Escribir Mystrade fue genial. Bastante más liberador que todo el drama del Johnlock y con muchas ideas que pueden ser usadas. Una disculpa por la referencia del roedor amarillo, no me pude resistir a la idea de que Mycroft le jugara pesado a Sherlock.

Como comentario de cocina, el fuego lento o bajo es usado comúnmente para cosas que tiene como ingrediente leche para evitar que esta se pegue o queme.


"Hornear por poco tiempo"

Gracias a su extraña relación con un Holmes, Greg había perdido un poco de orgullo. Ya era un poco más tolerante y abierto a dejar que las cosas sucedieran. Aunque a veces creía que Mycroft lo explotaba solo por que decía que lo amaba más, justo después de que cocinaba. Pero siempre que le besaba, después tomar un bocado de lo que sea que estuviera saliendo del horno, la boca le quedaba con un rico sabor a azúcar. Y no había quejas.

―¿Cuantos pisos va a tener nuestro pastel?― Le preguntó una mañana Greg a Mycrfot mientras veía diseños de los mismos. No era común tener un pastel en una ceremonia sencilla, pero Mycroft había insistido en que, podía faltar gente, pero no podían faltar dulces, así que Greg se había voluntariado a hornearlo él mismo. En realidad le gustaba pensar eso, pero más bien había sido chantajeado de alguna extraña manera. Mycroft había alegado "tu pastel es el mejor" y con eso lo había desarmado. Ni siquiera tenía idea del porque había accedido a tal engaño.

―Pocos, tal vez uno. Solo seremos nosotros, mi hermano y el doctor. La casera de mi hermano, mis padres y mi secretaria. ¿Quieres agregar a alguien a la lista? ―Mycroft acariciaba su mano delicadamente. Y el comentario solo hizo resaltar que no importaba la gente, importaba el postre.

―Me encantaría agregar a mi ex-mujer. Supe que se caso con un adicto y quisiera que viera que ahora estoy mucho mejor―Comentó con malicia Greg. Seria toda una sorpresa que esa mala mujer se merecía. Además, nada mejor que enseñarle que su "tonto sueño" había rendido frutos. Su pastelería iba tan bien, que estaba considerando seriamente no regresar al trabajo de detective. Aunque eso sería un desastre por que Donovan de seguro terminaría matando a su "cuñado". Algo había extraño en el mundo. Era cuñado de un sociópata altamente funcional, novio de un funcionario británico y concuño de un blogger médico-militar. Y el era un pastelero ex-Inspector de policía. Hacían un grupo fantástico.

―Yo soy un adicto al trabajo ―Intentó justificarse Mycroft. Y vaya que lo era. Solo podía verlo algunos días de la semana. Su agenda estaba saturada. Inclusive tuvieron que verse en el 221B mientras separaban a los participantes de la pelea doméstica de siempre, es decir Sherlock y John. Inclusive se había tenido que quedar a dormir ahí una noche para evitar que alguien le disparara al alguien. El amor le hacía cometer locuras, de eso no había duda.

―Pero uno bastante atractivo― Repuso con una sonrisa. Si, su novio era fantástico. Extravagante si, aburrido jamás.

―¿La agrego?― Preguntó Mycroft ya con la pluma en la mano.

―No, mejor agrega a mis ex-subordinados. ¿Serán como 15 personas? ― Preguntó Greg mientras hacía cuentas mentales para las cantidades necesarias de ingredientes que necesitaría para poder realizar un pastel de los kilos adecuados para ese número de personas.

―Cuenta 20― Reflexiono rápidamente Mycroft. Su experiencia siempre le había impulso a esperar lo inesperado. Como invitados no deseados.

―¿Por qué de repente quisiste casarte?― Quiso saber Greg una vez que hubo acabado con las cuentas mentales. No se arrepentía de casarse con ese hombre, pero ahora que lo pensaba todo había sido sospechosamente rápido.

―Yo no soy como mi hermano que anda diciendo que solo esta casado con su trabajo. Eso sería mentir― Arrojo con sarcasmo. Y a Greg el comentario hizo que se encendiera algo, y no precisamente su pasión.

