Hola, ya estoy con el capítulo 21, perdonen la demora pero me he ido de vacaciones y no he tenido el portátil, intentare ser más rápida. Primeramente quiero aclarar ciertas cosas, no soy una persona con un gran talento para la escritura, como lo habrán notado, tengo mucho fallos. Pero aun así me gustar hacerlo, ya que me divierto cuando escribo y si a alguien le resulta molesto que simplemente que no lo lea, yo no creo estar haciendo nada malo. Acepto críticas constructivas, porque sé que mi historia no se compara a otras del fandom, y si he ofendido a alguien, lo siento. Pero si realmente te parece horrible simplemente no la leas. Así que sin más que añadir les pido que los que quieran empiecen a leer el nuevo capítulo de mi loca historia.


Capítulo 21: El caos puede ser provocado por un solo hombre. La guerra de Naruto y Sasuke

Casi había transcurrido cuatro meses desde que nuestra peli azul había ingresado al Instituto Konoha y ya se había acostumbrado, ya que disfrutaba pasar tiempo con sus nuevos amigos.

También hacía un tiempo que ya había hecho la exposición de Kakashi-sensei junto a Gaara y Shino, obteniendo los tres la puntuación más alta de toda la clase. Superando por poco al grupo de Shikamaru y por mucho al de Naruto por lo que Sakura estaba molesta, ya que gracias a la irresponsabilidad de Lee y Naruto tuvo que rehacer ella sola todo el trabajo porque no lo habían guardado y había logrado obtener un siete estropeando su elevado promedio.

–Lo siento mucho Sakura-chan, pensaba que lo tenía que guardar Lee–decía Naruto.

–¡Yo, lo tenías que hacer tú! –gritaba Lee enfadado porque lo quisiera culpar.

Esa pequeña peleaba acabó instantáneamente por el golpe de una molesta Sakura. Solo de recordar eso todos se reían, ese linda peli rosada, podía ser muy bestia.

Gracias a ese trabajo la peli azulada se había vuelto más cercana a los dos muchachos, que para alivio del rubio se notaba que ambos solo la querían y veían como una buena amiga, a diferencia de otros chicos del salón, que estaban detrás de su querida ojo luna.

Y muchas veces gracias al pelirrojo, al castaño y junto con Neji formaban el escuadrón "No se acerquen a Hinata", que era muy famoso y todo un espectáculo en el instituto logrando que muchas veces la pobre peli azulada pasara mucha vergüenza por sus actos desmesurados y en ocasiones extremos, sobretodo los de su primo y el blondo ya que Gaara y Shino eran más moderados y actuaban más razonablemente a veces evitando las locuras de los otros dos.

Había habido pequeños pero notables cambios en su grupo de amigos, empezando porque el pelirrojo, el Aburame y el comelón del salón se habían integrado a su grupo. Por ello todos decían que Hinata era la domadora de los raros, tanto Gaara como Shino eran personas que no se relacionaban tanto, incluso Temari se sorprendía por la actitud de su hermano pequeño.

Además gracias al comportamiento tan alegre del rubio habían logrado que él se abriera más, haciendo que él y Naruto se volviesen muy buenos amigos. Y también estaba Choji, que haría cualquier cosa por probar la deliciosa comida de la ojo luna. Pero que gracias a eso había conseguido formar buena amistad con todos, pero sobretodo con Shikamaru, que aunque su carácter era muy diferente tenían muchas cosas en común y se complementaban.

También la relación de Neji y Teten iban avanzando, que aunque el siempre negara sus sentimientos se notaba a leguas como quería a la castaña. Y no olvidar a Lee, que como Naruto, al que consideraba su máximo rival en el amor se había declinada por otra chica él se había puesto manos a la obra para ver si esta vez sí podía obtener el corazón de su ojo jade.

El primer trimestre estaba a punto de terminar y se acercaban las vacaciones de Navidad, lo cual los tenían ansiosos y entusiasmados, además de agotados por el duro trimestre. Durante ese tiempo la ojo luna había tenido un montón de nuevas experiencias con su nuevos amigos, y gracias a cada una de ellas se había dado cuenta que no tenía nada de lo que arrepentirse o lamentar, que aunque esa no había sido su decisión ya no tenía nada por lo que deprimirse.

Puede que al principio si se hubiera sentido un poco reacia a la situación, al fin al cabo era una reacción normal, los cambios aterran a cualquier persona, pero ahora ese sentimiento había desaparecido por completo, transformándose en uno de agradecimiento por todo lo que había recibido, aunque de una manera un tanto inesperada pero aun así se sentía muy afortunada.

Aunque por culpa de terceros su vida se había visto afectada gente maravillosa había entrado en ella y gracias a esos malos actos que ahora ya estaban aclarados aún seguía en contacto con los demás. Así que ya no importaba, todo estaba volviendo a tomar forma para ella, todo volvía a donde tenía que estar. Se habían arreglado los malentendidos y sus relaciones se habían vuelto más fuertes que nunca, y esta vez pasara lo que pasara se habían prometido confiar los unos en los otros y apoyarse mutuamente cuando lo necesitasen.

