Disclaimer: Ni Shingeki no Kyojin, ni sus personajes me pertenecen, sino que los tomo prestados para divertirme un rato y nada más, todo el crédito debe ser para su respectivo autor y creador Isayama-sensei.

Espero que este cap sea de su agrado y disfruten de él tanto como yo disfrute escribirlo.

Advertencias: A partir de este punto la historia se desvía un poco del argumento original, y puede acontecer algún pequeño Spoiler para los que no siguen el manga, sin embargo eso se verá más adelante.

Notas: Muchisimas Gracias a todos los que apoyan la historia con sus comentarios! Gracias a ustedes la historia sigue, ustedes sí que saben hacer sentir especial a un simple esclavo de la literatura :3

Saludos especiales a:

RenKouen, ¡Gracias por tanto entusiasmo! Y que sepas que yo soy fan de ustedes, me encanta leer lo que sienten y piensan cuando leen esta historia,en fin gracias por tu comentario.

Astryd924, Gracias por tus observaciones, me son de mucha ayuda, y si desgraciadamente hay poco escrito sobre estos dos, tal vez sea por lo complicado de sus personalidades (?

Ola-chan, jajajaj ok, capto el mensaje, no te preocupes, no quedara en Hiatus, esa es cosa del diablo (?, espero que te guste este nuevo cap, cualquier observación es bienvenida.

Jenny835, Gracias por seguir la historia, espero no decepcionarte con esta humilde obra. Ojala este cap sea de tu agrado.

Hinatahina, Gracias por tu apoyo, seguiré esforzándome, cualquier recomendación es bienvenida

Debby-Chan ackerman, Un gusto! Gracias por tu apoyo, espero que este cap sea de tu agrado ;)

, Gracias por tu apoyo! Perdon por la tardanza.

Superchica89, Gracias! Me alegra mucho que te guste, espero poder mantener su atención en la conti, nos leemos.

Querida Alma Gemela

Capítulo 3: Encuentro.

Mikasa se sentía herida, las palabras de Eren le habían perforado el duro corazón que con tanto celo guardaba de todas las personas ajenas a su pequeño círculo de amistades. Sentada, con las rodillas sujetas por sus brazos, trataba de controlar la tristeza, observaba el herbazal al pie del bosque, el viento soplaba manso sobre el césped meciendo apaciblemente las ramas de los árboles, recostó su espalda en el frio muro a uno de los costados de la construcción en la que se estaban hospedando , el dolor se había calmado, el ambiente tranquilo del lugar ayudo a sus pobres nervios magullados, y volvió a ser la Mikasa de siempre, la mujer serena y fría de siempre, ah sí, eso era lo mejor.

Pero la calma no dura para siempre, Mikasa se irguió de inmediato, sus afinados sentidos la pusieron alerta, miro a los costados, buscando con sus agudos ojos un indicio de anormalidad en el paisaje, nada, calma total. Cualquier otra persona hubiera dejado pasar ese presentimiento como una mala jugada de su mente, pero no Mikasa Ackerman, ella confiaba en sus instintos, sus sensibles oídos detectaron movimiento en él bosque, muy leve, casi imperceptible, podría haber sido un roedor, un conejo, o algún cervatillo asustado, sin embargo dirigió su mirada para confirmarlo, sus afilados ojos atravesaron la oscuridad del bosque tratando de detectar la más mínima silueta, había algo, una sombra oculta entre las ramas de los árboles, Mikasa sintió escalofríos, algo siniestro vigilaba los alrededores de la estancia, se incorporó, estaba dispuesta a averiguar qué era lo que amenazaba la preciada seguridad de sus seres queridos.

Y lo hubiera hecho de no ser por el bullicio que se desato a sus espaldas, dentro de los muros parecía haberse desatado un caos, ruidos metálicos, objetos chocando unos con otros, vasos y vajillas cayendo, ¿ese carcajeo que escucho era de una gallina ? Un hombre parecía gritar eufórico, mientras que otra voz femenina lo secundaba.

