Disclaimer: Canción de hielo y Fuego no me pertenece. Todos los derechos reservados a George. R. R. Martin.
Bonus
Desde su más tierna infancia y como había dejado en claro toda su vida, Rickon adoraba llamar la atención y ser el foco de ella. Por eso, cuando entró a la fiesta por el primer aniversario de la boda de Sansa, lo hizo con un brazo alrededor de los hombros de Wex, riendo a mandíbula batiente. Todos lo miraron, y por un segundo Rickon saboreó la dulce atención de llevar por primera vez a su novio a conocer a su familia, pero no duró mucho. Robb jaló a Rickon en un abrazo aplastante, y luego Jon, y luego su padre, y luego estaba con el bebé de Sansa en brazos, apachurrado por su madre.
—Esto es ridículo —se quejó poco después, tratando de mantener al pequeño Galerie entretenido. Arya bufó a su lado, tomando un trago generoso de cerveza—. Todos ustedes viven el drama y la intriga de ocultar una relación, o pelear por ella, o al menos que le pregunten, y a mi que me parta un rayo.
—Venga, hombre, la tuviste fácil. Tu relación debe de ser la más normal de todas, compitiendo solamente con la de Bran... aunque Jojen literalmente es un psíquico que predice vainas, así que no cuenta.
—Injusto —murmuró entre dientes, agarrando a Galerie por debajo de los hombros y alzándolo. Era un niño precioso, tal como Sansa hubiese querido, con unas pocas hebras de cabello caoba en el cráneo y ojos brillantes. Rickon estaba rogando que no le vomitase encima.
—Ese Wex, ¿es mudo?
—Sí.
—Debe de ser muy incómodo cuando están en la cama...
—Por el amor de Dios, Arya.
Ella soltó una carcajada, y Jaqen apareció a su lado con un plato lleno de comida.
—Hola, asesino-que-no-es-asesino.
—Buenas tardes, chico guapo.
Rickon le mostró una sonrisa feral a Jaqen que éste le devolvió, y ambos se despidieron de él antes de perderse en la pista de baile. Colocó a Galerie en sus piernas, sentándolo de tal forma que viese a la gente y si decidiese vomitar no cayese todo en sus piernas.
—Tamaña locura, ¿no? —dejó la pregunta en el aire, mientras observaba a su padre y a su madre dar vueltas y sonreírse como la primera vez. Robb se casó con una chica que no era su prometida, Jon estaba junto a una loca salvaje de lo más norte del país que nunca paraba de hablar de naturaleza, Sansa había necesitado seis intentos con psicópatas antes de encontrar al indicado, Arya vivía con un extranjero varios años mayor que ella que podía o no ser un asesino a sueldo y Bran y Jojen... bueno, esos dos estaban listos para unirse a los X-Men.
«Tamaña locura» se repitió en su mente, mientras le limpiaba los mocos al bebé con el mantel de la mesa. Wex apareció en su mano, sonriente, cargando una bolsa con botellas.
Hizo varias señas con los dedos en rápida sucesión, mientras Galerie levantaba las manos para que lo alzara. «¿Estás listo para echar vodka en el ponche?»
—Siempre estaré listo para ti, corazón —respondió.
Notas de la autora: Escribir desde el punto de vista de Rickon siempre es un placer, especialmente si está haciendo estragos. ¿Reviews?