Hi o3o7 . . Soy horrible escribiendo títulos o reseñas por eso agradezco de ante mano a todos los que, a pesar de eso, me dieran una oportunidad Q3Q9 3
Advertencias:
* Este fic trata el tema del suicidio, cualquier persona sensible queda advertida.
* Si bien es de contenido BL/Yaoi no van a encontrarlo en el primer capítulo.
* Pareja: No-se-que-Matsu x No-se-que-Matsu . . Me gustaría que ustedes mismos lo descubrieran.
* Relaciones sexuales incestuosas (mas adelante)
Disclaimer: por si quedan dudas (¿?) los personajes de Osomatsu-san no me pertenecen sino a su respectivo autor.
Aun podía recordar con toda claridad el día en que su madre en un hilo de voz les dio la terrible noticia. De eso ya habían transcurrido más de cinco meses y aun no podía entenderlo.
…
El segundo hijo de la familia quien dolorosamente sonreía como todos los días sin algún cambio perceptible para sus hermanos un día simplemente salto de lo alto de un edificio buscando con ello acabar con su vida.
Los primeros en saber de la noticia fueron sus padres quienes con terror temieron lo peor al recibir la llamada del hospital y acudieron a toda prisa a dicho establecimiento.
No fue hasta entrada la noche que su madre se percato del tiempo que ambos llevaban en la sala de espera cuando decidió volver a su hogar e intentar hablar de lo sucedido con el resto de sus hijos.
El silencio, algo extraño en ese hogar, se hizo presente. Ninguno podía creer lo que su madre acababa de decir pero que otra prueba más que verla consumida en llanto necesitaban para creerlo.
Cuando finalmente los hermanos llegaron sus corazones dieron un vuelco al ver el maltratado cuerpo de su hermanos lleno de vendajes, la poca piel que se podía apreciar no estaba coloreada con su color natural sino mas bien entre una mezcla de violetas, rojos y azules productor de los golpes y las fracturas que la caída le había provocado, rodeado de una cantidad absurda de aparatos hospitalarios conectados de una forma u otra a él.
Ante tal escena su sangre heló, ninguno de los hermanos se atrevía a avanzar un paso más.
Pequeñas lagrimas comenzaban a formarse en contra de su voluntad en los ojos del tercer hermano, aunque se había prometido ser fuerte le era imposible lidiar con lo que sucedía frente a él sin sentir como un escalofríos recorría todo su cuerpo.
El menor de todos a quien todo esto parecía superar inundado en lagrimas sujetaba su rostro con ambas manos intentado no ver más de aquello.
El rostro del quinto hermano quien al escuchar la noticia borro todo rastro de su característica sonrisa se ensombreció aun más. Junto al primer y cuarto hermano eran quienes aun mantenían su rostro seco.
Después de tomar un poco de aire el mayor de todos fue el que se armo de valor y dio el primer paso dentro de esa brillante, aséptica y estéril habitación propia de un hospital, seguido de cerca por el resto y simplemente tomo asiento cerca del cuerpo de su hermano.
Era difícil ser el hermano mayor, se sentía a morir al tener que ver a uno de sus hermanos en ese estado, quería llorar a moco tendido como lo hacía Todomatsu desde que llego pero no podía, debía mantenerse fuerte por ellos, no era el momento de desmoronarse ahora que sus hermanos finalmente le necesitaban.
Finalmente a su lado acerco una de sus manos al rostro del su pequeño hermano, era cálido, a pesar de todo su hermano aun estaba con vida, debía confiar que dentro de poco despertaría y todo volvería a ser como antes. "Si, solo debo creer en eso" se dijo a si mismo.
Pronto el resto de los hermanos se acomodaron alrededor de segundo hijo destrozados sin saber bien qué hacer. Todo lo que acababa de suceder era demasiado, simplemente se negaban a asimilar todo aquello.
