Que tal gente, bienvenidos al último capítulo de Maldita tormenta.

¿Ya llegó laura sad?

Lamento la tardanza, es que estuve ocupado y además me dio el dengue :"v

Habrán algunos Oc por aquí


Sentada en una carpeta, en la parte más alejada de una aburrida aula; se encontraba durmiendo cierta chica de cabellera rosada.

-Mizusawa san.

Era la maestra de turno, que le llamaba la atención. Al ver que la susodicha no reaccionaba, le llamó una vez más, esta vez con un tono de voz más elevado.

-¡Mizusawa san!

Lentamente Matsuri abrió los ojos y miró hacia arriba para encontrarse con el nada amigable rostro de Natsume sensei.

-"Ugh, aquí vamos de nuevo"-pensó la pelirosa preparándose para la reprimenda que estaba a punto de recibir.

-Por favor, si no toma el más mínimo interés en realizar estos ejercicios sea amable y retírese de mi clase.

Matsuri no objetó en nada, tomó sus cosas y salió del salón.

No era la primera vez que le pasaba eso, sobretodo en esa clase en particular, simplemente no tenía las ganas de trabajar. De no ser por su pésimo historial en conducta escolar, ocuparía uno de los primeros puestos de la institución, y es que nada le costaba entender con solo oír las clases para salir bien en los exámenes. Para su suerte, este era su último año escolar, después ella podría decidir qué hacer.

Mientras tanto tenía que esperar a la siguiente clase sentada en las escaleras.

Al menos la siguiente materia era arte, algo más o menos interesante.

Finalmente la jornada de estudio terminó y todos los estudiantes empezaron a irse a sus hogares.


-¡Matsuri!

Oyó que la llamaban mientras caminaba a su casa. Se volteó para ver quién era.

-Me gustaría preguntarte algo.

La persona que la llamaba era una chica de su clase llamada Akane; de cabello negro y arreglado en dos trenzas que iban hasta la parte superior de su espalda y allí se unían para formar una sola hasta encima de la cintura.

-¿Qué sucede?- preguntó la pelirosa.

-Daré una reunión en mi casa esta noche, me preguntaba si te gustaría ir.

Frente a esas preguntas, las cuales le hacían muy a menudo tenía dos respuestas; si no estaba tan estresada y su día no hubiera sido tan malo como el de hoy, hubiera respondido afirmativamente, pero hoy en especial, esos "requisitos" no se habían cumplido.

-Lo lamento, estaré muy ocupada hoy, será para otra ocasión- respondió.

-Oh, está bien-dijo algo decepcionada la otra muchacha-nos vemos el lunes entonces. La pelinegra dio media vuelta y empezó a caminar de regreso.

Matsuri suspiró y retomo el camino a su casa, sacó un par de pequeños audífonos y se los colocó, tratando de relajarse un poco con eso.


-¡Ya estoy en casa!- dijo al entrar a su hogar. Allí fue recibida por su madre.

-Buenas tardes hija-saludó la señora Ryoko- en unos momentos la cena estará lista así que ve a cambiarte de una vez.

La pelirosa asintió y comenzó a subir las escaleras rumbo a su habitación, entró y empezó a desvestirse, queriendo darse un buen baño después de ese día.

Entró en el baño, abrió la llave de la ducha y dejó que el agua cayera y recorriera su cuerpo haciendo que sus músculos y sentidos se relajen.

Salió de la ducha secándose el cabello, al estar en su cuarto, mientras buscaba que ponerse, pasó su vista por un segundo en el pequeño calendario sobre su escritorio.

15 de abril.

-"Entonces, hoy son tres años ya"-pensó.

Su meditación fue interrumpida por la voz de su madre que la llamaba desde la cocina.

-¡Bajo en un momento!-gritó tratando de vestirse lo más rápido posible.


Ahora Matsuri y su madre se encontraban en la mesa, disfrutando de la cena que la segunda había preparado.

-¿Cómo te fue hoy Matsuri?- preguntó de repente Ryoko.

