Nota de autor:

¿Alguien quiere saber qué piensa Eren sobre Levi? … Este capítulo es una especie de intermedio, no es exactamente la continuación del capítulo anterior, es más un antojo de nosotras por contar parte de la historia desde la perspectiva de nuestro querido Eren 3 ¿Alguien recuerda la mención de las clases de salsa del capítulo anterior? jaja disfruten la lectura.


Título: ¿Bailas conmigo?

Como todas las mañanas desde que comencé mi relación con Levi, dirigí mis pasos con premura hacia el 221B, mi caminar acelerado acompañado de una tonada suave que escapaba de mis labios dejaban ver mi emoción, y es que, aun no podía creer que todo aquello fuese real, al fin y al cabo había logrado "seducir" a Levi. Por un momento dude incluso de que esto fuera una buena idea por nuestra diferencia en edad y sobre todo, porque claramente no teníamos la misma preferencia sexual; pero los milagros existen y después de mucho esfuerzo e insistencia finalmente pude hacer que me diera una oportunidad.

Reí un poco ante mis pensamientos ya que me sentía casi en una especie de ensueño del cual no quería despertar. Fue tanto mi embrollo en tales cosas que sin darme cuenta ya me encontraba a unos cuantos pasos de la entrada, y mi alocado corazón comenzó a palpitar fuertemente, Levi hacia que más emociones fluyeran como espuma dentro de mí y solo había bastado con llegar a ese lugar y contemplar su figura a través de aquel gran ventanal; mis ojos se posaron directamente en él, este se encontraba hincado frente a uno de los escaparates del local. Me acerque sigilosamente aprovechando el hecho de que se encontraba inmerso limpiando rigurosamente una mancha del vidrio, y arriesgándome a un rechazo inmediato lo rodee por el cuello con mis brazos, noté su asombro al acercarme a su rostro para depositarle un sonoro beso en su mejilla izquierda.

-¡Eren!- aulló Levi ante la sorpresa de verse atrapado, dejando a un lado su fiel limpiador para poder verme con expresión de molestia a lo cual solo pude atinar a sonreír ampliamente, amaba provocarle y más cuando podía hacerle cambiar su habitual postura de hombre maduro por una de vergüenza o sorpresa por mis actos. Tales cosas me generaban tal felicidad, que no podía contenerla toda dentro de mí.

- ¡Buenos días Levi!- respondí soltándole sin querer del todo.

- ¿Cómo es posible que tengas tanta energía a plena mañana?- preguntó sin verme directamente.

- Mmm… es porque he venido a verte- le dije mientras me inclinaba a su lado para dejarlo trabajar en la problemática mancha sin perder la oportunidad de ver de cerca su rostro casi cincelado.

- … Eren… algunas veces eres demasiado gay- respondió mirándome directamente a los ojos, y a pesar de que el comentario podría haber herido la sensibilidad de cualquiera, no era mi caso, el casi imperceptible sonrojo y la casi invisible curvatura de sus labios me dejaba en claro que aquello no había sido en mal, amaba que me demostrara esa faceta suya, ese lado suave que pocos tienen el privilegio de ver.

- ¡Oh! cambiando drásticamente de tema, Levi… nos inscribí a unas clases de salsa- le dije lo más rápido que pude observando su reacción con detenimiento.

- ¡¿Tú hiciste el qué?!- su mirada antes suave había pasado a ser una de expectación, asombro y luego de molestia, no sabía si sorprenderme por haber logrado ver tantas expresiones en él en un solo instante o poner en duda mi integridad física.

Terminé optando por la primera y simplemente fingí estar interesado en el contenido del limpiavidrios.

- … nos inscribí en unas clases de salsa- repetí nuevamente aun ignorando su ominosa mirada.

- Te escuche perfectamente la primera vez Eren, pero podrías iluminarme y decirme ¿cómo rayos se te ocurrió semejante idea?, cuantas veces te he repetido que eso no es algo que me guste, además somos dos hombres por si no lo has notado Eren - podía escuchar por el tono de voz que no estaba muy alegre del todo, sin embargo no me iba a dar por vencido.

- Bueno si, pero … ¿recuerdas que te conté sobre el grupo LGTB al que pertenece Armin? – le dije comenzando a ayudarle a limpiar los ventanales, tal vez de esa manera podía convencerlo de alguna forma, limpiar es su forma terapéutica de lidiar con las cosas, así que supongo que no estaría del todo mal intentarlo convencer con trucos de ese tipo. – Pues… hablando con él ayer, me contó sobre estas clases de salsa que ellos iban a estar auspiciando y pues le dije que nos apuntara, ¿no te parece que sería divertido hacer algo diferente?- agregue aun esperanzado de que el hecho de la mención de que las clases eran dadas por un grupo LGTB le hiciera por lo menos considerar la idea.

