Disclaimer: Sólo las CLAMP son las creadoras de estos personajes. La historia es mía.
-Diálogos-
Pensamiento/Flashback
"Hablando por teléfono"
Tenía un mal presentimiento. Desde la mañana Touya Kinomoto paseaba de un lugar a otro para calmar su ansiedad. Trató de hablar con su hermana desde la mañana para desearle Feliz Cumpleaños a su sobrino, pero no se logró comunicar con ella y se decidió por dejarle un mensaje. Sin embargo se sentía extraño; Sakura y él eran muy unidos, sobre todo desde que contrajo matrimonio con el imbécil de Li. Jamás le agradó, ni un poco siquiera. ¿A quien le va a gustar que su hermana se case con un tipo que es de la misma edad de su hermano mayor y pensar que sus intenciones son inocentes? Puaj!En especial cuando ese pervertido la embaraza en la primera oportunidad que tiene y luego la deja sola en cada reunión o evento familiar por trabajo. Si es que a eso se le llama trabajar: ir a la oficina a revisar dibujitos de colores brillantes con nombres estúpidos a ver si combinan.
Un joven de cabello platinado observaba con atención al pelinegro que otra vez se perdía en sus pensamientos...
-¿Ya te contestó?
-¿Ah? oh... Hola Yuki no te vi- respondió el mayor de los Kinomoto, sin apartar la vista de las interesantes paredes.
-Me doy cuenta...- lo miró preocupado- ¿ya te comunicaste con Sakura?
-Todavía no, pero espero hacerlo pronto. Llamaré a papá a ver que me dice- comentó sacando el teléfono.
-Deberías dejarlo para después si ya le dejaste un mensaje. Me preocupa que no estés concentrado hoy precisamente que tenemos tantos pacientes.
Touya se las ingenió para hacerse un nombre respetable en el campo de la medicina, junto con su compañero y amigo de la universidad Yukito Tsukishiro, se convirtieron en cardiólogo y pediatra respectivamente y trabajaban largas horas en el Hospital General de Tokio. Pero hace alguno años dejaron la emergencia por los consultorios más tranquilos. Y hoy que quería salir antes para acompañar a su hermana a celebrar el cumpleaños de Hiro, el consultorio estaba repleto de pacientes.
-Dr. kinomoto la señora Yamato trajo sus exámenes de laboratorio ¿la hago pasar?- preguntó una hermosa señorita de cabello castaño rojizo por la línea del intercomunicador.
-Si Nakuru- dijo suspirando el moreno- ¿me acompañas a buscar a Hiro y Saku luego?- se dirigió al peliplateado que se encaminaba a la salida del consultorio.
-Claro- sonrió amablemente- Me encantaría ver la cara del pequeño cuando le entregues su regalo.
-Volveré a llamar...- dijo para sí mismo.
En la Casa Li
Kira caminaba de un lado a otro tratando de calmar el llanto del pequeño. Desde que llegó, el niño no había dejado de llorar pidiendo a su madre. No lo entendía. Hiro se portaba muy bien con ella, lo bañaba, jugaban un rato, le leía cuentos y luego lo ponía a dormir su siesta pero en ese día en particular no paraba de llorar apenas la vio entrar por la puerta. Sabía que era su cumpleaños e intuía que el pequeño estaba totalmente consciente de eso pero igual no se explicaba su comportamiento.
- Shhh Shhh ya pequeño- Mecía al pequeño tratando de arrullarlo.
-Nooo.¡Yo quelo a mami!- gritaba Hiro.
-¿Qué es lo que pasa?- entró al cuarto una figura imponente, de cabello castaño y ojos ambarinos.
-No se que tiene Shaor... perdón... señor Li- se corrigió la niñera cuando el castaño le dedicó una mirada asesina. No le permitía que lo llamara por su nombre a menos que estuvieran a solas, menos delante de su hijo.
-¿Ya le diste su merienda, lo bañaste? A lo mejor tiene sueño...
-Ya lo intenté todo y sólo quiere una cosa...
-A ver- dijo tomando en brazos a su hijo- ¿que es lo que pasa? ¿quieres salir por tu cumpleaños es eso?- preguntó con voz tierna, sacandole un suspiro a la chica.
-No no yo quelo a mami ¡Quelo esta con mi mami!- respondió el pequeño regresando a su berrinche.
