Es mi primer fanfic sobre la pareja más hermosa de todos los tiempos: Serena y Seiya. Espero que les guste.
Los personajes utilizados no me pertenecen, es una abstracción de la historia creada por Naoko Takeuchi.
EL RESPLANDOR DE LAS ESTRELLAS
CAPÍTULO 1 La nostalgia del verdadero amor.
Hacía tiempo que Serena había cambiado su habitual alegría por una cara melancólica.
-Ha pasado un año desde que Sailor Galaxia intentó apoderarse de todo, y de que él… Sus hermosos ojos celestes se vieron cristalizados ante su recuerdo. Pero casi como una orden, apartó de su mente esa imagen que últimamente tanto la perturbaba en sus sueños.
- ¡Vamos Serena! no estés así, estoy casi segura que si lo deseas puedes hacer que regrese.
Serena no daba crédito a las palabras de su amiga. – Pero Mina, yo…
La rubia, posó tiernamente sus manos sobre los hombros de su amiga, y con una sonrisa que expresaba toda la comprensión que podía, le dijo: - El amor debe cultivarse constantemente, tal vez, Serenity amó mucho al príncipe Endymion porque éste la amo a ella de igual forma, pero hoy, ahora, tú no eres Serenity, y… Darién, la verdad es que tampoco es Endymion.
Serena no respondió, sabía que su corazón estaba latiendo por alguien muy distinto al que todo el mundo creería, sin embargo, no podía ser egoísta, una niña de cabellos rosados esperaba nacer del "amor" que se suponía, había traspasado los siglos.
== Templo Hikawa ==
-Debemos hacer algo para que Serena se vuelva a interesar en su relación con Darién. Al parecer a Rei, no le hacía mucha gracia el distanciamiento que había entre ellos dos.
-Ella debe entender que es su deber como futura reina de Tokio de Cristal y que de esa relación. De pronto, fue abruptamente interrumpida por Mina, quien además de saber los sentimientos de su amiga, no estaba de acuerdo en meterse en asuntos de dos.
-Rei, chicas, acaso estamos olvidando algo más importante que el deber, la felicidad.
Amy y Lita se voltearon a ver entre sorprendidas y avergonzadas, era verdad que en ningún momento habían reparado en los sentimientos de su amiga, pero, es que se suponía que el futuro estaba escrito, ¿no?
- ¡No digas tonterías Mina! La mirada recriminatoria de Rei parecía lanzar chispas, después de todo era la Sailor Scout del fuego.
- Si vamos a decir que estamos olvidando cosas, en ese caso a ustedes se les olvida algo muy importante: ¡Rini!
== Habitación de Serena ==
- Luna, ¿crees que cuando termine la preparatoria, me convierta en una mujer interesante?
- ¿A qué te refieres Serena? Luna sabía perfecto a que se refería la chica, pero al igual que los demás pretendía fingir que no pasaba nada.
Serena dejó escapar un gran suspiro al tiempo que se tiraba en su cama. A pesar de estar cursando el último grado de la preparatoria, aún conservaba su ropa de cama de conejitos, lunas, y estrellas.
- Es sólo que, tal vez… no me estoy convirtiendo en lo que todos esperan, tal vez, si me refino un poco y dejo de ser tan aniñada Darién estaría más feliz y entonces querría pasar más tiempo conmigo.
Luna intentó acercarse a Serena y consolarla, pero prefirió darle ánimos, al menos podía hacer que su princesa se sintiera un poco mejor.
- ¡Serena, tengo una idea! Tal vez necesites un cambio de look, a las chicas siempre les viene bien después de un tiempo de verse iguales. Si te dan miedo los cambios, porque no pruebas diferentes estilos, puedes usar tu pluma de transformación, y el que te convenza será el indicado.
Aquella especie de travesura, pareció darle un poco de ánimo a la rubia, después de todo, aunque amaba su típico peinado, cada se lo hacía no podía evitar pensar en él, y la ocasión en que le dijo "cabeza de bombón" … su bombón.
- ¡Tienes razón Luna! Y con una media sonrisa buscó en su cajón la pluma.
== Parque número 10 ==
Entre unos arbustos una mujer de abundante cabellera rojiza y mirada seductora, observaba con detenimiento al joven que estaba sentado en una banca del parque, absorto en el libro que tenía entre las manos.
Una especia de aura maligna rodeaba a la chica, que no dejaba de apretar los dientes mientras la rabia subía por su cara, haciendo que su semblante se tornara aún más malvado.
- ¡Pagarás caro el haberme abandonado Endymion, ya lo verás! Y dio dos pasos para salir de entre los arbustos cuando una voz autoritaria le dijo: - ¡Amaterasu, alto! aún no es tiempo mi hermosa niña. Espera y te prometo que tu venganza será más satisfactoria que sólo tomar su vida en este momento.
Eran casi las cinco y media de la tarde, y Darién esperaba "pacientemente" a su novia, ni siquiera había notado que Serena llevaba casi media hora de retraso, pues su libro de Fundamentos a la práctica médica, parecía ser más importante que todo lo demás.
De pronto, una voz le dijo: -Hola, Darién, siento haberte hecho esperar.
Sabía que ya había llegado, pero es que tenía que terminar al menos el último renglón de ese párrafo tan interesante sobre Epidemiología. Y sólo atinó a decir, - Claro, no hay problema, siéntate, enseguida nos vamos por un helado, sin apartar la vista del libro.
Fue entonces que unas manos con las uñas delicadamente pintadas de rosa aparecieron casi arrebatándole el libro.
- Pero, ¡¿qué?! ¡¿Serena por Dios, qué te hiciste?! Darién no daba crédito de la imagen que tenía ante sus ojos. La chica de peinado ridículo, según creía al conocerla a sus escasos catorce años estaba ahora frente a él, con la melena suelta, dejando caer graciosamente sus hermosos cabellos rubios hacia un costado. Portaba un lindo y algo revelador vestido azul cielo, que entallaba perfecto aquel cuerpo que sin duda ya no era el de una niña.
Su cara, reparó en su rostro y se dio cuenta que llevaba un labial rosado, y un poco de rubor en las mejillas.
Sin más se paró frente a ella, en ese momento el corazón de Serena latía esperando una respuesta favorable a su cambio.
- Serena, le dijo al tiempo que son sus dedos quitaba el labial de los labios de la chica, ¿no crees que estás exagerando un poco en tu arreglo?
La rubia no daba crédito a las palabras de su novio ¡Exagerando! Pero sí era lo último que ella hubiera pensado escuchar, seguro que Seiy… y sólo dejó escapar una lágrima silenciosa mientras se apartaba del cuerpo de Darién, su querido Darién al que ya no reconocía en lo absoluto.
Como si alguien la persiguiera, salió corriendo hacia su casa, no quería pensar en nada. Tenía sin duda el corazón hecho un nudo, y no por lo que le había dicho Darién, sino porque sabía que su verdadero amor, era imposible.
Continuará...