- No - fue su escueta respuesta mientras continuaba con su trabajo. Le mire de reojo sin añadir otro comentario, dejaría el tema por ahora, pero no descansaría hasta que aceptara ir conmigo, de una u otra forma sé que aceptaría, no por nada era un testarudo. Si una idea se me mete a la cabeza muy difícilmente la dejo ir, y simplemente eso de ser el primer baile de Levi era motivación suficiente para no darme por vencido.

Renunciar no era una opción.

Transcurrió una semana y no había día en el cual no viese una oportunidad para poder bombardearlo con el tema de las clases, se había vuelto casi mi misión hacer que aceptara.

- ¡Hangi! Debes ayudarme – rogué un día a la chica de cabello castaño – ¡Levi no quiere acompañarme!-

- ¿¡a las clases de salsa de las que has estado hablando?!- preguntó emocionada, sabía que ella sería una excelente aleada en mi plan de extorsionar a mi testarudo novio.

- ¡Exacto! –

- Eren… supéralo ya, haremos cualquier otra cosa, menos eso- dijo Levi acercándose a la silla donde me encontraba enrollado, extendiéndome una taza de té de manzanilla con menta y colocando junto a ella unas pastillas blancas sobre la mesa – Asegúrate de tomarte todo, no quiero escuchar otro mensaje de voz tuyo hablando de como quisieras sacarte los intestinos y el estómago para no sentir nada- sonreí ante aquello y antes de que pudiera retirar su mano de mi alcance, la cogí rápidamente y deposité un pequeño beso en su palma, en un principio él se sorprendía por mis muestras de afecto pero ha logrado aprender a aceptar mi constante necesidad de contacto físico, o tal vez le sigue sorprendiendo pero ahora lo sabe ocultar de mejor manera, cualquiera de las dos me hace feliz que no me aparte y simplemente me deje ser.

Ese día había llegado más tarde de lo usual porque no me encontraba bien del estómago, claro que le había escrito a Levi para contarle de mi deplorable condición y como mi estómago parecía estar en guerra con si mismo, y que por lo tanto debía hacerme Harakiri para poder extraer mis órganos y parar con todo ese sufrimiento, su respuesta a mi dramático mensaje fue "trae tu trasero inmediatamente al local, no hay nada que pueda hacer a la distancia. " A pesar de su exterior rudo tenía una tendencia de cuidar a los demás, sonreí y me levante de lo que pensaba hace unos momentos seria mi lecho de muerte porque tener a alguien que te cuide sin necesidad de pedirlo, es ganarse la lotería y más si esta persona lo hace de tal forma, que es imposible no sucumbir ante sus atenciones.

- Gracias- susurre aun con mis labios pegados a su palma, su pulgar recorrió mi labio inferior, y mis ojos se cerraron automáticamente para amplificar la sensación de su yema surcar mi piel. Sin esperarlo su olor embargo mis sentidos y una nueva onda de emociones viajo a través de mi cuando sus labios se posaron en mi frente, la intimidad inocente del acto había sido suficiente para que mi corazón se acelerara. ¡Ah! ¡Si tan solo supiera lo que le hace a mi corazón cuando tiene esos detalles!, me hace perderme en una fantasía que quisiera durara para siempre y me hace pensar en esa loca idea de que sí, esto que sentía por él no podía ser otra cosa más que amor, había caído completa e indudablemente por él.

- ¡Erwiiiiiiiiin! ¡¿Porque diablos tienes que estar cocinando en estos momentos!?, ¡no sabes lo que te estás perdiendo aquí adelante!- comenzó a gritar Hangi emocionada.

- Cuatro ojos podrías callarte, acabas de arruinar el momento.- le espetó Levi separándose de mí y comenzando a masajearse la sien, con un notable rosa en sus orejas, del cual no podía distinguir si era de enojo o de vergüenza pero lo hacía ver tan lindo – no sé quién es más molesto si tú o éste mocoso insistente- agregó lanzándome una mirada divertida a lo que solo pude responder sacándole la lengua como el mocoso que dice él que soy.

Me fui desperezando poco a poco mientras buscaba a través de mis piernas y en los costados de la cama mi móvil, lo tomé y comencé a verificar si no había algún mensaje nuevo, encontrando para mí, la grata sorpresa de que había un mensaje de Levi, me emocione tanto al verlo que me pareció vergonzoso lo rápido que lo abrí, era una nota de voz: "Estoy probando una nueva infusión para té, me hubiese encantado que estuvieras aquí para que lo probaras" enviado a las 02:35, como de costumbre nunca se acostaba temprano, sonreí tontamente pensando en lo feliz que me hacía un simple mensaje.

