N/A: Lamento la tardanza, he estado muy ocupada,tal como dije al principio, esta sería una historia corta de 4 capítulos, espero que la hayan disfrutando y que cuando terminen de leer me digan que les pareció la historia en general. Yo la disfrute mucho, barajee un montón de ideas que pienso utilizar en otras historias, porque en esta me mantuve fiel a la idea original. :-)

Muchas gracias por los comentarios, varios me han sorprendido por la gran variedad de sentimientos que ha despertado esta historia, jeje, así si dan ganas de escribir.

Ahora sí, ¡a leer!


Embarazada–

Capitulo 4

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—¿Que le dijiste qué? —chilló Shizune escandalizada.

—Que no es el padre. —repitió Sakura esperando el regaño, hasta ella reconocía que había hecho una gran estupidez.

—Pero Sakura, te pasaste, Naruto debe estar destrozado. —comentó Shizune preocupada.

—Nah, ese seguro esta consolándose con una de sus amiguitas. —se defendió tercamente.

Tsunade que hasta los momentos se había mantenido en silencio bufó y dijo. —estas siendo estúpida, los celos están nublando tu razón, Naruto te ama, eso siempre se ha notado, es un chico popular, las mujeres lo siguen, eso nunca te importo en Uchiha Sasuke.

—Es diferente.

Respondió tranquilamente, las otras dos la miraron esperando una explicación.

—¿Diferente en qué? —cuestionó la pelinegra.

—Sasuke-kun no le hacía caso a ninguna, Naruto sí. —replicó sintiéndose enfadada otra vez.

—Porque es ingenuo y no se da cuenta de sus intenciones. —lo defendió Shizune.

En parte Sakura tenía razón, Tsunade creía que lo más correcto sería que Naruto ignorara a esas chicas.

El comentario de Shizune ofendió a la pelirosa, —¡Ingenuo un cuerno!, siempre ha sido un aprovechado, no me embarace sola, ¿saben?, él me sedujo.

La directora del hospital abrió una de las carpetas y dijo, —hace mucho tiempo perdí al hombre que amaba y no pudimos llegar a casarnos, la vida es corta cuando la disfrutas y muy larga cuando vives sola, Sakura puedes hacer lo que quieras, pero ya corrige esa estupidez de que Naruto no es el padre.

—Opino igual que Tsunade-sama.

Después de esa conversación Sakura pasó todo el día pensando en eso, trabajó distraída, pensaba y pensaba.

Sabía que si le decía la verdad a Naruto jamás podría deshacerse de él y era muy probable que terminaran casándose, moría de celos cada vez que lo veía rodeado de chicas, no podía controlar ese sentimiento, sabía que eso no era vida y creía que lo mejor para su tranquilidad era alejarse de Naruto.

—Naruto no bebas tanto, te vas a sentir mal después, —le aconsejó Iruka sentado a su lado.

El rubio lo ignoró y se sirvió un poco más de sake, —yo lo sé, sé que soy el papá.

Iruka abrió los ojos ampliamente, —¿eh?, ¿de quién hablas?, ¿a quién embarazaste? —preguntó preocupado.

—¡De Sakura-chaaan!, —respondió como si fuese lo más obvio del mundo, —está embarazada y dice que no soy el papá, pero sé que miente.

El rubio tenía cara de estar completamente frustrado y amargado, ahora comprendía el motivo de encontrárselo bebiendo licor allí. Iruka conocía a Sakura y sabía que era una chica respetable, no era de esas que se enredaban con varios chicos a la vez. Así que supuso que sólo estaba enojada con Naruto y le dijo eso para herirlo.

—¿Y qué piensas hacer?

Naruto terminó de beber lo último que le quedaba en el vaso y dijo, —está enojada, es por esas mujeres que me siguen, pero no tengo nada con ellas, Sakura-chan lo sabe, no debería ponerse celosa.

El castaño no dudo en decirle, —se trata de respeto a tu pareja, eres joven Naruto, te falta aprender sobre las mujeres, o al menos ten un poco de sentido común, ¿te gustaría que Sakura tuviera una veintena de hombres tras ella queriendo seducirla?

El rubio arrugó la frente enseguida, algo así no lo toleraría jamás, ahora podía ver las cosas desde otro punto de vista, ponerse en el lugar de la pelirosa lo hizo recapacitar y pensar que no era suficiente con darle su palabra a Sakura-chan de no tener nada con aquellas jóvenes, ella simplemente no tenía porque soportar aquella situación.

—Ya sé lo que haré —comentó Naruto levantándose de la silla.

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Sakura terminó su jornada laboral y salió del hospital, iba muy pensativa cuando se encontró de frente con su madre, inútilmente intento ocultar su barriga de varios meses con el bolso, pero ya era tarde.

—Sakura... ¡¿estás embarazada?!

La expresión de Mebuki era de total sorpresa, no era que fuese una barriga muy grande, pero fue sólo ver su cuerpo para sospechar de un embarazo, la pelirosa respiró y asintió con la cabeza.

Acercándose despacio a su madre dijo con las mejillas levemente sonrojadas —Si mamá, estoy embarazada.

Mebuki replicó angustiada —¡pero no te has casado!, ¿quién es el padre?

—¡Soy yo!.

Ambas mujeres movieron la cabeza en dirección hacia la voz y vieron a Naruto, él iba al hospital para hablar con la pelirosa.

—¡Cielos Naruto!, me canse de esperarte y me vine, —dijo Sakura acercándose para besar la mejilla del ninja y abrazarlo.

Eso sorprendió mucho al rubio, luego entendió que ella fingía porque su madre estaba allí. La abrazó cariñosamente y respondió —perdona Sakura-chan, es que Kakashi-sensei pidió hablar conmigo y tuve que ir.

—Hueles a licor, —le reprochó en voz baja soltándolo.

—Mamá, él es Naruto. —dijo Sakura presentándoselo a su madre formalmente.

—¡El héroe del mundo!, mucho gusto, soy Mebuki la madre de Sakura —dijo Mebuki alegrándose y apresurándose a darle un abrazo al rubio y la bienvenida a la familia.

Eso dejo a Sakura perpleja.

Naruto sonrió apenado, —Uzumaki Naruto, y padre del bebé que está esperando Sakura-chan, he querido conocerla a usted y a su esposo, pero he tenido que viajar mucho últimamente.

Por más que admirara al salvador del mundo no podía permitir que a su hija le siguiera creciendo la barriga sin estar casada.

—Entiendo, —miró a su hija y dijo, —pero si tienen tiempo para acostarse antes de un matrimonio, también tendrán para casarse lo más pronto posible.

—Mamá, no me pienso casar. —dijo Sakura oponiéndose rotundamente, podía reconocer la paternidad de Naruto, pero casarse ya era otra cosa.

Mebuki se mareó horrorizada y Naruto tuvo que sostenerla para que no se cayera —¡mamá! —exclamó Sakura asustada revisándole el pulso en un brazo.

El rubio la curó diciéndole, —Sakura-chan se refiere a hoy, ya es muy tarde y cerraron el registro civil.

La médico lo miró de manera severa y a regañadientes dijo —si mamá, mañana voy para la casa y hablamos.

Mebuki se enderezó rápidamente, —no, eso lo vamos a hablar hoy mismo.

El camino hacia la casa de los padres de Sakura se le hizo muy corto al rubio, estaba asustado y todo el Sake que había tomado lo tenía con la mente lenta, no estaba borracho, pero sentía que no podía pensar con claridad.

A la final se había estado ahogando en un vaso de agua, su suegro reaccionó de una manera muy distinta a la que esperaba. Kizashi se alegró muchísimo y le agradeció por hacer que su hija se olvidara de aquel Uchiha.

La madre de Sakura preparó una rica comida y cenaron en familia, Naruto se sintió totalmente aceptado. La pelirosa en cambio estaba enfadada, todos hacían planes sin preguntarle nada.

—Ya tengo que irme, mañana tengo que trabajar. —Anunció la pelirosa.

—Yo te acompaño. —se ofreció Naruto levantándose de la silla, donde hace poco estaba contando varias de sus misiones más peligrosas.

—No, ustedes sigan. —insistió Sakura, necesitaba un descanso de tanto Naruto.

Pero no pudo librarse de él, Naruto la acompañó hasta su apartamento, —gracias por fingir que todo estaba bien. —le agradeció a regañadientes cuando estaban frente a la puerta de su departamento.

Naruto se recostó de la pared y con los brazos cruzados dijo —todo va a estar bien si me dejas entrar en tú vida otra vez Sakura-chan.

Ella arrugó la frente, ya sabía que él se pondría en ese plan —no voy a caer en lo mismo Naruto.

Abrió la puerta, entró y él detuvo la puerta antes de que la cerrara, —deja de ser tan necia, te comportas como una niña caprichosa —replicó bajo el marco de la puerta.

—¡No me regañes!.

—Piensa en nuestro hijo Sakura-chan, merece tener un padre. —insistió con vehemencia.

—Lo tendrá, sabrá que eres su padre.

Al menos ya había conseguido algo, tomó las manos de Sakura y siguió probando su suerte —Cásate conmigo Sakura-chan y seamos una familia feliz.

—No. —respondió sin pensar, ya lo había decidido y no iba a retractarse.

Eso le dolió al ninja, no se conformaba, se pasó una mano por la cabeza desesperándose e insistió. —yo quiero vivir con ustedes, te amo y sé que tú a mí, déjame entrar por favor.

Ella lo miró en silencio, respiró hondo y dijo —tienes razón, pero esas chicas se creen con derechos, les das alas, no me respetas como pareja, no tengo porque soportar estas cosas.

Ella quería exclusividad, Naruto tenía un mal concepto sobre ser un caballero.

Con delicadeza tomó el rostro de Haruno entre sus manos y le aseguró —yo iba a buscarte para hablar sobre eso cuando te vi en la calle con tu madre, al fin lo entendí, no dejare que ninguna me toque, les pediré que ya no me molesten, les dejare claro que no me importa otra mujer que no seas tú.

Justo las palabras que ella había querido escuchar desde hace mucho tiempo.

—Júralo.

—Lo juro.

La besó lentamente y cuando se separaron ella lo dejó entrar al departamento y nuevamente a su vida.

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FIN—