Osomatsu los observo un momento, todos guardaban un silencio sepulcral. Podía hacerse una idea de lo que pasa por sus mentes, él mismo intentaba comprender.
En las últimas semanas y días Karamatsu no había demostrado alguna señal que les diera a entender que algo malo le sucedía. No se le vio particularmente deprimido. no dejo de interactuar con sus hermanos, no dejo de comer o de sonreír, demonios, ni siquiera dejo de salir en busca de su supuesta Karamatsu girl entonces ¿¡Por qué!? ¿Todo eso no fue más que una fachada? ¿Karamatsu realmente era tan infeliz?
Una y mil preguntas pasaban por su mentes.
¿En verdad fueron capaces de lastimar tanto a su hermano? Esa era posiblemente la preguntaba mas pesaba en todos ellos.
—oi Kusomatsu, deja esta bromas estúpidas— de pronto la voz del cuarto hijo resonó en la antes silenciosa habitación —¿¡estas escuchando!?—
La sorpresa que el tercer hijo compartió con el resto de sus hermanos al escucharlo pronto desapareció para responder molesto. —Ichimatsu basta— ¿Quién podría jugar con algo así?
—no estoy hablando con el pajero de la familia, así que cierra tu estúpida boca— se podía sentir como escupía toda su rabia y frustración en esas palabras.
Claramente molesto por ese comentario el tercero de los hermanos se apresuro a responder —como sigas nos van a echar a todos de aquí, idiota— sin notarlo comenzaba a levantar la voz también. Nunca comprendía que tipo de cosas pasaban por su mente de su hermano pero no estaba dispuesto a tolerarlo en esta ocasión.
—te dije que cierres la puta boca— molesto el de cabellos despeinados se acercaba peligrosamente a su hermano mientras hablaba pero sin inmutarse ante la actitud de su hermano el joven de sudadera verde simplemente se levanto listo para hacerle frente.
A un lado los dos menores solo observaban en silencio lo que parecía el inicio de una pelea entre sus dos hermanos.
—ya deja de actuar como un niño porque no lo..— fue entonces que sintió como alguien sujetaba uno de sus brazos, Osomatsu le miraba a los ojos pidiendo que pare y sin perder del todo la vista sobre su hermano menor lo sujeto de la sudadera antes de que este pudiera golpear al tercer hermano.
—suéltame Tontomatsu— se quejo el menor intentando liberarse.
En respuesta Osomatsu solo lo rodeo con sus brazos acercándolo más a su cuerpo —está bien— decía con calma pasando una de sus manos por sobre la cabeza del menor —todo se va a solucionar—
El menor sintió como sus fuerzas lo abandonaron —..y una mierda— lo que tanto temía sucedió, se quebró.
Osomatsu podía sentir como su respiración se entre cortaba ahogado seguramente entre sus propias lagrimas —no te preocupes— fue lo único que pudo responder.
Era irónico que justo él pensara eso pero a pesar de que Choromatsu siempre fue el mas sensato de todos aun le faltaba para ser un buen hermano mayor pues no pudo ver a través de esa actuación el dolor que intentaba camuflar su pequeño y tonto hermano.
La primer noche definitivamente fue la más sin embargo eso no hizo que el resto de los días fueran mejor.
...
Desde ese lamentable día los hermanos visitaban prácticamente a diario el hospital, aun sabiendo que no les era permitido permanecer todos los días, en ellos quedaba la esperanza de que finalmente Karamatsu volviera a abrir sus ojos y querían estar presentes cuando eso ocurriera.
Era doloroso, nada comparado con las bromas que las que siempre los gastaron al hermano de sudadera azul, dolía de verdad sobre llevar algo así.
Conforme pasaban los días las heridas y moretones en el cuerpo del segundo mayor iban mejorando de a poco.
Con los meses las fracturas sanaron y las cicatrices en su cuerpo comenzaban a camuflarse en su piel pero Karamatsu no despertaba.
