Damas y caballeros, es momento de cerrar un ciclo, hoy se termina una faceta de esta historia, después de este capítulo nada volverá a ser lo mismo, empieza una nueva historia, una nueva era, este, es el final de paciente 0.


Twilight guarda silencio en lo que era aquel lugar obscuro y con suelo de espejo, el mismo donde ahora Luna le miraba asustada por las tan furiosas reacciones por parte de la última princesa viva.

Las plumas en las alas de Twilight se caían una a una, volviéndose cenizas, mismas cenizas que pasaban flotando por el rostro de Twilight, quien solo se limitaba a soltar lagrimas con un rostro de total desconcierto.

Luna sentía su pecho rasgarse, tal vez habría un mejor modo de tratar a Twilight… pero si lo hay… es muy tarde para considerarlo.

El fantasma de luna, estaba ante una Twilight rota… destrozada por todo y para colmo, gran parte de eso era su culpa, y Twilight mejor que nadie, lo sabía.

- Ya no sé… ya no sé en qué debo creer.

Las palabras de Twilight perduraron en los tuétanos fantasmales de luna cual cáncer que se propagaba destrozándola.

-cree en… cree en un futuro mejor- dijo luna, con la pequeña esperanza de volver a encender la cálida luz en la joven princesa.

- … uno basado en mentiras – murmuró – uno creado a partir de dolor…

- siempre habrá sacrificio Twilight – luna respira profundo antes de continuar – así ha sido siempre, Celestia y yo no llegamos a donde llegamos al atravesar un campo de flores, el camino espina y… a veces te arrebata lo que más amas.

- ¿es todo lo que tienes que decir? – levantó la vista, mostrando aquellos ojos llorosos y molestos - ¿hay otro secreto que me tengas que revelar?

Los huesos negros, carbonizados de las alas de Twilight comenzaron a volverse polvo, dejando a la chica como una unicornio mas.

- tenia… que darte esperanza para que pudieras continuar.

- ¿es todo? – preguntó bajando la mirada una vez más.

- si…

De pronto empezó a haber mucho viento, tanto y se volvía tan intenso, que luna comenzó a moverse hacia atrás, sus cascos resbalaban en el vidrio y un polvo negro y de olor repugnante comenzó a infestar el lugar.

- ¿QUE ESTAS HACIENDO? – luna levantó la voz mientras trataba de mantenerse de pie.

- si ya no tienes nada que decir…

- Twilight… espera.

- solo vete… no tengo más motivos para escucharte… por algo estás muerta.

Luna comenzó a dividirse, como si su alma se fuera yendo por pedazos por el pesado viento astral.

- PERO TWILIGHT ¡NO! – La voz de luna parecía la de una docena de versiones de ella - ¡NO PUEDES CARGAR CON ESTO TU SOLA!

Twilight le miró a los ojos y caminó lentamente hacia ella con un rostro de desalmada, al quedar a pocos centímetros, el punto donde debía levantar la cara para ver a la alta princesa, pronunció la frase que borraría a Luna de este plano existencial.

-ya no creo en ti…


MLP LODM PACIENTE 0

Capítulo 39 el fin de una era parte 5

Subtitulo: La guerra de la burbuja


Aquí es donde nos quedamos ¿no es verdad? Este plano de la existencia donde el tiempo es detenido y podemos apreciar los detalles del momento.

Evidentemente, hay un conflicto y uno de los gordos, el monstruo calvo y sin pensamiento propio conocido anteriormente como Iron Will está corriendo con una decisión asesina en dirección al dragón, dragón que le mira de la misma manera y se acerca a él usando tanto patas delanteras como traseras para avanzar entre el suelo húmedo.

Disparos por aquí, disparos por allá, balas flotando por todas partes.

Applejack se cubre tras una roca de dimensiones parecidas a las de un sillón, tiene su arma bien sujeta y bastante munición para gastar, ahora aprieta los dientes, está a un par de segundos de asomarse para disparar al perro mutante, que, pisando el cadáver de una cebra, indica a sus compañeros el inició de la batalla con un grito que solo se escuchará cuando la imagen tenga movimiento.

El arquero apuntaba con el arco vacío mientras volaba a un par de metros del suelo, la flecha que había salido del mismo pasó a pocos centímetros de la cabeza de Centinel y se enterró en uno de los perros atravesándole el pecho

Centinel tiene su espada sujeta con ambas manos y su escopeta levita a pocos centímetros, su vista está fija a uno de los perros mutantes que poseen una cadena sujeta a una maza llena de espinas, aquel grotesco ser gira esa terrorífica maza por encima de su cabeza, tras él, otro perro dispara su metralleta mandando balas por todas partes.

Las balas, pasan junto a los cuchillos levitantes de Sweetie Belle, quien, con una furia en su rostro, ni siquiera pierde el tiempo en cubrirse.

Zecora, se impulsaba con su bastón, apuntando con sus piernas a la Cebra que ahora, solo era otro monstruo a disposición del lobo y quien, con afiladas garras, espera a la cebra como si tratara de atraparla.

Button corría con su lanza electrificada entre las manos, por encima de su cabeza, Rainbow Dash con sus cascos siendo lo que estaba delante, debido a que frenó un segundo su vuelo para cambiar rápidamente de ruta.

Disparaba sin piedad, con ojos de maniaca y una sonrisa aterradora.

Fluttershy, se barría para evitar la espada de uno de los perros espadachines a quien Gilda tenia bien detectado para aplastarle cayendo desde el cielo.

Trozos de tierra, madera, rocas pequeñas y un humo violeta, formaban una especie de rosquilla en tres dimensiones, que, se encontraba en el suelo formada por una explosión mágica.

La dona tenía un adorno en el centro, uno que tenía la forma que tendría un chicle al estirarlo para arriba, camino que siguió el cuerpo de Twilight.

La princesa gritaba como toda una guerrera, siendo sus manos las que llevaban la delantera con un intimidante fuego violeta emergiendo de las mismas, el lobo venia de más alto, pues había saltado desde una cabaña montada en una roca, con sus afiladas y brillantes dagas apuntando a Twilight y un rostro de satisfacción, producto de su mente perversa.

Y bueno, aquí estamos ¿no? si tan solo tuvieran en sus manos el control que activa este espectáculo, seguramente pulsarían el botón para que comenzara y todos se destrozaran.

No apuren, yo lo haré por ustedes, solo quiero decir una última cosa ¿ven a ese unicornio de espalda cosida? ¿ven a ese lobo de brazaletes hechos a base de cuernos de salicornia? Bueno, él hizo enojar a ella… y fue su mayor error.


Ahora sí, ¿podemos continuar?

Cuando Esferoth y Twilight chocaron fuerzas mágicas, causaron una honda expansiva que mandó a ambos por su lado.

Esferoth se clavó en la ventana de la misma casa desde donde saltó, Twilight desapareció entre una pila de tablas.

El momento en el que Spike y el zombi mutante de Iron will chocaron, Spike consiguió levantarle para estamparlo contra el suelo.

Disparos, golpes y una variedad moderada de destrucción a la propiedad ajena llegaron como un festival de adrenalina y éxtasis para muchos de los involucrados.

Era de esos momentos en el que el corazón palpita tan fuerte que nada más importa.

Twilight emergió lanzando las tablas por los aires con su magia, miró al frente, en dirección al perro mutante que tomó a Rainbow de la cintura con esa mano enorme y deforme que cubría todo el estómago de la pegaso.

La princesa salió de su sitio con decisión, solo hizo falta un movimiento para que la cabeza de ese monstruo se volviera pedazos de pus, sangre y materia gris.

Rainbow quedó tirada, al levantarse, sintió una cosa redondita que se metió entre su ropa, resbalando por su espalda, cuando se sacó aquella canica, quedó hipnotizada al averiguar que se trataba de uno de los ojos de aquél animal.

Se desconcertó al ver como uno de los perros, al que habían atravesado con una flecha, se incorporaba, desenterrado la flecha de su pecho mientras sus heridas se regeneraban.

Era como si Esferoth les hubiera transferido una de las habilidades más odiosas del paciente 0, en conclusión, deberían atacar directamente a la cabeza y con suerte los matarían.

Fluttershy pasó por encima de Rainbow al saltar para tomar al perro zombi del cuello con sus piernas, y en un movimiento tirarlo al suelo para proseguir a clavar un cuchillo en sus ojos repetidas veces mientras fuera de sí, recitaba oraciones2 inentendibles para Rainbow.

