manera diferente ahora teniendo a mi pequeña en brazos. Pero prepárate es un dolor muy fuerte.

Kidou se acercó. – No me la asustes.

Akane solo sonrió, los abuelos tanto maternos como paternos estaban ahí, solo que el señor Shindo no estaba en la habitación compartiendo con el resto y anteriormente había conocido a su nieta antes de que Akane despertara.

Midori sostuvo a Kimi y luego Aoi, Akane pasaría Navidad en el hospital y los siguientes días hasta que tuviese salida.

Los mese que quedaban toda la familia Kidou estaba reunida para pasar tiempo con todos los niños, Yuzuki observando a la feliz Yuka con sus mascotas sentía rabia, enojo y fastidio de aquella sonrisa, como se quedarían a dormir, ella aprovechó y cuando todos dormía viendo que relámpago no sabía que hacer más allá de estar en una casa seguro lo echó a la calle por la noche el gato sintió el mundo inmenso, no sabía a donde ir y solo siguió.

Era de mañana cuando Yuka despertó antes de Yuuto, solo que en la pieza no estaba Relámpago, lo llamó, pero fue inútil solo estaba Motita, la puerta estaba semi abierta. Así que supuso que habría salido a comer.

Yuuto despertó. - ¿pasa algo?

- No, pero me parece extraño que Relámpago no esté. ¿Dejaste la puerta abierta anoche?

- Me aseguré de cerrarla ¿por qué?

- Es que estaba media abierta.

- Es extraño, estoy seguro.

Ambos decidieron bajar ya que habían escuchado que tocaban el timbre muy temprano, cuando bajaban las escaleras ambos estaban curiosos por el hombre que pasaba a la casa con algo entre las manos.

- He venido porque en su placa decía la dirección, pero no coincidía con esta Mansión así que supongo que ha de ser de algún familiar de los Kidou. Pobre no tuvo suerte.

Tanto Yuka como Yuuto abrieron los ojos, el de rastas se apresuró y bajó más rápido, descubrió las sábanas y vio el cuerpo de su gato, devastado y en shock lo volvió a cubrir para que Yuka no lo viese, al llegar Yuka él solo la abrazó y la alejó para que no viese, ella solo se aferró de él y lloró.

- Dime ¿Por qué? - la voz de Yuka se quebró. – Aún no era su tiempo… Re…lámpago.

- No sé cómo ha podido suceder. – Yuuto la seguía reconfortando, los demás al escuchar bajaron a ver que ocurría. Yuzuki sonreía pues ya sabía que un gato indefenso como era este no sobreviviría y menos siendo mayor ya que no tendría la agilidad de un gato joven.

Los niños al enterarse de igual forma se echaron a llorar, Yuzuki reía internamente viendo el dolor que tenían, se alimentaba de ello. Hasta que Yuka experimentó dolores en ese momento, su alegría de ese momento fue desapareciendo ya que si nacía este bebé su trabajo no había funcionado, solo esperaba que naciera sin vida.

Los sirvientes se encargaron del gato, el señor Kidou se llevó a sus nietos con él y Yuuto tomó en brazos a Yuka para subir.

- Yuuto puedo… subir… aún no es seguro. – dijo entre sollozos.

- No dejaré que nada te pase.

Al tocar suelo Yuka fue al baño a arreglarse, Kidou sacó la maleta del armario y la dejó lista, solo fue cuestión de minutos para vestirse, Yuka se terminaba de lavar el rostro cuando se le rompió la fuente y lo llamó, él entró preocupado.

- Te lo dije.

- Lo de relámpago hizo que se me adelantara el parto. Ahora si tengo miedo.

- Bien, calmada.

- Yuuto ¿Qué haremos? Con lo de relámpago.

- No pienses en ello y ya nos vamos al hospital.

En un rato ella abrazó a sus tres pequeños. – No lloren, el está en un mejor sitio. Ahora me iré a tener a su hermanito, los amo.

- Mami, cuando nazca iremos a conocerlo. – dijo Anzu entre lágrimas.

Todo fue tan deprisa que Kidou optó por no decir nada aún hasta que el niño naciera, ella iba sintiendo las contracciones y trataba de respirar y estar calmada, no había llegado a ese punto y estaba nerviosa.

Estaba acostada, las enfermeras se encargaron de monitorearla, el doctor ya estaba revisando para ver si estaba dilatada, pasó un tiempo ella sentía más y más contracciones.

- ¿Como te sientes?

- Pues… duele… y me duele que mi gato ya no esté.

- A mí también me duele, te juro que la persona que estuvo involucrada con que nuestro Relámpago se saliera de casa lo pagará caro.

Yuka tomó la mano de Yuuto y la apretó fuerte haciendo que se quejara. No encontraba una postura cómoda. – ¡Quiero que esto termine!

No pasó mucho cuando en maternidad se escuchó el llanto del pequeño, Kidou sonrió al ver a su hijo. – Yuka querida mía, tenemos un hijo, nuestro pequeño.

Ella solo asintió y empezó a llorar de alegría, después de que lo limpiaron y revisaron se lo entregaron a ella, ambos solo lo veían ya que estaba más calmado.

- Hijo mío, no sabes cuánto hemos esperado por ti estos meses. – dijo Yuka suavemente, Kidou sacó el móvil para tomar fotos.