Después de una semana llena de examen y varios trabajos de exposición Hinata y los demás se encontraban cansados, así que los maestros decidieron que la próxima semana les darían una merecida y divertida excursión siguiendo los criterios de enseñanza. Por lo que los estudiantes solo se resignaban a tener otra aburrida excursión más, conociendo de antemano como eran las salidas programadas por la escuela. Ya habían ido a varias durante el periodo que había pasado, la mayoría eran museos y salidas al campo, que para algunos les parecía bien, ya que les gustaba, pero para otros era un completo suplicio y gran aburrimiento que soportar.

–Bueno chicos, ya se han acabo los exámenes finales del trimestre, así que ya pueden descansar, pero no se relajen, que el curso solo ha comenzado–dijo riendo Azuma causando malestar en los alumnos. –Pero bueno, menudas caras tienen. Mejor cambiemos de tema, como ya saben la próxima semana haremos una excursión al observatorio de las afueras de la ciudad. Tienen que estar muy agradecidos, es muy difícil que nos dejen para estas fechas. Iremos con otra escuela así que más os vales que os comportéis–terminó de decir él haciendo que todos comenzasen a murmurar sobre la otra escuela y posibles encuentros románticos por parte de las chicas de clase haciendo que los chicos giraran los ojos por sus ocurrencias.

Después de un día de clases agotador los chicos decidieron ir a jugar a los bolos para divertirse, pero Hinata se encontraba muy cansada por todos los mandatos que su tutor le había encomendado para la excursión, así que se fue directo a casa. Tanto Neji como Naruto la querían acompañar pero ella se negó y les pidió que se fueran a divertir, no quería ser una carga y estropearles la diversión simplemente porque ella no se encontrara en condiciones.

Al llegar a casa se tiró en la cama y quedó profundamente dormida, ser delegada era agotador, realmente Azuma-san era muy exigente con todos los pedidos que le encargaba. Casi parecía una pobre becaria en una gran empresa por la cual era explotada, entendía porque muchos se habían negado tan rápidamente, ella también tendría que haberlo hecho en su momento.

La semana pasó en un abrir y cerrar de ojos hasta que llegó el día de la excursión. Algunos estaban muy entusiasmados por lo mucho que les gustaba la astrología, como Tenten, que no cabía en su cuerpo de lo alegre que estaba, en cambio otros solo iban porque era obligatorio.

Cuando todos los alumnos se encontraban presentes pasaron lista y fueron subiendo uno a uno hacia el autocar que les llevaría a su destino. Tenten prácticamente arrastró a Neji para sentarse a su lado y le guiño un ojo a Naruto en señal de complicidad haciendo que el blondo sonriera para luego apresurarse a pedirle a la ojo luna sentarse con él. Hinata aceptó encantada y se sentó con él haciendo que el blondo se pusiera muy alegre.

Lee tampoco se quedó atrás y fue en busca de su peli rosa y le pidió sentarse con él, a lo que ella al principio se negó pero luego al ver a Naruto con Hinata aceptó. Temari se sentó con una amiga porque Shikamaru quería dormir en el transcurso del viaje así que le pidió a Choji sentarse con él haciéndola enfadar. Mientras que Gaara y Shino se sentaron juntos.

–¿Te gusta la astrología Hina-chan? –preguntó el rubio mirándola fijamente.

–Me resulta muy interesante, pero no soy tan fan como Tenten–respondió ella divertida.

–¡Sí, a mí me encanta, espero que nos dejen ver por el gran telescopio, eso sí que sería absolutamente genial!–decía Tenten muy animada por la idea haciendo que Neji sonriera ligeramente al ver su sonriente rostro, haciendo que el blondo y Hinata se voltearan a verlos.

La Hyuga comenzó a ver como el paisaje urbanístico poco a poco desaparecía convirtiéndose en un montón de árboles, abetos, pinos y rocas, siguiendo así durante un par de kilómetros hasta que a lo lejos se podía vislumbrar un estructura humana entre la naturaleza.

Después de unos minutos más en el bus llegaron al planetario y su tutor empezó a volver a tomar lista para comprobar que nadie se había quedado y todos habían salido del vehículo.

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Sasuke se encontraba muy cansado a causa de un agitado Kiba que no paraba de vomitar a su lado, no entendía como se podía marear cuando iba en autocar. Solo esperaba poder bajar del auto, sino él también acabaría vomitando a causa del hedor que producía su amigo.

–Abre la ventana, a ver si el aire me calma–pidió Kiba verde de lo mareado que estaba, haciendo que el morocho tirara del pestillo y permitiera al aire pasar mientras suspiraba.

Lo único que le consolaba un poco era saber que pronto vería a la Hyuga, Jiraiya le había dicho que irían con la academia Konoha, así que vería a Hinata. En verdad agradecía que el director le dijera ese tipo de detalles, era muy conveniente ser el presidente del consejo estudiantil.

–Tienes muy mal aspecto–dijo Sasuke mirando a su amigo que estaba vomitando sin parar.

