SOLTAR

Aun ni siquiera anochecía y yo ya había hecho mis maletas y las reservas pertinentes. No esperaría un minuto más.

Tome el último vuelto y… llegue por la mañana… Al salir a la calle para tomar un taxi, el aire pesado me cayó de lleno en la cara. El ambiente se sentía muy bochornoso y pesado. Afortunadamente el taxi apareció pronto y le pedí que me llevara al hotel en el que sabía Naruto se encontraba.

Con un pie dentro del mismo me di cuenta que conseguir una habitación sería difícil. Estaba a reventar. Pronto mi mirada se fijó en un chico de cabello blanco, casi acuoso que reía a carcajadas con una pelirroja. Estaba salvada. Encontraría a Naruto más pronto de lo que esperaba.

Camine hacia ellos a toda prisa. Me urgía llegar a donde él estaba para por fin hundirme en su pecho y respirar su aroma tan particular. Lo extrañaba tanto, era una tonta completamente. ¿Cómo demonios pensé en…?

Me quede helada cuando toque el hombro de la chica, que según yo era Karin…

—¿Sí? —Unos ojos hermosos, en los que competía el azul y el verde por prevalecer me miraron con confusión.

Se me fue por completo la capacidad del habla. ¿Qué hacía ella ahí? Mi respiración se volvió anormal y pesada. Aunque eso podría ser al bochornoso calor del que estaba cargado el ambiente de ese lugar.

—¡Hola! —Un sonriente Suigetsu me regreso al presente. —¡Oye! Te conozco. Sé que sí. —Su sonrisa afilada y divertida. —Pero no recuerdo tu nombre. —Se encogió de hombros y rio.

Yo aún no sabía que rayos contestar. Regrese mi vista a la pelirroja. En sus ojos brillo algo… Sabía quién era, lo había comprendido y ahora ahí estábamos las dos sin saber cómo actuar.

El alvino carraspeo. —¿Entonces tu nombre es…?

—Hinata… —No, no lo dije yo, sino ella.

—¡Oh Hinata! —Canturreo Suigetsu mientras reía. —¿Y de dónde nos conocemos? —Pregunto confundido aún, pero incómodo. Supongo que la gravedad era más fuerte en ese sitio.

—Es novia de Naruto. —Volvió a decir ella. Su rostro impermeable.

—¡Oh sí!… —Hablo con entusiasmo de nuevo el chico de los ojos veletas. —Oh… —giro su rostro a Amaru, supongo que notando su desfachatez al emocionarse por mi presencia.

Mi voz seguía sin dignarse a parecer. —¿Lo estás buscando? —Me pregunto, su voz seria, fuerte, plana.

Mi lengua se asomó un poco para mojar mis labios resecos. Pero mi boca no soltó palabra alguna.

—Yo te llevare a donde está. De hecho tengo que ver a Karin pronto. —Dijo el alvino mirando su reloj.

Casi respiro con alivio, pero la pelirroja hablo de nuevo. —No, déjame acompañarla a mí…

Oh, oh…

Suigetsu, no muy convencido asintió.

—Vamos… —Dijo Amaru. Camino delante de mí y yo, con algo de temor, mire al que tenía una «no relación» con Karin… "Si no vuelvo en tres horas ve a buscarme". Eso puede haber dicho…

Pronto me di cuenta de que la pelirroja no me llevo a donde estaba Naruto. Llegamos a un salón apartado y solo. Camino con tranquilidad hasta un conjunto de sillones. Se sentó y señalo con su barbilla un sillón frente a ella.

Me acerque…

Me miro con tanto detenimiento que claramente podía sentir su mirada atravesándome.

—¿A qué viniste? —Soltó de pronto.

De todas las preguntas que me podía hacer, esa era la que menos esperaba.

—A ver a Naruto. —Mi voz varios tonos más abajo que la de ella.

Sonrió burlona. —¿De verdad? —Ok, claramente entendí el sarcasmo.

Mis ojos le dedicaron una mirada recelosa.

—Lo reformulare. —Saco su celular del bolcillo checando algo… Regreso su mirada a mí y volvió a hablar. —Casi puedo decir que he crecido con Naruto. Cuando inicio su entrenamiento, sus competencias, sus sueños en el motocross, todo este tiempo he estado ahí a su lado. Lo conozco bien. Nunca dice nada que no piense y cumple sus promesas a como dé lugar. Nuestra relación casi siempre fue fraternal… —Inclino su cuello y con su mano derecha lo rasco un poco. —Bueno… al menos por el lado de él era fraternal. Siempre se metía de lleno en los entrenamientos, nunca miraba a ninguna chica… Yo di el primer paso… yo lo bese… yo le pedí una oportunidad… y me la dio.

»Sus entrenamientos eran muchos y variados, los míos también, no teníamos la convivencia más romántica del mundo. Siempre pensé que la camaradería era algo con lo que funcionábamos perfectamente. Podíamos hablar de todo, reír, correr, jugar, entrenar juntos… ¿Qué demonios podía hacerme falta? —Me miro enojada. —¿Eh? ¿Alguna idea?

Negué con la cabeza mirándola con precaución. En cualquier momento podía saltarme al cuello. Sus ojos echaban chispas.

Sonrió de lado. Casi podía leer su pensamiento. "Niña estúpida"… —Él no me ama. —Le costó trabajo decirlo. —Y aunque aun no entiendo la razón, he aceptado que te ama a ti.

»Entiendo que Kiba hablo de más. Entiendo que mi primo puede ser un perfecto idiota cuando quiere. También puedo entender que también este enamorado de ti… Tal vez es un virus común. —Dijo con desdén. —Lo que no entiendo es, como puedes ser tan idiota para dejar a Uzumaki en pausa, más de dos semanas. ¿No sabes todo lo que vale ese hombre? ¿No entiendes lo maravilloso que es que él te esté dando su corazón?

