Espero les guste este fic, estaré actualizando muy seguido, los invito a leer. Una conmovedora historia sobre la vida de mis dos hermanos preferidos :3

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de su creador Masashi kishimoto :3

Sangre

Capítulo 1

Noche

Sasuke despertó esa cruda madrugada. Miró el arcaico reloj colgado de la pared próxima, giró la cabeza y observó a la chica desnuda junto a él, no recordó su nombre. Examinó la cama, individual, las blanquecinas sábanas empapadas en sudor y fluidos corporales, pasó una mano por el negruzco cabello revuelto, la joven junto a él, ebria, con rastros de polvo blanquecino en el rostro; murmuró algunas incoherencias y se levantó.

Con avidez, recogió su ropa, se vistió y calzó, mirándose en el espejo frente al mueble de descanso, divisó un rostro delgado, pálido, ojeras densas y ojos enrojecidos, dio un suspiro y el aroma alcohólico le llenó los pulmones. Eran las tres de la mañana.

Salió de la habitación sin decir una palabra, bajó las deplorables escaleras; con rumbo presuroso, recorrió las callejuelas, al fin recordó el nombre de aquella mujer, Karin, bastante guapa, con un precioso cabello castaño hasta los glúteos, cuerpo bien trabajado, decidió no pensar más en ella, un encuentro fugaz en medio de un tugurio, sólo eso.

Al llegar a casa, Axel notó un silencio inquietante, usualmente su hermano, Itachi, esperaba con la luz encendida, trasnochando hasta su regreso. Itachi tenía veintiséis años, Sasuke dieciocho.

El mayor era bastante guapo, siempre sonriente, la sonrisa denotando paz, alegría, amado por todo aquél que le conocía, tras los ojos azabaches, una tristeza lastimera se escondía, fachada perfecta ocultando al joven devorado por termitas del pasado. La cabellera negra, igual que Sasuke, las facciones finas y un agradable y varonil porte, medía un metro con ochenta centímetros, tan alto como el alivio que producía.

Contrario, Sasuke, un desastre, desde los quince años, su existencia giró por las innumerables borracheras, cargadas de drogas y sexo, le habían brotado ampollas producto del herpes en más de seis ocasiones. El clon de Itachi, más joven, por supuesto, más sombrío.

El indispuesto joven abrió la puerta e ingresó en el apartamento, sin esfuerzo, respiró soledad. El amable y cariñoso Itachi, no estaba más. Se adentró en la pieza del fondo, la cama perfectamente tendida, el clóset ordenado, el pequeño escritorio decorado con esmero permaneció inmóvil, con los libros auxiliares de su hermano mayor, esperando a su regreso.

Inquieto, Sasuke escudriñó cada rincón de la morada, buscando pistas. Todo rastro de Itachi, se había esfumado, rendido, partió a su habitación "Salió de juerga sin avisarme" refunfuño y se tumbó sobre la cama, hecha un lío.

Esa noche, Sasuke se sintió Narciso, ahogándose en el propio lago de su amargura, la más profunda en años.