–¿Quieres una aspirina? –preguntó Ino que se sentaba en el asiento de atrás unto con Sai, al ver en ese estado a el castaño se preocupa, Kiba solo pudo asentir ante su ofrecimiento antes de volver a vomitar en la bolsa, realmente odiaba los autocares, se sentía pésimo.

–Pobre, tiene una cara que da pena–dijo Sai al ver al Inuzuka en ese horrible estado.

–Mejor le vendría un chicle o un caramelo de menta, incluso un ambientador, esto es muy asqueroso, hasta Karui se está sintiendo mal–dijo Karin que se encontraba sentada delante de los dos chicos junto con la pelirroja que se sentía asqueada por los vómitos de Kiba.

Pero Kiba hacía oídos sordos a lo que Karin había dicho, no sabía con exactitud porqué solo los autocares causaban ese malestar en él, ya que si viajaba en otros vehículos no era así.

–¡Déjalo en paz, tú no soportas los aviones! –dijo Ino enfadada con ella por sus hirientes palabras en contra del castaño. Ella considera al Inuzuka como un hermano así que le molestaba mucho que alguien lo tratase de esa manera y más si era la plasta de la pelirroja.

–Hablo con él, no contigo, no tienes que ser tan metida–respondió Karin notablemente molesta formando otra discusión por parte de las dos chicas que se escuchaba en todo el bus.

–¡Es mi amigo, así que no te consiento que le hables de esa manera!–dijo enfadada la ojo azul.

Sasuke estaba a punto de estallar y gritarles a las dos por todo el jaleo que estaban organizando si Sai no hubiera hecho callar a su novia y parar la pelea se hubieran enterado.

Luego de unos minutos de paz gracias a la aspirina que le había dado la rubia al vomitón Kiba para que se durmiera llegaron al observatorio, pero el siguiente problema que se presentaba para el azabache era mover el inmóvil cuerpo de su amigo que se encontraba totalmente dormido y que tiro al suelo para salir haciendo que se despertara abruptamente y adolorido.

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Cuando Azuma-san terminó de pasar lista y comprobó que todos se encontraban de repente otro autocar llegó ocasionando que todos centrasen su atención en él. De pronto una mujer conocida para la peli azulada bajó del vehículo y llamó a Azuma-sensei dejándola casi sin habla y tremendamente sorprendida pero muy alegre. ¡¿Ellos eran la escuela con la también irían?!, pensaba Hinata internamente muy emocionada de verla allí.

–¡Anko-sensei! –exclamó Hinata haciendo que todos se voltearan a mirarla. –¿Están todos los demás aquí? –preguntó muy feliz extrañando a sus amigos y formando una burlesca sonrisa en su antigua profesora haciendo que la ojo luna ensanchara aún más su ya actual sonrisa.

–Ni modo que venga yo sola–respondió ella riendo haciendo que la Hyuga sonriera aún más.

Ino y Karin bajaban peleando del autocar mientras Sai trataba de detenerlas, pero cuando ambas se dieron cuenta de la presencia de la peli azulada detuvieron instantáneamente su discusión y como si no se hubieran visto en años corrieron a abrazarla rápidamente.

–Qué guapa que esta mi Hinata, tan linda y mona como ella única, no me lo puedo creer–rio Ino haciendo un alboroto como solo ella podía hacer logrando acaparar la atención de todos. Entonces unas manos se posaron detrás de la espalda de la rubia, sorprendiéndola. –Bueno ya conoces a Sai, mi lindura–dijo Ino mirándolo acarameladamente perdiéndose el uno en el otro.

–Sí, mucho gusto, espero que cuides de mi Ino–dijo Hinata riendo mirando al novio de la rubia.

–No sabes lo que te extrañaba, la cerda es exasperante, me alegra tanto volver a verte–hablaba Karin alegre por volver a verla mientras abrazaba efusivamente a su querida amiga.

–Sí yo también, me alegra tanto verlas aquí–dijo Hinata muy feliz por la presencia de ambas.

Entonces Hinata inconscientemente fue a buscar un rostro más, pero no lo veía por ninguna parte. En eso se distrajo porque de pronto otra de las constantes peleas entre Ino y Karin se volvió a formar haciendo que ella riera, era raro pero incluso extrañaba sus intensan broncas.

Kiba bajaba adolorido del autocar a causa de que Sasuke lo había tirado y venía echándole la bronca, pero su ira se esfumo cuando vio a la ojo luna, y dejando a su azabache amigo con la palabra en la boca se acercó sigilosamente hacia la peli azul para tratar de hablar con ella.

A pesar de que las cosas se habían aclarado entre ellos se encontraba muy nervioso, no sabía cómo tratarla, ya que desconocía como reaccionaría, pero para su suerte ella al verlo lo abrazó ocasionando un fuerte sonrojo en el chico mientras que ella le brindaba una dulce sonrisa haciendo molestar a más de uno en su nueva escuela por la cercanía de la chica con él.

