La Kitsune Traviesa

No me pertenece Naruto ni ninguno de sus elementos.

Capitulo 12

Naruko no era una persona de tomar té. Prefería una taza de humeante ramen, antes que una relajante infusión de hierbas. Sin embargo, en esos momentos solo aquella bebida podía poner en funcionamiento su revuelta y sobrecargada cabeza. Le acababan de informar de que sería madre y ella simplemente no podía procesarlo del todo.

En retrospectiva ella no debería verse tan alterada, pues su lujurioso estilo de vida solo le llevaba más cerca de ese inevitable destino. Sin embargo, el hecho de ser la "padre" de un bebe todavía era lo suficientemente impactante como para hacerle perder su conexión de la realidad.

-Déjame ver si entendí toda la historia-dijo Haku, quien como todas las habitantes de la mansión Uzumaki, también se encontraba tomando el té. –Primero. Naruko no solo es portadora de un peculiar aditamento por un extraño accidente, sino que además ahora no es humana sino una Kitsune. Segundo, ella se vuelve una total ninfómana cuando se excita mucho y no tiene ningún control sobre sus acciones, lo que es especialmente peligroso por sus habilidades. Tercero y último, ella no recuerda nada luego de sus súper calentones y no tiene culpa por hacerme a un lado en Nami. ¿Correcto?

-Sí. Eso resume muy bien las cosas-dijo Kurami con una gota en la sien, por cómo era la descripción general de Naruko.

-Yo soy quien tiene la culpa de que Naruko no se diera cuenta de ti luego de que despertó-dijo Satsuki. -Aunque admito que lo hice por mis propios intereses, tienes que reconocer que fue para bien. Nuestra sensei Anko no hubiera reaccionado nada bien ante tu repentina aparición. Eras nuestra enemiga en ese tiempo.

-Eso es innegable.

-De todas formas no puedo evitar sentirme molesta. Aun me siento usada-dijo Haku.

-Lamento el resultado de mis actos. No sabía que podía causar algo de ese índole-se disculpo Naruko.

-Ahora mismo no hay disculpas que valgan. Solo pido que asumas la responsabilidad que tienes-exigió la pelinegra.

-Estas siendo bastante severa con el asunto, ¿sabes?-dijo la Uchiha menor. -Siendo una kunoichi tan fuerte deberías saberte cuidarte de situaciones como esta.

-Yo no recibí el entrenamiento de una kunoichi estándar. Zabuza-sama fue el que me entreno y solo se concentro en la parte de sigilo y asesinato.

-Oh-dijo Satsuki entendiendo el planteamiento de Haku. –En ese caso supongo que no hay problema en que te quedes aquí hasta el momento en que des a luz. Luego nosotras nos encargaremos de todo.

-Si piensas que abandonare a este bebe estás muy equivocada. Si hay una razón por la que decido seguir con este embarazo, a pesar de lo bizarro que resulta, es porque con ello estoy ayudando al renacimiento de mi clan.

-¿Eh?-dijeron varias con confusión.

-Soy la última miembro del clan Yuki. No era algo en mis planes, pero me siento en la responsabilidad de ayudar a su preservación.

-Pues ponte en la fila de espera. Si Naruko va a ayudar a un clan, es al mío-dijo Satsuki mostrándose confiada.

-Técnicamente ella ya se te adelanto, pero si alguien requiere la ayuda de Naruko es mi raza-dijo Kurami imponentemente. –No, espera. En realidad no quiero eso-se retracto mentalmente la Bijuu.

-Menudos problemas tiene esa chica rubia-dijo Chomei a su portadora.

-Sí, pero parecen divertidos-dijo Fuu con entusiasmo.

-Solo espero que tenga tiempo para ayudarnos a deshacernos de la gata.

-De cualquier forma, creo que sería bueno acomodar un cuarto para Haku-chan-dijo Mikoto. –Supongo que querrás quedarte con nosotras.

-Al menos espero ese detalle.

