¡Yei! Al fin tenemos el final, lo siento no he dormido mucho y aún tengo trabajo. ¡Pero aquí está!

Un agradecimiento a Deidydbz, volpina214, Abru, LittleKitty, karenpage, silkie 19, katkitty05, Dixipa39 y Fraulein Skye. Por sus reviews y el tiempo que le han dedicado a leer esta historia. Saber que les gustó significó mucho para mí, por eso espero que el final cumpla con sus expectativas.

También un enorme gracias a todos los que siguen y colocaron en sus favoritos esta historia, a todos ustedes ¡GRACIAS!

Aprovecho para contestar los reviews anónimos, porque no sabía cómo responderles...

volpina214: Aquí está el final, espero que te guste :D

Abru: Lamento el cliffhanger jajaja me siento culpable por disfrutar dejar así el capítulo anterior, y no te creas, a veces siento que los personajes no les gusta lo que hago y tengo que cambiarlo. Prueba de ello es la guerra de regalos, cuando empecé con los oneshots no esperaba que terminara así jajaja

LittleKitty: ya no podré ver el título de la misma manera jajaja si alguna vez hago una historia así sabré qué tipo de títulos usar jajaja

¡Muchas gracias! Y sin más por decir les dejo el capítulo final.

Capítulo 7 - Final "Un poco más"

Lo primero que Ladybug notó fue la bufanda azul que había hecho para el cumpleaños del chico del que estaba enamorada y luego el gorro verde esmeralda que destruía toda duda de quién estaba frente a ella. Sus ojos azules parpadearon, tratando de borrar el sueño frente a sus ojos, pero la imagen que veía no desaparecía a pesar de tallarlos con fuerza, la ilusión sólo se tornó borrosa y ella entendió que estaba llorando.

Lo que Chat Noir notó primero fue una mascada que conocía bien, él la había elegido, además de que para acallar sus posibles dudas, en su muñeca estaba la pulsera negra con un cascabel, aquella pulsera que sólo había visto que ella usaba cuando estando en su habitación o en su balcón se sentía libre de atesorarla en su mano. El chico dejó que una expresión de desesperación se colara en su rostro cuando notó una tercera cosa, su Lady, su princesa, estaba llorando.

Marinette trató de controlarse y se acercó al joven que permanecía con un rostro desesperado, levantó sus manos como mostrando que no intentaba hacer nada malo y el sonido del cascabel resonó en el silencio que inundaba la torre. Los metros que los habían separado parecían un abismo y con cada paso que ella daba sentía la necesidad de correr y abrazarlo, pero cuando levantaba su vista algo nublada por las lágrimas y veía cómo el chico que siempre se mostraba seguro con su máscara parecía a punto de huir, plantado entre la indecisión de escuchar lo que tenía que decir y no querer saber nada.

Otro paso y esta vez lo acompañó otro paso más, porque no era de ella, era él quien movía sus pies para acortar la distancia.

Uno más se dijo y toda voluntad volvió a sus piernas cuando una tímida sonrisa asomó en el rostro de la chica al verlo acercarse.

Ahora sólo medio metro los separaba, ambos tenían sus manos a los lados sin saber qué hacer exactamente con ellas. Su vista fija en los ojos del otro.

"Chat Noir" dijo ella luego de limpiarse las lágrimas y dejar sus manos a los lados de nuevo en un intento de parecer calmada.

"My Lady" dijo él asintiendo con dudosa lentitud.

"Todo este tiempo, todo lo que pasó y no lo noté, Chat Noir es Adrien." La tierna sonrisa en sus labios hizo que el chico sonriera también.

"Y todo este tiempo my Lady era mi princesa, Ladybug es Marinette." La sonrisa de ambos se ensanchó.

"Creo que tenemos mucho de que hablar." La voz de la joven era serena, contrario a como se sentía.

"Así es my Lady, te debo una explicación y creo que tú también me debes una." Levantó un poco su bufanda azul señalándola con la otra mano.

