Disclaimer
Highschool DxD y sus personajes son propiedad de Ichiei Ishibumi y de toda la sarta de empresas niponas a la que este asociado, este fic es escrito sin ánimo de lucro, con la mera intención de entretener y causar diabetes, si es que sale bien, no sé, es la primera vez que escribo romance, solo espero que esta mancha rosa en mi ropa deje de crecer antes de que sea tarde.
PROLOGO "REDENCIÓN"
¿Alguna vez se han detenido a pensar en que es el perdón? ¿En cuál es el peso de perdonar a alguien?
Sinceramente yo nunca lo he hecho, al menos no hasta ahora, es decir, tampoco es que alguna vez haya tenido que ser verdaderamente perdonado, claro que están esos casos donde uno es niño y pide perdón a su madre por haber roto algo en medio de una travesura o cosas así pero no es como si ellas no fueran hacerlo al instante después de algún que otro regaño.
No, yo hablo de el verdadero acto de perdonar, ese momento en el que aún después de haberlo causado tanto daño a otra persona, de desgarrar su alma con tus acciones o incluso tan solo con tus palabras, de echar por la borda toda la confianza que esta pudo llegar a depositar en ti por un acto egoísta, y aún así, a pesar de todo, esta te observa a los ojos, te sonríe y pronuncia un "Te perdono".
No cualquiera puede hacerlo, no todo el mundo es capaz de dejar pasar semejante afrenta a su persona, e incluso quienes lo hacen, corren el riesgo de volver a ser traicionados.
Pero cuando el arrepentimiento es sincero, el solo hecho de escuchar esas palabras puede llegar a significar una paz que muy pocas veces uno puede llegar a alcanzar en su vida.
El peso que se nos quita de encima, el alivio que se siente sobre todo nuestro cuerpo, incluso el solo hecho de sentir como el aire corre libremente por tus pulmones luego haber estado ante una presión tan fuerte que parece hasta más agobiante que lo que podría llegar a serlo el dolor físico, es simplemente, y déjenme pecar de redundante, liberadora.
Es curioso, porque incluso sin nunca haber oído esas palabras, es exactamente eso lo que siento en este momento.
– ¿A poco esto no se siente bien Issei-kun?
–Creo, que por primera vez tienes razón Irina.
Es más que obvio para alguien como yo esto debería de ser engorroso en el mejor de los casos, pero es curioso, a medida que he estado acompañando a Irina, escuchando sus palabras, que incluso aunque a veces suene un poco extremista con tanto fanatismo, tienen algo de verdad en ellas, este calor, esta sensación acogedora que siento en este momento en mi pecho, es increíble.
– ¡Issei-kun!
Quién lo diría, un demonio rezando en una iglesia, se supone que esto en contra de todo lo que dicta la naturaleza, claro exceptuando a aquellos que tenemos el permiso de Mikael-sama para hacerlo, no es que no haya sido incomodo al principio, pero supongo que simplemente termine por acostumbrarme y poco a poco a disfrutarlo.
No es que en mi familia seamos católicos, de hecho ni siquiera somos precisamente religiosos, claro que de niño rezaba en los templos durante los festivales y esas cosas, pero era más por costumbre que por verdadera fe, para ser sincero, hasta hace poco la existencia o no de Dios me importaba más bien poco, luego me entere de que este estaba muerto pero tampoco es como si cambiasen mucho las cosas.
– ¡Issei-kun! ¡Issei-kun!
Pero cuando Irina empezó a pedirme que la acompañara cada vez que hacia esto, no sé, parte de esa calidez que siento ahora me llamaba a compartir este momento con ella, esa sonrisa tranquila y su mirada relajada no hacen más que volverla mucho más hermosa de lo que ya lo es de por sí, es extraño, incluso cuando se supone que estamos alabando a Dios, no puedo evitar sentir que estamos más conectados que nunca cada vez que ambos hacemos este pequeño ritual.
– ¡Por favor Issei-kun reacciona de una buena vez!
– ¿Eh?
Al abrir mis ojos y voltear mi mirada hacia ella lo primero que me encuentro es con un gesto de asombro, incredulidad y hasta podría decir que un poco de alegría en su rostro.
Ambos estamos frente al altar de la destruida iglesia de Kuoh, ya estamos cerca del atardecer, o al menos eso es lo que puedo decir por la luz anaranjada que cae directamente sobre nosotros debido a los agujeros que hay en el techo.
Yo estoy arrodillado con mis manos en posición de oración, sin embargo Irina está de pie, exaltada y casi dando saltitos por la emoción como si fuese una niña pequeña.
–Issei-kun ¡Esto es un milagro!
– ¿Eh?
Es lo único que puedo balbucear mientras me pongo de pie y miro hacia todos lados tratando de buscar eso que tanto la esta emocionando, por un momento ella hace un puchero un tanto molesta por mi ignorancia.
– ¿Cómo qué "Eh"? ¿Acaso no lo sientes? Mira hacia tu espalda pedazo de tonto.
– ¿Qué podría llegar a tener de malo mi espal…
Oh Dios no.
– ¡AAAARRRRRRRGGGGG!
No no no, esto no puede ser cierto, es decir, es naturalmente imposible, no puede haber una explicación lógica para esto… Yo… Yo… Yo…
–Ni siquiera yo puedo creerlo, pero esas alas y esa aura no me dejan mentir, esto es un verdadero milagro, tú, Issei-kun, un demonio ¡Acabas de transformarte en un ángel!