-Solo ten en cuenta que debemos reportar tu presencia al Hokage. Aun cuando pases a ser parte del clan Uzumaki, es necesario ese paso.

-Supongo que no tengo opción… Espere. ¿Cómo que seré parte de que clan?-dijo Haku con algo de sorpresa.

-Eres una concubina de Naruko-chan. Es normal que pases a ser parte de su familia.

-¡Yo no he dicho que quiero tal cosa!-dijo la Yuki sonrojada.

-¿En serio?-dijo la Uchiha mayor con una sonrisa inocente. –Acabas de explicarnos que quieres restaurar tu clan. Eso quiere decir que planeas tener más de un bebe y eso implica que estas dispuesta a tener más sexo con Naruko-chan.

-Yo no…..-dijo la pelinegra totalmente roja.

-Tranquila, madre. Yo puedo ayudarle con su meta y no necesitara mas contacto con mi Naruko-chan-dijo Satsuki siniestramente.

-¿No sería bueno que fuera con ese Hokage suyo?-dijo Haku sintiéndose en un gran peligro.

-Eso no es posible en estos momentos-dijo Anko, quien llego al salón en ese instante. -¿Eh? ¿Y quiénes son estas?-dijo la pelimorada viendo a Haku y Fuu.

-Larga historia-dijo Satsuki suspirando. -¿A qué se refiere, sensei?

-Es un asunto muy delicado. No puedo decirlo así como así.

-Tranquila. Ellas son de confianza-dijo Naruko.

-De acuerdo-dijo la Mitarashi suspirando. –El Tercero acaba de ser hospitalizado.

-¿¡Que!?-dijeron todas las de Konoha con shock en su voz.

-Su secretaria le encontró tirado en su escritorio. Escucho una especie de estallido y luego lo encontró completamente cubierto de sangre. Tememos que alguien le enveneno, pues no tenía ninguna herida visible.

-Ese es un asunto muy grave-dijo Mikoto. -¿Ya lo están investigando?

-En efecto. Para nuestra suerte contamos con la presencia del Sannin Jiraiya. El hizo presencia casi inmediatamente luego del suceso y ha prestado su ayuda en la búsqueda de pistas sobre el atentado.

-Eso es una buena noticia.

-¿Jiraiya? –pensó Naruko. –Ese anciano se mostro preocupado al escuchar sobre la presencia de Hebiko. ¿Tendrá algo que ver?-pensó la chica.

-De todas formas quiero que tengan los ojos bien abiertos-dijo Anko. -No se quienes serán tus nuevas víctimas, Naruko-dijo la pelimorada viendo a la Uzumaki, quien no pudo evitar apartar la mirada con vergüenza. -Pero será mejor que se queden aquí si es que no quieren ser capturadas por los escuadrones que ahora están peinando toda la aldea. Podrían ser tomadas como sospechosas.

-De acuerdo-dijeron las chicas no originarias de Konoha.

Con esto dicho, la jounin se retiro del lugar dejando a las demás chicas con un aire de preocupación.

-Esto es problemático. Pensar que alguien atentó contra el Hokage-dijo Satsuki.

-¿Quien tendría motivos para atacar al abuelo?-dijo Naruko entristecida.

-La pregunta esta demás. Los culpables pueden ser muchos. La cuestión es quien de todos ellos fue el que actuó.

-Pues pueden descartarme como culpable. Mi único interés en la aldea es Naruko y no tengo razones para hacer algo tan descabellado-dijo Haku.

-Igual yo-dijo Fu.

-A todas estas. Entiendo como la Yuki-onna transitaba libremente por el continente-dijo Satsuki, ganándose un quejido de Haku. –Sin embargo tengo que preguntarme cómo es que tú hiciste para llegar a Konoha-dijo viendo a la peliverde.

-¿Resulta muy raro?

-Eres una jinchuriki. Es bastante raro que te dejaran salir de tu aldea sin que alguien que te acompañe.

-En realidad es bastante simple. Salí de mi aldea volando.

-¿Qué?-dijo la Uchiha confusa.