Hoy era el día que se iban a realizar las clases de salsa por lo cual me había levantado extra temprano para poder tener suficiente tiempo para convencer a Levi de las mismas, aun no me había dado una respuesta afirmativa a pesar de mi insistencia al respecto pero como dicen, la esperanza es lo último que muere y con ese pensamiento en mente le escribí: "Buenos días cariño" agregando un par de emoticones a la frase para añadirle efecto, algunas veces le decía abuelo, por su constante alusión a su mayoría de edad o por el hecho de que me dice mocoso ¡cuando ya soy un joven hecho y derecho!, sin embargo… no puedo negar que ambos disfrutábamos de molestarnos mutuamente, pero hoy decidí irme por un pet name más normal.

Mientras esperaba ver la confirmación de recibido, abrí la aplicación de spotify para buscar alguna playlist que me ayudara a seguir con mi rutina y me levantara un poco, le di play a "las canciones más lindas del mundo" pero antes de que pudiera hacer cualquier otra cosa un bostezo me invadió y me hizo cerrar nuevamente los ojos en un suspiro calmado abriéndolos de golpe cuando mi cerebro decidió que debía recordar en ese momentos ciertas imágenes que había soñado por la noche, el sueño que había tenido sobre Levi… me sonrojo solo de recordar tales cosas, debía hacer catarsis de toda esa cantidad de sentimientos, alguien debía acompañarme en ese carrusel por lo cual comencé a bombardearle con mensajes de voz a Levi, algo tan bizarro y erótico no lo podía dejar de lado, si bien es cierto aun no habíamos tenido contacto de ese tipo, mi subconsciente estaba muy al día respecto a ese tema y me jugaba pequeñas bromas como la de esa noche.

"¡Levi por favor no te vayas a dejar crecer la barba!" le decía en voz chillona a través del mensaje.

Luego consideré la imagen mental que tenía de él con barba, cortesía de mi sueño no tan inocente y… simplemente debía rectificar aquella afirmación.

"Pensándolo bien… me mata la curiosidad por saber cómo te verías con una, incluso creo que podría desarrollar cierto fetiche por ella". Agregue soltando una risilla picara al final, nadie podía juzgarme por soñar cosas indebidas con mi propio adonis reencarnado en un barista increíblemente huraño pero definitivamente excepcional.

Deje mi móvil a un lado de la cómoda para no distraerme aún más y comenzar a buscar alguna ropa limpia, si Levi supiera que mi cuarto parecía chiquero, estoy más que seguro que me corta en un instante. Mientras revolvía uno y otro lado me topé con el cuadernillo donde había escrito la canción que le había dedicado a mi chico, parecía un recuerdo tan lejano y al mismo tiempo sentía que había sido ayer. Busqué la página que contenía dicha canción y sonreí al ver los garabatos que tenía por letra, unos cuantos rayones y tachones pero en general, allí estaba la canción con todo su esplendor. Me dirigí a la cómoda y con el cuadernillo en una mano tomé el teléfono con la otra y me dispuse a mandarle un mensaje:

"Hey Levi, ¿recuerdas cuando cante en el bar de Armin?... solo quiero decirte que esa canción la escribí pensando en ti, sabiendo eso de ante mano… ¿aun te niegas a acompañarme a las clases de salsa?"

No recibí respuesta de su parte pero a los minutos pude ver como las flechitas se coloreaban en azul, lo había escuchado y eso me era suficiente. Con un impulso de energía renovada coloque el cuaderno de nuevo en su lugar y continúe con mi aseo personal, trate de lucir mejor solo para tener mayor efecto de convencimiento en Levi, y me encamine hacia la ruta conocida, parecía un tonto, hace mucho tiempo no me sentía así de embobado por alguien, Levi había despertado todas esas emociones en mi con pequeñas pero dulces acciones.

Al llegar, el local ya estaba en funcionamiento y con un par de clientes dentro. Me senté en el lugar que usualmente está reservado para mí, mientras Levi terminaba unos pedidos.

El tiempo pasó volando mientras mi atención se veía entornada en mi celular, Levi se acercó a mí y colocó una taza en mi mesa mientras su otra mano se posaba en mi hombro, buscando con sus dedos mi clavícula. Tenía una extraña pero agradable manía de hacerlo siempre que se acercaba a mi o cuando quería llamar mi atención, aun no lograba entender como eso podía llegar a gustarle pero si él lo disfrutaba eso era suficiente para hacerme sentir feliz.

- Disculpa la espera, aquí tienes un café fuerte con dos de azúcar, como te gusta- añadió mirándome a los ojos, jamás podría acostumbrarme a la intensidad de aquellas orbes grisáceas y un suave sonrojo se instaló en mis mejillas al recordar que aquella mañana había tenido cierto sueño indecente relacionado con él, trate de desviar mi mirada y asentí con intensidad por la vergüenza que me embargo en ese momento.

- Levi juro que me infartaras algún día- agregue mientras me concentraba en la bebida frente a mí.