Mikasa giro su cabeza en dirección a una de las ventanas cercanas para investigar el origen del escándalo, cuando se encontró con la cara de Sasha a pocos centímetros de la suya, el iris café suplicante choco contra el onix frio, con una mueca de fastidio Mikasa vio la carne que Sasha traía entre las manos, y como esta trataba de escapar por la ventana, miro por sobre el hombro de su compañera y confirmo el desastre que había provocado en la cocina, un hombre con delantal se acercaba iracundo seguido por una mujer igualmente enfadada, la mirada implorante de su amiga intentaba convencerla de colaborar en su escape, Mikasa observo repetidamente a Sasha y los cocineros que se acercaban con intenciones de mutilar a su amiga por haberse robado los tan preciados alimentos.

-Po'd fa...vor.- trataba de articular las palabras, sin querer soltar la hogaza de pan que aferraba fieramente con su boca.

Mikasa con expresión sombría, sonrió, pensó que tal vez ese sería un buen escarmiento para su estimada amiga Sasha, la dejaría allí, cerraría la ventana y el triste acontecimiento quedaría entre ella y los cocineros, hasta que sintió un peso extra sobre sus manos.

-¡Corre Mikasa!.- Sasha grito, saltando por la ventana, corriendo como alma que lleva el diablo, salió disparada, mientras Mikasa no atinaba a comprender como el panorama había cambiado tan de repente. Miró sus manos, y encontró carne, verduras y pan, vio también como los cocineros corrían hacia ella coléricos.- ¡Mikasaa!.-

-¡Tiene una cómplice! ¡Te lo dije Berta!, los delincuentes siempre actúan en pandilla. ¡Vamos a atraparlas, rápido, antes de que escapen!.- Mikasa no atinaba a moverse, era espectadora de su propia captura.

Sasha se detuvo, con cara de pánico observaba como sus perseguidores cercaban a su amiga, sostuvo la respiración. Los sentidos de Mikasa parecieron volver en si y en menos de lo que duro el suspiro de Sasha, su cuerpo reacciono, corrió a toda velocidad tomando a Sasha del cuello de su camisa antes de que esta siquiera se planteara el protestar por la fuerte sacudida. Dejando atrás a los cocineros enfurecidos, profiriendo amenazas, blandiendo sartenes y espátulas.

Dos jóvenes respiraban entrecortadamente, arrodilladas sobre el suelo, con carne y demás provisiones a su alrededor, habían llegado a su cuarto sin muchas dificultades, Sasha agradecía el poder del sigilo que Mikasa poseia, en ocasiones como esa.

-¿En qué diablos estabas pensando?.- Mikasa intentaba controlar la ira contenida.-¡Pudiste habernos matado a las dos!

-oh, vamos, no es para tanto, ¡mira! Gracias a mí, tenemos un banquete servido en bandeja.- apunto Sasha tan normal y despreocupada como solo ella podía actuar, tomo una hogaza de pan y se la llevo a la boca, miro con ojos curiosos a su amiga.- Toma.- le ofreció otra hogaza a Mikasa acompañada de una gran sonrisa, los grandes ojos ónix examinaron fijamente a su interlocutora, suspiró, arrebato de muy mala gana la hogaza que Sasha le ofrecía, no podía enojarse por mucho tiempo, su amiga le hacía recordar, muy a su pesar, a su querido hermanito Eren, no por el aspecto físico claramente, si no por las actitudes infantiles que muchas veces sacaban a relucir tanto Sasha como Eren, esos pequeños detalles que Mikasa estaba segura que ellos no notaban.

Sasha termino de comer, satisfecha, se dedicó a observar como su amiga comía muy delicadamente el pan, demasiado despacio para su gusto, de pronto recordó cómo se habían encontrado ambas.

-Oye, ¿Qué estabas haciendo afuera de la finca? Es peligroso que salgamos solos por nuestra propia cuenta.-observo Sasha, Mikasa que estaba por probar lo último que le quedaba de pan se detuvo, un escalofrió le recorrió la espalda, opto por la mejor respuesta.

-Estaba haciendo guardia.-mintió.