Sweetie Belle se puso delante de la pegaso amarilla, conjurando un escudo que la mantendrá lejos de las balas, mismo escudo que destruyó ella misma creando una onda expansiva que sacaría volando a tres de los soldados de Esferoth.

La unicornio se hizo a un lado rápidamente, cuando Spike, siendo arrastrado por iron will mientras este le sostenía por los cuernos, pasó a pocos centímetros de arrollar a su amiga.

Con Scootaloo en la espalda, la pegaso anaranjada disparaba a todo aquel que intentara acercársele con aquella arma que le robó a uno de los perros antes de volverse esas cosas de pesadilla.

El dragón logró arrojar a Iron Will dando media vuelta y mandándolo a varios metros de distancia, Spike volvió a dar media vuelta propinando un cebero madrazo con el antebrazo a uno de los perros que se abalanzaba contra la pony en su espalda.

El golpe fue tan duro, que los ojos del perro salieron de sus cuencas y su cráneo tronó como sandia al ser arrojada de un quinto piso.

Nuevamente Iron Will regresó usando sus cuernos como afiladas espadas que Spike esquivaba apresuradamente.

Scootaloo descargaba toda su munición a la cara del minotauro, pero eso solo lo ponía más furioso.

Button Mash, apreció saltando a la espalda del zombi de tres metros de altura (sin contar los cuernos) clavando su lanza electrificada que provocaría un calambre tal en la criatura, que su lomo golpearía a Button en la cabeza y lo tiraría de la misma dejando su lanza clavada (aunque desactivada por lo que dejó de electrificar al zombi)

Esto lo aprovechó Spike, para dar un golpe con el puño cerrado, que bajaría la cabeza del minotauro a la altura de su ombligo, cabeza que Spike volvió a poner en lo alto, al soltar un feroz zarpazo a la mandíbula.

El cuello del toro fue abatido por un par de tiros provenientes del arma de la pegaso y Spike terminó de romperlo de un potente puñetazo.

Claro que esto solo sirve de distractor, pues al igual que los perros, Iron ahora tiene la capacidad de regenerarse.

En medio de todo el conflicto, un espectáculo de luces dio inicio, cuando Esferoth y Twilight se atacaron una vez más, las espadas del lobo chocaron contra el escudo de magia de la princesa, que se desquebrajaba con los impactos.

Twilight se tele transportó velozmente, quedando detrás de Esferoth y dándole un golpe que se podría traducir como un disparo de escopeta mágica, pues pequeños puntos de energía se dispersaron mandando a Esferoth dos metros atrás.

El lobo no recibió mucho daño, pues sus dagas mágicas tenían una especie de reflejo que invocaba un escudo por un periodo de tiempo absurdamente corto a la hora de detectar un ataque.

El lobo fue hasta Twilight con sus dagas brillando y con algo de frustración, pues la interrupción de Twilight dejó de ser divertida y se volvió un verdadero fastidio.

Twilight movió las manos describiendo con su magia un anillo que pasaba por sus rodillas y por encima de su cabeza, una piedra picuda salió frente a ella desde el suelo, evitando el ataque del lobo, misma piedra que rodeada de la magia violeta fue arrancada y arrojada mandándola hasta una de las paredes del subterráneo con Esferoth pegado a ella.

La piedra se enterró y segundos después fue despedazada en una explosión de energía solo para que el lobo pudiera impulsarse hacia la princesa furioso y con un montón de escombros de piedra siguiéndolo detrás, escombros que el controlaba como una bestia a su disposición.

Twilight levantó todos los escombros a su alrededor y los arrojó todos a Esferoth.

El lobo impuso las piedras que lo seguían para que le sirvieran como escudo para los escombros.

Fragmentos de todos aquellos objetos se dispersaron por todas partes al impactar.

Esferoth llegó hasta el suelo, soltando un furioso grito se levantó y junto sus dagas sacando un potente rayo que Twilight atrapó con un escudo, escudo que desviaba aquella energía.

El rayo de colores brillantes llegó hasta la pared del lugar, por la forma en la que Twilight movía su escudo aquella luz iba partiendo la roca que rodeaba a todos los presentes haciendo temblar el sitio.


- ¡ACELERA!

- ¡¿NO CREES QUE LO INTENTO?!

Dos yeguas discutían paseándose entre un comino terroso entre el bosque, detrás de ellas los arboles eran aplastados y arrancados por el paso de un oso de dimensiones extraordinarias.

Los ojos de la pelirroja se abrieron cual platos al ver un acantilado al que Diamond Tiara no ponía la más mínima atención, por tener la vista clavada al espejo retrovisor.

Se lanzó para dar el volantazo, Tiara sujetó el volante con fuerza creyendo que su copiloto estaba loca.

El auto comenzó a dar vueltas endemoniadamente, derrapando y avanzado mientras se acercaba a la pendiente, la osa menor pisó tan fuerte a pocos centímetros de la orilla del acantilado (que para la criatura no era más que algo que doblaba su tamaño) que parte de la misma orilla se desquebrajó.

El titán de pelo brillante calló, Tiara y Bloom miraban al monstruo desaparecer, con rostros de desconectadas mientras el vehículo por fin se detenía.

Tiara no perdió ni un segundo en sacar la cabeza por la ventana para desechar su desayuno, la última vez que sintió tanto mareo, fue en aquella ocasión en la que su amiga Silver Spoom la forzó a subirse a la montaña rusa.

Mientras la chica continuaba dejando salir esa horrible mescla de hierbas procesadas y bilis, una pata de largas garras emergió del abismo, seguido de un gruñido tan potente que la tierra tembló.

Apple Bloom invadió el espacio de la conductora una vez más para cambiar a reversa y pisar el acelerador, Tiara casi se cae, pero alcanzó a aferrarse a la ventana, Apple Bloom dio el volantazo para que a través del retrovisor se visualizara la orilla de una carretera, un sitio donde podrían avanzar de un modo más eficiente.

Tiara dejó unos momentos para mirar con desprecio a Apple Bloom.

- ¡avanza maldita sea!

- no le contarás esto a nadie – dijo mientras su cara se volvía de un color verde, y daba un pequeño salto antes de cerrar la boca como una medida para que su sustento se quedara donde debía estar.

Apple Bloom jala una palanca debajo del asiento de la chica, su respaldo se hizo para atrás, de modo que Apple Bloom pudo empujarla a los asientos traseros para que ella tomara el volante.

De pronto algo pasó, el vehículo dejó de funcionar, Apple Bloom solo escuchaba el acelerador sufriendo y sin embargo el vehículo no avanzaba.

Miró por el retrovisor y vio a la Osa alejarse.

-ay… no me jodas- enfureció con el sonido de Tiara vomitando de fondo.


El modo en el que Gilda evitaba las balas y los ataques era simplemente sublime, al tomar a e aquel perro espadachín del pueblo en pleno aire, en medio de una pirueta que llevaba la suficiente fuerza para mandar a aquel monstruo por los aires, para que luego Spike lo atrapara en pleno vuelo y lo usara como arma contundente contra el toro.

- ¿Dónde está Dash? – preguntó la grifo a la pony enmascarada.

Fluttershy desenterró la espada del cráneo del perro al que le pertenecía – te preocupas por ella, eso es lindo – afirmó con una seguridad que no era fácil ver sin la máscara.

- si muere no podré vengarme de ella- Fluttershy le entregó la espada, y Gilda solo la lanzó a su espalda, dando en el cuello al perro zombi que salía para disparar.

- ¡OIGAN!

Sweetie Belle toma sus levitantes cuchillos con las manos al pasar junto a las chicas - ¡estamos en medio de una pelea! – se cubre de los disparos con un escudo - ¡¿lo recuerdan?!

Una bala termina en el casco de la chica, haciéndola arrodillarse al sentir su pierna entera echarse para atrás por la fuerza de impacto.

Levantó la vista, segura de que sería su fin, de no ser por una flecha que derribó al perro con metralleta.

Sweetie Belle agachó la cabeza agradecida con el arquero de cuernos en las cienes que ahora rondaba por el lugar.

Gilda la tomó entre sus brazos.

-llévatela de aquí- ordenó shy, a lo que la unicornio se opuso.