-Con el Chakra de Chomei puedo conseguir unas alas y como mas nadie puede hacerlo, no fue difícil perderle la pista a los ninja de mi aldea.

-¿Ósea que eres una ninja fugitiva?

-No me gradué como genin, así no soy una kunoichi como tal. No puede decirse que soy una desertora.

-Ya veo. Tomando en cuenta ese hecho es obvio que no te pondrán en un libro Bingo a menos que los de Taki quieran revelar que perdieron a su jinchuriki-interpreto Haku.

-Esa posibilidad es razonable-dijo Satsuki.

-Sin embargo, para evitar malos ratos lo mejor es que limites tus apariciones en público. No queremos que nadie se meta en problema-dijo Kurami.

-Me fastidia tener que ocultarme, pero entiendo-respondió la peliverde.

-En todo caso, déjenme darles una mano para acomodarse en la mansión. Son afortunadas de llegar en una etapa tan temprana, o de lo contrario tendría problemas consiguiendo una habitación-dijo jocosamente Mikoto.

-No sé si llamarme de esa forma-comento la Yuki con cierto sonrojo.

[Más tarde]

A pesar de la tensión existente en la aldea, el día no tuvo mayores inconvenientes. Desde la ubicación de las nuevas inquilinas, hasta la cena de recibimiento de estas fue tranquila y no trajo mayores alborotos.

Tanto Haku como Fuu agradecieron el hecho de poder está en un hogar estable, pues explicaron que ninguna de ellas había tenido la suerte contar con uno. La primera había sido perseguida por su Kekkei Genkai y la segunda por su condición de jinchuriki.

El día parecía no guardar mayores sorpresas, pero al final una última cosa termino de adornar la noche y fue Sakura llegando a las puertas de la mansión con unas maletas.

-¿Sakura-chan? ¿Qué haces aquí?-dijo Naruko sorprendida por la presencia de su otra compañera.

-Lo siento, Naruko. No tengo otro sitio a donde ir-dijo la pelirrosa cabizbaja.

-Pasa y dime que te sucedió-dijo la rubia tomando una de las maletas y acompañado a Sakura al interior del recinto.

-Hebiko sucedió.

-¿Eh?

-A ella se le ocurrió la genial idea de que mi casa era el mejor sitio para instalarse en la aldea.

-¿Hablas en serio? ¿Y tu madre lo permitió?

-Por desgracia sí. Hebiko le convenció de acogerle.

-¿Cómo?

-¿En serio quieres saberlo?-dijo la pelirrosa decaídamente.

-Oh. Creo que ya me imagino lo que paso.

-Ya nuestra travesura había dejado un tanto confundida a mi madre y me parece que Hebiko se encargo de terminar de cambiarle de lado.

-No sé qué decir.

-No voy a decir que es un completo desastre, ya que así ella no reaccionar mal cuando le platique de nuestra relación, pero igual es estresante pensar en ello. Vine aquí porque estoy segura que Hebiko también intentara hacer algo conmigo y ya tengo suficiente con lo que hizo en la cueva.

-Ya veo. En ese caso no dudes en considerar mi casa como tu hogar. De por sí ya estaba peguntándome si debía invitarte a vivir aquí.

-En otras circunstancias hubiera preferido pasar un poco más de tiempo con mi madre, pero ahora prefiero estar a tu lado. Es definitivamente la mejor opción.

-Solo ten presente que no estaremos solo nosotras dos.

-Lo sé. Me intimida bastante el pensar que tendré que lidiar con Satsuki todos los días, pero supongo que me acostumbrare.

-Ahora déjame presentarte a unas personas que llegaron a la mansión hoy.

-Interesante. ¿De quienes hablas?

-Una es una jinchuriki como lo fui yo y la otra es la chica enmascarada con la que nos topamos en Nami.

-Entiendo a la primera, pero que razones hay para que aceptaras a esa kunoichi que intento matarnos.

-Ella… está esperando a un bebe.

-Oh. Entonces le estas otorgando un sitio en donde quedarse. Eso es muy gentil de tu parte.