-¿Estas seguro?- le preguntó su padre apretando los dientes- Yo estoy contigo. Además apenas termine mi trabajo nos vamos al parque y a comer para celebrar tu cumpleaños ¿te parece bien?
- y mami viene ¿verdad?- con ojos llorosos le suplicó a su padre.
Shaoran respiró profundamente antes de contestar. No le tenía rabia a su esposa, la quería mucho pero su relación no ha ido de la mejor manera desde el nacimiento de su pequeño. Más cuando Sakura se dedicó a terminar su carrera y ya casi no pasaban tiempo juntos, ni siquiera en la noche cuando cada uno regresaba de sus obligaciones. Sakura siempre llegaba cansada y después de un tiempo, él dejó de insistir. Lo más importante para su esposa siempre ha sido Hiro pero nunca logró atenderlo como se merecía un Li y el tiempo no estaba de su lado, por lo que decidió contratar a Kira Ichigo para cuidarlo mientras terminaba la universidad. Lo que no esperaba era que la nieta de una de las empleadas de la residencia Li se dedicara en cuerpo y alma a cuidar de su primogénito. y el cuerpo de esa chica lo tenía loco: Largas y torneadas piernas, de voluptuosa figura, labios llenos, de mirada azul cristalina y cabello rojizo hasta la cintura estrecha. Era el pecado hecho carne, uno que quería morder.
-Cuando llegue de su clase iremos todos juntos ¿esta bien?- inquirió el castaño.
Luego de ver como su hijo agitaba su cabeza enérgicamente asistiendo en respuesta, lo pasó a su niñera para que lo llevara a tomar su siesta.
-Ya... por fin está dormido- dijo Kira sentándose en uno de los muebles opacos del despacho del ambarino.
-Te he dicho varias veces que no me llames por mi nombre y menos delante del niño- mencionó dándole la espalda.
-Lo ... lo lamento...- se tensó al escuchar el tono severo del castaño.
-Hoy quiero que te retires temprano. Sakura me dejó un mensaje que trataría de llegar antes para que celebremos el cumpleaños de Hiro.- dijo sin levantar la vista de unos papeles que revisaba.
- Esta bien...- se levantó la chica cabizbaja- Hasta mañana sha... Señor Li.
-Espera Kira. No te vayas de esa forma- dijo el castaño mientras se agarraba el puente la nariz- No estoy molesto contigo sólo... cansado.
-Lo entiendo Shaoran, por eso es mejor que me vaya- respondió con voz temblorosa la chica.
-No, no lo entiendes- hizo una pausa antes de continuar- Lo único bueno que tengo o recibo al final del día es la sonrisa de mi hijo que se alegra de verme llegar y hoy cuando es un día tan especial, se dedicó a llorar pidiendo a la única persona que no sabe cuidar de él y que por cierto no está aquí ni se tomó el día para celebrarlo con su familia.
-Creo que estás siendo un poco duro con ella Shaoran y lo sabes. Por una razón me contrataste.- dijo ya más decidida- Ella no es mala madre sólo no está a TUS expectativas que son bastante altas por cierto.
-No es justo para él. Es un Li por amor a Dios.- empezaba a exasperarse- Ella debería dedicar SU tiempo a SU familia.
-Esa es una oración que deberías repetirtela a ti ¿no lo crees?- Kira estaba molesta por el desplante de Shaoran pero también por cómo se refería a su jefa.
Sakura no era mala madre y siempre que coincidían, Kira se enternecía por cómo Saku se dedicaba a su hijo. De hecho, la mayoría de las veces era Shaoran el que no compartía nada de tiempo con ese era un comentario que prefería guardárselo para sí.
-¿Ahora la defiendes? No sabía que Sakura te pagaba como abogada también Ichigo- estaba realmente molesto y sólo la llamaba por el apellido cuando lo sacaba de sus casillas.
-No, no me paga pero no hace falta yo ya no necesito trabajar más aquí- Kira recogió su bolso y daba zancadas hacia la puerta cuando un brazo la detuvo.
-Tu no te vas- espetó el castaño con los dientes apretados.
-¿A no? ¿y tu me vas a retener aquí por que tu quieres? No me hagas reír- trató de zafarse pero el apretón en el brazo le impidió moverse.
-No. Te voy a retener porque tu quieres que lo haga y admite que así es. Mírate.
La chica se dio cuenta de la posición en que estaban. Pegados uno al otro, su respiración acelerada, su rostro encendido y el corazón galopando en su interior. ¡No lo podía creer! ¡Estaba excitada! y eso al lado de Shaoran Li era muy peligroso.