- ¡aun puedo pelear!

-no me arriesgaré- su vista se vio interrumpida cuando notó que a Applejack la tomaban de una pierna dejándola de cabeza.

Aquel enorme perro de caneas en los brazos se volvió el objetivo principal de la chica, sin decir ni una palabra comenzó a correr impulsados con sus alas a la par que con sus cascos, de modo que adquirió una velocidad bastante buena.

La chica saltó apuntado con sus pies al monstruo, pasó por encima de un perro con metralleta, misma que arrebató de sus manos en pleno salto, al caer se arrodilló y comenzó a disparar descargando el cargador.

Si bien, el tremendo perro arrojó a AJ para ir sobre Shy (que es lo que la pegaso buscaba) el plan no le salió tan bien cuando el mismo perro al que le arrebató su arma llegó por la espalda tomándola del cuello con un brazo y un cuchillo en el otro.

Fluttershy pataleaba para liberarse, consiguió apoyar el casco derecho en una piedra y se impulsó describiendo un arco perfecto por encima de perro.

Al caer, volteándole la jugada al zombi de inteligencia superior al ponyzombi, miró al otro can, más robusto y grande, quien, a los pocos segundos de verlo acercarse, unos brazos anaranjados le rodearon el cuello, mismo donde se enterró un cuchillo repetidas veces.

Applejack luchaba por que no la tirara, consiguió apoyar los cascos en la espalda, tomando el impulso para clavar el cuchillo en la mandíbula del zombi y luego a uno de sus ojos, mientras saliva verde y sangre negra como el petróleo salían por sus heridas que no alcanzaron a regenerarse.

Shy le rompió el cuello al otro can, y cuando este calló al suelo, el revolver de aj le reventó la cabeza para asegurarse de que no se volviera a levantar.

- Shy, espera…- pidió agitada y cansada.

- no hay tiempo – dijo la chica mientras se cubría detrás de los restos de una cabaña.

Applejack le siguió, bastante asombrada de la actitud tan madura que puede llegar a tomar esa chica de cabello rosa.

- Fluttershy…

- ¿que?

- ¿te casarías conmigo?

Fluttershy le miró como el mismo demonio, o esa impresión daba al ver aquellos ojos azules y sin pupila que simulaba la máscara, suspiró y desvió la mirada- hablamos de eso luego.


Centinel Spark sacaba la espada de el sobaco del toro levitándola mientras su escopeta disparaba detrás de la nuca de la bestia, Iron Will, furioso, trató de aplastarle, pero este solo se hizo a un lado, antes de que se diera cuenta, Spike ya había saltado encima de él, trepándose para tomarlos por los cuernos, las gigantescas pesuñas del toro exprimían cadáveres cual uvas para fermentar.

El dragón le enterró las garras de ambas manos en el hocico, para romperle la quejada a la par que sus pulmones se inflaban.

Iron Will lo tomó del cuello, Spike dejó salir una llamarada que entraría en su mayoría por la garganta de la criatura.

El fuego fue tan intenso que literalmente derretía el interior del toro y las llamas comenzaban a salir por las heridas provocadas por la espada de Centinel.

Iron Will cayó al suelo con Spike encima, se regeneraba, por lo que el dragón volvió a abrir su hocico y llenar una vez más su interior con letal fuego verde.


Twilight levantó a Esferoth con levitación con una sola mano, con la otra cargó una bola de energía que, al arrojarla contra el lobo, este voló algunos metros a través del caos que era esta guerra entre ponys, dragones y seres casi inmortales.

El lobo aterrizó clavando sus dagas en el suelo para frenar, a lo lejos, la voz distorsionada pero aún entendible de una cebra a su servidumbre le dedicaba unas palabras que solo él y Zecora entendieron.

Para ser precisos, las palabras se resumían en una sola idea "lo encontré"

El lobo se puso de pie, lo que se interponía entre él y su objetivo, era esa pony con delirios de grandeza que le miraba amenazante con sus manos brillando y los destrozos a su alrededor levitando.

- ¡DAME! ¡YAA!- rugió el lobo, la bestia de largas garras tomó el frasco y lo arrojó.

El viaje de aquel frasco fue detenido cuando una cebra de buenas intenciones le atrapó a medio camino, al detenerse a mirarlo, una mirada de perturbación le llegó cual daga a los pulmones, sin dejarle respirar.

- Oh… por… Celestia…

- ¿Ahora que? – aterrizó el arquero.

- Que no obtengan el frasco, o de nuestros gritos no se escuchará ni el eco.

Cuando Firestorm miró, el lobo ya saltaba hacia él con las dagas apunto de atravesarle.

El arquero apuntó con su arco, lanzó una flecha rápidamente y acertó, pero no fue suficiente para detenerlo.

Las dagas se clavaron al cuerpo de Firestorm como si se tratara de mantequilla blanda, el lobo quedó encima de él, admirando como comenzaba a ahogarse en su propia sangre.

Esferoth detuvo el bastón de Zecora con una mano, con la otra sacó la daga y la clavó en el vientre de la cebra levantándola con el pulo serrado, mientras su liquido vital chorreaba por el brazo.

Tomó el frasco y aceptó admirado – ustedes son peor de lo que imaginé.

- Dile… eso… a la princesa…- alcanzó a decir la cebra entre ahogados esfuerzos.

El lobo desenterró la daga y se giró rápidamente, sabía que Twilight intentaría atacarlo de nuevo, pero esta vez sería diferente, esta vez él juntaría sus dagas y descargaría su poder contra el suelo - ¡YA BASTA!- Declaró cuando la onda expansiva mandó a volar a todos en una circunferencia de 20 metros.


El lobo agitado, enfurecido, miraba a la princesa, tirada, frustrada, débil.

- debieron volver a su pueblo – Esferoth tomó el frasco y lo abrió – oh, valla que debieron hacerlo- como si se tratara de un envase de dulces casi vacío, Esferoth agitó el frasco sobre su palma para dejar caer el ultimo caramelo.

Una pequeña bola de pelos, emergió.

¿Qué clase de chiste de mal gusto es este? Se preguntarán aquellos desconocedores, esta canica de peluche con ojos ¿era lo que tanto buscaba? Era simplemente una forma muy estúpida de matar el clímax de una batalla.

- ¿Enserio? - preguntó Scootaloo desconcertada - ¿Eso es…?

Centinel se levantó adolorido – un… parasprite…

A la bola de pelos le salieron cuatro alas transparentes, que comenzó a agitar poco antes de que el lobo le aplastara en un puño.

- alguien…- Twilight intentaba incorporarse - deténgalo… - las costuras de su espalda comenzaron a sangrar debido a el maltrato.

Spike salió de los escombros e intentaría atacar al lobo de no ser porque un grupo de perros zombis emergió para tomarlo de todos lados y treparlo cual hormigas a su alimento, el dragón intentaba zafárselos, pero eran tantos que lo único que lograba era soltar su rugido de bestia derrotada.

Los perros comenzaron a atacar a el resto de los ponys, era como si no hubieren matada a ninguno de tantos que salieron, ¿Qué clase de desmotivación es esta? ¿de qué sirve pelear contra algo que es inmortal?

Esferoth levitó la jaula del paciente 0, la puso frente a él, Twilight soltó un profundo quejido al usar sus energías en arrojar una bola de magia a Esferoth, misma bola de desvió con total facilidad.

- te asesinaría ahora mismo, pero quiero que veas el espectáculo.

El lobo mantenía el puño cerrado, evitando que el parasprite escapara.

Apuntó una daga al zombi enjaulado y un rayo emergió de la misma conectando con la daga de su puño cerrado.

El zombi se retorcía en agonía mientras sus células intercambiaban información genética con la plaga de aspecto inofensivo.

Al zombi, le comenzaron a tronar los huesos y los cuernos sobre su cabeza se retorcieron, mientras su lomo calvo comenzaba a llenarse de un pelaje negro.

El lobo dejó de hacer el hechizo, soltando al para parasprite quien solo era una bola calva en su mano.

Le mórbida criaturita del infierno abrió las canicas rojizas que tenía por ojos y sus alas ahora obscuras y desgastadas, salieron como humas afiladas de alguna parte de su cuerpo mientras emitía un chillido terrible.

Twilight estaba a punto de desmayarse, pero eso no evitó que con un par de escudos transparentes violetas del tamaño de tapas de botes de basura.