Ladybug bajó su vista hacia sus manos que ahora movía nerviosamente. "Es un poco complicado."

"Está bien" dijo él. "Tenemos tiempo." Y lo que esperaba fuera una sonrisa tranquilizadora fue correspondida cuando ella decidió volver a levantar su rostro.

La joven inhaló y exhaló, calmándose antes de hablar. "Tikki." Susurró y frente al chico ahora estaba su compañera tímida girando la pulsera en su muñeca tratando de disminuir sus nervios.

"Plagg." De un momento a otro ya estaban los dos sin sus máscaras. Ambos kwamis flotaron al lado de sus elegidos. "Él es Plagg." Mencionó Adrien mientras extendía una mano para que el pequeño gato negro se acercara a la chica.

"¡Hola Plagg!" Saludó tímidamente Marinette cuando el kwami se acercó para flotar frente a sus ojos. "Yo soy Ma-."

"Marinette, lo sé, un gusto conocer de frente a la chica de la que tanto habla y por la que siempre está suspirando el chico." Dijo mientras volaba y volvía a su lugar junto a Adrien que le dedicaba una mirada que gritaba "traidor".

La joven de pelo negro cubrió su boca con sus manos cuando una ligera risa salió de sus labios y para salvar a Plagg de ser el objetivo del enojo de Adrien habló. "Ella es Tikki." E imitando el mismo movimiento que había hecho el joven ella extendió el brazo para que Tikki se posará en su mano y acercarla hacia el rubio.

"Soy Tikki, ¡mucho gusto!" Adrien mostró una genuina sonrisa cuando vio a la pequeña kwami y sus ojos grandes azules que lo veían con complicidad.

"Mucho gusto Tikki, soy Adrien" respondió el joven y extendió su mano para acariciar a la kwami que sólo rió ante sus atenciones.

Plagg que había aprovechado esa distracción para acercarse a Marinette, se posó en su hombro y le susurró. "Cuida de él. El chico es demasiado suave a veces."

La joven de ojos azules despegó su vista del chico frente a ella y vio al gato negro en su hombro. "Lo haré" susurró mientras levantaba su mano y acariciaba al pequeño que ronroneó ligeramente.

El kwami contento con lo que había escuchado, asintió y se dispuso a volar. "Tikki, dejemos que aclaren lo que sea que tengan que aclarar."

Tikki se tomó un momento para susurrarle algo al joven y dejar a los dos sólos mientras volaba con Plagg hacia lo más alto de la torre.

Marinette ahora estaba totalmente sola frente al chico que había robado su corazón en un día con lluvia, el chico que siempre se ponía en medio del peligro para rescatarla en sus batallas.

Adrien estaba frente a la chica que ocupaba el lugar detrás de él en la escuela, la misma chica que él le había declarado su amor incontables veces.

Inesperadamente ambos rieron. Sus kwamis que ya estaban sentados viendo el panorama de París voltearon a verse y también sonrieron cuando escucharon las risas en medio de la noche.

"Eh…" el valor que le había llegado con la risa le dejó un poco para hablar. "Esto.." Tomó aire de nuevo. "Soy Marinette, me gusta diseñar ropa, la moda, mi postre favorito es el red velvet y en mis ratos libres soy Ladybug, una heroína que se dedica a salvar París."

El joven rió de buena gana y extendió su mano para saludar a la joven frente a él. "Mucho gusto Marinette, yo soy Adrien, un chico que le gustan los videojuegos y salir con sus amigos, trabajo como modelo a tiempo parcial, tal vez me hayas visto en algunas revistas." La joven rodó sus ojos azules que veían con ternura al joven frente a ella. "Me encanta el chocolate y curiosamente también en mis ratos libres me dedico a salvar París."

"¡Vaya coincidencia!" exclamó sonriente la joven.

