Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de propiedad de Hajime Isayama.
Advertencias: AU, OOC, yaoi, lenguaje vulgar, lemon, Riren, un poco de tema de género fluido~
Petición hecha por muchas, algo tierno entre ellos :3 Es la última petición :v
Eren bajó del auto, corriendo, yendo a tocar la puerta para ser abrazada por su madre mientras Levi rodaba los ojos, también bajando y caminando al maletero para sacar los bolsos que llevaban. Al acercarse, Carla también lo saludó, sonriendo, mientras Eren abrazaba ahora a su padre.
—Podrías ayudarme, mocosa de mierda —gruñó Levi. Ese día, su novio se sentía como una chica, y para remarcarlo, se puso un pequeño lazo rosado en el cabello.
La castaña hizo un puchero, tomando un bolso.
—Me tienes como una esclava, Levi —dramatizó—, me haces limpiar la casa hasta el fondo y cocinar.
—¿Quieres acaso que cocine yo?
—Dios, no —Eren puso una expresión de horror—, la última vez que cocinaste, el puré se movía.
Carla soltó una carcajada, entrando a la pequeña casa familiar seguida de su hija y yerno, Grisha cerrando la puerta de entrada. Estaban de vacaciones, y aprovecharon de visitar a los padres de la chica, que vivían en Guaruja, por lo que se quedarían unas semanas allí –aunque eso significaba que no tendrían muchos momentos íntimos, pero luego se pondrían al día con ello.
—Ese suéter te queda bien, cariño —dijo Carla mirándolo.
—Aw, ¿de verdad? —Eren se abrazó, acariciando la tela del suéter rosado que traía encima—. ¿Ves que es bonito, Levi? No sé por qué lo odias.
Levi rodó los ojos, soltando un chasquido. No es que odiara ese suéter, simplemente… bueno, si era sincero, sentía ganas de arrancárselo cuando lo veía, porque era una prenda enorme y dejaba los hombros de la chica al descubierto. Una vez se lo había tirado hacia abajo, mientras Eren limpiaba una repisa, y tuvo que salir corriendo para que su novia no lo golpeara con el plumero. A sus veintiséis años, Eren seguía siendo igual de inmadura que siempre.
—Oh, a qué no adivinas qué encontró tu madre, Eren —dijo Grisha tendiéndole un vaso con agua a Levi.
—Con Grisha limpiamos tu habitación, ¡y encontramos tus álbumes de fotos! —contestó emocionada Carla.
Eren palideció mientras Levi miraba a sus suegros con interés.
—No —masculló la castaña.
—Quiero verlos.
—¡Levi!
—Los tengo en el comedor, vamos.
—¡Mamá!
—Podríamos subir las fotos a Facebook.
—¡Papá!
—Compartir, compartir.
—¡Raúl!
Levi miró el loro que tenían como mascota y metió la mano dentro de la jaula, acariciando la cabeza del pájaro, que lo mordió con suavidad. Luego fue a sentarse al lado de su suegra, que agarró varias fotografías mientras su hija se sentaba en el suelo, enfurruñada.
—Oh, acá está Eren a los tres años, bañándose con sus burbujas.
El azabache tomó la fotografía, viendo al pequeño Eren de pie en la bañera, sonriendo, con el cabello lleno de espuma, sonriendo y levantando las manos al aire.
—Mira mocosa, el tamaño de tu pene me da ternura —se burló Levi tendiéndole la fotografía.
La aludida se ruborizó, avergonzada, y soltó un sonido estrangulado mientras su padre se reía, tomando la fotografía.
—La vamos a enmarcar —comentó Grisha.
—Y en esta, Eren tenía cinco años. ¡Se veía tan linda con la ropa de Mikasa!
Levi observó la foto, viendo a la castaña con un vestido rosa y dos tacones enormes, sentada al lado de una mesita para té, con una chica pelinegra detrás que traía encima un vestido violeta, agarrándole el cabello en varias coletas que iban para todas direcciones. Eren, por supuesto, sonreía ampliamente, sus labios pintados de color rojo intenso.