- ¡¿ah?! ¿De qué estás hablando ahora? – Preguntó sin entender nada mi comentario. No podía culparlo, él simplemente no sabía que tan idealizadamente perfecto era él a mis ojos.

- Bueno… es que eres como una fantasía que me seduce con tazas de café y miradas que me ponen a sudar y me dan escalofríos, ¡no de los malos! ¡De los buenos! y no sé ni que hacer conmigo mismo porque eres demasiado, y tengo tensión sexual acumulada porque tienes unos brazos demasiado trabajados ¡y ni me dejes hablar de tu espalda! Y ojala solo fuese lo físico pero es que tienes esa aura de chico mala, !ahora entiendo perfectamente a lo que se refieren las mujeres cuando dicen eso de un chico! no es posible que seas así de perfecto y creo que debo callarme ahora mismo porque creo que ¡estoy hablando más de la cuenta!- respondí apasionadamente sin mirarlo aun a la cara, podía sentir como mis mejillas se rehusaban a bajar su intensidad, es más, las sentía arder ahora mismo. – ¡oh dios! ¡Bien decía mi madre que me había dejado caer de pequeño! Y no sé porque no pued…- mi verborrea común se vio interrumpida cuando sus largos dedos tomaron mi mentón y me obligó a girar mi cabeza en dirección a él.

- Eren- escuche decir mi nombre, pero me sentía tan abrumado por mis propios sentimientos y más que todo por la vergüenza de no poder controlar mi boca. Que sonó mas como un susurro que viajaba por mi inconsciente que otra cosa. – Iremos a las estúpidas clases.- agregó clavando su mirada en la mía.

-¿eh?-

- que iremos a las clases- repitió

-…esta bien- respondí con lo poco de cordura que me quedaba, aun no me encontraba totalmente lucido consciente y orientado como para festejar sobre aquello, simplemente sentía que sus ojos me habían puesto en una especie de conjuro.

- y… ¿Eren?-

- ¿sí?-

- Hoy pasaras la noche conmigo.- agregó en forma definitiva soltando su agarre y retrocediendo unos pasos para encaminarse hacia donde se encontraba Hangi sosteniendo unas bandejas con los pedidos de algún cliente mientras su cara expresaba una euforia que rayaba en locura.

No sé cómo paso todo aquello mucho menos sé qué tenía que ver una cosa con la otra pero si de algo estaba seguro, era que el día no iba a pasar lo suficientemente rápido. Y si la información me proceso adecuadamente y mis oídos no me engañaban, acaso… ¡¿Levi había dicho que pasaríamos la noche juntos?! Si antes sentía arder mis mejillas, juro que sentía estallar bombas nucleares, definitivamente que Levi será responsable de infartarme algún día.

Ciertamente el día no paso lo suficientemente rápido.

Fue una eternidad antes de que pudiera volver a encontrarme con Levi para encaminarnos juntos a las clases de las que tanto había estado molestándolo para ir. A pesar de que lo había visto en la mañana antes de dirigirme a una agencia de modelos a tomar unas fotografías que me habían solicitado, ya deseaba poder deleitarme con su profunda voz o con los sutiles toques de piel que más que aminorar mi ansia por él, la incrementaban. Sentía que estaba comenzando a desarrollar una especie de síndrome de abstinencia ya que solo habían pasado unas pocas horas pero había sido una eternidad desde mi perspectiva.

- Quiero que sepas que no pienso hacer estúpidos pasos, o volteretas extrañas.- dijo Levi mientras caminábamos por la calle poco transitada, asentí mientras se me escapaba una pequeña risilla, su mal humor era divertidísimo.

Sin que se diera cuenta lo observe con detenimiento y pude apreciar aún más su atuendo, pareciera que él también se esforzó en lucir un poco diferente para este día, traía puesto unos pantalones jean color azul, los cuales le quedaban muy ajustados y tenían un pequeño dobles en los tobillos, vi más abajo y note sus botines de color café muy raro en él, ya que Levi habituaba traer tennis o zapatilla, también llevaba puesta una camisa polo color negro, acompañada de una chamarra verde olivo, y lo más raro aún era su cabello, ya que lo traía peinado hacia atrás, y muy bien escondido bajo un gorro gris que complementaba todo el conjunto, quien lo viera, diría que era un modelo de revista, y sé mucho de ello pues casualmente el día de hoy me dedique a tomar fotos a varios, me sentía afortunado como había podido encontrar a alguien que aguantara mis arranques inmaduros y egoístas, no podía dejar de verle, sé que hasta cierto punto me obsesiono mucho con él, para mi es todo lo que siempre pedí reencarnado en una persona.

Al sentirse observado volteo a verme arqueando levemente una ceja en señal de curiosidad, -¿Te pasa algo mocoso? – preguntó, mas solo lo negué y me prendí fuertemente de su brazo.