Antes de que pudiera reaccionar, sus labios se juntaron y la lujuria se apoderó del sentido común. Labios, ropa, cuerpo, sudor, placer. Todo era borroso en su mente. Kira experimentó el cielo de estar con un hombre como Shaoran hasta que un portazo la despertó de esa fantasía. Al ver de quien se trataba todo el color desapareció de su rostro.
-Se...señora Li.
Hospital General de Tokio
Ya pasaban de las 5pm y Sakura no se había comunicado con él. Estaba ya contando los minutos para que su guardia terminara e irse de una vez por todas a buscar a su hermana y sobrino. Cuando al fin llegó el momento de irse salió disparado al casillero a cambiarse.
-Pensé que te habías ido ya. No esperaba que te quedaras la jornada completa así como estabas.
-Traté de salir más temprano pero hoy todos los pacientes se la jugaron para quedarse más tiempo en la consulta- replicaba el pelinegro al recién llegado.
-¿Pasarás directo a buscar a Sakura a la universidad?- preguntó el peliplateado.
-No, por la hora ya debe estar en su casa con el imbécil de Li. Iré allá y los llevaré a casa. Papá le tiene una sorpresa y mamá horneó un pastel... a su manera... pero lo hizo- dijo esto último con una mueca. La verdad a Nadeshiko no se le daba muy bien la cocina pero ninguno se atrevía a decirlo.- Si gustas nos puedes acompañar también Yuki.
-Si no es molestia, con gusto iré- sonrió Yukito.- ¿Debería llevar algo?
-No hay problema. Ya todo está listo sólo hay que...
-¡KINOMOTO! ¿DONDE ESTÁ KINOMOTO?
Un jóven entró en los vestidores gritando el apellido del moreno, cosa que lo sobresaltó.
-Aqui estoy Takashi ¿que ocurre?- un muy preocupado Touya se posó delante del chico.
-Tu padre acaba de llamar, dice que está en el piso de emergencias con Sakura.
El moreno no reaccionó. No respiraba sólo se quedó de pie mirando al vacío. Yukito hablo rápidamente con Takashi y después de un cruce de palabras arrastró al mayor de los Kinomoto fuera del vestidor directo al ascensor.
-Ella está bien Touya- Yukito hablaba despacio como si se tratara de un niño- Sus heridas son menores y ya fueron tratadas. Están esperando a que reaccione de la anestesia para llevarla a casa.
-Sa...Sakura...- susurró el moreno.
-Touya, ella está bien- repitió Yukito al ver la cara contraída de su amigo.
-Sakura está herida... está herida... y es... POR CULPA DE ÉL- sus gritos retumbaron en el espacio reducido del ascensor.
-Cálmate. Ya estamos llegando. Al parecer fue un accidente y Tomoyo está con ella mientras Fujitaka habla con tu madre.
Touya no veía sólo sentía. Rabia, Impotencia, Ira. Él la había lastimado y lo pagaría caro. Apenas el ascensor anunció su llegada a Planta Baja donde estaba el área de Emergencias, el pelinegro salió disparado hacia Observación donde seguro estaría su hermana y ruegue a Dios que no estuviera él. Lo mataría, seguro lo haría. Rodeó los pasillos con facilidad y apenas divisó la zona, un trajeado de color azul claro se interpuso en su camino chocando estrepitosamente y rodando ambos por el piso. El hombre trató de levantarse luego de chocar con el bólido que lo había tirado y tardó en reponerse pero el moreno ya había reanudado su camino llevándose algo del cinturón de un aturdido guardia de seguridad.
Al llegar al sitio vio a dos hombres de pie frente a una puerta. Uno era su padre y el otro era... era...
-TÚ... ¡¿QUE LE HICISTE A MI HERMANA?!
Apuntó el arma a la frente del ambarino y antes de cometer una locura su padre se atravesó entre ellos.
-Touya, cálmate y mira lo que haces- un muy dolido Fujitaka observaba las acciones de su hijo.
-Touya... ya... baja eso...- Yukito llegó después de el con la respiración entrecortada por la carrera.- bájalo antes... de que lastimes a alguien- dijo muy serio.
El moreno con lágrimas en sus orbes oscuros bajo su mano lentamente pero lo que más le sorprendió fue ver que el castaño no hizo nada para defenderse... Realmente se veía miserable y eso hizo que bajara un poco la guardia. Al parecer sí fue un accidente sino no estuviera así.