Totalmente alterada, corrió hasta Esferoth quien, rodo los ojos sintiendo las acciones de la pony como un pobre y penoso (rayando en lo patético) intento por detener "la nueva era"

Con una sola espada, esquivó los golpes que Twilight le daba con sus escudos, y disparó una pequeña pero eficaz pelotita de energía que golpeó a Twilight en el estómago, tirándola al suelo completamente derrotada.

A metros de distancia, Centinel apreció el momento con horror, mientras de su escopeta salían perdigones que daban en la piel de los perros que intentaba hacerse con él.

Una furia incomparable le recorrió la sangre, fuera de sí mismo, corrió asía el perro que se interponía entre él y el lobo.

Esferoth caminaba cansado al cuerpo casi inconsciente de la princesa.

El unicornio, sin siquiera se molestó en sacar su espada, pues de un puñetazo en la nariz, recibió a aquel horrible animal.

El lobo pisó el pecho de la princesa, quien solo podía dar leves quejidos de dolor al sentir las garras de las patas enterrarse lentamente en su seno.

Esferoth, sostenía su "nueva creación" con delicadeza, mirándola a ella y posteriormente a Twilight.

-al parecer, serás participe del nuevo mundo.

Mientras Centinel sacaba energías de quien sabe dónde, logró evadir a los perros, mientras por su mente solo pensaba en lo que podría hacer aquella abominación nacida de una plaga que arrasa con todo… menos con la carne o… eso era antes.

Un cohete salió entre la multitud de perros, hiendo en dirección al corcel, supo lo que era, y el proyectil le golpearía de una forma u otra.

Al darse media vuelta saltando, mientras con sus manos conjuraba un escudo redondo, que no era más que un plato curveado del largo de su espalda.

Mientras se encogía sobre sí mismo, el proyectil rompió contra su escudo, sacándolo volando tres metros sobre el aire y con una velocidad considerable.

Esferoth miró por encima de su hombro, notando que, con una suerte absurda, el corcel caería sobre él, sacando su espada entre fragmentos mágicos y girando sobre si mismo para atacar al lobo.

El lobo levantó una garra con la que dispararía algún hechizo, pero esta fue golpeada por una pelota mágica del corcel, solo segundos antes de caer.

Los perros zombi, lejos de ayudar a "su creador" se limitaban a mirar, como dándole el placer a Esferoth, de ensuciarse la manos.

El lobo desvió un par de estocadas de aquella espada, para él, el mundo se detuvo al ver pasar muy cerca de su ojo un cuchillo de cocina, navegando por el aire con un aura verde.

Sweetie Belle salió, atacando ferozmente, pero rápidamente, el lobo, le tomó en un campo mágico, y la mandó a volar.

Cuando la escopeta de Centinel se hizo presente, Esferoth la esfumó de vista, la magia de alicornio era muy fuerte y era más que suficiente para arrancar al arma de corcel de su campo mágico para luego volverla puré y dejar caer los trocitos.

Esferoth juntó sus dos dagas para lanzar un rayo tan potente, que tiró a Centinel y dejó un agujero de perímetro rojo carbonizado y humeante en su ropa y posiblemente, unas quemaduras brutales en la piel.

- ¡¿ALGUIEN MÁS QUIERE HACERSE EL LISTO?!

El lobo no escuchó respuesta alguna, el resto de los ponys estaban siendo sometidos por sus guerreros, o eso creía hasta que sintió las débiles manos de un pegaso de cuernos, que se arrastró hasta él en medio de la agonía.

Esferoth le vio, y soplando aire con desagrado, pisó su rostro y lo presionó hasta escuchar su cráneo crujir.

Esferoth se relajó un segundo, mirando el cielo cual perro que intenta disfrutar la briza, un sonido familiar le hizo abrir los ojos, un rugido, muy grave y aterrador.

La osa mayor se asomó por el boquete encima suyo, el lobo apuntó una de sus dagas y los ojos de la Osa brillaron de un color particular, nadie daba crédito a lo que venía, la bestia, colocó sus patas delanteras a la orilla de la entrada a aquella burbuja bajo el agua y comenzó a entrar.

Torpemente, se resbalaba y tumbaba algunas de las estructuras.

El lobo se sintió un cácher de baseball, pues con una técnica que solo se vería en las ligas mayores, lanzó al pequeño y grotesco ser de su mano en dirección al enorme oso que se acercaba.

Cual tiro perfecto, la criatura entró por la boca del oso, quien, al sentir algo muy raro, comenzó a gruñir, y a retorcerse mientras las garras que clava en la piedra para no resbalar, se contraían.

Primero fue un ojo el que se le calló, mientras de su cuenca emergían cientos y miles de pequeñas criaturas en forma de canica que chillaban creando un aturdimiento total en los ponys.

La osa caía a pedazos, junto con un ejército de parasprite zombificados que devoraban al oso cual pirañas voladoras.

Esferoth, miraba el momento como el espectáculo más hermoso de su vida, mientras los parasprite, reducían a la osa a pelo, pues ni huesos dejaron.

El lobo comenzó a reír, mientras el color de sus ojos se ponía sobre el de las criaturas, al igual que la osa, estas, estaban a su disposición.

Un ejercido devastador, que incrementa en número conforme consumen su alrededor, esta era, el arma definitiva del lobo.

Cual torbellino comenzaron a volar, eran algo lentos, pero aquella nube negra construidas por esos seres del infierno, emergiendo en espiral por el boquete que llevaba a la burbuja bajo el agua, era un espectáculo aterrador.

Nuevamente, la fiesta para el lobo fue interrumpida, una pared de magia violeta se interpuso entre los parasprite y la libertad, misma, que los encerró en una burbuja gigantesca en la entrada del sitio.

Twilight, estaba solo a unos cuatro metros del lobo, con la mano derecha bien estirada al cielo, y con un rostro típico de una persona que ha luchado al punto de lo absurdo, sufriendo, llorando por el dolor de sus heridas, pero… no se rendía.

Sabía que de ser libres aquellas criaturas, sería el fin definitivo para los suyos, para todo aquel que no estuviera de acuerdo con ese psicópata, y eso, era mucho más importante que su bienestar, así su magia sea poca, así su mente se haya roto, así algunas costillas y, aquellas zonas donde salían sus alas ardieran, ella nunca dejaría que escaparan, antes muerta.

- ¿Cuántas veces tendré que darte una paliza? – se preguntó el lobo.

- ¿por qué no te metes con alguien de tu tamaño?

Esferoth miró a Centinel, quien, con una mano sostenía su espada mientras caminaba en un perímetro de tres metros de distancia, cuando se detuvo, sostuvo la espada con las dos manos, apuntando al lobo que tantos problemas le ha causado.

- ¿tanta lucha por un coño?

La primera estocada, Centinel llegó de lleno como intentando clavar su espada, misma que fue detenida cuando el lobo puso su par de dagas cruzadas para atraparla.

Centinel ni se esperó, pues empujó a Esferoth con una honda mágica que le hizo perder el equilibro un segundo.

Aquí es cuando Esferoth se dio cuenta de el gran fallo de su plan, demasiadas mentes por controlar, su magia estaba tan enfocada en mantener a esas criaturas de su lado que se le dificultaba mucho usar algo de esa magia en una pelea más personal.

Las espadas chocaban, el lobo esquivaba y hacia todo lo posible por no dejarse vencer por el furioso pony.

Cuando su estocada chochó de lleno contra su daga derecha, colocada a solo 5 cm de su ojo, el lobo comenzó a recordar y miró este momento con una nostalgia grande, era como volver a ver a un hermano, enserio, extrañaba luchar contra este sujeto de cabellos negros y dorados.

Le pateó en el pecho mientras daba un salto, el corcel retrocedió mientras el lobo daba una maroma para atrás, caía de pie y atacaba girando sobre sí mismo con las dagas extendidas a los lados.

Una de esas dagas doradas, dio en la mejilla del corcel, al menos la punta, que levantó piel y dejó una cortada de 5 cm de largo en la cara del corcel.

Centinel cargó su puño con magia, mientras que con la mano derecha seguía desviando los ataques del lobo, al tenerlo tan cerca, consiguió golpearlo con aquél puño en el estomago, mientras una explosión mágica aparecía entre sus dedos.


