Maze Runner pertenece a James Dashner.

Reto Espejo para Ame Winner.

Advertencia: Esto contiene temática slash (niñoxniño), si no te gusta o no eres tolerante, desde ya puedes abandonar el fic.

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Creer
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1.- Jodido de mierda

Newt gruñó de mala gana y giró los ojos a ver a otro lado mientras Thomas seguía hablando de lo sorprendente que era salir a correr y de lo muy genial que Minho parecía hablando de ser runner.

Como klunk fuera, ¿qué mierda le importaba a él?

—Shank, ¿a quién le importa? ¿ya te vas a casar con él? —bromeó ladeando la sonrisa en algo que no se sabía bien si era diversión o irritación.

—Thomas, te veré afuera del Map Room temprano, te mostraré algo —Minho llegó donde ellos comían y movió la cabeza para saludar, Newt no respondió—. ¿El trabajo de líder ya te dejó un humor de mierda? —rió.

Pero contrario a seguirle el juego, el rubio sólo llevó una cuchara de espeso yogurt a la boca. —¿Quizás debería irme un día a correr contigo? A Tommy parece funcionarle muy bien.

El aludido sin saber bien porqué, estiró los labios con la sonrisa congelada.

—¿Sí? —el keeper soltó una sonrisa creída de lado y movió el cereal sobre la leche sin prestarle mucha atención—, ¿no sé qué decir? —comió como si nada pasara, aunque, a juzgar por el ambiente incómodo, se daba a entender lo contrario.

—¿Qué es exactamente lo que veremos, Minho?

—No comas ansias Tommy, ¿no has visto que a Minho le gusta dar sorpresas?

—Así es shank —éste se encogió de hombros restando importancia al mal humor que planchaba el líder, ¿cómo si ya estuviera acostumbrado aunque Thomas jamás en su vida lo hubiera presenciado?—, ¿soy la puta hada madrina de las sorpresas?

El moreno tragó agua porque era lo único que le quedaba y no sabía qué más podía hacer, nunca le había pasado algo así. ¿Dónde estaba Chuck para tener excusa de salir corriendo? Y su aliento se apagó cuando Winston, el último en quedar en la Choza de la comida, se fugó.

Cobarde —soltó en su mente, aunque no era muy diferente de lo que él tenía planeado—. Creo que debería ir a dormir —relamió los labios tras medio trabarse entre palabras y levantarse, definitivamente no quería ser el único ahí entre esos dos. Iba a decir algo más, alargar la excusa con otras tonterías, pero mejor sólo hizo lo que nunca: Cerró la boca y se fue.

Newt le siguió con la mirada mientras continuaba comiendo, lento y aletargado..., entre todo el silencio espeso que quedó formado.

—Nunca te vi emocionado con un greenie.

—¿Qué puedo decirte hombre? ¿es que me mata ese desborde por jamás callarse la klunk boca? Algo así como tú justo ahora —medio lo apuntó con la cuchara y siguió comiendo—. ¿A qué viene toda esa mierda? ¿Alby ya no te da "tu tiempo feliz"? —pero el tono de voz, más que divertido, se agravó un poco.

—¿Quizás? —Newt se encogió de hombros.

Más silencio, de fondo sólo se escuchaba el trasteo de la cuchara chocando contra el plato. Minho la soltó a medio tragar, se pasó una mano por la boca y se levantó.

—Hombre, ¿y qué mierda tengo yo que ver con toda esa klunk? —Bien, ahora eran los dos con ese humor—. Ve y soluciónalo o lo que mierda sea —Iba a largarse de una vez, pero la voz del rubio lo detuvo y le miró sin entender.

—¿Y por qué no lo haces tú? —Newt repitió como si entendiera que el otro no lo había escuchado bien—. Pareces un experto, ¿no? —comió bien el trozo de yogurt sin intimidarse de cómo solía verse el runner cuando se enojaba—. No recordaba esas dotes tuyas en el Maze.

Un golpe seco sobre la mesa rebotó, el puño de Minho estaba firmemente cerrado sobre la madera.

—¿Quizás es porque no te vino en klunk gana? —escupió a un lado como si las palabras fueran veneno, aunque igual estiró los labios en media sonrisa ahora bastante socarrona—. O seguro fue porque el puesto de runner te quedaba muy chico al igual que todos ahí —hizo una pausa y cruzándose de brazos lo barrió con la mirada de manera sarcástica—. ¿Ahora acaso vas a decir que Thomas es de tu puto interés?