Armin había ofrecido su local a los organizadores de aquella actividad ya que el espacio era presto para el mismo y todos estuvieron de acuerdo en que no podía ser más perfecto, Ginger´s Garden cerraría sus puertas al público en general para hacer de aquella actividad una más amena para los miembros.

- No esperaba que lo hicieras- respondí honesto, Levi solo me vio y se sonrojo un poco –No podría negártelo después de que fueras tan sincero conmigo, no estaría apreciando tu esfuerzo por hacer de nuestra relación algo diferente, - concluyó mientras trataba de hacerse el duro, vaya amargado más lindo.

Hablamos un poco más sobre nada en específico pero en general el transcurso del viaje lo hicimos en silencio, en algún momento de la conversación banal nuestras manos se encontraron y se entrelazaron. Calzaban a la perfección, como si hubieran estado destinadas a tomarse una a la otra, simplemente era demasiado correcto.

Al entrar al local se podía apreciar un suave bullicio del interior, habíamos llegado un poco tarde y al parecer ya habían comenzado. Levi me miro con su eterno ceño fruncido y con una mueca de incomodidad que me causa tal gracia que simplemente debía reírme a expensas de él.

- No sé si considerarme un santo o un idiota por hacer esto.- agregó con tal acritud que una nueva oleada de risas me embargo. – Mocoso ingrato, deja de mofarte de mí- refunfuño y jaló mi mano para que avanzáramos de una vez.

En comparación de lo que esperé para que llegara la noche, ésta paso demasiado rápida para mi gusto.

Saludamos de lejos a Armin y nos colocamos al final del grupo, casi aislándonos de los demás mientras Levi se quejaba de todo y de todos… yo simplemente reía ante sus crudos comentarios, más que aprender a bailar salsa aprendimos que ver a otros bailar podía ser un gran tema de conversación o que reírse con la persona amada en una noche estrellada puede causar una distorsión de la realidad a tal grado que las mariposas en el estómago se vuelven bestias incontrolables, responsables de crear un comportamiento eufórico e infantil, el mismo por el cual nos ganamos una mirada reprobatoria por parte del instructor.

Aquello nos hizo calmarnos un poco y tratar de intentar hacer lo que nos decía sin mucho éxito en un principio, a medida pasaba el tiempo íbamos prestando menos atención al chico que estaba ofreciendo las clases y más a nosotros mismos, Levi me pisoteo los pies en más de 4 ocasiones pero en lugar de molestarme me causaba gracia y ternura.

Nuestros cuerpos se fueron juntando mientras aun tratábamos de seguir el ritmo de la música, posicionándonos uno frente al otro para comenzar a bailar pero entre más cerca nos sentíamos más enajenados del mundo nos volvíamos, de repente todo lo demás, el instructor, las personas a nuestro alrededor incluso el mismo tiempo… paso a un plano subyacente.

Era como si hubiésemos creado un micro cosmos donde las únicas partículas permitidas éramos nosotros dos, mis manos se movieron y se posaron alrededor de su cuello mientras sus brazos rodeaban mi cintura. Nuestras miradas eran una coalición de energía contenida y el calor emitido por ambos se volvía la atmosfera que hacia gravitar mi ser, El me veía con mucho detenimiento, parecía ser que sus ojos se habían vuelto reflejo de su alma pues solo podía percibir ternura y amor.

Él se acercó lentamente a mi rostro, depositando un pequeño pero tierno beso en mi mejilla, reposó por un instante su cabeza en mi hombro y casi con la misma rapidez del acto la levanto, para buscar mis labios, esto sin llegar a consolidar un beso como tal, simplemente cortejando nuestros labios el uno al otro mientras nuestras respiraciones se mezclaban, mi corazón había enloquecido y podía sentir como este parecía salirse de mi pecho. Mis sentidos se eclipsaron porque en esos momentos solo quería orbitar en él, perderme en su olor a vainilla y café, dejarme absorber completamente por su mirada y el delicado viaje de sus manos recorrer mi costado mientras nos movíamos en un vaivén semejante a un vals lento.

Movió lentamente su boca y viajo por el borde de mi quijada hasta llegar a mi oído – Sabes Eren, he llegado a la conclusión de que eres la luz que me ilumina- le escuche decir cuando sus labios se acercaron lo suficiente, causando un estremecimiento en todo mi ser que casi me hizo perder el equilibrio, ¡como amaba esa voz! – todo este tiempo creí haberme perdido en la oscuridad, ser preso de la apatía, pero haz llegado a sacarme de ese vacío y comenzaste a guiar mis pasos, quiero dejarme consumir por tu luz Eren, quiero ser feliz, y quiero serlo a tu lado...-

- Levi… - susurre en un intento por aferrarme a esa realidad que no parecía ser la mía - creo que alguien está siendo demasiado gay otra vez y no soy yo- respondí besando su mejilla, sonriendo ante la alusión de la conversación de la mañana, me aparte un poco para poder ver su rostro y mi corazón se detuvo una fracción de segundo antes de volver a palpitar a mil por hora, la expresión de adoración que mostraba su semblante era algo que jamás podría olvidar. Devolví aquella sonrisa con una de gratitud.