"Lo sé, ¿quién lo hubiera imaginado?" Ambos volvieron a reír mientras sacudían la mano del otro en un saludo formal. Dejaron de mover sus manos y Adrien levantó su mano desocupada para sostener la de Marinette, que sin dudarlo también levantó su otra mano para entrelazarlas con las de él.

Sus rostros estaban sonrojados pero no se soltaron ni se dejaron de mirar.

"¿Qué otra cosa olvidé mencionar?" susurró la joven.

"Creo que tu personaje favorito en Smash, pero eso puede esperar." La joven levantó una ceja cuando el chico mencionó eso. "Sólo necesito entrenar un poco más para averiguarlo."

La joven sonrió. "Tal vez pueda darte algunos consejos."

"Eso sería muy útil."

Contentos, a pesar de aún estar nerviosos se sentaron en la orilla de una viga cercana, balanceando sus pies mientras contaban anécdotas que el otro no había escuchado, cómo se sentían, los mejores recuerdos que tenían en común y qué querían para el futuro. Se contaron todo lo que pasó por sus mentes y poco a poco, olvidaron su angustia y el miedo.

"Debí haber traído el abrigo que me regalaste." La joven estaba recargada en el hombro del chico, él había pasado su brazo por sus hombros. Sus pies aún se balanceaban

"Podemos compartir mi bufanda." Y antes de que la chica protestara el joven ya había pasado su bufanda por su cuello, dejando a ambos más cerca que antes de compartirla.

"No sé cómo no vi eso venir."

"Un caballero no puede permitir que su princesa pase frío en su presencia."

Y ambos volvieron a reír, tratando de no perder el equilibrio.

"Me alegra que tú seas Ladybug." Giró un poco hacia ella y apretó su hombro en señal de compañerismo.

"A mí me alegra que seas Chat Noir." Dijo ella con dulzura. Adrien tenía la sonrisa más brillante de toda la noche en ese momento. "Pero…" La chica agregó mientras el joven perdía su alegría con cada segundo que ella dudaba en hablar. "No vuelvas a arriesgar tu vida por mí."

Los ojos verdes se llenaron de lágrimas y el chico quitó su brazo de los delicados y fuertes hombros de la joven para sostener su mano. "No puedo prometer eso."

"Pero." Un dedo se posó en su labios para evitar que ella siguiera hablando.

"Tú eres la única que puede purificar los akumas, es mi deber protegerte no importa lo que pase."

Marinette tomó la mano que le impedía a hablar, y sosteniéndola con firmeza respondió. "Puedo protegerme sola, gatito. Somos un equipo, yo no podría defender a París sola, te necesito."

Adrien sonreía al ver a la dama a su lado decidida a cumplir con su palabra, decidida a no dejarlo saltar en su auxilio cuando ella lo necesitara y él olvidó sus dudas. Se levantó y la ayudó a levantarse. Llevándola a la plataforma donde se habían encontrado, sintiéndose vivo se inclinó ante ella, dejando que su rodilla izquierda tocara el piso. "Princesa, my Lady, Marinette, no puedo prometerte que no saltaré frente a cualquier peligro si eso te salva, pero puedo prometerte que yo, Adrien, Chat Noir, pelearé a tu lado y permaneceré a tu lado de ahora en adelante." Y sellando su promesa tomó su mano para besarla.

Marinette tenía el rostro rojo, sus ojos azules veían con sorpresa al chico, casi pierde la compostura con el beso en su mano.

"¿Te comió la lengua el gato princesa?" dijo con diversión cuando levantándose vio que la joven aún no reaccionaba.

Pero ahora era él el que no podía hablar cuando vio que la joven lo imitaba y bajaba su rodilla para que tocara el suelo. "Adrien, Chat Noir, Gatito, yo tampoco puedo prometerte que no saltaré frente a ti para salvarte de cualquier peligro." Levantó su mano para acallar las palabras que estaban por salir de los labios del rubio. "Pero puedo prometerte que yo, Marinette, Ladybug, pelearé a tu lado para vencer cualquier adversidad y que permaneceré a tu lado siempre." Y también tomó la mano del joven y deposito un beso.