Me cuesta creerlo, pero al parecer es cierto, nunca fui bueno manejando mis alas pero trato de moverlas con la mayor delicadeza posible hacia una de mis manos, es increíble, a luz del sol hace que parezca que brillan con luz propia, con algo de temor, toco las plumas que la forman, parecen tan delicadas que no puedo evitar pensar que van a caerse con el más mínimo tirón, sin embargo es todo lo contrario, a pesar de su tacto suave y agradable uno bien podría atarle un cordón con una bola de boliche en la punta y una sola pluma sería capaz de aguantarlo sin problemas.
Pronto me encuentro acariciándolas casi sin darme cuenta, es curioso lo agradables que son, no lo entiendo muy bien, este sentimiento cálido sigue en mi pecho a pesar de que esto me está perturbando bastante, recuerdo que cuando me convertí en demonio estaba casi tan confundido como ahora, pero una vez que Buchou me lo explicó todo no se sintió diferente a ser un humano, claro que estaba todo eso de las capacidades físicas aumentadas y demás, pero fuera de eso, estaba igual que siempre.
Sin embargo ahora es completamente diferente, es casi como si me sintiese feliz pero no sabría decir exactamente por qué, a pesar de estar confundido y asustado, es como si algo dentro de mi me asegurase que todo va a estar bien, no puedo ser mucho más explicativo que solamente decir.
–Esto se siente bien.
– ¿Verdad que sí? Yo tampoco sabía cómo reaccionar cuando Mikael-sama me volvió una de sus brave saints, solo podía decir que me sentía bien, desde ese momento me he sentido así casi siempre, así todo nunca te sientes invadido o algo por el estilo, la mayoría del tiempo incluso olvidas que esa sensación esta allí, pero cuando más lo necesitas, esa pequeña voz en tu interior está allí para decirte que todo saldrá bien y uno no puede más que agradecer su existencia… Supongo que de eso se trata la gloria del señor.
Finaliza volviendo a poner sus manos en gesto de oración, sus ojos cerrados con delicadeza y la luz anaranjada del atardecer sobre ella haciendo aún más bonito su rostro si es que eso es posible.
–Vamos Issei-kun ¿Qué esperas? Tú ya sabes lo que hay que decir.
Ciertamente no soy tan partidario como ella a decirlo todo el tiempo, pero creo que esto lo amerita bastante, imitándola, junto mis manos para orar sin poder evitar sonreír ante lo feliz que ella parece estar con esto.
–Amen.
Decimos ambos al unisonó con nuestras voces haciendo eco en la ya hace tiempo abandonada iglesia.
Aún así, por más agradable que esto sea para ambos, no puedo dejar las cosas así, debo hablar con alguien para que me expliquen que acaba de suceder, supongo que Azazel-sensei es el indicado, quizás se emocione un poco con sus investigaciones pero eso es un precio bajo por la posibilidad de poder entender que acaba de pasarme, el único problema aquí en realidad es…
– ¿Qué vas a decirle a Rias-san?
La voz y el gesto en su rostro demuestran que a ella esto le preocupa tanto como a mí, ahondar en detalles sería un desperdicio en este momento, pero basta con decir que Buchou no está enterada de que yo hago esto con Irina desde hace ya bastante tiempo, de hecho, ni siquiera Asia o Xenovia saben que yo tengo permiso de Mikael-sama para poder rezar, es solo algo que conocemos él y yo además de Irina que fue la que intercedió por mí para que me concediera ese permiso.
–Por ahora no lo sé, no creo que esto vaya a caerle bien en lo absoluto, es mejor que alguien me diga que fue lo que acaba de pasar aquí, no voy a negar que se siente bien, pero eso no quita el hecho de que esto no es ni remotamente natural.
De pronto siento como su mano se aferra a la mía, su mirada ahora es de arrepentimiento, o al menos eso es lo que puedo decir al ver como ella agacha la cabeza evitando mi mirada.
–Pase lo que pase, yo estaré a tu lado en todo esto, a fin de cuentas es mi culpa, si yo no te hubiera arrastrado conmigo tú no te habrías metido en este problema.
Hay algo de verdad en sus palabras, sin embargo no puedo hacer más que sonreír mientras pongo una mano en su cabello haciendo que ella se voltee parar mirarme a los ojos.
–Bueno, no es como si yo no hubiese podido hacer nada para evitarlo, en realidad se suponía que algo como esto no tenía que pasar, además, estaría mintiendo si te dijera que no disfrute compartir esto contigo, yo creo que más bien la culpa es de los dos.
Una tenue sonrisa se asoma por sus labios antes de darme un leve golpe en el brazo.
–Tonto ¿Acaso se supone que esa es la forma correcta de consolar a alguien?... Gracias.
Su gesto melancólico regresa aunque al menos no esta tan marcado como antes, supongo que diga lo que diga la sensación no va a dejarla así como así.
–Supongo que no queda más que vaya a ver a Azazel-sensei, un científico como él seguro va a saber decirme qué es lo que pasó, de todas formas no estoy seguro de si sea buena idea salir, dudo que otra aura sacra además de la tuya pase desapercibida en esta ciudad.
Su sonrisa traviesa pronto ilumina su rostro, con su dedo índice extendido ella me guiña un ojo mientras lo mueve de un lado a otro de forma negativa.
–No te preocupes, es cierto que tu aura ahora es la de un ángel pero eso no significa que seas uno muy poderoso.
–Espera ¿Qué?
No es que me considere el tipo más fuerte, pero hey, siempre pensé que sé cómo defenderme, además tengo una que otra hazaña por ahí, quiero decir, enfrentarme a un demonio de clase alta siendo un novato, sellar a un dios nórdico y demás cosas no creo que sea algo que pase todos los días.
