¡Hola a todos y todas! No saben lo feliz que estoy con sus comentarios. Les agradezco de todo corazón tantas palabras hermosas que me transmitieron y el tiempo que dedicaron a leer mi historia y a escribir sus reviews en cada capítulo. Les dejo estos dos capítulos extra, una para cada final, y les contestaré a aquellos que me escribieron y que no puedo responder personalmente.
A todos aquellos que eligieron el final de Ranma y Akane: Me alegra que les haya gustado, fue muy lindo escribirlo y hasta gracioso imaginar las escenas. Este final lo hice para ustedes dejando la incógnita de si todo lo que vivió Ranma a través de la historia fue de verdad (el viaje al futuro) o efecto del accidente que tuvo. Admito que si ustedes no me lo hubieran pedido este final probablemente no existiría, pero me pareció justo ofrecerles el cierre que ustedes querían.
Ran-aka: Me alegro que te haya gustado el primer final también. Coincido con vos, creer que tenemos por seguro el amor de los demás sin hacer nada para sostenerlo y alimentarlo es algo efímero que se puede acabar en cualquier momento. Muchas gracias por tu palabras! Te mando un gran abrazo y te aseguro que mi próxima historia será de Ranma y Akane!
Kendall: Lo que planteas sobre "los 9 días" es muy preciso! de hecho un poco esa es la incógnita, lo soñó o fue real? Es algo que queda a criterio de cada uno de ustedes. Lo de la pelea se remonta al primer capitulo, donde Ranma arranca narrando lo que había sucedido con Akane en el dojo, y ese relato lo hace desde el tejado, ya que como sucede cada vez que discute con ella, se sube al tejado de su casa para poder pensar tranquilo. Cuando baja de ahí con la determinación de arreglar las cosas con ella es donde se resbala y cae. Esta ultima parte, la del accidente no es narrada en la historia. Solamente es mencionada cuando despierta del supuesto coma como consecuencia de dicho accidente. El tema es que como él no recuerda ese episodio: paso de verdad y quedo inconsciente por ello, siendo el tema del viaje en el tiempo un sueño, o volvió en el tiempo justo en ese momento... Me alegro mucho que te haya gustado mi fic Kendall, te mando un beso grande y espero leer tus comentarios en mis próximas historias.
LiliRouse: Me quedo muy contenta que te haya gustado el final y que haya cubierto tus expectativas! Muchas gracias por tus comentarios y te tomo la palabra, nos leemos pronto!
Afrika: Gracias por acompañarme en esta historia, suena mal pero me alegro haberte hecho llorar jeje porque significa que llegó a emocionarte este final feliz. Te mando un beso enorme!
Ranma x Akane: Muchas gracias por tu review! fue genial! Sé que defendes esta pareja a capa y espada jeje, y esta bien, ellos son los protagonistas de la historia y todos sabemos el amor que se tienen. Creo que Ranma aprendió la lección de todo esto como decis vos. En lo mas profundo de su mente él siempre supo que sus sentimientos por Akane son muy intensos y su amor muy grande y creo que todo lo que sucedió, ya sea en el viaje o en el sueño, es producto de ese deseo de estar con ella de una vez por todas, y debido a esta experiencia tomo en empujón que necesitaba.
Sin mas, les dejo este capitulo extra, como una manera de cerrar la historia con una breve visión de lo que vivieron los personajes luego de que Ranma declarara su amor a Akane y de su futuro juntos un par de años después. Nos vemos pronto! Gracias... totales!
Esta historia es sin fines de lucro, siendo mi única ganancia el placer de escribir. Los personajes de Ranma 1/2 son propiedad de Rumiko Takahashi.
Capítulo extra:
"SU ESPOSA"
"Ranma es mi prometido, ¡él va a pasar la velada conmigo y mi familia como siempre!... él siempre estará conmigo así que mejor olvidensen de él porque no irá con ustedes. ¿Qué no entienden? ¡Déjenlo en paz, ya basta de locuras! Lo único que hacen es perder el tiempo al acosar a Ranma de ese modo... No pierdan su tiempo, Ranma estará conmigo, ¿lo oyeron?, Ranma pasará todas las navidades a mi lado... ¡porque yo seré su esposa!" Akane Tendo, "Una navidad sin Ranma", capítulo 125.