Rainbow salió de entre las maderas, adolorida y muy confundida, cuando vio a Zecora en el suelo, desangrándose, se levantó corriendo a ella, se arrodilló y la cebra comenzó a murmurar algo mientras se ahogaba con su sangre.

-en… mi…- señalaba aquella bolsa donde guardaba pociones, la pegaso se hizo de ella y en la misma había cuatro frascos, la cebra batallaba tanto en decirle cual era y la pegaso era tan poco paciente, que tomó la primera que vio y forzó a la cebra a beberla.

Cuando le quitó la botella, Zecora se dio media vuelta, escupiendo bastante sangre mientras se tomaba el vientre, su herida no estaba del todo sana, pero se recuperaría.

- Detener… deber…- decía entre terribles dolores.

Rainbow vio al lobo pelear con Centinel, Zecora la detuvo al sostenerla del brazo.

- No… si la plaga parasprite se libera… no habrá manera.

- ¡¿Y QUE DEBO HACER?!

- Esta… este lugar está hecho para evitar fugas… mi especie modificó el agua del lago para que se deshiciera de las plagas conocidas – tosió – incluyendo… esas pelotas sin gracia.

Rainbow se sorprendió un poco al ver un lado de Zecora que no creía que vería (una muy molesta)

- No importa lo que pase, joven Dash, tienes que ahogarlos… es la única manera de eliminarlos.

Cual relámpago, la memoria de Rainbow viajó por el espacio tiempo.

Recuerda el momento en el que estaba llorando desconsolada, mientras sostenía entre sus manos la mochila de la poni rosada, ahora, igual de rápido como se fue, regresó con la respuesta.

- ¡LOS EXPLOSIBOS DE PINKIE!

A un costado, Applejack forcejeaba con perro encima, Rainbow se sopló el fleco, levantó su arma y disparó a la cabeza del perro liberando a su exnoviesita 7u7r

Applejack se levantó alterada – yo…

- LEVANTA ESE TRASERO Y BUSCA A TODOS NUESTROS AMIGOS.

AJ se colocó su sombrero con cara de asustada - ¿ahora qué pasa?

- Ya sé cómo detener este problema, ¡GILDA!

- Si, si – contestó la grifo como una adolecente negativa mientras pasaba volando a unos cuantos metros de las chicas – proteger a los esponjosos.

- ¿Y tu que harás Rainbow? – dudó la granjera bastante desconfiada.

- Haré realidad mi sueño de mandar todo al carajo – colocó una mano en el hombro derecho de AJ – Será mejor que ni Shy, ni Scootaloo estén aquí cuando pase.

AJ miró a Twilight, con tristeza en su voz respondió – date prisa.


Cuando la pegaso pasó volando el estrecho entre la burbuja de Twilight y la roca, casi se embarra contra la misma, se distrajo al ver de cerca tan terribles pirañas voladoras y salió de la burbuja en dirección a los vehículos donde llegaron, mismo lugar, donde había dejado la mochila de la pony rosa que todos extrañan.


Gilda llegó aplastando perros, tomando a Button con sus garras y a Sweetie Belle con su pico, su misión, era sacar a todos los ponys de ese lugar.

Ella nunca lo aceptaría, pero en esa ocasión, sintió empatía por los ponys que juró destruir.

Shy saltaba de un lado al otro, evitando disparos y demás, miró a su derecha, los perros aún mantenían distraído al dragón, la poni suspiró, si lo liberaba, tendrían una ventaja grande.

Mientras corría, imaginaba las palabras que le diría a AJ de salir con vida de ese lugar.

"tú y yo llegamos muy lejos" la pony saltó por encima de un perro con su mole en una cadena, la esfera con espinas le pasó muy cerca, pero solo le ignoró y continuó su carrera "me haces feliz y parece que yo te hago feliz" se desliza para evitar las espadas de un espadachín y salta apuntando con sus cascos al perro que sostenía el hocico de Spike (como la punta de la torre) "tal vez sea apresurado decirlo, pero… acepto"

Los cascos golpearon tan fuerte al perro que soltaron a Spike, cuando shy terminó de caer, una llamarada inundó el lugar, Spike nunca había escupido tanto fuego en su vida, estaba literalmente dentro de una bola de fuego y esto distraía a los perros lo suficiente para quitárselos de encima.

Tan enojado, tan decidido a volver a esos pedacitos de mierda trozos tan pequeños que difícilmente se volverían a regenerar.


Centinel pateó al lobo, tirándolo, agotado, lleno de cortadas de estocadas que no logró esquivar del todo.

El corcel estaba bañado en sudor, algo de sangre escurría de su cara, levantó la espada para por fin acabar con Esferoth, este empezó a reír, apuntó con su daga derecha y un aura atrapó a Centinel presionándolo y levantándolo.

Su espada regresó a su forma de anillo, el cual calló al suelo revotando con tintineos propios de una pieza tan exquisita.

Tal vez debería preocuparse de controlar a los parasprite, pero Twilight los detenía.

-hay algo que olvidaste Centinel, Yo, aún puedo destruirte de un destello.

-bueno…- comentó el unicornio medio ahogado por la presión – tu… también olvidaste algo.

- ¡A MI!

Esferoth miró muy tarde, el puñetazo de Spike fue tan fuerte que lo mandó a volar varios metros


Rainbow Dash volvió, entre la entraba había una grieta, o abertura, el lugar ideal para poner los explosivos, el sitio era tan grande, que se consideraría una cueva a orillas de aquel tubo por el que se entraba a tan fascinante lugar.

Sin pensarlo ni un segundo comenzó a preparar todo, de fondo escuchaba a la vos de Pinkie, diciéndole "tengo explosivos que solo explotan si se detonan a control remoto ¡OLVIDATE DE LAS MECHAS! Esas no funcionarán"

Para suerte de Rai, estos estaban bastante preparados, de modo que su labor solo era colocarlos y conectarlos con los cables, como vio a Pinkie hacer un día en Ponyville, como una muestra de "lo que había aprendido"

Todo colocado, Gilda ya había sacado a Zecora, tenía el interruptor en la mano, en control con un botón rojo cual caricatura… pero… no lo presionó…

Algo dentro de Rainbow la hacía dudar.

- Crees que aún no han salido.

Rainbow se giró, una pony verde de cabellos anaranjados y un parche le miraba seria – Rainbow - saludó.

- Lightning Dust…

La pegaso miró todos los explosivos tras Rainbow – no sabía que supieras de pirotecnia.

- No sabía que tuvieras más vidas que un gato.

La chica verde resopló por el comentario, seguido de una sonrisa – ojalá pudiera decir lo mismo de Spitfire… pero ahora que lo pienso, si, ella también tenía muchas vidas, la dejaste morir, dos veces.

- No tengo tiempo – levantó los puños - ¿Vienes a pelear? Pelemos.

La chica roda los ojos- ¿Crees que yo quiero vivir en un mundo gobernado por el tipo con aliento de perro?

Rainbow baja los puños muy confundida.

- Ya no tenemos porqué pelear, funcionó, todo está preparado, explota este lugar de una vez, se llevará a los monstruos que nos amenazan, se llevara a la bestia mata ponys – "Rainbow vio la imagen de Spike pasar por su cabeza" – Se llevara al aliento de perro - "Rainbow pensó en Esferoth" – Se llevará al hijo de mami – Rainbow pensó en Centinel – Y, se llevará a la princesa maldita, la misma que nos traerá el caos de seguir con vida.

- ¡¿de dónde sacas eso?!

- créeme o no, Twilight está maldita, pero ¿eso importa? Enfréntalo, no hay manera de salvarla. Se irá derechito a la mierda.

Rainbow mira el control como un juguete con el que no quiere jugar.

- La misma historia, Dash, tu miras el momento clave en el que Equestria se desmorona y como la última vez, dejarás morir a los que te importan, una vez Spitfire, ahora Twilight, pero ¿acaso la vida de una princesa vale más que todos nosotros?

- Tu… no sabes nada…

- Spitfire nos contó como escapabas el día en que todo se destruyó, no eres una heroína Rainbow, eres como yo, una superviviente.

- ¿Qué ganas con… que ganas con venirme a fastidiar ahora?

La chica mira a otra parte desinteresada – No lo sé, supongo que quería despedirme o… asegurarme de que apretaras ese botón.