Al rato ya estaba en la habitación, Yuuto miraba por la ventana. – Tenemos visitas, pronto vendrán a conocerlo. – Kidou caminó hasta donde estaba Yuka recostada y le entregó al bebé.

- Takeshi, ven con mamá. - ella lo sostiene. – está tan calmadito que supongo yo que cuando vaya con nosotros a casa no parará de llorar.

- Así son todos, pero después de años de intentarlo por fin logramos que este llegara al mundo.

- Tendría a otros hermanos, pero los perdí.

Yuuto la besó y trató de consolar, ahora estaban Takeshi, Anzu, Masao y Kiyomi.

Sakuma desesperado entró a la habitación, seguido de Genda, de inmediato se sonrojó al ver el pequeño rostro del niño ya que era muy tierno, lo tomó en brazos.

- Es un pequeño y hermoso pingüino. Seguro llegará a ser como tú Kidou.

- Ya lo veremos.

Haruna y Tachimukai fueron a conocer a su sobrino, ella estaba muy alegre como todos los que iban llegando.

- Felicidades hermano, Yuka, por su nuevo hijo. Es tan pequeño y encantador.

Las visitas se hicieron a lo largo de la tarde, los niños llegaron a conocer a su hermano, ya estaba en los cuneros así que tras el cristal una enfermera lo levantó y los tres pudieron conocerlo, Kidou sostenía a Kiyomi.

- Jugará al futbol con ustedes cuando sea mayor.

-Yo le enseño, a ver si chuta gol como yo. – dijo Masao.

- A no ser que haya salido algo torpe a tu madre, porque en ese caso lo veo difícil.

Al pasar los días, ella salió el hospital en compañía de Yuuto, llevaba en sus brazos a Takeshi bien abrigado ya que hacía frío aquella mañana y el aire acondicionado del auto estaría encendido así que necesitaba calor.

Cuando llegaron a casa les esperaban para darles la enhorabuena todos, los presentes se acercaron a verlo, pero con tantas personas cerca Takeshi infló las mejillas eso hizo que los demás se enternecieran, Yuka y Yuuto ya sabían el carácter que tendría.

Kiyomi pidió muy feliz tomarlo en brazos, se sentó en el sofá y Yuka se lo entregó de inmediato el niño empezó a llorar asustando a su hermana. - Se rompió. – dijo inocente la pequeña.

Shindo felicitó a Kidou. – Felicitaciones. – dijo mientras estaba descansando en el sofá.

- Gracias y ¿qué se siente?

- Pues mi hija no deja dormir en la noche, no sé cómo he sobrevivido estos meses.

- Tiene a quien salir… - dijo Kidou ya que conocía perfectamente al joven y seguramente había heredado su sensibilidad a la pequeña.

Tenma en ese momento pasó mofándose un poco ya que Kaori era mucho más tranquila ahora que tenía dos años y Aoi le había estado enseñando a comportarse. Akane a pesar de todo el trabajo que le estaba costando lucía fresca y alegre con su princesa.

Midori estaba encantada con las mejillas del niño, con su dedo hundía la mejilla suavemente. – Pero que mejillitas tan llenas, es muy lindo.

- Pues sacó las mejillas de su padre, siempre amé las de Yuuto.

- Si, pero no puedo tocarlas, me conformo con Takeshi.

Yuka dejó al niño en la cuna que tenían en la sala, así todos fueron a verlo mientras inflaba las mejillas.

- ¡Que carácter! - dijo Natsumi ya que no sabía de quien lo había heredado.

Fudo se acerca y comenta. – Los dos progenitores tienen unos caracteres algo jodidos. - ante el comentario ambos lo voltean a ver enojados. - ¿Lo ven? No miento.

Akane fue a la cuna. – espero Kimi y tu sean buenos amigos, aunque espero sean algo más. – dijo Akane mientras sonreía y pensaba en un futuro.

Sakuma se aproximó a Yuka- debo de admitir que pensé que el bebé no sería lindo, ya que tus rasgos no son agraciados, pero me equivoqué.

- Bueno el niño se parece más a Yuuto, será por eso por lo que es más lindo ¿no lo crees?

- Al menos hiciste que sus ojos fuesen más grandes.

- Sakuma dame un abrazo. – pide Yuka, pero él se niega y sale corriendo pero ella va tras él.

Haruna abraza a sus sobrinos. – Chicos voy a tomarles unas fotos con su nuevo hermanito.

Anzu con la ayuda de su tía toma al bebé y se va a sentar con Masao y Kiyomi a su lado, en ese momento cuando Haruna iba a tomar la foto el niño comenzó a llorar y estos se asustaron, dando como resultado una primera foto algo especial.


Si estás leyendo esto espero que hayas tenido una hermosa navidad.

El 24 y 25 fui el Grinch alm, ese día estaba malhumorada, justo tenía que venir la visita del... bueno.

Por fin termino esta historia, no es el mejor final como quería pero ya le haré algunos cambios luego.

Últimamente me he sentido algo inútil y deprimida, no puedo hacer nada bien y quiero desaparecer espero salir de esto pronto.

Respecto a la portada la hice antes de que me animara a agregar dos nuevos niños a la familia.

Los nombres de Kimi y Takeshi en eur son, Kimberly y Tristán, no los escogí yo, los escogieron mis personajes del juego de Tomodachi life, cree a los de IEGo y ya ellos decidieron y yo solo busqué algo similar.

Para no cansarlos más espero que tengan un feliz y prospero año 2020.

Gracias por leer.