"¡Bájame!"
"Ya casi llegamos"
"¡Tengo piernas, puedo bajar sola!"
"Espera Akane, solo unos escalones más"
Akane: Esto es ridículo Saotome, ¡estoy embarazada no inválida! Puedo bajar estas escaleras perfectamente, ¡lo hago todo el tiempo!
Ranma: Amor, todavía no desayunaste. Mira si te mareas y te tropiezas. No, no, no, no puedo permitirlo. Ya sabes cuál es la otra opción.
A: ¡Sí! ¡Bajar por mi misma!-
R: -si tan solo me dejaras traerte el desayuno a la cama todos los días-
A: -no estoy enferma Ranma, pero lo voy a estar si no me dejas en paz, eres… insoportablemente sobreprotector.
R: ¡Y llegamos!
Me baja lentamente de sus brazos en el "seguro piso" de la sala de estar, como el estúpido suele llamarlo. Lo miro enojada y él me devuelve una mirada de satisfacción inmensa, "misión cumplida" lo escucho decir en voz baja.
Esto de ser padre se le subió a la cabeza. Le doy la espalda e intento avanzar notablemente enojada hacia la cocina a preparar el desayuno, pero sus fuertes brazos se enroscan a mi alrededor deteniendo mi paso. No puedo evitar sonreír.
R: Te amo preciosa, entiende que si algo te pasa-
A: -"me moriría" _completa la frase_
Me doy vuelta y lo enfrento. El enojo se esfumó en un instante. Esa frase y el miedo en sus ojos cuando la pronuncia hacen bajar todas mis defensas. Sé que es verdad, sé que lo único que intenta es protegerme de todo peligro. Ello es el efecto de aquel día…
Flash back
Había ido a realizar las compras como todas las mañanas. Con mis manos sostenía las bolsas y estaba a punto de cruzar la calle cuando de repente escuché el sonido de un auto frenando y sentí como algo arrasaba sobre mi cuerpo. Lo primero que recuerdo haber visto luego de esa escena fue su rostro, pálido y ojeroso, mientras su pelo enmarañado develaba su trenza desarmada y la camisa que le había planchado esa mañana cubierta de arrugas. Estaba sentado en una silla a centímetros de mi cama, con sus ojos cerrados. "Ranma" dije por lo bajo. Inmediatamente él abrió sus ojos y me miró con lágrimas inundando sus profundos ojos azules. "Akane" exclamó con agonía y se abalanzó sobre mí, dándome el abrazo que aquella incómoda posición no pudo impedir. Comenzó a besar mi rostro, mi cabello, mis labios, mis manos. Se me partía el corazón al verlo así, parecía un niño aterrado. Poco después llegaron las enfermeras y el médico. No podían apartarlo de mi lado. Tuve que prometerle que todo iba a estar bien y rogarle para que dejara la habitación. Podía verlo a través del vidrio de la puerta caminar impaciente por el pasillo de un lado a otro, hasta que por fin lo dejaron ingresar otra vez, entrando a la habitación como un torbellino hasta llegar a mi lado. "¿Estás bien mi amor?, ¿te sientes bien?, ¿qué te duele Akane? Por Dios, casi… casi muero, no vuelvas a hacerme una cosa así Akane". No entendía a qué se refería por lo que le pregunté qué fue lo que hice y él me respondió: "No vuelvas a dejarme". Luego de unas horas pude convencerlo de que vaya a casa a bañarse, comer y descansar un poco. Él se rehusaba así que tuve que amenazarlo con que no iba a dirigirle la palabra al menos que hiciera lo que le pedía. Mi hermana Kasumi prometió cuidar de mí en su ausencia así, y solo así, se fue. Una vez solas me contó lo que había ocurrido. Un hombre había tomado y borracho perdió el control de su auto llevándome por delante esa mañana. Estuve inconsciente tres días. Cuando Ranma supo del accidente, una hora después, llegó corriendo al hospital y no dejó mi lado hasta que lo amenacé hace tan solo unos minutos. Kasumi me dijo que nunca había visto a alguien tan desesperado. No durmió en todos esos días, prácticamente no comió. Solo me rogaba en mi estado inconsciente que no lo deje. No pude contener mis lágrimas. Jamás hubiera imaginado que él pudiera sufrir tanto por mí. Me quedé dormida llorando hasta que una caricia sobre mi rostro me despertó. Era él, estaba a mi lado, mirándome fijamente. Se había bañado, olía deliciosamente a él, aunque tenía su incipiente barba enmarcando todavía su apuesto rostro. Miré el reloj, había pasado solo una hora desde que se fue. "Ranma, ¿qué haces aquí? Tienes que ir a dormir un po-" le dije, pero él me interrumpió y me confesó: "No puedo Akane, no puedo dormir si no estás a mi lado". Me moví un poco en la cama dejando un espacio vacío. "¿Qué haces amor?" me dijo intentando detenerme. "Ven aquí conmigo, durmamos juntos cariño" le propuse. Dudó por unos instantes pero no pudo rehusarse a mi oferta por mucho tiempo, por lo que lentamente se recostó a mi lado. Aguanté el dolor que había en todo mi cuerpo al moverme hacia mi marido. Él estiró su brazo abriéndome el acceso a su pecho, y cuando logré recostarme en él me capturó entre sus fuertes extremidades. Comenzó a acariciar mi cuerpo, mientras sentía como intentaba capturar algo de mi aroma hurgando su nariz entre mis cabellos. "Tenía tanto miedo… si algo te hubiese sucedido… Akane yo no lo resistiría" me dijo casi susurrando. "No pienso ir a ningún lado Saotome, no vas a quedar libre tan pronto de mi" le dije mientras lo abrazaba fuertemente.
Luego de ese día las cosas cambiaron bastante. Él se volvió hipersobreprotector. Tuve que tener una larga charla con él para hacerlo desistir de ir en busca del "hijo de puta que te hizo esto", como solía llamarlo. Lo dejamos en manos de la justicia y tuvo el castigo que merecía. Por suerte todas las sesiones de kinesiología hicieron un gran efecto en mí por lo que no tuve mayores secuelas. Claro, cuando meses después Ranma se enteró del bebé, su hiperproteccionismo solo empeoró. El momento en que le conté la noticia fue uno de los días más felices de mi vida, trayendo luz luego de tanta oscuridad. Como consecuencia del accidente había dejado de tomar los anticonceptivos. La primera noche que estuvimos juntos caí en cuenta de ello y le pedí que se cuidara. Él se negó, me dijo que no pensaba cuidarse y no quería que yo lo hiciera. Al querer saber porqué me dijo que era momento de agrandar la familia, me pidió tener un hijo. Me sorprendió su solicitud, yo quería tener un bebé pero nunca pensé que él también lo deseaba, por lo que accedí gustosamente. No pensé, sin embargo, que iba a quedar embarazada tan pronto, pero así fue. Esa misma noche, la noche en la que celebrábamos mi recuperación y mi cumpleaños, concebimos a Ren. Al principio no me di cuenta de que estaba en este estado. No sentía los típicos síntomas del embarazo, de hecho lo que me hizo pensar en esa posibilidad fue cuando me di cuenta de que tenía un atraso de casi dos meses. Compré una prueba de embarazo y corrí a casa a usarla: dio positivo. Me quedé sin palabras, la prueba marcaba que estaba embarazada pero no quería decepcionarme ni decepcionarlo, por lo que me realicé los estudios médicos correspondientes que terminaron confirmando que mi primer hijo estaba en camino. Me sentía plena, realizada, completamente feliz. Sin poder contenerme más esa misma noche preparé todo para darle la noticia. Lo esperé con una deliciosa cena y luego tomé su mano y lo llevé a nuestro dormitorio. Lo hice sentarse en la cama y le pedí que cerrara los ojos. Cuando los abrió le entregué un paquete:
R: ¿Qué es esto? ¿un regalo?
A: Así es. Ábrelo.
R: Veamos…
Ranma comenzó a desenvolver el paquete y cuando su contenido se vio revelado, su cara de confusión lo decía todo.
R: ¿Qué es esto? _tomando la pequeña prenda entre sus manos_ esta camiseta china es igual a la mía pero es diminuta.
A: Exacto…
R: ¿Para quién es?... espera _abrió sus ojos como comprendiendo la situación_ ¿Akane, acaso…?
A: Su dueño o dueña tendrá que esperar un tiempo para poder vestirla, pero estoy segura que la usará con mucho orgullo y alegría cuando se la ponga para ir a entrenar junto a su papá.
R: ¿Estas… estas embarazada?
A: Vas a ser papá, mi amor _no pudiendo contener más sus lágrimas de alegría_
R: Voy… ¿voy a ser papá? ¡Voy a ser papá Akane!
Se levantó súbitamente de la cama con una enorme sonrisa, jamás lo había visto sonreír de esa manera. Me tomó entre sus brazos y me dio un beso cargado de emoción.
R: ¡Gracias amor, gracias!
A: ¿Gracias por qué Ranma?
R: Me has dado una familia, mi familia, ¡mía! _le dijo al oído completamente emocionado_
A: Gracias a ti mi amor, por hacerme mamá, la mamá de tu hijo.
Me abrazo aún más fuerte hasta que de repente se separó de mi.
A: ¿Qué sucede? _sorprendida_
R: ¡Perdón, perdón, perdón! _dice aterrado_
A: ¿Qué pasa Ranma? _Ranma se arrodilla frente a ella tomándola de la cintura, mientras frota su mano contra el vientre de su mujer _
R: Te abracé con demasiada fuerza amor, perdóname bebé, no quise hacerte daño.
A: ¿Pero qué dices? _riendo, mientras acaricia su cabeza_ no nos has hecho daño tonto, ¿tan débil nos crees?
R: Akane, de ahora en adelante cuidaré de ustedes con mi vida.
Solo atiné a reír, nunca me imaginé que iba a ir enserio, pero así fue. Disminuyó sus horas de trabajo para poder "cuidar de mi". Me acompañaba a realizar las compras, no me dejaba hacer fuerza o limpiar la casa, si hubiese sido por él no me hubiese dejado ni siquiera caminar. Pero por otra parte era muy tierno, cumplía con todos mis antojos, sin importar que fueran o a qué hora fuera. Todas las noches me hacía masajes en la espalda y en mis pies, tolerando pacientemente mi iracundo carácter que con el embarazo, admito, se había vuelto insoportable. Me acompañaba entusiasmado a todas las citas con el médico. La primera vez que tuvimos la ecografía y escuchamos su corazón latir lloró de la emoción. Quien hubiera pensado que este orgulloso hombre sería en realidad tan sensible. Realmente había cambiado después del accidente del tejado. Luego de su confesión a la salida del hospital, algo que jamás se hubiese imaginado, comenzamos con el noviazgo. Yo quería mantenerlo como secreto pero él mismo se lo contó a nuestros padres y a todos nuestros amigos… o enemigos, no sé cómo llamarlos. No fue fácil hacerlos entender que nos amábamos, mucho menos hacerlos desistir de separarnos, pero unidos como nunca antes habíamos estado pudimos demostrarles que nuestros sentimientos eran sólidos y que nada de lo que pudieran hacer impedirían que nuestra relación se fortalezca.
Los días que convivimos juntos fueron soñados. Solíamos pasear por Nerima, riendo y peleado a la vez, como solo nosotros podíamos hacerlo. En casa nos dedicábamos miradas cómplices frente a los demás y compartíamos besos y abrazos llenos de pasión escondidos en los pasillos de la casa. Éramos dos inexpertos en el amor, pero cuando estábamos juntos parecía como si nos conociéramos desde siempre, no había vergüenza ni culpa, simplemente nos complementábamos. En incontable ocasiones tuvimos que detenernos con suma dificultad, ya que si seguíamos demostrándonos nuestro amor terminaríamos llevando las cosas a otro nivel para el cual, si bien lo deseábamos irrefrenablemente, no era así como queríamos que fuera nuestra primera vez, a escondidas y probablemente espiados por alguno de nuestros padres.
Pronto tuve que ir a estudiar a Tokyo, él quería acompañarme pero yo insistí en que tomara su carrera como artista marcial en serio. No quería, pensaba que si él elegía ese camino me perdería, estaba realmente convencido de eso "sé que va a pasar, lo vi" aseguraba. Me costó muchísimo hacerle entender que eso no ocurriría y que más bien, era necesario para nuestro futuro juntos. Y pronto quedó demostrado, ya que con su intenso entrenamiento y disciplina estuvo preparado para participar de distintos torneos alrededor del mundo, saliendo triunfante de todos ellos. Lo extrañaba muchísimo, pero todos los días, infaltablemente, hablábamos por teléfono y cuando estaba en Japón me buscaba en Tokyo haciendo que nuestros afligidos corazones encontraran un poco de paz al latir juntos. Luego de dos años de esta rutina, me llevó de sorpresa a un viaje. No tenía la menor idea de donde iríamos. Grande fue mi asombro cuando llegamos a esa paradisíaca playa en Tailandia. Me dijo que "por fin habíamos llegado a nuestro destino, al lugar donde todo comenzaría". No entendía a qué se refería pero estaba acostumbrada a escucharlo decir cosas que solo él entendía. Esa misma noche me propuso matrimonio. Me regaló un hermoso anillo con una piedra roja, un rubí, "rojo, mi color favorito" me dijo, haciendo alusión a mi nombre. Le dije que aceptaba inmediatamente y nos unimos en un tierno beso lleno de emoción. Sin embargo temía que fuese muy pronto, todavía no había terminado de estudiar y él estaba en pleno esplendor de su carrera, y se lo dije. "Akane, no soporto estar lejos de ti ni un solo día más, prometo que ambos seguiremos con nuestros proyectos, pero juntos". Y con esas palabras todas mis dudas desaparecieron, pues debo admitir que yo me sentía igual. Poco después nos casamos y comenzamos a vivir en un pequeño departamento en Tokyo. Fueron unos días increíbles, al estar solos los dos en nuestra propia casa podíamos dar rienda suelta a nuestra pasión sin tapujos. No podíamos frenarnos y lo mejor era que no había necesidad de ello. Cuando terminé mis estudios nos mudamos a nuestra casa en Nerima. Kasumi ya se había casado con Tofú por lo que el dojo dependía de nosotros. Por fin nos sentíamos en nuestro hogar. Mi padre le dio total manejo del dojo a Ranma y él no podía estar más contento. Las cosas funcionaban de maravilla hasta aquel accidente. Ranma solía dormir aferrado a mi cuando empezamos a compartir la misma cama. Antes de eso, cuando éramos novios, solía golpear mi puerta en medio de la noche porque sus pesadillas, que nunca se atrevía a contar, lo habían despertado y "necesitaba comprobar que yo seguía aquí, con él". Lo único que logró confesarme es que en ellas yo no estaba casada con él, sino que tenía otra vida de la cual Ranma no formaba parte. Se despertaba muy angustiado y a continuación me buscaba a su lado mientras yo lo abrazaba intentando calmarlo, hasta que nos quedábamos dormidos aferrados el uno al otro. La frecuencia de esos episodios solo aumentaron después del accidente. Le pedí que viera a un psicólogo pero él se rehusó. Con la noticia del embarazo las cosas mermaron, pero aun así de vez en cuando suele despertarse aterrado. Lo que daría por terminar con esos sueños.
Fin de flashback.
Le doy un beso y él me corresponde casi por acto reflejo.
A: Ya te dije que no pienso dejar que te libres de mi tan pronto _acaricia su rostro_ ahora déjame ir a preparar el desayuno.
Ranma me mira y me sonríe dejándome ir a la cocina.
Luego del desayuno comienza con sus clases en el dojo mientras que yo me ocupo de la casa. Él aprovecha entre clase y clase para ver qué estoy haciendo y ayudarme con las tareas "más pesadas" como levantar los platos o sentarme en el sillón. Es muy fastidioso.
R: Ya falta poco amor, pronto Ren estará con nosotros _mientras acaricia su vientre_
A: Sí, solo es cuestión de tiempo. Creo que voy a extrañar estar embarazada.
Ranma se sienta a mi lado y dándome un beso en la mejilla me dice:
R: Si ese es el asunto no te preocupes querida. Haré todo en mi poder para que no extrañes por mucho tiempo estar así.
A: ¡Ranma!
R: ¿Qué? Jajaja, ¡tú lo dijiste!
A: No me refería a eso, además eres insoportable, eso si no voy a extrañar de estar embarazada.
R: Claro que no soy insoportable, solo cuido a mi familia. Es mejor que se acostumbre señora Saotome, porque cuando tengamos nuestros próximos hijos seré igual o incluso peor.
A: ¿Quieres tener más hijos?
R: Por supuesto que sí, quiero una gran familia. Siempre soñé con tener una gran familia… ¿es que tú no? _dudando_
A: Déjame ver, ¿tener más hijos contigo?... ¡es lo que más deseo!
R: Ven aquí _tomándola por la cintura hasta hacer que se siente en su regazo_ sabes que eres la mujer más hermosa del mundo ¿verdad?
A: Claro que no, soy una ballena con vestido.
R: Jajajaja.
A: ¡Ves! Te ríes para no llorar.
R: Me río de tus ocurrencias, Akane si supieras lo preciosa que te ves, sensual y tierna a la vez… oh, eso me suena a dejavú.
A: Ranma… mientes tan bien _dándole un beso_ pero mira la hora, tienes la última clase todavía, así que vamos, vete ya _intentando levantarse de su regazo_
R: Podría cancelarla sabes, y pasar juntos toda la tarde…
A: Ve, dame un poco de oxígeno. Cuando termines tendré la cena lista para ti.
Mi marido vuelve a trabajar a regañadientes y yo me dispongo a preparar la cena.
A: Ranma… ¡Ranma! _llama a su marido quien duerme a su lado_ Amor, despierta.
R: ¿Qué sucede Akane? _abriendo los ojos lentamente_
A: No te asuste pe-
R: -¿QUÉ PASA? _enciende la luz del velador a los gritos_ ¿ESTAS BIEN? _le toca la frente_ ¿QUÉ TE DUELE CARIÑO? _corre las sábanas_ ¿QUÉ… ES ESO? _mirando la sábana empapada debajo de Akane_ ¿QUÉ LE PASA A REN? ¡POR DIOS AKANE!, ¿QUÉ LE PASA A NUESTRO HI-
A:- ¡CÁLLATE IDIOTA! ¡TE DIJE QUE NO TE ASUSTARAS Y LO PRIMERO QUE HACES ES ENTRAR EN PÁNICO! _respira profundo_ ¿Recuerdas las clases de pre-parto? _Ranma sin emitir palabra, asiente con la cabeza_
A: Llegó el momento… _Ranma no reaccionaba_ ¡rompí bolsa! ¡Ren viene en camino!
R: Ren… viene en camino… hospital, ¡tenemos que ir al hospital!
Se levanta fugazmente, se cambia poniéndose lo primero que encuentra, busca las llaves del auto y sale corriendo de la habitación. Yo, mientras esperaba su retorno, me levanto y me visto. Tomé el bolso que había preparado semanas antes para tener todo listo cuando el momento llegara. Justo cuando estaba por salir del cuarto Ranma abre por completo la puerta.
R: ¡Perdón amor, me olvidé de ti, perdón, perdón, perdón! _la carga en sus brazos de repente_
A: ¡Ah no! Bájame ahora mismo Saotome _advierte con una mirada asesina_
Me baja al instante pero sin soltar mi mano. Bajamos por las escaleras con sumo cuidado, mientras las contracciones se hacían más insistentes y más dolorosas… la cara de Ranma se desfiguraba de preocupación. Subimos al auto (que Ranma había comprado para este momento) y nos dirigimos al hospital.
No dejó mi lado en ningún momento durante esas tres horas. Me acompañó en el parto aunque casi se desmaya al ver todo el procedimiento. Al ver su cara de alegría, la emoción brotando de sus ojos al ver a nuestro pequeño Ren en mis brazos, me di cuenta de cuánto amaba a ese hombre.
R: ¡Míralo Akane!, ¡míralo! es hermoso… mi hijo, nuestro bebé.
A: Lo es mi amor, lo es.
R: Bienvenido Ren, ¡Ren Saotome!
Así los nuevos papás de ese hermoso y fuerte niño de ojos café y cabellera azulada, llenos de goce y amor le daban la bienvenida a la familia de artistas marciales más fuerte, feliz y divertida de todo el Japón.