De entre los hermanos quien más tiempo pasaba a su lado era el mayor, eso no significaba que las visitas de los otros se volvieran menos frecuente ni mucho menos pero al no tener grandes aficiones como Choromatsu, animales que dependieran de él como Ichimatsu, un deporte favorito como Jyushimatsu o un trabajo como el menor de todos era quien más tiempo libre disponía.
Osomatsu aun mantenía firme su sonrisa asegurando a sus hermanos que Karamatsu despertaría pronto pero en el fondo de su corazón el mismo comenzaba a creer lo contrario, y si esos serian sus últimos momentos quería estar a su lado.
Pero sus visitas ya no solo eran para verle y hacerle compañía, en vista de que su propia mentira auto-impuesta se caía a pedazos día a día le resultaba difícil mantener esa sonrisa falsa por tanto tiempo. Realmente creía que perdería a su hermano para siempre y aunque fuera a costa de este necesitaba un lugar donde desahogarse y llorar sin temor a ser visto.
—Karamatsu.. hermanito, tienes que despertar— mientras sujetaba su mano con fuerza repetía lo mismo todos los días con la esperanza de que alguna vez aquellas palabras llegaran hasta su hermano y este respondiera pero siempre terminaba igual; él sollozando en soledad.
...
Las visitas de Choromatsu por su lado eran más tranquilas. En secreto, y al igual que otro de sus hermanos, se culpaba a sí mismo por lo ocurrido.
Siempre se creyó el más listo entre sus hermanos y ciertamente notaba el mal que le causaban a Karamatsu pero haciendo caso omiso de su supuesto razonamiento superior eligió acompañar a sus hermanos en el maltrato.
Después de lamentarse lo suficiente las primeras semanas su rutina consistía en sentase a su lado con algún libro o revista entre sus manos, cada cierto tiempo levantaba su mirada buscando encontrar algún cambio en el relajado rostro de su hermano para luego volver su vista a la lectura nuevamente. De tanto en tanto platicaba con el de las cosas que ocurrían en su hogar pero al no encontrar respuesta poco a poco fue dejando esa costumbre y limitándose solo a hacerle compañía.
"Si tan solo una de las tantas veces que le note deprimido me hubiera acercado a mi hermano, hablado con él o tan solo escuchado.. esto hubiera podido evitarse. Pero no soy más que un idiota, no, soy algo incluso peor solo por elegir serlo."
Siempre que el tiempo llegaba a su fin se repetir esas palabras para sí mismo.
...
A diferencia de los anteriores los tres hermanos menores trataban de coincidir sus tiempo para visitarlos juntos. No solo se debía a los horarios de visitas del hospital, Todomatsu no soportaba estar que la habitación se quedara en silencio ni un momento por eso siempre agradecía tener a Jyushimatsu cerca y a su vez este arrastraba a Ichimatsu a la visita.
Esas eran las visitas más animadas y a la vez más cortas, Jyushimatsu le hablaba absolutamente de todo lo que lo que hacia los días en que no podía visitarlo, como si su hermano solo durmiera él hablaba con su tono de voz habitual, algo elevada para las normas del hospital y siempre terminaban por acortar sus visitas
Aunque el mundo creyera que no estaba bien, el no era tan tonto, entendía bien la situación en la que se encontraba su hermano mayor y su familia. Sabía que existía la posibilidad de que Karamatsu nunca despertara o aun peor que muriera sin más, no fue fácil volver a su "estado" de ánimo normal pero si en algún momento su hermano llegara a despertar quería que lo viera tal como lo vio por última vez, tal como era Jyushimatsu, no cambiaría.
Todomatsu animado por el ambiente que siempre creaba el quinto hijo también le platicaba acerca de algún suceso importante en esos días como su posible ascenso aunque sospechaba que solo era un intento por parte de jefe de animarlo.