-Ella... Yo no...- el ambarino trataba de hablar con un hilo de voz.
-Hijo, todos estamos preocupados por Sakura, pero esa no es razón para actuar como lo has hecho. Dame eso.- habló Fujitaka en un tono firme que no daba lugar a réplicas.
-Yo...Lo siento mucho papá...- se disculpó mientras le entregaba el arma a su padre- ¿Donde está Sakura? ¿Está Bien? ¡¿Donde está Hiro?!
-El pequeño está en casa con Nadeshiko y Sakura fuera de peligro pero con respecto a donde está...- dijo esto último mirando al heredero Li.- ¿Shaoran, donde está mi hija?
-Yo... no lo se... ella estaba aquí y...
-¿Cómo que "estaba" aquí?- ahora ya más calmado, el pelinegro miraba fijamente a Li- Ella no puede salir a menos que sea con una orden médica.
-Iré a ver... A lo mejor despertó y salió de la cama o la movieron de lugar.- trató de mediar Yukito. La verdad es que el también estaba muy preocupado por Sakura y no era normal que los pacientes desaparecieran así como así de la sala de observación.
-Ahora tu me vas a explicar que fue lo que pasó- espetó Touya al castaño.
-Ella... se cayó. Discutíamos por... algo... y cayó arriba de las botellas que están en mi despacho cuando iba de salida.- a pesar de todo el ambarino no sentía que debía explicaciones a su cuñado por lo que sólo se las dio a medias.
-¿Casualmente se cayó arriba de tus preciadas botellas de licor Li? eso guárdalo para el que te crea.
-No tengo que explicarte nada Kinomoto. Fue un accidente.- Ambos hombres se lanzaban miradas asesinas mientras se acercaban poco a poco como midiendo fuerzas.
-¡Touya! ¡Sakura se fue!- regresó corriendo Yukito- El guardia con el que chocaste me acaba de decir que la vio salir a las carreras y entrando en un auto de color negro con los vidrios ahumados. ¡Tenemos que alcanzarla! ¡Aún tiene los puntos. No debe salir así!
-Seguro se fue con Tomoyo- inquirió el moreno.
-No. Acabo de verla. Está sola en la cafetería.
-Si algo más le pasa a mi hermana te juro que te mataré.- habló en voz baja para que sólo el castaño lo escuchara.
-Vamos, estamos perdiendo el tiempo mientras hablamos- se apresuró a decir Fujitaka.
Encontraría a Sakura así sea lo último que haga. Así después su cuñado lo enterrara vivo pero no descansaría hasta verla sana y salva como siempre debió estar. Pensó con tristeza el castaño mientras se dirigía a la puerta.
Algún Lugar...
-¿Estás segura de lo que haces?
-Por supuesto que no. Pero no tengo opción. Volver no es una opción.
-Piénsalo bien. Allá se están volviendo locos. ¿Estas segura de hacerlos pasar por esto a todos? ¿Incluyendo a tu padre?
-No. Pero si regreso todo va a ser como antes o peor, mucho peor.- unas gotas cristalinas sobresalían de unas hermosas joyas esmeraldas enmarcadas en un rostro demacrado.
-Esta bien...- suspiró la mujer de larga cabellera- Descansa pequeña.
-¿Hiro ya se durmió?
-Shhh tu descansa. Nosotras nos encargaremos de todo...
Buenos Días/Tardes/Noches... Es mejor enfrentar lo obvio. No actualice a tiempo y me tarde bastante en subir el cap pero si les menciono que vivir en Venezuela no ayuda en nada hacer un fic. Con todo el trabajo no es fácil y cuando por fin tengo tiempo libre estoy super agotada. Estamos pasando momentos difíciles pero nada que con Dios no sea superado. Los domingos me voy a comprar ya que me toca mi cédula y entre semana no me da tiempo hacer colas y cuando llego me dicen que ya no hay... Se imaginarán mi cara de frustración/Ira/Impotencia/ganas de matar a alguien... etc. Pero buehhh Ya Validé!
Ahora si...
Perdón por no responder los reviews de forma personal pero sí leo todos y cada uno (buenos y no tan buenos) jeje. Me levantan el ánimo!
Espero que les guste este nuevo Cap.
Besos.
"Si quieres llegar rápido: Hazlo Sólo. Si quieres llegar lejos: Lo Hacemos Juntos"
