Notas de autor: ¿Cómo que me había inscrito en un ritual jerza y no lo había escrito! Mal, banana-sama. Mal. ¿Dónde está mi honor, basura? xD
Palabras: 499
Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, este fic participa en el ritual de iniciación Jerza del foro Cannon Island.


Se dice por ahí
Capítulo I: El valor

Le gusta


Erza es valiente. Se rumora.

A ella no le consta, a menos que se trate de reconocer que se está jugando el todo por el todo en defender a un compañero de gremio.

Y duda acerca de aquel comentario cuando se toca un asunto prohibido. El tabú del pueblo. La negativa en reconocer lo que le gusta. El que le gusta.

Erza es sincera. Se escucha por ahí.

Es cien por ciento responsable. Si promete algo, lo cumple porque lo cumple ―sea misión, apuesta o castigo―, Erza sostendrá su palabra hasta el final de su vida: no importa que todo esté en su contra, ella se mantiene firme.

Aunque, ella calla cuando se trata de reconocer algo. El pueblo lo huele, pero ella no lo afirma y ni lo niega. Solo se pone roja y guarda silencio sobre cualquier información que pueda servir para confirmar las dudas. Porque está prohibido. Es tabú. Lo niegan.

Erza es temeraria. Lo dicen.

Sus resonantes pasos lo pueden respaldar. Y su gremio también lo avala: ellos se callan para escuchar los reclamos o regaños que tiene que darle a cada uno de ellos. Es rutina y por eso, todos esperan pacientes ―y por más que pase el tiempo. Siempre. SIEMPRE. Tendrán miedo de lo que Titania pueda decirles―.

Pero todo es falso.

Una pequeña mentira que tuvo efecto de bola de nieve: se fueron sumando rumores y pruebas que contrastaban con dicha información ―aunque su reputación como maga es intachable―, pero en cuestión de reconocer su tema tabú. Prohibido para todos, incluso para ella, Erza es todo lo contrario a lo que dicen.

Erza es cobarde. Erza es mentirosa. Erza es 'sensata' ―solo si se aplica en guardar cierta información útil para el pueblo―.

―¿Te fue bien en tu misión? ―Mirajane se acerca a ofrecerle una rebanada de pastel de fresa, que sabe que es su favorita y puede hacerla hablar. Solo con eso, cede.

Porque los rumores que se dicen por ahí, añaden que la valiente, sincera y temeraria Erza se vio con cierto mago a escondidas de todos ―de los gremios de ambos―.

La pelirroja no se resiste y toma el plato con sus manos. ―Emmh, es tan dulce ―susurra. Por unos segundos todos parecen desaparecer y solo quedan ellos dos: Ella y su pastel.

Mira sonríe y voltea a ver a Cana. Es la señal para empezar el plan.

―¿Quién es dulce? ―arquea una ceja. Erza sigue disfrutando de su postre ―¿Jellal o el pastel?

Al escuchar su nombre se atraganta. Se inclina hacia delante y comienza a toser con nerviosismo. Termina con la garganta y acorralada por dos mujeres de temer,

―El pastel, obvio ―no esconde el sonrojo de sus mejillas, pero su mirada comienza a divagar en busca de otro tema de interés.

―Erza, ¿te gusta el valor? ―ella asiente ante la pregunta de Cana ―¿te gustan las personas valientes? ―cuestiona de nuevo. La pelirroja analiza la pregunta y la afirma poco después ―¿Y te gusta lo salado?


Gracias por leer.

Review, crítica y sugerencia, bienvenidos.