»¿Qué demonios haces aquí? —elevo su voz de nuevo. —Vienes a ver a Naruto… —Hizo una voz aguda, lo que supongo era su interpretación de mi voz. —¿Pero para qué?

Claramente no le gustaba mi visita. Definitivamente estaba enamorada de él. Era una chica ruda pero muy bella. La ferocidad de su mirada me afectaba en serio. Pero mirándola en ese momento entendí de lo que hablaba Ino. Seguro si Shikamaru saliera dañado por esa nueva chica, la Yamanaka haría que ardiera Troya. —Vine a pedirle una oportunidad más. —Solté. No creía que debiera darle explicaciones a ella, pero era un hecho que no me dejaría salir de ahí hasta estar satisfecha.

—¡Qué bien! —Se rio. —¡Genial! ¿Ahora es mi turno de deserte felicidad y amor a su lado para siempre?

No, no creía que fuera su turno de desearme felicidad a lado del chico que amaba. —No.

Suspiro. —Vale pues… Quiero que sepas que yo no voy a desaparecer de su vida. —No sonaba a una amenaza, pero si me lo estaba advirtiendo. —Déjalo solo una semana más y te aseguro que hare por que sea mío.

No supe que responder a eso. ¿Ustedes si?

—Supongo que Kiba está totalmente fuera de tu canal ¿no?

Asentí.

—Bueno… yo te diré un par de cosas por él. Cosas de las que… te quería "proteger" —emulo comillas con sus dedos cuando dijo «proteger» —Naruto. Tómalo como mi retribución por romperme el corazón indirectamente.

Espere paciente lo que diría. ¿Qué podría ser?

—Toneri no te amo nunca.

¿Qué?

—Su abuelo lo obligo a salir contigo, para conseguir una alianza con la empresa de tu padre, por eso te dieron el trabajo tan fácilmente… oww ¿tu creía que era por tu capacidad y eficiencia? Eso es muy dulce de tu parte… —Sonrió. —Kiba lo supo gracias a su oficio de mensajero. Aun ahora el tipo te quiere recuperar por la insistencia del anciano. ¿Supongo que tu corazón no se está rompiendo de nuevo cierto?

Lentamente se levantó de su asiento y se fue. Dejándome sola.

No. La respuesta era: NO. Mi corazón no se estaba rompiendo por enterarme de aquello. Aunque claro que el sentimiento de enojo era difícil de erradicar. Pero no estaba molesta con Toneri, estaba molesta conmigo… todas las señales estaban ahí… todas… En verdad me había pasado de inocente. Había pecado de tonta. En extremo tonta.

—¡Hinata! —La puerta del salón fue abierta con agresividad. Gire mi rostro y ahí estaba.

Su cara de pánico y su rostro sudorosa, no evitaban que siguiera siendo el chico más guapo que había visto en mi vida. De pronto recordé de nuevo las palabras de Amaru. « Cosas de las que… te quería "proteger" Naruto.» Con todo lo que había pasado en mi vida, ese niño estaba luchaba por protegerme de esa noticia.

Me levante y corrí a sus brazos. —Perdóname.

El me recibió y arropo en los suyos como siempre, sin rechistar. —¿De qué hablas? —Se escuchaba confundido.

—Te amo, no quiero estar ni un minuto más sin ti.

Se sonrojo un poco y rio un tanto nervioso. Levante la vista y ahí estaban Karin y Suigetsu. Supongo que este último le había avisado mi arribo. Me abrazo de nuevo. —Gracias. Yo también te amo.

Escuche como entre risas y coqueteos su prima y el «no» novio de la misma nos dejaban solos.

Me beso la coronilla y eleve mi rostro para que no solo ella se quedara con los beneficios de ser tocada por los labios hermosos de Naruto.

Lo amaba. No quería dejar de escuchar jamás su risa. Nunca había deseado tanto algo como ahora. Mirando sus hermosos ojos. Desee que esos ojos azules, esos ojos lindos de mirada coqueta, divertida y profunda me miraran para siempre. No quería vivir ni un solo día sin su risa, su hiperactividad, su olor, sus besos…

Se separó de mí un poquito y me sonrió.

—Esto quiere decir… ¿Qué volvemos a ser novios? —Me pregunto de nueva cuenta.

—Nunca dejamos de serlo. —Le dije feliz abrazándolo fuerte y besando sus labios una vez más…

Ahora si no había vuelta atrás. Adiós Toneri, adiós Kiba, adiós Amaru… Su corazón entendía a la perfección al mío tan complicado. No necesitaba más.

Afuera amores baratos. Solo necesitaba que este amor bueno y dulce fuera eterno, me haría cargo de hacerlo posible.

| F I N |

¡Hola!

Ya sé... tal vez no les convenció el final... A mi si un poquito. Pensé en hacer un enfrentamiento nuevo con Toneri, pero para ser sincera ya me caía gordo, solo jugaba con Hinata inche culey.

En fin. Termina ya este FF, lo que es bueno, porque yo solo quería que Hinata fuera feliz y que su corazón fuera enmendado por Naruto. Que viera las cosas buenas de la vida y no las tristes. Y quien mejor para iluminar su existencia que alguien como Naruto ¿no? Aunque no me gusto lo que paso con Ino :(

Muchas gracias por pasar por aquí a leer. Espero escribir antes de que termine el año, actualizar "Más que un problema de faldas", pero en caso de que no sea posible. Les envío un abrazo sincero a todos. Felices fiestas. Pásenla bonito y en Enero nos volvemos a leer.

Janis