Fic

Padres Solteros

Por Mayra Exitosa

Capítulo III

Un Vaquero

Los días pasaban, se ambientaban y acostumbraban a Candy y su pequeña, algunos sospechaban que había algo entre William y la enfermera. Niel era el más interesado en saber, pues ahora no faltaba todos los fines de semana en casa, quería ver con cuál de todos se quedaría y… si todavía tenía posibilidades. Total una más para su harem no estaría mal.

Una tarde, tocaban a la puerta, era viernes, solo estaban Albert y Anthony, con todos los pequeños en casa, al abrir Tom se presentaba con Albert

- Buenas noches, busco a Candy y a mi hija, Clarita. Un hombre vaquero, delgado alto corpulento con jeans, camisa a cuadros y bien parecido entraba por la puerta, de altura poco más bajo que Albert pero bastante fuerte, se notaba de manos callosas al saludar al propietario.

- Candy no ha llegado, ¿Usted es, el Padre de Clarita?

Clarita que había escuchado su voz, gritaba corriendo a sus brazos.

- ¡Papi!

Los niños de inmediato giraron sus cabecitas al verlo entrar, Anthony se ponía de pie, al verlo con una valija en la espalda y aun así abrazar a Clarita quien lloraba diciéndole lo mucho que lo extrañaba - Te tardas más en venir, nos corrieron de nuestra casa, ahora vivimos aquí.

- ¡Mi vida! Papi te compro un rancho y es tuyo, mi cielo, tu mami que no quiere ir a vivir allá, pero sabes, compraré algo aquí para que vivan ustedes ¿Quieres? Así ya no pagaran renta.

- Ven deja te presento a mis amigos y a mi bebita

- ¿Tu bebita?

- Si tengo una hermana chiquita que me quiere mucho y es mi bebita, Leslie. Anthony se acercaba con Leslie sonriente y se presentaban

- Mucho gusto, Anthony Brown, ella es mi hija Leslie.

- Tom Stevens. Un placer. Candy me contó que estaban viviendo aquí, gracias a… William Andrew. Albert que estaba aun sorprendido y sin palabras, comentaba,

- Si, soy yo, William Albert Andrew.

- Muchas gracias por ayudar a mis chicas.

Stear y Archie, que compartieron el auto llegaban a casa, veían a Clarita sentada en la pierna de Tom. Ya era muy tarde cuando por fin entraba Candy, a lo que Tom se levantaba y la abrazaba,

- Preciosa, te estamos esperando.

- ¡Ahí Tom! Ya dormiste a Clarita,

- Si, dice que la hija de Brown es su bebita.

- Si. Supongo que ya conoces a todos.

- Si, te estaba esperando para… darle esto a William, por la renta de la casa. Tom sacaba unas pacas de billetes y se las mostraba a Candy, a lo que ella indicaba a Albert y el vaquero, le tomaba la mano, colocándole las pacas de billetes, diciendo - Gracias, aquí esta para la renta y espero poder comprarles pronto una casa, pero al menos esta una parte por atender a mis chicas. Candy reía y preguntaba

- ¿Tus chicas? A lo que los tres hombres de los sillones giraban sus cabezas al oír la expresión de ella.

- Eres la madre de mi hija y mi esposa, si quisieras.

- Tom, jamás ha habido ni habrá nada entre nosotros, eres como un hermano. Los rostros de los cuatro hombres era de sorpresa, en el caso de Albert, de incredulidad en el caso de Anthony, el rostro de Stear era de chiste mal contado y de Archie, solo soltaba las quijadas y esperaba una aclaración en cualquier momento.

- Candy, que van a pensar los hombres de aquí.

- ¡Tom! Ellos no van a pensar nada, guarda tus comentarios y el sarcasmo, el oficio al que te dedicas hace que Clarita no pueda estar contigo, lo sabes. Ahora si me permites estoy muy cansada, buenas noches a todos.

Candy se retiraba a su habitación dejando a todos en un silencio sepulcral, viendo a Tom y esperando una aclaración, sobre todo de su oficio. Y como no había nada entre el y Candy y quedo embarazada, fue fertilización, pensaba Albert, a lo que Anthony guardaba una sonrisa porque a suerte no estaba Niel ahí para que de plano le diera una lección de conquista a todos, ahora con lo que ellos sabían de la enfermera, ni el padre de Clarita era su hombre, eso si estaba por aclararse.

Tom se quedaba con la cabeza abajo sin decir nada, tomaba la valija y se iba a despedir, cuando Albert lo detenía,

- Hay una habitación, no está muy completa, pero al menos hay una cama, ¿Reservaste en algún hotel, o ya te vas?

- Te agradecería si me rentas una habitación, así los días que este aquí, puedo estar cerca de Clarita. Archie que ya no quería irse y deseaba saber cómo estaba esa situación fue el primero en intervenir al ver que todos desconocían la situación y nadie dormiría tranquilo.

- Disculpa, ¿Tom?

- Si.

- ¿La embarazas y nunca hubo nada? ¿Cómo fue eso?