–No sabría explicarlo bien, se supone que cuando ascendemos los nuevos ángeles rebozamos de energía y nuestras auras se notan en todas partes allá en el cielo, en cambio tú a penas si eres perceptible dentro de esta iglesia, creo que solo por estar cerca y ver ese par de alas en tu espalda soy capaz de darme cuenta de tu cambio.
–Un momento ¿Estás diciendo que todo lo que entrene durante todo este tiempo se acaba de ir al caño? ¿Por qué supone que salí así de fallado?
Por favor no, no quiero tener que volver a pasar por el entrenamiento del viejo Tannin, aunque es extraño, en cuanto a poder no es que me sienta diferente de a como lo estaba esta mañana.
–No necesariamente, tu poder como Sekiryutei sigue tal cual estaba, pero como ángel, bueno, digamos que no eres de lo más iluminados, así que con solo mantenerte cerca de mí no creo que vaya a ver problema mientras buscamos al líder de los caídos, aunque en verdad todo esto es muy raro, quizás tu bajo poder sacro tenga algo que ver con tu naturaleza de demonio… O de pervertido, hablando de ti el abanico de posibilidades es grande.
Finaliza sacándome la lengua con una risita burlona, lo que faltaba, acabo de perder mis poderes de demonio, muy probablemente Buchou no se tome a bien esto y ella no hace más que burlarse.
–Sin embargo, algo muy bueno debe de haber en ti si la obra de Dios te eligió para ser uno de sus nuevos hijos, de eso estoy totalmente segura.
Me dice con una sonrisa que parece iluminar todo su rostro, de pronto siento como mi brazo comienza a hormiguear, al parecer Ddraig se dio cuenta del cambio o simplemente se ha dignado ahora a hablar de él.
–Escucha a la chica ángel, compañero, al dios bíblico solo lo conocí por las batallas que tuvimos, pero si puedo asegurarte que nada de lo que él hacía era solo porque sí, nunca había escuchado de un demonio volviéndose un ángel, pero al parecer, esto entró en los cálculos de Elohim cuando creó el sistema de milagros, no sé qué tan valido sea, pero eso sí, no hay dudas de que existe un motivo para que hayas cambiado de semejante manera, por nuestros poderes no te preocupes, siguen tal cual lo estaban antes de tu cambio aura, aunque no puedo evitar intrigado incluso yo, se supone que algo así debería de haberte matado.
–Perfecto Ddraig, no sabes lo mucho que me tranquiliza eso.
Digo en el tono más sarcástico que me sale haciendo que el dragón que tengo como huésped dentro de mi cuerpo deje salir un par de carcajadas.
–Animo chico, si no la palmaste hasta ahora entonces dudo que vayas a tener problemas, al menos con esto, el cómo se lo tome la niña Gremory y los demás demonios es otra cuestión.
–No me lo recuerdes.
–Lo siento compañero, pero no es algo que convenga que dejes pasar por mucho tiempo, ya de por si la reacción inicial seguramente no sea buena, quien sabe que tanto pueda agravarse si se enteran que lo estuviste ocultando.
Dejo salir un suspiro, sería tonto negar que tiene razón, pero también lo sería ir a contarle a todo el mundo sobre esto así como así, me siento incomodo por no escuchar sus concejos, es decir, es un bicho con más de miles y miles de años que yo, difícilmente pueda equivocarse, pero así todo, no me siento listo para hacerlo, al menos no hasta que hable con Azazel-sensei.
–Entiendo si aún no quieres hacerlo compañero, incluso hasta a mí se me haría complicado explicar algo como esto, de todas formas trata de tenerlo en mente, yo por mi parte volveré a dormir, todo este proceso me ha dejado algo somnoliento.
–Gracias por todo Ddraig, descansa.
Sin más el pequeño fulgor esmeralda que salía de mi mano izquierda se apaga al igual que mi compañero dragón, por su parte, Irina observa toda nuestra conversación sin poder evitar tener ese deje de culpabilidad en su rostro ¿Quién diría que una pequeña excusa para pasar más tiempo juntos como cuando éramos niños terminaría en esto?
–Descuida, todo irá bien.
Le digo con una sonrisa tratando de subirle el ánimo, ella solo me responde con el mismo gesto pero a medias, sus ojos aún dan muestras de que no está mejor en lo absoluto, sin embargo rápidamente su mirada se llena de decisión mientras aprieta un poco más su agarre contra mi mano.
–Te dije que te acompañaría en esto Issei, incluso si supiera que todo va ir mal aún así voy a estar a tu lado… Llama a Azazel-sensei, mientras más rápido aclaremos esto más rápido podremos saber cómo afrontarlo.
No puedo evitar sorprenderme por el cambio tan rápido de actitud, tengo que admitirlo, todo esto me aterra en cierta manera, incluso mi mano libre tiembla al tantear en mi bolsillo buscando mi móvil, pero al ver sus ojos siento lo mismo que me causa esta sensación cálida en mi pecho.
"Todo va a estar bien"
Asiento en respuesta mientras busco el número del líder de Grigory entre mis contactos, pronto mi teléfono está pegado a mi oreja y el tono de marcar suena hasta que un leve movimiento al otro lado de la línea me da la pauta de que alguien lo ha contestado.
–"Issei, amigo mío, qué te cuentas, no me digas que has aceptado mi generosa oferta para ser parte de Grigory."
No puedo evitar que una sonrisa involuntaria se forme en mis labios, creo que ni siquiera alguien tan impredecible como el va a ser capaz de creerlo.
–No, aunque siendo sincero, si que tiene que ver con ángeles y toda la cosa.