-Creo que no has entendido. Yo soy la "padre" de ese bebe.

-….-la Haruno quedo con un tic en el ojo, pero luego se despejo tras procesar bien lo dicho. -Bien. En algún momento tenía que pasar.

-¡Pero no tan pronto! ¡No tengo idea de lo que hare! ¡No solo no estoy preparada, sino que este es un asunto muy extraño!-dijo la rubia bastante agitada.

-Primero que nada debes respirar y relajarte. No es como si fuera el fin del mundo solo porque serás…madre.

-Tienes razón, aunque igual presiento que necesitare mucha ayuda.

-Tal vez mi madre pueda darte uno consejo-sugirió Sakura. –Si es que ella ocupada con un hermano o hermana para mí-pensó con escalofríos. – ¿No quieres hablar con Mikoto sobre tus dudas?

-Me da la impresión que eso sería mala idea.

-Oh sí. Tomando en cuenta como salió Satsuki, no puede considerársele el mejor modelo de madre.

-Ya me imaginaba que pasaría algo así con Mikoto. Espero que yo en cambio pueda darte uno buenos consejos-dijo una voz tras Naruko y Sakura.

Las jóvenes se giraron y se tomaron con una mujer que estaba en la mitad de sus veintes. Era de piel blanca, con cabello largo de color rojo intenso y ojos purpuras. Sus vestimentas en un kimono blanco con bordados rojos, la cual era parecida a la de cierta conocida. Hecho que recalcaba por las orejas y colas de Kitsune que portaba.

-¿Quién eres?-pregunto la sorprendida Naruko.

-¿¡Como que quien soy!? Soy tu madre Kushina-dijo la mujer ofreciéndole una sonrisa.

[Un rato después]

-¿¡QUE DEMONIOS ESTÁ MAL CONTIGO!?-reclamo energéticamente a Shirai, quien bostezaba y se hacia la desentendida a la rabieta que tenia la pelinaranja. -¿¡COMO CARAJOS SE TE OCURRE REVIVIR A KUSHINA COMO UNA KITSUNE!?

-Tenías a Naruko-chan acaparada para ti sola, así que decidí darme a una Uzumaki para mí misma-dijo la Kitsune blanca.

-¿¡Y TENIAS QUE BUSCAR A ALGUIEN QUE ESTABA MUERTA!?

-Ya te dije que no había mucho de donde escoger.

-¡Maldición! Pensar que también tienes el poder de revivir personas-dijo Kurami mordiéndose un dedo por el estrés.

-O no. Yo como tal yo no fui la única responsable de revivir a Kushina-chan. Le pedí ayuda a una de tus hermanas.

-¿Qué quieres decir?-dijo la pelinaranja nerviosamente para entonces recibir un abrazo por la espalda.

-¡Hola, Kurami-chan!

[En otro lado de la mansión]

-Pero que grande y hermosas estas, Naruko-decía Kushina mientras apechugaba y acariciaba cada centímetro de su hija. –No puedo creer que ya sea toda una señorita.

-Yo tampoco puedo creer que tu estés aquí-dijo Naruko feliz por el trato que recibía.

Varias de las inquilinas de la mansión se contentaron por la escena, específicamente Mikoto y Satsuki quienes eran las que mejor conocían a Naruko y sabían por lo que había tenido que pasar. Haku y Fuu por contrario, más bien sintieron algo de envidia.

-Pareciera que esto es un sueño.

-Afortunadamente es la realidad, querida. Esa mujer Shirai me trajo al mundo de los vivos, para que pudiera estar a tu lado.

-Ya veo. ¿Pero porque lo hizo?

-Ella dijo que quería tener a una Uzumaki a su servicio -dijo la pelirroja suspirando pesadamente. –No entendí muy bien las implicaciones de eso, pero cuando le escuche decir que tú eras también una Kitsune, no pude dejar pasar la propuesta. La oportunidad de reunirme con mi pequeña era demasiado para rechazarla.

