Disclaimer: Dragon Ball es de Akira Toriyama.
SPOILERS DEL CAPÍTULO 47 DE DRAGON BALL SUPER
(leer con cuidado)
AL FINAL
—la esperanza prevalecerá—
Ha corrido, ha peleado y ha vuelto a perder; Trunks nunca creyó que esto le volvería a suceder. Sin embargo, sí, ha pasado: un nuevo enemigo ha llegado y, con éste, la paz de su tiempo ha vuelto a oscurecerse. Increíblemente, esta vez parece peor que la anterior.
Es la definitiva.
Acaba de volver de una patrulla: así como en tiempos de los androides, estos últimos meses, a la espera de que la máquina del tiempo esté en óptimo funcionamiento para poder ir a buscar ayuda al pasado, Trunks ha recorrido la ciudad vuelta escombros intentando ayudar a quienes lo necesitan, buscar sobrevivientes, proteger sus vidas, esas con las cuales se sentirá en deuda para siempre como el salvador que es y que será. Nada ha hallado, lastimosamente.
Diez días sin hallar a nadie. Ni a nada.
Devastado, retorna a lo que ha quedado de su hogar, la Corporación Cápsula que con sudor habían vuelto a levantar para verla, otra vez, en ruinas. Camina por los pasillos grises, una grieta aquí, otra allá, y cabizbajo se cuestiona: entrené al límite, hice todo lo que pude, me lo tomé en serio… ¿Acaso no bastó? ¿Nuestra lucha ha sido en vano?
¿Es mi culpa?
Y cuando aquella pregunta vuelve a pronunciarse en su corazón, la pregunta que siempre se hacía cuando despertaba en una cama y los androides continuaban allí afuera, amenazantes, al fondo del pasillo la ve: Mai está seria, pero cuando su mirada la alcanza ella suaviza su gesto y pinta una sonrisa en sus labios. Emocionado, sin ya saber más qué hacer ni dónde meterse para no sufrir, cae rendido ante esa sonrisa.
—¿Nada? —pregunta Mai sin dejar de sonreírle.
—Nada —responde Trunks, y la sonrisa que había devuelto por un instante lo abandona al tiempo que la voz se le quiebra.
—Tranquilo —dice ella, y da un paso hacia él—. La máquina podrá viajar pronto y podremos ir al pasado.
Entonces, él lo vomita, su angustia una bala saliéndole por la boca:
—Es mi culpa. ¡Es mi maldita culpa!
Ella sonríe más. Se lanza a su pecho y lo estrecha con fuerza. Bien sabe, por conocerlo, por ser él con quien ha elegido compartirlo todo, que lo que Trunks acaba de asegurar es la reminiscencia de un viejo trauma. Mucho ha tenido que luchar junto a él para alejar esas ideas absurdas de su mente, para retirar el puñal envenenado con culpa de su corazón. Él se ha resistido con tozudez, por años y años, y ahora, cuando al fin había podido dejar ir la culpa de su ser…
—Es mi culpa… —susurra él, de nuevo, como antes y como siempre, y la garganta ya no puede más.
—No lo es, niño. —Y Mai lo suelta. Aún sonríe—. No es tu culpa, porque aún tienes mucho por hacer.
—¡Pero…!
Y ella, Mai, hace lo que debe: aferrándose a su cuello, lo besa, lo calla, lo asfixia con su verdad: no puede ser tu culpa si aún tienes algo por lo cual luchar. ¡Porque no todo está perdido, niño! ¡Porque aún tenemos mucho por hacer!
Aún hay esperanza, niño. Aún la hay.
Al separarse, él tiembla en sus brazos. Su mirada endurecida se relaja al contemplar a Mai una vez más, su compañera en la adversidad y en la más íntima felicidad, aquella que todo se lo soporta, que tanto ánimo le ha dado desde la unión de sus caminos en medio de la reconstrucción ya olvidada. Él la estrecha con el amor que le tiene, infinito por ser ella, junto a su madre, quien inspira su lucha más genuina, la de aquellas personas que, espera, aún siguen allá afuera, a salvo de esa maldita sombra oscura, resistiendo hasta que el horror finalice. Al hundirse en los ojos negros de Mai, recuerda:
—Aún hay algo por hacer —farfulla sobre su boca.
—Sólo será tu culpa cuando te rindas, niño. Sólo ahí, antes no.
»Mientras estemos vivos debemos luchar.
Las bocas vuelven a unirse y se exploran, conocidas allí y en todos los universos, las bocas expresando la verdad de lo que son: almas atadas, destinadas a encontrarse suceda lo que suceda. Y él la estrecha y ella más, y las bocas expresan todo cuanto sienten. Amor. Fe.
Esperanza.
La que juntos esperan alcanzar.
Y siempre y cuando no se rindan, juntos, la alcanzarán.
.~.~.~.
Nota final
¡Hola! Empecé esta viñeta hace exactamente veinte minutos. ¿Por qué la escribí? Por una humorada en Facebook y una ilusión fangirl descontrolada (?).
Disculpen. XD
Dedico este fic a las hermosas mujeres que me han hecho compañía en este momento retorcidamente mágico (?) en Facebook: Kuraudea, TourquoiseMoon, Syad y Cereza de Pastel: para ustedes. n.n
Gracias por fangirlear conmigo. XD
En fin: escribí esto basada en el adelanto del capítulo 47 de Dragon Ball Super y en una teoría que leí por ahí. ¡Ojalá les guste!
Besos y nos leemos. n.n
Dragon Ball © Akira Toriyama