—A sus cinco años Eren ya sabía que se vería bien con faldas —se burló Grisha cariñosamente.
A Levi le había sorprendido que los padres de Eren se hubieran tomado tan bien el hecho de que su hijo varón era de género fluido y transformista, en especial cuando comentaron, en una de sus muchas visitas, que el castaño comenzó a los ocho años a exigir maquillaje y vestidos. Lo habían llevado a un psicólogo, que les contó que lo más probable es que su hijo tuviera dichas tendencias, y que lo mejor sería dejarlo ser ya que de lo contrario solo provocarían que Eren se convirtiera en una persona introvertida, callada y tímida, todo lo contrario a lo que era ahora.
Levi no podía imaginarse a un Eren retraído, cohibido y silencioso. Una de las cosas que más le gustaba de su novio era su carácter alegre, llamativo y luminoso.
—Nunca te he visto utilizar faldas —comentó Levi tomando la fotografía.
—Ah, las dejó luego de que a los diecisiete un idiota se riera de ella en el colegio —contestó Grisha.
—¿Eren?
La castaña se cruzó de brazos, bajando la vista, haciendo un puchero.
—Estaba acostumbrada a que se rieran de mí por llevar las uñas pintadas o delinear mis ojos —Eren se recostó en las piernas de Levi—, pero ese idiota dijo que me veía fea con falda, y eso me dolió —frunció el ceño—. De seguro me veía horrible —se lamentó.
—Te ves preciosa aunque lleves encima una bolsa de basura —soltó Levi tomando la siguiente fotografía.
Hubo un pequeño silencio en la casa, y el azabache levantó la vista, notando que tres pares de ojos estaban sobre él. Carla sonreía ampliamente, mientras Grisha parecía satisfecho, y Eren… esa mocosa tenía los ojos llenos de lágrimas, procediendo a abrazar a Levi por la cintura, frotando su cabeza contra el pecho del azabache.
—Por qué eres tan lindo, Levi —ronroneó Eren emocionada.
—Suéltame, mocosa —se quejó Levi sin alejarla.
—Eres el mejor novio del mundo, me quiero casar contigo.
Levi soltó un chasquido, negando con la cabeza, y acarició el cabello de Eren. Vio la siguiente fotografía, y arrugó el ceño
—Acá Eren estaba besando a su mejor amigo, Armin —se rió Carla—. ¿Cuánto tenían, mi amor?
—Si no me equivoco, ¿ocho años? —aventuró el doctor.
—A Armin no le gustaba Eren, pero a Eren le gustaba la carita de niña de Armin, y quería demostrarle su amor con un beso —explicó la mujer mientras Eren reía nerviosamente, sabiendo que su novio era un celópata de primera.
En la foto, Eren tenía las mejillas agarradas de un chico rubio, besándole la boca en un beso inocente. La castaña tenía sus ojos cerrados, sonriendo, mientras el chico ponía una expresión de susto, sus manos sobre los hombros de su amiga. La fotografía era graciosa, por supuesto, pero los celos lo estaban carcomiendo por dentro. En especial al ver a Eren con las mejillas rojas.
—Podrían salir mañana con Armin —sugirió Carla maliciosa.
—¡Mamá!
—Deberíamos hacer un trío con él, Eren —le picó Levi—, así como lo hicimos con Farlan.
Eren enrojeció mientras Grisha se cubría el rostro, avergonzado, y Carla se reía a carcajadas. Solo recién ahí Levi se percató de que estaban en la casa de sus suegros.
Ay, santísima mierda.
—Per–
—Tú podrías penetrarme mientras yo lo hago con Armin —sugirió Eren.
Grisha escupió el agua que estaba bebiendo mientras Levi miraba a la castaña con incredulidad, que solo sonreía con burla, Carla prácticamente riéndose en el suelo por las palabras de su hija.
—Voy a matarte, Eren.
—Papi, azótame.