Lo cierto es que no había día en que no llorara al menos un poco al pensar en su hermano y su estado de ánimo desde ese día nunca llego a mejorar mucho, aun así se esforzaba porque al menos en sus visitas no se transmitiera alguno de esos sentimientos pues creía firmemente que los malos sentimiento podrían llegar hasta su hermano y no quería eso.
Pero Ichimatsu era de entre todos quien más sufría. Se culpaba por haber forzado a base de maltratos e insultos constantes la decisión de su hermano. Solo su hermano de ojos ámbar era capaz de llevarlo al hospital aun cuando no sentía ánimos.
No es que no quisiera verlo pero le resultaba difícil hacerlo. Era el único de los tres que guardar silencio en toda la visita pero los días en que no eran corridos por el ruido excesivo solía quedarse uno minutos más o en su defecto volver a escondidas cuando las enfermeras se distrajera para quedarse a solas con su hermano, eran unos pocos minutos que aprovechaba para pedir perdón entre lagrimas sinceras. Su maldito orgullo le impedía demostrar su dolor frente a sus hermanos, a excepción de esa primera noche nunca más perdió la compostura. Solo frente a uno de sus hermanos se permitía caer, Osomatsu, a quien en contadas veces acompaño en sus visitas a sabiendas que no le juzgaría al verlo llorar.
Haciendo un poco de memoria aun podía recordar las últimas palabras que cruzo con su hermano de ojos azules días antes del accidente.
—púdrete Kusomatsu, muérete— Una más de sus tantas discusiones ¿Podía si quiera llamarse así cuando solo era él quien insultaba?
Ni siquiera recordaba la razón, no tanto por el tiempo que había transcurrido sino mas bien porque seguramente se trataba de una pequeña estupidez, tan tonta e insignificante que ni siquiera llego a afectar a su hermano pues al terminar este respondió con una estúpida mueca que creía era cool y su dolorosa sonrisa de todos los días.
No, esa discusión no fue la causante de todo esto, no podría, no era eso.. sino su constante maltrato en conjunto que termino por causar esto.
Una misma idea cruzo su mente incontable cantidad veces; si Karamatsu llegaba a morir en ese hospital nunca se lo perdonaría. Si realmente sucedía él seguiría sus pasos.
Ninguno de sus hermanos siquiera imaginaba que esa clase de ideas de formaba dentro de la cabeza de su cuarto hermano. En verdad nadie lo culpaba, todos eran responsables.
...
El costo del hospital, cirugías, tratamientos, fármacos y atención que requería mantener con vida al segundo hijo de la familia no era nada barato. Aun cuando Todomatsu se ofreció a ayudar con su sueldo, sin conocer las cifras claro, sus padres se opusieron.
Arriesgando propia su salud su madre les la vida a todos ellos y aun cuando significo un gran esfuerzo salir de su retiro y encontrar un trabajo nuevamente, junto a su marido correrían con todos los gastos.
Así había sido desde siempre pero no era la única razón. ¿Para qué mentir?. Tanto su padre como su madre lo necesitaban, mantenerse tan ocupados como pudieran para así evitar pensar en lo que sucedería si llegaban a perder a su hijo.
No, ese pensamiento no tendría cabida en sus mentes ni por un minuto y ese cansancio extra les era suficiente para dormir por las noches.
Esa fue la explicación que su madre le dio a su tercer hijo cuando este comenzó a preocuparse al ver lo ocupados que estaban últimamente y de las consecuencias que es tendría en su salud. Con esa excusa mantuvieron oculto el asunto financiero a todos sus hijos.
Pero la condición de Karamatsu no solo no parecía mejorar sino que en el transcurso de los cinco meses habría sufrido tres complicaciones severas de los cuales solo Osomatsu y sus padres tenían conocimiento y que por petición del mayor nunca llego a oído de los menores.
...
Los secretos, verdades a medias, pensamientos no dichos y más comenzaban a acumularse. Aun ignorando los motivos todos sabían que estaban ahí, podían sentirlas.