- Shirai sabe ofrecer buenas cosas. Claro que no esperaba que incluso fuera capaz de revivir personas.

-Bueno…. No sé mucho sobre los detalles, pero tengo entendido que ella tomo la ayuda de otra persona.

-¿Y de quien se trata?

-Yo tengo la respuesta a esa pregunta-dijo una adolecente ya casi de veinte, que se encontraba sentada en una ventana del salón en el que se encontraban. Ella vestía lo que parecía ser un uniforme táctico de color azul con un chaleco gris. Era de cabello rubio cenizo y tenía una expresión más o menos seria. Como tal no podía decirse que estaba muy desarrollada, pero tampoco se podía decir que no era hermosa.

-¡Ahhhh! ¡La gata pervertida!-dijo Fuu al ver a la otra chica, quien automática mostro incomodidad ante el comentario.

-La madre de Naruko-chan es completamente tolerable, pero esta multitud de intrusas esta más allá de lo que se puede tolerar-dijo el reclamo Satsuki ganándose unas cuantas malas miradas.

-Yo… disculpen mi intromisión. No tenía intenciones de venir a este lugar, pero no me quedaba de otra. Se me dijo que si trata de irme a mi casa estaba en riesgo de que pudiera ser confundida con una asesina o algo por el estilo-dijo la rubia.

-¿Entonces quien y que dices que eres?

-Mi nombre es Yugito Nii y soy….bueno, era la jinchuriki del Niibi-explico la chica impresionando a algunas.

-Entonces en efecto eres la que ha estado acosando a Fuu-dijo acusatoriamente Naruko, cosa que ruborizo a Yugito.

-¡N-no, no, no! ¡Yo no soy la responsable de tan impropios actos!-negó energéticamente la acusada.

-Creo que reconozco muy bien la cara de la que repetidamente empezó a perseguirme y manosearme en repetidas ocasiones-comento la peliverde.

-¡Es un gran malentendido! Es cierto que yo estuve allí, pero no fue bajo mi voluntad que ocurrieron tales cosas.

-Explícate-dijo Satsuki.

-Oh, Yugito-chan no tiene que nada que ver en todo este asunto. Puede decirse que yo soy la responsable -dijo otra fémina que hizo presencia en la habitación.

Esta era una mujer del mismo rango de edad de Kurami, contando con dotes similares a los suyos. De piel moreno y ojos con heterocromia, lo que le daba un ojo de iris amarillo y uno de color azul. Este último era la tonalidad de su cabello, el cual estaba arreglado en dos frondosas coletas, que tenían casi la forma de una pequeña flama. Contaba con un kimono azul con patrón de manchas negra, que a diferencia de otros era bastante corto y dejaba mucha piel al descubierto. Claramente no era humana, pues contaba con unas orejas y dos colas que parecían ser de fuego.

-¡Oh por favor!-dijo Satsuki ante la presencia de otra chica en el lugar.

-Yo soy Matatabi, o como me conocen los humanos, la Niibi-dijo la morena.

Ella también salió!-dijo sorprendida Chomei al ver a su hermana fuera de un jinchuriki.

-¿Tu eres la hermana de Kurami?-pregunto Naruko.

-Así es y también soy la responsable de traer a tu madre al mundo de los vivos.

-¿En serio?

-Sí. Use mis habilidades nigrománticas de Nekomata para ello.

-¿Nekomata? ¿Quieres decir que tú tienes tu propia raza? ¿Tienes habilidades de la misma clase que las Kitsune?

-Exacto. Yo tengo una raza específica. No soy una simple bestia de Chakra como algunos piensan. Claro que en mi caso eso no necesito recurrir tanto a ese hecho debido a que tengo habilidades propias bastantes buenas-dijo la peliazul con una bola de fuego en sus manos.

-Tssk-expreso una recién llegada Kurami ante la presunción de su hermana. Su detección de emociones negativas no era algo tan genial como manipular el fuego.

-En fin. Confieso que yo soy la culpable tras el comportamiento de mi colega Yugito.

-Gracias-dijo la mencionada ante el hecho de que le liberaban de culpa.

