Del Odio a la Lujuria…o hay algo más?

Capitulo 1: Lunes

PV Sakura

Me despierta la horrible vibración del móvil, con desgana agarro el dichoso aparato que me ha sacado de mi agradable estado de letargo, para ver quién era esa mente privilegiada que había acabado con mi reciente estado, espero que sea por algo importante porque no hay nada que me siente peor que me despierten y menos si son para tonterías, al fin consigo abrir lo suficiente los ojos para comprobar que me había llegado un Whatsapp, abro la aplicación para comprobar que a la persona que estaba maldiciendo no era otra que mi querida amiga Tomoyo a la cual ahora mismo odiaba porque ella mejor que nadie sabe que mi sueño es sagrado…

Antes de leer el mensaje, mi mente se pregunto que quería esta mujer un lunes a las 8:30 de la mañana, como podía estar tan espabilada después de habernos acostado anoche a las 4 de la mañana por habernos estado poniendo al día de lo sucedido este fin de semana.

Al fin abro el dichoso mensaje:

-Saku cariño te espero a las 11:30 en cafetería, tengo un bombazo que contarte…a las 11:30 que no se te olvide.

Para esto me despierta, se de una que va a morir pronto como siga haciendo estas cosas.

Suspiro por el cansancio y aun bostezando me levanto de la cama y decido empezar a vestirme y asearme puesto que a las 10:30 tenia laboratorio de Álgebra….que pereza, mi mejor amiga de toda la vida me había quitado una hora de sueño, ya podrá ser interesante eso que me tiene que contar.

Aun como una zombie me voy al baño para asearme antes de vestirme con lo que sería mi ropa habitual, unos vaqueros con unas botas de cordones negras, una camiseta de tirantes negra y encima una camiseta de manga larga a rayas negras y blancas y mi largo pelo recogido en una coleta(digo habitual porque suelo ir siempre de negro y el pelo recogido), e irme a tomar un café bien cargado a la cocina, nada mejor que el olor del café recién hecho por las mañanas y un cigarrito para empezar bien el día.

Yo al principio no bebía mucho café, pero cuando empiezas a estudiar en la facultad te das cuenta de que terminas siendo adicta si quieres mantenerte medianamente espabilada durante toda la jornada, sin ir durmiéndote por las esquinas…como si no tuviera ya suficientes vicios...

Por si no lo había comentado soy estudiante de Ingeniería Informática y mi queridísima y odiosa amiga Tomoyo Daiduji se había decantado por la Ingenieria de Imagen, quien me habrá mandado meterme en esto…si no llega a ser porque me gusta lo que estudio y eso ayuda y por la famosa cafetería de la politécnica que aunque no haya muy buenos especímenes masculinos que te alegren la vista, siempre es agradable echar allí el rato rodeada de los amigos o simplemente observando a la gente…si lo admito soy una cotilla empedernida, no puedo evitarlo….

Miro el reloj del móvil para comprobar que ya son casi las 10, si me había tomado mi tiempo, la verdad que no tenía mucha prisa, así que por una vez me había dado el lujo de hacer las cosas con la parsimonia propia de mi a esas horas, de no ser porque casi siempre me quedo dormida y tengo que ir a toda prisa vistiéndome mientras me lavo los dientes…un autentico desastre, pero que le hago me encanta dormir.

Salgo del portal dirección a mi coche, un C3 gris oscuro, el cual está aparcado justo en la puerta, para montarme, encender la radio del coche que se había quedado pausada en una canción de marea y subir el volumen y bajar la ventanilla para que la refrescante brisa de otoño me dé en la cara y termine de quitarme aun la leve somnolencia que me quedaba.

Llego a la facultad y me dirijo al el edificio de usos comunes donde se encuentra el aula del laboratorio de Álgebra, por el camino saludo a varios compañeros que como siempre se encuentran en las mesas que hay en el pabellón haciendo sus quehaceres o simplemente enredando…

Cuando llego a la puerta del aula, me encuentro con el tercer miembro de nuestro trío demoníaco, nuestra querida MeiLin, que estudiaba lo mismo que yo, estaba como todas las mañanas, alegremente conversando con el resto de compañeros que también se encontraban esperando para entrar. La saludo con un beso y ella me responde y empieza a preguntarme qué tal el fin de semana, enserio no sé cómo pueden venir con esta energía tan temprano, para llegar a su nivel, aun me faltan al menos dos cafés.

Al fin llega la profesora, todos entramos y nos vamos colocando en nuestro sitios, obviamente Mei y yo nos sentamos juntas. Al finalizar la clase y estando ya en el pasillo se me ocurre que se venga también a cafetería con Tomoyo y conmigo ya que seguro esta niña no se ha enterado de que Tomoyo tiene nueva información, asique le pregunto.

- ¿Mei tienes algo que hacer ahora?

-De momento no …-me responde curiosa

-Te vienes a cafetería con Tomoyo y conmigo, me ha despertado esta mañana para decirme que tenía una noticia bomba que contarnos….-se que Mei es igual de cotilla que nosotras así que jugué eso a mi favor, tenía ganas de que viniera porque para poder quedar con esta mujer hay que pedirle cita….

-De acuerdo iba a ir a cafetería de todas maneras a desayunar-me dijo con cara de hambrienta.

Así que las dos nos dirigimos a cafetería donde ya nos esperaba Tomy en la mesa de siempre, donde habíamos tenido todo tipo de conversaciones y donde yo podía desplegar mi poder de observación hacia los demás, puesto que su ubicación era única para ello, era la mesa que estaba al fondo a la izquierda justo al lado de unas amplias ventanas que recorrían toda la pared izquierda de la cafetería, dando una amplia visión del campus de la politécnica. Yo me sentaba justo en la esquina, pegada a la ventana, porque desde ahí podía observar tanto el interior como el exterior del lugar que nos rodeaba.