Rainbow se quedó como piedra, seguramente ahora mismo Twilight está al borde del desmayo, tal vez Centinel siga peleando con Esferoth y quien sabe, tal vez alguien ya le ayudó con eso pero… ella sabe que Twilight sigue allí abajo, desde este lugar puede ver la magia de la princesa reflejada en la roca…

Rainbow baja la cabeza y presiona el botón, el contador indica, 60 segundos, 59, 58.

La pegaso verde asiente con la cabeza dando media vuelta para largarse de allí – Sabía que harías lo correcto.

- ¡AAAAAAAAAAH!

Rainbow la toma de la espalda y la tumba junto con ella a las tablas que fungían como escaleras.

- ¡Tienes razón! ¡no soy una heroína! ¡soy una puta loca que adora de ver a los demás sufrir! – con su brazo metálico, logra romper el ala izquierda de Dust, haciéndola soltar un alarido de dolor - ¡Y NOSOTRAS TAMBIÉN NOS VAMOS A LA MIERDA!

- ¡MALDITA ENFERMA!


Centinel atacó al lobo por un costado, claro que esto era más para distraerlo y que Spike pudiera atraparlo con una garra y estamparlo contra el suelo una y otra vez mientras el indefenso lobo luchaba por recordar el hechizo de tele transportación.

De pronto, Gilda llegó, llevándose a Centinel sin preguntar.

Cuando llegó afuera, notó que ya muchos estaban allí, AJ, shy, Sweetie Belle, Button, casi todos, pero algo le preocupaba.

- ¿Dónde está Twilight?

Nadie respondía, y evitaban verle a los ojos mientras de algunos lagrimas corrían.

Centinel perdió el juicio, se giró y corrió para saltar dentro del boquete, pero Gilda le detuvo atrapándolo con sus poderosas patas delanteras.

- ¡¿QUÉ CREEN QUE HACEN?! ¡TENEMOS QUE SACARLA!

Era evidente su destino, si ella no detenía a los parasprite, nadie podría, solo una alicornio lograría el poder suficiente para contener a las criaturas, pero esto no le importaba al corcel, el solo quería verla.

Ya había perdido demasiado… - por favor… no otra vez…


El contador estaba por la mitad, la princesa comenzaba a marearse, pero se despertaba de momentos y lograba entenderlo.

- Spike… vete ya.

El dragón lanzó el cuerpo molido de Esferoth - ¿te llevo?

- No…- se quejaba por el dolor – si me muevo… los parasprite...

- Twi…

- Solo vete…

-… no, no esta vez.

El dragón se plantó cruzado de brazos, mostrando una lealtad enorme a la princesa.

- Nunca me abandonaste…- dijo Twilight mientras las lágrimas caían.

- no mientras estuvieras en peligro… - repentinamente, algo entró por la boca de Spike, una piedra quizá, algo muy pequeño, el dragón se tomó la garganta y calló al suelo.

Esferoth estaba detrás, mientras que con su magia reconstruía sus huesos rotos.

- ¡SPIKEEE!

El lobo tomó a Twi de la garganta, pero ella nunca dejó de extender la mano, lentamente la fue doblegando, mostrando su superioridad.


Rainbow golpeaba de una manera tan despreciable a la chica que uno se la pensaría dos veces antes de dirigirle la mirada, son solo porque le había reventado la cara de tanto golpe con su puño cubierto de metal, sino porque lo hacía con una sonrisa tenebrosa.

Cansada, comenzó a reír, esa sensación lo era todo, adrenalina pura y su siguiente victima venía detrás de ella.

Se levantó y la tomó de cuello, apretándolo para sentir su tersa piel y levantándola para que la escucharan gritar.

-Rainbow…- Scootaloo musitó.

La voz de la chica borró la sonrisa de Rainbow, le soltó y retrocedió- no.. nonon ¡¿que hice?! – se tomó la cabeza desesperada mientras miraba a la joven pegaso acariciar su garganta, arrodillada.

De pronto una tabla le pegó en la cabeza, haciéndola a un lado, Lightning Dust apenas era reconocible con tanto golpe, pero era ella, ¿Quién más tendría razones para atacar a Rainbow ahora?

Rainbow enfureció, y la tomó del pie para hacerla caer y golpearla en el suelo una vez más.

Scootaloo se paró, intentaba detenerla- ¡SOLO VAMONOS DE AQUÍ! - gritaba desesperada.


5 segundos para la detonación: Dash entiende que no merece la pena seguir peleando con Lightning Dust

4 segundos para la detonación: Fluttershy solloza en el pecho de AJ esperando lo peor.

3 segundos para la detonación: Centinel suelta el último grito dedicado a Twilight.

2 segundos para la detonación: Spike se levanta y va por el lobo.

Un segundo para la detonación: Twilight no aguanta más y deja de levantar la mano, ella y Esferoth desaparecen, Spike no logra dar con el lobo.


La explosión fue callada enseguida debido al torrente de agua que llegaba desde el cielo, Rainbow Dash y Scootaloo no habrían salido, por lo que Dash la empujó para que cayeran a otra grieta parecida a la misma en la que colocó los explosivos.

Evitan el torrente de agua, pero una lluvia de rocas aplasta a Rainbow, Scootaloo queda fuera de las rocas, pero se desmaya por el golpe.

Spike siguió sus instintos y comenzó a correr en cuatro patas mientras el agua caía y llenaba el lugar de líquidos de colores y parasprite mutantes que se derretían en el agua modificada.

Él no se derretiría, pues solo es corrosiva para algunas especies y sus escamas le protegerían, pero la fuerza de choque, es su mayor problema, antes de que se dé cuenta, está siendo levantado por la ola, cierra los ojos y aprieta los dientes.


En alguna parte del bosque


Twi y Esferoth llegaron en un destello, la princesa en el suelo, el lobo de pie, Twilight comenzó a arrastrarse para escapar.

- Me has puesto mal – Esferoth patea a la chica en el estómago, esta se contrae en agonía.

- Destruiste todo mi reino – Esferoth pisa a la chica en la garganta.

- Pero sin ti y tus amigos en medio, nada me detendrá para hacerlo de nuevo.

La princesa estira una mano señalando detrás del lobo, pero Esferoth está tan concentrado en su discurso que ignora este hecho.

- Así funciona, su alteza, los depredadores comen, los ponys, mueren.

De pronto, una poderosa mandíbula le toma del cuello, es el paciente 0, con sus cuernos y su mano que parece más una espada.

En segundos comenzó a destrozar al lobo, quien, en agonía, suplicaba piedad como el cobarde que en verdad era.

Twilight miraba la escena tendida en el pasto.

- valla ironía…- cierra los ojos y se desmalla.

Twilight recuerda despertar a ratos, viendo como aquel zombi horripilante devota al lobo, de ratos despierta y la está oliendo su cara.

De pronto una radio suena, el zombi se asusta y corre, dejando a Twilight con esa interferencia.

- Twilight… Twilight… responde.

La voz triste de Sweetie Belle es reconocida por la princesa, quien extiende su mano para alcanzar la radio que rara vez usa, pero siempre carga.

- Aquí Twilight - contesta.

-… no puede ser… ¡Twilight! ¡¿Twilight donde está?! ¡todos! ¡vengan! ¡Twilight está viva!

El gozo en la chica duraría poco, pues la princesa hizo la pregunta fatídica.

- ¿cu… cuantos quedamos?

El silencio en el que quedó la princesa fue tan abrumador que se sintió en el limbo.

Sweetie Belle suspira en la radio – necesitamos un doctor… a Zecora se le acabaron las opciones.

- chicos, escúchenme bien, empaquen y suban a los heridos a los vehículos – se toma un momento para respirar – nos vamos a casa.


3 meces después


Es otro día en el pueblo de ponyville, la princesa abre los ojos con pesados, la princesa ni siquiera quiere levantarse de la cama, sabe que ha pasado tiempo desde la salida del sol, o bueno… la ausencia de las nubes.

Mirando al techo de su cuarto, solo puede recordar la última vez que se sintió viva, antes de que un ser despreciable le cortara las alas, en sentido figurado y… también en el literal.

Suspiró, alguien le llamaba desde la puerta, sería estúpido dejarlo afuera.

Cuando salió de la sabana, su espalda desnuda y adornada con dos horribles y enormes cicatrices, caminó hasta su armario, lo abrió, la misma rutina.