El pobre de Grisha estaba a punto de tener un infarto y lo único que podía hacer Carla era reírse como una desquiciada, en tanto el azabache observaba los ojos desafiantes de su pareja.
Bien, si Eren quería jugar, entonces jugarían.
—Prefiero que te atragantes con mi polla, mocosa. Ah, verdad, ni siquiera eres capaz de tragarla por completo con mis bolas.
Eren jadeó, el color subiendo a su rostro otra vez, y enterró su rostro en el pecho de Levi, tratando de no recordar el momento en que le dio un ataque de risa mientras le hacía sexo oral a su novio y trataba de hacer otra vez el truco que hizo con Farlan. Levi no lo iba a olvidar con tanta facilidad.
—Bueno, si quieres–
—Eren, tu vida sexual no nos interesa —dijo Grisha frotando sus sienes.
—A mí sí me interesa —protestó Carla rodando los ojos antes de darle otra foto a Levi.
Sonrió, viendo a una Eren de doce años colgada boca debajo de la rama de un árbol, sonriendo ampliamente y saludando a la cámara. Sentado contra el tronco estaba otra vez ese chiquillo rubio, con expresión exasperada, y detrás la muchacha pelinegra amiga de Eren la observaba por si se caía.
—Por supuesto, Eren se cayó y rompió una pierna —explicó Carla—. Pasó un mes con yeso y sin poder bailar.
—Fue horrible —se quejó Eren—. Ese árbol, además, estaba lleno de ardillas.
Levi enarcó una ceja mientras Grisha sonreía.
—Una ardilla mordió a Eren, Eren gritó y se soltó, y desde entonces le agarró odio a esos pobres animales.
—¿Pobres? —Eren resopló—, esos pequeños roedores hijos de Satanás están esperando para someternos y conquistarnos.
—Eren Jaeger, derrotada por una ardilla —se burló Levi abrazándolo.
—Son malvadas. Se hacen las inocentes esas hijas de puta, pero en el fondo solo están esperando el momento preciso para matarnos —prosiguió Eren como si nada.
Carla solo negó con la cabeza, rodando los ojos, pasándole la siguiente foto a Levi quien soltó un resoplido burlón.
—Ahí Eren está en su etapa de querer ser cantante y bailarina —dijo Carla—. Una pena que tenga una voz horrible. Su nombre artístico sería Ererin.
—¡Mamá, ese secreto iría conmigo hasta la tumba!
En la fotografía, Eren llevaba puesto un top azul junto con una falda del mismo color, con un enorme lazo atrás. Además, tenía también unas medias blancas junto con zapatos que combinaban con el traje. Y, para rematar el traje, llevaba sobre el cabello una pequeña cinta azul también con guantes blancos. Miraba a la cámara, sacándole la lengua, y a su lado Mikasa un traje igual, solo que de color rosado.
—Ererin —repitió Levi antes de mirar a Eren—. ¿Por qué nunca te he visto con este traje?
—Tenía catorce años —trató de justificar Eren—. Lo dejé acá cuando me di cuenta de que me quedaba pequeño.
—Utilizabas bragas, supongo.
La castaña sonrió de lado, con picardía.
—¿De verdad quieres saberlo?
—Suficiente —gruñó Grisha.
Eren hizo un puchero, pero no prosiguió, aunque le guiñó el ojo de manera juguetona a Levi. El azabache esbozó una pequeña sonrisa, recibiendo otra fotografía.
Antes de detenerse a pensar en lo que diría, miró a los padres de Eren.
—¿Es normal que una Eren de quince años me caliente?
Grisha volvió a escupir agua mientras Eren se ruborizaba y Carla veía la fotografía con una sonrisa.
—Eren ganó el concurso de samba ante las miradas envidiosas de las otras chicas —comentó la mujer.
