Todo le pertenece a Rick Riordan, el increíble autor que creó la genialidad que es Nico Di Angelo.


Capítulo uno: Doctor Di Angelo


Will Solace estaba seguro de dos cosas:

1. Estar enfermo apesta

2. Nico Di Angelo es el mejor, y peor, novio del mundo


Era una despejada tarde de otoño. El suelo lucía como una una pintura: hojas secas de color café, naranja, amarillas, caían de los árboles, crujiendo suavemente bajo los pies de cada uno de los campistas que caminaban sobre ellas. Will apretó su chaqueta naranja más contra su cuerpo. No era habitual en él andar sólo, caminando bajo las sombras de los árboles durante un perfecto día soleado, pero se convirtió en una costumbre―una irritante costumbre―que tendía a hacer cuando el hijo de Hades no estaba con él.

"Pues, veo que por fin decidiste ponerte un abrigo. Te lo llevo diciendo desde hace días"

El rubio rodó los ojos, mientras colgaba su abrigo sobre el perchero, pero igualmente una pequeña sonrisa se formó en sus labios. Kayla era una buena hermana; de hecho, aunque suene un tanto patético, ella fue la primera amiga que Will tuvo cuando llegó al campamento Mestizo. Kayla era mayor que él, obviamente, pero eso no evitó que se volvieran unidos durante su estadía en la cabaña de Hermes. Compartían historias, si no les gustaba algo intercambiaban comida durante el almuerzo, reían tratando de adivinar quién sería su padre divino.

Ambos actuaban como hermanos, incluso antes de saber que realmente lo eran.

"A mi también me da mucho gusto verte, Kayla" Will dijo con sorna en su voz. La chica le sacó la lengua. "Oh, ya veo. Todavía igual de inmadura que siempre"

Kayla rodó los ojos. "Como sea, Solace" Su mirada se volvió seria. "No, ahora, en serio. Necesitas usar tu abrigo regularmente, Will. Estamos en otoño, la temperatura no es tan baja pero igualmente hace frío. Estoy segura que no querrías pescar un resfrío"

"No voy a enfermarme, Kayla"

"Solo porque somos hijos del dios de la medicina no significa que no podemos enfermarnos" La rubia le recordó. Luego, movió los dedos indicándole que se acercara. "Ahora, ayúdame a contar estas medicinas"

Incluso si el campamento Mestizo tiene una gran reserva de ambrosía y néctar, la comida de los dioses, éstas son normalmente utilizadas en situaciones que realmente lo meritan como heridas graves de batalla, ataques de criaturas mitológicas, etc y no por simples síntomas como fiebre, dolor cabeza, que pueden ser curados con medicina mortal.

Will se acercó donde su hermana, tomó la hoja que Kayla le dio, y punteó los medicamentos que eran nombrados.

Paracetamol. Chequeado.

Ibuprofeno. Chequeado.

Amoxicilina. Chequ―Will soltó un estornudo. Su hermana lo miró, alzando un ceja.

"No voy a enfermarme, Kayla"


Al despertarse en la mañana, Will se sentía como si el mino tauro hubiera corrido por encima de él, lo cual, obviamente, no era una buena señal. El rubio soltó un gruñido, se levantó de la cama y se vistió rápidamente con su camiseta naranja y unos jeans; no había muchos campistas en la cabaña 7, probablemente ya estaban en la enfermería.

En pocas palabras: Will iba tarde. Will Solace nunca llega tarde.

El hijo de Apolo corrió, sin detenerse a saludar a nadie(algo poco usual en él), hasta llegar a su lugar de trabajo. Se paró un rato en la puerta, tratando de recuperar el aire. Luego, entró. La enfermería se veía(y olía) como todos los días: hijos de Apolo atendiendo pequeñas heridas provocados en la arena o por bromas de ciertos hermanos, un aroma a pino y hojas secas rodeaba el lugar.

"¡Ahí estás!" Kayla gritó, emocionada al ver a su hermano. Caminó hacia Will, agarró su brazo y lo jaló. "Necesito terminar con el inventario de ayer" Explicó, luego apartó su agarre, preocupada. Puso su mano sobre la frente del chico. "Estás un poco caliente" murmuró.

Will apartó su mano. "Estoy bien. Probablemente es el sol, vine corriendo para acá"

La rubia soltó un bufido. "Sí, claro" Rodó los ojos y llamó a Austin. El hijo de Apolo se les acercó, con una gran sonrisa en su rostro. Will lo miró. Okay, tal vez Nico tenía razón, los hijos de Apolo sí sonríen demasiado.

"¿Qué pasa?" preguntó.

"Él" Kayla señaló con un dedo a Will. "está enfermero. Necesitó que lo ubiques en una de las camas―"

"¡Kayla!" Will se quejó.

"No te atrevas a contradecirme, Will Solace" La rubia le advirtió con tono amenazante. "Si te doy medicina y te mando a descansar a nuestra cabaña estoy ciento por ciento segura de que no lo harás" Will abrió la boca. "Te conozco. Ahora, aprovecha esta situación y deja que te cuiden en vez de que tengas que cuidar a alguien" sonrió. "Imagina que son unas vacaciones"

"Te odio"

"Yo también te quiero, Will"


Will se cruzó de brazos, mirando fríamente a su hermana. Kayla rió, junto con Austin, de cuan infantil se veía el chico, para luego continuar con sus labores. No era usual que él se enfermara; esto explicaba por qué la gripe lo había golpeado tan fuerte. El rubio se sentía horrible. Muy aparte del malestar general(dolor de cabeza, fiebre) le avergonzaba estar acostado en una de las camas de la enfermería cuando debería estar trabajando en ella.

"Ahí estás" Una voz dijo. Will alzó la vista: era Nico Di Angelo. Genial, simplemente genial.

El hijo de Hades estaba vistiendo la camiseta del campamento, con su chaqueta de aviador por encima. Will sonrió un poco: el italiano solía cargar su chaqueta cerrada, pero ahora parece que le agrada llevar la camiseta naranja, como si realmente considerara al campamento su hogar. Cabello negro marcaba su rostro, un brillo divertido iluminaba sus ojos oscuros.

"Realmente te ves mal, Solace" El rey de los fantasmas dijo, sonriendo. Will borró la expresión cálida de su rostro, tratando de parecer intimidante, pero no funcionó. La sonrisa de Nico se había convertido en una de sus debilidades. Demonios.

"Vaya gracias, Chico Muerte. No tenías que recitar tu amor por mi de esa forma" Will respondió, con obvio sarcasmo. Nico sonrió, de nuevo. El rubio definitivamente adora ver ese expresión en su rostro; es tranquilizador saber que, después de todo por lo que pasó, en el corazón del hijo de Hades hay espacio para la felicidad y no solo para la tristeza y la oscuridad. "¿Qué haces aquí? Pensé que pasarías unos días en el campamento Júpiter con Hazel"

"Así era, pero recibí un mensaje Iris―"

"¿De quién?" Will le interrumpió.

"De Kayla"

Antes de que el rubio pudiera abrir su boca para quejarse, de un lado apartado de la enfermería, se escuchó un grito de la chica:

"¡Deberías agradecerme!"

Will rodó los ojos, los cerró y sobó su sien, exasperado. Kayla podía llegar a ser un gran dolor en el trasero cuando se lo proponía. Ojos azul cielo se abrieron mirando con súplica a Nico. "¿Puedes creerlo?" El rubio abrió los brazos, señalando con desespero a su alrededor. "Podrías, por favor, decirle que ya estoy bien y no necesito descansar más. ¡Estoy listo para trabajar!"

Nico negó con la cabeza. "No te ves bien, Solace"El hijo de Apolo soltó un gruñido. "Necesitas quedarte en cama, tomar tus medicinas y―"

"¡No lo necesito!"

"Sí, sí lo necesitas. Son órdenes del doctor" El hijo de Hades terminó, con una sonrisa de suficiencia en su rostro. Will le dedicó una mirada.

"No es gracioso, Di Angelo" La risa de Kayla se escuchó en lo lejano de la enfermería. El rubio levantó la cabeza; sus ojos azules escanearon el frente, tratando de encontrar a la chica, pero no parecía estar cerca. ¿Acaso las conversaciones en la enfermería se podían escuchar sin importar en que lado o esquina te encuentres?

Genial.

Derrotado, volvió a apoyar la cabeza en la almohada y cerró los ojos. Bueno, si tenía que estar enfermero y Nico estaba dispuesto a cuidarlo, ¿quién era él para oponerse?


N/A: En este fic yo soy Will. Cada vez que me enfermo(justo ahora lo estoy, por cierto) tiendo a ser más sarcástica e irritante de lo que soy normalmente. Y sí, tenia que escribir un poco de bonding entre Will/Kayla porque adoro a mis bebés de la cabaña 7.

PD: ¡Ya conseguí 'the Hidden Oracle'! Está en inglés, pero no me importa. Adoré como el tío Rick nos dio momentos Solangelo tan frescamente como si estuviera escribiendo Percabeth y, por supuesto, la narración de Apolo. (SPOILERS) Me reí tanto en la parte que dijo: "'¿Alguna vez estuve tan asustado? Tal vez cuando Tifón asoló la tierra. Tal vez cuando la madre tierra liberó a sus gigantes para acabar con el Olimpo. O, tal vez, cuando accidentalmente vi a Ares desnudo en el gimnasio. Sí, eso dejó mi cabello de color blanco como por un siglo"