Hubo una pausa.

—¿Y qué si lo fuera? —se acabó lo que comía y arrugó el ceño, no es que lo estuviera disfrutando pero tenía hambre—. ¿O qué si fueras tú?

—No me vengas con mierda —con la sola mención el asiático respingó con peor humor—, ¿ser líder ya te dejó pura klunk en la cabeza?

—Jamás te importó que dejara los runners, ¿verdad?

—¿De qué mierda hablas? —fugazmente éste se mostró afectado, pero como vino, se fue; aquel había sido un tema difícil de superar en muchas maneras, no quería volver a tocarlo. Resopló y se dio media vuelta comenzando a marcharse.

—¿Es lo único que sabes hacer, no? ¿Correr?

—¿Y qué si así es? —Minho se encogió de hombros restando importancia sin dejar de caminar—. Por algo soy el klunk keeper, ¿no?

—¿El bastardo keeper que a todos deja atrás?

Minho detuvo sus pasos de manera seca.

—Siempre corriendo. Jamás esperando —Newt prosiguió desde su lugar, medio divertido, medio calmo—. ¿El keeper imposible de alcanzar?

El moreno giró sobre sus talones, viéndolo. —¿Me culpas por ser mejor? —No sabía si reírse o enojarse.

—¿Vas a dejar a Tommy atrás? ¿solo?

—Si tanto te interesa —Minho tronó la lengua y regresó a continuar sus pasos a la salida—, cámbialo de keeper, puedes hacerlo, ¿no? Eres el klunk jodido líder que todo lo puede —y se fue.

Newt se quedó ahí solo, contemplando, con el traste del yogurt vació en una mano.

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Entre pesadillas Minho se levantó y agitó la cabeza intentando sacar el sonido de aquellos pasos rebotando. Pasó una mano sobre su cara retirando sudor y, entre respiración agitada apoyó un brazo tembloroso contra el piso y se empujó para terminar de levantarse.

Maldijo a Newt, llevaba tiempo sin tener aquella pesadilla.

—Mierda...

Desde la hermosa cena llena de romance con el imbécil klunk líder, su feliz humor no había cambiado y, ahora tras soñar con caballitos rosas y nubes de algodón dulce, estaba peor.

Pateó un par de zapatos entre la oscuridad y alcanzado sus botas de correr fue a salirse de ahí, estaba seguro que si se topaba con cualquier infeliz shank, le reventaría la cara sin pensarlo.

Agradécelo a tu estúpido líder —mordisqueó molestamente las palabras.

¿Qué mierda pasaba con Newt?

Justo ahora no quería hablarlo o terminarían peor, pero tampoco quería seguir molesto con él. ¿Cómo que eso lo enfadaba aún más?

Genial, ahora estaba contradictorio y...

Se detuvo a medio camino al Map Room, tenía planeado revisar mapas un rato para distraerse, pero vio luz y eso le llamó la atención, al ingresar encontró al que menos esperaba observando un par de viejos trazos que no tardó en reconocer.

—¿Qué mierda está pasando contigo? —terminó por ingresar caminando hacia él. Newt y él eran amigos, y aunque le jodiera cuando este se cerraba en su mundito todo oscuro, al final le importaba. ¡Y de mierda que le enfadaba estar así!

—Minho... —éste se levantó, llevaba el fleco sobre un rostro sombrío y parecía dedicar una especial atención a ese mapa a la mesa—, Tommy no es un mal shank.

El aludido levantó una ceja sin comprender, Newt no continúo pronto.

—Pero aún así... —estiró los labios en una sonrisa afectada, volvió a pausar y entre el silencio se acercó lento al otro y, como si fuera la cosa más natural del mundo, presionó sus labios contra los ajenos, le dedicó unos segundos más de contemplación y caminó lento a la salida. Ahí se detuvo, mano en puerta abierta—..., no me agrada como tu compañero —y salió.

Con un hormigueo por todo el cuerpo, Minho no dijo nada y en lugar de llamarlo, sólo dirigió la vista al pedazo de papel que el otro tanto veía. Lo recordaba. Recordaba aquella sección como lo que sucedió esa mañana.

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Continuará...