Una sonrisa en el rostro de la morena iluminaba toda la fotografía. Eren vestía una tanga con detalles rojos y negros, tan ajustada que no dejaba nada a la imaginación, y no llevaba un corpiño, aunque si unos círculos pegados que formaban una especie de sujetador, que se cerraban por detrás dando paso a plumas negras y rojas, enormes, que se extendían hacia los lados. La corona era pequeña, terminando en punta y con los mismos detalles circulares. Lo remataban unos tacones enormes, negros y rojos, y Levi podía sentir como se calentaba por ello.
Eren se alejó, notando su erección, sonriendo burlona.
—Y no solo ganó el concurso, sino también un montón de miradas de chicos que querían salir con ella —agregó Grisha.
Su erección murió y Eren casi rompe a reír.
—Eren se volvió loca —suspiró Carla—, cada semana salía con un chico nuevo.
—Fui cuidadosa, no pesqué una ETS —Eren se encogió de hombros.
—A ti solo te gustaba que te dijeran que eras preciosa —le regañó Carla tirándole el cabello con suavidad.
—Voy a tener que vigilarte mejor —masculló Levi.
—No seas gruñón —contestó Eren—, a mí me gustas solo tú ahora. Además, no dormí con todos, solo con los más lindos.
—¿Se supone que eso debe hacerme sentir mejor?
—Sí, desde que te conocí no he dormido con nadie más porque eres el más guapo del mundo.
Levi se quedó callado, desviando la vista, sintiendo las mejillas un poco calientes, y solo soltó un chasquido de fastidio, tratando de no parecer avergonzado. Cinco años habían pasado desde que vio a ese mocoso en el carnaval.
Carla, riendo en voz baja, le tendió otra fotografía, y Levi volvió a chasquear la lengua.
—Le compramos a Eren una muñeca con vestido de novia, y lo único que hizo luego de tenerla, fue sacarle el vestido y ponérselo —se burló Carla—. Tenía ocho años.
Eren masculló algo en voz baja, parecido a una maldición, mientras Levi miraba la tierna fotografía, donde un pequeño Eren levantaba la falda del vestido, sonriendo, con maquillaje en su rostro, y en una mano llevaba unas flores sueltas que tuvo que recoger por ahí.
Ellos nunca habían hablado algo sobre el matrimonio. Levi siempre había asumido que la castaña no estaba interesada en ello, considerando que gozaba de su libertad bastante y no le gustaba estar atada a alguien.
Al menos, así fueron los dos primeros años desde que se conocieron. Pero ahora eran una pareja oficial, con más de tres años de relación, y no hablaron en ningún momento sobre casarse. Levi siempre sintió que las cosas entre ellos estaban bien, por lo que plantearse un matrimonio se le hacía raro y quizás forzado.
Miró el rostro de Eren, y pensó que lo mejor sería preguntarle aquello en otro momento, cuando los dos estuvieran a solas.
Le acarició el cabello a la castaña, dándole un pequeño beso en la frente, y haciéndola reír.
—¿Qué vas a ordenar, Eren?
—Tu polla.
—…
—Pollo, perdón.
El pobre mesero soltó una risa nerviosa mientras Levi frotaba su frente, mirando al chico, que pestañeaba de manera inocente.
Habían pasado unos días desde que llegaron a Guaruja y habían decidido salir a comer solo los dos a la playa. No tenían un tiempo a solas desde que llegaron, por lo que se pusieron de acuerdo para salir en una cita. Quizás, luego, podrían ir a un motel para hacer el amor –como últimamente lo llamaba Eren, lo que se le hacía un poco extraño.
Ese día, Eren se sentía como un chico, por lo que se había puesto solo una musculosa y shorts para salir en la noche, que Levi esperaba sacarle a mordiscos cuando estuvieran solos.
—Se nota que estás necesitado —gruñó Levi cuando el mesero los dejó solos.
Eren dejó salir una risa baja, bebiendo jugo, el sonido del mar haciéndolo sentir tranquilo y a gusto.
—¿Tú no, Levi? —preguntó juguetonamente el castaño—. Solo hemos estado una semana aquí.
—Una larga semana —concedió el azabache tomándole la mano.