-Verán ella es un aburrida sin remedio. Se concentra solo en entrenar, hacerse más fuerte y cosas así. Realmente no creo que vaya a conseguir novio.

-¡Oye!-reclamo la rubia.

-No lo niegues. En Kumo había prospectos decentes y tú siempre te negaste a salir con ellos.

-Eran solo músculo sin cerebro. Ellos simplemente no eran para alguien como yo.

-Como sea. Ella y yo hemos practicado mucho nuestra relación Bijuu-jinchuriki, por lo que compartimos bastante nuestro Chakra.

-Algunas veces incluso dejaba que Matatabi tomara el uso de mi cuerpo. No para gran cosa, pero al menos podía estirarse un poco.

-El meollo inicio cuando nos topamos con la que parecía ser la jinchuriki de Chomei. Yo estaba realmente aburrida y como Yugito no mostraba signos de querer hacer algún avance con el sexo opuesto, decidí que jugaríamos con esa chica-dijo lascivamente la Nekomata.

-¡Pero yo no acepte jugar ni nada-suu!-dijo Fuu.

-Pues la chica con la que nos topamos no opuso ninguna resistencia. Fue una experiencia bastante agradable.

-Yo…. yo no tengo comentarios-dijo Yugito con un aura deprimente.

-Sin embargo el evento tuvo un pequeño inconveniente.

-¿Cuál?-dijo Naruko.

-Yo perdí una parte de mi Chakra.

-¿En serio?-dijo Kurami algo alarmada.

-Si. Fue un 0,0001% de mi fuerza total.

-….

-….

-….

-¿Acaso un 0,0001% no es algo muy poco?-comento Kushina.-De hecho puede considerarse como insignificante.

-Por supuesto. Apenas si pude notarlo-dijo Matatabi riendo, causando que algunas se cayeran de espaldas. –El detalle es que con ese hecho ya tenía suficientes razones para mantener bajo mi acecho a esa chica-dijo señalando a Fuu.

-¡Te digo que yo no tengo nada que ver!-dijo la peliverde.

-Sí. Ya me explicaron que de alguna forma tú no eres exactamente a quien busco.

-¿Eh?-dijeron varias confundidas.

-Es un asunto que es mejor ignorar-dijo Shirai apareciendo en la escena. –"La responsable" tras el encuentro con Matatabi no es alguien que deba tener su atención.

-¿Por qué? Esa persona me metió en asuntos bastante bochornosos-dijo Yugito.

-Créeme cuando te digo que puedes vivir sin conocer a esa persona-dijo tajantemente la Kitsune blanca.

-Ok. Si insistes, supongo que no nos queda otra opción que dejar el asunto a un lado-dijo Naruko. –Aunque igual tengo que preguntar ¿Por qué trajiste a Yugito y Matatabi a mi casa?

-Tenía que traer a tu madre, ¿no? Es un buen sitio para dejarlas luego de finalizado nuestro acuerdo.

-¿Qué acuerdo?

-Yo liberaría a Matatabi a cambio de que reviviera a unas personas para mí.

-¿Y tu estuviste de acuerdo con eso?-pregunto Naruko a Yugito.

-¿Cómo no estarlo?-dijo la rubia sin dudarlo. -Ser jinchuriki no es el mejor de los trabajos y mucho menos si es con esta gata calenturienta. La oportunidad se presento y no pude rechazarla.

-Me hieres, Yugito-chan. Pensé que éramos más unidas-dijo la Nekomata peliazul.

-Aun te estimo, pero como que es mejor que cada quien tenga su propio cuerpo.

-Eso es indudable. Ahora puedo jugar con quien quiera a mis anchas-dijo Matatabi viendo a Naruko. –Me han contado que eres bastante interesante, Naruko-chan-dijo ella entre lamiéndose los labios.

-¡Hey! ¡Manos fuera!-dijo Kurami poniéndose enfrente de la Uzumaki rubia. –Esta es mi Naruko-chan.