-oh…¿deberás?-no parecía muy convencida, tal vez Mikasa no lo supiera pero Sasha empezaba a entender sus sentimientos, sin embargo decidió seguirle la corriente al notar los intentos que Mikasa hacía para no preocuparla.- ¿Despejando el camino para la tropa?, Imagino que sí, no se espera menos de un soldado como tu Ackerman- Decía con un toque de humor a la vez que se ponía en posición firme, con una mano en puño sobre su pecho y la otra extendida.- Y más si mencionamos que tu hermano es uno de los que participan del viaje de reconocimiento.-Noto como la expresión de Mikasa cambiaba de inmediato, su seriedad dio paso al asombro y la duda.- oh,¿no lo sabias?.-Mikasa negó lentamente con su cabeza, meciendo levemente sus finas hebras azabaches.- ah, pues, eso, el equipo del Capitán Levi saldrá en una misión especial, para encontrar un camino seguro para el resto de los hombres, tu hermano ira como refuerzo por lo que tengo entendido.-

Mikasa escuchaba con sumo interés cada una de las palabras dichas por su amiga, eso hizo sentir importante a Sasha.

-¿Quién es el encargado de la misión?- Los ojos de la morena mostraban un brillo especial, Sasha lo conocía, era el brillo que los ojos de Mikasa mostraban cuando esta tomaba una determinación y no daría brazo a torcer hasta lograr su cometido.

-Eh, pues, el Capitán Levi por lo que tengo entendido…- Ese entusiasmo repentino la incomodo un poco, se sentía como un cachorro indefenso ante un lobo feroz.

-Bien.- se llevó lo último que le quedaba de pan, prácticamente devorándolo de un solo bocado, se irguió enérgicamente y hubiera echado a correr por los pasillos, de no haber sido que Sasha la copio en sus movimientos y la sujeto del brazo.

-¿A dónde vas?- pregunto confundida por la actitud de su amiga.

-¿No es obvio?- Mikasa uso su mirada fulminante, chocando con la de cachorro lastimado de Sasha.- Suéltame, tengo que ir hablar con el Capitán, no puedo permitir que arriesguen a Eren en una situación así.- Sasha dio un brinco al escuchar aquello, no quería que Mikasa se metiera en problemas de nuevo por su hermano adoptivo que apenas le mostraba algo de afecto.

-Pero, oye, escucha.- Decía luchando graciosamente con Mikasa que intentaba zafarse de su agarre.- Piensa un poco, mujer, ¿Crees que a Eren le va agradar que su hermanita hable con el Capitán para desacreditarlo?- eso no detuvo a la loba feroz que Mikasa llevaba dentro, entonces probo con otro argumento.- ¿No te importan los sentimientos de Eren? Si haces eso vas a lastimarlo y terminara odiándote.- efecto inmediato, Sasha suspiro aliviada, soltó a la pelinegra que ahora miraba el pavimento, su ceño fruncido vacilaba entre la resignación y la acción, una pelea interna le estaba aconteciendo, la duda de si estaba obrando bien apareció para crear estragos en su pequeño y duro corazón.

Sasha se compadeció de su amiga que parecía librar la más terrible de sus batallas, tomo delicadamente una de sus manos.-Escucha, podrías pedir que te dejen participar de la misión, así puedes supervisar que nada le pase…-Mikasa miro a la castaña, Sasha parecía preocupada, suplicante. Mikasa no tuvo más remedio que ablandarse.

-Gracias…, eso hare.- dijo suavemente, la cara de Sasha se ilumino, sonrió ampliamente y Mikasa rodo los ojos, callo en el encanto persuasivo de su compañera de batallas, aunque entendía que su compañera lo hacía por su propio bien.

-No es nada, entonces ve y habla, trata de controlarte ¿sí?- decía dirigiéndose hacia una de las camas de la habitación, y agitando una de sus manos en alto a modo de despedida.

-¿No quieres venir?- pregunto la pelinegra casi sin interés real.

-¿eh?,noo, gracias, prefiero descansar en estos momentos de paz, hay que saber aprovechar el tiempo, luego dime como te fue negociando con el hombre más fuerte de la humanidad.- se acostó boca abajo, por lo que Mikasa no pudo advertir la sonrisa pícara que se instaló en el rostro de su compañera castaña, admitía que le gustaría ver como se desarrollaba la batalla de voluntades tan fuertes del Capitán-se hace lo que yo digo-Levi, y Mikasa-me como al mundo-Ackerman. Tal vez ese viaje de reconocimiento no lucia tan aburrido después de todo.

-Bien, nos vemos luego.- dijo Mikasa dirigiéndose hacia la puerta, se detuvo un solo instante para contemplar a su compañera, antes de salir sigilosa y rápida por los pasillos de la estancia, le pareció que Sasha se estaba divirtiendo por alguna razón que le era desconocida, pero inmediatamente aparto eso de su mente, ahora debía enfocarse en encontrar al hombre más fuerte de la humanidad, ese que tenía fama de poseer un carácter de los mil demonios, y no lo negaba, tal vez fuera peligroso, pero el peligro nunca la detuvo, es como si hubiera sido hecha por Dios para ser una mujer guerrera, desde el principio fue dotada para vivir luchando, para entrar en batallas y salir de ellas victoriosa, esa no sería la excepción.

Mikasa lo vio, sentado apaciblemente, tomando café, ajeno a toda la situación, como si la muerte no los asechara a la vuelta de la esquina. Sus miradas chocaron, había algo en él que le resultaba particular, en esa mirada fría que le dedicaba cada vez que se veían, hubiera deseado descubrir que era todo eso que le ocultaba a todo el mundo. El también lo noto, algo dentro de él tembló cuando ella se acercó.

-Capitán...- la mirada de él calo profundo, ella trago saliva, tratando de disimular sus nervios.

- ¿Quisieras un poco de Café?.- pregunto él sin más, observo como Mikasa asentía lentamente como si no estuviera del todo convencida a aceptar la invitación, una leve sonrisa se instaló en el rostro de Levi, se levantó y se dirigió a la mesada del lava-platos.

Mikasa observaba cada movimiento, la espalda de Levi era fuerte, a pesar de su estatura, Mikasa tomo asiento mientras él se acercaba con un juego de té precioso, tan pulcros y limpios como la persona que los traía, él dispuso un par de tazas frente a ella.

-¿Deseas alguna en especial?.- Mikasa noto que él se refería a las tazas, ella alargo la mano y tomo una preciosa taza con estampado de rosas rojas, él la observo interesado, aparto las tazas con rosas azules y verdes, ofreció su mano para tomar la taza, ella se la entrego. Y noto la venda mal amarrada en la mano de él, recordó fugazmente la noche anterior, y sin quererlo sus mejillas se tornaron rosáceas, desvió rápidamente la mirada por temor a que la delatase, quería concentrarse en pedir el permiso para asistir a la misión y así proteger a su querido Eren.

Levi noto el extraño comportamiento pero no le tomo importancia, le sirvió el té y le entrego la taza, se acomodó en el asiento y suspiro mirando por la ventana.

-Gracias...- menciono Mikasa despacio como en un susurro.

-Ahora, dime.- Levi le dirigió la mirada, su cabello oscuro se agito levemente, cayendo sobre sus ojos oscuros, afilados. -¿Que se te ofrece?.- aunque él ya sabía la respuesta. Mikasa parpadeo varias veces, directo muy directo, muy de él, pensó.

-Bueno...vera...- se sintió rara, la atención que él Capitán le estaba poniendo a sus palabras la hacía sentir nerviosa.-Tengo entendido que el equipo de exploración a cargo suyo saldrá dentro de poco en una misión de reconocimiento…- ahora fue su turno de clavarle la mirada, él se mantenía calmado, como si nada de lo que ella dijera pudiera tomarlo por sorpresa.

-Así es.- contesto simplemente, sorbió mas de su café, mientras la miraba de reojo como pidiendo de esa manera que continuara. Él desde luego ya sabía a qué venia todo eso, seguramente le pediría que no enviase a Eren a esa misión, ya conocía a esa muchacha, luego de haber luchado juntos contra la titán hembra, noto el tipo de sentimientos que la joven guardaba por su hermano. En esos momentos parecía menos peligrosa de lo que antes le había parecido, mientras se revolvía nerviosa en el asiento sin tocar su café, parecía buscar las palabras a utilizar.

-Quisiera formar parte de su equipo…- soltó luego de mucho debatir interno, por primera vez vio un leve cambio en la faz de su Capitán, apenas un tic nervioso. Él la miro largamente, Mikasa sabía que atrás de esa aparente calma había una mente maestra trabajando a alta velocidad, evaluando pros y contras, sus miradas chocaban en una pelea intensa, Levi la vio allí y le pareció por primera vez una mujer frágil, capaz de romperse por una negativa a ese pedido especial que prácticamente le estaba suplicando, se sintió fastidiado, sus ojos eran demasiado puros para él, ella aparto la mirada y cerró los ojos fuertemente, la intensidad era demasiado para ella, Levi sonrió internamente al ver este acto, tal vez si le diera la oportunidad por lo menos de tratar de convencerlo.

-Dame una razón para dejarte formar parte del equipo.- esas palabras la sorprendieron, una nueva confianza se desenvolvía dentro de ella, el capitán Levi la estaba prácticamente invitando a negociar, no vacilo en sus palabras, sabía cuál era la razón por la que debían dejarla formar parte de todo aquel embrollo.

-Soy la única persona capaz de proteger a Eren aun a costa de mi vida, él es la esperanza de la humanidad ahora, y no podemos dejar que salga así sin más, aunque este con usted, Eren es experto en meterse en problemas, soy la más calificada para tratar con ese tipo de problemas.- Levi noto el cambio, ahora hablaba con completa convicción, ya no vacilaba, no había temor, estaba convencida de cada una de esas palabras y el sabía que eran ciertas.

-Bien, interesantes observaciones soldado Ackerman, eres parte del equipo.-esas palabras por alguna le pesaron más de lo que se hubiera imaginado, un mal presentimiento le avisaba que tal vez no fue la mejor idea, pero de todos modos Erwin ya le había mandado a avisar que Mikasa era parte fundamental del equipo y que en cuanto la viera debía informarle de todo el operativo, fue una suerte que ella lo haya encontrado antes. Examino a la joven, que ahora lo miraba con ojos brillosos y una expresión que trataba de disimular la alegría. Tks,mocosa.

-Gracias capitán.- articulo al tiempo que se paraba del asiento, lista para salir corriendo.

-Si eso era todo puedes retirarte, ve a preparar tus cosas soldado, saldremos al mediodía.- termino sin mirarla, ella con tanta dignidad como le era posible luego de haber casi suplicado al capitán que la dejara formar parte, se dirigió lentamente hacia la puerta, a cada paso que daba se sentía más tranquila y en paz, solo se detuvo al escuchar un leve chasquido, y el rechinar de una silla, volteo para ver a Levi luchando por amarrar bien la venda que colgaba de una de sus manos.

-Maldita sea…- dijo pateando una de las patas de la mesa, típico berrinche de un niño pensó Mikasa, se acercó nuevamente hacia el no muy segura de lo que hacía pero no podía evitarlo su instinto protector era más fuerte, tomo la mano herida de él y aparto la otra, para que dejase de forcejear con las vendas inútilmente.- Ackerman, que…- el levanto su rostro y se vio enfrentado al de la joven, cerca, muy cerca, peligrosamente cerca, podía sentir la respiración de ella mezclándose con la propia.- Pensé que ya te habías ido.- él fue grosero sí, pero eso no le impediría a Mikasa continuar, ella tenía una paciencia increíble para esos tratos.

-Por favor, siéntese, le pondré bien la venda, y desinfectaremos esa herida así ya no le molestara.

-No es necesario-él era recio, desafiante, en ese momento a Mikasa le pareció mucho más joven, un joven frio y rebelde, de modales violentos, incapaz de aceptar que otros le ayuden.

-No sea necio, si no la amarra bien podría ocurrir un desastre con el equipo tridimensional en plena misión, eso sí sería un desastre.-

Levi pareció meditarlo, finalmente tomo asiento, y se dedicó a observar como Mikasa se acercaba a la alacena, tomaba un cuenco mediano y vertía el agua caliente de la tetera, tomo un paño y lo sumergió, lo miro con duda, despacio y casi con dulzura aproximo su mano a la herida de Levi, como si esta pudiera morderle, la tomo, el tacto fue suave, Levi cerro los ojos y se perdió en la sensación de los tibios dedos de Mikasa recorriéndole la palma, la muñeca, estaba comenzando a fastidiarse algo no andaba bien, Mikasa por su parte también lo sintió, en cuanto tomo la fría mano de Levi algo se había disparado en el ambiente, una especie de atmosfera que estaba segura que ninguno de los dos deseaba, algo dentro de ambos comenzaba a despertase sin que ninguno pudiera determinar qué era eso exactamente, Mikasa procedió a limpiar con suaves toques las manchas carmesí alrededor de la herida, mientras lo observaba de reojo, recargado contra la silla, con medio cuerpo apoyado en uno de los costados de la mesa y con los ojos cerrados parecía todo lo contrario a lo que realmente le pareció la noche anterior, tan sereno y tranquilo se dejaba manejar por sus manos expertas con plena confianza en lo que ella hacía, una sonrisa de alegría quiso escapar de sus labios, por alguna razón no podía dejar de mirarlo, el cabello corto de el caía tan casualmente sobre sus ojos cerrados, noto unas leves bolsas grises debajo de sus ojos, se golpeó mentalmente, debía dejar de prestar tanta atención a un hombre que no fuera Eren, intento enfocarse nuevamente en su tarea, la herida estaba limpia, los nudillos rajados eran notorios, el golpe había sido cosa seria y no pura fanfarronería masculina, tomo otro paño seco y se dedicó a secar toda la mano, Levi intentaba concentrarse en la hazaña que le esperaba para ese día, sin embargo el silencio y el saber que la joven todavía estaba allí apresando su mano no lo dejaban pensar claramente, abrió apenas uno de sus ojos para espiar y la vio completamente absorta en la tarea de vendar su mano, había dejado su mano reluciente de limpia, eso le agrado, el odiaba la suciedad y esa herida era algo que lo venía fastidiando desde temprano, para ser una mocosa desempeñaba sus tareas con excelencia, o por lo menos eso intentaba, observo como la joven procedía a enfundar su mano con vendas nuevas, limpias y dejaba a un lado las anteriores maltrechas y con manchas casi marrones, de repente le asqueo el hecho de haber llevado esas vendas todo ese tiempo, sintió un ligero apretón en su mano y listo Mikasa había terminado, ella subió el rostro para observarlo, Levi se sintió atrapado por esos ojos, grandes, esa mirada mansa, pudo incluso entrever la tristeza que había en el fondo de sus grisáceos iris.

-Ahora ya no tendrá problemas con esa herida capitán.-Mikasa se irguió y dejo de parecer una niña.- Ahora, con su permiso.- no espero una respuesta, simplemente estaba a gusto porque había cumplido con su cometido.

-Soldado.- eso la detuvo en seco, miro por sobre el hombro para ver que se le ofrecería ahora a su capitán, él se irguió también,.-Gracias…-simple, no fue gran cosa, y sin embargo para Mikasa eso era mucho, porque ella lo entendía, sabía que al igual que ella, el poseía un orgullo que le impedía decir más, el comenzó a ordenar las tazas y a recoger todo lo que había quedado encima de la mesa luego de su pequeña intersección médica, ella asintió y retomo camino a la salida que daba a los pasillos. –Y, por favor, en esta ocasión no te precipites a dar la vida por tu hermano, cada soldado es valioso en este escuadrón, no quiero gente que menosprecie su vida y este ansiando la muerte para demostrar su valía, ¿entendido?- dijo sin voltear a ver a Mikasa que alcanzó a escucharlo por apenas unos segundos, el miro por encima de su hombro y consiguió ver por unos instantes la cara perpleja de la joven soldado, antes de asentir enérgicamente y salir corriendo por los pasillos, desapareció, y él pudo pensar otra vez, con calma expulso el aire que había contenido durante esos segundos en los que no sabía cómo contestar a la buena acción que la joven había tenido para con él, estaba acostumbrado a ser el quien recibía las gracias, no a darlas.

Y ahí estaban, dos personas listas para la batalla, silenciosas, pero que sabían entenderse, dos personas que demostraban con acciones lo que no sabían plasmar en palabras, frente la ventana de la cocina una pequeña paloma blanca se detuvo en la rama de un árbol cercano, Levi la miro de soslayo y la pequeña avecilla pareció corresponderle, quizás fuese un presagio próximo a la felicidad, al gozo, quien sabe, por alguna razón los ojos oscuros de la paloma le hicieron recordar a ciertos ojos vacuos y profundos, chasqueo la lengua fastidiado, debía dejarse de niñerías, allí afuera había un mundo que lo necesitaba, que esperaba mucho más de él.

Salió hacia los pasillos, escucho como pasos apresurados se acercaban, si no distinguía mal, eran las voces de Eren y sus amigos, los reclutas más jóvenes que se preparaban para salir en busca de aventuras, mocosos, no sabían nada, pero no podía culparlos por tener un espíritu optimista y alegre aun es esas situaciones de vida o muerte, salió al exterior de la finca, los rayos del sol le obligaron a cerrar levemente los ojos, su piel comenzaba a calentarse, el sol estaba en lo más alto del firmamento, perfecto, sería un buen día, ningún titán podría ocultarse con tanta luz.

-¡Capitaaaan!- Eren llegaba con su sequito de amigos detrás de él.- Estamos todos listos.- concluyo con una gran sonrisa aniñada. Hange que estaba a un costado se adelantó, toco uno de sus hombros.

-Ya es hora.- sus lentes reflejaron los rayos del sol, ocultando la maliciosa mirada.

-¿Es broma? Tú te quedas.-sentencio Levi sin ninguna suavidad.

-Oh vamos Leviii- decía colgándose de su brazo.

-Olvídalo, dije no y es no.- enfurruñado no prestaba atención a las lamentos de su compañera, que prácticamente se tiro encima suyo.

-Por favor, sabes es una excelente oportunidad de recoger información fuera de los muros.-

-Estas demente, no quiero cargar con gente rara en mi escuadrón.- decía tratando de librarse del agarre, gruño varias veces para darle a entender a la científica que la cosa iba enserio.

-Bueno, lo intente, de todos modos tengo el pase libre de Erwin para asistir a la misión.- dijo sonriente, acomodándose las gafas mientras recargaba su brazo sobre la cabeza de Levi a modo de que este le sirviera de bastón.

Los más jóvenes observaban con terror como el semblante de su capitán se iba tornando cada vez más y más oscuro, un aura negra comenzaba a manar de la cabeza de Levi, mas Hange no parecía darse por enterada del peligro que corría, y se corrió justo antes de ser alcanzada por un puñetazo del capitán, Eren y Armin miraban angustiados como uno de sus superiores trataba de exterminar al otro, Mikasa se acercó por detrás sin entender que sucedía.

-¿Qué está pasando?- su mirada se dirigió a Armin que sabía era el mejor a la hora de explicar.

-El capitán Levi quiere asesinar a la superior Hange, aunque tengo mis dudas de si fue por haberle hecho una broma, o si fue por haberle hecho enojar al hacer abuso de su estatura, tengo la sospecha de que fue por ambas razones.- decía Armin sin despegar los ojos de la escena, Mikasa miro a Armin para pasar rápidamente su mirada a Eren, parecía entusiasmado por la misión, estuvo agradecida de haber seguido el concejo de Sasha, Eren la miro de reojo y con una leve sonrisa le hizo entender que estaba satisfecho con su presencia, así era, a pesar de todo, su relación se basaba en pequeñas peleas y reconciliaciones inmediatas ,después de todo sabía que Eren muy en el fondo le guardaba cariño y afecto. Por alguna razón Mikasa se sentía animada, observo de reojo al hombre más fuerte de la Humanidad.

Hange se detuvo en su hazaña de esquivar todos los golpes de Levi, tomo uno de los puños.

-Parece que ya estamos todos.- señalo a ver a Mikasa, Levi miro alrededor y vio a todos los jóvenes reunidos, Connie,Sasha (muy a su pesar), Jean, Krista e Ymir, Reiner, Armin, Eren, y su vista se detuvo en Mikasa, si ya estaban todos.

-Bien, empecemos, entonces.-

La aventura los esperaba, el peligro los acechaba y el destino los condenaba.

N/A: Buenass gente linda, espero que este cap haya sido de su agrado, ya saben que cualquier recomendación u observación, ya sea por la historia o los personajes es bienvenida, y bueno que decir esto recién comienza, seguramente siga con una mezcla llena de escenas Dark, comicas, románticas, dramáticas y quien sabe que más, gracias a todos los que siguen la historia y disculpen la tardanza en actualizar, tratare de hacerlo mucho más seguido si es que esta historia sigue siendo de su agrado obviamente, Saludos y Abrazos para todos :3 y desde ya un Gracias enorme por leer y comentar.( Agradecería mucho saber que les parecio.)

Saludos y hasta la próxima.

Nos leemos.