— ¡No ha tenido ninguna gracia, Mark! ¿Qué demonios haces aquí?

—No hice nada —respondió Mark, con otra sonrisa maligna—. Sólo vine a pasar el verano contigo... Ha sido culpa suya: se comprometió y se va a casar. Yo no le dije que lo hiciera.

— ¡Entonces viniste a propósito! —Vociferó Tony—. Sabías que el verano es sagrado para mi tengo planes...

— ¿Qué, intentaras conquistar a Pepper por milésima vez? —preguntó Mark, con mucho interés.

— No es tu asunto en lo que yo gasto mí tiempo de verano.

Mark irrumpió de nuevo en una sonora carcajada.

— ¡No tiene gracia! —Gritó Tony—. ¡Si tu madre se va a casar debes estar allá! Me paso la mitad de la vida luchando contra los malos y ahora que tengo tiempo para reconquistar a Pepper, el idiota de mi hijo aparece a pasar el verano conmigo...

— ¡No soy un Idiota! —respondió Mark, indignado. —No. Yo vine porque quería pasar tiempo contigo—explicó Mark—. ¿O no puedo pasar tiempo contigo, papá?

—Sí, si puedes. Pero no este verano —contestó Tony seriamente.

— ¡Ésa es la cuestión, quiero que sea este! —Repuso enfadado Mark—. Ya verás cuando se lo diga a Pepper.

— ¿Cuando me digas qué? —preguntó una voz tras ellos.

Pepper acababa de entrar en el taller. Con esas faldas que mostraban sus piernas, piernas que a Tony le encantaban, ella para Mark tenía una cara generalmente muy amable, aunque en aquellos momentos la sospecha le hacía entornar los ojos.

— ¡Ah, hola, Mark! —Dijo sonriéndole al advertir que estaba allí. —. ¿Qué es lo que tienes que decirme?

Mark dudó. Tony se dio cuenta de que, a pesar de estar tan enfadado con él, no había tenido verdadera intención de contarle a Pepper lo ocurrido.

— ¿Qué tienes que decirme, Mark? —repitió Pepper en un tono de voz que daba miedo.

—Nada, Pepper .papá sólo... He tenido unas palabras con el...

— ¿Qué ha hecho esta vez? —Preguntó Pepper —. Si tiene que ver con lo de «No va a pasar el verano aquí»...

Tony solo agacho su cabeza avergonzado.

—No sé en qué cabeza se te pasa discutir con tu hijo —dijo Pepper posando unas carpetas en el escritorio —. Llevamos años así, una cosa detrás de otra, y no hay manera de que entiendas… debes pasar tiempo con él. — señalando a Mark

Dejaron solo a Tony y salieron a comprar helado.

A las siete de la tarde, los dos vasos en la mesa crujían bajo el sonar de las cucharas, y Pepper junto a Mark, comían esos grandes helados de chocolate, de color café intenso. Para alguien que había discutido con su padre, aquello era un paraíso, y al principio Mark escuchó más de lo que habló mientras se comía su helado.

—Lo siento, Mark —se disculpó Pepper con una risita—. ¿Cómo va la escuela?

—Muy mal —respondió Mark malhumorado, y volvió a seguir comiendo de su helado. Mirándole disimuladamente, Pepper decidió preguntar un poco más.

—Desde luego, Tony pregunto… sobre la escuela ¿verdad? —Repuso Pepper, pero solo vio a Mark negando con su cabeza —, pero no entiendo cómo pudo olvidar preguntarte sobre la escuela. ¡Cuando lo comparo con tu abuelo...! Desde luego, no lo hago frente a él. ¿Sabes puedo hacer que él se interese más en ti? Que se olvide un rato de las rubias...

—le he dicho, sobre que me golpean, me golpean en la escuela —dijo Mark, frunciendo el entrecejo—. Dice que a él le golpearon en la escuela un montón de veces. Aunque, si fuera yo mi padre, me preocuparía...

—Por supuesto, tu padre es un caso perdido —siguió Pepper—.Se la ha estado pasando de mujer en mujer durante años: da más problemas de los que resuelve. Pero, aun así, es buena persona. Él es más de lo que demuestra al público o a ti... Ya sabes que él nunca pensó en un hijo, y mira ahora estas tú en su vida. Pero deben conocerse ambos. En fin —Pepper lanzó un impresionante suspiro. —, tenemos ya bastantes problemas en el la compañía como para que el empiece con sus niñerías. Como sabes, hemos de organizar otra Stark expo.

Mark puso cara de resignación.

—He estado intentando que eso pase pero no quiere. Seguramente lo único que le interesa eres tú.

Pepper se sonrojo.

—... es cierto... Pero ¿Cuándo serás la novia de papá?

—Mark, esas cosas no se insinúan —explicó Pepper con paciencia.

—Yo no insinué nada, cariño —dijo Mark, acariciando su cabello —.si no lo niegas, en alguna parte tiene algo cierto...

Ambos terminaron su charla y el helado, al llegar a la mansión Pepper se despidió del niño con un beso en su frente, ella le quería mucho. Tal vez como un hijo, tony estaba sentado en su sofá enojado… por poco y supuraba fuego por sus poros

—Antes de que me regañes —pronosticó Mark al ver el rostro de su padre—. Te puedo ayudar a conquistar a Potts, después de todo la conozco mejor que tú.

Tony le miro desconcertado.

—Ya, pero tiene un costo… el verano, quiero que de verdad podamos conocernos —repuso Mark.

—Pero si no funciona, prométeme que no volverás mas nunca a mi vida —sentenció Tony—. Sabes que no te quiero mucho, niñito.

—Está bien —suspiro fuerte—. Ojalá algún día te des cuenta… que aun con todo lo que me dices, yo si te quiero. — marchándose a su habitación

¿Qué pasara ahora? ¿Funcionara el plan? ¿Mark lograra que su padre le quiera? ¿Tony se dará cuenta de lo que hace?