-¿Tu Naruko-chan?-dijo Kushina ante el peculiar comentario. -¿Exactamente a que se refiere ella?-pregunto a su hija.

-Es una larga historia-dijo nerviosamente Naruko.

-Pues espero que me la cuentes. Tienes muchas cosas que explicarme.

-Mira que si las tengo. ¿Por qué no vamos a mi cuarto para mayor comodidad?

-Me parece bien.

-Un momento-dijo Yugito llamando la atención de la Uzumaki menor. –Lamento la molestia, pero quisiera preguntarte si es posible que me quede en este sitio por un tiempo.

-¿Y a que se debe ello?

-Veras. Todo este asunto llevo a que dejara mi aldea sin permiso, cosa que naturalmente no está permitida. Si me gustaría regresar, pero dado que ya no tengo a Matatabi conmigo es muy posible que me meta en bastantes problemas. Necesito un sitio para meditar que hare en el futuro.

-En ese caso puedes quedarte aquí cuanto gustes. Tú y Matatabi me han hecho un enorme favor y tengo que recompensárselos.

-En ese caso no habrá problema en que yo también me quede, ¿verdad?-pregunto la peliazul.

-En lo absoluto.

-Rayos. Mikoto tenía razón. Menos mal que fui una de las primeras en llegar-pensó Haku al ver como las inquilinas en el sitio aumentaban dramáticamente. –Cuatro chicas en un solo día. En verdad Naruko es aterradora-pensó al ver a Sakura, Fuu, Yugito y Matatabi.

-Muy bien, Kushina. Te dejare unos días con Naruko-chan porque se querrás pasar un tiempo con ella. Luego tú y yo arreglaremos cuentas-dijo Shirai a la pelirroja.

-De acuerdo-respondió la Uzumaki.

-Disculpe. ¿Podría ser que usted y yo podríamos tener una conversación?-dijo Chomei desde su contenedora.

-¿Tu también quieres tu libertad? Ummmm. No tengo claro que podrías ofrecerme, pero igual podemos discutirlo. Acompáñame.

-Se lo agradezco. Fuu, por favor.

-De acuerdo. También me gustaría que tu este libre, Chomei-dijo la peliverde para ser transportarse con Shirai.

-Ahora sí. Creo que lo mejor es que cada quien se retire a sus aposentos. Aunque ahora necesitamos arreglar algo para las nuevas-dijo Mikoto.

-Yo le ayudo-le dijo Sakura. -Es lo menos que puedo hacer luego de llegar a la mansión tan tarde.

-De eso nada-dijo Satsuki poniéndole una mano en el hombro. –Naruko-chan no estará disponible hoy y necesito desahogarme con alguien. Todas estas nuevas intrusas son algo que me molesta mucho-dijo la Uchiha con un brillo maquiavélico en los ojos.

Sakura trago nerviosamente al darse cuenta que había saltado de la sartén al fuego.


Y así Sarada nació…Ok no. En fin, la inspiración regreso y he podido darle un nuevo capítulo a esta historia. Espero que haya sido de su agrado. Ya para el siguiente prometo algo de "acción" aparte de todo lo demás que sucederá. Obviamente la entrada de Kushina tendrá repercusiones.

angelmoronix4: lamento que la espera ahora haya sido de un siglo. Espero que este capítulo también te gustara.

Zafir09: Que bueno. Todo se arreglara con Haku y compañía. La cuestión es que la mansión ahora se volvió una zona de guerra y aun faltan participantes.

Trollmemex: Si. Pronto Satsuki y Mikoto también tendrán que asumir algunas responsabilidades por sus acciones, claro que en un sentido distinto.

jose uzumaki: Oh bueno. Algunas cosas tienen que salirse de lo normal.

Yuri: Eso hare. Gracias.

Guest: Lamento la tardanza.

Cklobe: Me honra escuchar eso. No lo tenía tan claro al comenzar el proyecto y me alegra que sea del agrado de muchos.

Dios Goku: Y eso tendrás.

Eso es todo por ahora. Nos leemos luego.