―¿Apostaste con él verdad?―Conociéndolo como lo conocía, esa propuesta y matrimonio tan rápido solo podía deberse a una de las legendarias apuestas de los hermanos Holmes. El tuvo que sufrir algunas de ellas, y luego iba a un bar cercano con John a quejarse de esas excentricidades.

―El va a pagar la recepción― Fue la cínica respuesta de Mycroft. Claro, no podía ser de otro modo.

―¿No crees que vaya y le pida matrimonio a John primero?― Por donde la viera, era una apuesta ridícula. Ya hasta se estaba arrepintiendo un poco de su decisión.

―No. Al doctor lo mande de vacaciones a Aruba a un congreso médico. Llegará a tiempo para la recepción ―La sonrisa del mayor de los Holmes estaba cargada de triunfo mientras le daba un sorbo a un té que tenía cerca.

―¿Y no crees que Sherlock lo persiga?¿O qué John se de cuenta del plan y quiera regresarse? ― Debía de tener un fallo en el plan de seguro.

―Tiene caso mi hermano y John estaba muy agradecido del descanso. Dudo ambas ― A Mycroft no se le escapaba nada, como siempre.

―¿Mataste a alguien para ganar una apuesta?― Fue la duda que asaltó la mente de Greg. Era algo probable considerando su mentalidad. Y era algo que bien podía ocurrir.

―No, claro que no.―Lo miro escéptico a la rapidez de la contestación.―Tampoco mande matar a alguien si eso es lo que piensas― Le contesto a la mirada de "¿En serio?" de Greg. Estaba muy conectados, y entendía que era la verdad. Pero con Mycroft nunca se sabía el alcance real.

―¿Quieres que crea que de la nada le salio un caso lo suficientemente difícil como para que tu hermano no corra detrás de John e interrumpa un congreso médico? ―No yendo tan lejos, Sherlock había interrumpido una consulta de John hacía tan solo una semana para disculparse. Podría interrumpir el descanso eterno de los muertos si se le ocurría que era lo que necesitaba.

―No, quiero que creas que el caso que le di es real, lo que no es real es que ese caso necesite resolverse.― Ante la expresión interrogante, Mycroft agregó ―Le dije que iban a publicar sus estudios de la ceniza, pero que necesitaba que escribiera todo eso antes del viernes y que además hiciera un análisis de la ceniza de un extraño ejemplar de roedor amarillo ― Y remató el comentario con una sonrisa.

―¿Que eso no es un dibujo animado?―Preguntó Greg. Recordaba vagamente la silueta del roedor de la manía de Anderson de traer una playera que decía "atrapalos a todos".

―Si. Pero el no lo sabe ―Bien, esa era villanía nivel Holmes.

―¿No crees que lo averigüe tarde o temprano? ―¿Cuál era la probabilidad de que Sherlock no hiciera una búsqueda en internet y se diera cuenta del engaño?

―Tarde es la respuesta. Y es muy capaz de mutar a una rata con tal de su objetivo. No es la primera vez que lo hago o que él lo intenta. Cuando era chico se paso todo un verano intentando hacer crecer cacao azul. Así es Sherly ―Mycroft siendo Mycroft desde siempre. Y Greg queriendo todo eso. Que alguien lo salvara.

―¿Estas consciente que todo esto es como el cottage pie*? No es realmente un pie y es salado pero de todas maneras lo comes?― Fue la única analogía que se le ocurrió. Pero era una apuesta peligrosa.

―Si pero...― Iba a contestar algo cuando se oyó como entraba alguien por la puerta

―¡Ya sé que ese roedor amarillo es una caricatura Mycroft! ―Sherlock había entrado como bala y detrás de él iba el doctor Watson con un ligero bronceado.

―Esta bien. De todas maneras gané, por que yo tengo el postre perfecto― Y dicho eso besó a Greg. Ahora era una batalla de besos. Bueno, el menos el postre si estaría presente. Y no se echaría para atrás con la boda por algo tan simple como una apuesta.

"Fin"


*Cottage pie. Pastel de carne de cordero/ternera con verduras y caldo de carne. Se cubre de puré de papás y se gratina al horno.