Su hija, que tenía la mirada algo pedida, tardó unos segundos en reaccionar a la interrogante.

-Eh…bien. Fue una respuesta simple, carente de veracidad, esto fue notado por su madre.

-¿Estás segura de eso?

Matsuri tuvo que pensar un momento su respuesta.

-Sí mamá, solo un pequeño problema en clase, pero todo está bien.

La mayor decidió no darle más vueltas al asunto y dejó de preguntarle cosas a su hija.

-De acuerdo.

La señora Ryoko terminó de pasar los alimentos que tenía en la boca. Momentos después Matsuri se paró de la mesa.

-Gracias por la comida-dijo para después retirarse y comenzar a subir las escaleras.

-Trata de no acostarte tan tarde, recuerda que mañana tienes trabajo.

La pelirosa asintió y subió las escaleras. Ella había conseguido ese trabajo gracias a que el dueño era un muy buen amigo de su madre; un pequeño café en el centro de la ciudad en donde laboraba de camarera; ella cubría los turnos de sábados y domingos debido a los estudios, no lo haría de no ser porque realmente necesitaba unos cuantos ingresos.

Después de pasar algunas horas realizando las tareas que le habían asignado para la siguiente semana y relajándose un poco viendo televisión, decidió irse a acostar.

Antes de echarse finalmente a la cama, volvió a mirar el pequeño calendario. Una pequeña opresión se presentó en su pecho.

-"Aún duele, pero ya no tanto"-dijo para sí misma. Después levantó la mirada hacia su ventana.

-"Tres años… tal vez ya sea el momento de darle vuelta a la página"

Y no sabe en qué momento se quedó dormida.


Eran ya las cuatro de la tarde del sábado y el lugar, como no suele ocurrir a menudo estaba lleno de gente.

-¡Matsuri date prisa!-le gritó una de las otras trabajadoras del café.

La pelirosa acató la orden inmediatamente y tomó el pedido, para después llevarlas a la mesa correspondiente.

-¡Si que está muy pesado el día de hoy!- habló un muchacho cuando finalmente las cosas parecían haberse calmado un poco.

-Y que lo digas, parece que le está yendo bien al negocio- dijo una chica.

De repente un cliente más entró al lugar.

-Matsuri, es tu turno de ir a atender.

-¿Eh? Pero si yo lo hice la última vez- reclamó la pelirosa, cosa que era absolutamente falsa.

-No seas floja y ve- ordenó la otra muchacha.

-Bien, bien, ya voy.

Matsuri tomó su libreta y fue a atender a la persona que acababa de llegar. Grande fue su sorpresa al ver de quién se trataba.

-¿Mamá? ¿Qué estás haciendo aquí?

-Salí temprano hoy del trabajo, así que decidí venir aquí y de pasa visitarte un momento ¿Acaso no puedo?-dijo la señora Ryoko.

-Mientras vengas a consumir algo y no a avergonzarme- le dijo Matsuri.

La mayor rió por lo bajo.

-Oh vamos, no seas tan amargada, ahora por favor tráeme una porción de pastel de vainilla.

Matsuri anotó el pedido y se retiró, después de un momento volvió con la orden.

-Aquí tienes- dijo colocando el plato sobre la mesa.

-Muchas gracias, ahora… ¿Podrías esperarme en el parque cerca de tu escuela cuando termines de trabajar?

Esa pregunta extrañó un poco a la pelirosa.

-¿Para qué?

-Tú solo ve y no cuestiones a tu madre-contestó Ryoko.

Matsuri asintió y volvió a su trabajo.

Después de unos momentos, la madre de Matsuri salió del local, en ese momento recibió una llamada.

-¿Hola?…¡Oh si! En ese mismo lugar, yo te espero…no te preocupes, no tardaré.


Finalmente la jornada de trabajo terminó y Matsuri salió, rumbo al lugar que había acordado con su madre.

-Ella me dijo que la viera a las seis en el parque ¿Pero qué querrá? De seguro quiere que la ayude con algún vestuario- pensaba mientras llegaba al lugar.

