La casa de tejado verde.
Capítulo 1
Harry Potter sabia, por experiencia propia, que las cosas buenas en su vida nunca duraban lo suficiente. Los primeros años de matrimonio con Ginevra fueron casi utópicos, habían concebido tres hermosos niños y las cosas, aparentemente iban para mejor.
Pero por supuesto, él era Harry-mala-suerte-Potter.
El día había comenzado bien, Harry tenía un par de días libre en el trabajo, por lo que decidió llevar a los niños a un zoológico muggle. "Sabia" que Ginny siempre estaba atareada con su trabajo como corresponsal en el profeta y quería que tuviera por lo menos un rato para ella.
¡Y por Merlín! ¡Vaya que aprovecho el rato!
Regreso a casa, con una sonrisa en los labios y unos muy alegres chiquillos, el buen humor de los cuatro se fue al traste apenas atravesaron las puertas de la casa.
Un hombre con el pelo mojado y una toalla alrededor de la cintura estaba subiendo por las escaleras cargando un fajo de ropa. Harry lo reconoció al instante, era Michael Corner, el primer novio de Ginny en Hogwarts.
Michael los miro con pánico antes de subir corriendo las escaleras llamando a gritos a Ginny, Harry salió de su estupor, tomando a la pequeña Lily en brazos, corrió a la chimenea y mando a sus tres hijos a casa de Hermione y Ron. La pelea que se armó cuando Ginny bajo (con únicamente un albornoz) fue épica, gritos y replicas volaban de aquí allá, Ginny le echaba en cara el hecho de que el siempre estuviera con su trabajo de Auror.
-¡Estaba sola! – Le grito Ginny - ¡Tú siempre estás en el Ministerio! ¡Nunca me pones atención!-
¡Harry no podía creer la desfachatez de la mujer! ¡Le daba todo lo que ella pedía! Ropa, joyas, únicamente la casa fue elegida por él y Ginny siempre le decía lo pequeña que era. La pelirroja, no conforme con eso, se había burlado del físico de Harry.
-¿Crees tú que me sentía mujer al lado de un hombre con mi misma estatura? – le dijo con la burla bailando en sus ojos castaños- Quédate con los niños, ¡yo quiero hacer mi vida! ¡Quiero ser libre!
Apenas recordaba lo que había pasado después, corrió escaleras arriba, ignorando a un asustado Michael, y comenzó a sacar maleta tras maleta, aplicando el hechizo expansor que Hermione había usado cuando fueron en busca de los Horrorcruxes, metió toda su ropa y objetos personales propios y de sus hijos en ellas, incluso (y solo por joder a Ginevra) Metió las joyas familiares de los Potter que había sacado de sus cámaras. No tenía ni idea de cómo salió de su casa después de casi desvalijarla, con los gritos de la pelirroja zumbando en sus oídos (podía jurar que le lanzo un hechizo cuando estaba desapareciendo por la red flú). Llego a casa de sus mejores amigos medio atontado, Hermione ya lo esperaba cerca de la chimenea, hecha un manojo de nervios, se lanzó a sus brazos apenas lo vio.
-¡oh Harry! James me ha dicho lo que vio, Ron no le cree, ¡se fue a casa de su madre!-
Para variar y no perder la costumbre, pensó, pero no lo dijo en voz alta, no quería causarle más molestas a Mione.
James esperaba en la cocina, su taza de chocolate no había sido tocada, cargaba a duras penas a una Lily que aun hipaba, a su lado Albus tenía ambas manos alrededor de su propia taza. Miraron a su padre entrar con duda, ¿Qué sería de ellos ahora? Eran pequeños pero no estúpidos, Albus tenía una inteligencia por encima del promedio y sabía perfectamente que aquel hombre no era un amigo de su madre.
Harry los abrazo con fuerza, prometiéndoles que todo estaría bien, aunque ni el mismo lo creyera.
Tengo FC a cuestas, pero este fic gritaba "!publicame!". Este capitulo (y el siguiente) seran pequeñas introducciones.
No busco que odien a Ginny, ella tienes sus razones para ser asi, por lo menos en este fic.
!Gracias por leer!