Cuando ya habíamos depositado las cosas en el suelo al lado de la mesa y pedido nuestros respectivos desayunos, el cual para mí sería el segundo café de una serie que puede llegar a 5 al día, Tomy empezó a contarnos su noticia bomba.

-Sabéis Chiharu y Yamazaki al fin se han liado este fin de semana, me lo ha contado esta mañana Naoko cuando veníamos para acá en el bus. -Dijo Tomy acercándose a nosotras por encima de la mesa.

-De que te extrañas si esos dos llevan con la tensión sexual no resuelta desde el primer año de bachillerato, más o menos desde que sus hormonas les empezaron a causar trastornos.-Dijo Mei envuelta en risitas malévolas.

-Si eso no es plato fuerte, lo mejor viene ahora. Se lo montaron el baño del Luna, los pillo Rika cuando fue a buscar a Chiharu al ver que tardaba demasiado.- Soltó Tomoyo entre risas al imaginarse la cara de la pobre e inocente Rika al ver la situación.

Mei y yo nos miramos, y empezamos a reír ante la revelación de nuestra amiga.

-Me imagino la cara de susto de Rika al ver semejante escena de porno en un sitio publico de mano de Chiharu y Yamazak.-Dije yo entre risas mientras veía como mis amigas no podía parar de reír.

-La verdad que me alegro por ellos, ya iba siendo hora que esos dos terminaran follando y acabando con esa tensión sexual de años, el problema que ahora estarán todo el día como conejos. Se van a dejar la paga en condones.- Soltó Mei haciendo que Tomoyo y yo explotáramos en carcajadas.

Mientras las pervertidas de mis amigas, seguían con la conversación imaginándose en que postura los pilló nuestra amiga Rika, yo observe que acababan de aparecer por lo que hasta ahora era un sitio tranquilo, tres chicos que yo conocía demasiado bien para mi desgracia. El primero un chico alto con el pelo negro algo largo y bien peinado, ojos azules y gafas que para la perdición de las mujeres le hacían extremadamente sexy, un torso firme y brazos bien musculados, todo un bombón, este era Eriol Hiraguizawa. El segundo de ellos era algo más bajo que Eriol, rubio ojos azules y también bastante atlético, el susodicho era Ryu Takami. El ultimo en entrar de los tres era lo que toda la población femenina de la facultad podría describir como el chico de sus fantasías sexuales, era alto, aunque algo más bajo que Eriol, pelo castaño algo largo y alborotado, ojos de un marrón claro, casi ámbar que solo con una mirada hacia que hasta la más pudorosa mojara sus bragas, unos labios en los que casi siempre se formaba una sonrisa torcida que podría provocar un infarto, un torso que se marcaba debajo de esas camisetas ajustadas que siempre usaba y unos brazos grades que solo el imaginarse rodeada por ello podría hacer que una chica se derritiera. Este pedazo de espécimen masculino no era otro que Shaoran Li.

Después de ver a estos seres, que parecen dignos de películas porno, os estaréis preguntado el porqué de mi desgracia por conocerlos, pues os resolveré la duda, Li y yo nos odiamos a muerte. Desde bachillerato no hay día que pase sin que alguno de los dos putee al otro de una manera que puede hasta llegar a ser cruel a veces.

Algunas personas sufren eso que llaman amor a primera vista, sin embargo lo de nosotros dos fue odio a primera vista, él es una de esas personas que nada más ver me doy cuenta que me voy a llevar a matar con él, simplemente por sus alardes de chulería, que se encarga de esparcir cada vez que entra en un lugar. Y qué decir del usufructo que hace del cuerpo inocente de las pobres desgraciadas que se atreven a quedar prendidas en su red de malvados y pervertidos juegos, para luego olvidarse de ellas. Es gilipollas.

Y como dice el refrán, "dime con quién te juntas y te diré quien eres", así que ya os podéis imaginar, que sus amigos Eriol y Ryu vengan comportándose igual.

No tardaron mucho en darse cuenta de nuestra presencia, más que nada porque sabían de sobra que si querían encontrarnos tenían que buscar en nuestra mesa habitual, que rara vez está ocupada por otras personas que no seamos nosotras.

Se acercaron con esos aires de galantería y chulería propias de sus personas hacia donde nos encontrábamos mis amigas y yo, y donde ellas aun seguían enfrascadas en sus divertidas y picaras conversaciones.

No pude evitar poner cara de mala leche al verlos, más bien al verle, porque a pesar de que Ryu y Eriol se llevaran tan bien con él, el único que se divertía incordiándome era el subnormal de Li. Los otros dos solo le imitaban en el hecho de utilizar a las chicas como clínex.

Cuando ya estuvo lo suficientemente cerca para que me oyera le solté, -Eriol, dile a tu amiguito Li, que como de un paso más hacia aquí se va a quedar sin carrera de padre, que hoy no me apetece aguantar subnormales - sé que es un comportamiento un tanto infantil pero es que era la última persona del universo que quería que se me acercara, aunque últimamente tuviera dudas ante eso, le echo la culpa a mis hormonas de ese pensamiento.

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Buenas Lectores, ante todo muchas gracias por animaros a leer mi fanfic, es el primero que escribo, así que espero ansiosa vuestros comentarios y opiniones tanto si os ha gustado como si no. Y si tenéis alguna petición o pregunta no dudéis en hacerla.
Espero que disfrutéis leyendo esta historia.
Un Saludo y muchas gracias.