Notas de autor: ¿Cómo que me había inscrito en un ritual jerza y no lo había escrito! Mal, banana-sama. Mal. ¿Dónde está mi honor, basura? xD
Palabras: 499
Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, este fic participa en el ritual de iniciación Jerza del foro Cannon Island.
Se dice por ahí
Capítulo II: Las cosas saladas
No le gusta
―¿Cómo? ―Erza parpadea con curiosidad ante el rumbo de la conversación,
Cana le sonríe con maldad, mientras ve como aún tiene la cuchara en la boca. Se saborea con lo dulce y por ende, ya la tienen en sus manos.
―¿Qué si te gusta la comida salada?
―O las cosas saladas ―la albina interviene con la explicación.
Divaga un poco en los gustos.
Hay postres salados. Pero no son sus favoritos.
La comida salada. Prefiere lo nivelado.
El mar es salado y le agrada.
―No me gusta ―responde ―pero…
La morena alza una mano para silenciarla. Esta vez no se salvará, Erza siempre tiene un plan de escape, sea planeado o no, pero no caerán. Porque si lo hacen, se desviarán del objetivo principal: saber si los rumores son verídicos.
―Entonces si te gusta el valor ―afirma con convicción ―y no te gusta lo salado… ―asiente con la cabeza, no ha dicho ninguna mentira ―entonces no te gusta Jellal…
―Ssss… ¿¡Qué!? ―¿Había escuchado bien? ―¡NO! ―y pronto se da cuenta de su arrebato y el color de su cabello le queda corto al de su rostro.
Tal vez, Erza sí es temeraria.
Y algo sincera. Y un poco valiente.
―Ha dicho que no, entonces… ¡Sí le gusta! ―Mira festeja y Cana no entiende la razón de la celebración porque ese es un secreto a voces.
Suspira profundamente. ―Entonces, sí te gusta lo salado…
―Que no… ―con toda la vergüenza encima, no es capaz de intimidarla ―es decir, no me gusta la comida salada.
―¿Y Jellal?
Erza enmudece. ―¿Qu-é tiene que ver él?
―Cuando te pregunté quién era dulce, dijiste que el pastel ―responde con simpleza ―entonces asumí que Jellal es salado.
―Él es muy dulce ―balbucea confusa. Pero ella es Erza y es valiente cuando se trata de defender a sus amigos.
Mirajane y Cana se voltean a ver para sonreír con complicidad. ―¿Ya lo probaste?
Erza se pone más que roja. ―¡NO!
―Entonces no hables de lo que no has probado ―Cana levanta los hombros.
―Yo creí que te referías a que Jellal era salado por aburrido ―agrega Mirajane. Erza palidece ante la conversación ―ya sabes lo que dicen por ahí.
Asiente con la cabeza y Erza no logra entender nada, pero está confundida. ¿Qué dicen por ahí? ¿¡Qué!? ¡Ella necesita muchas respuestas y las necesita ya!
―¿Qué es lo que dicen?
―Rumores.
―Sí, solo rumores.
―¿Qué dicen los rumores? ―se siente desesperada.
―Que es aburrido en sus citas ―Mira contesta sin darle importancia ―no les hagas caso.
Algo hierve en Erza y es que si existen cosas dulces una es la que tiene sobre su plato y la otra es el chico con el que tuvo una cita a escondidas.
―¡Son mentiras! ―escupe furiosa ―¡Si sus citas son lo mejor del mundo!
Error. Erza tiembla. Su impulso la lleva a romper el tabú, a descubrir su secreto y a darle información valiosa al pueblo.
―¡AJÁ! ―Mira aplaude satisfecha ―¡Lo reconociste!
―Ya probaste a Jellal ―le sonríe ―¡Felicidades!
BURN! XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD