-dilo, solo habla-

-solo pídelo, y me quedare- hablo la chica de mis sueños (literalmente) mirándome directamente a los ojos. Me quede callado, solamente mirándola. Creo que en esos momentos, mi mirada expresaba mucho más de lo que una palabra podría decir.

Solo cerré los ojos, y empecé a recordar todo lo que habíamos pasado, desde tanto tiempo atrás hasta hacia acá. Tantos momentos valiosos, pero tan poco tiempo.

MLP (My Little Pony) no me pertenece, solo escribo esto por entretenimiento de los fans y propio

Soy o era, al fin y al cabo solo un estudiante de preparatoria, de quinto semestre, estudio en el norte del país, especialmente en el estado de Sonora. Cosa de la cual no me quejo, es solo que, preferiría vivir en donde nací, que es el D.F.

Pero esto, tiene poco o menos que poco, que ver con lo que me sucedió en todo este tiempo, la verdad es que, no me gusta relatar las cosas a medias, o decir, mentiras, al menos en este caso, ya que de verdad necesito tomar una decisión, así que supongo que seré lo más imparcial que pueda.

No te he hablado de mí, solo de lo que hago y de donde vivo, así que… Hola, mi amigo imaginario, ahora más que nunca, más que cuando era pequeño, y tenía que ocultarme de los payasos, de las arañas, de la oscuridad… Os necesito. Necesito que seas participe para tomar esta decisión, porque no sé ni que pensar.

Recuerdo ir de camino a la, casa de una amiga, a recoger unos papeles, que sinceramente no ocupaba pero, en verdad los quería, veras aun no querido amigo imaginario… Quiero en un futuro muy pero muy lejano, ser escritor, sé que mis padres se oponen rotundamente a la idea de que lo estudie como carrera universitaria, pero simplemente creen que me voy a morir de hambre. Y sé que lo piensan porque tienen una prima que estudió la carrera de filosofía y letras, y casi... ¡CASI! Termina "muriéndose de hambre". Así que antes de eso tengo que estudiar una carrera, conseguir un trabajo para después poder ser escritor "de título"

Lejos de esto mi aun no querido amigo imaginario, recuerdo que el día que inicio, o más bien el día que antecede al inicio de todo esto. Porque no se puede empezar desde un inicio, sin entenderlo del todo así que…

Como ya dije, ese día caminaba hacia la casa de una "amiga" por decirlo de alguna manera, a la que, comúnmente le digo, Eclipse. Más por nada su amor hacia los fenómenos astrológicos que por otra cosa. Ella comúnmente me llama Virtual, porque una vez, tumbe la red de nuestra secundaria, pero no empecemos por tonterías, porque no lo hice a propósito, y tampoco sabría hacerlo nuevamente. Dejando los apodos de lado, porque hay otros tantos, que la verdad no me gustan para nada, como lo son: "nada" (una vez, en clase cometí la fatal estupidez, de decir, o me dices por mi nombre o nada, y me llamaron "nada"), "inútil", "desnutrición" (porque soy más malo que el hambre), "diablo", y por último el "loco". Ya después de pasar tiempo conmigo quizás mis propias acciones hablen por mí, y te expliquen cada uno de ellos.

Llegue a la casa, y espere a que saliera, no soy mucho de entrar a las casas ajenas, si no me dejan pasar antes. Además, nunca he tenido ese tipo de confianza con alguien.

Sin mencionar que suelo seguir el siguiente lema familiar, "Los amigos de la puerta de la casa para afuera, y la familia, de la puerta de la casa para adentro", siguiendo con las tradiciones que me han impuesto (o al menos esta porque no las sigo todas), me quede afuera de la casa esperándola. A que saliera con mis papeles, que en su mayoría eran dibujos, no es que dibujase muy pero muy bien. Es solo que me gustaba hacerlo y cuando tenía tiempo y/o inspiración lo hacía.

Al igual que escribir, pero escribir lo hacía cuando es necesario. Después de que salió, de la casa, junto con mi carpeta donde estaban todos, mis dibujos, y varios escritos más personales.

-toma Virtual, estos son todos- hablo Eclipse, entregándome la carpeta

-ya viste, si ¿no dejaste nada tuyo adentro?-pregunte, abriendo la carpeta, antes de que Eclipse me la arrebatara, cosa que no quería que pasara, por lo que se terminó cayendo al piso. Junto con todos mis dibujos, y para desgracia de ambos, por ahí pasaba la hermana de ella, y vio algunos bocetos pasados de tono de varios personajes. Bufo en señal de molestia, abrió la cerca y entro hacia su casa, con el típico mal humor que le caracterizaba a ella.

-Dijiste que hoy saldríamos, ¿a dónde vamos?-me interrogo, Eclipse después de haberme devuelto la carpeta.

-a la biblioteca- respondí, empezando a caminar, después de haberme guardado, la carpeta en mi mochila. En la cual casi no llevaba mucho, solo un par de cosas. Mi cuaderno y obviamente algo con el que escribir en él, cualquier libro que estuviera leyendo, mis llaves, y quizás una que otra golosina, que variaba si, era verano o invierno. No quería llenar mis cosas de cualquier dulce o tontería.

Tomamos el camión y después, nos bajamos en un atajo, el que quedaba enfrente de unas fábricas de granos, y alimento para ganado. Cruzamos algunas calles, y llegamos a la biblioteca pública. Antes de entrar, de lleno a la biblioteca pase a su cafetería donde compre un café y salí al parque, de enfrente. Sin la compañía de mi amiga ya que esta se había querido, quedar dentro de la biblioteca.

Me recosté en el pasto, y empecé a meditar, al ritmo de una canción llamada Viva la Vida, de la banda Coldplay. Absorto en mi mundo, infinito, en mis pensamientos, en mi vida, y en mis asuntos hasta que vi, a una figura blanca que volaba el cielo que creí en mis sueños despierto que iba ¿cayendo? Entonces no te que en el suelo, me acompañaba de una pluma, tan larga que es casi, imposible que existiera, además de que emanaba un perfume tan, ¿perfecto? Soy (por voluntad propia) alérgico al perfume (ósea que no me gusta para nada) Pero este tenía algo en especial, un aire, de elegancia y pureza.

Empecé a caminar hacia la biblioteca, pero por alguna razón no me podría sacar ese objeto blanco, que probablemente iba cayendo del cielo.

-has visto algo, ¿mientras leías?-le pregunte a Eclipse, al mismo tiempo que le asuste porque se estaba concentrando de verdad en su libro. Cosa rara en ella, ya que por lo general perdía el interés en las cosas fácilmente al igual que yo. Pero éramos contrarios en cuanto a la escritura, porque yo me podía abstener en el mundo de cualquier libro, mientras que ella no se concentraba para nada.

-siendo sincera, no he visto la ventana, todo el rato-me respondió volteándome a ver.

-¿te ha atrapado la lectura verdad?-le pregunte, quitándole el libro de las manos

-de hecho, aunque no tengo dinero, para comprarlo-dijo, con su típica cara de corderito degollado

-está en el mostrador de las ventas a mitad de precio-a completo, sonriéndome, como si intentara persuadirme

-te lo regalaría, pero tiene un precio-le dije, refiriéndome al sabor de sus labios, que si bien es mi amiga, aun así me quedo la curiosidad saber cómo besaba desde que me dijo que, en alguna parte de sus más profundos sueños, me había amado.

-no en esta vida- contesto enojada, levantándose y colocando el libro donde debería de ir.

-por favor- conteste con voz de niño chiquito, con el más puro afán de molestarla aún más.

-que no-contesto.

-ya le fuiste infiel a tu novio una vez, ¿porque no le pones los cuernos otra, y conmigo?-

-¡vete a la mierda!-me grito haciendo que nos sacaran a ambos, por un día de la biblioteca, cosa que para mí, no era rara. Porque una compañera mía, estaba trabajando ahí y, por molestarme me sacaba ante la más mínima cosa que ocurría, además tampoco era novedad, que me llamasen la atención la en la biblioteca, porque mi hermana suele robarle los libros a la biblioteca, y como nos registramos al mismo tiempo y con el mismo tutor ósea mi madre. Yo los tengo que terminar devolviendo.

-¿porque le pusiste los cuernos a tu novio?-pregunte, haciéndola enojar

-¡que te importa!-

-y si, lo hice, pero no lo volveré a hacer, nunca, ¡jamás! Y mucho menos, contigo- agrego gritándome

-me importa ¡porque te dije que me gustabas una semana antes de eso!-conteste haciéndome el enojado.

-¿y eso que?, le puse el cuerno a él, no a ti-Me grito aún más alto, llamando la atención

-¡pero aun así me dolió!-grite enojado viéndole la cara de enfrente

Después de discutir un momento con, mi "única" amiga, preferimos dejarlo, así. Le dije:

-mejor déjalo así, después te llamo- Cosa que solo la hizo, enojar más. No quería llegar a este punto pero si lo hice, más que nada, porque sabía que el enojo se le pasaría en algunos días, pero me importaba muy poco, por no decir madre.

Después de ello, me encamine a una "fiesta" literaria, lo escribo entre comillas, porque en verdad lo único que hicimos fue "emborracharnos" y hablar sobre libros. También especifico "emborracharnos", porque si soy sincero contigo, mi aun no querido amigo imaginario, un puto vasito de rompope, no me emborracha. Legalmente ni siquiera se debería de decir que eso es alcohol, porque solo tiene de 4% a 6% de alcohol. A pesar de todo esto, me obligaron a "declamar" uno de mis "afamados" escritos ya que a todo el mundo, del club parecían gustarle. (Lo que me lleva a creer que tienen muy malos gustos)

Siendo sincero me divertí con la gente del club. Tenía algo de miedo, de que se hiciera algo incómodo, porque Eclipse, iría ya que esta en mi misma preparatoria solo que en primer grado. Pero al fin de cuentas no fue. En fin, no te aburro más con detalles de aquel día. Salí, de la fiesta a eso de las 8:00 de la noche, por lo que llegue a mi casa, en el camión urbano, de las 9:30 p.m.

Y al entrar en mi casa, sentí el más profundo terror, cuando vi a mi madre, parodiando a Star Wars, al darse la vuelta como el Emperador, para pelear contra Luke. (Ahora me resulta gracioso, pero si me dio bastante miedo)

Me dio una de las peores regañadas que, había tenido en mi joven vida. Después de media hora de escuchar, me fui directamente a mi habitación. Saque la pluma que me había encontrado, rompí otra (esta es de las que usan para escribir y no de pájaro) y vacié la tinta en un frasco pequeño, tome un papel y escribí:

-¿Qué eres?, ¿de dónde eres?, ¿Qué significas?- al terminar de escribir, me reí, por haberle escrito eso a la pluma, como si eso pudiese entenderme. Para quitarme eso de la cabeza, prendí mi laptop, y empecé a buscar, según la medida de la pluma. Después de media hora.

¡Nada!, absolutamente nada, me quede mirándola, sin hacer nada, solo mirarla. Hasta que me decidí.

-voy a salir- le dije a mi madre, quien leía un libro que yo le había prestado, el cual trataba sobre botánica, ya que ella trabaja en un vivero, que no es otra cosa más que una florería más grande, y que se dedica más, al cuidado de plantas, para su venta y distribución que, a la venta de flores. Por otra parte mi padre, es el encargado de la seguridad en una empresa importante de la zona.

-no tienes mi permiso-respondió

-olvide algo en la biblioteca, y si no voy por él, no podré hacer la tarea le fin de semana, y es una tarea muy importante- mentí, para hacerle sentir que debía ir por esa cosa.

-no te creo- me contesto, mi madre, porque en verdad que me conocía bastante bien.

-también iré por algo de cenar, dime ¿qué quieres que te traiga?-respondí, obteniendo su aprobación porque, sabía que una de las debilidades de mi madre, es la comida, y otra es usar la típica frase norteamericana: "Tu no me quieres, prefieres a mi hermano/hermana"

Me encontré con mi padre, y mi hermana en la puerta de la casa, después de una pequeña interrogación por parte de mi padre, la cual fue:

-¿a dónde vas amigo?-

-olvide algo en la biblioteca, y además por algo para cenar, ¿quieres algo?-

-no-contesto dejándome pasar

-yo quiero unas papas fritas-hablo mi hermana antes de que me fuera, en mi bicicleta, cosa que no era muy segura, y mi madre debió haberlo notado. Por lo que me aventó la llave de la motocicleta "familiar" junto con una amenaza:

-son las 9:40 de la noche, si vuelves más lejos de la 11:00 de la noche, ¡te quedas afuera!- digo, "familiar" porque tenía un carrito al lado para un segundo)

No quise responder, y tentar mi suerte, porque ya tenía hambre, además de que tenía que descubrir de donde era la pluma, quizás era de un animal nuevo y jamás descubierto. Quizás con el me hiciera rico, tendría fama, fortuna, ¡dinero! ¡Y BARCOS! ¡Y PUTAS! Okey la última parte no, pero ya me entiendes.

Avance con poca velocidad con la motocicleta, cerca de, donde vi caer a la figura blanca, que era la fábrica de semillas, estacione, la moto, cerca de la valla de la fábrica, porque era mucho más seguro. Y empecé a avanzar por las vías del tren que estaban cerca de la fábrica.

Prendí una linterna, pero después decidí apagarla, porque podría asustar al animal, que busco, y porque es más propenso de que me asalten. Lejos de donde estaba, empecé a ver huellas de… ¿caballo?

Busque un poco más, e inclusive, prendí la linterna para comprobarlo y sacarle una foto con mi móvil, dándome cuenta que mis ojos no me mentían para nada. ¿Acaso estoy buscando un pegaso?, ¿acaso estoy buscando un unicornio?

Camine un par de kilómetros más, esta vez, guiándome por las vías del tren, ya que las huellas se terminaron en cierto punto. Preste atención a todo lo que pudiese oír, y llegue al bosque, donde nuevamente vi las pisadas, y esta vez algo más. Una especie de zapato pero del mismo tamaño que las pisadas y hecho completamente de oro, lo que lo hacía algo… ¿pesado?, eso significa que es valioso, porque la masa atómica del oro es muy ligera, y si un artículo hecho de oro es pesado, pues contiene mucho oro. Decidí guardarlo, y volver, por la moto para adentrarme en el bosque.

Ya eran las 10:20 de la noche, cuando regrese al lugar donde encontré el zapato para caballo. Cubrí la moto y su "sidecar" con un par de ramas, y la escondí, puesto que en esa zona de la ciudad había muchos vagos y me interne en el bosque.

Busque y busque, pero no había nada, absolutamente nada, y entonces, me senté, para pensar mejor en lo que hacer, ahí fue cuando, vi un par de ojos, observarme. Cruzamos miradas y desaparecieron, en una sombra blanca, (por más raro que suene) los perseguí intentando no hacer el menos ruido. Y para sorpresa de ninguno.

Me perdí, después de eso, creí que alguien me había tocado el hombro, voltee con toda la rapidez del mundo, y si, en efecto alguien me toco el hombro. Una maldita tarántula.

No sé ni cuando, ni el cómo, pero desperté después de haberme desmayado por el miedo a la tarántula. Cayéndome sobre las vías del tren, haciendo que me golpee, fuertemente. Además de que lo último que escuche fue el sonido del mismo.

Entonces, desperté, cerca de una fogata, y vi a una ¿pegaso con cuerno? Revisar mi mochila, y comerse mi chocolate. Nos volvimos a mirar y tenía ganas de irse. Más no le deje, diciendo:

-no te hare daño- y claro que no iba a hacerle daño, porque en ese punto la curiosidad había matado al interés. Más, el caballo no respondió, y tuvo más ganas de irse. Mi mente trabajaba al cien por ciento, y lo más inteligente fue aventarle otro chocolate, que tenía en mi pantalón.

Como vi que se acercaba, de era una manera extraña, la observe mejor, con la poca luz que tenía, descubriendo que tenía una ala lastimada al igual que su pierna, pensé más rápido en otra cosa e ignorando el terrible dolor de cabeza que tenía, dije en casi perfecto Alemán:

-Warren, Sie nicht gehen- (espera, no te vayas) Al parecer este lenguaje si le intereso, a la yegua.

Y me contesto, con un idioma que más que Alemán parecía una mezcla de Alemán y sonidos de rio.

-Sie sprechen diese Sprache sehr schlecht- (hablas muy mal este idioma) no entendí mucho lo que quería decir, pero si entendí, hablas refiriéndose a mí, mal, e idioma.

-por favor, no te quiero lastimar. Puedo curar tu ala- intente comunicarme en español, y respondió con total claridad, sin hacer los sonidos de rio

-vete y nunca me has visto-

-¿Por qué me salvaste la vida si me dejas ir?-pregunte, se volteo a mirarme, mientras yo me quede atónito, ante lo que tenía enfrente.

-quería ayudarte, miedoso- contesto riéndose la última parte, dejando de lado su chiste, que no me hizo mucha gracia por que en verdad las arañas son terroríficas. Hable:

-me has salvado la vida, de morir en el bosque, o quizás morir en sobre las vías del tren en las que caí (las cuales cruzaban el bosque), déjame ayudarte-

Se acercó a mí, con una ceja en alto, lo que hizo que me sorprendiera de lo expresiva que puede llegar a ser su cara, y de su cuerno salió un aura dorada, rodeo mi cabeza, y lentamente fue bajando mi dolor de cabeza, hasta que se redujo a nada.

-te caíste en las vías, y te golpeaste, ¿duele aun?-explico, terminando con una pregunta.

-el tren me hubiese matado entonces, a no ser por ti- tome mi mochila y le mostré el zapato de caballo, al igual que su pluma y a complete:

-tu ala esta lastimada, y necesitas esto- hable mostrándole el zapato de oro

-es mi turno de ayudarte-agregue, y siendo sincero, puedo explicar el porqué de mi insistencia, en mi grande curiosidad, más que por mi empatía hacia el ser. (Y quien no me crea que se joda)

-dime ¿dónde estoy?-Pregunto un poco más dispuesta, a quedarse

-en el planeta tierra…. un continente llamado América… y un país llamado México-

-has caído con aquel rayo ¿verdad?-ahora el que interrogaba era yo

-si…. ¿Qué año es este?-

-principios del siglo XXI, y mediados de la segunda década del siglo- conteste mirándole los ojos, morados tan llamativos que tenía.

-¡¿Qué?! , ¡Pero si solo era una de mis escapadas normales!-grito, nerviosa, e histérica. Acto seguido empezó a hablar sola, sobre algunas cosas que no entendía, sobre espejos mágicos, diferentes planetas, y demás cosas por lo menos irreales.

-no debo de estar aquí- me dijo volteándome a ver

-¿tú crees?- conteste con algo de sarcasmo, más puro y sincero, pero para evitar que me diera una patada, complete:

-tu especie aquí no existe, caballos sí, pero sin alas, ni cuerno, además de que hay algo que deberías de saber-

-¡¿Que?!- grito casi al borde de una crisis, me di cuenta de esto, y si, le abrace. Porque, es lo que me hubiese gustado que hicieran, si alguna vez me pierdo en un mundo diferente.

-veras, si lo que hiciste hace un momento es magia, en este mundo no existe, por lo que es verdaderamente raro que estés aquí, y más peligroso, porque seres de mi especie podrían dañarte para obtener es poder, así que te propongo que te refugies en mi casa -dije después de un rato, ella acepto de alguna mala gana, y solo me quedo preguntarle:

-¿cómo te llamas?-

-Celestia- respondió fugazmente, más yo repetí el nombre mentalmente, saboreándolo unos momentos

Y de esa manera, le convencí de seguirme a casa, le abrí la puerta del "sidecar" y empecé a conducir.

-¿quién te lastimo?-le pregunte

-nadie, huía de un animal, y me lastime con una rama-

-los animales, ¿son menos racionales aquí?- casi me rio de esa, pregunta, puesto que ella era un animal, pero para no ofenderla solo conteste con un sí.

-también mi especie, es mucho menos racional-le respondí con una sonrisa.

-¿porque dices eso?-

-probablemente, si te ven hablar, te maten y disequen para estudiarte- Ella se quedó callada por un momento y contesto:

-gracias entonces, aunque no quiero ser una molestia-

-tu no molestas- hable al llegar a la casa después de haber conducido diez minutos de camino, los cuales, en su mayoría estuvieron callados, a excepción de la anterior plática. Sin mencionar que fui a la farmacia para buscarle medicina, para el ala lastimada que había notado que tenía. Llegamos después de un largo camino, y como era de esperarse me dejaron afuera. Pero sabía cómo entrar.

Me quede pensando, en ¿cómo meterla a la casa?, cuando ya habíamos llegado, y más importante aún ¿dónde esconderla? La respuesta a la última pregunta me llego, sola a la cabeza. En mi cuarto, respire pesadamente. Creo que ella se dio cuenta y pregunto:

-¿sucede algo?-

-no, es solo que estoy muy cansado, tuve un día pesado- Le respondí, y después me estacione y le dije:

-quédate aquí- señalándole el sidecar

Entre a la casa, después de sacarle la tierra de una maceta, para encontrar una llave, que ocultaba al fondo de esta. Y abrí. No hice mucho ruido, porque no quería ser descubierto, y mucho menos que la descubrieran a ella. Lo que casi pasaba por el susto que me metió al verla en mi sala.

PRESPECTIVA DE CELESTIA

Después de haberle salvado la vida al chico, de que el tren lo arrollase, y que este me hubiese convencido de seguirle. Cosa que hice, más por necesidad que por curiosidad, porque mis medios de sobrevivir, se veían limitados estando sola. Además de que el humano, había hablado el idioma de los caballos torpemente. ¡Como sabia eso!

Me subí en el curioso vehículo, al que llamo "sidecar", el cual se encontraba al lado de una "motocicleta". Llegamos a un edificio de lo más raro.

No me quería quedar afuera, porque tenía miedo, de lo que me dijo, además de algo de frio, así que en entre, para ver la casa, del humano que me estaba ayudando, haciendo que se lleve una gran sorpresa.

-¿vives con tus padres?-pregunte

-si-respondió algo, ¿avergonzado?