Osomatsu por primera vez actuando como el hermano mayor era el pilar de su familia, siempre intentaba animar a todos. Sin embargo no pudo evitar que la relación entre sus hermanos cambiara ligeramente también.
Ichimatsu no podía pasar tanto tiempo como antes junto a Jyushimatsu, le era imposible seguirle paso a su inocente hermano y buscando evitarlo los paseos con sus felinos amigos se hacían cada vez más extensos.
Todomatsu despertaba muy desanimado, apenas usaba con su smart-phone y solo entre el primer y quinto hermano lograban calmar el llanto casi diario que se presentaba cuando su hermano era apenas mencionado. Era todo un logro cuando le mayor lograba sacarle una sonrisa sincera.
Era por su gran esfuerzo que el menor no se apartaba en lo posible de el, acaparando casi toda su atención. Algo que el mayor lamentaba un poco sabiendo que el del ojos violetas no se acercaría a el de esa forma y entendía que le hacía falta ahora que el mismo se había apartado de Jyushimatsu.
Posiblemente al ver esa fortaleza en el mayor el resto no podía verlo pero era evidente para Choromatsu, ese esfuerzo de su parte. El mayor era bueno escondiendo sus sentimientos pero era imposible creer que esto le afectaba tan poco hacia ver. Estaba aguantando todo ese dolor solo y esa era la razón por la que no buscar consuelo en él, no podría abusar aun mas del mayor.
Lamentablemente él no podía hacer lo mismo que Osomatsu o Karamatsu, a pesar de estar al lado de sus hermanos no podía hacer desaparecer su dolor, por mas que lo intentara nunca logro de Todomatsu una sonrisa verdadera e Ichimatsu ni siquiera le buscaba. Sin embargo, en cambio muchas veces busco que el joven de ojos carmesí encontrara en él la persona en quien desahogarse pero nunca sucedió.
En su momento no hizo nada por Karamatsu y Osomatsu ni siquiera le daba la oportunidad de ayudarlo, todo eso le frustraba tanto que termino por alejarse de todos.
El mayor pudo notar eso, mas bien, podía notar cómo a pesar de todo su esfuerzo su familia iba quebrándose en pedazos poco a poco.
...
Como de costumbre Osomatsu se encontraba en la sala de espera aguardando la palabra de aquella enfermera. Cuando finalmente le dieron la autorización para poder ingresar a la tan conocida ahora habitación de su hermano, el mayor se detuvo unos segundo en la entrada y lo vio con una expresión de seriedad.
—Karamatsu.. ¿Realmente piensas dejarnos de esta forma?— su resignada voz demostraba lo cansado que estaba. Con cada día nuevo aumentaba el miedo que sentía al llegar al hospital y que lo recibieran con aquella noticia que tanto le dolería escuchar —¿qué clase de hermano mayor eres?— decía al comenzar a avanzar hacia él y tomar asiento en aquella silla que ya consideraba suya.
Era cierto, habían noticias de personas que despertaron incluso después de 15 años en coma pero ¿podría él soportar 14 años y 9 meses más de esto? ¿Acaso sus hermanos podrían? Definitivamente su padres serian capaces de esperar tanto, más de una vez lo habían mencionado, que esperarían por el todo lo que les restara de vida, ese era el amor y esperanza de un padre.. pero ¿qué clase de vida era esa?
Sin quererlo un nudo se formo en su garganta, escondió su cabeza entre sus manos, no quería llorar apenas llegar —jajaja sabes algo, si despertaras en este momento yo..— hablaba con su mirada en el suelo pues finalmente las lagrimas le habían vencido—yo mismo saldría.. a conseguirte una Karamatsu girl— sin levantar la mirada buscaba a ciegas la mano del menor para sostenerla entre sus manos —eso es lo que siempre has querido ¿verdad?— una sonrisa desesperada se formo en sus labios para finalmente levantar la mirada en busca de su hermano.