—¿Ocurre algo? —Eren ladeó la cabeza, un tanto confundido por la actitud estoica de su pareja.
—Matrimonio —masculló Levi sin mirarlo.
—¿Uh?
—¿No has pensado en el matrimonio, mocoso de mierda?
Eren enmudeció ante las brutales palabras de Levi, demasiado sorprendido por ellas, y sus mejillas se pusieron un poco rojas. El azabache lo observó, tragando saliva, repentinamente ansioso.
—¿Quieres casarte conmigo? —balbuceó Eren.
Levi no contestó enseguida mientras el mozo dejaba sus platos, retirándose unos segundos después.
—¿Tú quieres casarte conmigo? —preguntó Levi seriamente—. Nunca hemos hablado de eso.
—Eh, yo… —Eren sonrió con suavidad, sin perder el rubor—, nunca lo he pensado, Levi —mordió su labio inferior—. Digo, siempre asumí… —sus mejillas se pusieron más coloradas—, agh, que… que nunca me casaría —se encogió de hombros, un tanto nervioso—. A mucha gente no les gusta que… les cuesta relacionarse con gente como yo… entonces mis novios solían… ah… durar poco —el castaño lo miró—. Eres mi único novio que ha durado más de un año, y sentía que… que si te proponía algo quizás… más serio, ibas a huir de mí…
—¿Y por qué iba a huir de ti si te amo?
Limpio y brutal, como siempre, logrando que Eren luciera más avergonzado que nunca. Eren todavía no terminaba a acostumbrarse a que Levi se las dijera de pronto, en el momento menos esperado, de improviso, como si nada. La primera vez que lo hizo, fue cuando estaban limpiando el departamento, y Eren desempolvaba un mueble, por lo que estaba de puntillas para llegar más alto. El azabache, entonces, se acercó por detrás, abrazándolo por la cintura, comenzando a besar su cuello, e hicieron el amor allí mismo, de una manera suave, lenta, y Levi le había susurrado contra los labios que lo amaba. Eren siempre solía decírselo antes, pero normalmente no obtenía respuesta alguna, solo besos, y que se lo dijera tan de repente…
—Eres terrible, Levi —farfulló Eren cubriendo su rostro.
—¿Qué dije ahora? —dijo Levi incrédulo.
Eren no contestó, solo le dio un apretón en la mano, y sin perder el rubor en sus mejillas, dijo en voz baja, solo para ellos dos:
—Me gustaría casarme contigo y estar a tu lado el resto de mis días, Levi.
Notó el rubor en las mejillas del azabache y supo que sus palabras habían sido las correctas. En especial al ver como los ojos de Levi brillaban con emoción.
—Uno de estos días te lo propondré como corresponda —masculló el mayor, pensando en algún lugar donde comprarle un anillo a su novio.
Eren sonrió ampliamente, besando sus dedos.
—Y más adelante —prosiguió el castaño emocionado—, podríamos adoptar —Levi lo miró con sorpresa—. Una niña y un niño, ¿te los imaginas, Levi? Ellos te dirían papá y a mí mamá —Eren casi podía rebotar en su asiento por la excitación—. O tres niños, o cuatro, o cinco, un ejército completo de niños…
Levi soltó un resoplido, negando por la cabeza, pero por dentro sintiendo la emoción de empezar a formar algo con ese pequeño mocoso que se metió en su vida con su baile y su sonrisa.
—Y en exclusiva solo para Levi, ¡Ererin!
—Eren, estamos en la casa de tus padres.
—Shh… cállate, están durmiendo.
—O eso quieren que creamos.
Eren se cruzó de brazos, inflando las mejillas en actitud enfurruñada, y Levi desvió la vista hacia la pequeña falda azul que estaba utilizando, que no dejaba absolutamente nada a la imaginación. El mocoso estaba utilizando el mismo traje de la fotografía, aunque se notaba que le quedaba un poco pequeño, pero por lo demás… bueno, le quedaba pequeño, pero no mal.