Adrien no pudo articular palabra alguna y sus ojos sólo atinaron a seguir los movimientos de la joven que se levantó con una sonrisa traviesa en el rostro.

"¿Te comió la lengua el gato Chat Noir?" preguntó con un poco de burla a su compañero que aún no se recuperaba.

"Cualquiera diría que se están proponiendo matrimonio." Dijo una voz desde arriba.

"¡Plagg!" al fin Adrien reaccionaba.

"¡Shush Plagg! Lo siento, no queríamos interrumpir." Habló Tikki mientras veía a los dos jóvenes rojos. "Pero es tarde y ambos tienen que asistir a la escuela mañana." agregó para que entendieran la razón de su aparición.

"Cierto" Habló Marinette, que había olvidado la hora por su extensiva plática con su compañero. "¿Te veo mañana?" dijo mientras Tikki se acercaba a ella.

"Te veo mañana" contestó él y la vio transformarse.

"¡Camembert!" gritó Plagg cuando Adrien no daba señales de moverse.

"¡Plagg!" Y Adrien pasó a ser Chat Noir.

Ladybug rió por el comentario de Plagg, pero vio la transformación del joven y con un ademán tímido se despidió mientras lanzaba su yoyo para desaparecer entre las luces de París.

"Hasta mañana." susurró un sonriente Chat Noir. No podía esperar a que amaneciera.

._

Era otro hermosa noche. Chat Noir veía a su compañera saltar hacia donde él estaba, había propuesto un cambio en su lugar de reunión para esta ocasión. Cuando ella llegó a una azotea de una casona abandonada que tenía una vista hacia los mejores lugares de París, el chico sacó de un escondite una manta, velas, un pastel y escondía en su espalda una rosa roja. El pastel era red velvet por supuesto.

"¿Le gustaría cenar conmigo my Lady?" Ladybug veían con asombro el hermoso detalle.

"Me encantaría" y junto con él se acomodó en la manta para ver la luna de esa noche mientras reían de sus anécdotas. Aún estaban aprendiendo uno del otro, navegando entre sus personalidades con y sin la máscara, salvando su ciudad, disfrutando con sus amigos y sobreviviendo a la escuela.

"¿He mencionado que hoy luces deslumbrante?" Comentó casualmente el chico mientras le extendía la rosa a la joven.

Ella tomó la rosa y la giró en sus manos analizando sus palabras. Estaba por contestar pero al final decidió no decir nada y aprovechándose de que aún tenía la máscara, se armó de valor, se inclinó hacia el chico y unió sus labios en un beso. "Creo que ya lo has mencionado."

Adrien no pudo hablar en un buen rato, contento con sólo sonreír y suspirar cuando veía a la chica que ahora sostenía entre sus brazos. Tenían tantas cosas en común que él no sabía por donde comenzar, si por las batallas, los regalos, los momentos y recuerdos. Quería que tuvieran más, muchas muchas más cosas que compartir y vivir. Así que sonriendo, viendo como la joven respiraba pausadamente, pensó que ya era hora de que se fueran a sus respectivos hogares. "Aún no" se dijo dirigiendo su mirada hacia la hermosa luna que brillaba sobre la ciudad del amor y acomodando a la joven en sus brazos. "Un poco más."


Sé que lo he dicho demasiado, pero GRACIAS, GRACIAS, DE VERDAD GRACIAS por seguir esta historia. Es el final y yo sólo puedo estar agradecida.

Ahora me retiraré a leer fanfics de este fandom porque me negaba a leer por la culpabilidad hasta que tuviera la historia lista... ¡Al fin!

Gracias de nuevo, espero que no se harten de mis gracias jajaja

Y espero leerlos pronto.