Su corazón se detuvo unos segundo, sus ojos se abrieron de par en par sin poder creer lo que veían, tal era su sorpresa que incluso sus lagrimas se habían detenido; su hermano con expresión cansada en el rostro le estaba mirando.
—a-ah.. tu.. eh..— la palabras se atoraban en su garganta —¡K-Karamatsu!— venciendo todo impulso de arrojarse sobre el y en contra de su propia personalidad despreocupada y tontuela se apresuro a tocar el pequeño control a un lado de la cama para así llamar a una enfermera o a quien sea lo antes posible.
Hecho aquello finalmente se arrojo sobre el cuerpo de su hermano procurando en lo posible no lastimarlo pese a que la mayoría de sus heridas físicas ya habían sanado lo suficiente.
—Karamatsu, Karamatsu, Karamatsu, v-voy a presentarte una montaña de mujeres lo prometo— alegría, sorpresa, alivio, emoción, paz. Con la mezcla de emociones que surcaban su ser ni siquiera noto el momento en que la enfermera, muy rápida por cierto, llego al lugar.
—¿eh? ¡Doctor!— Apenas advirtió lo que acababa de suceder fue el busca del doctor a cargo, para conveniencia de la joven e infortunio de Osomatsu este se encontraba de paso, realizando una ronda por el piso y tan pronto como fue avisado ingreso al sitio donde se encontraba el paciente. Al distinguir cual de los hermanos estaba presente le pidió amablemente salir un momento.
Solo a escuchar lo que el doctor había dicho fue que Osomatsu soltó a su recién despierto hermano—¿¡eh!? ni de broma me voy ahora— se negó rotundamente a la petición que mas que por protocolo lo que quería era revisar a su paciente sin la presencia del algo entrometido hermano mayor.
—será una buena oportunidad de avisar a tu familia— como buen doctor que era sabia usar las palabras correctas ante una situación así —seguro querrán verlo tanto como tu, anda— y con aquello sentencio sereno su victoria ante la pequeña protesta
Con palabras aun queriendo escapar de su boca y tanta emoción corriendo por su cuerpo salió a toda prisa buscando un teléfono público con que llamar a casa.
—no corra en lo pasillos por favor~— reprochaba la enfermera con una pequeña sonrisa en rostro que comprendía su emoción.
—muy bien, Matsuno-kun ¿cómo te sientes?— El joven aun mantenía esa mirada cansada en sus ojos sin comprender de que se trataba todo aquello. —¿puedes escucharme?— volvió a intentar el médico.
Con una expresión confusa recorría con la vista todo el lugar buscando comprender donde se encontraba —..si— apenas pudo ser escuchado pero fue suficientemente claro para el profesional que se encontraba en frente de él.
—bien ¿sabes la razón por la que estas aquí?— Un par de sencillas preguntas servirían para comprobar si presentaba algún daño producto del tiempo que estuvo en coma
—..no—
El joven parecía tomarse su tiempo para procesar cada pregunta pero no era algo grave —no hay problema, los recuerdos volverán de a poco, por lo pronto vamos a realizarte algunos exámenes para asegurarnos que te encuentres del todo bien y podrás volver junto a tus hermanos y padres—
—¿hermanos?—
—vinieron a hacerte compañía todo este tiempo— explicaba tranquilo el doctor —como era de esperarse de unos buenos sextillizos—
Su paciente le miraba confundido —¿sextillizos?—
Aquella pregunta le sorprendió y preocupo ligeramente , su semblante se volvió un poco mas serio antes de continuar —si.. tus hermanos los recuerdas ¿cierto?— con pesar las sospechas del doctor se confirmaron al ver como su paciente negaba la pregunta con su cabeza.
Continuara..
Si llegaron hasta esta parte ¡GRACIAS POR LEER! YwY9
Si le gusto al menos un poquito no dejen de comentar o si quieren que pague por su sangrado de ojos y perdida de neuronas también Q3Q .. I need Love(?)