Naruto era el que más molesto se encontraba, a pesar de que Hinata ya le había explicado la situación con él no lo perdonaba, la había hecho sufrir demasiado, para él era un total idiota. Pero se encontraba tranquilo, sabía que la peli azulada no tenía ninguna clase de sentimientos románticos por el castaño, así que no se preocupaba. Pero si la antigua escuela de Hinata estaba allí Sasuke también lo estaría, pensaba el rubio alegre de ver a su amigo y a su prima.

–Hola, ¿qué tal está Hana-san? –preguntó ella en tono bajo para que nadie escuchara su conversación, no quería incomodarlo con el tema de su hermana.

–Bien, gracias por preguntar, está muy feliz con lo de su bebé–dijo más calmado por ver que ella ya no le guardaba rencor, realmente era una chica excepcional. –Gracias–terminó de decir.

Entonces de repente una azabache figura captó la atención de la Hyuga, pero solo podía mirarlo de reojo ya que se sentía apenada. Ya había arreglado el malentendido que habían tenido por culpa de la novia de Itachi pero aun así ella se sentía un poco avergonzada por comportarse de esa manera tan celosa con él, no era más que amigos. Para su suerte él no sabía todo lo que ella había sentido pero de todas formas se sentía tonta y abochornada por sus pensamientos y los celos irrefrenables que sintió en ese momento hacia Konan.

Aunque a él no lo veía tan seguido como lo hacía con Ino y Karin, ya que con ellas quedaba cada vez que tenía tiempo, hablaban con él todo el tiempo por teléfono haciendo que se acercaran más y manteniendo una relación muy estrecha. Pero de hablar por teléfono a verlo en persona era algo totalmente diferente, la presencia del Uchiha la abrumaba y absorbía. A penas había bajado del autocar y ya tenía a la mayoría de las chicas de su nueva escuela mirándolo y poniéndole ojitos saltones y él no había hecho nada más que bajar del vehículo.

Las chicas se comenzaron a reunir a su alrededor sin que se pudiera acercar a Hinata y le preguntaban por varias cosas sin sentido, según la perspectiva del morocho, así que las ignoró y pasó de largo, dirigiéndose firmemente a donde se encontraba la ojo luna con los demás.

Cuando sus ojos se encontraron la socarrona sonrisa que tanto caracterizaba al azabache junto con esos aires de grandeza que seguían muy presentes en el morocho se formó en su rostro. Ella se sentía muy nerviosa, no sabía que decir, verlo la hacía sentir extraña.

–Entonces, ¿soy al único al que no piensas saludar? –dijo acercándose rápidamente a la peli azulada acelerando su pulsación y ganándose miradas de odio por parte de los chicos, que notaban que la reacción de Hinata era muy distinta que con la del castaño. El Namikaze se iba a acercar a su amigo de la infancia pero se detuvo al ver el acercamiento de Sasuke a Hinata.

Sakura miraba callada como el rostro del blondo se ensombrecía al ver ese panorama, ahora entendía lo que se sentía Naruto cuando iba detrás de ella y lo ignoraba, dolía, dolía mucho.

–H-ho-ho-la–respondió la peli azul tartamudeando complaciendo al azabache al ver que su cercanía no le era para nada indiferente haciendo que una sonrisa se formara en sus labios.

El rubio al ver el ambiente entre ellos una montaña de celos se formó en su ser haciendo que se dirigieran hacia su amigo de la infancia y la peli azul y tomara de la mano a Hinata jalándola abruptamente hacia él para separarla del azabache.

Al principio todos se sorprendieron del comportamiento del blondo, incluso Sasuke, que nunca esperó un movimiento así por parte del rubio, pero después de pensar un momento él siempre había sido un chico impulsivo y la Hyuga le gustaba realmente, así que en parte lo entendía.

–¿Tu tampoco me vas a saludar? Perece que ya sé de quién ha copiado Hinata esos malos modales–dijo Sasuke altivamente haciendo que el rubio se molestara y lo mirara con enfado.

Todos sabían que a pesar de que se peleaban ellos eran muy buenos amigos, pero esta vez la actitud del blondo era muy distinta a la habitual cuando tenían algún que otro altercado.

–Hina-chan no es como las demás chicas con las que alguna vez has salido. Así que no permitiré que nadie la lastime, incluso si se trata de ti–dijo decidido haciendo reír a Sasuke.

–¿Jugar, quien te ha dicho que estoy jugando? Hinata es solo una amiga, la conozco desde primaria–dijo tranquilo exteriormente, pero por dentro maldecía sus estúpidas palabras.

Por alguna razón las palabras que acababa de pronunciar el morocho se repetían como eco en la mente de la ojo luna y la lastimaban. No había dicho nada malo pero sus palabras le dolían, así que lo único que pudo hacer fue reír de una forma forzada rogando que nadie se diera cuenta del daño que habían causado los vocablos del azabache en ella. Cosa que muchos notaron para su desdicha ya que se palpaba la aflicción en su delicado y dulce rostro.

–¡Naruto! –grito Karin claramente molesta por el comportamiento de su primo. –Sasuke-kun es muy cercano a Hina así que no digas eso–recalcó ella molestando al ojo azul.

–¡Pues yo también lo soy!–dijo él molesto haciendo que ella se enfadara aún más y comenzaran los dos a gritarse como locos.