Si antes sentía que estaba en un sueño, ahora me encontraba en el mismísimo nirvana.

No sé que habré hecho en esta vida o en la anterior, pero si el cielo me ha dado la oportunidad de poder conocer a esta persona maravillosa, y poder compartir la dicha de amar y ser amado de tal forma, entonces debo dar infinitas gracias al cielo, al universo y a Dios.

Jamás había amado a alguien de tal manera y podía jurar sin temor a ir en contra de mis palabras que, nunca habría nadie más para mí.

Levi era todo lo que alguna vez quise, y todo lo que querré jamás, no sé qué tanto es un para siempre pero sé que con él por fin podre decir: Vivieron felices para siempre.

La noche terminó en un par de parpadeos, las personas comenzaron a dispersarse por el lugar hasta salir de el, finalmente la velada en Ginger's Garden había concluido y Levi se veía aliviado pues lo que menos le gustaba era verse ridículo, y esa noche vaya que dio un espectáculo. Armin se acercó a nosotros para preguntarnos como nos había ido, más Levi quiso reservarse los comentarios ya que le daba pena admitir frente al rubio que al final si la habia pasado bien, finalmente y después de una amena platica nos despedimos de mi amigo y salimos de Ginger`s Garden para encaminarnos a la casa de Levi.

Estaba nervioso, no sabía realmente que esperar de esta noche, estaría mintiendo si dijera que soy un virgen inocente pues he tenido mi par de encuentros sexuales durante el transcurso de mi vida, la parte del sexo no es lo que me preocupa, realmente es el sentirme vulnerable, entregarme por completo y saber que una vez haya probado estar unido a Levi de ese forma física e íntima, no habría vuelta atrás para mí. Todas mis relaciones anteriores no han sido significativas, pero mi relación con Levi era diferente, quería o más bien deseaba que fuese una noche especial. Porque a pesar de que era muy pronto para decirlo… lo amaba.

No tenía dudas al respecto, realmente lo amo.

Levi tomó mi mano, parecía un poco inquieto, trate de hacerle platica a medida íbamos caminando pero parecía tener su mente en cualquier otro lado menos conmigo. Y eso no podía más que provocarme más ansiedad.

Habíamos pasado por algunas calles muy hermosas cerca de la rivera del rio Támesis, hasta llegar a un callejón donde parecía solo haber una pequeña despensa y unos departamentos, Levi me vio, y sujeto con mayor fuerza mi mano, -Aquí vivo, disculpa por traerte hasta hoy pero, siempre paso tan inmerso en mi trabajo y tú en tus proyectos que no había encontrado el momento adecuado- sus ojos no tenía la misma apariencia, parecía que se habían tornado mas cándidos, sacudí mi cabeza y una fuerte ventisca nos golpeó haciendo que se sintiera el frio de la noche.

-No te preocupes, no puede haber momento más perfecto que este- concluí mientras sonriéndole tímidamente ante la implicación de mis palabras. Juntos subíamos por las gradas del edificio hasta llegar al último piso donde se encontraba su apartamento, recorrimos un pequeño pasillo hasta llegar al final, parecía ser el único apartamento en ese piso, cierta candidez me embargo al fijarme en la entrada de su apartamento, habían una gran cantidad de plantas y maceteros que a juzgar por el olor y el hobbie de mi novio, podía adivinar que eran hierbas para hacer té.

- Bienvenido- dijo mientras abría la puerta y me indicaba con su mano para poder entrar, al atravesar el umbral, vi un mundo que no me esperaba siendo mi novio de quien hablamos, había pilas y pilas de libros y manuscritos por la sala, y un sin fin más de plantas por todo el lugar, la pieza disponía de una pequeña sala estudio en la cual se divisaba al fondo la cocina. Había tanto objeto que ver pero al mismo tiempo todo se veía impecablemente limpio y ordenado, al entrar el olor de las plantas se apoderó de mis sentidos, predominando en especial el olor de menta y el cardamomo.

Camine adentrándome mas en aquel mundo desconocido y me vi sorprendido aún más cuando entre todo aquello se podía divisar con claridad, un bonito piano, de esos que solo se pueden conseguir en las tiendas de segunda mano, y algunas retrateras esparcidas en algunos puntos de la habitación.