¿Cuál me pongo? Se preguntó irónicamente, puesto que todos sus atuendos eran exactamente el mismo, suspiró y serró el closet.

Su cuerpo calientito pegó contra las frías puertas del guardarropa, mientras serraba los ojos, simplemente, hoy no era un buen dia.

Golpearon la puerta, era insistente y esto solo enfurecía a la princesa - ¡ESTARÉ ALLI EN UN SEGUNDO! ¡¿OKEY?! – rugió.

El silencio llegó como un balde de agua helada, Twilight lo sabía, vivía enojada, triste… melancólica.

Se miró al espejo, con sus manos recargadas en la mesita que sostenía el cristal, ese rostro es joven, debería tener los ojos llenos de ilusión y esperanza, pero esa mirada era más la de un anciano cansado, aquel que piensa que no vale la pena seguir vivo, pero no se atreve a atar una soga a su cuello, pues le debe algo a alguien, en este caso, Twilight le debe mucho a estos ponys.

Se vistió como una autómata, era lo mismo, ropa interior, camisa, chaleco, corbata, zapatos.


Aj se limpió el sudor de su frente con las mangas de su camisa de cuadros rojos, en su espalda, una bolsa llena de mazorcas.

A las afueras del campo de maíz, Shy le esperaba con su propia bolsa llena, vestía con ropa delgada y limpia, como si la suciedad hiciera lo posible por mantenerse alejada de tan bella figura femenina.

- ¿Por qué tardaste tanto? ¿pasó algo?

- Jeje, descuida, solo encontré un par de cosas allí dentro.

Las chicas comenzaron a caminar, paseándose por la granja repleta de vegetación, repleta de ponys y de animales que cuidaban y cosechaban las plantas de ese nuevo paraíso.

- Estaba pensando en Twilight – acepta AJ después de dudarlo mucho durante el camino.

Fluttershy gira la cabeza para verla, sacudiendo su ahora cortado cabello, cada vez que AJ lo veía, le recordaba el momento en el que Fluttershy entró al baño y con una espada cortó su pelo para que llegara a la mitad de su cuello, todo con el fin de salir de la depresión en la que se encontraba en aquellos momentos.

Tal vez no debía marear más a su prometida, lo último que quería era verla triste.

- ¿Qué piensas de ella? – preguntó Shy al notar la ausencia larga de dialogo.

- es solo que… pienso que deberíamos intentar acercarnos un poco mas.

- es ella quien se aleja – dijo Shy mientras su mirada se pegaba a la casa en medio de la granja – ya lo intenté todo…

- cuando te ajislas, tus problemas solo empeoran – afirmó AJ - ¿Qué tal si mañana…?

-peronda…- interrumpió Fluttershy.

-que…

- no quiero hablar del tema- dijo cortante.

Applejack suspiró rendida.

Al entrar a la casa, Apple Bloom se encontraba tallando en la pared con una navaja.

Ya eran dos meces y 14 días desde que él se fue y los contaba tallando en la pared.

- Ay Apple Bloom – renegó AJ tomándose los ojos - ¿Qué te dije sobre tu arte inentendible?

Apple Bloom le miró y bajó la mirada apenada, se dio la vuelta y subió a su habitación, no tenía que decir nada, ella conocía la rutina, "castigada y son cenar"

La mirada seria de shy comenzaba a incomodar a la pony de altura superior al de la yegua promedio, giró los ojos – oky, ya subo – AJ imitó los pasos de su hermana, lo que menos quería era que Fluttershy le hiciera sentir peor.

Llegó a la puerta y la golpeó llamando a su hermana – Manzanita… ¿quieres hablar?

- Habla con tu novia – contestó una voz quebrada desde adentro.

- si pues… ella no querrá – se mordió los labios y miró paranoica por el pasillo con temor a ver a Shy con cara de "¿Qué tanto dices de mí?"

- déjame sola…

- justo le comenté a Fluttershy eso, no esta bien que un pony se separe del resto cuando se siente mal, allí es cuando cometen locuras.

Silencio, Applejack pega su frente a la puerta – lo lamento terroncito de azúcar.

Dentro de la habitación, Apple Bloom abrazaba su almohada, mientras su memoria viajaba en el tiempo.


Ella miraba a Spike completamente callada a las afueras de ponyville, la línea que describían los ponys había sido la forma en la que Spike se despedía de cada uno de ellos.

Con su mochila en la espalda y tristeza en el rostro no insistió mas un adiós de AB y se marchó.

La pony sintió como si le arrancaran el corazón en ese momento, recuerda ver a Scootaloo al otro extremo de la fila, asomando la cabeza para verla "esa puta" si tan solo no hubiera estado allí, Apple Bloom hubiera tenido el valor de suplicarle a Spike que no se fuera.

Pero no se quedó con las ganas de hacer algo, tomó valor y gritó el nombre de su amado mientras corría hasta él.

Spike apenas terminó de girarse cuando Apple Bloom saltó hasta él, besándolo por última vez, pero… quizás debió hacer algo más después de eso, algo más que solo separar sus labios y susurrar un adiós.


Sweetie Belle abrió la boutique de su hermana con una llave, al entrar miró el lugar polvoriento y solitario, ella no comprendía por qué se torturaba de este modo todos los lunes, pero siempre llegaba a la misma hora para limpiar el polvo y aspirar los últimos diseños de su hermana.

Cuando conectó la espiradora y comenzó a pasarla por las telas, alguien llamó a la puerta, apagó la aspiradora y fue a atender.

Abrió los ojos al ver que era Button, con la cabeza baja y el pelo desarreglado – hola Sweetie…

La chica guardó silencio esperando que el chico continuara.

Button se frotaba el cuello nerviosamente – te…. ¿te ayudo a limpiar?

El rostro de Sweetie Belle se transformó con un ligero movimiento de sus labios, era una sonrisa débil y seca, pero era una mejora enorme para el animo de ambos.


La enfermera entregó las pastillas de una pony de colores frutales y ojos desorbitados en una tapita.

La chica miró su medicamento como si fueran dulces y los comió acompañados de un baso de agua.

-que tengas un buen dia Berry punch- detrás del escritorio, dentro de la cabina, la enfermera color blanco dijo – siguiente.

Cuando Berry se quitó de la fila, dejó ver a Rainbow, con el cabello maltratado y la bata azíl chueca, mostrando parte de su hombro derecho, su aspecto descuidado llenaba de ternura a la enfermera.

- ¿Cómo estás Rai?

- Como me veo – dijo de mal humor.

- Me gusta tu positividad – contestó irónica – aquí tienes – entregó sus pastillas a la chica, intentó tomar la tapita con la mano izquierda, pero… mierda, lo había olvidado otra vez.

Furiosa, miró con odio a la enfermera, ordenándole con la vista que no se riera.

El muñón, que no era más que el codo de su brazo derecho, temblaba ante la idea de poder golpear a la pony con lo que le queda de brazo.

Solo fue un segundo, volvió a la realidad tras un anuncio dado por la bocina en la esquina de la sala del manicomio – Rainbow Dash, se le solicita en la sala de visitas.

Rainbow tomó las pastillas con los únicos dos dedos que le quedan, los de su mano derecha, se metió las pastillas a la boca y la enfermera vigiló que su garganta hiciera el típico movimiento que hace cuando alguien traba algo.

Cuando Dash entró a la sala, un grifo serró la puerta detrás de ella y se quedó dentro de la sala, Rainbow sabia que ese idiota estaba allí para vigilar que ella no hiciera una estupidez.

Caminó cojeando hasta la silla fría y chirriante y se sentó.

Scootaloo le sonrió al verla de frente, y su sonrisa se borró lentamente al ver a su heroína tan devastada que no se atrevía a ver a scoot a los ojos.

- ¿Cómo te sientes? – preguntó Scootaloo.

- ¿Que? ¿ahora eres enfermera?

- Jeje, no, pero… lo seria si eso quieres.

- nah, olvídalo.

- no seria mala idea, estaría aquí todo el dia, me aseguraría de que tu trato fuera bueno…

- basta Scootaloo, ya basta – pidió Rainbow – aún tienes mucho que hacer, mucho que aprender.

- pero quiero que estés bien.

- ¿bien? – la chica resopla – estoy rota Scootaloo.

- pero ellos te repararán.