–Solo ha pasado un rato y ya están haciendo escandalo–habló Shikamaru cansado por toda la situación que se había formado en un segundo.

De repente Naruto pasó de los gritos de su prima y encaró directamente a su amigo que lo miraba fríamente. Era una de las cosas que más odiaba del azabache, esa aura que transmitía, diciendo que eras inferior a él, pero esta vez no perdería, le gustaba mucho la peli azul.

–Esto se está poniendo muy tenso, parece que la presencia de Sasuke ha cambiado totalmente el ambiente, Shika haz algo, ellos son tus amigos–pidió Temari al ver triste a la peli azul.

Se notaba que el ambiente se ponía cada vez más tenso, nadie sabía que decir así que Shikamaru optó por decir una mentira por petición de su problemática novia.

–Si no se comportan tendrán un suspenso, el sensei dijo que si alguien creaba problemas lo suspendería–dijo para que tranquilizar a Naruto, cosa que logró ya que se alejó del Uchiha.

Pero las cosas estaban lejos de eso, a pesar de que ya no se mataban con la mirada todos notaban que algo estaba a punto de explotar entre los dos y lo mejor por el momento era separarlos y no esperar que un inminente desastre ocurriera.

–No te acerques a Hinata, te lo advierto–habló Naruto en tono amenazador haciendo que el azabache lo encarara con la mirada viendo con él se alejaba con la peli azulada. Pero el morocho no se iba a quedar quieto, no permitiría que su rubio amigo de la infancia se llevara a la ojo luna de su lado.

En verdad la Hyuga quería replicar, pero aún se sentía dolida y molesta por lo que el azabache le había dicho. "Amiga", ¿desde cuándo le dolía tanto esa palabra?, en verdad si lo pensaba él había dicho la verdad, ellos eran amigos, no entendí porque su pecho se estremecía así. Pero la peli azulada no se daba cuenta, o no quería darse cuenta que había comenzado a desarrollar otros sentimientos por el morocho, sentimientos que poco a poco iban creciendo más y más.

De repente una mano tomó a la peli azulada de improviso sorprendiéndola, pero al ver que se trataba de Sasuke su corazón se alegró, tenía un semblante serio y la miraba fijamente. Cuando Naruto se percató de las intenciones del azabache fue demasiado tarde al ver como se llevaba a Hinata de sus manos para volver con el resto del grupo. Por un momento se sintió paralizado al ver esa escena pero rápidamente reacción y fue hacia ellos, pero esta vez la peli azulada no estaba dispuesta a que hubiera otra disputa así que se interpuso entre ellos.

–Sé que Sasuke-kun es un poco difícil, pero en verdad es una buena persona–dijo ella tratando de tranquilizar a Naruto, pero logrado molestar al azabache por su comentario.

–Lo sé, pero me molesta que se acerque tanto a ti, él es una persona que puede volver loca a cualquier chica con tan solo mirarla–dijo en tono celoso y poniendo morritos.

A la ojo luna le pareció realmente tierno el comportamiento de su blondo amigo, era muy dulce, pero cuando estaba a punto de decir algo se vio interrumpido por su antigua sensei.

–Sasuke no hagas ningún altercado, como presidente del consejo tienes que dar ejemplo–dijo ella haciendo que él chasqueara su lengua en señal de molestia y descontento. Le molestaba mucha la cara tierna que había puesto Hinata cuando Naruto le había dicho eso.

–No se preocupe, solo hablaba con viejos amigos, no tiene nada de lo que preocuparse, no haré nada indebido–dijo haciendo una de las sonrisas made in Uchiha.

Después del pequeño altercado las dos escuelas se pusieron en marcha para entrar, todos hablaban sobre la relación de la Hyuga con la otra escuela, pero ella hacía oídos sordos. Mientras que era observada por las miradas de sus antiguos compañeros, que la despreciaban.

–Hina creo que lo mejor es que te mantengas a mi lado–habló su primo en voz baja, que veía como sus compañeros la miraban mal y murmuraban sobre que era una descara y una falsa.

–Sé que Neji suele ser un exagerado, pero a mí también me parece una buena idea, esos chicos me dan realmente mala espina–secundó Tente mirándola con un poco de preocupación.

Hinata tomó de la mano de su primo, ella tampoco se encontraba muy bien, pero a medida que el tiempo transcurría se olvidaban de ella y la dejaban de mirar pudiendo relajarse.

–Parece que están más tranquilos–habló ella un poco desanimaba por ese odio injustificado.

Todos caminaban tranquilos por el observatorio, Temari llevaba de un lado a otro a un aburrido Shikamaru mientras Choji reía ante la situación. Sakura, Ino y Karin rápidamente se habían vuelto a amigas y hablaban junto a Tenten, Hinata que ya se encontraba más alegre y Karui. Seguidas de ellas se encontraba un calmado Sai, un preocupado Lee que miraba como Sakura desviaba disimuladamente su vista hacia el rubio y un molesto Neji atento a los tres chicos que se habían sumado a la conversación de las chicas para disgusto de él.