Mis ojos curioseaban cada detalle de aquel lugar que era un universo en sí, era donde Levi descansaba y donde pasaba toda la madrugada mientras platicábamos por el celular, este lugar reflejaba todo y cuanto era él, entendía lo de las plantas ya que mi novio era barista y siempre estaba probando nuevas combinaciones de té o tizanas para implementarlas en el menú que se ofrece en el 221B. Pero los manuscritos, eso era algo que desconocía.

- Te haría un tour por el apartamento pero prácticamente esto es todo lo que hay- escuche decir a mis espaldas, me voltee para buscar su figura y lo encontré en la cocineta.

Me dirigí hacia donde él se encontraba pero antes de que pudiera unirme a él, algo capto mi interés – ¿esto es de barrabas?- pregunté mientras me hincaba para observar un arenero para gato que se encontraban a un lado de la pared. Sabía que Levi no tenía mascotas, por lo tanto debía haber comprado esto hace poco.

- Estuve pensando en lo que dijiste la vez pasada, sobre traerlo a casa…- respondió haciéndose el desinteresado, como quien no quiere la cosa.

-Prueba, es mi nueva infusión, la que te había comentado hace unos días, al final le agregue unas rajas de vainilla, siento que esta vez sí logre equilibrar los sabores- dijo mientras me veía con cierto entusiasmo y me extendía una taza de cerámica blanca.

Mientras bebía de la taza podía sentir toda la mezcla de sabores que había realizado y los olores del mismo inundaban mis sentidos, abrí uno de mis ojos mientras disfrutaba y para mi desgracia este se posó en la camisa semi abierta de mi acompañante, podía apreciar con claridad su cuello y parte de su pecho bien trabajado, me atragante al solo recordar, el motivo por el que creí había llegado esa noche, haciendo que aquel liquido se desparramara por todo mi camisa.

Levi me vio sorprendido y en lugar de regañarme como habitualmente lo haría, simplemente sonrió - ¿Qué fue lo que te pasó? – me pregunto acercándose a mi mientras él sacaba un pañuelo de su bolsillo y con una gentileza que me descolocaba aún más comenzó a limpiar mi camisa donde se había mojado de forma considerable, mis sentidos se habían puesto alertas al punto que pareciera que se habían maximizado, estaba nervioso y me maldecía internamente, pues sabía que la vergüenza se había apoderado de mí y posiblemente en estos momentos portaba un notorio sonrojo en toda mi cara.

Veía sus labios moverse, escuchaba su voz preguntándome si me encontraba bien. El olor del cargamomo me hacía sentir en trance, era como lo que había pasado mientras bailábamos, dejaba de existir yo para sentirlo a él. Una de sus manos se posó en mi mejilla, y mis ojos viajaron por todo su rostro hasta quedarse fijados en los suyos.

- En serio que me infartaras algún día- le dije nuevamente, a lo cual ambos nos reímos de forma cómplice, nos miramos un par de segundos más simplemente disfrutando de la presencia del otro hasta que la gravedad atrajo nuestros labios.

Como me deleitaba al sentirlos tan suaves y reconfortantes, pose una de mis manos en su hombro acortando aún más la distancia, quería sentirme más cerca de él. Las manos de Levi se posaron en mi cintura y mi piel se erizo totalmente al sentir el contacto, la abstinencia que había tenido hasta ese momento se había perdido, haciendo que mi cuerpo deseara un poco más de intimidad, me separe de sus labios por un instante mientras daba pequeños mordisco a los mismo tratando de hacerle entender al ojigris que quería mayor proximidad en su beso, nuestros labios se volvieron a juntar y pude sentir como pasaba de un beso inocente a uno con mayor fuerza, llevábamos así un buen rato, incluso me faltaba el aire para poder respirar.

Comencé a sentir como Levi me empujaba hacia atrás, trastabille un poco pero entendí que nos estaba dirigiendo a un lugar más apropiado para lo que íbamos a hacer.

- Me siento como un adolescente – le escuche decir en uno de esos momentos en los que libere su boca para llenar de oxigeno mis pulmones.

- Y ¿Cómo te sientes con eso?- le pregunte riéndome un poco, el me miro y sonrió de tal forma que si antes juraba que me iba a infartar, ahora mismo debía considerar llamar al 911.

- vivo- respondió con una voz seductora que acompañaba su lenguaje corporal.

En ese momento me sentí como un cordero siendo observado por su depredador. Su mano se colocó en mi estómago y viajo en ascenso lento hasta llegar a mi pecho, no podía perder de vista cada movimiento que hacia cada flexión de sus músculos, pero de repente su mano me presiono y me vi empujado hacia atrás, tan inmerso estaba en todo aquello, que no me había fijado que habíamos llegado al sillón, por lo que al momento de caer, mi espalda se encontró con la suavidad del colchón del sofá rojo de Levi.

Quede totalmente recostado y ´mi amante prosiguió a seguirme, quedando sobre mí y acomodándose entre mis piernas, extendí mis brazos y le enrolle en un abrazo para jalarlo más hacia mí.