El viento era frío y el cielo daba señales de desatar su furia en cualquier momento. Por instinto Matsuri metió sus manos en los bolsillos de su polera.

Estaba ya a pocos centímetros de llegar al lugar acordado, cuando de repente sentada en una banca y revisando su telefono, se encontró una familiar figura, haciendo que se detuviera en seco

-"Est…¿Esto es posible?"-pensó aún incrédula e insegura sobre quién era.

La otra persona, dejó un momento lo que estaba haciendo y miró en dirección a Matsuri, dando también una mirada de sorpresa, ambas se quedaron de esa manera por unos momentos, hasta que la otra chica comenzó a moverse.

Matsuri no sabía cómo reaccionar, por un segundo pensó en alejarse, pero descartó esa opción. Antes de que se diera cuenta la otra chica ya estaba frente a ella.

Se sentía estúpida por actuar así, sin saber que hacer o que decir, sin saber siquiera si realmente era ella la que estaba frente suyo.

-Matsuri.

Finalmente habló la segunda.

Y ella seguía sin poder articular palabra alguna.

-¡Oh! Veo que llegué algo tarde- de repente la señora Ryoko apareció frente a ambas muchachas.

-Señora Ryoko/Mamá-dijeron al mismo tiempo.

-Señora… se supone que nos encontraríamos aquí para que pueda llevarme a su casa.

Esas palabras confundieron más a la pelirosa.

-Bien, parece que se me hizo tarde Taniguchi-san, perdóname- dijo la mayor de las tres.

-Mamá, ¿No me dijiste que te viera aquí? ¿Que se supone que es esto?-preguntó Matsuri.

Su madre solo sonrió.

-Digamos que les di una sorpresa mutua.

Las otras dos se quedaron calladas.

-Bueno, de seguro ustedes tienen mucho de qué hablar, así que iré a casa a preparar la cena- dijo Ryoko, para después marcharse dejando a Matsuri y Harumin solas.

Sin embargo ninguna soltaba palabra alguna. Una fuerte brisa sopló por ese lugar provocando que ambas se encogieran de frío.

-A pasado un tiempo ¿Verdad?-dijo de repente la castaña.

Matsuri puso su atención en la gyaru.

Tenía el pelo más corto, su rostro se veía más maduro, o tal vez,eran los anteojos que le daban ese aspecto y era un poco más alta, en resumen, estaba más hermosa de lo que recordaba.

-Tres años- sonrió por lo bajo.

-Sí tres años- Harumi hizo una pausa larga- El cabello largo te queda muy bien.

Era el turno de la castaña para analizar a la menor; el cabello hasta la altura de la cintura, su cuerpo más desarrollado y más alta también.

-Te veo más alta-dijo la pelirosa.

-Sí, yo igual, pero sigues siendo más baja que yo.

Matsuri bufó.

-Eso es muy cruel.

-Vamos, no te enfades.

Unos segundos pasaron hasta que la pelirosa habló.

-¿Qué estás haciendo aquí?

-Oh, se supone que tu madre me recogería para llevarme a tu casa y darte una sorpresa pero, ya ves que pasó.

Matsuri negó inmediatamente.

-No, me refiero a ¿Qué estás haciendo en esta ciudad?

-Pues, voy a estudiar aquí.

No pudo negar que esa respuesta la llenó de alegría, sin embargo, quería molestar un poco más a la gyaru.

-¿Solo eso?

-Pues claro ¿A qué más vendría?-le respondió a Matsuri.

Ella rió por lo bajo.

-Ya, deja el tsunderismo Harumi.

La mencionada rió también.

-Y yo que pensé que habías cambiado en este tiempo.

-Pero…así te gusto-dijo pícaramente la menor.

Harumi la quedó mirando un instante.

-¿Qué?

-Siento que falta algo…ya sé- dijo Harumi buscando algo en el bolso que traía, sacando después unos auriculares y colocándoselos al rededor del cuello a Matsuri.

-Ahora sí, estas completa- dijo.

La más baja sonrió.

-Harumin.