—Anda, mamá y papá toman pastillas para dormir —susurró Eren abrazando a Levi por el cuello.
Levi frunció el ceño, deslizando sus manos por la cintura desnuda del castaño.
—Mocoso…
—Deberías agradecer que me puse esto —se quejó Eren sentándose en las piernas de su novio, besándole la mejilla—, la tanga me está apretando.
Antes de que Eren pudiera decirle algo más, Levi deslizó una mano por debajo de la falda notando que, efectivamente, su novio traía puesta una prenda apretada. Le acarició el miembro por encima de la tanga, oyendo su jadeo bajo.
—Serás silencioso —susurró Levi—, nada de gritos escandalosos, como siempre —lo besó, chupando sus labios, sin dejar de acariciar su polla.
—Cuándo he sido escandaloso… —jadeó Eren mientras su novio lo recostaba en la cama boca arriba, quitándole la tanga pero dejándolo con las medias, la falda, el top y los tacones puesto.
—Gritas como si fuera el fin del mundo… mocoso —masculló Levi volviendo a besarlo con suavidad.
—Te… ah… gustan mis gritos de… de gata… —farfulló el castaño antes de chupar los dedos de Levi, quien besaba su cuello ahora.
El azabache alejó sus dedos, volviendo a besarlo en la boca mientras deslizaba sus dedos húmedos por el trasero del menor. Eren se abrió de piernas, poniéndolas en los hombros de Levi, y ahogó su gemido al sentir dos dedos entrando inmediatamente, jugueteando en su interior. El mayor no dejaba de besarlo cariñosamente, sin dejar de prepararlo, levantando la falda para revelar la polla humedecida de Eren, manchado la tela.
—Quiero verte más con falda —gruñó Levi sacando los dedos con un morboso sonido.
—¿No… ngh… crees que me… ah… veo mal? —gimoteó en un susurro el castaño, sintiendo el miembro de Levi contra su agujero.
—Creo que te ves hermoso —murmuró contra sus labios antes de penetrarlo, viendo como su rostro se iluminaba.
Eren jadeó al sentirlo dentro, pero solo le devolvió el beso, los tacones golpeando sus pies debido al movimiento. De alguna pervertida manera, le gustaba ver sus piernas con medias y tacos en el cielo, con Levi entremedio de ellas.
—Oi, mocoso… —Levi lo embistió con suavidad y Eren lo miró, mordiendo su labio inferior—, ¿no… no quieres llevar… a mis hijos…? —bromeó besándolo otra vez, sus lenguas jugueteando sin dejar de moverse en su interior.
—Qué… mhn… di-dices… —Eren lo abrazó por el cuello, atrayéndolo más, apretando sus dientes para no gemir al sentir como golpeaba su próstata—, s-soy… ho-hombre… n-no pu-puedo… ah…
—Haremos el amor… —le besó el cuello, sintiendo como Eren presionaba su boca contra su hombro para no gritar de placer—, hasta que… ngh… tengas a mi bebé…
—T-tonto… —se rió el castaño otra vez mordiendo su labio al sentir la mano de Levi en su miembro, masturbándolo, mientras tomaba una de sus manos libres, dándole un apretón.
Eren jadeó al sentir una nueva embestida y enterró sus uñas en la espalda del azabache, volviendo a sus labios, besándose de una forma tranquila mientras Levi se movía en su interior, sus estocadas duras y certeras.
Unos segundos después, el castaño se corrió en la mano de Levi, ahogando su gemido, y el azabache le siguió en su interior, besando la mandíbula del menor.
—Te… te amo… —susurró Eren antes de recibir otra beso en su boca.
—Yo también te amo —contestó Levi besándole las mejillas.
Levi se quedó sobre él, ambos respirando para calmarse, y se sonrieron al otro, besándose en silencio, solo acariciándose.
—Deberíamos hacerlo otra ve–
—¡Eren Jaeger, ni se te ocurra terminar esa frase!