Gaara y Shino sabía un poco sobre Kiba gracias a lo que le había contado Hinata y lo tenía bastante vigilado. Por eso cuando notaron que se acercaba a las chicas ellos también se metieron en la conversación, no querían que pasara algo más, con Naruto era suficiente.

Por otro lado el rubio y el azabache caminaban más atrás del grupo en completo silencio sin interactuar, cada uno teniendo pensamientos sobre la misma peli azul persona.

El observatorio era un lugar muy amplio e interesante con un montón de datos sobre el espacio, los cuales eran realmente apasionantes, centrándose principalmente en el estudio de cuerpos celestes, como cometas y asteroides. Todo era tan interesante, inclusive en una vitrina se podría ver un fragmento de una roca espacial de la luna, aquellos que están en desacuerdo con la excursión poco a poco empezaron a ver las maravillas del universo y rápidamente quedaron encandilados por él.

Por el momento parecía que las cosas se habían calmado y que ya no ocurriría ningún otro altercado, pero antes de la tormenta todo está en calma y por el comportamiento de los dos esa parecía la misma situación. Seguidamente, después de dos horas de recorrido el guía terminó de enseñarles por completo el lugar.

–Bueno chicos, esto es toda la visita guiada, pueden ver lo que quieran, pero no hagan nada indebido, nos encontramos en la salida a las 6 de la tarde. Diviértanse–dijeron los senseis.

Rápidamente el cúmulo que se había formado desapareció en un instante al escuchar las esas palabras, lo que era realmente divertido en las excursiones era el tiempo libre que te daban en vez de estar en una aburrida clase. Cada quien fue a forma su grupo y partieron en distintas direcciones.

Neji con ayuda de sus amigos tuvo que ahuyentar a los otros chicos que iban detrás de Hinata y las demás chicas. Pero el verdadero problema no radicaba en los chicos, sino en ese montón de chicas que perseguían a Sasuke, que para tranquilidad del azabache, Ino, Sakura y Karin lograron orientar con solo intercambiar miradas.

–¡Trabajo en equipo! –dijeron las tres mientras reían a carcajadas y chocaban sus manos.

Decidieron salir para comer su bento, que para suerte de muchos Hinata había hecho para todos, formando un círculo donde cada persona puso su bento.

Todos empezaron a comer la deliciosa comida de Hinata y hablaban tranquilamente, entonces ella se percató de que Sasuke separaba las zanahorias, seguía siendo el mismo. Así que lo más disimuladamente posible se acercó a él y le puso los trozos de tomate que tenía y ella tomó sus zanahorias. Él se sorprendió por la acción de la peli azulada pero rápidamente cogió otro trozo de zanahoria de su caja de bento y se lo puso en la boca de la ojo luna sonrojándola.

–Me gusta verte sonrojada, pareces un delicioso tomate, me da ganas de darte un mordisco–dijo él con una voz cautivadora haciendo que el corazón de la Hyuga se alborotara y diera un respingo de lo rápido que iba sonrojándola aún más ensanchando una sonrisa en el azabache.

Nadie se había percatado de la pequeña interacción entre ambos, nadie menos Shikamaru, que seguía de cerca cada uno de los pasos del morocho. Él al igual que Naruto conocía a Sasuke desde pequeños por lo que sabía cómo era su carácter y si no quería que sus dos amigos se pusieran a pelear por la peli azulada lo mejor era distraer a uno cuando el otro hacía su jugada. Pero claro una cosa era distraer al rubio y otra muy diferente al Uchiha.

–Hina esta tan rico como siempre–habló el rubio haciendo que ella lo mirase y sonriera.

Rápidamente una profunda y oscura mirada se clavó en blondo haciendo que este también lo mirara mal. Todos sabían lo que ocurría, todos menos Hinata, incluso Choji que era ajeno a toda esa situación había notado como los dos chicos estaban a punto de echar chispas.

El resto de la comida transcurrió más o menos tranquila, gracias a muchas de las ocurrencias de Shikamaru calmar la situación entre los dos chicos.

–Y si damos un paseo–sugirió Sakura temiendo por un futura pelea entre sus dos amigos.

La ojo jade solo quería que Naruto se calmara, incluso cuando ella iba detrás de Sasuke jamás lo vio comportarse de esa manera tan posesiva con su persona como lo había hecho con Hinata. Se arrepentía mucho de no haberse dado cuenta de lo que empezaba a sentir por él.

De pronto la atención de ambos se centró en las palabras dichas por la peli rosa, haciendo que se les ocurriera una manera de estar a solas con la Hyuga sin que nadie interfiriera. Por unas fracciones de segundos el azabache fue más rápido que el ojo azul y tomó a la ojo luna.

–Vi un buen lugar, acompáñame–dijo él casi arrastrándola de lo rápido que iba.

Tan pronto como el Namikaze vio el movimiento de su amigo de la infancia quiso reaccionar, pero una pálida mano perteneciente a Sakura lo paró en seco.

–¿Sakura-chan? –preguntó él confundido al ver el comportamiento de su amiga.