- Veo que no les ha contado. Bueno realmente la madre de Clarita… fue mi hermana, yo soy Tío de mi hija, me dieron su tutoría a medias, compartida con Candy, debido a… que soy… Stear que notaba que se quedaba sin explicar, intervenía con cara de conocedor.

- ¿Gay?

- ¡No! Soy jinete de rodeo, corro muchos riesgos y… el juez dictaminó que no era buena la vida para una bebita y… Candy era la compañera de mi hermana. Anthony pensativo preguntó

- ¿Tu hermana…?

- Falleció al dar a luz. Albert por fin intervino,

- ¿Y el padre?

- Te juro que si sé quién es, lo mato. Candy se ha negado a decirme quien es, o tal vez no lo sabe, el caso es… que no me dice quien es y… Soy responsable de ellas. Albert con media sonrisa agregaba,

- No, de Clarita, solamente. Por lo que dice Candy…

- Trate de conquistarla, pero, desde niños estuvimos juntos y… es hermosa y yo… de verdad que la quiero, no veo la posibilidad de que otro ocupe el lugar de padre de Clarita, al menos no sin dar una buena pelea, ya hubo un medicucho que me la quiso robar, pero Clarita y yo somos muy buenos para cuidar a su mami. Albert lo palmeo para indicar con una mano que lo siguiera y le daría una habitación, dejando a tres hombres mirándose uno a otro y riendo por lo que dijo Stear, a lo que Archie comentaba,

- Sería bueno mañana que llegue Niel, y vea a Tom, me encanará ver esa… ¿Pelea?

Los tres se retiraron y Candy salía de la habitación de las niñas, viendo a Anthony quien entraba para darle un beso a su hija, sonriendo amable a la bella madre, que se notaba agotada y se iba a su habitación.

El sábado amanecía y actividad para todos había, Tom movía unos lazos agitándolos entraba y salía haciendo que todos los niños estuvieran atentos, para saltar cuando le diera la instrucción. El pequeño William estaba sentado a lo lejos y Clarita al ver que Daniel, Alex y Max rodeaban a su Papá, se fue con él.

- Hola William.

- Hooo ola

- ¿No te agrada que mi mami y yo estemos en tu casa?

- ¿A mí? ¿Crees eso?

- Siempre te vas cuando me acerco y ahorita porque no me viste que… venía aquí.

- Yo… no… a mi me agrada mucho que vivas aquí… es solo que… no quiero problemas con… Daniel y Max, ellos están… peleando por tu atención.

- No lo sabía, en el salón hay más niñas y… ellos son buenos amigos.

- Pues sí, Daniel dice que… serás su novia cuando seas grande. La niña hacía una expresión de incomodidad,

- ¡Iiiuuuck! Por supuesto que no.

Como si fuera algo bueno, William sonreía, por fin Clarita y él conversaban con calma, hasta le mostraba sus libros de su grado escolar. Candy después de bañarse llegaba a la cocina y se colocaba el mandil, donde Albert ya iba más avanzado, ella como siempre, complementaba el desayuno y lo ayudaba con todo. Vio por la ventana y preguntaba,

- ¿Llegó muy temprano?

- No, durmió en la habitación del fondo, pensé que… sería bueno invitarlo, el nos explicó un poco su situación.

- ¿Su situación?

- Si, sobre cómo llegó a tener a su hija Clarita. Candy un poco incrédula preguntaba,

- ¿Y que fue exactamente lo que dijo? Estaba muy cansada y… no me retire temprano.

- Que la niña por sangre es su… sobrina y… su trabajo como jinete.

- Si. Pero, amo a Clarita como si fuera mi hija, yo…

- Lo sé, se nota y… es agradable, ¡Mira!

Albert indicaba por la ventana a Clarita con William sonriendo y jugando, a lo que Candy feliz comentaba,

- Por fin, tu hijo habla con ella. Es que Clarita hace hablar hasta las piedras si se dejan.

- Mi hijo no es serio, Candy. Creo que… se sentía un poco fuera de lugar al ver a Max y Daniel tan… detallistas, si muy serviciales con tu hija.

- Ahora lo comprendo, pensé que nos iríamos pronto, sentía que… estaba molesto por nuestra llegada.

- Pues no, el no es así. Su madre tiene mucho de no verlo.

- ¿Su madre?

- Si, nos divorciamos hace mucho tiempo y… mi hijo y yo lo pasamos mal.

- ¿la querías mucho?

- No es eso. Sino la forma en que nos separamos, ella… nos dejo…

- No tienes que explicarme nada, es solo… que tal vez, tu hijo la eche de menos.

- No lo creo, ella fue agresiva con él y…

- Como sea es su madre.

- Si, puede venir cuando quiera a verlo, pero… la custodia legal me la dejo.

- Tal vez su trabajo…

- No, ella no trabaja.

Candy se avergonzaba y ya no quiso preguntar nada al sentir un poco incomodo a Albert, movìa las cosas para ayudarlo a terminar de cocinar.


CGracias por comentar, por la espera y la paciencia, deseando avanzar y terminar los fics.

Un abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa