*Capitulo 8: Asalto al Castillo, 2da parte
Dentro del castillo de Canterlot, se encontraban ambas princesas un tanto inquietas. Celestia mantenía la calma estando sentada en su trono, pero por dentro no podía evitar la sensación de que en cualquier momento Brodek u Oviblion aparecieran. Por otro lado, la Princesa Luna estaba caminando de un lado a otro en la sala del trono, se encontraba nerviosa y ligeramente asustada, ya que sabía de lo que era capaz Brodek, después de todo no por nada lo había elegido como capitán de la guardia nocturna hace un milenio atrás.
-Luna, por favor cálmate, ya veraz que todo saldrá bien- comento Celestia tratando de calmar a su hermana menor, sin embargo no logro hacer mucho esas palabras sobre Luna. La alicornio de la noche no podía calmarse solo con esas palabras, y poco a poco se comenzó a frustrar y a pensar en el peor de los casos.
-No puedo calmarme hermana, ¿Qué tal si Brodek llega aquí?- pregunto Luna inquieta y sin poder evitar pensar en esa posibilidad, por la frustración se tiró al suelo y se cubrió la cabeza con sus patas delanteras. Celestia suspiro y luego respiro hondo, seguido se acercó a Luna, se acostó a su lado y acaricio su crin.
-Ventus es fuerte e Ignos igual, sé que ambos lograran contenerlo a él y a Oviblion- comento la alicornio del día ganándose la atención de su hermana menor, para luego dedicarle una sonrisa que reflejaba confianza. Luna al ver a su hermana mayor logro calmarse y sonrió ligeramente más segura.
En eso, y para la sorpresa de las hermanas alicornio, una parte del techo que cubría la sale del trono, más concretamente encima de los tronos, se colapsó dejando un gran agujero y los escombros al caer generaron una cortina de polvo en la mitad de la sala. Rápidamente los guardias que custodiaban la entrada a la sala, entraron y rodearon a las princesas para mantenerlas a salvo y luego formaron un perímetro a la mitad de la sala. En medio de la cortina de polvo se podía divisar una sombra justo en el centro, y cuando se disipo miraron a Brodek sentado en el trono de Celestia con el casco derecho sosteniendo su mejilla manteniendo ligeramente inclinada la cabeza hacia la derecha. El pony verde mantenía el gesto serio y una sonrisa que reflejaba cierta maldad, y a su vez, intimidaba ligeramente a los guardias.
-Hola, ha pasado un tiempo- dijo
Brodek tranquilamente mientras miraba fijamente a las princesas, en especial a Luna, quien era su objetivo a capturar. Celestia se puso delante de Luna y ordeno a algunos guardias que la sacaran del lugar y la pusieran a salvo. Los guardias reales acataron la orden de su princesa y se dispusieron a llevar a Luna a un lugar más seguro, para su sorpresa, las puertas de la sala se cerraron de golpe y una especia de muro negro bloqueaba la salida.
-¡No dejare que te lleves a Luna!- grito Celestia y rápidamente ordeno a los guardias que atacaran a Brodek. Este saco el mismo libro con cadena que saco cuando se encontró con Discord. -¿Un grimorio de hechizos?- Celestia rápidamente identifico el pequeño libro que sostenía Brodek, aunque aún no sabía si realmente era capaz de usarlo, pero se llevó una gran sorpresa cuando invoco una espada negra y la uso para decapitar a los guardias que se habían lanzado a atacarlo. Los guardias que quedaron se horrorizaron al ver lo fácil con lo que lidio con los otros guardias, algunos de ellos estaban asustados de si quiera tratar de plantarle frente. –Tú, ¿Cómo es si quiera posible que puedas usar un grimorio de hechizos?-
-Sorprendente, ¿verdad?- comento Brodek manteniendo aun su sonrisa. –Me tomo mucho tiempo aprender este tipo de magia lo admito, y la verdad no pensé que fuera a usarlo en algún momento. Pero veo que los años que le dedique a esto dieron sus frutos cuando más lo necesite-
Celestia trataba de usar algún hechizo de tele transporte para salir de ahí junto con su hermana, pero por alguna razón no podía realizar ningún hechizo, su única opción era ganar tiempo hasta que Ventus o Ignos llegaran a ayudarles, quería evitar más bajas de sus guardias que ahora eran menos de la mitad que cuando entraron. Los ojos de Brodek cambiaron de forma con una apariencia parecida a la de los dragones, y en un instante el resto de guardias reales habían sido asesinados sin siquiera saber qué fue lo que paso. Celestia y Luna sabían muy bien que había pasado, por breves segundos miraron como Brodek se movió de su lugar y regreso a donde estaba pero con la diferencia de que ahora sus cascos y la hoja de la espada estaban bañados en sangre.
-Ahora que he acabado con la molestia, me llevare a la Princesa Luna, quieras o no Celestia- declaro el pony verde ahora con expresión seria. En eso, apareció Ignos delante de Brodek y lo ataco con su cruz de combate, obligándolo a defenderse con su espada. –Tsk… la basura sigue y sigue llegando arruinando mis planes-
-Lo siento, pero no dejare que te lleves a la Princesa Luna- dijo Ignos serio y rápidamente se hizo para atrás evadiendo el ataque de Brodek, colocándose en frente de las princesas. –Que extraño, no puedo usar magia- el unicornio azul pensaba en lo que podría estar bloqueando su magia, sabía que era algo que Brodek usaba, lo único que se pudo imaginar era o que bien, el libro era lo que bloqueaba su magia, o era la espada. –No sé cómo lo habrás hecho, pero lograste alguna forma de bloquear la magia, ¿no es así?-
-Bingo, eres muy perceptivo, te felicito por eso- comento Brodek con una sonrisa tranquila mientras aplaudía con sus cascos al haber descubierto su "secreto". –Se lo dije a Discord y se los diré a ustedes también-
-¿Discord?- Celestia rápidamente pensó en lo que le pudo a ver pasado al draconecus si había algo que bloqueara la magia, y su rostro cambio a una totalmente de desprecio y enojo. -¡¿Qué rayos le has hecho a Discord?!-
Brodek se mantuvo en silencio y volvió a tener una expresión seria, así que tomo su grimorio de hechizos y lo hojeo hasta detenerse en una hoja en concreto. Ignos identifico en seguida el grimorio, y aun así pensaba en que no le serviría de nada a Brodek hacer algún hechizo ya que estaba bloqueando la magia, pero su sorpresa fue cuando miro aparecer un círculo mágico en medio de la sala y se abrió una especie de portal, de la cual empezaron a caer pequeños pedazos de carne, órganos, bastante sangre y por último la cabeza de Discord que cayó encima de la pequeña montaña que formaba sus restos.
-Ahí está tu respuesta sobre que paso con Discord, Celestia- Brodek empezó a reír de una manera malvada y psicópata mientras sonreía. Por otro lado, tanto Celestia como Luna estaban asqueadas al ver los restos de Discord queriendo vomitar.
-Maldito… ¡¿Cómo puedes usar magia si se supone que la estas bloqueando?!- grito Ignos mas que molesto, solo sabía dos cosas, una era que había acabado con uno de los entes más poderosos de Equestria y la segunda era que a pesar de que está bloqueando de alguna manera la magia él podía usar la magia del grimorio de hechizos.
-Eso es fácil de responder- dijo el pony verde ya más serio después de haberse jactado al ver la expresión de Celestia y Luna al ver el cuerpo de Discord. –Esta espada está hecha de un material que anula cualquier tipo de magia que no sea Changeling. Obviamente, para poder usar mi grimorio de hechizos, tuve que pedirle a la Reina Chrysalis que me diera algo de su magia para que a mí no me afectara el bloqueo de magia-
-¿Por qué involucras a los Changeling en esto? ¿Qué tienen que ver con tu estúpida guerra?- pregunto Ignos de golpe con seriedad y mirando bastante molesto a Brodek. El pony verde cerro los ojos y bajo levemente la mirada, sus ojos fueron tapados ligeramente con su crin, y por si fuera poco, comenzó a sonreír, luego a reír de una manera psicópata y descontrolada, al punto de parecer que había perdido la cordura.
–Los Changeling… son los piones en todo esto, para lograr mis metas he de realizar sacrificios. Y ellos son el sacrificio junto con todo su reino-
-Estas demente- Ignos empuño con fuerza su cruz de combate y se lanzó contra el pony verde, lanzando un latigazo con la cadena de la cruz. Brodek bloqueo el ataque con la espada, pero para su sorpresa, el látigo se enrollo en la espada. El unicornio azul rápidamente tiro con fuerza de la cruz y jalo a Brodek, haciendo que perdiera el equilibrio por un momento, pero ese momento fue más que suficiente como para llegar hasta enfrente de él y golpearlo en la cara con gran fuerza que lo mando a estrellarse contra el trono, el cual se destrozó y termino impactando con la pared, provocando que le cayeran algunos cuantos escombros.
Se empezó a escuchar la risa de Brodek por toda la sala, y de la nada se comenzó a sentir una leve presión en el aire, y esa presión, es su sed de sangre. Ignos miro como Brodek salía de los escombros haciéndolos a un lado, rápidamente noto que casi no había recibido daño debido al golpe y al impacto, después alzo la guardia y se preparó para lo peor. El pony verde miro fijamente al unicornio, sus instintos empezaron a brotar cada vez con más intensidad, tenía toda la intención de acabar con Ignos. Al final ambos se lanzaron uno en contra del otro, colisionando a la mitad de la distancia que había entre ellos antes de moverse, la presión que ejercían los dos con sus armas llego al punto de provocar que el suelo comenzara a agrietarse y a hundirse. Ambos ponys se separaron y comenzaron un combate a alta velocidad por parte de los dos, usando las paredes de la sala para apoyarse y lanzarse contra el otro. Las princesas se mantenían al margen y solo podían escuchar el acero de las armas chocar una y otra vez por toda la sala, a su vez, miraba como ese combate ocasionaba daños colaterales a la sala, pareciera que en cualquier momento caerían las columnas de los lados y el techo colapsara. Ambos ponys se detuvieron por un momento y se miraban fijamente sin mirar nada más, sus cuerpos ya estaban repletos de heridas superficiales, nada grave, pero en cualquier momento uno de los dos comenzara a agotarse.
-Vaya, vaya, no lo haces nada mal, puedes seguirme el ritmo- comento Brodek mientras miraba las heridas que el unicornio le provoco. –A ver qué puedes hacer con esto- hizo un movimiento como si estuviera enfundando la espada en su costado izquierdo, en eso, empezó a emanar una aura de un color negro a penas visible y su crin se movía de manera ascendente llegando al punto de erizarse ligeramente. –Desenvaina y envaina…- en un instante, Brodek apareció detrás de Ignos, sin el aura que lo rodeaba y con la espada desenvainada, en seguida realizo el mismo movimiento de como si estuviera envainando la espada.
Ignos estaba más que confundido, por el simple hecho de que no tenía herida o corte alguno, así que rápidamente se giró para atacar a Brodek, pero justo en ese momento, solo lo escucho decir "Vacío cortante". En eso, el unicornio azul fue jalado bruscamente hacia atrás por alguna fuerza extraña, y a su vez, un corte profundo surgió de su torso, salpicando gran cantidad de sangre, también escupiendo sangre de la boca y sus pupilas se habían dilatado al punto de parecer que sus ojos estaban totalmente en blanco, su cuerpo cayó al suelo con una gran pérdida de sangre, tenían que darle atención rápido para que apenas tuviera posibilidad de sobrevivir.
Brodek, ya fastidiado de todo, se plantó serio delante de las princesas, de un momento para otro apareció atrás de la Princesa Luna y le dio un ligero golpe en la nuca con la empuñadura de la espada, dejándola inconsciente, luego la cargo y regreso hacia donde está el trono destrozado a una velocidad que Celestia no pudo notar.
-Fue divertido jugar con ustedes Celestia, pero el tiempo es oro- comento Brodek seriamente mientras miraba a la princesa del día tratando de procesar todo lo que acababa de ver. Para sorpresa del pony verde, una pared que da al exterior se colapsó y por esa parte entro Ventus estrellándose contra el muro del otro lado de la sala, seguido de él entro Oviblion y noto que estaba más molesto de lo habitual. -¿Qué? ¿No estas satisfecho?-
-Claro que no, no estaba con toda su fuerza- respondió Oviblion mientras miraba a su alrededor, y logro mirar tirado al unicornio azul que se le había escapado momentos antes. –Parece que tu si te divertiste bastante- luego miro a la Princesa Luna que estaba siendo cargada por su compañero. –Misión cumplida, supongo-
-Así es, es tiempo de irnos- dijo el pony verde sin más, luego soltó la espada y dos círculos mágicos aparecieron en los extremos de la espada que luego se movieron hacia el centro y desapareció. Por otro lado, sus ojos regresaron a la normalidad y luego decidió que era momento de retirarse, ya tenían su objetivo cumplido.
-No… los dejare, escapar- dijo Ventus recuperándose del impacto, por todo el cuerpo tenia cortes y heridas que sangraban considerablemente, pero su expresión cambio al ver los cuerpos de los guardias reales y en especial miraba como Ignos se desangraba rápidamente para luego quedar más impactado al ver a la Princesa Luna capturada. -¡Ignos, Princesa Luna!- grito furioso el pegaso y miro con odio principalmente a Brodek, sabía que él lo había hecho, su odio llego a tal punto que sus ojos cambiaron de apariencia justamente a los de un dragón como lo hacen los ojos del pony verde. -¡Brodek, eres un maldito!- Ventus trataba de levantarse y seguir luchando, pero sus heridas impedían que se pudiera levantar del todo. Cejado por la ira, logro levantarse y empuño con fuerza sus keyblades. -¡Acabare contigo, hoy!-
-Es muy pronto aún para enfrentarnos tú y yo- dijo Brodek después de haberse reído por lo que dijo Ventus, para cuando se calmó, sus ojos volvieron a cambiar a la apariencia de un dragón y miro fijamente al pegaso rojo. –Prepárate, porque la próxima vez que nos veamos, uno de nosotros caerá y el otro sobrevivirá-
-Misión cumplida, hora de retirarse- dijo el ministro de magia de la Reina Chrysalis, Reiner, apareciendo atrás de Brodek y Oviblion, pone un casco en la espalda de los dos, aparece un círculo mágico debajo de ellos y forma una cúpula de fuego, seguido de desaparecer de la vista de todos.
-L-Luna… ¡De vuélvanme a mi hermana!- grito Celestia luego de haberse recuperado del shock ocasionado por los acontecimientos que pasaron apenas unos minutos atrás, se tiró al suelo y de sus ojos brotaron lagrimas ante la impotencia de no haber podido hacer nada.