En el rostro de la peli rosa se veía la aflicción que sentía, en verdad no sabía que decir, pero le dolía demasiado ver como el rubio iba detrás de Hinata y la ignoraba por completo.

–Yo te quiero mostrar algo, vamos–habló llevándolo a lado contrario por el que se habían ido.

Neji iba a seguir a Hinata pero fue detenido por Tenten, que solo sonrió y fue hacia donde estaban Sakura y Naruto llevando de la mano a un preocupado castaño. Gaara y Shino los siguieron al igual que Choji, Shikamaru y Temari. Lee se había quedado un poco más atrás, realmente detestaba ver a su ojo jade en ese estado, le dolía mucho. Ino pensó que lo mejor era dejar a Hinata en manos de Sasuke así que arrastró a Kiba, Karin y Karui hacia donde iban todos, mientras eran seguidos por Sai.

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La mano del azabache era tan grande y fuerte a comparación con la de ella, tan pequeña y delicada. La peli azul se encontraba tan nerviosa que sentía como sus manos comenzaban a sudar y eso solo hacía ponerla aún más ansiosa, no quería que él lo notase.

Después de caminar por un rato más llegaron a un pequeño, pero hermoso manantial. Como el observatorio se encontraba lejos de la ciudad, en pleno bosque para alejarse que los gases de la ciudad y les pudiera permitir ver el espacio tenían ese maravilloso paisaje para ellos solos.

–Te dije que te quería mostrar algo–dijo él sonriendo haciendo que ella se sonrojara.

El Uchiha siempre había causado en ella que no se comportara con normalidad, de alguna manera u otra siempre se sentía distinta cuando estaba con él, pero últimamente estar con él se hacía más y más agradable.

–Es muy bonito, ¿cómo lo has descubierto? –preguntó viendo embelesada el panorama.

–Cuando era pequeño vine con mi familia, pero me perdí y llegué hasta aquí. Entonces Itachi me encontró–dijo él riendo dulcemente al recordar aquella memoria.

Desde que el azabache era pequeño cuando hablaba de su hermano su semblante cambiaba a uno más dulce, se veía tan tierno que ella también empezó a sonreír.

–Itachi-san es una persona realmente increíble–dijo ella sonriendo mientras lo miraba.

–Tiene novia, no te puedes enamorar de él–dijo acercándose peligrosamente a ella mientras acariciaba dulcemente su pelo haciendo que el corazón de la Hyuga se estremeciera.

–N-no y-yo-yo a-a m-mí me–pero paró en seco antes de decir lo que estaba por decir a lo que él se extrañó, pero decidió no insistir más con la broma.

Después de ese incomodo momento ambos se sentaron y se pusieron a mirar el paisaje, era realmente relajante. El tranquilizador sonido del agua al caer y chocar contra las rocas era como una dulce melodía, la brisca brisa del aire, ambos se encontraban a gusto, como si fueran los únicos en el planeta.

De repente la mano de Sasuke se topó con la suya, y él delicada y suavemente iba poco a poco entrelazando sus manos con las de él.

–Será mejor que regresemos con los demás, seguro que nos están buscando–dijo ella tratando de tranquilizar a su corazón, y apartándose aunque en verdad no se quería ir, pero ya no podía aguantar más tiempo. Si se quedaba más acabaría por colapsar de lo avergonzada que estaba.

Entonces su marcha se vio interrumpida por un inesperado abrazó de Sasuke, ella se sentía tan bien cuando estaba así con él, era como si estuviera con su caballero. Pero ante ese recuerdo ella rompió el contacto con el morocho y lo empujó con un poco de fuerza.

–Mejor vámonos, no quiero retrasarme o mi tutor se enfadara–dijo echando a correr, pero no se dio cuenta que había un trozo de rama de árbol y calló dándose de bruces contra el suelo.

–¡¿Estas bien?! –preguntó preocupado el menor de los Uchiha apresurándose a ayudarla.

–Sí, no te preocupes–dijo esbozando una fingida sonrisa a causa del dolor que sentía en su tobillo. Se trató de levantar, pero casi se vuelve a caer si el azabache no la hubiese cogido.

De pronto notó como era levantada del suelo al estilo de una princesa y se encontraba en los brazos del ojo negro haciendo que se avergonzara y ruborizara notablemente.

–¡No, es-estoy bi-bien, ba-bájame! Soy muy pesada–dijo roja como un tomate, pero él solo rio.

–Vamos tranquilízate, no te voy a hacer nada–dijo mirándola. –Nada que tu no quieras–habló haciendo que una socarrona sonrisa se extendiera en sus labios logrando que ella se pusiera más nerviosa. –Solo quédate quieta, te llevaré con los demás–concluyó.

El resto del camino ninguno de los dos dijo nada, pero por la posición en la cual ella se encontraba tenía un primer plano de la faz del azabache. Poseía unas espesas y largas pestañas, una tez pálida parecida a la suya, unos profundos e hipnotizantes ojos negros, una respingada nariz, unas perfiladas cejas y unos sensuales labios. Todo en él estaba hecho a la perfección, realmente era un chico muy atractivo.

–Lamento causarte problemas. Gracias–dijo en tono bajo, pero lo suficiente alto para él.