Nos volvimos a besar como si nuestra vida dependiera de ello, sentía cierta desesperación por sentirlo, tocar su piel y sentirme amado por él, pasaron algunos minutos, o tal vez mas de esa forma simplemente reafirmando nuestra existencia en el otro.

Cuando finalmente nos separamos, podía ver a Levi levemente agitado y acalorado con sus labio hinchados por tanta fricción y en sus ojos una chispa de adoración que hacia derretir hasta mis entrañas.

- Eres hermoso- me dijo mientras me apartaba unos mechos de cabello y colocando otros cuantos detrás de mi oreja, ¡Ay Levi! ¿Qué has hecho conmigo?

En esos momentos parecía que todo se había detenido, no podía escuchar ruido alguno que no fuese nuestra respiración agitada y el pum pum incesante de nuestros corazones.

Levi no dejaba de mostrarme esa cara de enamorado que jugaba con mis sentimientos posó su cabeza en mi pecho después de un largo rato, mientras recuperábamos el aire. Me dedique a juguetear con su cabello, despeinándolo en su totalidad, mientras me iba relajando poco a poco y me dejaba hipnotizar por el momento, se veía apacible y yo, pues estaba totalmente embobado con su ser, no importaba que hace algunos momentos hubiéramos estado como animales salvajes, había esperado en cierto modo poder sentir a Levi, poder deleitarme en placer que trae consigo la pasión física, pero este momento, esta intimidad de simplemente estar en los brazos de alguien, no podría quejarme jamás.

El sexo podrá esperar.

- Me gusta estar así contigo- solté sin más, pasando mis dedos por su nuca y arrastrándolos por su espalda.

-Eren, hay algo que quiero decirte- su voz se escuchaba un poco nerviosa, no quise hacer de eso un gran escándalo así que solo espete – Dime.

Levi se levantó y me vio a los ojos, seguido de eso me dio un beso de en la mejilla y me tomo de la mano con el fin de hacer que yo le siguiera, me encamino hasta donde se encontraba el piano, y me sentó en el taburete que estaba frente a él, levanto la tapadera de las tecla y luego se sentó a la par mía, mientras respiraba hondo y me veía directamente –Quiero que sepas esto-

Las notas del piano comenzaron a invadir la habitación, no sabía que Levi supiera tocarlo, es más fue una gran sorpresa para mí, se veía tan genial, su rostro reflejaba algo de nerviosismo, pero este se fue desvaneciendo cuando de sus labios comenzaron a salir aquellas dulces palabras.

I get lost

I get lost in you

Like a prisoner walking towards the ocean

It's hard to imagine

How something could swallow you whole

Yeah, I get lost

I get lost in you

Pearls in your eyes

Keep me alive

Wrap me up in a glow

Soft as a shadow

Sus ojos en algunas ocasiones se encontraban con los míos, aunque fuera por pequeños segundos, haciendo que el entorpeciera un poco sus dedos y se equivocara de vez en cuando, y así pasamos la noche como dos enamorados, mis oídos se perdían en su voz y aquella bella declaratoria de amor, era víctima de sus palabras ye en esos momentos nos dimos cuenta que a pesar de que nunca nos hubiéramos dicho "te amo" sabíamos que no era necesario hacerlo, que a pesar de que nuestra relación acababa de comenzar ambos estábamos prendados uno del otro.

Nos habíamos encontrado y al hacerlo, nos habíamos completado el uno al otro.


Hola a todos ¿como están? después de una larga espera no nos queda más que disculparnos con un capitulo largo, y en esta ocasión un especial de nuestra historia para aquellas personas que se habían quedado con la espinita de saber sobre los sentimientos de Eren y su forma de pensar, bueno creemos que hemos podido llenar algunas de sus expectativas con esta entrega, sinceramente mil gracias por tenernos paciencia y seguir acompañándonos en esta dulce historia de amor, agradecimientos especiales para Pandirafa, Fjulietta por expresarnos su interés e ir más allá del lector común tratando de adentrarse a nuestro mundo, son como nuestras Petra Ral, y a todas aquellas personitas que nos han ido agregando a favoritos y que estamos más que seguras han esperado este capítulo con mucha paciencia, no se preocupen la historia no esta en abandono, csimple y sencillamente este ha sido un mes muy difícil y bombardeado en cuanto a trabajos y proyectos personales, por lo que si costo poderlo sacar, pero recuerden que esto son fenómenos que no siempre se van a dar, para concluir y hacerles más visible la nota musical de esta ocasión la canción que Levi le canta a Eren se llama "Lost in you" de Lior.

Esperamos con ansias saber lo que piensan, dejennos sus inquietudes e impresiones en el apartado de los Reviews.

Se despide con cariño Mark Halley.