–"Habla entonces, quién sabe y a poco me das una agradable sorpresa y todo."
Incluso Irina sonríe junto a mí, es imposible no verle el lado gracioso a todo esto.
–Oh sensei, no sé si sea agradable, pero sí, ciertamente es una pedazo de sorpresa.
0o0o0o0
PLAF
–Cayó de culo, págame Irina.
En efecto, cuando entramos al austero living que tiene el gobernador de Grigory en su pequeña casa de Kuoh él ciertamente se veía relajado, como de costumbre, un vaso a medio tomar con un liquido seguramente alcohólico se mecía en una de sus manos, cruzado de piernas, él nos observaba con su típica sonrisa mientas su cuerpo descansaba en una de las banquetas a un lado de la pequeña barra que tiene en aquella habitación.
Sin cruzar palabras de por medio me puse frente a él y saque a relucir mis nuevas alas, entre su cara de asombro que bien podría sacársele una foto y ponerla a modo de descripción junto a la palabra "violación mental" si esta estuviese en el diccionario y el hecho de que las banquetas no son precisamente los asientos más estables del mundo, creo que el resto viene siendo historia.
–Apostar no es correcto para nosotros los ángeles Issei-kun.
–No recuerdo haberte oído decir lo mismo cuando apostaste a que se ahogaría con su bebida, no te hagas la desentendida y págame.
Derrotada, Irina saca una billetera desde vaya a saber uno donde porque nunca había visto que los uniformes femeninos de Kuoh tuvieran algún tipo de bolsillo y me pasa unos cuantos billetes mientras Azazel mi apunta con su dedo y tiembla como si fuese alguna especie de bicho raro, aunque ciertamente ese término no estaría muy lejos de la realidad.
– ¿Qué… Qué… Qué cla… clase de broma es esta?
–Eso es lo que vengo a preguntarte a ti, se supone que un científico como tú debería de poder explicarlo.
Le digo algo desanimado, es decir, no es que su reacción no fuera graciosa, pero tratándose de la única persona que puede llegar a darme respuestas, no me siento precisamente cómodo con esa primera impresión sobre el asunto.
Parece que él también se dio cuenta de mi preocupación ya que casi al instante dejo escapar un suspiro antes de ponerse de pie viéndose un poco más repuesto y comenzándome a analizar tan solo con la mirada.
–Bien, parece que acabas de meterte en un lío bastante grande.
Comenzando a dar vueltas a mi alrededor el analiza mis alas con detenimiento y de tanto en tanto las toca un poco como si las revisara tan solo con unos pocos roces.
–Interesante, bastante interesante.
– ¿Ya te das una idea de que me paso?
Toma un poco de distancia para observarme mejor mientras pone una mano sobre su mentón con gesto pensativo, pronto el repiqueteo de su pie chocando una y otra vez contra el piso inunda con su eco la habitación como si esa pequeña percusión hiciese caminar mejor sus pensamientos.
–Bien, viendo la cara de arrepentimiento que tiene el As de Mikael en este momento creo que puedo darme una leve idea de qué te sucedió.
– ¡¿En serio?!
No puedo evitar sonar más efusivo de lo necesario con esa pregunta, sin embargo Azazel-sensei deja pasar esto por alto y me sonríe con la tranquilidad propia de la que tiene un doctor con su paciente.
–Sí, aunque ni yo mismo me lo creo, jamás pensé que tener sexo con un ángel lo haría ascender a uno al cielo incluso siendo un demonio, quizás esa expresión "Verle la cara a Dios" es mucho más literal de lo que uno pensaría en un principio.
El sonrojo que Irina y yo tenemos en este momento es imposible de describir, de hecho ni siquiera soy capaz de contestarle nada por la vergüenza mientras él estalla en carcajadas por su propio chiste.
–Y eso se lo tienen merecido por lo de su apuesta, aunque Issei, me extraña una reacción tan mojigata de tu parte, eso sí es algo que tenemos que hablar en serio, creo que por ahí puede estar nuestra primera pista.
– ¿Sin más bromas?
Dice Irina tímidamente aún sin perder su sonrojo y a duras penas pudiendo despegar sus ojos del piso.
–Lo juro, esto es un tema demasiado delicado y ya me he divertido suficiente con los dos, pero si no resolvemos esto rápido les aseguro que la reacción del ama de Issei, y por consiguiente, del Maou Lucifer, no va a ser para nada de risa.
Pronto un círculo mágico está impreso en la mitad del living de nuestro anfitrión, solo basta con un leve gesto de su cabeza para que nosotros comencemos a seguirlo hacia su interior.
Solo en cuestión de segundos un enorme laboratorio se yergue ante nosotros, todo tipo de maquinaria, desde computadoras y capsulas de conservación hasta grúas y brazos mecánicos de gran tamaño que vaya saber uno para que los necesitaría.
Varios tipos de pitidos y luces abundan en el ambiente junto con un olor a desinfectante que entra casi sin permiso en nuestras narices, desconozco la naturaleza de los experimentos que esté haciendo, pero no me queda la menor duda de que estos son de todo menos algo simple.
En silencio, los tres caminamos en lo que parece ser una enorme instalación que llega hasta donde alcanza la vista, supongo que eso de hacer las cosas a lo grande no es solo para los demonios, no habrán pasado unos cuantos minutos hasta que nos detenemos en un sillón que bien pareciera ser sacado del consultorio de un dentista.
Sin ninguna palabra de por medio, yo me siento en este mientras Azazel empiezan a encender un par de maquinas que parecen ser una especies de sensores o algo así, no puedo evitar sentirme aliviado de no ver ni taladros, láseres, martillos o cualquier cosa que se le parezca, sea lo que sea que vaya a hacer al menos no será invasivo.
Irina, por su parte, solo observa todo un tanto más alejada de nosotros solamente aferrándose con sus manos a la parte baja de su falda mientras el gesto de vergüenza y arrepentimiento que lleva desde hace rato se niega a salir de su rostro.
–Bien, me podrías decir que estabas haciendo exactamente en el momento que surgieron esas alas de tu espalda.
Me pregunta con una frialdad un tanto extraña, como si se tratase de un medico teniendo que soportar a su último paciente del día, no sé si solo lo haga para molestarme o simplemente disfruta estando en este papel, sin embargo tengo que admitir que eso le da un tono algo profesional a todo esto.
–No sabría decirlo, simplemente Irina y yo estábamos rezando en el altar de la iglesia abandonada de Kuoh, es el único templo cristiano que hay kilómetros a la redonda así que por más que este semi destruido no tenemos más opción que hacerlo allí.
Como era de esperarse, él levanta una ceja incrédulo.
– ¿Y cómo se supone que un demonio como tú pueda estar rezando, y no solo eso, sino que lo hace en el único punto sacro que hay en toda esta ciudad y ni siquiera sentir un dolor de cabeza?
No puedo evitar suspirar algo derrotado, supongo que un poco de nuestro secreto es un precio justo a pagar por comprender que está sucediendo.
–Hace un tiempo le pedí a Irina que intercediera por mí con Mikael para que me permitiese poder rezar siendo un demonio al igual que lo hacen Asia y Xenovia, yo solía acompañarla cada tanto a la iglesia para que ella pudiese rezar sin sentirse sola, pero no podía evitar sentirme incomodo solamente esperándole afuera, así que para poder acompañarla como se debe terminamos pidiendo ese favor.
– ¿Y cuanto ha sido ese tiempo exactamente?
No puedo evitar sudar frio ante lo que va desencadenar mi respuesta.
–Desde después de la batalla con Loki cuando Irina llegó a nuestra escuela.
Un silencio pesado se forma en el ambiente, es curioso, los tres pareceríamos saber la pregunta que sigue, sin embargo, ninguno de nosotros no quiere ni hacerla u oírla, rindiéndose con un suspiro de por medio, Azazel no tiene más remedio que abrir su boca y hacerla.
–Y supongo que Rias Gremory no está enterada de esto ¿Verdad?
–En lo absoluto, ella me ha dejado terminantemente prohibido regresar allí debido a lo que pasó con Raynare, que se enterase de algo así me hubiera metido en problemas y me parecía injusto no poder acompañar a mi amiga de la infancia solo por el miedo a reactivar mi trauma con el ángel caído.
–Pero es extraño que no se enterara de que ambos iban allí seguido… Espera, déjame adivinar, Mikael de nuevo ¿Verdad?
Mi solo silencio es suficiente para responder su pregunta mientras él no hace más que dejar escapar un silbido de asombro, una vez recabado todos los datos que necesitaba y unos pequeños escaneos que al parecer esas maquinas hacían automáticamente cuyos resultados pareciera ser que leyó casi sin prestarle atención, pareciera ser que ya tiene más o menos una idea de que fue lo que me pasó.
Tomando asiento en un pequeño banco él me observa a los ojos antes de dejar salir un pequeño suspiro y comenzar a hablar.
–Bien, para empezar lo que estoy a punto de decirles es algo que ninguno de los dos debería de comentar fuera de aquí, más que nada para no fomentar el caos entre los demonios y otros ángeles caídos, en su momento, Padre había puesto ciertas especificaciones en el sistema de milagros, era apenas un grano de arena comparado con la cantidad de datos que este maneja, pero era algo que, si se daban las condiciones adecuadas, podría afectar a las tres facciones y beneficiar al cielo de una forma incalculable… Él lo llamo sistema de REDENCIÓN.
– ¿Redención? Nunca había oído de él.
Dice Irina algo confundida para un término que al parecer según ella debería de conocer.
–Es que si llegara a ser del dominio público, muy posiblemente la alianza entre las tres facciones se vuelva un imposible, para ser rápido, el sistema de Redención básicamente consiste en el mismo sistema en el cual los humanos limpian sus pecados, mediante las buenas obras y el arrepentimiento estos consiguen la redención y la posibilidad de conseguir la salvación al acabar sus vidas, sin embargo, con los seres mágicos, principalmente la de las otras dos facciones, el método es el mismo pero el resultado es distinto, demonios, ángeles y ángeles caídos compartimos un mismo origen, fueron nuestras diferencias los que nos volvieron los unos contra los otros, pero en esencia somos todos un mismo tipo de ser solo que a diferencia de los ángeles nosotros carecemos de la gracia de Dios o fueron castigados por él en el caso de los demonios, aunque en el caso de cumplir los requisitos para la Redención, es posible recuperar esa gloria perdida.
Irina y yo estamos sin habla después de eso, entonces yo…
–El asunto es, que ciertamente hay ángeles caídos y demonios que hacen buenas acciones, siempre los hubo, sin embargo, ninguno de ellos nunca se arrepintió de ser quién es, y ese es el requisito que les faltaba para lograr la Redención, es entendible, se trata de seres orgullosos, muy difícilmente puedan sentirse tan mal con ellos mismos como para llega a ese punto, y de hecho, incluso dudo que tú estés en ese grupo Issei.
–Espere ¿Si Issei no cumplió esos requisitos entonces como fue que él llegó a este estado?