–¿Cuál es tu relación con el dobe? –preguntó Sasuke con una voz y rostro sereno, diferente del cual poseía la ojo perla, que se moría de vergüenza por responderle al azabache, en verdad solo tenía una buena amistad con el blondo pero claro él se había confesado a ella.

–So- sol-o so-mos a-ami-gos–dijo ella tratando de calmarse de lo nerviosa que estaba.

–Sabes que odio que me mientas, además, Ino y Karin han estado haciendo mucho revuelo porque él se te confesó–expuso haciendo que ella casi colapsara de lo rojo que se puso.

–¡Eh! Bueno sí, pero yo aún no le he dado una respuesta–contestó apresuradamente, no quería que el morocho se hiciera ideas equivocadas respecto a ella y Naruto.

–Entonces… aún sigues enamorada de ese chico con el que hablabas–dijo él sonriendo.

–Yo… Naruto-kun es una persona muy buena, dulce, cariñoso, alegre, es encantador, siempre me hace reír, pero solo lo veo como un buen amigo–dijo evitando su potente mirada.

–Aún no has respondido a mi pregunta. –dijo mirándola. –¿Sigues enamorad de él?–preguntó.

La ojo luna se quería enterrar viva, no sabía dónde meter su cabeza, no entendía porque tenía que hablar con Sasuke sobre su caballero. Hacía tiempo que no pensaba en él, y tampoco quería hacerlo, no tenía que recordárselo, aún le gustaba y le dolía solo nombrarlo.

–¿Po-podemos cambiar de tema?–preguntó con un tono triste.

El azabache no preguntó o dijo nada más, le era suficiente lo que ella acababa de decir. Cuando llegaron con el resto Neji salió corriendo hacia ellos al ver a Hinata en los brazos de él.

–¡Uchiha baja a Hinata en este momento! –advirtió Neji claramente molesto por lo que veía.

–Su tobillo se ha herido, así que la llevé a cuestas–dijo tratando de mantenerse sereno.

Pero Naruto se interpuso y lo encaró con la mirada de tan enfado que estaba.

–¡Tendrías que haberla cuidado mejor! –gritó molesto y le dio un puñetazo.

–¡NO, PARA! –gritó Hinata mientras abraza de la cintura al rubio y lloraba al ver como salía sangre del labio inferior del Uchiha. –¡Es mi culpa! –dijo llorando.

Naruto se sentía como un idiota, por su culpa la peli azul se encontraba llorando.

–L-lo siento–dijo muy arrepentido. Ella solo lo miró triste y fue hacia donde estaba el morocho.

–¿Estas bien? Me ayudaste y por mi culpa–dijo mientras lloraba. Entonces el Uchiha limpió sus lágrimas y le sonrió haciendo que ella también lo hiciera causando malestar en el blondo.

–No llores estúpida, esto me recuerda a lo del conejo. No haces nada con llorar, ¿cuántas veces te lo tengo que decir? –dijo él y luego le dio un beso en la frente haciendo que adquiriera un fuerte sonrojo y que Neji rápidamente se interpusiera entre ellos.

¿Es que sufre de fetiche hacia su prima?, se preguntaba molesto el azabache. Rápidamente todos se comenzaron a acercar al ver a su amiga en ese estado y la llevaron rápido adentro para que alguien les ayudara con su tobillo, por suerte en el observatorio tenían un botiquín de emergencia y le vendaron la herida, luego la subieron al bus para irse.

–Bueno chicos despídanse, ya vamos a regresar–dijo Anko para que se despidieran de ella.

Sus amigos se fueron acercando uno a uno para despedirse de ella, hasta que tocó el turno del azabache, haciendo que el corazón de ella se desesperara y ansiara un contacto con él, que solo llegó igual que el anterior con sus otros amigos.

Fueron bajando y el resto de chicos de su escuela fueron volvieron a sus respectivos asientos. Pero Naruto no se quería sentar con Hinata aun así no le quedaba de otra ya que todos los demás asientos se encontraban ocupados. Se sentó sin decir nada y la ignoró durante todo el camino haciendo que la ojo luna se preocupara y se sintiera culpable.

Quería arreglar las cosas con el blondo, así que lo mejor era disculparse con él, pero ni bien paró el autocar Naruto salió disparado y ella fue en su busca. Neji trató de detenerla por su tobillo, pero al ver su mirada determinada la dejo

–¡Lo siento! –gritó ella al ver como el rubio se iba sin despedirse ni voltearla a ver.

Hinata creyó que iba a seguir de largo, pero se detuvo y se acercó a ella. Entonces de repente sintió como los labios del Namikaze se depositaban en los suyos, no sabía cómo reaccionar.

–¡Me gustas, no perderé contra nadie, no lo olvides! –dijo él sonriendo y salió corriendo.

Al ver como la figura de su amigo se hacía cada vez más pequeña sentía como sus piernas temblaban y su corazón se aceleraba.


Listo, es todo por hoy. Bueno en serio lamento mucho todo lo que me he demorado, pero no he estado aquí y casi no he tomado el portátil.