La pareja miró hacia el lugar de donde provenía la voz con horror, tratando de separarse con rapidez aunque ya los habían descubierto, solo logrando enredarse entre sí –porque Levi todavía no salía de su interior– y rodando por la cama, envolviéndose con la sábana, cayendo al suelo con un estrepitoso sonido, escuchando la risa de Grisha mientras una furiosa Carla les devolvía la mirada desde la puerta.
Por supuesto, los padres de Eren habían escuchado absolutamente todo y desde ese día no fueron capaces de mirarlos a los ojos nunca más en la vida.
No sé cómo me salió xD Pero ya me habían pedido algo lindo y tierno, y esto fue lo que pude hacer (?)
No sé cómo habrán reaccionado con el tema del género fluido, lo estuve pensando bien y me decidí por ello creo que por simple capricho xD Había una historia que tenía a un Eren de género fluido, pero la eliminaron *llora* Bueno, espero que les haya gustado, sino, pos será :v
Siento que irme de viaje me ha retrasado un montón con los escritos xD Mañana les traeré el capítulo de UP, preparen los pañuelos (? ahrre xD
Muchísimas gracias a la gente que comentó el RirenFaren de la semana pasada, aw, no me hicieron ver tan pervertida xD Así que gracias a
ChrisNovx: te traeré tu fic Faren, ¡lo juro! He pensado ya algo, solo me falta concretar bien la idea xD Actualiza tu Faren bebé, y te haré mi pasiva, preciosa 7u7
estefilinda: ¿y quién dijo que no era correspondido, washita rica? xD ay lo siento, no pude evitar el sexo, pero si quieres, te hago un oneshot tierno entre los dos, me dices y lo hago :3
AngelGefallen: tenías que hacer un trío mujer, te habría hecho un monumento si lo hubieras puesto en tu fic xD Adoro a mi bebé uke dominante, me dan ganas de darle mucho amor dhfbdsfsvs
MariChan2005: fue todo un manjarsh, lo sé xD
Maname: ¡espero haberte dejado satisfecha con esto! Me dio ternura escribirlo, imaginarme a mami Carla hablándole a Levi sobre un lindo bebé Eren asdfghjklñ
Sweetvioleth: ¡gracias a ti por leerme! xD Era hora de la zabrozura 7u7 xD
Bossenbroek: ay, es que ¿sabes lo que me pasa a mí con mi OTP? Te sonará raro quizás, pero yo soy muy celosa por la parte de Levi. No me gusta verlo con otra persona que no sea con Eren xD Pero a Eren... A EREN LO PUEDO PONER DE PASIVA CON CUALQUIERA Y SOY FELIZ ASDFGHJKLÑ Lo sé, es raro :c
aramirezg: weona, entré a la catedral y no me quemé hbsdhjfbsdfhj todavía tengo acceso al cielo xD Toma tu asqueroso fluff, espero que hayas quedado feliz :v
gatitaphantera: yo amo, amo a mi bebé uke, es que me da no sé, cómo ternura xD ¡y más si es cachondo y loquito por su Levi! Mi lindo bebé, de solo imaginarlo así que me saca varias sonrisas, ¡y más si es con Levi! Ay, los amo tanto *u*
Lis Gonzlez: wey, ¡muchas gracias! tus palabras siempre me sacan una sonrisa :3 Algún día te demostraré todo mi agradecimiento escribiéndote un oneshot, tú solo pide y yo haré el resto :3
Akire: JAAJAJAJAJJAJA, no sé si sentirme avergonzada o feliz al reconocer el ErenshotaxToro, ejem ejem, yo igual lo leí xD Y no te preocupes, te entiendo, a mí me pasa que no puedo ver por ejemplo Eruri o Fari porque soy muy celosa con Levi, solo me gusta con Eren, no así con mi bebé que lo puedo ukear con cualquiera xD
Ya, con esto doy por finalizado estos oneshot, ojalá les hayan gustado, ¡fue un placer escribir esto! ¡Nos leemos pronto!
Cotota~