Dice Irina con cierto nerviosismo en su voz, estoy empezando a temer que su mente este llegando a una conclusión errónea, ya le dije que no tiene la culpa, ella no tiene por qué castigarse por esto.
–Eso es lo extraño, al menos en nosotros, los humanos en cambio son más susceptibles a esto, veamos el caso de… de … de un santo, no me acuerdo el nombre, en la biblia, quién dejo de ser un hombre pecador y se dedico a predicar la palabra de Dios al ver a Jesús caminar sobre las aguas, hasta ese momento él no parecía estar descontento con su vida, sin embargo ese momento fue su "Revelación" ese algo que le hizo click en su cabeza e hizo que cambiara su forma de pensar, hay quién dice que más por semejante milagro, ese santo llego a ese estado al hacer énfasis más en la belleza del acto que en el hecho de hacer algo imposible de caminar sobre el agua en sí, pero eso ya son pormenores.
– ¿Qué significa eso entonces?
–Que básicamente, tú, Issei Hyodo, tuviste una revelación, y esta probablemente esté relacionada estrechamente con Irina Shidou, no pienso meterme en ese asunto, creo que ustedes dos sabrán identificar sin problemas el momento en donde eso haya ocurrido, pero en definitiva, relacionarte tanto con ella ha cambiado tu forma de pensar, y a pesar de no estar arrepentido de lo que has hecho con tu vida hasta ahora, tu ser mismo se niega a seguir siendo un demonio e inconscientemente te has convertido en el primer ser del que se tengan registros en haber completado el sistema de Redención… Qué puedo decir, felicidades.
Estoy sin habla al igual que Irina, ambos no podemos evitar mirarnos el uno al otro y asentir al unisonó, Azazel tiene razón, no nos costó ni dos segundos darnos cuenta de que fue aquello que provoco mi revelación, no puedo evitar tomarme la frente y dejar salir un suspiro, no es que me sienta mal por esto o algo así, si lo que dice es cierto entonces es un hecho que tarde o temprano esto iba a pasar, simplemente es demasiada información como para digerirla tan rápido.
Irina está un tanto más shockeada, no la culpo, solamente me molesta el hecho de que piense que me ha metido en un problema, apenas salgamos de aquí tengo que hablar seriamente con ella sobre esto, quién sabe qué tan mal puede llegar a hacerle la culpa que siente por un problema que ni siquiera existe, bueno, si lo hace, pero ella no es la parte mala del asunto en absoluto.
–Ahora la única pregunta que nos queda aquí es ¿Cómo vamos a decírselo a Rias?
– ¡De ninguna forma! Por ahora nadie más que nosotros tres y Mikael-sama tiene que estar enterado de esto.
Incluso a mi me sorprende la fuerza y la rapidez con la que dije esas palabras, sin embargo, Azazel sigue sentado sonriente en su silla sin siquiera inmutarse.
–Sabes, no cualquiera le habla a un cadre de Grigory y sale con vida, pero en tu caso creo que puedo pasarlo por alto, a fin de cuentas, supuse que dirías algo así.
Poniéndose de pie pesadamente, él camina hacia Irina y estira su mano frente a su rostro.
–Creo que puede darle una mano o dos para que mantengan su pequeño secreto por un tiempo pero necesito un poco de ayuda, Irina ¿Podrías prestarme una de tus coletas?
–S… Sí… Seguro.
Responde algo confundida mientras se quita su coleta de la izquierda y se la da en la mano a Azazel para luego comenzar a acomodar su cabello para poder atárselo en una sola.
–Gracias, Issei acompáñame, creo que con esto puedo fabricar algún pequeño aparatejo para cubrir tu aura.
Me dice sacándome del trance en el que me tenia metido ver a Irina usando una cola de caballo y lo jodidamente bien que le queda, sin embargo, antes de seguirlo, me acerco a ella y la miro directo a los ojos.
–Perdóname.
Es lo único que sale de su boca con voz quebrada en casi un susurro como si el solo hecho de levantarla un poco más hiciese que estallase en llanto, sus ojos violetas rehúyen de los míos y un pequeño flequillo producto de su nuevo peinado cubre un poco la parte superior de su rostro.
Ignorando el hecho de que Azazel nos está viendo, coloco mi mano con delicadeza en su mejilla y seco un par de incipientes lagrimas que amenazaban con caer de sus ojos, le sonrió y ella trata de corresponderme pero le es imposible no volver a caer al borde del llanto, sin más remedio tomo su cabeza entre mis brazos y la acomodo sobre mi pecho, una leve mirada es suficiente para que el cadre se me adelante mientras trato de calmar a Irina quien poco a poco empieza llorar con cada vez más ganas.
No puedo hacer más que acariciar su cabello y arrullarla mientras sus lagrimas de a poco se van apagando hasta no ser más que unos cuantos gimoteos.
–Está bien Irina, tú no tienes la culpa de nada, incluso inconscientemente, yo me metí en esto por propia voluntad, deja de echarte la culpa por todo, me siento bien como estoy ahora, en serio, de hecho, no me había sentido así de bien en mucho tiempo y todo esto es gracias a ti, por favor no llores más, tú no me estas trayendo problemas, todo lo contrario, tú eres lo que me da paz.
–Pero Issei… Yo… Yo…
–Shhhhh tranquila, ahora con ayuda de Azazel-sensei y Mikael-sama vamos a poder conseguir tiempo hasta que podamos encarar este asunto, no te preocupes, todo va a salir bien, te lo prometo.
Un poco más calmada hago que se siente en la silla que parece de dentista para que se recueste un poco mientras termina de tranquilizarse, me despido de ella con un leve beso en su frente y pronto estoy siguiendo a Azazel hacia una pequeña zona del laboratorio que se asemeja más a un taller que a un centro de investigación.
–Hasta que te dignas a venir yo ya he terminado con este chisme.
Me dice arrojando hacia mí una de las cintas color turquesa que a Irina le gustan tanto solo que ahora esta parece ser que tiene colgando una pequeña piedrilla en una de sus puntas.
– ¿Qué se supone que le hiciste?
–Tiene una piedra hecha de un material que inhibe el poder sacro, era un material común en las armaduras demoniacas de la época de la gran guerra, esta versión concentrada va a ser suficiente para cubrir tus poderes, mientras no luches con tipos del calibre de Vali o algo así difícilmente tengas problemas para mantenerla sana, en todo caso ven a verme si necesitas más, hoy en día es un material raro, pero supongo que no habrá problema si me desprendo de un par de pequeñas esquirlas para ayudarlos a ustedes.
–Gracias.
–Nada de eso, nos has sacado las papas del fuego más de una vez a las tres facciones, creo que salvarte de la ira de Rias es lo menos que puedo hacer… Quién lo diría, Issei Hyodo siéndole infiel a una demonio con un ángel, ciertamente tienes gustos algo raros chico, se supone que uno sale de un matrimonio por pasión no por más mojigatería ¡HUEVON! aunque bueno, supongo que una niña como Irina debe de merecer la pena.
Maldición, otra vez este tipo poniéndome rojo hasta las orejas, parece que ser un ángel y juntarme de más con Irina tiene sus contras, de ahora en más voy a ser un puto chiste viviente para él.
–Digamos que las panties blancas tienen más encanto que las rojas.
Sí, eso hubiera sonado genial si no fuese porque sigo rojo como un tomate y la voz me sale a medio tono como si fuese un pre púber.
–Vaya vaya, bastante asertivo para ser un ángel, Hyodo, que Irina no vaya a escucharte o te baja no solo del cielo sino también los pantalones… Aunque sí, supongo que si Rias no quiso mojar con Riser lo justo es que tú no quieras hacerlo con ella, justicia divina le llamarían algunos.
Es oficial, o controlo esto o Azazel va a joderme de aquí en más en cada reunión por el resto de mi vida, estoy a punto de contestarle otra vez pero de repente su rostro se torna en un gesto completamente serio, quizas sea por su actitud relajada, pero no es hasta que uno ve esa faceta de él que cae en la cuenta de que esta frente al líder de Grigory y uno de los seres más poderosos del mundo.
–En serio Issei, asegúrate de manejar esto con la mayor discreción posible, no solo por los sentimientos de Rias sino también por el bienestar del mundo, si no manejamos con cuidado tu transformación en ángel podría estallar una nueva gran guerra, recuerda que tú eres un potencial de batalla importantísimo, ninguna facción en su sano juicio te dejaría irte así como así incluso si deben hacerlo en contra de tu voluntad a menos que seas cauteloso en extremo.
–Vaya, no había pensado en esa posibilidad.
–Descuida, es una lejana, pero muy real, piensa que tienes la suerte de caerle en gracia a los líderes de todas las facciones, más de uno de nosotros saltaríamos a defenderte de darse una situación, ya te lo dije, has hecho mucho por nosotros, es lo mínimo que podemos hacer por ti.
Mientras me pongo la coleta atándola a mi muñeca Azazel empieza a caminar hacia la zona donde dejamos a Irina.
–Gracias.
–Ya te lo dije Issei, no hay nada que agradecer, ahora voy a prepararles un círculo mágico para dejarlos en Kuoh cerca de su casa, carajo, menuda olla de presión tienes allí si todas juntas viven contigo.
–No me lo recuerdes.
Cuando llegamos caigo en la cuenta de que Irina se ha quedado profundamente dormida en aquel sillón, supongo que han sido demasiadas emociones juntas para un día, de hecho, hasta yo estoy cansado por todo lo que pasó, con la mayor delicadeza posible la cargo en mis brazos, es curioso como no pesa casi nada, mientras Azazel prepara el círculo mágico.
–Pensándolo bien mejor los dejo un poco más en el centro, creo que sería un problema que entres a casa con ella en brazos, es más, toma, llévala a un café o algo, asegúrate de que se despierte, y si se te ocurre llevarla a una cita no seas tan idiota de llegar a casa después de las diez o ahí si que te las vas a ver negras.
Me dice mientras pone un fajo de billetes que bien podría ser el sueldo de un mes de mi padre en mi bolsillo.
–Claro, descuidada, me asegurare de manejar esto lo mejor posible.
Mientras el círculo empieza a brillar con fuerza puedo ver como él me saludo con la mano al mismo tiempo que todo empieza a volverse borroso a mi alrededor.
–Sé que lo harás bien Issei, sé que lo harás bien.
0o0o0o0
–Issei-kun estoy cansada ¿Por qué no vamos a casa directamente?
Dice Irina mientras refriega uno de sus ojos con pesadez al mismo tiempo que un bostezo amenaza por escapar de su boca.
–Tenemos que ser muy cuidadosos de ahora en más, no podemos levantar la más mínima sospecha en las demás, si llegas junto a mí a punto de caerte de sueño y yo con esta cara de cansancio lo que menos vamos a estar haciendo es mantener un bajo perfil.
No nos toma mucho tiempo de caminar por la ciudad hasta que nos encontramos con un café bastante concurrido, supongo que es normal teniendo en cuenta de que es vienes, luego de dar un rápido vistazo y confirmar que no hay alumnos del instituto de Kuoh aquí pido una mesa y me siento junto a Irina en una pequeña en una esquina algo apartada.
–No me gusta el café, es demasiado amargo.
–Entonces ponle crema y azúcar como para hacer un pastel si quieres, no importa, pero o te despiertas o no nos va quedar otra que hoy dormir debajo de un puente con tal de no llegar a casa en este estado.
Claro que es una exageración, con el dinero de Azazel bien podría rentar un penthouse para ambos durante una semana si quisiese, aunque no sé si esa realmente sea una buena idea, preferiría evitar más transformaciones angelicales por un tiempo.
–No hay nada de malo en dormir en un puente, además puedo asegurarte por experiencia que lo de Kuoh son bastantes limpios.
–Un momento ¿Cómo es que sabes lo que es dormir bajo un puente?
–Xenovia y yo lo hicimos un par de veces los primeros días aquí en Kuoh hasta que nos instalamos en la iglesia, ya sabes, la vida de las siervas de Dios tiene que ser un ejemplo de humildad.
Por unos segundos el silencio entre ambos deja a paso al murmullo que proviene del resto de las mesas y los empleados yendo de un lado a otro con sus órdenes.
–Perdieron todo el dinero ¿Verdad?
–Absolutamente todo… Pero en mi defensa fue por la gran compra de una autentica reliquia del cristianismo.
Otro silencio tan solo interrumpido por la mesera dejando nuestras ordenas en la mesa se forma de nuevo ante las cosas que deja salir Irina por su boca.
–Hace décadas que Kuoh carece de una influencia cristiana, te estafaron asquerosamente.
–No es caballeroso recordarle a una chica todos y cada uno de sus fracasos ¿Sabes?
Me dice mientras hace un puchero y me apunta con la cucharilla con la que mezclaba el azúcar y crema de su café que bien podría rivalizar con la cantidad que tiene el pastel de chocolate que descansa a un lado de su bebida.
–Es solo que me parece un poco difícil de creer.
–El mundo no hace más que aprovecharse de sus buenos samaritanos, no hay más explicación que esa.
Me dice mientras empieza a comer su pastel con una sonrisa de niña en su rostro, es curioso como esto hace un contraste bastante perturbador con la deprimente frase que acaba de decir.
Luego de eso no hacemos más que concentrarnos en nuestras respectivas órdenes mientras el ruido de los cubiertos y vasos moviéndose es lo único que llena el vacío que genera el silencio de nuestras bocas ocupadas con la comida, o al menos eso es lo que pienso hasta que Irina se interrumpe a si misma a mitad de un bocado para mirarme directamente a los ojos.
Es ciertamente relajante el ver como ella ahora sonríe, aunque sea tenuemente, de todas formas, cualquier cosa es mejor que ese gesto de remordimiento constante que tenía en los laboratorios de Azazel, es demasiado difícil para mí verla así, simplemente no puedo soportar verla sufrir, mucho menos si es por mi culpa.
– ¿Issei-kun, como fue que llegamos a este punto?
Me pregunta mientras se lleva a la boca aquel pedazo de pastel mientras yo en cambio detengo mi taza sobre mis labios a medio camino de beber su contenido, es curioso, hasta hoy yo mismo tampoco me había preguntado eso, supongo que analizarlo es una forma de dar legitimidad a esto, aunque sea solamente para nosotros dos, o quizás tan solo sea lo primero que se le vino a la cabeza, con Irina nunca se sabe.
–Es curioso, bien podría ser cuando éramos niños o desde que tú volviste aquí, uno no exagera cuando digo que tú y yo tenemos mucha historia juntos.
Y como no tenerla, estamos hablando de la mujer que me dio mi redención, no es como si algo así pudiese formarse de la noche de la mañana.
–Sí, demasiada historia.
PROLOGO "REDENCIÓN" FIN
Notas de Autor
Bien podría estar hablando de un record personal con este capítulo, es decir, se me ocurrió la idea y así sin más empecé a escribirla a eso de las tres de la tarde, siendo las cuatro y treinta y tres de la madrugada cuando estoy escribiendo este pequeño párrafo, bien que siendo siete mil y pico de palabras es bastante menos de lo que acostumbro a subir, pero para ser un prologo producto de un verdadero ataque de inspiración creo que está bastante bien.
Ahora para aquellos que me conozcan ya en este fandom pensaran que estoy loco, de pedo puedo publicar un cap al mes y ahora no se me ocurre mejor idea que hacer otro, pues sí, tienen razón, esto va fuera de todo lo que es mi método de trabajo, es totalmente espontaneo y no entraba en ninguno de mis planes hasta ayer en la mañana ¿Por qué lo hago entonces? Bien, tan simple como por mero capricho, me gusto la idea y me dieron ganas de hacerla, punto, en este momento escribir algo así me llama más la atención que alguna de mis otras historias.
¿Cuánto durara esto? Realmente no sé, supongo que según cuanto me dure la inspiración, no pienso que pase de mucho más de los diez capítulos ¿Sera continuo? Igual que la anterior, si la inspiración sigue probablemente si ¿Se actualizara seguido? Quizás si quizás no, conmigo nunca se sabe ¿Habrá haren? No chicos, creo que la pareja del fic ya es estúpidamente obvia.
Me gustaría dar más detalles, pero de momento esto es lo poco que puedo explayarme teniendo en cuenta que estoy a punto de dormirme sobre el teclado y extrañamente lo único que puedo pensar es en chocolate, en todo caso, dudas, concejos blablabla ya saben, reviews preferentemente o mensaje privado, siempre me doy una vuelta por acá así que no tengo problemas en contestar, sin más que decir, me despido.
Saludos, Suerte y Nos Leemos.