- no puedes reparar esto – Rainbow extiende sus temblorosas y desgastadas alas, débiles, pues las tuvo entablilladas barias semanas – no puedes reparar esto – levanta su muñonsito, recordándole a Scootaloo que perdió su brazo izquierdo tras la lluvia de piedras – y no puedes – se señala la cabeza tocándola con los dedos de su mano derecha – reparar esto.

Scootaloo guarda silencio con un nudo en la garganta.

Rainbow suspira – no deberías hacerme caso – se rinde – nada de lo que digo tiene sentido… después de todo, algo en mi cabeza no está bien.

- ¿tomaste tu medicamento?

Rainbow asiente con la cabeza con sus ojos escondidos tras su fleco.

-rainbow…- le llama la chica como una madre apunto de regañarla.

-Rainbow muestra sus desinteresados ojos, levanta los labios como en una sonrisa falsa mostrando la pastilla entre sus dientes.

Scootaloo saca un vasito con agua que estaba debajo de la mesa y se la da a Dash- por favor… te ayudará.

Rainbow toma el baso, y bebe su tableta con sustancias que no se molesta en saber, Scootaloo sabia que ella era la única que conseguia que Rainbow se tomarra todos sus medicamentos, es por eso que venia todos los dias a la hora que se le otorgaban.

- ¿Cómo es afuera? – preguntó Rai.

-es… lindo… se abrirá otra escuela, esta para mayores y… estaba pensado… tal vez es momento de terminar mis estudios.

Rainbow sonrrie – eso es genial… pero… yo hablaba de, fuera de los muros.

Scootaloo sonrrie – es una mierda.

Rainbow suelta la risa - ¿alguien murió hoy?

Scootaloo se une a su risa – no.

-que mal.

Ambas ríen como un par de enfermas, Rainbow por puro gusto y Scootaloo por ver feliz a Rainbow.


Se hace de noche, Twilight aprovecha su falta de sueño, había comenzado a tener desorden del mismo, por los días duerme, por las noches se emborracha.

Entre barias instrucciones que eran escritas con dificultad por la mareada pluma de la princesa, una copa de vino se derramó en las hojas.

Twilight no le dio importancia y solo se recostó de espalda en su escritorio, bebiendo y bebiendo.

Si hace 4 meces le hubieran dicho que se alcoholizaría seguido ella les hubiera explicado como eso no era posible, pues sorpresa, ahora Twilight es una alcohólica deprimida.

- ¡Twilight toma nota! – dijo a la nada, girándose para buscar una hoja en la que escribir - ¡los mocoshs dejarán de estudiar matemathicash para tener clases de arquería! – decía mientras escribía garabatos inentendibles - ¡fundaré el día del prepucio! – vivió un poco más del líquido morado - ¡y todos tendremos que colgarnos pellejos de la entrepierna!

Se paró y tambaleó por su oficina recitando un montón de estupideces - ¡YO TE CONDENO!

Se dio media vuelta - ¿y io qué coño hice majestad? – se contestó a si misma con la voz que tendría de no poseer nariz.

- ¡Por destruir equestria!

- Culpable – aquella voz nasal la hacía sonar como otra persona – pero weenor, fue divertido.

- ¡Tu castigo es! ¡chupe!

- Pues a SHUPAAAR.

Twilight tomó la botella y bebió directamente de la misma.


La chica terminó tirada, con su espalda recargada en su escritorio, con tres botellas rodeándola, apuntándole, juzgándola.

De pronto comenzó a sollozar, mirando al techo - ¿Cómo voy a protegerlos? – chilló llevándose las manos al rostro.

Cuando terminó de limpiarse los ojos, su vista quedó en dirección a una copa, la cual había volteado en un momento de estupidez total, derramando bastante vino en el suelo.

La copa era tan hipnotizaste… como si ella supiera que algo tenía que decir, pero las copas no hablan…

Twilight comenzó a gastar hasta esa copa, y tras verla varios minutos así de cerca, se levantó.

Su dedo índice de la mano derecha comenzó a brillar, y un pequeña rallo apareció cual llama en el cautín.

Escuchando un millón de voces en su cabeza, Twilight comenzó a dibujar en la pared de cristal, era tan su "trance creativo" que poco le importó que estuviera maltratando su castillo.

Línea tras línea, Twilight metía un detalle excepcional a esta obra, los tambores retumbaban en su mente, su dolor se dispersaba, una orquesta de sufrimiento ajeno llegó desde el cielo y era lo que la acompañaba en esta odisea del trazo.

Entre más tallaba, más furiosa se ponía, dando cortes violentos en la pared con su "lápiz mágico" una última cosa faltaba para dar este dibujo por terminado.

Un arco que rodeaba todo el dibujo.

Twilight no sabía que ya era de mañana, pero una pegaso gris fue quien le avisó, abriendo la puerta y dejando entrar la luz del sol.

El lugar era un desastre, los chuecos ojos de la chica casi se enderezan al verlo – pri… ¿princesa?

Twilight se gira y medio siega camina hasta la pony, irrespetando el espacio personal de la chica, Twilight le toma la cara – merpy merpy, merpy, no sabes cuanto gusto me da verde.

-shoy Derpy su alteza- dijo la chica mientras sus mejillas eran presionadas, un par de palmadas a su rostro la sacaron de orbita.

- es tiempo de trabajar.

La princesa dejó a Derpy sola, quien solo miraba la pared en la oficina de la princesa con temor.

En ella había un dibujo, un tallado que no era sino Ponyville, dentro de una enorme y aterradora media burbuja.


Así compañeros, termina paciente 0, recuerden que el final solo es un nuevo inicio, quizás la tercera y última parte del fic tarde, y tarde bastante, pero haré lo posible para que no le pierdan la pista a esta historia.

Soy Piollo y les dejo un detallito ¡A LO MARVEL!


Centinel Spark caminaba por las calles de ponyville, algunos niños lo señalaban, preguntándose entre sí, si ese de allí era el pony que se enfrentó a Esferoth, al paciente 0, a spike y vivió para contarlo.

Era como una leyenda para los ponys y su fama era algo que ni él mismo comprendía, pero lo paraban seguido, y le preguntaban que hazañas había hacho que no se hayan contado, las chicas con caras enrojecidas, los chicos con admiración, pero eso sería diferente ahora, pues un potro cursó a un lado suyo y ni le dirigió la mirada.

Esto no fue lo que llamó su atención, sino el chico en sí, un pegaso azul, de cabello morados.

- ¿Winged?

El pegaso frenó al escuchar su nombre - ¿Centinel?

Los 4 metros de distancia entre los dos dejaban entrever un ligero remordimiento.

- no puedo creerlo…- el unicornio se entusiasmó - ¡estás vivo!

El pegaso se tocó a si mismo – creo que si…

-¡jojó! ¡maldición! ¡esto es alucinante!

Winged tenía un rostro de incomodidad, parecía que no le daba ni un poco de gusto ver a aquel potro.

- Oye.. tu… tu tenías razón… lo del museo y… Spitfire… mi madre, tenías razón, era una bomba.

Centinel esperaba un enorme y bien vengativo "¡TE LO DIJE!" pero en cambio, solo recibió silencio.

- ¿Ahora vives aquí? – preguntó el pegaso después de un tiempo incomodo.

Centinel asintió con la cabeza con su boca describiendo una línea larga y delgada en horizontal.

-bueno… pues… te veo luego- se giró.

- ¿Sigues molesto?

El pegaso negó con la cabeza sin verlo – solo que… tu y yo ya no somos mas amigos.

El corcel bajó las orejas – Oh… bueno- se rascó sus greñas avergonzado – comprendo… supongo que hay cosas que no se pueden reparar… nos vemos winged…

Cuando Centinel continuó su camino, la voz de pegaso sonó.

- Oye.

Centinel le miró.

- ¿Tanto tiempo y sigues con ese peinado horroroso?

El corcel gira los ojos y levanta el dedo medio – piérdete Winged.

-… ups… perdón.

Centinel se hecha a reir – eres un jodido enfermo.

- Lo dice el voz ronca de nacimiento.

- ¿Vienes conmigo por algo de lechuga?

- De acuerdo.

Los dos potros se van juntos entre las calles del pueblo.

- Oye ¿Qué pasó con Greek?

- Se lo comieron los zombis…

- JAJAJAJAJAJAJAJAJA.

- ¡¿De qué coño te ríes tú?!

- Perdón.