-Creo que extraño también que me llames Taniguchi sempai.

Matsuri se burló otra vez.

-Pero si me pediste por chat que olvidara las formalidades, por cierto ¿Por qué dejaste de comunicarte?

-Lo siento, necesitaba dinero para venir aquí y tuve que vender algunas cosas, y no te dije nada porque precisamente quería que fuera una sorpresa, afortunadamente tu madre me permitió quedarme en su casa hasta que consiga un lugar donde quedarme.

Matsuri sonrió maliciosamente.

-Eso quiere decir que dormirás conmigo mientras tanto.

-Sí, pero no intentes nada raro

Nuevamente silencio.

-Te extrañé- soltó de repente Matsuri.

La Gyaru se acercó a ella y la envolvió en un fuerte abrazo.

-Igual yo-le dijo- Nunca pensé que me harías tanta falta, pequeño demonio.

La pelirosa hundió su cabeza en el cuello de Harumi y sollozó un poco.

-¿Esto es real?

La pregunta era algo estúpida, ambas lo sabían, pero aun así, Harumi respondió.

-Sí lo es.


Los truenos, el viento y el agua golpeando se escuchaban fuertemente, provocando que ninguna de las dos pueda dormir.

Después de un rato, Matsuri bajó de su cama y se acostó en la de la castaña.

-Recuerdas que…fue en un día como este que todo empezó-dijo Matsuri mientras abrazaba por la espalda a la gyaru.

-Lo recuerdo muy bien- dijo Harumi.

Lentamente fue volteándose hasta quedar frente a frente con la menor.

Poco a poco fueron acortando la distancia entre sus rostros, hasta que finalmente unieron sus labios en un beso, en un inicio lento y suave, que lentamente fue haciéndose más intenso y apasionado hasta encontrarse actualmente en una batalla por dominar.

Se separaron por falta de aire, con los rostros sumamente rojos y respiraciones agitadas. De repente Matsuri comenzó a desabotonar el pijama que llevaba puesta, después terminó de quitársela y la arrojó al piso.

-Mat…Matsuri ¿Estás segura de esto?-preguntó Harumi sorprendida por lo que estaba pasando.

La chica que estaba encima se lanzó hacia la castaña y la besó nuevamente.

-Idiota, estuve tres años sin siquiera poder verte, los mensajes y conversaciones por chat no eran suficientes, Harumi yo… te amo, necesito estar cerca de ti más que nada en este momento, así que por favor…

Tomó la mano de la gyaru y la guío hasta su pecho.

-Recuperemos el tiempo que hemos perdido.

Harumi sonrió tiernamente y se acercó para besarla nuevamente.

-Además no hay necesidad de preocuparse, mi madre tiene el sueño pesado- dijo pícaramente la menor.

-Matsuri, no arruines el momento ¿Si?.

Y nuevamente se entregaron a los brazos de la otra.

Lentamente los besos de la castaña fueron bajando de la boca al cuello de Matsuri, después bajó hasta su pecho deshaciéndose del sujetador, quedando el torso de la más baja completamente desnudo.

El fuerte retumbar de un trueno se escuchó de repente, haciendo que ambas saltaran asustadas.

-¿Tienes miedo?-preguntó maliciosamente la pelirosa.

Harumi sonrió por lo bajo.

-No, es más, lo prefiero así-dijo haciendo una pausa para volver a besarla-después de todo, de no ser por la tormenta de ese día, lo nuestro no hubiera empezado.

Matsuri sonrió tiernamente.

Finalmente, en esa noche de tempestad, se entregaron en cuerpo y alma a la otra.


¿Qué? ¿Creyeron que habría yuri hard por ser el último cap? Pos no, se me hace incómodo escribir lemon :v (Acéptenme como soy prros :v)

Que tal les pareció el final, lo lamento, se ve algo forzado, pero de los tres escenarios que había formulado es el que me gustó más, espero haya sido de su agrado :3

Y bueno, aquí se terminó esta historia. Gracias a todos los que me apoyaron y siguieron :)

Nos vemos en mi siguiente historia gente.